Mie Iga

Iga
[Ninjas Koga; Natsu; Kaori]

Ishida fue arrinconado por Kaori y Hidaru; quienes lograron traspasar su defensa. Miró hacia Shiba; quien también estaba envuelta en el mismo escenario; sus miradas se cruzaron y Shiba sonrió.

—En el momento de morir, parto esta tarde...—dijo Shiba para después cerrar sus ojos para siempre.

A Ishida se le numblaron los ojos, sostuvo su arma y atacó con fuerza a Kaori, quien comenzó a caer; su katana quedó clavada en Ishida quien volvió su vista al cuerpo innerte de Shiba.

—...como un soplo de viento entre los pinos— Ishida cayó junto a Shiba.

Kaori había muerto; junto a un rival digno de sus habilidades.

—Maldición...—blabuceó mientras la sangre gorgoteaba de su boca, hasta quedarse quieta.

Hidaru; Kizaru y Kozaru decidieron rodear a los shinobis restantes. Kizaru y Kozaru avanzaron hacia Obata quien peleaba a puño con Konan, pero ambos esquivaron y tomaron armas prestadas de aquellos cadáveres.

Mientras tanto Honma observaba como Hidaru se acercaba a Haku y Dojun.

Tres contra uno.

Todo era cuestión de tiempo.

• Natsu
• Kaori
• Kizaru
• Kozaru
• Dojun
• Hidaru
• Konan
• Haku

• 
  Nivel 1
  PV= Muerto por Obata
  +4 ataque (voluntad)
  -1 suerte (timidez)
  +3 defensa (kabuto 1/3)
  
• 
  Nivel 3
  Ataque= 6
  Defensa= 9
  PV= Muerta por Ishida
  
• 
  Nivel 3
  fuerza= 10
  protección= 5
  PV= 35
  Katana= +5
  
• 
  Nivel 3
  PV= 43
  Fuerza= 5
  Protección= 10
  Katana= +5
  
• 
  Nivel 3
  PV= 49
  Fuerza= 6
  Protección= 9
  katana= +2
  
• 
  Nivel 2
  PV= 28
  Fuerza= 5
  Protección= 10
  katana= +3
  
• 
  Nivel 5
  PV= 52
  Fuerza= 15
  Protección= 15
  Arco= +8
  
• 
  Nivel 4
  PV= 45
  Fuerza= 20
  Protección= 10
  katana= +12
  

• Ichigo
• Honma
• Shiba
• Ishida
• Obata
• Ninja 1
• Ninja 2
• Ninja 3
• Ninja 4

• 
  Nivel 2
  fuerza= 5
  protección= 10
  PV= Muerto por Kizaru
  
• 
  Nivel 4
  PV= 25
  Fuerza= 10 + 5 (doble kodachi)
  Protección= 20
  
• 
  Nivel 3
  PV= Muerta por Kizaru y Kozaru
  Fuerza= 3 + 5 ( doble kodachi)
  Protección= 12
  
• 
  Nivel 3
  PV= Muerto por Hidaru
  Fuerza= 5 +5 (doble kodachi)
  Protección= 10
  
• 
  Nivel 5
  PV= 42
  Fuerza= 7 +10 (arco)
  Protección= 23
  
• 
  Nivel 4
  PV= Muerto por Hidaru
  
• 
  Nivel 3
  PV= Muerto por Konan
  
• 
  Nivel 2
  PV= Muerto por Kozaru
  
• 
  Nivel 1
  PV= Muerto por Dojun y Natsu
  

 

Iga
[Ninjas Koga; Natsu; Kaori]

Obata logró detener los ataques de los gemelos Kizaru y Kozaru; pero el impacto de Konan con la katana no lo logró esquivar; él trató de atacar pero Konan esquivó.

Honma esquivó el ataque de sus tres rivales; y atacó a Haku quien también logró bloquearlo.

Obata fue atacado nuevamente por Kizaru y Kozaru causándole daños mínimos; pero Konan usó toda su fuerza; haciendo que Obata retrocediera, estaba cayendo; pero no se iría sin luchar, se abalanzó en Kozaru rompiendo su katana y dañándolo en el acto.

Honma volvió a evitar los ataques de Dojun y Hidaru; pero Haku logró cortarlo, haciéndolo escupir sangre, estaba próximo a caer; después atacó a Dojun hiriéndolo fuertemente.

Obata atacó a Kisaru rompiendo su katana; mientras Kizaru y Kozaru traban de dañarlo sin éxito. Kozaru recuperó su katana mientras Konan impactaba con fuerza en el pecho de Obata; la vida se le estaba escapando.

Honma logró esquivar los ataques y arremetió con gran fuerza a Hidaru, quien parecía estar a punto de morir.

Obata bloqueó los siguientes ataques; atacando a muerte a Kizaru; haciendo que Kozaru lo atrapara en el aire mientras caía hacia su muerte.

—Hermano... — ambos se sujetaron de las manos y apretaron con fuerza, su mirada era fuerte, estaban preparados para enfrentar aquello; pero los tomó por sorpresa.—... descansa.

Honma también logró esquivar, haciendo el mismo movimiento que su maestro Obata; para llevarse a Hidaru entre su espada; el joven cayó de espaldas, su muerte fue instantánea.

—Hidaru...—mencionó Haku con gran pesar —Kizaru...— el dolor cada vez era más grande — Debemos vengar sus muertes....

• Natsu
• Kaori
• Kizaru
• Kozaru
• Dojun
• Hidaru
• Konan
• Haku

• 
  Nivel 1
  PV= Muerto por Obata
  +4 ataque (voluntad)
  -1 suerte (timidez)
  +3 defensa (kabuto 1/3)
  
• 
  Nivel 3
  Ataque= 6
  Defensa= 9
  PV= Muerta por Ishida
  
• 
  Nivel 3
  fuerza= 10
  protección= 5
  PV= Muerto por Obata
  Katana= +5
  
• 
  Nivel 3
  PV= 39
  Fuerza= 5
  Protección= 10
  Katana= +5
  
• 
  Nivel 3
  PV= 36
  Fuerza= 6
  Protección= 9
  katana= +2
  
• 
  Nivel 2
  PV= Muerto por Honma
  Fuerza= 5
  Protección= 10
  katana= +3
  
• 
  Nivel 5
  PV= 52
  Fuerza= 15
  Protección= 15
  Arco= +8
  
• 
  Nivel 4
  PV= 45
  Fuerza= 20
  Protección= 10
  katana= +12
  

• Ichigo
• Honma
• Shiba
• Ishida
• Obata
• Ninja 1
• Ninja 2
• Ninja 3
• Ninja 4

• 
  Nivel 2
  fuerza= 5
  protección= 10
  PV= Muerto por Kizaru
  
• 
  Nivel 4
  PV= 7
  Fuerza= 10 + 5 (doble kodachi)
  Protección= 20
  
• 
  Nivel 3
  PV= Muerta por Kizaru y Kozaru
  Fuerza= 3 + 5 ( doble kodachi)
  Protección= 12
  
• 
  Nivel 3
  PV= Muerto por Hidaru
  Fuerza= 5 +5 (doble kodachi)
  Protección= 10
  
• 
  Nivel 5
  PV= 5
  Fuerza= 7 +10 (arco)
  Protección= 23
  
• 
  Nivel 4
  PV= Muerto por Hidaru
  
• 
  Nivel 3
  PV= Muerto por Konan
  
• 
  Nivel 2
  PV= Muerto por Kozaru
  
• 
  Nivel 1
  PV= Muerto por Dojun y Natsu
  

 

Iga
[Ninjas Koga; Natsu; Kaori]



Obata atacó pero sus intentos fueron bloqueados; Konan se abalanzó con fuerza clavando su katana en el pecho del anciano; quien no pudo hacer nada mas. Sujetó el filo de la katana por una inercia, pero sabía que no saldría de esta. No mas.

—Mi cuerpo vive y muere como el efímero rocío; que la hierba se evapora sin desaparecer realmente— recitó para después cerrar los ojos, sus brazos se aflojaron cayendo a un lado; para después caer al suelo, inerte, silencioso.

Obata sonrió; un recuerdo le iluminó el rostro.

Contenido oculto

"Takeda... vive...vive por todos nosotros"

Honma, el único Iga presente no pudo contener nublar su mirada con las lágrimas. Estaba solo, de pie frente a cuatro enemigos; su fin era certero; pero se iría luchando.

—Venga a mi, caigan con su furia mientras yo respondo como la tormenta— mencionó Honma —¡Miren hermanos! ¡Miren desde el cielo! Que no caemos con vergüenza, nos alzamos al vuelo con honor.

Haku avanzó hacia Honma; cortando su cuello de un solo tajo; no lo dejaría sufriendo mas tiempo; pero Honma respondió al ataque antes de caer muerto, porque eso hacían los Iga, caer de pie para no vivir de rodillas.

• Natsu
• Kaori
• Kizaru
• Kozaru
• Dojun
• Hidaru
• Konan
• Haku

• 
  Nivel 1
  PV= Muerto por Obata
  +4 ataque (voluntad)
  -1 suerte (timidez)
  +3 defensa (kabuto 1/3)
  
• 
  Nivel 3
  Ataque= 6
  Defensa= 9
  PV= Muerta por Ishida
  
• 
  Nivel 3
  fuerza= 10
  protección= 5
  PV= Muerto por Obata
  Katana= +5
  
• 
  Nivel 3
  PV= 39
  Fuerza= 5
  Protección= 10
  Katana= +5
  
• 
  Nivel 3
  PV= 36
  Fuerza= 6
  Protección= 9
  katana= +2
  
• 
  Nivel 2
  PV= Muerto por Honma
  Fuerza= 5
  Protección= 10
  katana= +3
  
• 
  Nivel 5
  PV= 52
  Fuerza= 15
  Protección= 15
  Arco= +8
  
• 
  Nivel 4
  PV= 36
  Fuerza= 20
  Protección= 10
  katana= +12
  

• Ichigo
• Honma
• Shiba
• Ishida
• Obata
• Ninja 1
• Ninja 2
• Ninja 3
• Ninja 4

• 
  Nivel 2
  fuerza= 5
  protección= 10
  PV= Muerto por Kizaru
  
• 
  Nivel 4
  PV= Muerto por Haku
  Fuerza= 10 + 5 (doble kodachi)
  Protección= 20
  
• 
  Nivel 3
  PV= Muerta por Kizaru y Kozaru
  Fuerza= 3 + 5 ( doble kodachi)
  Protección= 12
  
• 
  Nivel 3
  PV= Muerto por Hidaru
  Fuerza= 5 +5 (doble kodachi)
  Protección= 10
  
• 
  Nivel 5
  PV= Muerto por Konan
  Fuerza= 7 +10 (arco)
  Protección= 23
  
• 
  Nivel 4
  PV= Muerto por Hidaru
  
• 
  Nivel 3
  PV= Muerto por Konan
  
• 
  Nivel 2
  PV= Muerto por Kozaru
  
• 
  Nivel 1
  PV= Muerto por Dojun y Natsu
  

 

Iga
[Ninjas Koga; Natsu; Kaori]

Haku limpió la sangre del último corte provocado por Honma; miró a los hombres que se mantenían en pie ese día. Se habían reducido considerablemente. Miró los rostros de aquellos que no sobrevivieron, tanto aliados como enemigos; su rostro mostraba tristeza.

—Cuando golpeen los shinobi de Iga, serán como relámpagos, cayendo con estruendo sobre la montaña de Sawa— recitó limpiando su katana para enfundarla.

—Cavemos sus tumbas; todo hombre y mujer merecen volver a la tierra — mencionó ante sus hermanos.

Kozaru sostenía con fuerza el cuerpo de su hermano gemelo, fundiéndose en un abrazo con dolo; Dojun levantó a Hidaru. Konan revisó a Kaori, una aliada valiosa que sacrificó su vida por los Taira. Mientras tanto, Haku avanzó hacia Natsu, limpió su rostro; quitó aquella flecha que le arrebató la vida.

—Descansen, nosotros honraremos su muerte— lo recargó en un árbol, su rostro se mantenía sereno.

 

Aoi Nobunaga

Se detuvo ante la gran e imponente muralla para admirarla en toda su inmensidad, el recuerdo de su llegada a Koga aún demasiado reciente para ignorarlo así como así.

Tragó saliva de forma sonora, tratando de ocultar su incomodidad, y se volvió hacia Ryoshi para ver cómo éste se desenvolvía con una naturalidad envidiable.

Rechinó los dientes ante su osadía y a punto estuvo de rechazar su oferta fruto del orgullo, pero una punzada en su costado recién suturado le recordó lo absurdo que sería ganarse una nueva herida cuando se adentraban en territorio enemigo.

Había llamado suicidas a sus compañeros, no iba a ser ella la kamikaze ahora por lo que, finalmente, se acercó al hombre con tanto aplomo como pudo reunir y asintió secamente.

A pesar de su resolución, tardó unos larguísimos segundos en pasar los brazos sobre los hombros de Ryoshi, sintiendo el calor emanando de su piel aún a través de la tela y dejó escapar un leve suspiro.

– De acuerdo.– Susurró contra su oído.– Pero no te burles.

Sentía sus mejillas arder pero, por suerte, el joven no podía verlo, aunque por un momento temió que éste pudiera sentir el acelerado retumbar de su corazón contra su espalda.

Nunca antes había estado tan cerca de otro ser humano que hubiera vivido para contarlo.

 

Akihito Shishio

Antes de centrarse en la imponente muralla frente a él lo primero que hizo fue mirar a sus alrededores al recordar las palabras de Haku. Allí era donde había perdido parte de su gente entonces...imaginaba que en algún lado de aquel terreno pudiera visitarlos aunque fuera para presentar alguna forma de respeto o bien, si sus almas seguían interactuando en el plano antes de continuar su camino que pudieran acompañarlos de forma segura a Koga o advertirles de cualquier cosa que pudiera surgir si así lo deseaban.

El caminar de las almas podía ser bastante complicado.

—Sabemos... sí —Se acercó a la muralla finalmente, soltando un suspiro para preparar a su cabeza del esfuerzo que haría su cuerpo para escalar —, pero definitivamente sería más cómodo hacerlo como ellos. —Aquello último lo comentó en voz baja más hacia Aki al estar cerca.

 

Seikanji Yamagawa

Estuvo en silencio todo el trayecto, su mente viajaba hacia batallas improbables, batallas que Haku comandó contra Iga hace ya muchas lunas atrás. Aunque no tenía miedo podía decirse que un cosquilleo le recorría la punta de los dedos. Sabía que allí no había nadie con vida, solo polvo y fantasmas. Pero eran fantasmas de shinobis y había que ir con cuidado.

La muralla le dió vértigo; no era como en Koga, que habían sido escoltados por Murai y tenían aliados tras la barrera. Allí era distinto, no tenían aliados del otro lado, debían de ser ligeros como plumas.

—Tendré que subir a Reiko. —dijo mirando a su loba, que se mantenía rodeándole en forma protectora, como si el animal intuyera algo. Recordó que su hermano siempre le decía que los animales tenían un sentido especial, uno que permitía entablar contacto con el más allá. ¿Estaría ansiosa por los yurei que aguardaban del otro lado?

—¿Ha estado aquí antes, señorita Aki? —le sonrió mientras observaba la agilidad de Ryoshi. Luego miró a Akihito. —Ligeros como plumas, así debemos ser.

Y esperando no darse la cabeza contra el suelo, alzó a su loba y con esfuerzo intentó escalar la muralla

 

Muralla a Iga
[Ryoshi; Aki; Seikanji; Akihito; Aoi]​

Ryoshi sonrió al sentir el tacto seguido de la voz de Aoi —No planeaba hacerlo; sujétate bien, no te tensiones o tus heridas pueden volver a abrirse; déjame todo a mi —mencionó mientras se levantaba para sujetar la cuerda.

Aki escuchó las palabras de Akihito y sonrió mirando a Ryoshi y Aoi — Han de tener mucho tiempo unidos, se mueven como dos libélulas sobre el agua, pareciendo flotar —mencionó Aki mientras Ryoshi iniciaba su trayecto hacia arriba; cargando a Aoi en su espalda.

Reiko se resguardó en las piernas de Seikanji antes de que este la tomara para iniciar su ascenso; preguntando antes a Aki si había pisado antes Iga —No, tanto Murai como Konan siempre me prohibieron acercarme —sonrió —Yo no soy ligera como una pluma; a decir verdad, debo confesarles algo —mencionó a Akihito y Seikanji —No soy una shinobi como ustedes; simplemente fui acogida en Koga por los Sugita —sin esperar réplica comenzó a escalar la muralla.

---

Ryoshi descendió con su cuerda dando brincos en la pared; no sin antes revisar que el terreno fuera seguro, lo era. Al tomar el piso, se levantó un poco de polvo —A salvo —mencionó Ryoshi a Aoi — Junto a mi no tienes que preocuparte por caer, yo siempre lo evitaré, de ahora en adelante.

Y justo cuando decía esto; vieron a caer al resto junto a ellos; primero cayó Akihito; quién se llevó el golpe más fuerte; seguido de Seikanji con Reiko para culminar con Aki.

—¿De ellos si puedo burlarme?— preguntó Ryoshi sonriendo al ver la nube de polvo que levantaron al caer.

Aki se raspó las rodillas, pues intentó detenerse de la muralla sin éxito; curó sus heridas para seguir con las de Seikanji y Akihito, quienes tampoco habían caído bien, raspándose con la muralla antes de caer de sentón. Reiko había caído sobre Seikanji, amortiguando el golpe para después chupar la cara con raspones de su amo en un intento de curar sus heridas; Aki tuvo que intervenir después de atender a Akihito.

---

La aldea estaba en completo abandono; aun se mantenía en buen estado; pero el silencio era innegable.

Contenido oculto

Ayeah rapuma Nekita Pueden rastrear; aquellos con rastreo un dado de 20 y deben sacar un 10 o superior. Los que no tengan rastreo es un dado de 20 y deben sacar 15 o superior

 

Aoi Nobunaga

Se abrazó con fuerza a Ryoshi y enterró la cabeza entre sus hombros, para no tener que mirar. Lo único que sentía eran los músculos del hombre tensarse con en ascenso y su inconfundible aroma inundando todos sus sentidos.

Cuando finalmente tomaron tierra, Aoi se demoró unos segundos en soltarse para luego mirar finalmente a Ryoshi de frente con una leve sonrisa involuntaria, en rubor aún tiñendo sus mejillas.

Entreabrió los labios para decir algo y romper aquel extraño silencio cuando una serie de fuertes golpes lo hicieron por ella.

De un rápido vistazo se cercioró de que todos estuvieran bien y compuso una sonrisa burlona, asintiendo con malicia ante la pregunta del joven.

Mientras Aki se encargaba de las heridas del grupo, Aoi se volvió para inspeccionar la zona aparentemente desierta. Aunque su cabeza seguía en otro lado.

 

Seikanji Yamagawa

"Han de tener mucho tiempo unidos, se mueven como dos libélulas sobre el agua, pareciendo flotar"

Seikanji miró a Aki con sorpresa, entreabriendo un poco sus labios como si admirara un hermoso retrato o un hermoso atardecer; una hermosa estampa. Las palabras le parecieron hermosas, descritas con tanto aplomo y admiración que llamó la atención total de Yamagawa. Se quedó así, absorto, con su mirada perdida en los labios de la mujer que decía que no era una shinobi. Quizá por tener la cabeza en otro sitio, quizá por estar despistado con sus propios propósitos, quizá por no estar centrado sucedió lo que sucedió. Llegó a la cima y observó la ciudad con un respetuoso silencio. Sería un bonito dibujo. Pero resbaló por la cima de la gran muralla y cayó junto su loba, rebotando en la pared antes de golpear el suelo. El golpe dolía pero su orgullo le dolía más.

Se dejó atender, sonriendo y rascándose la nuca mientras reía levemente. Luego de sus buenas actuaciones tener un golpe así era cómico, al menos no tenían un superior que pudiera tomar nota de esa pequeña humillación.

—¿Desde cuando el shihan le acogió, señorita Aki? —preguntó con una curiosidad verídica. ¿También había sido reclutada como el señor Shishio y el señor Sabaku y hasta él mismo? —Lo nuestro fue un poco de improvisación y suerte. —miró a Akihito, recordando su encuentro en Otsu y su viaje a la armería de Kyuzo. Aún tenían un entrenamiento incompleto.

Reiko meneó la cabeza y a una seña de Seikanji comenzó a olfatear la ciudad. Si su loba no encontraba algo, ellos tendrían muy poca suerte de hacerlo.

 

Akihito Shishio

Asintió ante las palabras de Aki, sentía que no existía otra forma más adecuada de describir a aquella pareja tan peculiar. Por otro lado, su pensar sobre lo cómodo que sería para sus heridas recientes subir como ellos se vio opacado inmediatamente por la confesión de la arquera.

No lo habría sospechado nunca.

Estaba seguro incluso que ninguno se había percatado del momento en que apareció en la pelea contra Shura y sus hombres.

Al iniciar la subida solo probó correcto su suposición sobre las punzadas de dolor que iba a sentir por los esfuerzos de la escalada que parecieron solo pasar factura al momento de intentar bajar. Sus fuerzas desaparecieron en una punzada qué le recorrió todo el cuerpo y estaba seguro que en ese momento la vergüenza era mucho más grande que el dolor de la misma caída.

Demasiadas atenciones médicas en un relativo corto tiempo.

—... Gracias, aunque siento que tendré que buscar alguna forma de compensarte, agradecerte probablemente ya se esté quedando corto...—Habló en voz baja cpn una sonrisa cuando Aki se acercó a atenderlo, haciendo una leve reverencia al terminar para mínimo sentir que estaba agregando a su agradecimiento.

Se levantó con lentitud, sacudiendo sus ropas con cuidado para asegurarse que no le quedara demasiado polvo encima, escuchando las palabras de Seikanji.

—Sus ganas de entrenar...o explorar nos llevaron al señor Sugita. —Añadió recordando como eso fue lo que motivó a uno de los jóvenes Ikeda de dar un destino a esa improvisadas salida, mientras veía a su alrededor lo visible de la aldea con cierta curiosidad.

 

Muralla a Iga

[Ryoshi; Aki; Seikanji; Akihito; Aoi]​

Ryoshi miró a Aoi explorar el sitio; evadía un poco su vista y eso le causaba gracia, la dejó ser; no quería espantarla, sabía que debía acercarse con cautela, que no debía saturarla; así que también, con la cabeza en otro lado, miró por la aldea sin realmente prestar atención.

Aki había escuchado las palabras de Seikanji y bajó la mirada; se le notaba algo esquiva, como si no quisiera responder; a pesar de que la respuesta ya estuviera formulada en su mente, su boca temía, algo la detenía; en ella había algo que la frenaba a actuar, a hablar —Desde que era una bebé, Hoshi me llevó a Koga; él me cuidó como suya, porque fui abandonada —rápidamente volteó a Akihito, para que antes de que alguno preguntara otra cosa, ella pudiera responder a Akihito —No necesito compensación alguna; cada miembro que pisa Koga, se vuelve mi familia; a personas así de importantes no puedo pedirles algo a cambio — mencionó con seriedad, intentando no mostrar alguna emoción palpable.

Aki se levantó para imitar a Aoi y buscar algo, no sabía qué buscaba pero lo haría para mantenerse ocupada.

Seikanji y Akihito también trataron de dar con algo de utilidad pero al parecer los misterios de Iga se quedarían así: ocultos, como Obata hubiese querido. Al parecer, su fuerte presencia aun cuidaba sus secretos desde la tumba.

Pero había algo que podían ver sin necesidad de buscar demasiado; había montículos de tierra con armas en ellos. Eran nueve.

​

Cinco de ellas estaban juntas; dos de ellas estaban separadas; y las otras dos restantes también permanecían unidas. Aki se colocó frente a estas dos últimas y se hincó para después juntar sus dos manos en un aplauso fuerte para después cerrar sus ojos y orar.

Contenido oculto

Ayeah rapuma Nekita Nadie encontró nada xD Obata se burla de ustedes desde la tumba

 

Aoi Nobunaga

Escuchó la respuesta de Aki con curiosidad, sin volverse a mirarla, y continuó vagando por aquel cementerio sin demasiado interés.

Finalmente, se detuvo ante las tumbas e inclinó la cabeza respetuosamente ante aquellos que dieron su vida en la masacre de Iga.

No sabía orar, como Aki, por lo que ese fue su único gesto ante los que esperaba descansaran en paz.

Se volvió hacia Seikanji y, con un ademán, señaló la ciudad vacía.
– Ahí tienes tu obra de arte.– Dijo en voz queda, tratando de no alterar la extraña paz reinante.– Dibuja rápido para que podamos volver.

Acto seguido, se cruzó de brazos y trató de relajar su postura sin demasiado éxito. No podía evitar sentirse alerta en aquel territorio enemigo donde cada piedra clamaba desgracia a voz en grito.

 

Seikanji Yamagawa

—No eres una shinobi pero fuiste educada y criada por ellos. La palabra shinobi simplemente es eso, una palabra. —miró a Aki, sonriendo. —Estoy seguro que su potencial es digno de pertenecer al clan Koga.

Luego vio como Reiko volvía con la lengua fuera y girando sobre el sitio para recostarse con una postura aburrida. Su rastreadora no había encontrado nada de utilidad y Seinkaji comprendió que no iban a poder sacar nada de información. Aún así mantuvo su temple sonriente, caminando con alegría hacia los montículos de tierra que estaban en el centro de Iga. Aki se detuvo frente a dos de ellos antes de comenzar a orar, pero antes de que pudiera preguntar sobre la extraña distribución de las tumbas, la voz de Aoi le golpeó en el rostro.

—Sin dudas será un dibujo muy bonito, quiero capturar la esencia de todas las ciudades que pasarán a la historia. Pero aún podemos sacar provecho de este cementerio. —caminó alrededor de los montículos y observó las espadas que obraban de honor al guerrero caído. —Podemos vender estas armas. —dijo mientras quitaba una de la tierra, admirando su brillo. —Y no podemos dejar que la información siga aquí, para otros curiosos que no seamos nosotros. Iga está protegido por los yurei de los caídos, aun muertos se encargan de proteger el tesoro del conocimiento enemigo. Pero sigue siendo conocimiento que podría usarse en nuestra contra. —puso los brazos en jarra y con una expresión de total felicidad, exclamó. —¡Tenemos que incendiar los edificios para asegurarnos de que nada caiga en manos enemigas!

 

​

 

Iga

[Ryoshi; Aki; Seikanji; Akihito; Aoi]​

Aki abrió por completo los ojos —¿Que... mar?

Ryoshi sonrió ante las palabras de Aoi y después miró a Seikanji; quien tomaba en sus manos una espada larga —Por fin dices algo que tiene sen...



La oración de Ryoshi se quedó al aire mientras este se aproximaba a Seikanji y observaba el arma que este había levantado; torpemente intentó arrebatársela, Seikanji no hizo mucho esfuerzo para simplemente alejarse de él, evitando que le quitara su nuevo objeto. Pero en la mirada de Ryoshi no había burla o enojo; sus ojos eran genuina preocupación, se quedó allí, frente a Seikanji paralizado, observando el arma, de la cual había un listón amarrado a ella.

—Kaori...— mencionó Ryoshi para después mirar el cúmulo de tierra el cual ahora no poseía una espada; se dejó caer de rodillas y comenzó a rascar con sus uñas aquella tierra, ya seca y asentada —No... no... esto no puede ser —sonrió mientras sus ojos se llenaban de lágrimas —Esto es una mentira, un mal sueño...— siguió escarbando como un animal que buscaba un refugio, siguió y siguió ante la incredulidad de los presentes. Aki intentó detenerlo pero este sólo la empujó; continuó hasta golpear con algo, eran huesos de una mano, escarbó mas hacia arriba para dar con la manga de un kimono, el cual levantó ligeramente para allí encontrar un viejo vendaje, uno que él reconocía perfectamente. Colocó sus manos completamente llenas de tierra sobre ese vendaje para después colocar su frente en el suelo —Kaori...— Ryoshi temblaba, como un animal con frío, y lentamente, su llanto caló en el oído de los presentes, era como escuchar a un niño llorar.

Contenido oculto

Ayeah rapuma Nekita

 

Seikanji Yamagawa

Alternó la mirada entre la katana con el listón y Ryoshi, el cual abrazaba a un cadáver. Seikanji no era alguien que disfrutaba con el dolor de los demás, al menos no de esa manera. No le producía empatía y no era porque tenía un pequeño conflicto con el propi Ryoshi; simplemente esas emociones tan ajenas a él no le producían nada, pero sí que las sabía interpretar. Se acercó al hombre y le tendió la katana que había intentado arrebatarle sin mucho éxito. No dijo más, comenzó a alejarse de él, era una escena que no era de su incumbencia.

—Sí, quemar. —repitió cuando pasó junto a Aki, mirando hacia Aoi y Akihito. —Debemos hacerlo. Es la única manera de dejar ciegos a nuestros enemigos, ciegos por no ver el valor que perdieron al dejar esta ciudad olvidada.

—Señorita Aki, por casualidad... —deslizó sus ojos hacia la mujer. —¿No tendrás flechas incendiarias, no es así? De lo contrario, se me ocurre juntar pergaminos de la armería y comenzar cuando antes.

Con una sonrisa en su rostro comenzó a caminar hacia la armería.

 

Aoi Nobunaga

Observó la escena en el más absoluto de los silencios, sintiendo su corazón encogerse ante la profunda tristeza de Ryoshi.

Miró las palmas de sus propias manos, sin saber muy bien qué hacer y, finalmente, se arrodilló junto a él y se unió en silencio a aquella excavación desesperada.

Había presenciado cómo otras personas se rompían de dolor antes y jamás se había visto afectada por ello, pero el llanto de Ryoshi penetró hasta la última fibra de su ser. Quería ayudarlo de alguna manera, pero no sabía cómo hacerlo.

Extendió su brazo sucio de tierra hacía él y lo dejó caer un par de veces antes de, finalmente, salvar los centímetros que los separaban y rodear su cuello en un torpe e incómodo abrazo.

No dijo nada, simplemente lo acunó lo más dulcemente que supo y alzó la mirada hacia Seikanji.

– No seré yo quien perturbe el descanso de los muertos.– Espetó frunciendo el ceño.

Irónicamente, a pesar de ser una asesina consumada, Aoi sentía un profundo respeto por la muerte.

 

Akihito Shishio

Asintió ante las palabras de Aki pese a que no lo sentía correcto por sus propios contextos a los cuales debía desligarse, pero dejar de sentir que quizás estaba abusando de las habilidades de la arquera en esos momentos por su falta de cuidado era algo que le iba a tomar más tiempo de lo que le gustaría admitir en voz alta. Luego se centró en algo que le llamó más la atención lejos de un posible secreto de aquel lugar y en silencio, siguió a Aki hasta el lugar e imitó su gesto en las tumbas más apartadas, asumiendo que esos eran a quienes Haku se refería, mientras que a las otras dos apartadas hizo una reverencia más de saludo respetuoso.

No entendía la separación, pero sentía que si no estaba cerca de los otros cinco cúmulos de tierra tampoco, debía significar algo.

Estuvo a punto de objetar sobre el robo de las armas a las tumbas hasta que recordó que él mismo había tomado el arma del cuerpo de Shura y no sabía que tan válido podía ser su mismo comentario sobre eso, pero la idea de quemar todo...¿no sería visto como alguna clase de provocación? Entendía su punto, sobre las posibles cosas ocultas pero también los iba a delatar.

—Quizás no... —Calló en el instante donde se percató que el chico intentaba arrebatar la espada que Seikanji tenía en sus manos sin mucho éxito y desencadenaba algo completamente inesperado, tan solo pudo ir por Aki luego de que fuera empujada para que le diera espacio al chico, negando con suavidad su cabeza. No sentía que ninguno de ellos, siendo ajenos pudieran darle alguna clase de confort o forma de detenerlo, solo aquella chica con la que parecía haber estado ya un rato.

—El fuego hará muchas cosas más que dejarlos ciegos... —Habló solo después de alejarse de Aki para seguirlo y no estar alzando la voz y evitar perturbar al chico—, no sería difícil asumir para algún otro grupo quien lo ha provocado, ¿no?, perturbar el descanso de quienes están aquí... llamar la atención de quien sea que este alrededor.

>>...Quizás sea solo yo siendo precavido, pero, ¿estás seguro que quieres?

No sentía que lo fuera a ayudar a incendiar todo, porque había ido solo a acompañarlo, pero de nuevo, sentía que era necesario decirle las cosas que pasaban por su cabeza.