1.  
    Arthur

    Arthur Usuario común

    Sagitario
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    6 Febrero 2007
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    Escritora
    Título:
    Huida
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    Huida

    ¿Qué harías para dejar tu pasado atrás? ¿A qué renunciarías?
    A tu casa, a tu familia, tus sueños, tu vida, incluso... a tu nombre.

    Antes de comenzar con esta grandiosa historia, me gustaría dejar claro que esta pertenece a Mimi Chan. Una gran escritora a la cuál admiro.
    Los capitulos son muy largos, pero los iré acortándo para que no sea tan molesto. Aclarado esto, aquí vamos.​

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    Huida

    Prólogo: "Kokoro Hitotsu"

    .- Pero sabe asqueroso. – se quejo la muchachilla de uniforme color verde y una corbatilla roja.
    .- Oh vamos Kagome no reclames es lo mejor para sacarte ese resfriado del cuerpo. – le regañaba el joven que sostenía una taza frente a ella que contenía un liquido olor marrón que desprendía un fétido vapor
    .- Pero no lo quiero por que no podemos solo dejar a el resfriado hacer su trabajo no moriremos solo por que retrasemos nuestros deberes unos cuantos días verdad.
    .- No, no lo haremos niña – dijo pareciendo razonable un momento, pero después acercando a la boca de la chica la taza mientras ella se echaba para atrás - pero no pienso permitirlo.
    .- Ahhhh – suspiro por fin la chica, sus ojos marrones se rindieron - Bien, bien lo beberé, pero si después en lugar de estar enferma de la garganta lo estoy del estomago será solo tu culpa.
    .- Deja de reclamar y solo bebélo.
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    La chica de irises verdes abrió los ojos, de nuevo estaban allí, algunas piezas de la historia que negaban a abandonar sus memorias. Cerró los ojos queriendo descansar un par de minutos más los que faltaban para llegar al colegio y enfrentar de nuevo a los profesores y las pesadas teorías de la carrera, parecía un mal habito siempre que no quería pensar en ello, cuando su mente parecía estar muy lejos de justo ese recuerdo saltaba a su mente como si hubiera sido abiertamente invitado.
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    Era agotador, sin duda agotador, ese examen de vocación profesional había sido agotador mira que casi 150 preguntas sobre tus gustos y aficiones seguro había detectado el instinto de bombero de alguno, pues algún chico del colegio había accionado alarma de incendios y eso había obligado a suspender las clases temprano… o quizás solo se había sentido tan desesperado como ella al estar ese día en el colegio contestando mas de 150 preguntas.
    Lo que hubiera sido, ese día había salido dos horas de anticipación y no podía estar mas feliz, ese día era el cumpleaños de Inuyasha, su joven y atractivo esposo, se sorprendía incluso a si misma mirándolo a veces como si fuera la primera vez que pudiera hacerlo, su largo y bello cabello plateado, herencia solo de la familia Taisho que por un raro desorden genético desde su tatara tatara tatara abuelo, hacia mas de 500 años habían adquirido ciertas características muy extrañas, pero por demás bellas, rayando en lo exóticas. Su ya mencionado y bello cabello largo, y plateado, unos ojos ambarinos y perturbadores y una dentadura con cierta tendencia casi canina, los colmillos demasiado desarrollados que a pesar de haberse arreglado la dentadura mas de una vez parecían reacios a desaparecer… su esposo era bello, verdaderamente bello.
    Contó la cantidad de tomates rojos mentalmente para poder preparar una buena pasta con su salsa, Inuyasha era victima de su gusto por las pastas y lo había visto ver con insistencia el espagueti con albóndigas en una película, así que ese día compro un libro de recetas italianas y decidió, que así pasara toda la tarde en la cocina, Inuyasha tendría su pasta con albóndigas.
    Llego al pequeño departamento que el padre de Inuyasha les hubiera obsequiado después de su matrimonio, rebusco con cuidado en su bolso de escuela las llaves antes de poder llegar a la puerta, una vez las tuvo en las manos vio la chapa y sintió un frió recorrerle la espina en ese momento:
    La puerta estaba abierta…
    Las cosas mas locas se le cruzaron en la cabeza en ese momento, quizá algún ladrón había entrado y al poder asomarse por la puerta encantaría el lugar vació, o quizás aun seguía adentro. Tuvo que reunir todo su valor para poder abrir la puerta y animare a entrar.
    “Esta bien, lo primero no es” se dijo mentalmente cuando todas las cosas seguían tan en su lugar como siempre, solo un par de cosas fuera de lugar, dos vasos vacíos en la barra de la cocina, era extraño, habría jurado que ella había dejado todo de pie desde la noche anterior.
    Avanzo con un poco mas de seguridad, dejo las cosas sobre la barra de la cocina, quizás solo habían sido ellos los que sin proponérselo había dejado la puerta abierta al salir, cogío los dos vasos y estaba a punto de llevarlos al fregadero cuando oyó un sonido…
    Una voz…
    Dejo los vasos donde los había hallado y siguió el sonido “Inuyasha…” que haría él allí a esa hora del día, mientras mas se acercaba mas desconcertada se sentía, pronto el sonido se hizo mas claro, fue una queja, se llevo la mano al pecho y sostuvo un sollozo, quizás él sentía mal y por eso había regresado a casa temprano, era probable, el único motivo por el que él hubiese dejado la puerta abierta era por que su cabeza no registrara el hecho y para que esa proeza se llevara a cabo el único método era que él se sintiera tan mal para siquiera advertirlo, demasiado meticuloso y hasta cierto punto desconfiado para poder dejar la puerta abierta. Se apresuro, tenía ya el pomo de la puerta en la mano cuando pudo distinguir algo de verdad aterrador.
    Otra voz…
    Una voz de mujer… también quejándose.
    Abrió la puerta tan despacio como pudo, el leve rechinido de las bisagras hubiera podido delatarle de no ser por que las personas dentro de la habitación estaban demasiado ocupadas para poder notar su presencia, los quejidos, las voces, o mejor dicho ahora los profundos gemidos de él que ella tanto conocía y los alaridos que le hacían coro de su mejor amiga, Kikyou los dos, dos de las personas que mas quería en el mundo estaban allí, en su alcoba, en su cama, los dos teniendo sexo de una forma casi animal, desesperada, como ella estaba sentada en su regazo, su perfecta espalda desnuda completamente, seguramente como todo su demás cuerpo escondido por las sabanas, aullando sobre el cuerpo de su esposo, que estaba arqueado y con los ojos cerrados completamente atornillados con esa expresión que ella conocía muy bien.
    Volvió con mucho cuidado a cerrar la puerta, se llevo una mano al pecho, frotando su corazón que parecía casi haberse detenido en ese instante, seguía oyendo por la puerta cerrada lo gemidos guturales de Inuyasha. Salio de el pasillo como pudo llegando de nuevo a la cocina y se sostuvo de la barra. Ni un sueño ni una pesadilla, ninguna de sus pesadillas jamás la hubiera podido preparar para lo que había visto, tomo su bolso de escuela y lo jalo para poder colgárselo al hombro, junto con el vio uno de los vasos que ahí había hallado su cerebro registro solo en ese momento carmín rojo en uno de ellos, que callo para estrellarse en el piso, confundida y desconcertada salio de ese lugar.
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    Abrió de nuevo los ojos para poder verse en la vía comercial que se hacia exageradamente lenta, ese recuerdo, cada cosa, cada detalle, cada paso que esa tarde había dado, jamás saldría de su cabeza, como también sabia que nunca saldrían los ojos de Inuyasha de esta tampoco.
    “basta ya Kagome no te sirve de nada recordar todo eso” se regañaba siempre pero no podía evitarlo, como olvidar después de todo el momento mas desagradable y también decisivo de su vida lo que la había hecho cambiar todo, desde su alma, su aspecto e incluso su nombre.
    Se miro en la ventana del trasporte, los grandes y tristes ojos verdes y su cabello rojizo re reflejaron pálidamente por la luz y en cristal limpio de la ventana del trasporte, ya no servia de nada esa era la verdad le gustara o no, a pesar de haber pasado ya 2 años desde aquello aun no se acostumbraba, quizás nunca lo haría, decidió mejor dejar de pensar y sacar de la mochila unos audífonos, encendió un reproductor dentro de la mochila y saco un libro, “la entrevista clínica”, el reproductor dentro marco en la pantalla de luz “kokoro Hitotsu (one heard – solo corazón) y la música comenzó a sonar.
    "nantoka naru sa" to kotae wo makasete
    chigau hanashi wo shite gomakasu
    mizushibuki wo agete hashiru kuruma sae crying
    “Joder como Fastidia eso”
    Un chico hizo la parada del autobús en una esquina tratado de salir del campo visual de unas chicas que estaban preparándose para abordarlo, como si el n hubiera visto el mismo ritual un montón de veces, era fastidioso en realidad, de joven como todo adolescente había disfrutado de esa atención, hasta que él había escogido a su compañera después ya no mas, no le interesaba, la única vez que había aceptado ser seducido había prácticamente arruinado su vida.
    kuchibiru o kande koraeteru namida sae mo
    ima wa nuguenai okubyoumono
    kumori GARASU de tameiki kakushita mama
    sugisatte yuku MEMORI-
    Kagome no despego la vista de su libro, empatia, atención, observación, la profesora había visto su trabajo una vez y le había dicho que su escritura se parecía mucho a una especie de historia clínica por eso le había recomendado ese libro, ella no estaba segura al tener el libro en las manos, de que le serviría un libro de psicología a ella, pero estaba empezando a ser didáctico, mas de una vez se había puesto a estudiar las facciones de una u otra persona e interesantes personajes habían nacido de ello. Sintió el camión hacer una parada pero ahora estaba mas enfrascada en las recomendaciones que deba acerca e la entrevista con los adultos mayores que de casería de rostros.
    El chico miro el trasporte un hombre iba de pie platicando con su acompañante sentada delante de él estaba casi lleno, un asiento hasta el final y uno al medio que una pelirroja tenia ocupado con su mochila, no estaba seguro de querer sentarse al lado de una chica pero tampoco quería ir hasta el final, no sabia que tan complicado seria bajar después, siento un autobús escolar, seguro se llenaba demasiado, camino hacia ella, fue cuando vio en sus manos un libro que el reconoció como uno de psicología básica que había usado solo un par de semestres atrás.
    kono ima no shinjitsu ga
    itsuka uso ni naru koto wo negatte bakari de
    Solo vio de reojo como una persona se acercaba a ella, seguro le pediría asiento, se hizo la desentendida y siguió leyendo que la llamara, si quería un favor tendría que llamarla.
    De pronto algo paso, al estar al lado de esa chica una sensación casi de peligro lo recorrió, ella estaba enfrascada en su libro sin prestarle atención, que sería, trato de estudiar su rostro para ver si podía reconocerla, pero no, no había muchas chicas de ojos verdes que él conociera mucho menos pelirrojas, demasiado exóticas para poder solo pasarlas de largo, pero había algo en ella, algo demasiado claro en ella solo para poder ignorarlo.
    El desconocido permaneció un momento a su lado, quizás ya la había llamado pero por los audífonos y por el libro no lo había notado, y de pronto se sintió asustada, sin mas explicación, solo bastante asustada sin saber la causa, algo le estaba advirtiendo del peligro pero no podía resolver la fuente “¿el chico?” quizás fuera que tenia una mirada pesada, o algo por el estilo, subido su mirada y se quedo helada, prácticamente helada.
    “Inu…yasha…”
    kokoro hitotsu
    mottara tobikoete yukitai yo
    donna ni kizutsuitemo ii kara
    nakanaide ima ai wo tomenaide
    De pronto todo estaba por completo oscuro, pasaron un debajo de un puente largo que Kagome conocía bien, no duraba esa oscuridad mas de 20 segundos, si hubiera tenido el valor en ese momento se hubiese puesto de pie y hubiera huido en ese instante de su presencia pero eso no era lógico, lo sabia, no es que él la hubiera encontrado, sabia que no la buscaba, pero no podía estar mas aterrada ante el hecho de verlo allí, sus ojos ambarinos, su cabello plateado amarrado en una apretada coleta que le hacia mas estilizado
    “Inuyasha… Inuyasha”
    Por dentro era casi in grito su nombre, Inuyasha, Inuyasha, Inuyasha ¿pero que hacia él allí¿que era lo que hacia Inuyasha en ese lugar?
    Solo contar hasta diez le indico a Kagome guardar la calma, todos esos años de esconderse estaba ahora prácticamente en juego si ella no mantenía la calma en ese instante.
    La oscuridad cedió a la luz, ella bajo la mirada y se cubrió los ojos un segundo protegiéndose de la recién luz, el chico a penas paso a luz volvió su mirada a ella, por un segundo había visto una expresión desconcertada en aquella chica, casi conocida, hubiera deseado poder verla pero luego vino el puente, después ella se quitaba los audífonos de algún aparato de sonido y buscaba dentro de su mochila.
    .- Puedo tomar este asiento.
    .- Adelante – dijo ella tomando su mochila y poniéndola en su regazo, dijo pareciendo casi fría.
    El chico de cabello plateado tomo asiento a un lado de ella, la vio volver a su libro, y mirar fijamente la página delante, ellos ojos no denotaban que leyera, él sonrió un poco, lucia nerviosa, de menos era discreta.
    .- Es un buen libro para empezar¿llevas poco en la carrera?
    .- Ahaa – volteo ella y se volvió a reflejar en el dorado de sus ojos.
    .- Lleve ese libro hace como un año cuando iba comenzando la carrera, es un buen libro me gustan los ejemplos¿cuando llevas tu?
    .- Oh yo no estudio psicología, una profesora me lo ha recomendado como apoyo didáctico, pero tiene razón en lo que dice usted, - dijo haciendo énfasis en la ultima palabra - es un muy buen libro.
    .- Oh lo siento mucho, - dijo notando enseguida la inclinación sobre la palabra - lamento mi atrevimiento.
    .- No se preocupe es solo que no suelo hablar con desconocidos – dijo devolviendo su mirada al libro negándose a mirar sus ojos, sabia que se veía fría, lo había entenado por años, poder esconder su carácter y sus emociones en una mascara cuanto mas debía hacerlo con él
    .- Lo siento es solo que he visto su libro y he tratado de hablarle como si fuéramos colegas, lamento si mi abordo le pareció irrespetuoso.
    .- Hay mucha gente de la que uno debe cuidarse – su nueva mirada verde se clavo en sus ojos doraos, Inuyasha sintió un escalofrió - siempre pienso en eso.
    .- ¿Se ha topado con muchas así?
    Ella casi rió irónica, que si había encontrado muchas así, tenia a la peor de todas frente a la cara.
    .- Solo una, pero mi oficio es describirlas.
    .- ¿Es acaso usted es policía?
    .- No, en realidad soy escritora, estudio letras.
    Inuyasha la miro más atentamente, “letras…” un nombre que por respeto y por vergüenza no había vuelto a mencionar en mucho tiempo salto a su cabeza sin poder evitarlo.
    “Kagome…”
    .- Escritora. – dijo con cierto aire melancólico.
    .- Si, así es. - Dijo mirándolo con insistencia, con cierto desprecio.
    “una persona muy querida para mi también tuvo el mismo sueño” estuvo a punto de decirle pero algo lo contuvo.
    .- Por lo que he entendió usted si es psicólogo.
    .- Así es, vengo desde Tokio a continuar mi carrera aquí, me hubiera gustado que usted me informara donde se encuentra el edificio de psicología.
    .- No es difícil, solo debe subir las escaleras cuando llegue a la ultima base de el trasporte, el chofer le dirá cuando hallan llegado.
    .- Muchas gracias…
    .- Me permite – ella noto el intento por preguntar su nombre pero lo evito, además su parada estaba pronta – yo debo quedarme aquí lamento no poder acompañarlo…
    .- Inuyasha – le aclaro el esperando que ella hiciera lo mismo. - Inuyasha Taisho
    .- Taisho, pero mi clase es en 5 minutos y no deseo llegar tarde, me permite pasar.
    .- Claro – dijo notando como ella había guardado ya su libro y cerrado su mochila.
    Se levanto de su lugar para que ella pasara al pasillo, ella se levanto y paso a su lado, un aroma de flores frescas lo rodeo, de nuevo ese nombre salto a su cabeza.
    La chica hizo sonar la alarma de la parada y el autobús se detuvo. Salto casi del autobús, cuando él quiso preguntar ya no pudo hacerlo, solo vio como la chica avanzaba hacia el edificio de humanidades y tomo asiento de nuevo, por dentro casi regañándose a mi mismo, con una sensación extraña en el corazón, solo sabiendo una cosa, debía saber el nombre de esa chica.
    Kagome llego a su edificio y antes de que llegara a su salón se reclino frente a una pared, se sostuvo el corazón, casi le dolía
    .- Inuyasha…
    Casi tuvo deseos de llorar en ese momento no esperaba poder volver a verlo, se había alejado a Tokio lo mas posible para no tener que verlo de nuevo nunca cambiado su nombre para que no quedara un rastro para poder seguir, haber hecho todo un ardid creando su propia...
    .- Hinagueshi san esta usted bien
    Kagome subió la mirada la dulce profesora de historia la miraba con preocupación.
    .- Si profesora Royko, estoy bien – dijo tratando de ocultar sus lagrimosos ojos de la profesora
    .- Segura Kagome san. – dijo notando su precaución.
    .- Si, no se preocupe.
    .- Vayamos a clase entonces.
    .- Si.
    Kagome siguió a su profesora y se sentó en su lugar de costumbre mientras la profesora preparaba la clase, la profesora empezó a dar su clase pero su mente estaba en otro lugar muy alejado de allí, solo concentrada en los dos ojos dorados de Inuyasha Taisho… su esposo.

    Continuara

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    Espero que les aya gustado. Por que esta historia de verdad que me fasino, es mi favorita de esta gran escritora.
    Un Kiss

    So Long
     
  2.  
    ♥Sango-chan♥

    ♥Sango-chan♥ Guest

    Re: Huida

    Hola!!
    El fic es guapísimo. Me encanta!
    Pero, no queria molestarte ni q te
    Enfadaras conmigo ._.
    Pero, esto no se trata de un plagio?
    Y según he leido los plagios no se pueden oner en cemzoo.
    No se admiten.
    Espero q este equivocada y por este comentario, no te enfades conmigo, vale?
    Pero me ha gustado mucho, eso sí.

    :rosa: Sango-chan :rosa: *sango y kirara* *kirara*
     
  3.  
    Arthur

    Arthur Usuario común

    Sagitario
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    6 Febrero 2007
    Mensajes:
    496
    Pluma de
    Escritora
    Título:
    Huida
    Total de capítulos:
    2
     
    Palabras:
    45
    Re: Huida

    Bueno, eso no lo sé.
    Al principio dejé claro que el fic no era mío. Así que no es plagio.
    Este fic es 100% propiedad de Mimi Chan
    yo no le eh alterado nada.
     
  4.  
    ♥Sango-chan♥

    ♥Sango-chan♥ Guest

    Re: Huida

    ok.
    entonces perdona por la confusion ^^

    :rosa: Sango-chan :rosa: *sango y kirara* *kirara*
     
  5.  
    h@ny33

    h@ny33 Guest

    Re: Huida

    y mi contiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii? []
     

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