República de Shinryu Hitoki, Capital de Shinryu

Cuando Fauna hizo la pregunta sobre los ángeles, Loke esbozó una sonrisa envenenada. Como si solo pensarlo le hiciese hervir la sangre, la tensase y frustrase. Y exhaló un profundo suspiro.

—"Si los demonios en realidad no están muertos, ¿entonces los Profetas son encarnaciones de ángeles?" —repitió con sus palabras, alzando una ceja—. Qué curioso que te plantees que la supervivencia de los demonios implica que los Profetas son sus encarnaciones, pero no llegues siquiera a pensar que los ángeles también puedan haber sobrevivido. ¿Cosa del adoctrinamiento de la Iglesia, quizá? —rio de forma amarga, y luego se recostó ligeramente, visiblemente adolorida por los golpes y heridas—. Los... Profetas son... como ángeles, ciertamente. Digamos que son prácticamente nuevos ángeles. No tanto su encarnación, sino ángeles, en todo el sentido de la palabra, pero... algo distintos. Los ángeles no tenían esos poderes tan extraordinarios, desde luego. Tal vez hasta sean la evolución nautral de los ángeles. Seres elegidos por los árboles y que reciben su poder de estos, eso es lo que se cuenta y se teoriza.

>> Cada árbol sagrado tiene asociado a un Profeta. El árbol "crea" a ese Profeta, y se vincula a él, de forma bilateral. Si el árbol cae, el Profeta cae, y viceversa. Todo lo que obtiene el árbol, lo que ve y siente, lo obtiene, ve y siente el Profeta. Eso es lo que hace que sean capaces de hacer cosas como teletransportarse, ver el futuro y tener tantísima fuerza. Pero, si escuchasteis a Shen... la lejanía al árbol "madre" de cada Profeta hace que sus poderes se debiliten. Y por lo que oí, Aura es la Profeta de Edén, el árbol de Garladia. Shen, según teoriza el Imperio, es el Profeta de Yggdrassil... por eso comentó Aura durante su batalla que su árbol estaba dañado y no podría estar con todas sus fuerzas. Luego, está Iifa, el árbol de Áurea, y ahí imagino que sabréis quién es la Profeta, ¿no? —sonrió. Sí... s-su hermana, la hermana de Fauna, ¿eh?—. Por otra parte, está la Profeta de lo que creemos que será Baobab, una chica de nombre Claire. Y nos falta conocer la identidad del quinto Profeta, el de Takhian, el árbol de Hashmal, al nordeste.

Un árbol por cada Profeta, cada Profeta por un árbol. Y sus poderes eran más fuertes cuanto más se acercaban al árbol, porque sus fuerzas y sus destinos estaban ligados, ¿eh? Cuando uno caía, los dos caían. Eso quería decir que Aura luchó estando muy, muy lejos de su árbol, ubicado en el continente más al sudeste, y aun así... sus poderes daban genuino miedo. Y, por otra parte, eso implicaba que Iifa, en Áurea, era la fuente de poder y el "alma gemela" de la hermana de Fauna, de Flora. ¿Tendría algo que ver eso con el hecho de que los áureos puniesen tanto el acercamiento al árbol? Si alguien lo dañaba, podría dañar a Flora. De manera que extender el miedo a acercarse a su tronco y prohibirlo tajantemente era una medida de protección hacia ella, también...

Todo en Ilumbra parecía estar diseñado con un motivo ulterior oculto, ¿huh?

Y ellas solo estaban descubriendo ahora la punta del iceberg. P-Pero un segundo. Flora, entonces, ¿era un ángel? ¿O algo similar? ... ¿en qué convertía eso a Fauna, entonces?

—Los Profetas no solo son ángeles con poderes especiales y ligados a un árbol, sin embargo —explicó Loke—. Su existencia, o mejor dicho, la de los árboles, es la que mantiene activa la lluvia carmesí. Sin los árboles, y por tanto sin los Profetas, no caería nunca más. Pero seguirá cayendo todo el tiempo, porque los árboles la siguen generando, usando a los ángeles para ello. Ese es el ciclo. Uno que los Profetas mantienen. No sé si deliberadamente o no, pero lo mantienen.

... desde luego, Fauna tenía mucho que discutir con su hermana. No solo por todo lo que ella había vivido, sino porque esta información sobre los Profetas, los árboles sagrados, los ángeles... hasta su propia naturaleza quedaba en duda con toda la nueva información que conseguía. ¿Quién era ella, quién era su hermana? ¿Por qué Aura, una Profeta con los poderes tan fuertes como los suyos, estaría interesada en utilizarla para algo?

Loke tosió de nuevo, llamando la atención de las otras dos.

—Respecto al Imperio... no puedo revelaros sin más nuestro objetivo. No solo supondría poner en peligro su consecución, sino que también pondría en peligro a toda Ilumbra, potencialmente, que os lo revele. Incluso a vosotras mismas. Pero una cosa os la puedo asegurar: no me creáis, si no queréis, lo entiendo. Pero os digo con total franqueza que el objetivo del Imperio no es dañar a áureos ni shinrianeses. Cierto, estamos dispuestos a llegar a extremos duros, como... hacer todo lo posible por conseguir el Ojo de Shinryu o amenazar a una nación entera para conseguir lo que queremos. Pero son meros medios necesarios para obtener un bien mucho, mucho mayor, para todos. En todo caso, os guste o no, la realidad es la que tenemos ahora: yo quiero el Ojo, el Imperio quiere el Ojo. Necesitamos recuperarlo. Y vosotras queréis a Calum, y para eso, tenéis, también que obtener el Ojo. Una vez lo recuperemos y ese orbe cumpla su función, de poco servirá a nuestros interes, así que Calum podrá volver con vosotras si se repite el ritual a la inversa para que su alma regrese a él.

>> Sin embargo, actualmente lo tiene esa Aura, una Profeta que ha demostrado con creces su peligrosidad, y ha demostrado que nos ha engañado a todos para sus propios intereses. Estoy bastante segura de que ella no será tan benévola con el chico. No os devolverá el Ojo para que le podáis ayudar. Al menos con el Imperio tenéis no solo potencial militar de vuestro lado si cooperáis, para poder hacerle frente a la Profeta, sino que tenéis la esperanza de recuperar a Calum. Esa esperanza no existe si sigue en poder de Aura, y solas no podréis, ¿verdad que no?

... la Consejera sabía venderse, desde luego, o lo intentaba con creces. Era cierto que sin ayuda no podrían desafiar a Aura tan fácilmente. Y si Loke decía la verdad y el Imperio ya tenía el otro Ojo, seguramente Aura quisiese atacar directamente al Imperio próximamente, derivando en una batalla entre ambos. Hacerse enemigas de los dos bandos, ¿era una idea razonable? Todo cuanto querían, posiblemente, era rescatar a Calu y hacerle despertar. Eso era lo importante, ¿no? Nada de ojos, ángeles o Profetas. Al menos Brigid, probablemente, querría únicamente poder tener a la persona a la que juró proteger, así fuese una mentira su misión, a salvo de nuevo en su regazo. Y Fauna querría, seguramente, respuestas de Flora... como Brigid las querría de Shen. La pregunta era, ¿estaría el Maestro aún con vida después de... aquello?

—Bien —sentenció Loke, arropándose de nuevo en la cama—. Eso es todo cuanto tenía que contaros, chicas... de momento no pretendo daros más información. He hablado suficiente. Ahora descansaré... podéis marcharos si queréis, ese Paladín vuestro parece que tardará. Y tranquilas, cuidaré de Calum en vuestra ausencia. Estaré herida, pero puedo defenderme aún... aunque no lo suficiente como para protegerme de un golpe de martillo, un flechazo y un espadazo en la cara, ¿eh? No le haré nada al chico, descuidad. Seré un demonio, pero aprecio mi vida lo suficiente como para saber que es ilógico jugármela por atreverme a dañar a un niño inconsciente protegido por tanta gente. Así que largaos, anda. Dejadme descansar. Luego hablaremos...

Y cerró los ojos ligeramente, venciéndola el sueño. S-Sí, sin duda no le haría daño a Calum... no tenía motivos para ello. Brigid y Fauna, desde luego, habían recibido mucha información ahí, demasiada, quizá. Tenían que procesarla, asentar las ideas y... ver qué hacer a continuación.

Tal vez la gente necesitase ayuda en Hitoki después de la lluvia, ¿no? Podrían ir... a ver si alguien les necesitaba. Y de paso ver dónde estaba Hendrick. Ya tardaba demasiado...


Tenéis libertad para usar habilidades de senda (recomiendo fervientemente usar la de Brigid, os dará experiencia a las dos y eso os viene muy bien (?) La exp también será para Loke y Hendrick aunque no vayan con vosotros físicamente ahora mismo) con los ciudadanos, comprar en las tiendas (hay un par de cosas nuevas) o aceptar misiones. No podéis salir ahora mismo de Hitoki, pero pronto podréis. Cuando terminéis las gestiones y queráis avanzar, rolead que buscáis a Hendrick.

 

~Fauna~

Demasiada información. Era... demasiada información.

Los Profetas eran de hecho ángeles o una versión mejorada de estos últimos y estaban ligados a cada uno de los Cinco Árboles Sagrados. Iifa, el Sagrado de Áurea, era naturalmente el de mi hermana. Flora... tenía tanto que preguntarle. Ahora tenía total certeza de que los aúreos no habían tenido nada que ver con mi secuestro y tortura pero tenía tantas preguntas aún así.

Si Flora era una Profeta y por lo tanto un ángel... ¿en que posición me dejaba eso? ¿Era por eso por lo que Aura estaba tan interesada en mí?

No era ni de lejos tan fuerte como Aura y no podía ver el futuro como Flora. Ni siquiera podía proteger a las personas que me importaban. Aquellas que juré proteger.

Volví a mirar a Calum. Su rostro mostraba absoluta paz sumido en su sueño sempiterno. Si no recuperábamps el orbe no despertaría jamás. Calum, que solo era un niño, que solo quería sentirte importante para Shinryu, para su gente y para Aster.

¿Por qué él?

Abandonamos la posada envueltas en un silencio pesado.

Sin quererlo, sin notarlo... habíamos acabado involucradas en una guerra. El imperio, la lluvia, ángeles y demonios... ¿Cómo había terminado todo así? Las palabras de Locke habían puesto en juicio todas mis creencias, todo lo que siempre había pensado como real. Y la verdad era contundente y dolorosa como el impacto de una flecha.

Tan solo cuando volví a sentir el frío gélido de Hitoki en la piel me decidí a hablar.

—Aura tiene el orbe—dije desde debajo de mi capucha. Mi voz tuvo un tono extraño. Resultaba áspera pero también estaba llena de una seguridad inamovible, como si ya lo hubiese decidido desde antes—. Puedo ofrecerme a cambio de él. No me importa.

>>No me fío del imperio ni de sus motivos. Elérea estaba dispuesta a declarar la guerra a Shinryu para hacerse con el Ojo y empujó al presidente Albus a actuar en favor de su gente. Si tengo que sacrificarme, así como lo hizo Calum lo haré.

No dije nada más. Salvaguardada bajo la seguridad de la capucha me alejé. Necesitaba tiempo para pensar, para procesar todo. Quizás pasaría por el mercado y me aprovisionaría antes de nada.

Contenido oculto

Compro lo siguiente uvu:

-Lanzaclavos [Arco] (10 Daño físico, hace el mismo daño desde la fila trasera, hará daño x1,5 a enemigos voladores) (Req.: 10% dominio) (300 guiles)
-Pantalones de sigilo (+6 velocidad, otorga un 5% extra de dominio de arcos) (280 guiles)

Y uso la habilidad de senda en Chihaya. (80%)

 

Fauna se alejó entonces, y paseó por la zona con la mente cargada de ideas y problemas. Se aseguró de equiparse bien comprando un nuevo arco y algo de ropa nueva, y luego continuó su ruta por Hitoki. No tardó en dar con una cazadora que parecía sufrir algunas heridas leves, pero numerosas, después de una batida de caza que había tenido hacía algún tiempo. Gracias a la magia de Fauna, pudo sanarse, y ella se lo agradeció profundamente. Sabía mucho de suprevivencia, desde luego; la información que le dio podría serle útil.

Obtienes:
- Receta de Armadura sólida (disponible en la Artesanía de Kogyo), una armadura con grandes capacidades defensivas físicas.
- Receta de Tónico de fe (ubicada provisionalmente en el primer post de este tema), una pócima que otorga fe a quien la toma.
- Receta de Mu asado (ubicada provisionalmente en el primer post de este tema), una comida simple pero que otorga un buen beneficio de velocidad.

Contenido oculto: Notas de gestión

- He cambiado una misión que estaba mal colocada. La misión del "Boticario local" va aquí, en Hitoki, y la de "Cocinera" va en Tsuro, estaban invertidas. Ya están correctamente ubicadas, en cualquier caso.
- He editado la bolsa de Fauna para subdividirla en categorías, como la de todos los que empiezan a acumular muchas cosas. Verás que tienes una sección de materiales y provisiones y otra sección de equipo extra. En tu inventario, pegado a tu ficha de combate, están los objetos consumibles: he movido ahí los aires antárticos y las escamas de pez, que aunque pueden usarse como ingredientes en muchas cosas, se pueden usar también en batalla.
- Te he equipado la nueva arma y pantalones comprados. Asumo que querrás el arco equipado, y para equiparte el arco necesitas los pantalones. Igualmente no tenías pantalones puestos hasta ahora. ... god, eso ha sonado peor de lo que pensaba (?)

 

Brigid

Las palabras de Loke dejaban de tener peso en ella; y era porque su frustración abarcaba mucho mas de lo que quisiera admitir; Brigid estaba preocupada, sólo quería regresar a Calum, recuperar algo de lo perdido; tomaría el camino de la mentira si era necesario; a final de cuentas, Shen también lo había hecho, y ahora el Imperio. Eran piezas, se entendía; siempre se debía ver el general al particular; y por ello, el particular debía ver por sí mismo; por eso existía el egoísmo, el cual ahora Brigid albergaba. Recuperaría a Calum y después... el mundo podía seguir girando sin ella si así lo quería.

Loke descansaría y cuidaría de Calum; el recelo la obligó a detenerse un poco, pues de nuevo recordó que ella era la guardiana. Cerró los ojos, pues sabía que ese honorífico sólo era un adorno, uno que no había cumplido.

Abandonó la posada siguiendo a Fauna, tal vez porque era lo único que le quedaba, no tenía dirección o iniciativa alguna, se sentía perdida. Y fue cuando Fauna habló, se ofrecía a sacrificarse y esto hizo que Brigid levantara la mirada; si sus manos fueran pequeñas y delicadas, hubiese detenido a Fauna del hombro; pero fue algo tosca y jaló un poco de su capucha — Fauna; nos conocemos desde hace poco; pero me has brindado ayuda más allá del deber. Es por ello que no puedo permitirte tomar una decisión tan imprudente — dijo con severidad — Sólo puedo confiar en ti, eres lo único que me queda, eres mi única vela encendida en esta cueva obscura —soltó su capucha al notar que estaba siendo algo bruta, no quería espantarla — No te dejaré sacrificarte; encontraremos otra manera de traer a Calum de regreso — con eso, la dejó ir. Fauna avanzaba hacia el comercio mientras ella se quedaba allí.

Caminando, la rabia por tantos secretos guardados le dio lo que nunca, encontró a un pobre hijo de Aristócratas y decidió sacar sus frustraciones con él en un grito intimidante; si es que lograba hacerlo y su naturaleza no se lo impedía.

Intimidar a Keichi, hijo de aristócratas

 

La frustración de Brigid se manifestó en un profundo grito, y lo desahogó enfrente de un muchachito joven que, nada más ver a semejante gigante gritándole en su dirección, estuvo a punto de derramar lágrimas, corriendo en dirección opuesta, despavorido. La gente se la quedó mirando por un instante a su alrededor, asustados todos, pero no le prestaron mucha más atención de la necesaria.

Después de todo, una lluvia carmesí acababa de suceder. Los monstruos que cayeron del cielo habían matado a varias personas allí. Cadáveres humanos aún decoraban las calles. No solo una persona de más de dos metros no preocupaba ni llamaba tanto la atención a gente que tenía otras cosas en la cabeza, sino que ese grito de frustración... ¿quién no iba a entenderlo, en ese contexto? Brigid no era la única en Hitoki que había perdido a alguien.

Y al menos ella podría recuperarlo.

Todo el grupo gana 300 de exp.

Contenido oculto

Recuerdo brevemente la mecánica de las habilidades de senda, que siempre viene bien:

En este caso, como la habilidad de senda ha funcionado, ganáis todos experiencia, y ya no puedes volver a usar tu habilidad de senda en Keichi nunca más (verás que en el primer post de este tema lo he dejado tachado en la sección de tu habilidad, "Intimidar"). Sin embargo, en cada capítulo tendrás la oportunidad de hacer la habilidad de senda en tantos de los Ciudadanos como quieras. Si aciertas, como ha sido este caso, ya no puedes volver a usar la habilidad con él ni en este capítulo ni en ningun otro... pero si fallas, puedes intentarlo de nuevo, incluso con el mismo ciudadano. El único límite es que si fallas un total de 3 veces durante el capítulo, tendrás que esperar al siguiente para volver a intentar hacer tiradas de Intimidación.

Con esto quiero decir que si ahora quieres usar la habilidad de senda de nuevo, ¡adelante! Te quedan tres posibles fallos aún, y quedan ciudadanos con un alto porcentaje de acierto. Y si prefieres reservártela para otra ciudad, pues perfecto.

Anyway, cuando queráis seguir, ya sabéis, que una de las dos rolee que busca a Hendrick uwu

 

~Fauna~

El paseo por Hitoki no cambió mi resolución. Lo había decidido. No quería guerras ni más muertes y un enfrentamiento directo entre Aura y el Imperio solo terminaría por causarlas.

Ayudé a una joven aventurera sanando sus heridas y como agradecimiento me dio una serie de recetas de supervivencia. Carne de Mu... eso me recordaba que no había comido nada.

Me había hecho con un arco nuevo, negro, de apariencia pesada. Lo cierto es que en la práctica se sentía manejable y cómodo. Y había sustituido mis gastados pantalones por unos más ligeros.

En ese momento recordé las palabras de Brigid. Como me había detenido comprensiblemente preocupada y lo que yo le respondí.

—No quiero que sufra—le dije. Alcé la mirada para poder verla al rostro y me pregunté qué mostrarían mis ojos. ¿Determinación? ¿Agradecimiento? ¿Inseguridad?—. No quiero que sufra nadie. Si tengo que sacrificarme y asumir la carga lo haré. No me importa. Estoy acostumbrada a sufrir. Estoy tan acostumbrada que el dolor físico ya no significa nada para mí.

Agradecía su preocupación. Era cálida y yo necesitaba esa calidez porque sentía que me escapaba como agua entre las manos. Sin embargo ya lo había decidido. No estaba actuando impulsivamente, estaba actuando sabiendo muy bien lo que implicaba mi decisión.

Era tan consciente que por mucho que traté no pude mantener mi voz estoica.

Las intenciones de Aura no eran buenas; saber que mi hermana era un ángel me había hecho poner en duda mi propia naturaleza y mis creencias por igual. Pero el imperio no era mejor a mis ojos.

—Aura me necesita con vida para sus propósitos—aseveré—. No me hará daño, no más del que ya me hizo. Y Calum despertará.

>>La otra forma es actuar aceptando las pretensiones del imperio cuando desconocemos por completo lo que pretenden. Locke piensa que el fin justifica los medios, que está bien causar un mal menor si el objetivo es un bien mayor—tensé mis dedos en torno al bastón sacro en un intento por contener mis emociones, mi expresión ensombrecida bajo la capucha. Me sentía impotente, sobrepasada por la situación. Sacudí la cabeza—. Pero yo no lo creo así. Yo no soy así.

En el fondo, nuevamente, solo estaba tratando de proteger a todos.

También a Aura.

***

El resto del paseo por Hitoki trascurrió en un silencio pesado. Tras los estragos de la lluvia encontré más personas que necesitaban ayuda, que también habían perdido a alguien y recibido heridas.

Decidí marcharme cuando todo lo que encontré a mi paso fueron cadáveres. Recé por ellos y regresé tras mis pasos.

Hendrick... había ido a buscar a sus hombres. Quizás era momento de informarle sobre las malas nuevas.

Contenido oculto

A Brigid y a Fau-chan les vendría muy bien un abrazo. Solo digo <.< >.> Que las shippee dise

Bueno Dav, por mi parte ya podemos seguir con este angst uvu

 

Fauna y Brigid terminaron, de nuevo, reuniéndose, y no tardaron en empezar a buscar a Hendrick. La situación era bastante tensa, no solo para el mundo en general y la ciudad en particular después de la caída de la lluvia carmesí, sino también para ellos en concreto. Calum, Aura, Shen... muchas cosas habían pasado en un lapso de tiempo muy corto, siendo difícil asimilarlo todo, desde luego; pero algo tendrían que hacer. Algo por arreglar el desastre en el que estaban metidos, por buscar solución a lo que estaba pasando. Quizá Brigid no quisiese que Fauna se entregase a Aura para obtener a Calum, pero al menos era una idea. ¿Qué otra cosa podían hacer? ¿Qué más alternativas tenían?

Ir con Hendrick, pues, era lo único que podían hacer ahora, en este preciso momento. Quizá él pudiese ayudarles de alguna manera. Lo encontraron, pues, en el puerto, reunido con un puñado de áureos, posiblemente sus hombres. No fue muy difícil ver de qué estaban hablando, a juzgar por sus rostros cargados de preocupación, pero, sobre todo... a juzgar por lo que se veía algo más allá, flotando el agua, atracado en el puerto.

El galeón áureo en el que vinieron estaba destrozado. Completamente destrozado y arrasado por los monstruos. La madera estaba rota en varios puntos, el peso se inclinaba hacia un lado, hundiéndose ligeramente, y las velas y remos estaban arrancados y rotos.

—... ya imagino que las reparaciones serán complicadas, ¡pero es necesario volver! —exclamaba, visiblemente molesto, Hendrick—. Haced lo que sea necesario por reparar el barco, por favor. La Gobernadora y la Suma Sacerdotisa esperan nuestra llegada, y tengo que llevar hasta allí a la señorita Fauna, ¡su hermana merece ver que está a salvo!

—Señor —replicó uno de los áureos—, lo entendemos, pero no es viable en estos momentos. Podríamos arreglar el barco en unos días con colaboración de los shinryaneses, pero hay bastante caos aquí, señor. El Presidente se marchó, corren rumores de que nada bueno le ha sucedido, y la ciudad está un poco... patas arriba, señor.

—T-Tsk —chasqueó la lengua Hendrick. Él... sabía que esos rumores eran ciertos. Muy ciertos. Albus estaba muerto, completamente muerto. Y aquel no era el mejor momento para revelar la muerte del presidente, desde luego. No solo cundiría el caos, sino que, estando de por medio la pseudo-invasión y el ataque de Elérea, ¿quién sabe cómo reaccionaría el pueblo? Tras una lluvia, lo que menos se necesitaban eran guerras, y más muertes—. ¿Quién lleva la ciudad ahora mismo, en ausencia de Elcid?

—R-Realmente nadie, señor. Aunque el señor Raif ha sido quien ha intentado movilizar un poco a la población para deshacer todo el caos que se ha generado tras la lluvia, el que ha hecho las veces de capataz, señor. Al fin y al cabo, habiéndose marchado Loke, usted y Albus, era la única figura de autoridad de la zona.

—... ya veo —asintió Hendrick—. No conozco a ese hombre en profundidad, pero se le veía con ideales fuertes. Confiemos en que la ciudad estará en buenas manos. Retírate, compañero; ve con los demás a intentar hacer lo posible por reparar el barco, sea aunque tardemos días, ¿vale?

—¡Sí, señor!

En ese momento, Hendrick se giró, dándose cuenta solo entonces de que allí estaban Brigid y Fauna.

—¡Oh! ¡Brigid, Fauna! Hola, no esperaba que estuvieseis ahí... ¿escuchasteis la conversación? Como veis, la cosa no pinta bien, Fauna, lo siento... nuestro galeón está destrozado, y no tenemos barcos para regresar a Áurea. Y parece que las reparaciones irán para largo.

>> ¿Cómo está Calum? ¿Ha despertado ya? ¿Y qué tal está... Loke? Vuestras caras no son especialmente tranquilizadoras, me temo. ¿Ha sucedido algo?


>> Contarle a Hendrick sobre la situación de Calum
>> Cuestionar a Hendrick sobre su conocimientos sobre la naturaleza de los Profetas
>> Preguntarle a Hendrick qué haremos ahora

Contenido oculto

Yugen Amelie

Aquí tamos uwu

 

~Fauna~

Brigid y yo encontramos a Hendrick en el puerto, rodeado por un grupo de aúreos. Aunque no pretendía escuchar su conversación, no pude evitarlo dado que estaban hablando cuando llegamos.

Discutían la situación del galeón áureo. Fue entonces cuando lo vi, a lo lejos. Mi corazón se hundió y abrí al máximo mis ojos de la impresión, impactada por la imagen que me devolvían.

Yacía en el puerto destrozado. Los monstruos que había traído la lluvia habían hecho pedazos por completo mi única esperanza de regresar a Áurea. Con los riscos Kassor derrumbados y el barco en ese estado sería imposible por el momento.

—Flora...—murmuré por debajo de mi aliento.

Comprendía la situación, sin embargo. Shinryu estaba demasiado ocupada tratando de reparar los efectos devastadores de la lluvia como para contribuir en la reconstrucción del galeón. Con su presidente muerto, la reciente amenaza de una guerra por parte de Elérea y la lluvia carmesí no había caso en pedir algo tan intrascendente como la reparación de un barco.

Conteniendo un suspiro cerré los ojos.

>>Flora... hermana. Nuestro reencuentro tendrá que esperar<<

Aguardamos hasta que el paladín notó nuestra presencia y su pregunta solo ensombreció aún más los ánimos. No teníamos buenas noticias que darle. Al igual que él tampoco tenía buenas nuevas para nosotras.

Sopesé muy bien mis palabras. No era una noticia fácil de comunicar; los problemas no hacían más que acumularse.

—Locke está bien, está descansando en la posada—respondí con voz tenue—. Pero Calum no despertará Hendrick.

>>No a menos que recuperemos el Ojo de Shinryu.

>> Contarle a Hendrick sobre la situación de Calum.

 

Brigid

Las palabras de Fauna la acompañaron por su frustrante paseo por la ciudad; después de hacer llorar al pobre jovencito, sintió una culpa tremenda, aun así sabía que debía asumir un poco los beneficios que tenía su apariencia; por un momento, las palabras de aquella mujer del templo la hicieron sentirse molesta, para después pasar de esa molestia a tristeza, pues el recuerdo de su vida en el templo parecía un sueño, uno que no supo interpretar.

Al llegar con Fauna con Hendrick, se enteraron de algunas cosas con respecto al galeón y a la hermana de Fauna; por un momento, Brigid admiró la energía que poseía Hendrick, quien se notaba completamente recuperado, dirigiendo a sus hombres.

Fauna habló de la situación de Calum, Brigid inmediatamente levantó la mirada; un reflejo que tenía pues bajar la mirada no ocultaría su rostro de nadie; en cambio al levantarla, su vergüenza y decepción no serían tan notorias, o al menos eso creía.

—¿Qué... qué es lo que haremos ahora? — preguntó Brigid, seguía avergonzada; pues no tenía idea alguna de como actuar, de cómo llegar al Ojo para recuperar a Calum, no sabía ni cómo poder ayudar a Fauna, se sentía tan inútil.

>> Preguntarle a Hendrick qué haremos ahora

 

Hendrick escuchó atentamente las palabras de Fauna, siendo informado entonces de lo que le sucedió a Calum. Habían usado su "alma" para devolverle el poder al Ojo, porque él era la llave para desbloquearlo. Era el Shinryu no porque fuese una "reencarnación" del Dragón, sino porque era el descendiente de Zénit que fue heredando la energía del orbe en su interior. Y a él le había tocado ser ahora el que se la devolviese. Pero, con la energía de Calum, su alma, en el Orbe, él ya no sería más que una coraza viva, pero sin emociones, movimientos, pensamientos, palabras. Un cascarón vacío.

El Paladín tragó saliva, tenso.

—Q-Qué horrible. Ese chico pensó todo el tiempo que su peregrinaje era para llegar a ser un héroe, y resulta que... siempre fue un peregrinaje de sacrificio. Esos Ojos de Shinryu... Loke comentó que el Imperio tenía uno en su poder, ¿no? Por lo que Aura ahora solo tiene uno, y el Imperio otro. No me gusta la dirección que puede tomar eso; si esa Profeta quiere, podría iniciar una verdadera guerra contra Elérea. Y ya hemos podido comprobar tanto su poder como sus capacidades de manipulación. Dos factores que son temibles en una eventual guerra, sobre todo cuando se juntan.

Meditó por un segundo cuando Brigid preguntó qué podían hacer. Parecía sopesarlo con gran cuidado, como si estuviese a punto de decir algo muy importante. Y, finalmente, acabó hablando.

—... creo que la única forma de parar a Aura, sea lo que sea que pretenda, es con la ayuda de otro Profeta. Por eso, tenemos que encontrar a otro que nos pueda ayudar, alguien que rivalice las habilidades de Aura. Si Shen ha sobrevivido a su enfrentamiento con Aura, entonces es un primer paso a seguir. Él tendrá información y poder suficiente para, al menos, ayudarnos; ya vimos que pese a estar muy debilitado pudo mantener el tipo contra Aura; tal vez no pueda vencerla, pero si nos unimos a él podríamos lograr superarla. Además, imagino que tendríais preguntas, ¿verdad? Que tendréis muchas cosas que preguntarle, sobre todo tú, Brigid, después de saber que todo lo del Shinryu fue... en fin, ya sabes.

... cierto, hablar con el Maestro era fundamental. Y curiosamente, estaba bastante bien informado, aparentemente, de los poderes y funcionamiento de la magia de los Profetas, ¿eh?

Pero el Maestro, ¿seguiría, acaso, vivo? Esa era una buena pregunta. Tal vez él tuviese respuestas que necesitaban, y... tal vez si podían contar con su fuerza a su favor, tendrían una gran ventaja contra Aura. Solo derrotándola, al fin y al cabo, podrían arrebatarle el Ojo. Arrebatarle a Calum.

—L-La Suma Sacerdotisa de Áurea podría ayudar, pero... no podemos ir allí de momento, así que solo nos queda hacer algo de tiempo. Y me parece que lo más sensato es invertir ese tiempo en buscar una alternativa, ¿no creéis?

Sí. Era una buena idea. O quizá no una "buena", pero sí la única que tenían. Pero la pregunta ahora era clara: ¿dónde estaría Shen? Puede que hubiese muerto en el Templo. Es más, puede que allí estuviese Aura, aún, y se encontrasen en una encerrona al entrar, una trampa. No era sensato volver allí, pero... si necesitaban ayuda e información del Maestro y no podían encontrarlo, solo podían hacer algo: regresar al lugar al que volvería. Si con suerte logró escapar, Brigid sabía que se refugiaría ahí. Y, además, ahí estaba alguien a quien llevaban tiempo sin ver, alguien que sabían que había interactuado con el Maestro poco antes del evento del Templo. Alguien que, además, querría saber lo que le sucedió a Calum.

Aster. El Monte Shinryu, en la cima.

Sí, subir otra vez. Esa era su mejor alternativa. Volver a casa, y ver qué tal estaban las cosas. Reencontrarse con Aster, y, con suerte, con el Maestro también. Quizá Brigid no estaba preparada para ver lo que había pasado allí arriba después del ataque del Imperio, pero, ¿qué otra opción tenía?


>> Cuestionar a Hendrick sobre su conocimientos sobre la naturaleza de los Profetas

 

~Fauna~

Noté la evidente preocupación de Brigid. Quizás no me fuese fácil mostrar mis emociones propias pero conocía y sabía identificar las del resto. Para ella debía haber sido extremadamente duro descubrir que el motivo por el que se había entrenado todo el tiempo: proteger al Shinryu; no era más que una falacia. Que su protegido yacía en coma, despojado de su alma y que no despertaría hasta recuperarla. Que toda su vida estaba cimentada en secretos y verdades a medias.

Hendrick reaccionó como se esperaría. Sus preocupaciones también eran comprensibles y sacaban a la palestra el peor escenario posible: una eventual guerra.

Era la situación que pretendía evitar a toda costa; no me importaba sacrificarme. Si estaba en mi mano no permitiría derramamientos de sangre.

—Shen...—murmuré.

El Maestro... ¿vivía? Se había sacrificado para que pudiéramos escapar del templo. Había enfrentado a Aura, y su supuesto árbol, Yggdrassil, estaba dañado. Su ayuda podía resultar imprescindible si realmente había logrado sobrevivir.

Pero.

Agaché la mirada ensombrecida bajo la capucha.

Vencerla, superarla... a pesar de todo yo no quería lastimar a Aura. No quería lastimar a nadie. Si usaba mi magia o mi arco de forma ofensiva lo hacía solo como defensa tanto propia como de mis aliados.

Por eso quería evitar la implicación del Elérea. Por eso no quería acceder a las pretensiones de Locke y el Imperio.

Si todo salía mal mi determinación se mantenía. Me entregaría a cambio del orbe. No me importaban las consecuencias mientras recayesen solo sobre sobre mí misma.

La resolución fue firme, sin embargo. Regresar a la cima del Monte Shinryu y reencontrarnos con Aster sería nuestro próximo movimiento. Parecía lo más sensato.

Aster... me había pedido que protegiera a Calum.

Y Calum ahora era un cascarón vacío.

¿Cómo iba a mirarle a la cara?

>>... Por como hablas debo suponer que sabes sobre los Profetas—intercambié una breve mirada con Brigid como si buscase su complicidad para contarle a Hendrick lo que sabíamos. Cuando asintió, proseguí—. Locke nos contó en la posada que son ángeles evolucionados. Hendrick, tú... ¿qué sabes al respecto?

 

Hendrick contuvo el aire, sorprendido, cuando Fauna le inquirió sobre los ángeles y los Profetas. Sus ojos vibraron, visiblemente tenso.

—Esto... yo... Fauna, no creo que eso sea algo que debamos hablar aquí, y no creo que deba hablarte yo de ello. Es algo que debes hablar con tu hermana; ella te lo explicará. Le diré que debe explicártelo, que puede hacerlo.

O sea, que lo sabía. Hendrick sabía perfectamente la naturaleza de Flora, de los Profetas. Conocía bien el término y lo que implicaba. Pero seguía sonando algo raro; no solo por la tensión e inseguridad que parecía demostrar, sino porque se tensó de forma repentina al siquiera plantearse el tema, hablando de forma lenta, casi como si estudiase cada palabra para no decir algo indebido. Además, la forma que tuvo de enunciado fue, cuanto menos, peculiar: "le diré que puede explicártelo". ¿Es que Flora necesitaba permiso, acaso? ¿Cómo es que Fauna jamás supo nada de todo eso y Hendrick estaba tan enterado y parecía tan leal a su hermana?

—... dicho lo cual —zanjó Hendrick entonces, severo, cambiando bruscamente—, mientras se arregla el barco, y Loke se recupera junto a Calum, ¿buscamos a Shen, entonces? Por desgracia, temo que ambas cosas ocuparán tiempo.

Hendrick, ¿qué ocultabas...?


Sois libres desde este momento para moveros por el mapamundi. Progresaréis la historia al entrar en el Monte Shinryu; sin embargo, recomiendo hacer tiempo, porque de lo contrario, os quedareis atrás en lvl y tendréis que esperar a quienes están haciendo aún su ruta para poder progresar.
Tenéis muchos encargos y cosas opcionales para hacer, así que recomiendo hacer alguna mientras tanto.
Iréis las dos con Hendrick.

 

~Fauna~

Hendrick... no actuó como esperaba. No me dio ninguna respuesta clara, solo evasivas y razones para sembrar duda y desconfiaza en mi interior. Se puso rígido y tenso, casi farfulló.

Le diré que debe explicártelo, que puede hacerlo.

—¿Que puede hacerlo...?—repetí con evidente extrañeza y no pude evitar fruncir ligeramente el ceño por la confusión. Ladeé la cabeza.

¿Que mi hermana podía hacerlo? ¿Necesitaba su permiso? Ciertamente él era el paladín de la Gobernadora pero, ¿realmente necesitaba su consentimiento? Quizás, por su trascendencia, ¿le había prohibido a Flora comentar nada sobre el asunto de los Profetas?

Pero él había sido quien me había informado el hecho que Flora era una de ellos. Lo había dicho frente a Locke, el príncipe de Fayar y el presidente Albus. La había defendido a capa de espada y parecía sumamente leal a ella.

¿Qué motivos tenía para negarse a contarme lo que sabía?

Tenía demasiadas preguntas, demasiadas dudas que no hacían más que acumularse. Hendrick me había demostrado que era un aliado. Y yo le había dado mi confianza a cambio a pesar de todas mis reservas. Pero en asuntos de confianza y traiciones no era nueva y también me tensé en respuesta, apretando mis labios en una fina línea cuando cambió rápidamente el tema de la conversación.

Agaché la mirada.

>>... Bien.

Eso fue todo lo que dije. Debíamos regresar al monte y buscar a Shen y nos quedaba un largo camino por delante.

Contenido oculto

Pinche Hendrick, Fauna va a terminar no confiando en nadie :< (?)

En fin, quiero hacer el encargo del sirviente del presidente y usaré la habilidad de senda en Tohru y Yukiko uvu

 

El rostro de Hendrick revelaba sin duda que a él tampoco le agradaba la situación. Se le veía incómodo en sus gestos y palabras, como si se sintiese mal por tener que ocultarle descaradamente información a Fauna. De hecho, no era la primera vez en la que reaccionaba así; cuando el tema de los Profetas surgió en la reunión y él intervino, también titubeo y se le vio incómodo y estudiando bien sus palabras.

Estaba claro que sabía algo que Fauna no, algo importante. Y aparentemente, ¿su hermana no podía contárselo sin su permiso? ¿Es por eso que todos estos años Fauna vivió sin siquiera saber que el término "Profeta" era el que designaba a su hermana...?

Fuese como fuese, tendría que esperar para saber aquello, y... de momento, la gente de Hitoki y de todo Shinryu necesitaba ayuda, mucha ayuda. Por eso, durante la breve ronda que hicieron ahora junto a Hendrick, Fauna tuvo la oportunidad de usar su magia para sanar algunas heridas y ayudar a algunos ciudadanos. Agradecidos con ella, no tenían mucho que ofrecerle, sin embargo, siendo gente humilde. Por eso, solo pudieron compartir con ella sus conocimientos sobre cocina, armas y brebajes. Pero, sin duda, la información fue útil, claro. Al fin y al cabo, todos teníamos algo que ofrecer, ¿no?


Por ayudar a Tohru:
- Bebida densa, una pócima que recupera PM y convierte temporalmente todos los hechizos mágicos del portador en elemento neutral.
- Espada célere, espada que mejora bastante la velocidad del portador.
- Octogonal, un extraordinario palo que mejora las capacidades mágicas del portador.

Por ayudar a Yukiko:
- Tortilla de patatas, un plato simple y delicioso que subirá Espíritu y Terapeucidad del grupo. ¡Y la original no lleva cebolla! (?)
- Ratatouille, un magnífico pero simple plato de verduras que mejorará todos los atributos de un miembro del grupo.
- Pescado ahumado, sencillo plato que aporta mejoras defensivas.

Nota: cuando la anterior vez te dije que desbloqueaste el Tónico de fe, me equivoqué, no era eso; era la Bomba Gélida, consumible que hace daño de frío a todos los enemigos. Está editado, como lo demás, en el primer post (las armas están en Kogyo, sin embargo)

Cuando se disponían ya a planificar la salida de la zona, Hendrick fue detenido por un hombre larguirucho y de cabellos rubios, al que aparentemente reconoció en seguida: era uno de los más leales sirvientes de Albus, una suerte de mayordomo. Preocupado, hizo una pregunta directa y clara:

—Sir Hendrick. Se rumorea que... ustedes se revelaron contra nuestros hombres y salieron de la prisión, y persiguieron a Albus. Y hay quienes dicen que lo mataron. ¿Es eso cierto?

—¡Por supuesto que no! —exclamó, ofendido, Hendrick—. Es cierto que fuimos tras él, pero no le matamos.

—... entonces, ¿quién fue? —preguntó el asistente, voz sombría. Tenía claro que el destino de Albus había sido nefasto, ¿eh?—. Conozco al señor Elcid. No ha regresado aún después de la lluvia. Eso solo puede significar, sabiendo cómo es... que ha fallecido.

Hendrick suspiró con pesadez.

—... así fue. Digamos que un... monstruo acabó con él. Lo lamento profundamente, n-no pude protegerle.

El asistente apretó los puños y chasqueó la lengua.

—Tsk... lo suponía. Señor Elcid... —luego suspiró, y alzó la vista, entristecido—. ¿Sabéis dónde está el cuerpo?

—... sí. En el Templo de Zénit, en la cámara al fondo del mismo. No pudimos recuperarlo, tuvimos... que huir.

—Ya veo. La lluvia es nefasta. Pero... ¿podría solicitaros que recuperaseis el cuerpo, por favor? La gente rumorea cosas. Y está nerviosa, cunde el caos en Hitoki. El señor Raif está intentando controlarlo todo, pero es... difícil. Si Albus tuviese una merecida ceremonia de despedida y todo Hitoki pudiese comprobar la realidad de su muerte... solo así las cosas se centrarían. Necesitamos una despedida al Presidente para poder avanzar y volver a organizar a nuestro país debidamente.

Hendrick suspiró con pesadez.

—... l-lo entiendo, pero... entrar en ese Templo es peligroso. Huimos de allí por algo. Y no podemos saber si el peligro que nos hizo huir seguirá allí o no.

El asistente asintió. Después, hurgó en sus bolsillos, y extrajo un gran manojo de llaves. Quitó una y se la entregó a Hendrick.

—... de ser así, toma esto. Es una llave de la puerta lateral izquierda del templo, el Presidente la tenía. La cerramos años atrás por rumores de que un terrible monstruo dormitaba allí, y decidimos encerrarlo para que no diese problemas, hasta que... bueno, hasta que al final todo el templo quedó lleno de monstruos.

>> Si esa criatura sigue allí, habrá que luchar contra ella, pero... una vez derrotada, tendrás la oportunidad de acceder a la sala final del templo rápidamente, sin cruzar por todo el lugar. Asumo que será más seguro.

Hendrick, dubitativo, tomó la llave. Una forma de acceder al Templo de manera que no tuviesen que atravesarlo entero, pero debiendo enfrentarse a un duro monstruo... la idea, francamente, no sonaba del todo mal, pero el problema para ellos no eran los monstruos. Era Aura. Nadie les decía que no estuviese allí.

... pero también podría estar ahí Shen, quizá. ¿Quién sabía? Ellos pensaron en ir al Monte porque Shen pudo ir allí y tenían miedo de entrar al Templo, pero siendo Aura Profeta... tal vez ella supiese dónde estarían y dónde iríam igualmente. Joder, si quisiese, seguramente podría atacar Hitoki en ese mismo momento e ir a por Aura.

Y Albus sí que merecía volver a su pueblo. Murió por protegerles, después de todo.

¿Merecía la pena correr el riesgo?

Misión: id al Templo de Zénit accediendo por la puerta izquierda (ahora desbloqueable por vosotros), y recupera el cuerpo de Albus.

 

~Fauna~

El resto del paseo por Hitoki trascurrió algo accidentado. No dejé de encontrarme con personas heridas por la lluvia en las calles, que necesitaban ayuda. Mi magia era un don que compartiría con todos y no dudé en usarla. Aunque mi objetivo al ayudar no era recibir remuneración a cambio, los ciudadanos agradecidos me ofrecían todo tipo de recetas de síntesis que no podía rechazar.

Nos dirigíamos hacia la salida de Hitoki cuando un hombre se acercó a Hendrick. Era... uno de los sirvientes de Albus. Su conversación versaba en torno a él y a su trágico final a manos de Aura.

La escena regresó como un flasback repentino a mi mente y mis cuernos punzaron. Un destello fugaz y el metal de un estoque atravesando su estómago desde la espalda, manchando su filo de sangre roja.

...

¿Por qué la lluvia se llamaba lluvia carmesí y no lluvia de sangre? Era todo lo que dejaba a su paso y su color era muy similar. Prácticamente el mismo.

Regaba la tierra de sangre.

Regresé a la realidad cuando el sirviente volvió a hablar. Nos pedía regresar al Templo de Zénit y recuperar el cuerpo del presidente. Pero Aura, quizás, seguía allí. No parecía un movimiento muy inteligente. Al menos no hasta que el sirviente nos cedió una llave, misma que abriría la puerta izquierda del templo.

Aquella que había estado firmemente cerrada para nosotros la primera vez.

Alcé la mirada entonces.

Cruzar por ella nos permitiría alcanzar directamente la sala principal donde yacía el cuerpo sin vida de Elcid Albus. El presidente pacifista; que solo pretendía salvar a los shinryaneses de una guerra. Actuó pensando solo en Shinryu y en el bienestar de su gente.

A pesar de que acceder a las pretensiones de Locke había convertido a Calum en un cascarón vacío.

—Regresemos—decreté tras un breve silencio—. Lo merecen. El presidente Albus volver a su tierra y los ciudadanos saber que le ocurrió a su mandatario. Su intención siempre fue protegerles.

Contenido oculto

Amelie te dejo a ti la tarea de postear en el mapamundi. Vamos ashá <3

 

Rigel Betelgeuse

Finalmente pudimos entrar en Hitoki. Nos encontrábamos un poco cansados, especialmente yo, por la pelea contra el Ogro, así que, tras revisar las provisiones que vendían en la ciudad, pasamos por la posada, para recuperarnos y estar frescos para la reunión. Aunque... esta aún tendría que esperar un poco. Allí en la posada, escuchamos a un traunseunte hablar sobre los riesgos de la pesca desde la lluvia carmesí. Antes era algo peligroso, ciertamente, por la cantidad de monstruos que vivían en el mar, pero ahora era aún peor. Nos ofrecimos para ayudarle, aunque nos hicieron pagar una tasa... ¿Qué clase de estafa era esa?

En cualquier caso, fuimos hacia el puerto, donde renuncié a pescar y dejé que lo hiciese el pescador. Me justifiqué diciendo que ese no era mi trabajo, sino defender a los ciudadanos, cosa que haría en caso de que algún monstruo tratase de emboscarle.

Contenido oculto

- Posada: 50 guiles (después de la pesca)
- Hierba del eco (cura el estado Mudez): 50 guiles
- Colirio (cura el estado Ceguera): 50 guiles
- Aguja de oro (cura el estado Piedra): 80 guiles
- Pesca: 300 guiles

Uso mi habilidad de senda. Iré tirando dados en orden (si fallo uno lo reintento) hasta que falle dos veces.
- Tohru, anciano sabio (90%)
- Chihaya, viajera decidida (80%)
- Ishtar, soldado áurea (70%)
- Yukiko, esposa cansada (70%)
- Kurosawa, profesora estricta (60%)
- Yuu, joven engreído (50%)
- Mondo, gamberro desconfiado (10%)

Edit: Chinga tu perra madre Ishtar

 

De Tohru:
- Cota de malla
- Arco ligero

De Chihaya:
- Placas de piedra x2
- Polvos somníferos x2
- Zarpa dura x2

Pesca:
- Panacea
- Lubina de Hitoki x3
- Raya lunar x1

Rigel, Cid y Biggs entraron en Hitoki y pararon a descansar brevemente en la posada. Al salir, Rigel hizo una breve ronda por la zona para ver qué tal estaban las cosas. Un par de personas, aduladoras, no dudaron en entregarle todo tipo de objetos para complacerle al notar por la reacción de los soldados de la zona que él era un rango alto de Elérea. Pero Cid, mientras permanecía Rigel atento a la pesca para la que había accedido a ayudar, no parecía especialmente tranquilo.

—Hace tiempo que no vengo por aquí... a saber cómo reacciona el viejo. Pero... siento una atmósfera rara aquí, ¿v-vosotros no? No sé. No me gusta. Tengo un mal presenti- ¡WOW!

Cid exclamó porque, de pronto, el pescador tiró de la caña y sacó una gigantesca manta raya con una enorme aleta dorsal.

—¡Una jodida raya lunar! —exclamó el pescador, emocionado—. Wow, menuda pieza. Y hemos pillado también tres lubinas...

>> Oye, zagal —le dijo a Rigel—, tú verás: ¿te llevas las lubinas y me dejas la raya, o me llevo lubinas y tú te quedas la raya?

Debes elegir entre entregar la Raya o varias de las lubinas. Entregar la Raya puede tener efectos positivos, pero te quedas sin ella.

 

Rigel Betelgeuse

La pesca fue, aparentemente, un éxito. Tres lubinas, una panacea (que me quedé yo, puesto que a los pescadores no les interesaba), y una raya lunar. Al parecer eran peces muy exclusivos y difíciles de pescar, por lo que me alegré por los pescadores. Luego, claro está, recordé la tasa que me hicieron pagar para ayudarles a pescar y que podía quedarme con parte de las recompensas, y dejé de alegrarme tanto. Tsk, con todo lo que había pagado, ese pez me correspondía prácticamente. Pero a fin de cuentas, tampoco iba a hacer gran uso de él. Bah, qué más daba.

—Está bien, podéis quedaros la raya lunar. Solo espero que estas tres lubinas cubran "la tasa" —dije, con cierto resquemor.

>>Bueno Cid, cuando quieras puedes guiarnos.

 

Con su manta raya, el pescador se quedó la mar de contento. ¡Hasta dijo que podría abaratar el coste de la pesca en adelante! Menos mal, porque menudo timo de tasa...

El precio de pesca se reduce en 50 guiles para todo el mundo.

Tras eso, en definitiva, fue hora de encaminarse a hablar con Albus. Cid tenía razón en algo: la atmósfera de la ciudad era tensa, como muy cargada. Y, a la vez, silenciosa y tétrica. Había poco movimiento, muchos cuchicheos en las calles entre el silencio de las mismas, y demasiados soldados shinrianeses por la zona.

—Bien... —susurró, tenso, Cid—. Vayamos entonces por aquí. El viejo vive en la sede presidencial, claro. Allí le encontraremos.

El grupo se aproximó al edificio en cuestión. Uno grande, sobrio y de color blanco, todo puro y refinado. Sin embargo, varios guardias se encontraban en la puerta. Y aunque Cid fue a entrar, le obstruyeron violentamente el paso, poniendo sus lanzas en el camino. El niño se molestó.

—¡Hey! ¡Dejadme pasar, mentecatos!

—¿¡Cómo osas hablarnos así, niño!? ¡Fuera, antes de que os arrestemos!

Cid se enfadó, hinchando los mofletes.

—¡No tienes idea de con quién hablas! ¡Soy Cidder Albus! ¡Hijo de Elcid Albus! Llama a mi padre, haz el favor. Verás qué bronca te mete...

Por un instante, el soldado esbozó una sonrisa burlona.

—Pffft. Incluso si eso fuese verdad, niño, Albus ya no está aquí. Se marchó, e incluso si vuelve, de poco servirá. La gente está cabreada... así que ahora lárgate, mocoso, y tus amigos también. Ahí dentro están decidiéndose cosas importantes.

Y con eso, le dio un empujón brusco, con el que Cid casi cae de espaldas. Inmóvil y sin saber qué responder, la ausencia de su padre le dejó descolocado, y no supo bien reaccionar ante las palabras del soldado. Biggs intercedió entonces, tratando de sacar algo en claro.

—... perdonad que moleste. Soy Biggs, oficial eleano, estamos aquí para intentar dialogar con el representante de la ciudad. ¿Qué se está decidiendo exactamente?

—... ¿eleano...? ¡Largo, largo de aquí! ¡Marchaos, invasores, u os patearé personalmente! Y dice ser el hijo de Albus, un niño que va con militares eleanos... ¡bah!

Con miedo a causar una escena, se tuvieron que marchar, alejándose por un momento. Cid, Rigel y Biggs, así, se replegaron en un lugar apartado para poder valorar sus opciones y ver qué diantres pasaba. El niño parecía especialmente afectado, además.

—M-Menudo genio gasta el amigo... —dijo Biggs, acariciando su nuca—. ¿Q-Qué hacemos, jefe? Está claro que algo raro se cuece... además, si el Presidente no está ahí, ¿qué se supone que traman dentro de ese lugar? Dicen que se están tomando decisiones importantes ahí, pero sin el Presidente... ¿quién las decide? ¿Y dónde demonios está Albus?

—... viejo... no es normal que se haya pirado así sin más —explicó Cid—. Algo le ha pasado. Seguro. No se iría, menos en una situación tensa como esta...

—Así que sí era tu padre, ¿eh? —susurró Biggs, ante lo que Cid desvió la mirada, incómodo—. En fin, de un modo u otro, supongo que lo conocerás lo suficiente para saber que algo raro hay en su ausencia. Jefe... ¿qué hacemos? ¿Deberíamos preguntar a la gente y buscar algo de información? Si vamos de paisanos podríamos lograr averiguar algo... temo que ahí dentro esté pasando algo malo. Con la tensión que hay entre Elérea y Shinryu, a saber...

Sí... tenían que pensar en algo, y rápido. Era hora de buscar información, conectar los puntos, y... averiguar qué sucedía ahí.

Contenido oculto

Es hora de que usemos la mecánica especial de Rigel! En algunos puntos, tendrás secciones de investigación con Rigel. Esto funciona, de forma análoga a Ace Attorney Investigations, a través de un sistema de lógica por el que recoges fragmentos de información explorando e interactuando con personas dispersas por la zona que te toque, y luego debes enlazar dos fragmentos de información para obtener uno nuevo. Es decir, solo debes ir explorando las distintas opciones que te doy, recogiendo fragmentos de lógica y, cuando creas que dos de ellos tienen conexión, poner expresamente que los relacionas (poniendo, por ejemplo, Información A + Información B, para que yo lo vea bien). Si resulta poder extraerse algo útil de los puntos comunes de ambas informaciones, obtendrás un fragmento de lógica nuevo. Y así, se trata de ir consiguiendo más e ir uniéndolos hasta llegar a una conclusión, que será la lógica final.

Esto funciona también algo parecido a la CSG en ese sentido, así que... creo que te manejarás bien. Esta investigación será bien sencillita, en todo caso, así que no te preocupes.

Zonas para desplazarse:
- Barrio central
- Puerto
- Frente a la Residencia (zona actual)

NPCs en la zona:
- Guardia de la residencia (completo)
- Guardia eleano

Fragmentos:
- Hostilidad de los guardias: los soldados shinryaneses no parecen especialmente contentos con la presencia de eleanos en la zona, incluso aunque haya algunos soldados de Elérea por aquí. ¿Ha pasado algo más allá que la simple tensión política entre países en Hitoki?
- Presidente desaparecido: Albus, el presidente de Shinryu, no está en ninguna parte, y los guardias de su residencia dicen no estar siquiera esperándole. ¿Dónde puede estar?
- Reunión importante: dentro de la residencia presidencial hay alguien tomando una "decisión importante". ¿Qué puede estar pasando ahí dentro?

 

Rigel Betelgeuse

Menos mal, al menos habían abaratado el coste de la pesca. Cid nos dirigió justo después hacia la Sede Presidencial, donde Albus estaría. Eso decía Cid, al menos. Al llegar allí, un grupo de guardias nos impidieron pasar. Era de esperar que algo así pasaría, después de todo, pero no contento con aquella respuesta, Cid se reveló como el hijo de Albus, cosa que no nos sorprendió a ninguno.

Sin embargo, la respuesta de los guardas sí que fue una gran sorpresa. ¿Albus no estaba allí? ¿Por qué motivo...? Y no solo eso, sino que cuando Biggs intentó intervenir, solo consiguió causar más caos aún, al revelarnos como eleanos.

En fin, de un modo u otro, la cosa había salido tan mal como pintaba o incluso peor. No sé en qué momento me dejé convencer por Cid, pero era cierto que resultaba tremendamente extraño que Albus no estuviese en Hitoki. Hum... Nos refugiamos entonces y tratamos de aparentar ser paisanos de nuevo, cosa no muy complicada, alejados de las miradas de los guardias. Cid y Biggs comenzaron a conversar.

—Es verdaderamente extraño que el Presidente no se encuentre disponible en un momento de tanta tensión como este, sí —corroboré lo que escuchaba—. Y tampoco me hace gracia que haya gente dentro de la Sede Presidencial tomando una decisión importante. Diría que me huele a chanchullo, pero por más que quiera, no consigo imaginar por qué, ni qué es de Albus.

Cid continuaba algo reflexivo, sorprendido por los eventos. Miré alrededor. A un lado estaban esos guardias de la Sede, hostiles y malhumorados. Al otro, un guardia eleano. Realmente no me sorprendía ver a un miembro del imperio aquí, pero si de verdad se estaba cociendo algo gordo, debía estar medianamente enterado de lo que fuese. Me levanté, para dirigirme hacia él.

—Esperadme aquí, ahora vuelvo. Voy a buscar algo de información —les pedí a Biggs y Cid.