Hijo de la luna: Príncipe lunar y princesa terrenal

Re: Hijo de la luna: Príncipe lunar y princesa terrenal

Holaaaaaaa acabo de leer la ocnti...
MIS FELICITACIONES... pero pbre Kagome T^T que capulloncete es el Sessho... no te molestes pero.... Y mis preguntas¿?¿ T^T no me las has respondido....
sigueleeee

 

Re: Hijo de la luna: Príncipe lunar y princesa terrenal

uhm....etto...^^ puedo decirtelas que el tiempo y las conti te lo podrán ir descubriendo:
(además puede que otras lectoras quieran saberlo también ^^, así que intentaré responder con lujo de detalles)

Porque Inuyasha es tan frio con Kagome en la realidad y tan... sensual en los sueños de ella?¿?
- Ah! eso se descubrirá pronto!!! y, tb deberíamos preguntar entonces, ¿por qué Kagome apenas y ha intercambiado cinco palabras con nuestro amado hanyou y es tan distinta en sus sueños? ¿por qué los ojos ambarinos y los azules?
Y, aquí, no es mero capricho De mi socia Tsuki o la autora xP

Que siente realmente Inuyasha por Kagome¿?¿?
Eso solo lo dira el tiempo....*suspiro* habrá que ver que siente nuestro bellio albino por la princesa terrenal

Que es sango para el¿?¿?
Tal como se ha visto, Sango es una "asesina a sueldo" de la cual aun no sabemos para quien trabaja, solo sabemos que viene a proteger a Kagome y busca de Miroku en plan de salvarlo. Inuyasha le tiene respeto y cariño y busca ayudarla a recuperarlo (osea, rescatarlo de su madre)
Aunque...si luego se encaprichan....jeje....eso tendremos que verlo
habrá que ver si me piden aumento de sueldo o no...(ToT) xD

jajaj! eso seria! ahi estan tus preguntas ^^
Besos!!!
cuidense
Kru.

 

Re: Hijo de la luna: Príncipe lunar y princesa terrenal

wow!!!!!!!!!!!!!! ke va a apsar???? ke va a hacer porfa amiga conti!!!!!!!!!!!!!!!!! conti ke se kedo realmente muy buena!!!!!!!!!!!!

 

Re: Hijo de la luna: Príncipe lunar y princesa terrenal

-¡¡¡No!!! ¡Aléjate!
Gritaba la muchacha apoyada contra la puerta con todas sus fuerzas, tenía la frente apoyada en la madera y las lágrimas caían copiosamente de sus ojos almendrados
-¡¡Kagome, escúchame!!- contestaba el muchacho al otro lado, tratando de abrir la puerta sintiendo un horrible dolor en sus orejas de perro. ¡¡Cómo, cómo detestaba los ruidos fuertes!!
-kya…- medio gruñó la chica llevándose las manos a la cabeza, qué dolor de tímpanos…definitivamente debía hacer caso a su madre y dejar de chillar así
-No estoy de parte de ese hijo de puta…- suavizó el chico aprovechando el silencio. Ella enarcó una ceja, pensando como un príncipe podía hablar tan grosero y estar tan tranquilo- y si le odio, además del daño que te está causando, es exclusivamente por razones personales
Ahora su tono se formulaba de rencor y ese orgullo que reconoció en sus grises ojos la primera vez que se vieron. Dudo si abrir la puerta o no. La verdad la única irrespetuosa había sido ella al echarle hecha una furia apenas logró dilucidar que esa horrible pesadilla mañanera era real.
-¿Y bueno, le dejas entrar o no?- preguntó Sango sentada en una bonita butaca verdosa detrás de la pelinegra, sin poder evitar tener una media sonrisa, aquello le hacía mucha gracia. Y ella que la había tomado por tan indefensa…
- No…no quiero…
-Kagome…- Inuyasha Hacía presión en la puerta, cerró los ojos, conteniendo su frustración y evitando que esta se transformara en rabia
-Hay que hacer algo, en el matrimonio…- Comenzó la castaña, Kagome volteó bruscamente, sorprendiendo a la mujer con el doloroso brillo que alumbraban sus ojos.
-¡no te atrevas! ¡Yo debo revivir a mi padre!- espetó y se llevó la mano a la boca, asustada y confundida al recordar que él estaba al otro lado, escuchando.
-“Qué mujer…”-pensó el hanyou con una débil sonrisa y luego preguntó- ¿eso piensas?
-Sí- contestó suavemente, las yemas de sus dedos acariciaron el pomo almíbar, rogando no haber lastimado los sentimientos del príncipe. Tomó aire y dijo rápidamente mientras sus mejillas se arrebolaban- Mira, no es que estés mal o algo así, de hecho, estás muy guapo y eres buena gente pero yo…
Una masculina risa como manantial cristalino tras la puerta la interrumpió de golpe.
Inuyasha cerró los labios tratando de ahogar el sonido. ¡Los humanos, tan extraños! Negó con la cabeza, recordándose que también era uno de ellos. Tomó el pomo y trató de abrir la puerta, descubriendo que estaba abierta, entró lentamente y la vio. Estaba rojísima, en parte por las lágrimas, pero algo le decía que era así cada vez que se sonrojaba. Su vestido estaba arrugado, pero eso no quitaba el que le quedara bien. De hecho, le quedaba excitantemente bien
Kagome no podía moverse, era curioso como el solo hecho de entrar a una habitación le hacía ver tan gloriosamente perfecto. El brillo en sus ojos demostrando una serena alegría y como hasta su cabello parecía moverse con gracia la dejó anonadada. “Dios… ¿qué tan guapo puede llegar a ser?” Se descubrió pensando, sin poder evitar recibir imágenes de su cerebro de todos sus sueños nocturnos, algunos mucho más provechosos y placenteros que otros
No tembló cuando él se le acercó y le limpió las lágrimas con sus largos y pálidos dedos, solo creo que llegó a sonrojarse más
-Perdóname…creo que fui muy hosco al decírtelo- Se disculpó el albino bajando levemente la cabeza. ¡¡Dios!! ¡¡Sus ojos y rostro al disculparse parecían hechos por el propio Miguel Ángel!! Ohhh mierda, sus pantaletas estaban humedeciéndose, no quería tenerlo tan cerca o no podría contenerse a probar todo lo que había hecho en su subconsciente.
Además de su padre, él era el único que había acariciado su rostro con ternura, titubeó un poco al responder.
-no…no te preocupes- “¿cómo no perdonarlo?” pensó confundida tratando de bajar la cabeza y dejar de verlo, pero él lo impidió haciéndole alzar la vista usando sus manos.
-Kagome…- Se le acercó levemente, acortando distancia entre sus rostros. Sabía que luego iba a arrepentirse por lo que estaba haciendo, por ir comenzando a destrozarla; y supuso que Sango, observando silenciosa, pensaba lo mismo- necesitas salvarte, pero no puedes irte…no sé que hacer
Estaba jugando sucio, su lado femenino tan secreto y alimentado nada más por novelas románticas, ilusiones y sueños estaba comenzando a dominar la piel de Kagome, la cual era muy sensible al tacto y aquella pequeña caricia que hacía él moviendo sutilmente sus pulgares la estaba matando
Inuyasha podía olerlo, su piel era una confusión de calor y pasión reprimida, extrañamente pudo sentirlo desde la primera vez que estuvieron de frente, cuando su suave olor a fresa había revoloteado por su cabeza y cuello. ¿Qué hacer? Él también empezaba a sentirse igual, estando tan cerca y las imágenes nocturnas iban y venían…
Ambos paralizados, observándose sin saber que sería de ellos
La castaña observaba la escena con franco interés, le habían mandado a protegerla y le gustaba estudiar todas sus reacciones, esta lo era especialmente.
- Tendrás que hacerlo, princesa, no tienes otra opción- comenzó a decir Sango con lentitud, Sintió una punzada de pena al notar como los ojos de ella se llenaban de lágrimas nuevamente. Por más que el cuerpo de ella quisiera su mente e inocencia anhelaban por seguir tal cual siempre
-pero…yo no- Sollozó y él la soltó para que pudiera llevarse las manos al rostro y tapar sus ojos. Quiso abrazarla, pero sabía que aquello solo empeoraría las cosas entre ellos
Pensó en su padre, tenía que volver a verlo y sentir al calidez de su cuerpo cuando la abrazaba, lo quería de vuelta, y perdiendo su virginidad con el príncipe lunar terminaría atándola a este extraño mundo sin posibilidad de regresar. Era predecible…sus cuerpos quedarían ligados por completo…perdería toda esperanza de revivirlo
Aunque… ¿qué estaba pensando? En su época uno podía acostarse con cualquiera, no existían ningún vínculo lleno de magia y sentimentalismo que uniera a dos seres
Aquello había muerto con el paso de los siglos y la dominación de la lujuria
-No, no InuYasha- dijo de pronto abrazándose a sí misma y mirando el suelo- perdóname.
Él tardó en responder, la observó ahí, tan débil y lentamente destruida en tan poco tiempo. La abrazó con firmeza y escondió la cabeza entre sus hombros y los azabaches cabellos, con el aroma nuevamente meciéndose a su alrededor.
-No Kagome, perdóname tú algún día- La alzó un poco del suelo y la chica lo miró fija y sorprendidamente. Él estaba muy serio- pero no puedo permitir que él se atreva a marcarte.
-¿mar…marcarme?- preguntó tratando de olvidar la cercanía de sus cuerpos y concentrarse en lo que le decía
-Los demonios…pueden marcar a sus presas- Cerró los ojos y aspiró el suave aroma de la chica, no quería olvidarlo así, tan puro y virginal- puede volverte su esclava sexual, puede matarte durante el acto…- subió la vista un poco y se encontró con sus ojos castaños, estos demostraban miedo, sintió un doloroso latido en su pecho, no quería hacerla sufrir más, pero tenía que decírselo- es lo que las féminas acatan al volverse de una sola persona
-imposible…- salió de sus labios y, sin pensarlo, se abrazó a él, haciendo sonrojar al chico al tener de pronto sus pechos tan cerca de sus hombros y cuello. La bajó con delicadeza.
De pronto kagome miró a Sango y pronunció con lentitud.
-¿tú puedes salvarme de esto verdad?- parecía calmada aunque sus piernas temblaban. Se secó las lágrimas de hace unos minutos y siguió hablando con una frialdad que le recordó vagamente a Kikyou- puedes devolverme a mí mundo- al no obtener respuesta miró esta vez a Inuyasha- ¡tú estabas ahí, tú sabes llegar!
- No podemos sacarte de aquí Kagome, entiéndelo- la terquedad y desesperación de ella comenzaba a afectarle, se alejó y se fue a la puerta, cerrando sus ojos, sintiendo la tristeza entumir sus miembros y lastimar su humano corazón- la verdad es que no quiero rebajarme al nivel de ese maldito…- la observó una última vez y, por todos los Dioses, vaya que era bella…no merecía sufrir tanto- no me queda más que pedirte que confíes en mí
-pero…mi padre…- pronunció con lentitud, tal vez también buscando su ayuda con ese delicado y crucial asunto. Él solo negó con la cabeza y, por consecuencia, partió un poquito más su lastimado espíritu
-Los muertos…- tomó el aire. No…no era capaz de decírselo. ¿Dónde estaba escondiéndose ese arrogante y frío Inuyasha cuando más le necesitaba? Evitó observarla cuando salió de la habitación y se encaminó a su lejano y plateado cuarto
-Princesa…Kagome…- Sango se levantó y le tomó la mano, cerró los ojos y traspasó a su cuerpo parte del dolor que sentía la joven para aliviarla un poco. A los minutos esto pareció surtir efecto porque sus ojos dejaron de lagrimear y su rostro retomó su color normal.
Ella solo la observaba con melancolía.
-¿Crees que es lo correcto, Sango?
La pregunta la tomó por sorpresa. La mujer la observó detenidamente y asintió
-Estás destinada, princesa
Otra vez esa frase…Kagome sonrió y miró por la ventana. Ya deberían de ser como las tres de la tarde y estaba comenzando a sentir un hambre devastadora
Si, definitivamente debía de ser un mal sueño, solo un mal y triste sueño.
Eso quería pensar, pero era imposible
-¿destinada?- repitió lentamente. La exterminadora asintió, extrañándose unos momentos de no poder recuperar su habitual frialdad cuando estaba con ella…era extraño. Estos cálidos sentimientos que invadían su pecho le habría sido de mucha utilidad a cualquiera que hubiese querido matarle
-naciste tres días después que el príncipe lunar. Tu gemela tiene nombre de flor y…y bueno…- desvió la vista y aun con la mano de ella entre sus dedos comenzó a encaminarla a la puerta para salir de la habitación- hay que cumplir con la profecía
Esa maldita profecía… Antes de irse Kagome miró las paredes pintadas con las letras de su preciada canción. Era curioso pensar que aún seguía amándola después de descubrir que era una de las causantes de lo que estaba por hacer.
Sobretodo aun después de ponerla frente al mismísimo hijo de la luna, volcando y transfigurando de pronto todo a su alrededor

 

Re: Hijo de la luna: Príncipe lunar y princesa terrenal

Se repitió ^^U
aprovecho de disculparme por la demora, es ke he estrado ayudando a mi novio con un proyecto que tiene y me ha tocado dibujar mucho, pero aki les traigo la conti, espero ke posteen mucho y me cuenteen sus alegrias!!!
gracias por su apoyo y preocupación, las kero
Besos
Kru.

 

Re: Hijo de la luna: Príncipe lunar y princesa terrenal

holas chicas!!!!
perdonen pero me demorare en poner conti pq me pidieron ayuda en un proyecto musical y me toko hacer muuuchos dibujos (trece ToT)
asi ke solo tengo hasta este sabado para entregarlo
Ah, si....
Bueno

Como no quiero pecar de mala o algo así, Aviso que pronto en este fic va a haber MUCHO LEMMON, aun no decido si he de publicarlo en mi blog o en la discu misma, lo que es seguro que no lo mandaré por mail, ¿por qué? porque odio eso...siempre que pillo un fic antiguo y ocurre eso, no voy a molestarme en pedirselo a la muchacha en cuestion, de ahí que me pesque...Ademas todos merecen una oportunidad xD
Bueno, yo solo aviso, va a haber lemmon si no en el próximo cap el que le sigue a este, y en mente tengo al menos cuatro lemmon que ocurren despúes. (hummm podrian ser tambien cinco...¡¡¡Oh kru ia callate!!! xD ^^"")
Bueno me despido, ojalá posteeen y la repu no es mal recibida por esfuerzo y agotamiento creativo XDDD
Besos!!!
Las adora
Kru.

 

Re: Hijo de la luna: Príncipe lunar y princesa terrenal

aaaaaaaaaaaah!!!!! ke conti amiga muy buena te gelisito me a encatado jejejejeje... y va a ver lemon!!!!!!!!!!!!!!!!!!!! jejejejeje... kreo ke kedaria mejor en el blog no lo crees jejejejejeje... solo epero ver conti pronto amiga no demores ok!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!;)

 

Re: Hijo de la luna: Príncipe lunar y princesa terrenal

Que extraño…parecía como si la noche hubiese llegado en un parpadeo. ¿Era realmente hora de cenar? Pero no tenía hambre, de estar en sus manos se habría quedado en su habitación todo el día junto a Sango o Kikyou
Pero su hermana se había marchado con la excusa de querer ver el palacio y Sango, como todo ser humano, tenía que comer.
Mientras caminaba por los pasillos se sintió extraña, volvió a tocar sus labios, más que extraña, se sentía sucia, aquel demonio la había besado dos veces. Se abrazó a sí misma y bajó la cabeza sin dejar de caminar, no había podido hacer nada por evitarlo. Jamás se había sentido tan débil…esperen. Sus ojos se humedecieron
Si hubo una vez…

Flash Back:

Solo podía oír la voz desesperada de su madre y sentir entre su lengua y sus labios el salado sabor de la sangre. Siempre le había gustado un poco ese sabor, era tan peculiar…
Llevaba al menos tres meses en cama, con los ojos entrecerrados, sin poder ver lo que había a su alrededor y sus pupilas estaban dilatadas. Su piel sudando en frío y sus manos temblorosas no dejaban de ser sujetada por sus padres, amigas e inclusive Kikyou una que otra vez. Al menos tres meses en aquel extraño trance que el doctor había bautizado vagamente coma, supuestamente su mente estaba perdida en algún otro mundo y apenas y tenía consciencia de las cosas reales. Que ironía, ella no estaba en otro mundo, ella estaba en la oscuridad junto a su joven albino, aferrándose a él desesperadamente para no dejar la vida escaparse de sus manos. Se abrazaban con fuerza y dejaban derramar algunas lágrimas. Él besaba débilmente su cabello y le susurraba palabras de aliento. Ella se las respondía, porque en el fondo de su corazón había comprendido que su amado también estaba muriendo y que no podían abandonarse en estos momentos.
Hizo un esfuerzo por escupir la sangre que se amontonaba en su boca y le impedía respirar, pero fue inútil y enterró sus uñas con fuerza en la espalda del chico mientras volvía a llorar desesperadamente, su cuerpo joven estaba muriendo lentamente, solo tenía doce años…no quería terminar así.
Su madre se encargó de traer al doctor. Él debía de odiarla porque, además de limpiarle la boca con brusquedad, le puso una inyección que, además de dolerle un montón, le causo un estado de somnolencia enorme…creyó que sus ojos se habían cerrado por completo e inclusive empezó a ver borroso el contorno de su amado
Todo se hizo oscuro después de eso.

Fin Del Flash Back


Cuando llegó a su cuarto, la puerta estaba cerrada e Inuyasha la esperaba apoyado en la pared. Se observaron unos segundos. Los ojos de Kagome comenzaron a impregnarse de lágrimas. Era idéntico, ¿cómo explicarle que le recordaba al único hombre que había podido llegar a amar con la libertad de los sueños? ¿Qué nunca podría ser como él, que hasta salvó su vida ese maldito invierno de sus doce años?
Oh…pero era tan tangible, casi y parecía real.
El hanyou se le acercó con lentitud y, en un suave movimiento, alzó su rostro y la besó.
Las fuerzas de kagome flaquearon por completo, cerró sus ojos y dos finas líneas de agua se deslizaron por sus mejillas. Fue una caricia corta y dulce. A la joven le encantó la calidez de sus labios, completamente distinta a la de su primer beso. Sollozó y escondió la cabeza en el pecho masculino. Luego sintió sus largos brazos envolverla cándidamente. Su calor…su calor era precioso, era una sensación que amó desde el primer momento. Sollozó nuevamente, pero más bajito y alzó un poco la cabeza, InuYasha besó su pelo y le susurró.
-perdóname, princesa.
Ella negó suavemente y contestó en un suspiro
-nunca te perdonaré, príncipe- Bajó la cabeza, podía sentir el rápido palpitar del chico en su pecho. Hizo un intentó de sonrisa, pero no funcionó- Hacerlo me condenará a ti y yo…
Amo a otro hombre. Uno que no existe
-¿qué pasa?- La sujetó de los hombros y se miraron fijamente. Sus orbes grisáceos brillaban de preocupación- ¿por qué no continúas…?
No pudo terminar porque ella lo besó. Aquello le sorprendió tanto que se quedó paralizado unos instantes, pero correspondió. Era un acto desesperado, Sus lenguas se encontraron y se unieron conociendo la boca de su compañero. Sus manos bajaron a la estrecha cintura mientras las de Kagome subieron hasta su cuello. Sus dedos acariciando su piel y rozando su mandíbula, la distancia poco a poco nula entre ellos y el néctar de sus labios comenzaban a enloquecerle, pero se mantuvo lo más prudente que sus instintos le permitían
Sus corazones latían tan violentamente que les dolía, se separaron lentamente y se miraron a los ojos. Ambos sentían que era un beso irresistible, todo un pecado de caricia
Retrocedieron asustados al mirarse el uno al otro, por unos momentos, junto a sus pupilas, Kagome pudo percibir un leve, casi mínimo brillo dorado en sus ojos albinos
InuYasha no salía de su asombro, y la chica no entendía por qué.
“Tu…” Quiso decir, pero ningún sonido salió de su boca. Miró al suelo, confundido, pero ella tomó su mano y, algo agachada, buscó ver sus ojos de nuevo. Él le otorgó lo que pedía y la chica pareció algo intranquila y su corazón también latió con fuerza al descubrir que los ojos de ella volvían a su color natural, como el más dulce chocolate oscuro

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Perdonen!!! lo lamento muxisisisisisimo!!!
pero es ke sigo con el maldito proyecto!!!
aki les pongo algo cortito para ke no me odien T_T
besos!!!!
Kru

 

Re: Hijo de la luna: Príncipe lunar y princesa terrenal

no te preocupes amiga te a kedado genial!!!!!!!!!!!!!!!! muy bueno la verdad me kede sin palabras :) y es ke me encanto espero conti ke se pronto bueno cuando puedas mejor dicho si!!!!!!!!!!!!!! y animo ke a ki te apoyamos ok!!!!!!!!!!!!;)