Explícito Hidra y Quimera

Tema en 'Literatura experimental' iniciado por Gamenor, 18 Enero 2020.

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  1. Threadmarks: Averiguas qué es la sombra
     
    Gamenor

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    Hidra y Quimera
    Clasificación:
    Para adolescentes maduros. 16 años y mayores
    Género:
    Acción/Épica
    Total de capítulos:
    23
     
    Palabras:
    171
    Sigues tu instinto, ya que siempre te has fijado de él y rara vez te ha fallado. Caminas por un par de calles desiertas, entonces lo ves: Una sombra, una criatura humanoide hecha de oscuridad pura. Es un macho y está armado con dos espadas de materia oscura. En circunstancias normales, sería pan comido. Aunque a lo mejor en tu estado necesitas refuerzos.

    Llamas la atención de Wolfgang y Grin con un chitón y se te acercan.

    — ¿Qué hacen las sombras aquí? — Preguntas susurrando cuando se te acercan.

    — Son rebeldes de las filas de Lady Darkness, se aliaron con las hidras.

    — ¡Eso no tiene sentido! — Se te escapa. Siempre te molestó que te ocultasen ese tipo de cosas.

    Rediriges tu atención a la sombra, o mejor dicho, a dónde estaba la sombra. Ha desaparecido. Ahora mismo podría estar en cualquier parte. Y seguramente planea atacar de un momento a otro.

    Te pones espalda con espalda con Wolfgang y Grin.

    Regresas a tu forma normal para evitar el ataque con mayor facilidad.
     
  2. Threadmarks: Usas las patas de la araña
     
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    Ahora mismo estás pegada a uno de los montículos de metal, pero hay una sensación cálida y rara en la superficie que te genera rechazo. No sabes lo que es, pero llegas a la conclusión de que no te conviene tocar los montículos si estás en forma de hidra. Tienes que separarte del montículo y buscar una posición más fiable.

    Intentas un arriesgado salto hacia las patas de la araña. Tu enemiga abalanza dos de sus patas hacia ti. — ¿Quieres jugar? Está bien, juguemos. — Te dice mientras corres por sus patas. Sólo dejas la base de tus pies sin transformar, lo cual te ayuda a no caerte tan fácil aprovechando tu viscosidad natural.

    — No es cortés jugar con alguien sin saber su nombre. — Respondes. — ¿Cuál es el tuyo?

    — Qaafka. — Dice, antes de mover sus patas a los costados haciéndote caer. — ¿Y tú, cómo te llamas? — Te pregunta justo antes de atraparte en el aire. Sus patas te aprietan, inmovilizando tus manos.

    — Khai, mi nombre es Khai. — Respondes antes de transformarte para dejarte caer. Te escurres entre las puntas de sus patas de araña y caes en picado hacia el suelo.

    Permaneces en tu estado normal esperando otro ataque con las patas. Te abres, esperando reducir el daño del impacto. Cuando llega, sientes la misma sensación de ardor que cuando estabas en contacto con el metal.

    — ¿Acaso te gusta mi veneno? Gracias a él conseguí éste territorio para mí. Pero siendo honesta, ambiciono mucho más. — Te dice Qaafka.

    — Es interesante. — Respondes, haciendo que tu superficie vibre. — Creo que en otras circunstancias podríamos habernos llevado mejor.

    Intentas razonar con ella, pero eso parece hacerla enfurecer. Te grita — ¿Tú y yo, llevarnos bien? Patético. Eres la hidra más débil que he conocido, y además eres una sucia mestiza, puedo sentirlo. — Aprovechas su monólogo para trepar hasta su torso. En el proceso entras en contacto con algo más del veneno perdiendo cerca de 5 kilos de Biomasa. El efecto parece desvanecerse conforme trepas las patas.

    Reduce tu masa corporal en 5 kilos.

    En ésta forma, no puedes ver, pero debajo de tí percibes un pulso. Estás justo encima de su vulnerabilidad. Intentas alterar tu densidad y descubres que no tienes problema en hacerlo. Clavas un filo de aproximadamente un Kilogramo de Biomasa para comprobar si es vulnerable y, efectivamente, le has hecho daño.

    Qaafka se forma a sí misma una boca. Lo sabes porque la oyes gritar, pero no la sientes vibrar. Tú te das a tí misma unos ojos, sólo para ubicarte mejor. Ahora es tú oportunidad. ¿Vas a por la muerte, o intentas conseguir sus habilidades por las buenas, aunque sea más arriesgado?

    Sangre

    Saliva
     
  3. Threadmarks: Golpe a traición asistido.
     
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    Abrazas a Cleopatra del hombro.

    — No hay necesidad de ponernos violentos si estamos en familia. ¿Verdad? — Dices y guiñas el ojo a Wolfgang. Éste responde bajando la espada.

    — Claro. Podemos hacer ésto de manera civilizada. — Dice Fames, acercándose al grupo.

    Entonces aprovechas. Empujas a Cleopatra justo en dirección hacia Wolfgang, él aprovecha a atravesar con su espada justo dónde estaría su corazón. Ves cómo corre por su blusa sin espalda un río de sangre que rápidamente deja un charco en el suelo. Cleopatra ni siquiera hace ruido alguno, simplemente queda con los ojos en blanco, la boca abierta y la cara mirando al techo.

    Miras a Wolfgang, que saca su espada de ella. Parece confundido por algo, miras a Grin, con su expresión inmutable, y, finalmente ves el rostro del viejo Fames, que está sonriendo. Ésto último te dispara las alarmas.

    — ¿Qué es tan gracioso? — Le preguntas levantándolo del cuello.

    — Entonces ¿Ésto te satisface, Cleo? — Pregunta, ignorandote. No tienes tiempo para entender lo que significa aquello, ya que antes de que puedas reaccionar, un montón de lanzas hechas de biomasa de hidra te perforan por todos los ángulos, fallando en atinar a los órganos vitales por muy poco.

    Éstas lanzas también atacan a Wolfgang y Grin. No alcanzan a dañar al primero, pero Grin resulta gravemente herida en sus cuatro extremidades.

    Si no logran salvarla y sanar sus heridas, podría perder el control, y eso mandaría toda la misión, y posiblemente todo éste universo, a la porra.

    Sabes que no atacará a matar directamente. Es exactamente lo mismo que haces tú cuando estás en ventaja: Te gusta jugar con la comida. Lo mismo hacen todas.

    Tú eres como ellas, así que conoces la mayoría de sus debilidades. Ésa es una.

    Otras son: Las temperaturas extremas, que te causan mucho más daño que cualquier otra cosa y dificultan temporalmente tu regeneración.
    Los ruidos elevados, que te aturden.
    Y tus propios cambios de estado celulares, para los cuales te debes volver especialmente vulnerable durante un tiempo.

    Estás tan adolorida que tardas un poco en reaccionar. Alternando cambios de estado logras escurrirte de las lanzas en tres segundos, pero has perdido 5 kilos de Biomasa.

    Reduce 5 a tu Biomasa actual.

    A partir de aquí tienes dos objetivos prioritarios: Derrotar a Cleopatra y salvar a Grin de colapsar. Ambas cosas son importantes, pero Grin es prioridad.

    — Ah, alimentarse de la destrucción. Qué deliciosa nueva posibilidad se abre ante mí. —Empieza a hablar Cleopatra, su voz suena desde todos los ángulos.— Imaginen lo poderosa que podría volverme destrozando lo poco que queda de ésta ciudad. Luego podría pasar a destruir éste asteroide y sus patéticas vidas junto a las de mis hermanas. Y de ahí, a aplastar planetas, sistemas estelares y galaxias enteras.

    — Y yo muero de ganas de verlo, Cleo. — Dice Fames, con rostro embobado. Ella ríe, pero sin malicia. Tal vez esa sea tu oportunidad para negociar, tomar a Fames de rehén. Otra posibilidad, tentadora aunque peligrosa, sería aprovechar la herida para tomar una gota de la sangre de Grin. Eso te pondría de vuelta en paridad de condiciones, aunque hay una gran razón por la que nunca lo hiciste: El riesgo de perder el control es demasiado elevado. Por otro lado, no puedes sacar a Grin sin tocar su sangre, así que si vas a evitar eso, será Wolfgang el que tenga que sacarla de aquí, lo cuál te llevaría a una batalla en gran desventaja.

    Pides a Wolfgang que evacúe a Grin.

    Tomas la Sangre de Grin para luchar.

    Tomas a Fames de rehén.
     
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