Hey Joe.

Tema en 'Relatos' iniciado por Disc Zu, 14 Julio 2009.

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    Disc Zu

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    Hey Joe.
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    Hey Joe.

    Siguiendo con el curso "Como publicar cosas que no quieres publicar for Dummies" (seh, me estoy burlando de alguien ¡Dejenme en paz). Aqui tienen la cosa que hice para "Corazon Roto", es por mucho lo mas raro y rapido que he hecho, pero... talvez a alguien le ¿guste?

    P.D: Hey Joe Es la unica cancion que me gusta de Jimi Hendrix, escuchenla ;D

    Hey Joe.
    Abres tus ojos con los sueños aún enredados y las ideas nocturnas alejándose lentamente, te giras para encontrarse con ella, siempre la misma mujer.

    Se llama Alice y tiene un cuerpo bien formado, el cabello negro, la tez blanca y los ojos obscuros que a veces brillan. Ella te ha conducido a las noches más pasionales de toda su vida empapadas de excitación y placer, te ha abierto nuevas puertas, enseñado sensaciones misteriosas, y juntos han llegado a interpretar el más bello acto con una sincronía perfecta donde no importa cual pensamiento es de quien, porque ambos se aman por igual.
    Por eso justo ahora te odias tanto Joe, porque ella te entrega el cuerpo y el alma cada noche mientras tú sientes como la llama del amor se consume dentro de ti con una discreción que te altera y te hace sentir repudió hacia ti mismo, le prometiste amarla por siempre, y es eso lo que quieres hacer.

    Te levantas de la cama con pereza y observas por la ventana, el sol apenas esta poniéndose y comienzan a salir los primeros atisbos de luz que colorean la ciudad. Hoy tienes trabajo, uno cansado y laborioso al cual quisieras renunciar pero no puedes porque la estúpida economía te mantiene ligado a él. Estas cansado, de la rutina, de los segundos, de la vida misma, y de los sueños, que te parece que se alejan cada vez más cuando en realidad has cumplido muchos de ellos sin siquiera notarlo, porque piensas que no tienes tiempo de mirar hacia atrás, así que no lo haces. Ese eres tú Joe, él que se mira al espejo por las mañanas sin prestar atención a tus ojos opacos, más bien decides ignorarlos, porque te cuesta admitir que te encuentras bajo una clase de hechizo y finges que es más importante arreglar el nudo mal hecho de tu corbata que tu vida.

    Sales de la casa y caminas con paso robótico al carro, giras la llave automáticamente y no le prestas atención a las luces que se encienden en el tablero. El camino al trabajo te lo sabes de memoria, al igual que tus días. Como siempre el trafico esta insoportable y te hace perder el tiempo de una manera desesperante, deseas chochar al estúpido de en frente pero tu inconsciencia piensa en el poco dinero que hay en la billetera y decides contenerte. Es en esos momentos de infestación de ruido cuando te dedicas un poco a pensar, pero no piensas mucho porque es molesto y es desesperante reflexionar solo cosas malas que te arruinan más el día. Llegas al trabajo y observas a gente que no conoces, hasta que inconscientemente los saludas por sus nombres, últimamente tu conciencia sabe más que tu y lo sabes, pero nuevamente decides ignorarlo.

    Trabajas. No sabes en qué pero lo haces y a juzgar por lo profesional que de vez en cuando te das cuenta que luces, piensas que lo haces bien. De vez en cuando contestas el teléfono para evitar que siga sonando ese timbre insoportable, a veces lo haces porque recuerdas que tienes que hacerlo, te dan ordenes que supones obedecer porque no te vuelven a llamar a menos que sea para darte otra orden diferente, o tu crees, porque casi nunca estas seguro de nada, realmente estas todo el tiempo entre el botón de apagado y encendido, como un ebrio con lagunas mentales, la diferencia es que tu mala vida no fue causada por algún producto adictivo, sino por ti mismo Joe. Tú y yo sabemos que eres un lunático perdedor, lo cual no vale nada, tal vez valdría si lo supiera alguien más, pero como solo somos tu y yo no tienes ni siquiera el titulo, pero está bien Joe, los títulos no sirven de nada más que para ganar dinero, y bueno, realmente son muy pocos los que ganan dinero por ser lunáticos.

    Lunático.

    Por alguna extraña razón mis palabras parecen haberse colado hasta tu consiente, porque inexplicablemente has despertado de tu letargo; sabes qué piensas, piensas en lo que haces, pero no te das cuenta que hasta hace unos momentos estabas casi completamente dormido. Ahora trabajas creyendo que es importante para el espíritu y de repente también piensas en tu mujer, así que decides ir a verla.

    Caminas con paso ligero hacia el carro, buscas las llaves en tus bolsillos sin recordar donde las has guardado aunque realmente están donde siempre, pero como ahora estás despierto no lo sabes. Prendes el coche y escuchas el ruido exagerado que provoca el motor, lo consideras raro porque crees que esta mañana producía un suave ronroneo, cuando en realidad lo que pasa es que esta mañana, como en muchas otras, no prestaste atención al ruido.
    Vas por la calle, te extraña el tráfico de siempre y entonces ves a un sujeto vendiendo flores en una esquina y te recuerda que cuando le prometiste matrimonio a Alice le regalaste unas rosas rojas, así que decides comprarlas. ¿Sabes algo Joe? Amas a tu esposa más de lo que pensabas esta mañana, y yo, que soy la narradora y ya he planeado tu vida, he decidido que es necesario mencionar que la amaras por siempre, aunque esta mañana pensabas lo contrario.

    Finalmente llegas, tu casa es bonita Joe, pero hace mucho que no lo notabas. Entras sin hacer mucho ruido porque quieres caerle a Alice de sorpresa, no la encuentras en la concina ni en la sala, así que vas a buscarla al cuarto donde duermen juntos, abres la puerta y ahí está.

    Por desgracia para ti no está sola, esa muy bien acompañada de otro hombre, ambos están juntos y desnudos, lo que te cala en el alma, y como ahora te encuentras del todo consciente puedes sentir —y casi escuchar— claramente como tu corazón se parte en pedacitos chiquitos que nunca podrás volver a juntar, algo en tu interior explota y se enciende dentro de ti un fuego que poco a poco te consume todo hasta que solo quedan cenizas… claro que psicologías Joe, en realidad tu cuerpo sigue sanamente parado en el umbral de tu habitación.

    —¡Joe! —la escuchas decir de repente, cuando al fin se ha percatado de tu presencia.

    Sus palabras resuenan en lo que queda de ti mientras la ves quitándose a esa persona que tiene encima y saliendo de la cama presurosa, ahora tu esposa se te figura como una prostituta y te preguntas como es que no te diste cuenta antes, pero es obvio que no te hayas dado cuenta Joe, estabas medio dormido, aunque tú no lo recuerdas.

    ¿Sabes Joe? Tú tienes un arma escondida en un cajón de esa misma habitación. Te diriges hacia él y buscas la pistola sin prestar atención a los chillidos que salen de la boca de Alice, lo encuentras y sacas reluciente el arma. Tu esposa grita pero no le prestas atención, quitas el seguro y apuntas el arma hacia el intruso, no lo piensas mucho antes de apretar el gatillo. Lo matas y ves como el cuerpo se desploma provocando un ruido seco y un charco de sangre al caes al piso. Luego apuntas el arma en dirección a la mujer.

    La matas, porque para ti ella se ha vuelto una puta a la que amas, pero no la puedes seguir viendo respirar, a pesar de que es ella la que en realidad tenía el corazón roto. Joe, tu se lo quebraste al ser un hombre a medias.

    Piensas en huir de la escena del crimen a un lugar donde nadie te encuentre, de echo lo lograras, pero eso no cambia nada, seguirás con el corazón partido y el sentimiento de culpa persiguiéndote hasta la muerte, tal vez más allá, porque he decidido que no puedes huir de ti.

    ¡Hey Joe!
    — — — — —

    En la computadora que lo escribi no se podian poner acentos, tuve que escribir Alt+(x numero) en cada ocasion que word no me corregia, por todo mi sufrimiento, por favor intenten comentar :parpadeo:
     
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    Aithra

    Aithra Entusiasta

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    Escritora
    Re: Hey Joe.

    De *hecho, cuando mencionaste lo de las lagunas mentales, rápidamente pensé en lagunas sincitiales (tiene que ver con la circulación utero-placenta primitiva) :p

    Me gustó la narración en general, y aunque el tema me pareció bastante recurrente (básicamente porque me figuré con anticipación el final), lo supiste llevar bien (amé cuando le hablas a Joe, decidiendo su historia) y se hizo entretenido seguir leyendo el antes y después de Joe.

    Tal vez lo único que me jodió la historia fueron los últimos 2 párrafos (no incluye el Hey Joe). No va tanto por el hecho en sí (que me pareció algo exquisitamente macabro aún en lo obvio) sino más bien por las palabras que usas. Quizás soy demasiado quisquillosa al respecto, pero todo eso lo hubiera resumido en una línea para hacer que el Hey Joe fuera más impactante al final, dejándome la impresión de que, en efecto, ¡Hey Joe! y no dos párrafos antes de eso, y algo redundantes a mi gusto (que es bastante especial... casi siempre xp).

    Por lo demás, puntuación algo loca en algunos párrafos y por ahí un acento, que aunque te esforzaste poniéndolo, no va :P.

    Un lindo break de mi estudio. Creo que la otra vez estuve leyendo un fan-fic tuyo. Me gustó.
     
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