One-shot Hermandad [Samurai Sensō]

Tema en 'Mesa de Fanfics' iniciado por Amelie, 30 Julio 2020.

  1.  
    Amelie

    Amelie Game Master

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    Escritora
    Título:
    Hermandad [Samurai Sensō]
    Clasificación:
    Para adolescentes. 13 años y mayores
    Género:
    Amistad
    Total de capítulos:
    1
     
    Palabras:
    2114

    Hermandad

    兄弟愛
    (Kyōdai ai)

    Pues dejo un cachito de lo que es la ficha de Takeda; revisé que no fuera a soltar información importante para el rol. Esta historia es un poco de la hermandad que tenía Takeda con Chikusa.



    Takeda y Obata se dirigieron hacia la prefectura de Fukuoka; allí Obata había recibido informes de un vagabundo que vivía en los bosques; aparentemente era muy fuerte, había derrotado casi a un ejército el solo.

    Localizaron a aquel hombre casi un año después en el bosque de la ciudad de Asakura; lo observaron por varios días, su dolor era palpable.

    Un día mientras aquel hombre prendía su fogata para cocinar; Obata y Takeda se acercaron; el hombre los miró extrañado, Obata era un hombre el cual podía acercarse a alguien sin ser detectado, pero no se acercaba a él con sigilo, quería que aquel hombre lo viera sin que se sobresaltara. Takeda también se acercó con serenidad, aunque esto no sirvió porque el hombre se abalanzó hacia él por su miedo a ser nuevamente cazado como una bestia. Takeda logró detener su ataque, pero aquello le fue difícil, el hombre tenía demasiada fuerza. Así que tuvo que someterlo hasta que este se tranquilizara; cuando logró su cometido lo soltó de inmediato.

    Obata se sentó frente a la fogata como si fuera un viejo conocido; Takeda lo acompañó mientras el hombre se quedó de pie muy confundido, así se quedaron por varios minutos en completo silencio hasta que Obata, mirando al fuego habló — Mereces redención muchacho; no sé qué es lo que has hecho para que te estés castigando de este modo; una vida entrenando y orando en silencio—

    — Nadie merece estar solo; necesitas una familia que pueda entender esto que eres ahora; sígueme si es que quieres curar esas heridas que cargas contigo...— dijo Takeda levantándose de la fogata y extendiéndole una mano; aquel sujeto apretó su mano en la muñeca de Takeda, este hizo lo mismo saludándose.

    Aquello había sido muy sencillo, Takeda no podía creerlo, eso demostraba el deseo de aquel hombre por tener un amigo — Me llamo Takeda; ¿Cuál es tu nombre? —

    —Chikusa...— se notaba que hace mucho no hablaba con alguien más que con su sombra; Takeda le sonrió mientras volvía a sentarse junto al fuego; allí le explicó la situación a Chikusa, toda su historia de cómo su familia fue traicionada por el clan Taira. Chikusa al oír aquella historia no podía dejar de sentir pena, identificaba su dolor con el de Takeda, su causa le parecía justa y no quería simplemente quedarse a vivir en los bosques sin un propósito.

    —Encontrarte ha sido muy complicado Chikusa— mencionaba Obata

    — Soy una bestia para cualquiera que me ve; siempre tratan de cazarme como si fuera un trofeo. Sé que he cometido crímenes; pero no quiero volver a estar solo y encerrado — decía cubriendo sus muñecas.

    — Nosotros no somos los mismos de ayer; renacemos cada día — aquella frase ya era un mandamiento para Takeda, era la manera de entender que era la redención y el verdadero perdón.

    Pero algo alertó a Takeda quien se colocó en guardia frente a Obata, protegiéndolo. Chikusa notó esto e hizo lo mismo, aunque no entendía que pasaba. Lentamente varias flechas comenzaron a llover en su dirección; Takeda intervino bloqueando varias con su katana defendiendo a quien iban dirigidas, una le rozó en el hombro y otra en la pierna.

    —Vaya, vaya, conque un forastero quiere robarse nuestra cacería— dijo una voz a lo lejos —No nos gustan los cazadores como tú, que se acercan a la presa con trucos baratos— el hombre salió de entre los árboles, seguido de al menos quince personas más.

    —Yo no estoy de cacería, estoy conversando con un amigo — dijo molesto Takeda — He de decir que su pelea no es honorable, quince arcos en mi contra es demasiado bajo — Takeda siempre se regía por su código Bushido.

    Chikusa quien escuchaba y observaba parecía estar perdiendo el control; comenzaba a recordar la historia que Takeda la había contado, el cómo asesinaron a su padre y a todo su clan con cobardía; miró la herida de flecha en el hombro de Takeda y su odio se acrecentó.

    — No voy a permitirte que lastimes a mi hermano — dijo Chikusa hacia aquel cazador que los miró confundido. Takeda sonrió, hace mucho no escuchaba aquella palabra, hermano.

    — Y no permitiré que comparen a mi hermano con un trofeo de caza — dijo Takeda, mientras le indicaba a Obata que corriera; este lo hizo y las flechas fueron por él; pero detenidas por la katana de Takeda dejando que este lograra escapar con facilidad.

    —Bien; iremos tras de él cuando acabemos con ustedes— decía el cazador mientras Takeda reía.

    —Para ser cazadores son muy poco observadores, no tienen posibilidad contra nosotros— decía Chikusa desenvainando su katana.

    La pelea fue compleja; la mayoría de ellos portaban armas para largo alcance, haciendo difícil que Takeda y Chikusa pudieran acercarse a ellos; resultaron bastante heridos en el proceso, pero lentamente cortaron atreves de todos sus enemigos; ambos con varias heridas de flechas en su cuerpo.

    Se dejaron caer, jadeando de cansancio.

    —Debemos ir a una clínica...— Dijo Takeda mientras Chikusa lo miraba preocupado, temía que todos lo vieran como a un monstruo, Takeda rompió un poco de su hakama; aquellos pantalones usados por los samurai, y envolvió las muñecas de Chikusa con la tela, sabía que aquellas cicatrices le impedían salir a la luz, estaba muy avergonzado de ellas.

    Con eso ambos pudieron dirigirse a una clínica seguidos por Obata dónde fueron atendidos y después pudieron darse un buen baño en un balneario local; algo que jamás había hecho Chikusa y después descansar en el Shukusha.

    — ¿Cómo puedes luchar sin odio en tu rostro? — preguntó Chikusa a Takeda quien observaba el techo despreocupado, la pregunta lo hizo bajar la mirada para encontrarse con la de su amigo.

    — Un verdadero guerrero no lucha por odio a los que tiene enfrente; sino con amor a los que tiene detrás— dijo sonriendo

    Chikusa lo observó; por primera vez se sentía en paz.

    —He de admitir que las heridas de flecha son lo que menos duele en este momento; el impacto del bloqueo a tu ataque es lo que más me molesta; si no hubiera bloqueado estaría muerto— mencionó Takeda

    Chikusa lo observaba mientras hablaba, se le notaba preocupado —Perdóname; pensé que venías a matarme, jamás creí que alguien me buscaría sólo para conversar—

    Takeda río — Jamás me gustaría tener que pelear contigo hermano, no tienes idea de cuan afortunado soy de saber que estás de mi lado —

    Chikusa sonrió y río a un lado de Takeda; algo que no había hecho por años.

    A la mañana siguiente Chikusa y Takeda se levantaron, el aroma de la habitación era de madera, un olor placentero y familiar para ambos. Takeda había descansado perfectamente, pero Chikusa parecía haberse desvelado.

    Takeda estaba listo para irse; pero Chikusa lo detuvo, no podían irse sin antes pasar al Santuario a elevar una oración importante, Takeda era un firme creyente del código Bushido, no tenía una religión específica ya que su enseñanza en el sintoísmo quedó trunca con los eventos de la traición del Imperio con su familia, por lo que no solía rezar ni pedir protección, sólo confiaba en la velocidad de sus reflejos. Aun así conocía algo de la enseñanza de Buda pues era mencionado por su viejo maestro en su entrenamiento. Aceptó la propuesta de Chikusa y los dos se dirigieron al Santuario más cercano.



    —Hay varios aromas en el incienso tradicional— dijo abriendo la cajita de inciensos en el santuario, tomó uno y lo olió — Este es Manaban — dijo extendiéndolo para que Takeda lo oliera; Chikusa sonreía como niño pequeño; le gustaban los inciensos y hace tiempo no se paraba cerca del santuario —Este es Kyara— decía pasándole otra varilla que se veía exactamente igual; Takeda lo olió — Huelen igual — Chikusa negó seriamente con su cabeza — Claro que no — Takeda rió pero siguió oliendo la varilla — Seguramente si lo encendemos pueda notar la diferencia — Chikusa afirmó; después sacó de su casaca un par de collares con esferas de madera, uno se veía bastante viejo y el otro bastante nuevo — Cada uno tiene ciento ocho esferas; a esto se le llama un mala, es para hacer oraciones a Buda — Le entregó el más nuevo a Takeda — Lo hice en la noche; necesitas protección espiritual. Así como una vela no brilla sin fuego, el hombre no puede existir sin una vida espiritual — suspiró — Takeda; atacas sin un escudo; ahora esto te servirá de protección — Takeda tomó el mala con cuidado, cómo si el tocarlo fuera a dañarlo — Ahora, a impregnarlos de incienso — tomó una varilla, la olió nuevamente y la deshizo sobre su mala; ahora entendía Takeda porque el suyo ya se estaba tornando negro; por el incienso impregnado en él — Este incienso es Rakoku; es mi favorito —dijo Chikusa tomando otro y encendiéndolo en el altar; ese aroma si lo podía reconocer perfectamente, era muy dulce. Chikusa tomó otro, era uno de Kyara, el aroma amargo — Este será tu aroma de ahora en adelante — Decía Chikusa pulverizando la varilla en el mala de Takeda y después prendiendo otra varilla del mismo aroma. Chikusa sonrió — A esta ceremonia se le conoce como kōdō; es de las tres artes clásicas del refinamiento japonés, siendo las otras dos el ikebana y el chadō -- Takeda estaba sorprendido; aquel hombre que vivía alejado de las viejas costumbres conocía unas tan antiguas como aquellas; Takeda desconocía la del incienso por completo. Tomó su mala entre sus manos; Chikusa hizo lo mismo y ambos oraron.

    Desde entonces ambos portaban ese mala envolviendo su muñeca. Cada quien con un aroma distinto.

    —¿Quién te enseñó del budismo, Chikusa? —

    — Un viajero ciego que acampó un tiempo en el bosque dónde vivía; oraba mientras yo lo observaba desde la copa de un árbol, el pobre hombre estaba muy enfermo. Pero su enfermedad no la pasó en agonía sino en en paz. Aprendía de él mientras el moría lentamente sin darse cuenta de mi presencia, sus palabras me tranquilizaron, sin ellas seguramente me hubiera perdido en un entrenamiento a base de odio — sonrió hacia Takeda — Pero ha sido tu amistad la que me ha traído verdadera paz — sonrió — Buda dijo: un momento puede cambiar un día, un día puede cambiar una vida y una vida puede cambiar el mundo. Takeda, hermano. Yo creo que tú eres quien puede cambiar este mundo dónde vivimos, y quiero estar a tu lado cuando lo logres—

    Takeda sonrió — Si tan sólo fuera tan sabio como tú —

    — Yo no soy sabio; sólo sigo las enseñanzas de Buda —

    — Así como una roca sólida es inamovible por el viento, los sabios son inquebrantables por la alabanza —Dijo Takeda solemne para después soltar en risa mientras Chikusa negaba con la cabeza, él no se consideraba sabio —Esa es una frase de Buda ¿Me estás diciendo que se equivoca?— culminó Takeda antes de recibir un golpe en las costillas de parte de Chikusa mientras ambos reían.






    Haber perdido a Chikusa aquel día fue un golpe muy fuerte para Takeda; quien creyó que su hermano lo acompañaría hasta el final de aquel camino que ya estaba en marcha.

    Sujetó el mala que hizo Chikusa para él, observando con detenimiento las cuentas ya impregnadas de incienso – Aún faltaba mucho que podrías haberme enseñado; tú, que me has protegido todo este tiempo; y ahora ya no me verás lograr mis objetivos; pero puedo seguir con nuestro propósito, no me detendré — apretó con fuerza el mala — Será difícil contener mi odio hacia lo que el clan Taira representa; a todas las vidas que me ha arrebatado ante mis ojos; pero si algo puedo asegurarte es que conozco la garantía de la paz, sé lo que tranquiliza mi corazón y siempre pelearé por todos ellos, por los que me siguen esperando tener un mejor futuro. Si en este camino que me corresponde caminar llego a caer, me levantaré las veces necesarias; si me llego a desviar, regresaré. Pero jamás me rendiré. Si es necesario lo repetiré ciento ocho veces para que quede claro, cargaré con todas las vidas que se han desvanecido, no como una carga en mi espíritu sino como una fortaleza. Que yo sea el medio para conseguir la verdadera justicia — miró hacia el horizonte, perdiendo su mirada en él — Hermano, jamás te olvidaré —
     
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    Kaisa Morinachi

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    Como bien esperé, no me decepcionó para nada el escrito, y el inicio de estos dos. Es que ;w;;W,;;,

    Y creo que Mao se parece en unos cuantos aspectos a Chikusa XD Y hay frases que me recordaron a las disyuntivas de la niña
    Interacciones como esta, me recuerdan a la relación de Kenzaburo y Mao. La principal y más importante diferencia, es que siento que estos dos últimos, a diferencia de tus personajes; Primero, no se dicen las cosas, hablan más por acciones; segundo: Ellos se ven más como alguien a quien cuidar/proteger a niveles distintos, no como hermanos a la par (que pudo haber sido el caso de Kimura y Hiro) Mao y Kenzaburo se defienden y cuidan a un nivel más maternal/fraternal y estos dos, precisamente; más por hermandad.

    Y no sé, lo veo increible, básicamente. Mao está aun muy lejos de sentir a alguien un afecto de hermandad, porque es justamente la parte que más le duele y afecta en el trauma reciente; no haber cumplido su rol de hermana mayor ni de hija. De ahí que se muestre reacia a que la traten como una hermana menor, o como si fuera una hija a quien proteger.


    Me voy a poner a investigar sobre esto, porque siento que sería algo que Mao si conocería; pues imagino que la chica ayudaba en rituales funerarios, o danzas en festivales; dónde cosas como el aroma, imagino es importante.

    Ahora, yo vengo a fangirlear con el yin-yang y Sintoismo (Que ya te dije que Mao tiene creencias Sintoistas fuertemente influenciadas por el taoismo, o algo así)

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    Mira, mira, mira; que pones a Chikusa poniéndole un sabor amargo a Takeda, que tiene que ver con el fuego, a Chikusa el dulce, que tiene que ver con la tierra Y YO RE FANGIRLEA.

    ¿Y sabes dónde anda metida Mao? Entre el Agrio y el Salado, porque "Agua y Madera= Bosque) Y aquí vemos como encaja perfectamente con Takeda y Chikusa y por qué todo parece tener lógica XD Es que yo me sorprendo mcuho.

    Y a Kenzaburo lo tiraría más por el lado de "Picante" y a veces "Salado", lo que explicaría por qué puede fluir bien con Mao: Es "Picante" en cuanto Mao es "Agria" o "Dulce". En momentos de paz y diversión, creo que estos dos pasan a ser más "Salados" XD

    Y cuando Mao se encontró con Kenzaburo en Nara, esta andaba LITERALMENTE en llamas XD Amargada total; por eso que anduviera tan prepotente con su maestro, que según mi teoría sería un 90% Metal-Picante, y solo en momentos muuuuuy escasos, es "Salado" y me da que solo con Mao.

    El resto de tres sabores, imagino que es algo que Kenzaburo podría sentir, pero como ya lleva tiempo reprimiendo sus emociones, le hes imposible; por lo que imagino que normalmente estaría entre muy Picante y a veces Salado. Y si, ya he pensado más de una vez a Mao siciendole Picante a Kenzaburo cuando anda Salada o Amargada.

    Y me encanta esta imagen en especifico, porque ahora que la vuelvo a ver, es básicamente en como van cambiando las actitudes de Mao XD Van en circulos, y en sucesos especificos, puede saltar de un elemento según como estos fluyen.

    Por ejemplo; entró al Shukusha (Salada), se encontró con Susu (Amarga), después con Heya (Picante) y camino al pueblo volvió a su estado más natural (Agria) y al encontrarse al niño del puerto conectó con esa parte que más reprime de si misma; la dulce. Y eso siguiendo el flujo natural de los elementos. Y lo más probable, es que cuando esta chica se descompone, va litarlmente contra la corriente XD (Flujo de energías)

    Le dejo otras imagenes pa los curiosos=
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    Wey, uno cuando entiende esto, ve que Mao grita YIIIIIIN por todos lados (?) Y Kenzaburo es totalmente Yang XD
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    Y esto también: Mao tira más para el frío y la frescura, Kenzaburo al tibieza y el calor.
    Supongo que andan juntos, por lo complementarios que son. (Es que me acordé de la escenita al inicio del día y me re conmoví de nuevo)

    Yo te transmito mi amor a Takeda, hablandote de Mao (???????????????????)

    Para Mao, es muy loco; ella, más que ver a los Taira como un gran monstruo despiadado (aunque si les teme como tal)(y me gusta como John usó la metafora de "Leviatan") Ella en verdad cree en los dioses y es fiel a su propio sentido de Sintoismo:

    Básicamente, se dice: "El Clan enemigo es humano, y si es humano, no es invencible; si el Clan Enemigo no fuera humano, esta lucha estaría perdida, y le comprometería a sacerdotes y sacerdotisas; exorcistas y otros sabios. O a los mismisimos Kami, una lucha fuera del comprendimiento de los humanos mortales, que temen a la muerte y anhelan la vida; pero mantienen deseos relacionados a creerse dueños de la vida y muerte de otros.
    Si el Clan Enemigo es humano, es vulnerable. Si no fuera vulnerable, no tendría enemigos"

    Aunque no lo piensa tal cual así, ya sabemos que tiene la cabeza patas pa arriba y todo desordenado dentro, pero eso sería el culmine de sus pensamientos y el motivo de sus acciones.

    Eso, me encantó el escrito uwu
     
    Última edición: 31 Julio 2020
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