Soy herida en la sangre, gota entre truenos; hoja del viento que se rompe en tus miedos. Y preguntas al tiempo, cómo logro yo solo, recoger tanto trozo después de que partes; tu harta de rotos, yo fuera de tus planes. Y es que lo admito, debo cambiarme, no por lo que fuimos ni porque respires otros aires, sólo por principios. Por soldar tantas fugas, que de agua bifurcan por el mar y mi fondo; tan frío sin tu faro, tan oscuro sin todo. Te llamaron sirena, advirtiéndome el daño que baña tu reflejo, cuando quise mirarte y aprecié tus silencios, partiste a otro lado con solo el testigo del viento. Y yo sigo embrujado, será por tu pelo, o el eco de las tardes cuando sueño tocarte. Ojalá hubiese visto que cada puesta es distinta, que guardabas mis partes, que me extraño a mi mismo cuando pienso en los antes. No entiendo el porqué escribo éstas líneas, ahora que todo es distinto, ni porqué zozobro en el lapso qué veo tus infiernos. Tentación de mi alma, pecado del viento, el que mueve tu falda y abanica tus besos. Quizá es imposible matar a deseo. Mentiría si digo que no tiemblo de miedo, ahora que alumbras otras noches, si te veo de nuevo. Llamaré a un curandero, que cosa mis partes, que remueva raíces que clavaste en mi sangre. Borrar todo rastro de tu perfume y mis celos, el querer que seamos juntos lo que dudé por ser ciego. Sigue costando escribir y admitir todo esto, que daría la vida por cambiar las cosas que dejaste olvidadas supongo que es lección de vida. O una mala pasada que debo vivirla.
Muy bonita la intención, Lexy. Creo que es un poema bastante sólido y expresivo. Se aprecia mucha amargura en algunas palabras bastante duras que contiene. También reconozco cómo evitas escenas demasiado sonadas para darle tu propio toque. Es un sentimiento muy común y sin embargo lo expresas a tu modo. También entiendo que cada estrofa engloba una idea bastante precisa. El orden de dichas ideas también lo encuentro muy atinado, por ejemplo su renuencia a seguir escribiendo, a pesar de tener la necesidad, se siente muy constante por su distribución en el poema (a la mitad y al final). También la apertura, las dos primeras estrofas se perciben tan encadenadas que la idea fluye de maravilla de un punto a otro. Me gusta la idea del "mar y su fondo", bastante bien llevada hasta el final del fragmento con la alusión maravillosa del faro, un juego de palabras ingenioso en un espacio tan reducido, muy bien llevado. La parte del curandero es tan musical que queda preciosa la idea, tal vez más por su sonoridad que por otra cosa. "El querer que seamos juntos/lo que dudé por ser ciego", ese verso es uno de los mejores logrados... sino es el que más. Toda la carga poética, e incluso la carga de fondo del poema, está sostenida ahí. "Por qué zozobro en el lapso/que veo tus infiernos"... tengo que decirlo, ese verso no me impresiona... es decir, mata el sentido al ser tan literal con el final de la idea. Naturalmente, uno zozobra al ver infiernos. Una palabra muy dura que resuelve el enigma de su zozobra. Algo más difuso quizás ayude en ese punto. La estrofa "mentiría si digo..." me dio problemas... es decir, ¿por qué es tan breve, si la idea es una de las más poderosas del poema? Siento que se desenterró y se quedó sin lustrar. Eso hace que pierda peso respecto a las demás... y ese pedacito sí que me dejó perplejo. A pesar de que, como ya dije, la última estrofa me parece de maravilla para un cierre redondo, repites tres veces la palabra "vida" (una de ellas deformada en "vivirla") y es demasiado. Por ahí quizás algunas rimas forzaditas ("cuando pienso en los antes", o "...imposible matar a deseo"). Tal vez sea rasparle mucho, pero probablemente pudieses elegir un modo mejor de rimarlas ya que además son cierres de estrofas ambas, entonces deja cierto saborcito raro. Saludos, Lexy, sabes que me encanta leerte.