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    hikary kanae

    hikary kanae Iniciado

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    Herencia Maldita
    Pareja (inuyasha x kagome)
    Notas del autor:
    Hace tiempo que no veo Inuyasha pero es una trama que estoy dispuesta a probar, tratare de sacar un tema crudo comenzando con el final y empezando a jugar con las vidas de los personajes.​
    Comienzo

    El mundo resulta ser demasiado grande, demasiado complejo.
    Los tiempos suelen cambiar, incluso de alguna forma en la época feudal .En esa época oscura donde Naraku aún vivía, los desastres que había ocasionado, el dolor que había causado limpiándose las manos en cada acto despiadado. Todo ocasionado por él y su obsesión compulsiva por la perla shikon junto a ese enfermizo deseo que tuvo por kikyo.
    Pero eso quedo en el pasado.
    Porque todo acabó, ya no había más rastros de ese perverso hombre. Ya no había de que preocuparse.
    Pero nadie sabía lo que podría suceder después, aun existían riesgos…la paz no era eterna. Ya era la hora de comenzar el juego.
    La vida de los héroes que habían derrotado a Naraku andaba de hermoso color rosa. Las hermosas gemelas de Sango, iban creciendo, tomando cada una su propia personalidad mostrando ser hijas de sus orgullosos padres, el niño ya empezaba a decir sus primeras palabras de alguna forma es sorprendente el parecido del niño con su padre, esto asusta un poco a todos ¿Qué pasaría si salía igual de mujeriego?
    Shippo va mejorando más con sus trucos, engañando a inuyasha siempre con la intensión de provocarlo, siempre con la excusa “estoy practicando”. Suele siempre dar un obsequio a kagome cuando le es posible.
    Por ultimo Inuyasha y kagome dedicaron su tiempo a ir juntos hacia el mañana, porque ellos desearon permanecer juntos, el final que tanto deseaban. Compartirían juntos el amor que se profesaban por el resto de su vida porque su relación era especial, era inesperada. Aunque Inuyasha aún no quitaba esas malas costumbres seguía obstinado y orgulloso, eso causaba que kagome se enfadara pero ¡Nadie quería ver a kagome enfadada!
    Es entonces que sus amigos se divertían en sus peleas maritales prácticamente rayando lo infantil.
    Todo era así de maravilloso...Pero no por mucho tiempo.
     
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    hikary kanae

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    Pareja (Inuyasha y kagome)

    Notas del autor: Desde este punto, con seguridad creo que empezare a tener muchas fallas con los diálogos. Así que no duden en consultarme mis faltas gramaticales y los acentos.
    Les agradecería si dejaran un comentario.

    La voz
    “Ya era el momento… que el sello se rompiera
    Kagome, Soy libre”
    El día era hermoso, el sol irradiaba de belleza, el viento que pasaba era tan cálido. Así era el día de hoy en la aldea, kagome despertaba todas las mañanas con esa cálida y brillante sonrisa con la esperanza de encontrar a su amado hanyō a su lado pero otra vez la cama estaba vacía.
    ¡Es patético ¡pensaba ella enfurecida por la ausencia del hanyō.

    --Siempre me haces lo mismo---suspiró con resignación.

    ¡Inuyasha ya verás cuando te encuentre!

    En otra parte, el viento fluía rápidamente mientras corrían, algunos yōkai alteraban la vida cotidiana de algunos pueblerinos. Estaban causando destrozos en algunas casas destruyendo la mercadería, Inuyasha se encargaba de perseguirlos junto al monje Miroku. Esos demonios eran muy escurridizos se movían muy bien, eran muy rápidos.

    --¡Inuyasha¡ Que paso con kagome.

    --Ha ¿Qué dices?…ahora no miroku, estoy buscando a esos insectos—gruño el hanyō, ignorando el comentario del monje.

    Miroku solo se resignó a tal respuesta. Pobre inuyasha seguro que se levantó si decirle nada, parece como si aún no se acostumbrara que está casado, pensaba mientras protegía las casas para que los demonios no entraran.

    --maldición….maldición. ! No lo soporto ¡….—decía enfurecido inuyasha, al no poder atrapar a ninguna de esas víboras.

    --Inuyasha, con calma no seas tan temperamental ¿Te preocupa tanto kagome?

    --tsk…tu sabes cómo es ella. Siempre quejándose.

    --Tú le das motivos—le aclaró con serenidad en su vos.

    --¿Qué insinúas? Yo no tengo nada que explicar a esa boba.

    El monje suspiro por el tono infantil que usaba su compañero hanyō, ya era hora que madurara siempre era tan obstinado pero eso no servía si todavía se comportaba como un niño.

    --Inuyasha…tu estas casado, es tu esposa. Deberías solo explicarle que vas a salir y punto.

    Pero ¡pum¡inuyasha tenía agarrado en sus manos a esa víbora demonio, para luego estrujarlo fuertemente, el hanyō volteo la cabeza para mirarlo nuevamente.

    --¿Qué decías?—preguntó ignorante.

    --Olvídalo –respondió un poco molesto.

    El aroma y la fragancia de las dulces rosas que se encontraban en el pequeño jardín en donde kagome se encontraba. Había que extraer hiervas medicinales eran necesarias para los enfermos. Siempre tenía que estar precavida, en la época donde vivía sería más fácil, comprar unas pastillas o medicamentos en la tienda de la esquina pero aquí tenía que trabajar para encontrarlas no era sencillo pero por lo menos era más natural.
    Estaba acompañada de su pequeño amigo zorro que le ayudaba a quitar las raíces de las plantas medicinales. Estaban hablando sobre lo que hacían en su tiempo libre pero entre tanta charla por una razón nuestro tierno amigo no debió mencionar a cierto esposo.
    -- kagome, una pregunta ¿Cómo te va con inuyasha?—preguntó Shippō con curiosidad.
    -- pues…nada en especial! Pero es un Estúpido ¡--gritó asustando al pequeño zorro.
    —Siempre me deja sola y nunca me dice a donde va—dijo esto tirando las hiervas con fiereza.
    --kagome….las hiervas.
    -- Lo voy a matar...!inuyasha¡

    De repente un pequeño golpe sintió kagome provocando un pequeño gemido de dolor, kaede le había dado un coscorrón por haber tirado así las hierbas medicinales.
    --kagome…no deberías trabajar así. Mejor arregla tus problemas yo me encargo de los demás.
    --Pero ,pero...
    --Pero...en tu casa. Ya dije
    Kagome solo acudió a asentir.

    Inuyasha siempre tiene la culpa de todo. Acaso es tanto pedir que me explique por lo menos a donde va. Siempre es tan descortés.

    Para mala suerte de mujer ha empezado a llover “frustrante”, aun no se había acostumbrado a la ropa de esta época resultaba incomoda, aun peor sería si estaba lloviendo. No puede distinguir el camino por la repentina neblina con la que torpemente tropezó, estaba tan molesta con inuyasha que no se concentraba por donde iba.

    --Dios, solo estas cosas me suceden a mí—mencionó para sí, al darse cuenta que se había perdido.
    No podía ubicarse ya que cada vez que iba más adelante la neblina consumía más y más el camino.

    Kagome, sonríes nunca antes te había visto tan viva.
    ¿Qué sucede?
    De donde proviene…será solo una alucinación.

    "Kagome te veo con tanto color~ nunca pensé que lo lograrías~"

    No es una alucinación...lo estoy escuchando es la voz de una mujer

    "Kagome, yo tan ingenua que creí que solo te hacías falsas esperanzas"
    --! Quien es ¡donde estas. Muéstrate.

    "Kagome, lo lamento. Pero hay que ser justos para tener el equilibrio de las cosas"

    Se estremeció al sentir el contacto del aire que soltaba sus palabras, provenían detrás de ella sentía las frías manos de tan delicada piel de ellas al acariciar su mejilla. Se apartó levemente para voltear y mirar a la persona detrás de ella, con miedo. Al lograr tan atrevimiento logro posar su vista
    aquella mujer dejándola paralizada en el acto.

    Perdía la respiración, su corazón se agitaba

    Que fue lo que sucedió ¡Quien es ella! Esa mujer

    Su vista se hacía borrosa empezaba todo a volverse oscuro.

    Y en su memoria queda grabada la mirada penetrante de la mujer de ojos rojos escarlata.
    Es momento de quitarte tus lujos, hermana…

    Notas finales: Aquí dejo el primer capitulo lo continuare después de mis examen de cinturón amarillo osea el domingo.
     
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    Kai

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    Entré, revisé, leí. Lo amé, bien, tienes tus errores, incluso como tu advertiste, los diálogos. Principalmente recuerda las mayúsculas en los nombres, no cortes algunas oraciones que bien podrían formar un párrafo, como lo son las cinco líneas antes del pensamiento final. Me gustó cómo empezaste, manteniendo a los chicos en sus parámetros normales, recordando cómo es Inuyasha.
    No metiste a la hermana como se suele hacer, que aparece como la más querida por que sí, es distinto, entristece y da ansiedad leer más.

    Saludos.
     
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    hikary kanae

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    Pareja (Inuyasha x kagome)


    Notas del autor: Aun no quito la mala costumbre de tener esos errores ortográficos y mi problema con los diálogos es una catástrofe ya van cinco correcciones y sigo con lo mismo pero la trama esta buena sin alardear.
    Les pido cortésmente un comentario después de cada lectura(por cierto los comentarios son una fuerte inspiración me desanimo mucho sino hay ninguno aunque se un like , aparte no se para quien publico necesito saber de mis lectores )
    Una advertencia, desde este punto la historia ira a un rumbo diferente algo más gore y psicológico por algo lo clasifique ciencia ficción.


    Alucinaciones y pesadillas
    Los justos deben saber lo que es correcto
    Ya deleitaste tu vida miserable
    Ahora es momento de quitarte todo
    ~Humana~
    El silencio, las tinieblas y el pánico no podía evitar ver tanta atrocidad, los pensamientos insanos esas memorias desconocidas, esas escenas nauseabundas, esos cuerpos humanos aquellas lamentables muertes.
    Trataba de escapar no quería recordar más, no quería volver a sentir tanta agonía nuevamente. Era insoportable tanta maldad pero no podía alejarse de ese territorio era imposible escapar.
    El olor metálico de la sangre era tan repugnante pero el sabor era tan distinto “tan exquisito” es tan enfermizo. No podía dejarse manipular ante ellos, sus manos estaban manchadas de esa suciedad, ese flujo de tonalidad rojiza inevitable. Ellos los que creen ser justos.
    El estruendoso ruido, los alaridos humanos, el sufrimiento ajeno. El rostro sonriente de la justicia animal. Los puros creían tener el control, los salvajes.
    “No soy uno de ellos” Nunca lo fui y aun no sé cuántas mentiras más podría decir.
    El molesto rugido, las risas y esas almas putrefactas. El placer de su trabajo tan podrido, tantas masacres en cada pueblo. No paraban de matarlos a todos, todos estaban muertos. Todos ellos…
    Todos esos cadáveres presentes fueron hechos por mí.
    Todos ellos burlándose…

    “Hermana, no puedes huir de lo que ya eres”
    ¡Despierta! de unas ves de tu sueño. Despierta ya que la perla shikon se ha roto
    El sello ya está roto.
    ¡Despierta ya!​
    Abrió los ojos de golpe, una confusión entremezclada en miedo y ansiedad ¿aquello que soñó fue real? Una pesadilla era el término que tendría que usar, despertó intranquila en aquella pequeña cama ¿estaba en su casa? Si estaba ahí pero ¿Cómo llego? ¿Qué pasó?
    Había una pequeña luz que podía distinguir, podía oír una voz familiar era de un muy alterado hanyō, al parecer estaban discutiendo con los demás presentes. Se atrevió a oír sin hacer bulla.

    --Inuyasha, no me grites. Estoy tan preocupado igual que tú, ni siquiera sé lo que encontraste ahí.

    Ya hacia un par de horas que iba en la misma discusión, Inuyasha en este tipo de situaciones era demasiado inestable no podía soportar la tensión, el monje por otro lado siempre era tan sereno.

    --¡Cómo quieres que me calme! Tú viste lo que encontramos ahí. El olor de esa bestia era tan repugnante, esa sensación era mucho más fuerte que la del mismo Naraku. Incluso acabo con dos pueblo enteros.

    ¿Pueblos? Que dijo…kagome empezaba asustarse.

    --Muchacho no seas imbécil, acaso no sabes mantener la calma. Piensa un poco! Razona ¡—mencionaba ya una cansada kaede al escuchar tantos disparates.—Ahora dime ¿Qué fue lo que viste exactamente?

    --Era esa bestia una mujer, ése demonio los despedazo a todos. Cuando llegue a ese lugar todos estaban muertos. La pude ver, el color de su cabello, su olor, esos ojos escarlata lo peor de todo esa sonrisa como si disfrutara lo que hacía-- su rostro mostraba un asco rotundo cada vez que hablaba de aquella mujer. Entrecerrando fuertemente los puños con tanta ira.

    --Miroku ¿tú en que parte estabas? Como no presenciaste lo sucedido. Según se tu acompañaste a Inuyasha todo el día. Quedó callado por unos segundos.

    --Pues yo encontré algo distinto. Si había muertos pero había otros seres y no parecían humanos. Incluso oí sus voces pensé que eran unos simples yōkai pero la masacre era demasiado grande. Más destruyeron dos pueblos cercanos y mataron todo lo que había alrededor. Ya no queda nada vivo.
    --Esto suena demasiado grave, pero aun así ¿Por qué kagome estaba ahí?

    Los ojos de aquella chica se habían abierto por completo, escuchando cada palabra que decían cada cosa sonaba tan familiar, acaso no...No pudo haber sido ella ella jamás haría cosa semejante.

    ~Porque tan mentirosa hermana~ Otra vez esa voz, odiaba escucharla pero está vez podía verla, se encontraba en medio del cuarto. Era una chica de tez pálida de cabellos rojos oscuros que resaltaban en la negrura del cuarto, los mismos ojos escarlata y esa sonrisa tan escalofriante.

    --¿Quién eres tú Demonio? Oh… debería decir... ¿Que eres?—preguntó ella con frialdad, la bestia solo hacia una mueca de disgusto miraba atentamente el rostro furioso de kagome. –Responde de una buena ves ¿eres la que destruyo los pueblos?

    ---Querida hermana, no es necesario explicarlo si ya lo sabes muy bien—.Aquella voz era tan arrogante, tan atrevida y desagradablemente hermosa era igual al vestuario que tenía puesto. Pero aun podía sentir esa nostalgia ante ella esa tristeza, como si supiera quien era.

    La mirada de confusión de la sacerdotisa le causaba mucha gracia al demonio
    ¿Porque me miras así?...No me digas. Por favor eran humanos no me digas que sientes lastima por ellos. ~Oh enserio, se me olvidaba te crees uno de esos mortales~ ¿verdad?

    --¿Qué insinúas? No me compares contigo yo soy un humano.

    El demonio la miro con asombro, no aguanto la risa y soltó unas carcajadas. Kagome no entendía el porqué de esa risa pero ya se hacía a la idea.

    --~Humana, Tú~ No me hagas reír creo que la época en donde estuviste te hizo estúpida. Acaso no te acuerdas que tú fuiste la que los mato a todos.

    --¡Eso no es verdad! Esa fuiste tú, tú eres aquí el yōkai.

    --Tonta aquí el demonio eres tú, a quien quieres engañar o creíste que todo fue un sueño.

    Kagome no lo creía pero como negar algo que aun permanecía vigente en sus memorias, aun no quería creerlo son solo alucinaciones ¡no es real! No lo es. Aun así algo en ella quería negarlo con tanto fervor. Ese fue el punto en donde perdió la razón, quería dejar de oírla no quería escuchar mas el grito de sus voz.

    Aquel grito desconcertó a los que aún se encontraban ahí. Escucharon los presentes ese alarido era la joven mujer.

    El primero en ir hacia ella fue Inuyasha. Pudo encontrar las cosas tiradas por todos lados, kagome estaba en el centro entre tanto escombro se acercó hacia ella con cuidado para luego ver la heridas y la marcas de sus manos.

    --Kagome, se puede saber que estupidez estás haciendo. Pero ella no respondía ante su voz y empezaba a hablar cosas incoherentes. Se soltó bruscamente de él y pudo notar el temor de sus ojos.
    --Joven kagome ¿Qué le pasa? Reaccione—decía el monje Miroku tratando de acercarse a la mujer.

    Pero ella tenía un objeto afilado entre sus manos alejando como advirtiendo que cualquiera que acercase moriría al instante. Lo sorprendente era aquella mirada demente con la que sus ojos relucían totalmente no se podía percibir la esencia de kagome y su mirada no brillaba más eran escalofriantes.

    --Inuyasha ¡detenla! Puedo sentir esa presencia en toda la habitación, apesta a muerte. --Ordenó la anciana kaede con una mirada frían hacia la mujer.

    Inuyasha se dirigió a ella y empezó a forcejear tratando de controlarla.

    --Kagome, basta…..que haces—un gemido de dolor soltó el demonio al ver sido herido luego de encontrase con la mirada de su esposa.

    La risa de esa mujer.

    --Todos morirán, porque es momento del fin. Los puros los mataran, los justos no lo sabrán, el sello se ha roto no debieron hacerlo.

    De pronto el rostro de kagome cambio al ver lo que había hecho, sus ojos se hicieron acuosos al ver que había herido a la persona que amaba.

    --Inuyasha…yo perdóname. Por favor yo... no sabía lo que hacía....lo siento por todo, Té amo.

    Luego de eso cayo inconsciente a los brazos del hanyō.

    El juego ha comenzado.


    Notas del autor: Bueno parece que termine antes, con esto término por hoy. El próximo capítulo lo continuare hasta el viernes de la próxima semana o antes cosa de pensar en una semana. La cuestión es que este trama no lo tenía pensado, solo se me vino la idea porque era el único anime con una historia que recientemente podía manejar, digamos que me estoy guiando del propio trama de mi historia como si este me dijera como lo debo seguir de ahí se me viene el capítulo y unas cuantas inspiraciones de fanfics de Durara extraño pero el personaje de Oharahi Izaya me afectan .
     
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    hikary kanae

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    Pareja (Inuyasha x kagome)

    Notas del autor: ¡Estoy feliz! veo que me leen (cuidado con el spam) pensé que no tendría absolutamente nada ¿? Intente por varios lugares escribir unos fanfics pero fue una catástrofe mi manera de escribir era pésima y cuando empecé a mejorar y a tratar de dar otro tipo de trama que no contenga lemon porque no soy buena escribiendo uno, más los crueles no me recibían mucho y daban comentarios a fanfics o que contengan lemon o que te deje en shock y contengan lemon aunque me leído unos muy buenos sin necesidad de<< lemon>> y no me fue bien escribiendo yaoi que me gusta tanto. Gracias y disfruten este capítulo, perdón sí parece relleno pero este es el punto de vista de Inuyasha pero en si dejo pistas para sacar ustedes sus conclusiones es sencillo o eso lo digo por ser la autora ¿?


    Bestia
    El día en que no conocimos ni te imaginabas quien era, es normal que ni te acuerdes de nuestra propia esencia ya que suele ser tan similar sin ninguna diferencia.
    Demonio rojo;

    Mis saludos hanyō.

    Cuanto tiempo… ha pasado mucho. Cincuenta años… ¿verdad?

    Aun no recordáis ¿Quién soy?

    Adivina, solo tenéis que recordáis lo que ocurrió antes del sello.

    Solamente queda aclarar, no soy Kikyō.

    ~Sois tan dulce, ni se imagináis cuanto se dé usted mi amigo~

    Cuidado con dejáis verse por ellos o la muerte podría perseguiros.

    Esta vez no huiréis de mis manos.

    Akako.

    Ocurrió tres meses antes…

    Solamente así podía ser capaz de recordar.

    Había pasado mucho tiempo y kagome no estaba presente teníamos que lidiar con esa ansiedad desde ese momento de su desaparición, tanta costumbre de pasar por alto esta tragedia pero tenía que ser muy cauteloso.

    El mensaje era tan aterrador sin mencionar la escritura igualmente de siniestra, como el quien o el que la escribió, una carta tan corta e intrigante, detallada escrita a punta de sangre en cada línea, tan simbólicamente como en ese entonces en ese día.

    ¿Porque no puedo recordar?

    Solamente él lo sabía, la existencia de aquel mensaje.

    Si hubiera otra persona haría tantas interrogantes y no sería capaz de responderlas, en el momento en que recibió la carta esa voz familiar ya la conocía desde hace demasiados años.

    Otra vez ellos...

    ¿Pero quienes eran ellos?Lo sabía pero no lo entendía algo en sí de su persona no le dejaba recordar, un bloqueo mental entre sus recuerdos, Kikyō.

    Pero había alguien más, no recordaba¿Quién era Akako?

    Ese nombre le causaba esa angustia y pavor ¿Qué era lo que quería? ¿Porque a kagome? Cuál era su motivo.

    Kaede en ese entonces era muy joven y jamas fue capaz de comprender. Pero ni siquiera el entendía ¿Qué era lo que debía comprender?

    Inuyasha ya no entendía sus propios pensamientos enredados entre su propia confusión por su propia preocupación…! Realmente irritante ¡Frustrante¡ incluso demasiado estúpido piensa él en sus adentros.

    —Esto realmente es tan desagradable. Porque me haces esto porque Dios me castigas. Aun mirando en el mismo lugar por horas solamente mirando a ese lugar en donde la nada se encontraba solo con ver a su amada en ese momento, porque tuvo que desparecer así simplemente es demasiado. No perdonaría la vida del quien lo haya hecho, eso era un juramento.

    --Inuyasha, piensas demasiado. Te aseguro que kagome aparecerá pronto, sabes que ella es capaz de protegerse--.Aquella era su amiga Sango que se había sentado a su costado, seguramente sus hijos están con Miroku.

    Ella siempre estaba con el tratando de darle ánimos para que no cometiera una locura pero no era tan infantil.

    —Aun tienes miedo que sea capaz de cometer un ¿suicidio? No lo hare si es lo que piensas…kaede no siempre acierta, tampoco soy tan débil.

    —No Inuyasha, tengo miedo a que cometas un genocidio. Pero no me mires así…yo no pienso que fueras hacer pero a veces…eres infantil.

    — ¡Eso no tiene sentido ¡si piensas así y que sería capaz de hacer, mejor lárgate—replicaba molesto el a su amiga.

    —Inuyasha, aun así debes darte tú mismo un crédito—.Sango aún no se rendía en tratar de convencerlo. Ya era mucho tiempo, tres meses y aún mantenía el mismo semblante era preocupante nunca era así aun peor cuando se trataba de kagome.

    —Incluso; Tú nunca has sido capaz de manejarte a ti mismo en tus ataques de ira, ¿Por qué tan calmado? No es normal en ti, tu sueles ser descontrolado, algo debió ocurrir...Tú lo sabes. No lo quieres decir… ¿Qué me respondes?

    — ¿Qué quieres que conteste? no lo sé y tengo miedo…oh tal vez he madurado. Tu qué opinas, puede ser que no sea el mismo. Resulte que aquí la infantil seas tú y aquí solo estemos hablando cosas tan innecesarias.

    --No te burles de mi Inuyasha, eso demuestra que lo que dices es pura palabrería ¿miedo? A que te refieres…tu nunca tienes miedo, eso si se trata de rescatar a kagome ¿a qué tendrías que temer?

    Miedo a recordar mi pasado, recordar del todo. De perder lo que tengo de no volver a ver a kagome nunca más.

    —Nada en especial…no es que importe demasiado tal vez sea que me vuelto un poco frívolo.—respondió secamente desviando la mirada tratando de no mirarla. Ella no convenciéndose ante tal respuesta, se rindió y hablo.

    —Sabías que eres un muy mal mentiroso, Inuyasha. Piénsalo bien…callándolo simplemente lograras perderte más… mucho más de lo que crees estar.-- Sango lo miro con angustia pero no se atrevió a decir nada más, porque sabía que ocultaba algo y eso no se veía prometedor nada bueno, Inuyasha no lo soltaría fácilmente.

    --Cuídate Inuyasha, no sé qué escondes pero por favor cuídate…

    El solo respondió con una sonrisa mirando sereno al vacío en medio del campo de flores.


    Se perfectamente quien es el causante, jamás imagine que regresarían, aquellos que se hacen llamar los justos, yōkais, malnacidos un séquito de basura inmunda. Nunca regresare a ustedes, Kikyō y yo hicimos ese trato, jamás volveré…aun así
    No puedo asegurar que pueda cumplirlo.
    Almas desterradas, agonía entremezclada, gritos desgarradores eso era el llamado, las llamas y el fuego de aquel lugar, el olor de la carne humana, era tan fuerte que cualquier demonio podía ser atraído a ese lugar. Él no era la excepción.

    El hombre había venido, con heridas gravemente visibles pidiendo a gritos ayuda a los que se encontraban afuera, agonizando con desesperación llamando la atención del pueblo que miraban al hombre pero…tenían miedo no eran capaces de responder a la petición viendo tales heridas no se atrevían a responder no querían arriesgarse, sólo se limitaban a observar sin poder hacer nada.

    --¡Ayúdenme! por favor mi aldea está siendo destruida. Los demonios, ella esta acabando con todos los aldeanos, por favor, ¡Ayudarme por favor¡

    El hombre cayó al suelo ante las miradas aterradas de la población empezaban a murmurar y hacer ruidos, comentarios innecesarios, absurdos. Una niña entre todos ellos no podía permitir tal atrocidad y veía con ira aquellos que solo se dedicaban a parlotear en medio de la tragedia.

    --¡Que hacen todos¡ Que miran ustedes. Personas sin corazón, acaso no ven al pobre hombre ¡malditos sean sean ustedes¡—aquella muchacha era Rin, estaba indignada y se acercó al pobre hombre al parecer aún permanecía convida traba de vendar sus heridas con tela de su propia ropa.

    --Que miran, acaso no tiene compasión…hagan algo ¡ayúdenme! si tienen el valor.-- Entre todos una joven mujer recién llegada apareció acercándose a Rin.

    --Joven rin, me siento mal por tal acción, mis compañeros están avisando a kaede.

    --Gracias este hombre les agradecerá a ti y a sus compañeros.

    El aviso no tardó en llegar, la anciana kaede ya había recibido el mensaje y no tardaron en responder Sango, Miroku e Inuyasha habían sido enviados a ir al pueblo de aquel hombre, siguiendo las indicaciones que se le habían entregado por este que estaba siendo curado.

    --Inuyasha, puedes sentirlo…es realmente…

    --Si la esencia es de un demonio, es demasiado fuerte y apesta...

    --Chicos yo voy por el norte traten de averiguar lo que hay ahí.

    --Muy bien Sango, por favor cuídate.

    Podían divisar las llamas el olor se hacía más fuerte cada vez que se acercaban, podían sentir esa presencia, cada vez lograban adentrase más al lugar.
    Al entrar la escena que verían no sería nada agradable, las casas ardían en llamas y alrededor había personas carbonizadas, algunos cuerpos habían sido despedazados y la sangre coagulada era tan desagradable, sentía asco al ver tan horrible escenario, todos muertos, todos ellos.

    --Esto apesta. Inuyasha, quien pudo ser capaz de hacer esto, realmente esto es inhumano—hablo Miroku cubriéndose del olor tan desagradable no era de tolerar para un simple humano.

    -- No lo sé…el yōkai debe ser un monstruo. Pero esto es demasiado el olor sigue más adelante.

    Ente ese lugar había un pueblo más cercano aun podía oír los gritos humanos, aún estaban vivos. Inuyasha podía oírlos.

    --Miroku. Investiga quienes estuvieron aquí. Debo ver algo

    --Inuyasha… ¡Espera!

    Pero el ya no escuchaba, corría a toda velocidad, sabía que era muy precipitado pero ahí encontraría las respuesta no podía dejarlo pasar, entendía que era egoísta ya que en el intento sabía que aquellos humanos no sobrevivirían aun llegando no lograría salvarlos.

    Ahí estaba en medio del desastre, la sangre fresca de ese lugar, la figura humana detrás de toda esa masacre el rostro de la criatura esos cabellos rojos que relucía entre todas sus víctimas, esos ojos rojos que lo miraban al notar su presencia, esa sonrisa tan desagradable como disfrutara tal acto y su voz…

    ~ hanyō amigo no pensé volverte a ver~ como has estado—la voz era tan arrogante con un toque atrevido en sus palabras.

    --Yo no te conozco… yōkai. Yo no suelo juntarme, con monstruos asesinos.

    --~ah, si…yo no suelo juntarme con híbridos de sangre sucia~

    --¡Cómo te atreves maldita¡--gritó un enojado Inuyasha mirándola con odio.

    -- No te alteres hanyō, tu eres alguien especial… ~tu sois tan dulce mi amigo~

    --Tú, enviaste ese carta ..!Donde tienes a kagome ¡Responde demonio. Habla de una vez—gruño con ira en su voz.

    --~Ya sabes mi nombre hanyō. Soy a-k-a-k-o, acuérdate, siempre eres tan descortés~
    Aquella mujer se burlaba, esa actitud tan infantil y su mirada juguetona tratando de dominarle causaba más ira a Inuyasha.

    --Una asesina no merece ser nombrada, demonio responde ya…

    --De eso no hay de qué preocuparse mi amigo, ya lo sabrás…~bye, cachorro~

    El demonio intentaba escapar pero Inuyasha no se lo permitirá no podía dejar que escapara, fue hacia ella para cortarla con su gran espada pero ello lo esquivo tan fácilmente lo lanzo sin darse cuenta mientras lo empujaba con su fuerza endemoniada.

    ~aun no, híbrido aun no es momento~ luego se desvaneció entre la oscuridad.

    ¿Quién es ese demonio? la matare no importa como lo haga lo haré.

    Después de un rato escuché el grito de un hombre era Miroku venia corriendo, tenía lago en sus manos era una mujer era…kagome.

    --Inuyasha…te estaba buscando…

    -- kagome esta…ella está--por un momento creyó que su corazón pararía al oír tal verdad.

    --No…Gracias a dios esta solo dormida—dijo Miroku dejándola suavemente en el suelo, Inuyasha sintió un gran alivio.

    --Inuyasha pero. Que paso aquí-... estas herido…

    --No es nada. Se quién es el causante ese demonio…esa bestia de rojo asesino a todos.

    --Inuyasha hay algo que debo decirte.

    --¿Qué cosa?

    -- No me mientas ni me evadas pero esto es serio...¿Perteneciste al clan de Natsuki ?

    Por un momento creí que nunca sucedería, pero uno jamás puede huir de su pasado incluso debes prepararte para enfrentarlo porque siempre habrá algo que te atrapara incluso cuándo estés muerto renacerás para sufrirlo nuevamente.
    No se puede escapar de lo que fuiste.
    --Miroku por favor mantén ese secreto,te ruego con todo corazón…kaede no debe saber que fui el causante de la muerte de su madre.


    Notas finales: Bueno esta vez lo hice mas largo, demore tres días en unir todo este capítulo necesito desarrollar la trama de Natsuki, ellos serán la parte esencial del trama un séquito de yokais. Ya tengo como decir el trama ya está hecho solo faltan los detalles pero creo que esta vez demorare más un plazo de dos meses por el inicio de clases estaré ocupada será hacia dos meses escribiré en un papel en ese momento. Gracias por leer.
    Kikyō saldrá en mi historia es un aviso pero no ella en si sino algo similar como una esencia diferente bueno eso es todo. También aprovecho para hacer propaganda aun escrito de originales xD mío por supuesto Humanos.
     
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    Kai

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    Aw.
    Siento que te cuesta un poco la narración, palabras que cortan una idea, pero se retoma rápidamente. Quizás se deba al hecho de que los diálogos de los personajes están en rima, con cierto aire filosofico, quizás es o no intencional, pero queda bien. Es un tipo de narración que ya no se usa, es agradable.
    Oh, tocar el pasado de Inuyasha, aquél que ni el animé ni el manga se toca. Me encantó.
    Lo único, a Inuyasha se le siente demasiado maduro, se me hace demasiado extraño, no sé si de buena o mala manera.
     

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