Hasta que la muerte nos separe!!!

Tema en 'Historias Abandonadas Originales' iniciado por Princess Alexandra, 28 Noviembre 2008.

  1.  
    Princess Alexandra

    Princess Alexandra LexSnape

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    Hasta que la muerte nos separe!!!
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    Hasta que la muerte nos separe!!!

    Hasta que la muerte nos separe!!!
    Capitulo 1
    Un presentimiento que ignoras…una idea que no defiendes…”
    Hola, yo soy Issa ó Princess, una adolecente común y corriente, de cabello hasta la mitad de la espalda de color castaño, ojos de color verde, de mediana estatura y delgada y de curvas no muy voluminosas, y con 15 años de edad, soy alegre y muy cariñosa en fin, creo que eso es todo lo que puedo decir de mi.
    Mi novio se llama Osvaldo, mejor conocido como Lobo, es alto, fuerte, de pelo color negro que siempre lleva un poco despeinado, tiene los ojos de un color café muy profundos, una sonrisa radiante y cuenta con 18 años de edad, es muy arrogante, pero es muy romántico y protector conmigo, si me pusiera a en numerar sus cualidades creo que se desesperarían y terminarían por dejar de leer nuestra historia.
    Gladys o Angels, para muchos y Satanás para mi es delgada, un poco más alta yo, con el cabello muy corto ojos color café como yo solamente que usa pudientes de color negro todo el tiempo, es gótica y le gustan las cosas extrañas y algo diabólicas, tiene 17 años y es mi una de mis mejores amigas, es divertida y según mi punto de vista hasta algo diabólica, pero en fin, así la quiero.
    Rodrigo es alto, cabello negro y un poco largo, y ojos del mismo color que Osvaldo, buena onda, divertido, novio de Gladys, primo de Osvaldo, es como un hermano mayor para mí, ya que fuimos vecinos desde que llegue a la ciudad hasta hace unos años que se mudo a un departamento con Osvaldo que llego de México, el único defecto que tiene es que se la pasa molestándome como su pasatiempo favorito.
    Bien esta es una historia que contaremos Osvaldo y yo es nuestra historia, que comenzó por el error de mi mejor amiga, es la historia de nuestro amor y nuestra promesa, combinada con el terror que surge en nuestras vidas, cambiando nuestro futuro y nuestras esperanzas.

    Una tarde cuando el sol se ocultaba, dos amigos, mi novio y yo nos reunimos en la deportiva de nuestra ciudad para disfrutar de nuestro último día de vacaciones.

    Eran aproximadamente las seis de la tarde y nos encontrábamos en la parte más escondida de la depo, en un gran roble sobre el cual habíamos construido una casa cuando todavía éramos unos niños, yo me encontraba sentada en un rincón negándome rotundamente a jugar a lo que propuso mi amiga.

    ─No quiero jugar ese juego del demonio Gladys─ me negué una vez más abrazando mis piernas.

    ─ ¡Vamos, no seas miedosa!─ me insistió Angels una vez más poniendo el tablero delante de mi.

    ─ ¡Ya te dije!─ poniéndome di pie y dirigiéndome hacia la entrada de la casa para bajar del árbol.

    Estaba bajando por la escalerilla cuando oí a Gladys gritar “Muévete, ¡Ve por tu novia! La necesitamos para jugar” y justo unos segundos después de que llegue al piso y camine rumbo a las canchas unos brazos me rodearon por la cintura para evitar que siguiera caminando.

    ─Suéltame Osvaldo─ le exigí enojada porque me obligara a jugar con ellos.

    ─ ¡Auch! Supongo que si estas enojada, por lo regular me dices lobito─ repuso el abrazándome más a él y colocando su babilla en mi hombro─. Vamos Princesita no te enojes, ya sabes que esta es de lo peor, pero pues ni modo es nuestra amiga ¿no?─ me pregunto en un susurro en el oído, para luego darme la vuelta y que yo quedara viendo sus hermosos ojos de color café obscuro─ No te enojes peque─ suplico con una mirada y un tono de voz irresistibles para mi.

    ─No me enojo, lo que pasa es que…─ no me atreví a decirlo en voz alta, sabia que el no se burlaría, pero ella si lo haría si llegaba a escucharme.

    El se acerco a mi lentamente rosando nuestros labios lo que causo que mi corazón se acelerara inmediatamente y me sonrojara, causando que el sonriera con satisfacción al ver mi reacción.

    ─Se que no te enojaste, ella hace cosas peores, pero no te preocupes, nada te va a pasar conmigo a tu lado, yo te cuido, no tengas miedo―acariciándome el rostro con suavidad.

    ―Esta bien, lo hare, pero por favor― mirándolo suplicante― no me dejes sola― le pedí tomando sus manos entre las mías.

    ―No te preocupes, nunca lo hare― me respondió y se inclino un poco sobre mi para darme un tierno beso que no duro más de cinco segundos―. Vamos― me halo de la mano y me ayudo a subir de nuevo a la casa del árbol.

    ―De acuerdo Satanás― le dije a Angels mostrando mis manos frente a ella como si me entregara a la policía―. Llévame al infierno― con un ademan melodramático, lo que causo la risa de mi novio que se encontraba detrás de mi.

    ― ¡Genial!― exclamo muy feliz mi amiga― ¡Has vuelto!― me tomo de la mano y me jalo a lo cual yo tome a Osvaldo también para no se pararme de él, hacia una mesa que se encontraba en el centro de la sala.

    ―De acuerdo, lo único que tienes que hacer el preguntar una cosa y poner las manos así― mientras ella me explicaba como se jugaba esa cosa yo no le ponía la debida atención, pues me encontraba jugando con las manos de Osvaldo― y antes de empezar tendrás que dejar una gota de sangre en el tablero― esa frase fue la que me devolvió a la realidad.

    ― ¿Qué?― le grite indignada― ¡No, yo no pienso jugar si tengo que poner mi sangre!― me levante de la silla haciéndole frente y ella me miro aburrida.

    ―Vamos, no seas aguafiestas, es solo un juego― me explico, pero yo no iba a ceder tan fácilmente.

    ―Eso es lo que siempre dicen― repuse en un tono de voz mas tranquilo, por lo cual ella me miro de pronto extrañada al igual que Osvaldo―, en las películas de terror, siempre dicen eso― aclare ya desesperada pero conservando mi genio al margen―, siempre dicen “no pasa nada, es solo un juego” ― cite con un tono de voz tonto― y la idiota que siempre cae en el juego dice “de acuerdo juguemos, al final ¿Qué puede pasar?”― dije algo ridícula pero no me importo― y luego terminan todos muertos y con alguien en el psiquiátrico― concluí y escuche la risa de Rodrigo (el novio de Gladys) en un rincón de la casa.

    ―Bueno eso si fue gracioso “princesita”― levantándose de la silla, fue curioso, ni siquiera había abierto la boca en toda la tarde para molestarme, y eso si que debió de haberme asustado―. No tengas miedo, supongo que el perro guardián te va a cuidar― mirando a su mejor amigo de soslayo.

    ─Eso es más obvio─ respondió Osvaldo─. Tranquila, ya te dije no va a pasar nada malo─ insistió él.

    ─Anda Issa ya controla tu histeria─ me suplico Gladys─. Te juro que no pasara nada malo y si es así yo seré la que se quede en el psiquiátrico y luego podrás jalarme la patas eternamente ¿si?─ me pregunto con su mejor carita de perrito mojado.

    ─Aahh─ suspire resignada, no había nada que pudiera hacer si todos se unían en mi contra, eso era un complot─. De acuerdo, voy a jugar─ acepte de mala gana.

    ─Gracias amiga─ me dijo y me sentó de nuevo en la silla─, tu siéntate ahí Osvaldo─ le ordenó señalando la silla frete a mi, pero el jalo una silla y se puso a mi lado lo mas cerca que le fue posible─, o si quieres siéntate a un lado de la princesa─ le dijo Gladys con tono enojado.

    ─Lo siento Satanás─ le dije con una sonrisa en el rostro─ pero no vas a conseguir que se separe de mi hoy.

    ─Como quieras…─respondió ella rolando los ojos.
    Ella me explico el juego una vez más y tal como ella me lo ordenó deje que me cortara en la palma de la mano con una navaja…

    ─ ¡Auch! ─me había dolido, y después deje caer mi sangre en el tablero que armo Gladys─ no puedo creer que me convencieran─ les reproche mirándolos fríamente mientras Osvaldo arrancaba un pedazo de tela del mantel y me envolvía la mano con el.

    ─Lo siento─ me susurro Osvaldo con la mirada baja, me la beso con delicadeza y estiro la mano con la que no me abrazaba hacia Gladys─. Bien… córtame ahora─ le ordeno.

    ─No, no es necesario─ le respondió mi amiga.

    ─Un momento… ¿Qué?─ grito Osvaldo enojado─ ¿Por qué?

    ─Pues… la sangre tenía que ser de una virgen─ respondió divertida al verme, supongo que debí de ponerme roja, porque incluso Osvaldo me miro de reojo con una ligera sonrisa en el rostro─ y la verdad ella es la única que clasifica en eso─ con una descarada sonrisa.

    ─Aahh, bueno eso lo explica─ respondió Osvaldo mirándome un poco decepcionado.

    Empezamos a jugar, la verdad yo no participe mucho, ese tipo de cosas me asustaban un poco y la verdad no me interesaba mucho invocar a Charlie, o bueno así es como lo llamaron ellos, el juego estaba durando demasiado, de hecho ya había obscurecido y me estaba empezando a dar un poco de miedo el tener que regresar sola a mi casa, esperaba que a Osvaldo se le ocurriera llevarme hasta allá.

    ─Issa, vamos pídele algo a mi esposo─ me animo Gladys.

    ─ ¿Tu es… esposo?─ le pregunte extrañada.

    ─Si, ¿no estas poniendo atención?─ me pregunto de pronto muy enojada─ hace un momento me case con Charlie.

    ─Pero…─esta niña me estaba sacando de quicio─ ¡Tú estas loca!─ grite enojada─ ¡Como puedes decir esas cosas! ¡No ves que esto es peligroso!─ esto me estaba dando pánico, pero trate de calmarme y pensar en lo que me había explicado antes de empezar─…haber tu me dijiste, tu me dijiste que tenias que ofrecerle algo a Charlie para empezar a jugar y establecer contacto con el ¿no?, que le ofreciste─ eso era lo que mas me preocupaba.

    Continuara…
     
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    pomy

    pomy Usuario popular

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    Pluma de
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    Re: Hasta que la muerte nos separe!!!

    bueno, veamos...

    hay algunas palabras que están mal escritas, aunque tengas buena ortografía en general. Lo que noté, que me hizo perder mucho el hilo de la historia, es que escribís todo muy... objetivo. Como si faltara que te soltaras un poco más, que cuentes la historia con más delicadeza, con más sabor.

    Necesito que releas lo que escribiste en este primer capítulo, y pienses cómo le contarías la historia a una amiga, en voz alta. De esta forma, las descripciones van a dejar de ser tan... estrictas. Por ejemplo, poné subjetividades, como algo que la protagonista sintió sin necesidad de sentirlo, o poné más titubeos en sus pensamientos. Podés agregar, de hecho, pensamientos simultáneos a los diálogos.

    En realidad, cada autor tiene una manera única de escribir, pero mi punto es que, cuando lo leí, terminó por perderme tanta aclaración sobre cada diálogo.

    De todos modos leeré la continuación, esfuerzo!! ^^

    besoo

    Pomy
     
  3.  
    StarAcua

    StarAcua Usuario común

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    Re: Hasta que la muerte nos separe!!!

    Hola ami como te habia prometido aqui estamos jejejep^^...y parece ser que pomy me gano :D ..pero bue es verdad solo falta mejorar un poco ru ortografia pero aparte de eso tu ff me encanto, esta muy bueno e interesante!!...realmente me gusto mucho y epsero pongas muy pronto la conti!!!...besosss y cuidate mucho!!!!

    ANIMOS Y EXITOSSSS;)
     
  4.  
    Princess Alexandra

    Princess Alexandra LexSnape

    Leo
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    Hasta que la muerte nos separe!!!
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    Re: Hasta que la muerte nos separe!!!

    Hola!!!
    Muxas grax por los comentarios xicas y respecto a tus consejos Pomy, tratare de seguirlos...

    weno sin mas aqui el kpy:

    Hasta que la muerte nos separe!!!
    Capitulo 2
    “Un simple juego… una simple broma, puede destruir lo más valioso para ti”
    “Un pequeño descuido… un pequeño error, puedes lastimar lo que más amas”

    ─Nada…─ respondió con una mirada arrepentida─ no le ofrecí nada─ se levanto de la silla de inmediato─ saben que ya me aburrió este juego─ y jalo el mantel en el que encontraba el tablero que había armado destruyéndolo por completo─. Por cierto chicos ¿Pusieron las banderas?─ les pregunto a Osvaldo y Rodrigo.


    ─Claro, que si Angels─ respondió Rodrigo y luego miro a mi novio─, esto va a ser divertido ¿No Lobo?─ le pregunto con una sonrisa radiante.


    ─Ya lo creo─ le respondió Osvaldo y luego me miro a mi─. Amor, préstame tu celular.


    ─Claro…─ le respondí extrañada y se lo entregue─ pero ¿Qué vas a hacer?


    ─Nada─ respondió y marco un numero rápidamente─. ¿Bueno? Si, hola señora─ empezó ha hablar y fue entonces que supe que estaba hablando por teléfono con mi madre─ si, esta bien no se preocupe, solo quería preguntarle si le parece buena idea que se quede a dormir en el departamento con Rodrigo y conmigo, oh─ su rostro se desilusiono, pero casi al instante lo cambio por uno lleno de astucia─, si entiendo señora no se preocupe se que no esta bien, es que pues como es el ultimo día de vacaciones, pensábamos hacer una fogata en la depo─ su rostro se ilumino de alegría y antes de que volviera a hablar sabia que había ganado─, si señora no se preocupe, yo la cuidare, y no se preocupe yo mañana la llevo a la escuela. Muchas gracias, que descanse, buenas noches─ colgó el celular y triunfante me beso.


    ─Se ve que tu suegra si te quiere─ se burlo Deimont.


    ─Claro que me quiere, sabe que soy lo mejor que le pudo pasar a esta niña─ abrazándome por la espalda.


    ─Supongo…─ dije en tono de flojera y me reí de la cara que puso─ vámonos, que ha esto si voy a jugar─ les dije jalando a Osvaldo de la mano─ pero, yo quiero estar en el equipo de mi lobito─ les advertí y Osvaldo puso cara de resignación y Deimont se burlo, no porque quisiera estar con el, si no más bien dicho por la forma en que lo llame.


    ─ ¡Uy! Creo que heriste su ego Issa─ me dijo mi amiga con una sonrisa divertida.


    Yo solo me reí ante eso y me solté del agarre en el que me tenía atrapada mi novio. Me apresure a bajar de la casa del árbol y antes de que todos se hallaran en el suelo eche a correr hacia las canchas con los demás detrás de mí.


    Corrí lo más rápido que me fue posible, pero aun así Osvaldo me alcanzo y me tomo de la cintura tirándome en el piso con él y con una gran sonrisa en el rostro se coloco sobre mí.


    ─ ¿No creíste que no te alcanzaría verdad?─ inquirió el con el semblante serio y según me pareció algo enojado, lo que me hizo reír un poco.


    Yo no le respondí por la risa que trataba de contener, así que simplemente negué con la cabeza.


    ─Entonces ¿Por qué corriste?─ mirándome receloso, la verdad ni yo lo sabia, era una niña a la que le gustaba jugar ¿Qué esperaba? ¿Qué hubiera corrido para verme con otro novio secreto?


    ─No te lo voy a decir─ le respondí ahora un poco más serena─, así que resígnate a la duda eterna lobo salvaje─ me burle de él y el solo frunció el seño, yo que simplemente me limite a seguir jugando un rato con sus dudas─. Eso es un secreto.


    ─Oh, un secreto─ repitió secamente sin dejar de mirarme con el ceño fruncido, yo le sonreí y asentí rápidamente, forzando mis labios para que no saliera de ellos una gran carcajada que fue causada por la cara que había puesto─. Pues me lo va a decir su majestad─ repuso, ahora burlándose él de mi apodo, pero con eso no lo iba a conseguir, si algo tenia yo es que si no quería hablar, nadie conseguiría que yo lo hiciera, era terca, y esa era una gran ventaja, bueno a veces, porque por lo regular me daba más problemas que nada en la escuela.


    Escuche unos pasos rápidos aproximarse a nosotros y supuse de inmediato que eran Gladys y Roberto, por lo cual trate de levantarme, no dejaría que me vieran en esa posición tan vergonzosa, si de por si ya era casi imposible que Deimont no hiciera comentarios vergonzosos e incómodos con esto seria menos probable que mantuviera su bocota cerrada, pero Osvaldo no parecía dispuesto a moverse de donde estaba, que inconvenientemente se encontraba con sus brazos a los lados de mí cabeza apoyándose en los codos y sosteniendo con sus manos las mías, con su torso pegado al mío, su boca a unos centímetros de la mía, con una pierna entre las mías.


    ─Deja que me levante lobo─ le exigí desesperada, no iba a permitirlo ¡Eso no!.


    ─Dime porque lo hiciste y te dejo libre─ me respondió con una sonrisa arrogante al notar mi repentino nerviosismo─. Dímelo rápido, que esos dos se acercan─ me advirtió más que satisfecho, supongo que fue por la cara de miedo que tenia.


    ─Jamás─ le conteste con una mirada fría, lo cual causo que sonriera, ahora el era el divertido.


    ─Como quieras amor─ agrego y se puso a besar mi cuello de una manera implacable.


    Grave error, debí decírselo, solo quería divertirme un rato a costa de él. Unos segundos después llegaron Angels y Deimont.


    ─Valla─ dijo Gladys divertida al ver mi rostro totalmente rojo, mientras su novio solo lanzo un chiflido, el cual hizo que el lobo que se estaba comiendo a besos a la princesa, ósea a mí, se detuviera─. ¿Quieren que los esperemos?─ preguntó conociendo de antemano la respuesta de ambos.


    ─S…─ intente evitarlo, pero me venció, yo iba a pedirle a Gladys que se quedara o si era posible que me lo quitara de encima, pero el me beso callándome rápidamente.


    ―No― aseguro el separándose un momento de mi―. Váyanse al rato los alcanzamos.


    Escuche una risa y después de un rato me di cuenta de que ya se habían marchado dejándome sola con ese peligroso depredador. Al parecer, Osvaldo lo estaba disfrutando pues se olvido de sujetar mis manos y bajo una a mi cuello para poder besarme más profundamente y con mayor lujuria, mordiendo mis labios y mi lengua sin descanso y sin detenerse a respirar un solo segundo, mientras con la otra atrapaba una de mis piernas y la acariciaba metiendo la mano poco a poco debajo de mi falda, cuando empecé a sentir su mano tratando de entrar en mi ropa interior reaccione y le pegue una cachetada, que, si bien se la merecía, dos segundos después me había arrepentido de haberle pegado.


    Eso de ser agresiva cuando se propasaba, siempre terminaba mal, no por que el se molestara conmigo, si no que el rollo que armaba era en su propia contra y eso era peligroso, pues siempre desestabilizaba nuestra relación.


    ─Lo siento─ me dijo el levantándose de encima de mí de manera muy rápida con el semblante serio y un poco preocupado, que consiguió que yo también me preocupara.


    Me tendió la mano para que me levantara y yo la tome sin dudar un solo segundo, con temor de que pasara lo mismo que la otra vez que él se propaso un poco conmigo.


    ─Sera mejor que vallamos con los otros dos─ soltando mi mano en cuanto estuve de pie, lo sabia, había pasado de nuevo, la verdad no quería empezar así mi nuevo año escolar, yo quería llegar con mi novio de universidad a la escuela y que el me recogiera dándome un tierno beso, eso no seria posible, al menos de que lograra aplacar su humor.


    Empezó a caminar rumbo a la pista de carreras en motocicletas que se encontraba a unos 300 metros de donde estábamos nosotros, yo lo mire nerviosa, esa mirada ya la conocía, era la que ponía cada que pensaba en terminar conmigo “por mi propio bien”, cuando en realidad mi propio bien era estar con él todo el tiempo posible y estaba loco el que se atreviera a decirme lo contrario.


    Creí que lo mejor seria seguirlo, eso hice y arreglar las cosas lo antes posible… eso seria algo difícil, me costaba poner a trabajar mi mente en esas situaciones, lo mejor seria darle un poco de tiempo, aunque entre más tiempo le diera más difícil seria que el cambiara de idea.


    **********************Pov. Osvaldo *******************


    Lo había hecho de nuevo, había olvidado lo único que ella me había suplicado que no hiciera… otra vez, la verdad no me molestaba del todo que no me lo permitiera, al fin y al cabo ella era una niña todavía, aunque no lo parece del todo por su cuerpo, no es tan provocativo como el de otras chicas, pero aun así me cuesta un poco controlarme ante mis “instintos de lobo”.


    Caminaba lentamente, sentía que ella me seguía por detrás, al menos no se había molestado. ¿Cómo era posible que ella me perdonara el romper nuestra promesa cada vez que sucedía? Suspiré pesadamente, ella me amaba… esa era la razón por la cual cada vez que cometía ese garrafal error ella lo olvidaba como si no hubiera sucedido y yo perdía la cabeza tratando de terminar con lo nuestro, sabia que la lastimaría si lo intentaba de nueva cuenta, pero no tenia otra opción, tal vez si esta vez le hacia el daño suficiente ella no me perdonaría ni trataría de volver conmigo, aunque ¿Qué importaba yo? Si ella estaba bien yo haría lo que fuera.


    Pero ¿Cómo lo haría? Ella siempre olvida, o al menos lo deja de lado, cuando la hiero con palabras, la “engaño” con alguna chica, nunca lo había hecho de verdad las únicas dos veces que lo intente termine pidiéndole a mi prima que me ayudara, pero a mi princesita no le importo, ¡Uff! Que cursi se oyó eso, en fin, simplemente se le enfrento y le pidió que me dejara para que pudiéramos volver, fue entonces cuando Brenda le conto que era mi prima y se volvieron las mejores amigas de todo el universo. Una vez que se me agotaron las ideas fui capaz y con todo el dolor de mi alma de darle una bofetada, como ella había hecho para que yo me alejara de ella, pero ella solo coloco su mano en el sitio donde la golpee, me miro con los ojos llorosos y me pidió que la golpeara otra vez si eso hacia que yo “regresara” con ella, cuando en realidad nunca la abandone, ante lo cual fui tan débil para abrazarla y pedirle que me perdonara, lo cual ella ni siquiera fue capaz de decir, si no que en lugar de eso ella fue la que se disculpo, cosa que me hizo enfurecer de nuevo, pero de todas maneras no quería discutir con ella.


    No, no había fuerza humana o sobrenatural que hiciera que ella me odiara, no había nada que hiciera que ella se enfureciera conmigo… entonces, aunque la lastimara, pasara lo que pasara ella no me odiaría, pero yo si…yo si me odio por lastimar lo que más amo…



    Continuara…

    Wenopues esta historia es algo rara como se han dado cuenta, la escribi junto con una amiga el año pasado pero pues no me habia animado a pasarlo hasta hace poco, espero que les halla gustado el kpytulo ^^

    MaTTa nE^.*!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
     
  5.  
    Princess Alexandra

    Princess Alexandra LexSnape

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    Hasta que la muerte nos separe!!!
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    Re: Hasta que la muerte nos separe!!!

    Hasta que la muerte nos separe!!!
    Capitulo 3
    “El herirte… ¿es la única solución?”
    “Nunca te dejare de amar…esa es mi decisión”
    No comprendo el que me ame tanto, tanto que le sea imposible odiarme o siquiera enfadarse conmigo por herirla una y otra vez, espero que esto haga que se enfade conmigo, que me vote y me abandone para siempre, pero que no me odie si no es necesario, porque de ser así el dolor será imposible de soportar.

    Me detengo y oigo que ahoga un gritito de miedo ante lo que supone que pasara, se que piensa que le voy a decir que lo mejor para ella es alejarse para siempre de mí y olvidarse de que alguna vez fuimos almas gemelas, pero por primera vez pienso en no pedirle que terminemos, si no que esta vez voy a hacer que me odie sin siquiera abrir la boca.

    Doy media vuelta decidido a enfrentar su hermoso rostro lleno de tristeza, ahí esta esa mirada llena de suplica, esa mirada que hace que todos mis planes para separarme de ella sean de lo más patéticos, pero esta vez no me van a vencer, esta vez, su corazón y su fe en mi quedaran destruidas.

    ─Osvaldo─ me llama con cuidado tratando de evitar que la voz se le quiebre ante la tristeza y el miedo que esta sintiendo─, no me pidas que no nos volvamos a ver─ oigo como aquella voz me suplica, cargada de dolor y pánico.

    No, no te preocupes, no lo hare, dije para mis adentros con un nudo en la garganta.

    Me acerco a la niña que me robo el corazón, pero no parece capaz de sostenerme la mirada, así que yo tomo su barbilla con mi mano para levantar su rostro hacia mi.

    Mi princesa me miro sorprendida ante ese gesto lleno de ternura, me acerco a sus labios y los beso de una manera salvaje, feroz y enloquecida.

    Esto hará que se enoje y me abandone, el herirla es la única solución que me queda para protegerla de mi mismo.

    El herirte…es la única solución. Eso le suplico a mi corazón, el herirla hará que se enfade, espero que esta vez las cosas salgan como lo deseo…

    ************************Pov. Issa*************************

    Algo malo va a salir de esto si no hacia nada para evitar que siguiera, no sabia porque, pero lo sabia, sabia que si no lo detenía algo terrible pasaría, pero en realidad importaba mucho, la verdad no pensé que reaccionaria así, pensé que me gritaría y me suplicaría de nueva cuenta que nos separáramos, pero en su lugar me estaba besando y me sujetaba de la cintura mientras hacia que retrocediera y me apoyaba en un árbol.

    ─Lobo… por favor… para─ le suplique entre beso y beso en cuanto sentí la fría corteza del árbol tocar mi espalda.

    ─No, no lo hare─ me respondió el con la voz agitada.

    ¿Por qué diablos me hacia eso? Siempre que yo se lo pedía se detenía, el sabia que yo no era capaz de llegar más lejos de unos besos y unas caricias, sabia que aun no estaba preparada para salir de esa base y correr a la siguiente, porque tropezaría y no me levantaría de esa gran caída.

    ─Osvaldo… te lo suplico─ le rogué con cuando el bajo su boca hacia mi cuello y empezó a morderlo y besarlo con un salvajismo jamás visto por mi.

    ─No, no lo hare─ me repitió y yo empecé a derramar lagrimas, no eran de miedo, ni de odio, eran de una profunda tristeza, una con la cual no podía, lo había comprendido, sabia porque lo hacia, el lo estaba haciendo para que yo no lo perdonara esta vez, no se iba a detener, no se echaría para atrás, no lo haría si eso me mantenía a salvo…

    No había nada que yo pudiera hacer para que él se detuviera y no cometiera el peor error de toda su vida, él no se perdonaría si llegaba a lastimarme. Yo no podía permitirle lastimarse a si mismo.

    Lo entendí, solo había una solución posible en la que la única afectada posiblemente seria yo. Cedería. Si lo hacia él lo haría de todas formas, pero al menos de esa manera después, cuando él me dijera que había sucedido lo que yo menos deseaba, yo podría decirle que eso era mentira, porque yo había deseado hacerlo.

    ─Osvaldo…─ lo llame pero el no se detuvo y empezó a desabrocharme la blusa─ hazlo, hazlo ya te necesito─ le pedí con todo el dolor de mi alma.

    Aceptaría a estar con él, lo aceptaría con tal de que no me dejara.

    Al parecer el oír que yo se lo pedía lo dejo helado, porque justo después de eso se detuvo.

    ─ ¡Que demonios te sucede!─ me grito alejándose de mi, lo suponía, se había enfadado y por suerte parecía que conmigo─ ¡Porque demonios…!─ no parecía capaz de decir nada más estaba totalmente consternado ante el fallo de su plan maestro o tal vez por el hecho de que de verdad le molestaba un poco mi bipolaridad en la toma de decisiones importantes─ ¿Por qué no me odias?─ prácticamente esa pregunta hizo que pusiera los ojos en blanco a pesar del estado de extremo pánico en el que me hallaba después de lo ocurrido hace unos momentos─ ¿Por qué me ibas a permitir hacerlo?─ me pregunto con la mirada llena de dolor.

    ─ Por que… Nunca te dejare de amar, además esa es mi decisión…

    Continuara…
     
  6.  
    Zusura

    Zusura Beta-Reader

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    Re: Hasta que la muerte nos separe!!!

    Hola!
    Hace mucho que no me pasaba por la zona de originales y déjame decirte que tu historia me agradó.
    En un principio se me hizo extremadamente lenta... como que la descripción la hacían poco pasable.
    Pero con el paso de los capitulos he notado que has mejorado ese aspecto, lo cual es muy bueno. La ortografía es buena, sólo que falla a veces(a mí también me pasaxD!).
    Lo único que me extraño fue el cambio de narrador, que fue de un personaje al otro... como que me pregunté "¿No hubiese sido más fácil hacer un narrador omniciente?"
    pero eso es asunto tuyo.
    Está bueno :D
    me gustó!! espero la continuación^^
     
  7.  
    Poison Kiss

    Poison Kiss Entusiasta

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    Re: Hasta que la muerte nos separe!!!

    me ha encantado!
    yo no tengo problema con la ortografía, pero me gustaría que hicieras la
    letra un poco más grande pues creo que es difícil entendela con ese
    tamaño :S

    continua así! ya quiero ver que pasa!
     
  8.  
    Princess Alexandra

    Princess Alexandra LexSnape

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    Hasta que la muerte nos separe!!!
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    Re: Hasta que la muerte nos separe!!!

    Bien aqui esta la konty y perdon por el retraso.

    Espero que les guste :)

    Hasta que la muerte nos separe!!!
    Capitulo 4
    “…como cualquier idiota enamorada accedí…”
    “Ella no estaba entre mis brazos era seguro, pero entonces ¿Dónde estaba?”
    Caminamos en dirección a las pistas en silencio, la verdad, nunca pensé que podría ganarle, es más el pobre ni siquiera pudo decirme una sola palabra para que lo nuestro se acabara y por suerte yo soy lo suficientemente lista como para no sacar el tema.

    Al fin llegamos, nunca lo pensé de verdad, pero en realidad me parece que la deportiva cada vez esta más grande o tal vez estoy enloqueciendo… creo que le preguntare a Angels sobre si la han remodelado últimamente, aunque creo que tal vez si estoy enloqueciendo un poco.

    ─Valla, valla─ dijo Deimont en cuanto nos vio, y al parecer se le ocurrieron un montón de nuevas bromas para molestarnos… bueno más bien dicho, para molestarme, ya que a Osvaldo nunca le ha dado ni siquiera un poco de vergüenza el hecho de que su mejor amigo se la pase diciendo cosas con doble sentido─. Tal parece que el lobo no se comió a la princesa─ aunque yo halla usado esa expresión anteriormente, no quiere decir que lo allá hecho con la misma intención que él.

    ─Pues, que crees Rodri-chan─ le respondí con una sonrisita. Me encantaba decirle así desde que tengo doce, en especial porque la primera vez que se lo dije y le explique que onda, se puso verde Hulk─, que en realidad nos la pasamos de maravilla─ al decir eso el pobre de mi amigo-hermanomayor-sobreprotector ardió en las llamas del infierno y miro a mi pobre lobito con una mirada asesina, pero el muy idiota de mi novio ni cuenta se dio de ello.

    ─Angels─ llame a mi amiga y pase al lado de Deimont, para acercarme a ella que se encontraba un poco más atrás, la verdad, lo que trataba de hacer en ese momento era ponerme un poco en cubierto, para evitar estar en la línea de fuego, pues Troya estaba apunto de arder.

    ─Compadre…─ se acerco Rodrigo a Osvaldo, pero al escuchar decirle así, no pude evitar soltar tremenda carcajada, como hacia cada vez que mi padrino y mi papá se decían así, debido a que vi unos videos de huevocartoon de unos “huevos rancheros” que se decían así y les gustaba el arroz con popote… en fin eso no tiene nada que ver, creo que deje divagar demasiado mi mente, pero me ignoraron olímpicamente, mientras yo me reventaba de la risa─ no habrás… hecho nada… de… eso… con… ¿Verdad?─ pregunto mientras se acercaba a el con paso demoniaco y yo, como toda buena fanática del anime, me imagine que, por un momento se le veía un aura negra y ojos rojos.

    ─Por supuesto que no─ respondió por fin el desnaturalizado de Osvaldo, pero al lanzarle una mirada me quede más tranquila pues me había guiñado un ojo y sonreído de manera cómplice de forma que el demonio lo viera. Según parecía, ya se le había pasado el berrinchito.

    ─ ¡Bueno! ¿Qué demonios vamos a hacer?─ nos grito Gladys desesperada y con una lámpara en la mano ¿Una lámpara? Mire al cielo y vi que ya estaba totalmente obscuro y según por lo que podía observar, ya no quedaba nadie más que nosotros en la depo, de hecho, estaba casi segura de que ya la deberían de haber cerrado.

    ─ ¡Claro!─ grite alegre. Estos juegos me encantan, siempre termino ganando. Y si iba a ganar, mejor que fuera pronto─ Deimont, ¡Deja de torturar a mi novio! ¡Ya quiero empezar a jugar!─ le grite, aunque no era necesario, era muy divertido verlo saltar de esa manera a cada momento que me era posible.

    Nos dirigimos todos hacia la entrada, y si. Definitivamente nos habían dejado adentro de nueva cuenta, bueno, que más daba, al rato nos saltaríamos las rejas como cualquier otra noche.

    ─Bien el negro es el lobo y el rojo el demonio…

    ─… de taz-mania─ murmure por lo bajo haciendo que mi novio a mi lado sonriera un poco─. En fin que más da ya se me las reglas, pero solo dime hasta donde nos vas a hacer correr hoy Satanás, no nos vayas a mandar a mil millones de kilómetros de salamanca eehh─ advertí a mi amiga. A ella le encanta vernos sufrir, pero la verdad es que yo estoy en mejor estado físico que ella, así que si aguantaría a la perfección, pero mañana era mi primer día en la prepa y no quería llegar a arreglarme faltando cinco para las siete.

    ─Hasta la iglesia abandonada de las reinas…─ me miro. Con una sonrisa nerviosa, como si la temiera que la asesinara, y eso era exactamente lo que iba a hacer.

    ─Angels…─ la amenace con la peor mirada homicida que tenia─ reúne a toda tu corte celestial, porque la vas a necesitar…─ estaba a punto de asesinarla, cuando Osvaldo me rodeo con los brazos, no para abrazarme, sino para inmovilizarme. Estoy segura de que la culpa no era del todo de Gladys, pero era la que más daño le podía hacer si necesitaba venganza.

    ─Vamos, amor─ Osvaldo me trato de persuadir de mil maneras, pero si no es tan sencillo domar a una bestia (y con esto me refiero a mi novio), mucho menos a una adolecente totalmente enfurecida.

    ─ ¡No! ¡Déjame arrancarle la cabeza!─ le ordene tratando de zafarme de sus brazos, pero él era más fuerte que yo, así que fue un intento en vano.

    ─No…─ se rio por lo bajo, pero como me tenia sujetada lo oí claramente ¿Qué era lo gracioso?

    ─ ¿Qué te da tanta risa?─ pregunte indignada, ¡Genial! ¡Ahora se burlaba de mí!

    ─Nada princesita─ claro que pasa algo, solo que no me lo quieres decir…─enserio, lo que pasa es que no es para tanto─ ¿que…?

    ─ ¿Qué? ─no puede ser mi amado lobo ya enloqueció por completo─ Las reinas están ¡Del otro lado de la ciudad!─ ahora si estaba indignada, bueno pues que se creía, que yo era indestructible ¿o que?

    ─No pasa nada, te juro que si te cansas lo dejamos para la próxima vez─ me susurro en el oído de una forma tan… sensual. No pude más, me derretí.

    ─De acuerdo…─ y como cualquier idiota enamorada accedí, en verdad patética…

    La carrera comenzó.

    ***************************Pov Osvaldo***************************

    No fue tan difícil como debería haber sido rastrear la bandera que mi mejor amigo había “escondido” en la depo, así que en cuanto la encontramos nos dirigimos de inmediato hacia la salida.

    ─ ¿Crees que ya habrán encontrado la nuestra?─ me pregunto Issa mientras corríamos.

    ─Lo dudo, pero por si acaso hay que apurarnos─ me miro extrañada, seguro ella no tenia prisa para acabar la carrera─, mañana entras a la prepa─ le recordé .

    ─Genial…─suspiro con pesadez. Valla, nunca pensé que le asustara la escuela─ que horror, voy a volver a se novata de nuevo ¡Con lo que me gustaba ser la Reina!─ grito resignada. Claro… debí suponerlo, de verdad me molesta esa idea de que la idolatren otros idiotas, el único que puede hacer eso soy yo. Pero eso de que sea nueva me agrada, nadie la tratara como reina, espero…

    ─No te preocupes en unos dos años ya serás a reina otra vez─ le asegure y reprimí una sonrisa apretando los labios.

    ─Supongo─ suspiró─. Lobo, toma la bandera─ me la tendió y yo la tome mientras ella empezaba a saltarse la reja─. Ya. Pásamela─ me extendió la mano y yo se la entregue junto con la lámpara cuando ya se encontraba en el suelo, para cruzarme yo también.

    ─Vamos─ le dije en el momento que a jalaba de la mano, pero ella se soltó de mi agarre─ ¿Qué sucede?─ eso me preocupo, ella nunca se distanciaba un solo centímetro si no era necesario.

    ─Nada…─ respondió con la voz un poco extraña, me quito la bandera y la linterna, para dejarlas en el piso a un lado de nosotros.

    ─ ¿Qué sucede?─ repetí ansioso. Definitivamente se estaba comportando un poco raro, bueno, más raro de lo habitual.

    Me empujo de los hombros hacia atrás, haciendo que mi espalda chocara contra la reja y me sonrió con suficiencia mientras colocaba sus brazos alrededor de mi cuello, pegándose a mi cuerpo.

    ─ ¿Sabes? No me interesa mucho si llego un poquito tarde a la prepa─ murmuro suavemente, y estoy seguro que estaba mirando fijamente mis labios cuando mordió el suyo─. Además, no crees que seria lindo que los dejáramos ganar al menos una vez.

    Yo puse mis brazos alrededor de su cintura y con una sonrisa en los labios me apodere de los suyos, que de inmediato respondieron con intensidad, sus dedos se enredaron en mi cabello y me jalo hacia ella.
    Pronto me di cuenta de que mordía mi labio inferior con un poco de timidez, pero aun así con la desesperación sintiéndose en los suyos, sonreí ante su silenciosa petición y me separe un poco de la reja para darnos la vuelta ─sin dejar de besarnos claro esta─, para que ella se recargara y yo la acorralara con mi cuerpo. En cuanto la tuve en donde quise abrí mi boca y presione delicadamente mi lengua contra sus labios que se abrieron de inmediato, justo cuando se le escapo un suspiro. El sabor de su boca me hacia perder el poco control que tenia sobre, y el tenerla con su cuerpo presionándose contra el mío no era de mucha ayuda, así que baje un poco la intensidad de nuestro “pequeño” beso, en la espera de que; uno, se acabara el aire y tuviéramos que separarnos; o dos, que decidiera que ya me estaba pasando un poco de la raya y me empujara un poco hacia atrás.

    Fue lo segundo, como siempre. En un suspiro de resignación me separe de ella.

    ─No debería ser tan cruel con tu pobrecito novio─ le susurre en el oído y ella soltó una alegre risita, de esas que me llenaban, de esas que solo le salían cuando de verdad era feliz, cuando leía o cuando los cuatro íbamos a su casa, ponía el karaoke y cantaba y bailaba como una niña de 5 años.

    ─Gomen─ se disculpo dándome un piquito.

    ─Enserio, me saca de quicio que hables así, muy a duras penas y entiendo en español y tu vienes y me hablas en japonés─ me queje y otra vez se rio, pero ahora fue en una carcajada totalmente abierta y las luces de una casa se encendió a poca distancia de nosotros─. Oh, oh ¡Corre!─ grite por instinto y la jale de la mano mientras se agachaba para recoger la bandera y la linterna pero esta se le cayo y hay la dejamos.

    Corrimos. Recorrimos seis cuadras corriendo tomados de la mano y riéndonos como locos.

    ─Bueno, ya vamos enserio─ le dije, pero me pego con la palma de la mano en el pecho y grito “tu la traes” antes de salir corriendo de forma muy infantil y riéndose sin parar.

    ─ ¡Tramposa! ¡Así no se vale! ─ grite con la intención de hacerle reír, me ro en su lugar solo escuche un grito desgarrador, que me helo la sangre haciendo que me pusiera pálido al extremo─ ¡No!─ grite desgarrando mi garganta y corriendo hacia donde hacia unos momento se había escuchado ese aterrador grito de parte del amor de mi vida.

    Lo único que encontré fue el pedazo de tela negro, que nos servía de bandera y cuando me agache para recogerlo y solté un grito ahogado al ver que tenia una mancha roja…sangre…su sangre. Sentí como la mi mía se escapaba por completo de mi rostro, Me levante rápidamente, aturdido.

    Corrí, esperando poder verla cerca riéndose de la broma que yo esperaba me estuviera haciendo, pero no la vi. Desesperado y aterrado llame a Gladys.

    ― ¿Bueno? ― contesto con intención pero yo no estaba de humor para contestarle como de costumbre.

    ―Issa desapareció― le comunique con la voz quebrándoseme.

    ¿Qué? ―grito asustada, entonces escuche como caía al suelo el celular y lo volvían a recoger.

    ¿Qué sucede lobo? ― me pregunto ahora la enojada voz de mi mejor amigo.

    ―Issa…de…desapareció― logre formular nuevamente claro que fue más difícil esta vez, poco a poco una aterradora bruma me envolvió. Eso no podía ser cierto ¿Dónde estaba? Ella no estaba entre mis brazos era seguro, pero entonces ¿Dónde estaba?

    ¿Cómo que desapareció? ¡Lobo no seas idiota, no estoy para juegos! ¿Dónde esta mi hermanita?― Grito enfurecido desde el otro lado del auricular.

    ― ¡No lo se!― grito yo sintiéndome caer de rodillas― ¡No lo se!

    Osvaldo, tranquilo vamos para allá ¿Dónde estas?― ahora era la voz de Gladys la que me hablaba.

    ―En… no lo se― me rendí al no ver una sola luz que iluminara la calle.

    Lobo, dime donde estas para ayudarte a buscarla― me exigió Angels.

    Yo busque con la mirada algo que me fuera de utilidad, pero nada parecía real, trate de concentrarme ella me necesitaba. Recorrí con la mirada un aparador bastante bien conocido por mi.

    ―Cerca del puesto del mago. Por favor apúrense― les suplique con la voz débil.

    Tranquilo vamos para allá― me aseguro y después colgó el teléfono.

    No podía quedarme ahí, pero tendría que esperar a que ellos llegaran para moverme y poder buscarla con ayuda de esos dos, pero… ¿y si no la encontraba? ¡No! ¡Ni siquiera debería de plantearme esa idea! La encontraríamos, teníamos que sino ¿Qué le diría a su familia? ¿Qué le diría a Brenda? Si algo le pasaba no podría mirar de nuevo a la cara a Rodrigo que la quería como si fuera su hermana. Pero yo… moriría, si algo malo le pasaba me sentiría vacio solo, no estaba dispuesto a vivir sin ella más de una día.



    Continuara…
     

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