Hasta nunca

Tema en 'Relatos' iniciado por Leonhart, 18 Abril 2009.

  1.  
    Leonhart

    Leonhart Usuario popular

    Virgo
    Miembro desde:
    17 Enero 2009
    Mensajes:
    656
    Pluma de
    Escritor
    Título:
    Hasta nunca
    Total de capítulos:
    1
     
    Palabras:
    1559
    Hasta nunca

    [FONT=&quot]Y me dio el síndrome de "escribe y sube todo lo que puedas" :rolleyes:
    [/FONT]​
    [FONT=&quot]

    Hasta nunca.
    [/FONT]
    [FONT=&quot]
    Una triste tarde de otoño. El cielo está increíblemente nublado, hace frío y las hojas secas caen lentamente para dejar al desnudo las grandes ramas de los árboles en los que yacieron por casi todo un año: un triste e incoloro panorama.
    Al poco tiempo, comienzan a caer pequeñas y gentiles gotas de agua, que más tarde se convertirían en una verdadera tormenta.

    Bajo aquel mencionado diluvio, tú y yo.
    Te llamo y aún así continúas caminando, ¿es que acaso no me escuchas? Si mi voz suena tan desesperada —Inclusive por encima de los fuertes truenos que nos acechan desde arriba—, ¡¿Por qué no volteas y me miras a los ojos?!

    Me he cansado de perseguirte, de perseguirte y que nunca me hagas caso. Y con esto no me refiero únicamente a ése día en especial; sino a la enorme mayoría de días en que nuestras miradas se cruzan. Sí, desgraciadamente sólo cruzamos miradas, ya que no emites sonido alguno; ni siquiera me tomas importancia.

    ¿Por qué eres así?, ¿acaso he hecho algo mal?

    Y lo peor es que me importa.
    Me importa cómo me tratas; esa fría indiferencia me hiere. Si tan sólo pudiera comprenderte aunque fuera un poco…
    No, más bien: Si tan sólo pudieras dejarte entender un poco…

    Te gusta jugar conmigo, ¿verdad? Creo que lo disfrutas y mucho.
    Pero bueno, ¡¿quién no lo haría?!

    ¿Quién no disfrutaría el saber que alguien sufre por él? Ahora, adicionándole tu orgullo masculino, ¿qué hombre no ama saber que una chica sufre por él?

    Pero aunque no lo creas, yo también tengo orgullo y bastante; por eso he decidido que esta sería la última vez que te “rogaría” de esa forma.
    Aunque estos sentimientos me dejen sin más y me obliguen a hacerlo, ya no quiero. No más.


    Grito tu nombre ya por tercera ocasión y parece que esta vez, al fin me has escuchado.
    Te detienes mirando al piso y con las manos refugiadas en las bolsas del pantalón. Estamos empapados, completamente empapados.
    Dudo si acercarme a ti o no. Si me acerco, ¿me ignorarías como es tu costumbre? Seguramente sí, por lo tanto prefiero que voltees a verme; así tendré por seguro que quieres hablar y no me ignorarás más.

    Y ¡oh sorpresa! Por primera vez en la vida, reaccionas como yo esperaba que lo hicieras: te das la media vuelta y me miras fijamente. Esa mirada. Tu mirada siempre me ha transmitido un sentimiento… extraño…

    Estamos en silencio, ahora que me miras ya no sé qué decirte. Sólo se escuchan los truenos ocasionados por el choque de las grandes nubes y el aire resoplando por las ramas de los árboles ya sin hojas. Me miras como esperando a que hable, y la verdad es que te doy la razón; yo misma te grité, por lo tanto debía decirte algo…


    No puedo evitar bajar la mirada, sabía que tenía que hablar y pronto. Tengo tu completa atención, cosa que jamás había sucedido ¡se supone que debería aprovechar! Pero ahora… ¿Qué digo?
    El triste sentimiento que acecha mis adentros comienza a salir al descubierto, haciendo que mis ojos imiten la acción del cielo. Las pequeñas e inseguras lágrimas que salían de ellos claramente se confundían con las gotas de la incesable tormenta que caía en esos momentos.

    —¿No piensas decirme nada? —Por fin… ¡Me hablas! Dios, jamás pensé que llegaría este día…

    Me quedo completamente en silencio, intentando esconder mis ahogados sollozos para que no te des cuenta de mi situación. Sacudo mi cabeza y discretamente limpio mis lágrimas; no sería bueno que me vieras llorar, ¿verdad?
    Finalmente, alzo la mirada y te veo ya mucho más cerca… ¡Te acercaste! Eso sí que no me lo esperaba.

    —Si te dijera algo, ¿me harías caso? —Te cuestiono en tono de ironía. Tenía bastantes razones y pruebas para creer lo contrario.
    —Depende… —Encoges tus hombros y miras hacia otro lado. ¡¿Qué le estaba pasando al mundo?! Acechaba un enorme diluvio y tú estabas hablándome… Sin duda alguna algo anda mal, ¿sería ya el fin eterno?

    Absurdo.
    Las cosas pasan por algo y hay que enfrentarlas en el momento que nos toque.

    Nuevamente guardo silencio y agacho la mirada. Tú me miras penetrantemente, lo cual me pone bastante nerviosa. Hago un pequeño gesto, me armo de valor y subo la mirada en forma decisiva; total, ¿qué podía perder?

    —¿Por qué? —Pregunto con una sonrisa fingida.
    —¿Por qué? —Cuestionas imitándome claramente extrañado— ¿Qué cosa?
    —Siempre me has tratado mal… ¿Por qué? —Esta vez, las lágrimas amenazaban salir salvajemente y sin previo aviso; pero no, debía aguantar.

    Guardas silencio, como reflexionando mi pregunta. ¿O es que tal vez tenía tanta razón que no sabías ni siquiera que responder?

    —Hmph… —Sólo sueltas esa fría y reservada expresión, ¿qué acaso no podías decirme más?
    —“Hmph” ¡Claro! —Exclamé con notorio sarcasmo— Es todo lo que sabes decir, ¿no? Siempre es lo mismo.

    Nuevamente me miras, pero esta vez con mayor asombro. Jamás me había atrevido a hablarte de esa forma y lo sabías perfectamente; siempre había sido la chica agradable y dulce que, sin importar cómo trataras, continuaba mirándote con una gran sonrisa en el rostro, aunque no fuese del todo real.

    —Ya no más… ¡Ya no más! —Alcé la mirada y esta vez no pude esconder las lágrimas en ningún lado, menos pude guardármelas— Juro que ya no más…
    —¿Ya no más? —Tu tono no había cambiado en lo absoluto: Continuabas frío, pero extrañado.
    —Esta será la última vez que me tratarás como quieras, será la última vez que seré agradable contigo, ¡la última vez! —Exclamo desesperadamente. Quería hacerme ver que en realidad debía ser la última vez…

    Te quedas sin que decir, casi boquiabierto.
    ¿Pero qué creías?, ¿qué me tendrías como tonta toda la vida? Pues ¡gran sorpresa te has llevado! Ya viste que no…
    Entonces es cuando volteas la mirada y te limitas a guardar silencio, ¿habías sentido ya el remordimiento o lo que dije te estaba pegando en el orgullo?

    —Está bien… Dejarás de perseguirme, ¿no es así? —Cuestionas aún con la mirada volteada.
    —Claro que lo haré. Jamás volveré a buscarte de nuevo —El coraje en mi porte iba cada vez en mayor aumento, agarraba agallas de donde podía— Eso era lo que querías, ¿no? —O eso era lo que me dabas a entender…
    —No del todo… —Haces un pequeño gesto de molestia y al fin volteas a verme.
    —¿No del todo? —¿A qué te refieres con eso?
    —Sí… —Aseguras mirando al cielo y arrojando al viento un silencioso suspiro— Pero haz lo que quieras, no soy quien para pedirte lo contrario.

    Me sorprende tu respuesta. ¿Sí?, ¿no del todo? Entonces… ¿Qué demonios era lo que esperabas? ¡¿qué querías?!
    Pienso unos segundos en cuestionártelo, pero decido no hacerlo; ya había dicho que ya no te buscaría más. Promesas son promesas.

    —Entonces… Esto ya es un adiós, ¿no? —Te volteas y pronuncias aquellas palabras mirando al piso indiferentemente.
    —Así es —Respondo con seguridad y ahogando mis estúpidos sentimientos en la feroz lluvia que nos acechaba.
    —Bien —Das un par de pasos y volteas a verme de reojo— Lo siento y… Adiós.

    ¿Lo sientes? Me imagino que sólo lo dices por compromiso o “educación” porque la verdad, no se veía que lo sintieras sinceramente.
    Suspiro silenciosa y tristemente, te veo unos segundos y pronuncio sin ninguna expresión en mi persona:

    —Adiós…

    Escuchas lo que dije y comienzas a caminar con las manos metidas en las bolsas del pantalón, mirando al piso y con cierto aire nostálgico.
    ¡Dios! ¡¿qué era lo que sucedía?!
    ¿Acaso tú también…? No, patrañas.

    Te miro alejarte y agacho la mirada, seguramente sería la última vez que nos veríamos en la vida; seguramente huiría de ti.
    Aprieto mi puño y nostálgicamente digo:

    —Hasta nunca, mi amor…
    [/FONT]




    ****
    [FONT=&quot]Ésta historia la escribí hace tiempo, pero apenas me decidí subirla.
    Creo que deja con algunas dudas, más por el final y esos tres puntitos suspensivos, pero ése el el chiste
    xD

    Espero y les haya gustado. Gracias por leer :)
    [/FONT]​

     
  2.  
    berlinQueer

    berlinQueer Usuario común

    Capricornio
    Miembro desde:
    22 Diciembre 2003
    Mensajes:
    304
    Pluma de
    Escritor
    Re: Hasta nunca

    primero que nada quiero decir que, si hay algo que odio hasta el infinito y mas alla es el personaje femenino que sufre y es patetico a causa del amor, incluso es insultante. si, ya se que es una historia, pero hay DEMASIADOS de estos personajes.

    El cuento está bien escrito, y los pequeños dialogos que pones por aqui y por alla estan buenos, bien armados. EEscribir dialogos es bastante dificil, porque uno siempre corre el riesgo de parecer falso si lo hace muy adornado o parecer que no desarrollaste bien los personajes si son demasiado secos.
    Lo que si me gusta es el cambio de actitud que sufre ella en el momento en que empiezan a hablar. Cuando un personaje actúa OOC (en una historia decente) significa que esta por pasar algo muy importante, generalmente su muerte. Y esto es un poco lo que nos da la pauta para imaginar que viene despues de que "caiga el telon".

    Pero...
    El argumento no me gustó mucho, es poco original y, como dije ahi arriba, odio a la protagonista. Lei hasta el final con la espectativa de que le dieras una vuelta de tuerca y me dejaras ohhh, pero no la hubo ._.
     

Comparte esta página

  1. This site uses cookies to help personalise content, tailor your experience and to keep you logged in if you register.
    By continuing to use this site, you are consenting to our use of cookies.
    Descartar aviso