Hasta luego (InuxKag)

Hasta luego (InuxKag)

N.a: Inuyasha y compañía no me pertenece, si no a su creadora: Takahashi Rumiko.

………………

La lluvia caía con intensidad, confundiéndose con mis lágrimas. Se ira y no puedo hacer nada… soy tan torpe de haber llegado antes, de haberle comprendido… pero el hubiera no existe, se va y no volverá.

Aun entre mis bolsillos, doblada se encuentra esa carta… aquella carta que arruino mí vida

Querido Inuyasha:

Lo lamento… no puedo mas, lo intente. Te lo prometí… pero mi alma no soporta más dolor, si alguna vez me viste como algo más que una amiga… ¿pero que digo? Tú nunca me vistes mas halla de eso, solo espero que encuentres la felicidad, tal vez nunca la llegaste a olvidar, como se que ella donde quiera que este no te olvida. Como yo nunca podré olvidarte.

Te ama… KH

P.D.: Mi avión sale a las 7:00 P.m. Por si quieres darme el último adiós.

Aquí estoy corriendo como si mi vida dependiera de ello, la verdad una vida feliz depende de ello, las personas se quejan cuando las empujo. Pero no estoy en condiciones como para parar a disculparme.

Siempre estuviste a mi lado, nunca me abandonaste… me apoyaste hasta en mis ideas mas locas… Sango tiene razón, nunca aprendí a valorarte. Aun recuerdo cuando murió mi madre, ahí estuviste abrazándome toda la noche, fue la primera vez que llore. Pero ahora lloro por ti.


.-Inuyasha, lo lamento – dijiste mientras me abrazabas por la espalda.
.- se fue…Kagome…se fue y no volverá- me abrase a tu pequeño cuerpo, los sollozos salían por mi garganta, sin darles permiso. Resbale por tu cuerpo hasta quedar arrodillado, abrazando tu cintura, con pequeñas caricias en mi cabello intentabas calmarme. Se que llorabas en ese momento, llorabas por mi, te dolía verme así.

Mis piernas están cansadas… lo se, pero no me detendré. Aunque tenga quede paralítico de por vida no me detendré.

El aeropuerto esta en la otra esquina, solo ruego a Dios que no hallas partido todavía.

.- ¿Señorita, el avión con destino a Nueva Zelanda?- ella me dijo que estaban abordando, corrí lo mas rápido que mis piernas me lo permitieron. Cuando llegue a la fila de abordaje te vi, con tu falda azul marino, solo puede gritar tu nombre.
.- ¡Kagome!- te giraste sorprendida, en este momento estaban revisando tu pasaporte. Abriste tus ojos en shock, supongo que no pensabas que yo llegaría. Justo cuando me iba a acercar, la azafata te empujo ligeramente para que pasaras. Murmuraste algo, algo que no logre comprender… entraste por la puerta. Te fuiste, ya han pasado 50 años desde la última vez que te vi. Ese día ¡ese maldito día! ¡El avión tenia desperfectos mecánicos! ¡No encontraron tu cuerpo!

Aun no puedo olvidar aquel sentimiento de que el mundo se me venia abajo, mientras veía las noticias. Acababa de llegar a mi departamento, encendí el televisor mientras sacaba una cerveza del refrigerador, decían algo de un accidente de avión. No preste mucha atención mi mente estaba invocando todos nuestros recuerdos desde los 6 años. Pero fue cuando oí tu nombre entre las victimas que sentí el suelo abrirse y al calor del infierno internarse en mi cuerpo y alma.

En más de una ocasión pensé en terminar con mi vida, pero tu voz diciéndome que no lo hiciera, evitó mi muerte prematura. Nuestros amigos intentaron levantarme el animo, aunque se que ellos también sufrían por dentro, incluso Seshomaru se mudo a mi departamento para “hacerme compañía”. Pero se que lo hizo para vigilarme, en mas de una ocasión lo vi quitándole el filo a los cuchillos, tijeras e incluso navajas. ¡Incluso llego a revisar la cantidad de aspirinas que tomaba! Pero bueno, supongo que una parte de mi se lo agradece.

A los 6 años de tu muerte decidí formar una familia, sabia que no podría amar a otra mujer como te ame, decidí adoptar. Recuerdo que una vez me dijiste que te gustaría darle un hogar aquellos niños que no tenían a nadie en el mundo. Había escuchado que los que están mas creciditos son más difíciles que alguien los adopte. Por ello que adopte a dos niños uno de 16 y el otro de 17 y la menor una niña de 15 años. Lo admito al principio no quedaba en claro quien era el jefe, pero después de una pequeña y silenciosa charla. Quede al mando, los tres eran los mejores en sus respectivos salones.

Nunca imagine lo que se sentiría, ver a las personas mas importantes para ti con un diploma en mano y sonriendo y menos diciendo que se lo dedicaban a su papá. Y menos aun ser yo ese papá.

Ahora ellos ya tienen una familia propia, son felices. Se que cuando yo parta de este mundo ellos estarán bien, saldrán a delante. En estos últimos días de mi vida, no se han separado de mí… tengo 5 nietos, la más pequeña de todos se llama como tú, se llama: Kagome, ella en más de una ocasión me ha dicho que será la que mas me extrañara.

Odio ver a la gente llorar, y mas aun si es por mi causa. Pero se que esta vez no puedo hacer nada… mi vida esta terminando. Puedo sentir como a cada segundo aquella llama de la vela se extingue. Oigo una voz a lo lejos llamándome, susurrando mi nombre. Mis pulmones se cierran, me arde el pecho… todo es oscuro.

.- Inuyasha… Inuyasha- una voz murmuraba mi nombre, abro lentamente mis ojos, frente a mi esta ella, sus largos cabellos negros enmarcaban su rostro, sus ojos cafés resplandecientes como el chocolate fundido… eso me recuerda el chocolate es su adición. Me siento lentamente ella me ve fijamente, una sonrisa se expande por todo mi rostro, después de tantos años la tengo nuevamente a mi lado, esta vez no la dejare ir.
.- Kagome- murmuro, mientras una de mis manos se dirige hacia su rostro, su piel tersa y calida, no ha cambiado a pesar de los años. Y pensar que en este momento debo parecer un anciano de 72 años.

Ella se levanta y me extiende la mano, caminamos hacia una pequeña laguna, era muy parecida a la que íbamos de pequeños con nuestros padres, aquellos días en que solo éramos dos niños, solo dos amigos, solo ella y yo. Al mirar mi reflejo no puedo evitar mi estado de shock, tengo la misma apariencia de cuando iba a secundaria, mis cabellos negros enmarcando mi rostro, mis ojos dorados brillando como hacia años no lo hacían, mi rostro sin arrugas, mi cuerpo atlético y no con aquellas llantas por la edad.

.- quiero que veas a alguien- murmuraste parándote, pero no te lo permití, te abrase por la espalda, murmure un No, en tu oído.

Solo en ese momento comprendí, solo en ese momento logre descifrar lo que me dijiste ese día en al aeropuerto.


.- Hasta luego… Inuyasha- murmurases antes de desaparecer de mi campo de visión.

.- no te volveré a perder- dije mientras, tomaba tu rostro entre mis manos y sellaba nuestros labios.

Aquel día en el aeropuerto fue un hasta luego, pero hoy en este momento es un: hola.

 

Re: Hasta luego (InuxKag)

me alegra que te gustara, ahorita estoy puliendo una historia larga que estoy escribiendo. La subire al mismo tiempo en las tres paginas donde subo, a mas tardar el viernes estara. Se llama: solo un beso. gracias por el coment.