Hangar

Paget cruzó miradas con Katherin y su semblante se endureció, estuvo a punto de decir algo cuando Relar le interrumpió. También estuvo a punto de acotar algo pero los marines ya salían por la puerta al exterior del hangar que Planters había logrado abrir unos minutos atrás.

Fuera la lluvia era intensa, como el principio, y el viento ululaba entre ellos y sus ropas. Era de noche pero la gran nave se veía en toda su dimensión. Una nave de carga. Fácil de maniobrar, fácil de acceder al control.



La puerta trasera estaba abierta pero no se detectaba movimiento. Cajas de metal apiladas a un costado de la nave, la carga nunca había ingresado a la colonia. Quizá esas cosas los sorprendieron a todos.

Montana caminó hasta el borde del barranco y vio el acantilado. Abajo era negrura infinita, no se veía dónde terminaba... o quizá no tenia fin.

—Cielos. —gritó. —Pensé que nunca iba a encontrar algo más negro que el corazón de Manson. —¡Hey, Planters! ¿Oíste? ¡Más oscuro que el corazón de Manson!

—¿¡Qué!? —gritó su colega, apenas oía por el condenado viento y la lluvia que golpeaba su rostro con violencia.

—¡Que el final del barranco es tan negro cómo...! Olvídalo, idiota.

Planters no le escuchó tampoco, ya que estaban entrando por la rampa a la nave comercial. Katherin lideraba y el resto de equipos le seguían. El jeep ingresó también por la puerta trasera de la nave. Una vez dentro todos se sacudieron el agua del cuerpo.

Seger y Bloom buscaban a sobrevivientes pero no encontraron nada más que silencio y oscuridad. Federman iba abrazado a sí mismo junto con el jeep mientras que Warner y Fulton encontraban la sala de mando. La capitana Paget caminó directamente hasta los controles de mando y tomó la radio; cambió la frecuencia directa hacia la Calígula e intentó comunicarse.

—Ventura, Ventura. ¿Me tomas?

—Le tomo, capitana. ¿Cómo se encuentran?

—De momento bien. Estoy con los equipos de Manson, Kluger, Williams y Periscov. Del resto no tengo noticias. ¿Tienes los signos vitales del resto? ¿Roth se comunicó contigo?

—Negativo, capitana. No tuve noticias de él, pero... creo que debería saber...



De pronto la música la sobresaltó. A su lado Montana conectaba su mp4 con la base de datos de la nave; la música salía por los altavoces a todo volumen.

—¡Wuuuuuuju! —Montana puso un pie sobre una de las sillas del control y movía la cintura como si estuviera en celo. —¡Siempre me gustó este ritmo!

—¡Montana! —Paget rugió pero no tuvo tiempo de hacer más, ya que un enorme humanoide se materializaba frente ella. Era un ser de dos metros, casi tan musculoso como Gabriel. El gigante portaba una máscara y un traje de combate; parecía primitivo, aunque la tecnología que portaba no tenía nada de prehistórico. Un cañon plasma incorporado en su hombro derecho; unas cuchillas como garras en sus muñecas y al parecer camuflaje óptico, porque nunca lo había visto venir.

El humor de Montana flaqueó ante esa visión. Tomó su rifle y le golpeó con la culata en la espalda pero el ser no aparentó sentirlo. Se dio media vuelta, tomó a Montana del cuello y lo lanzó con tanta fuerza que cayó como un muñeco descoyuntado a los pies de Katherin Manson.

—¡Joder! —Montana tosió. —Esa cosa tiene más fuerza que un mastodonte.

—¿Qué es eso? —preguntó Fulton.

—No parece ser de los bichos negros. —comentó Seger. —Quizá sea amistoso...

—No digas idioteces. Esa cosa no tiene nada de amistoso. —le recriminó Bloom.

El humanoide tomó a Paget del cuello y la alzó como si no pesara más de dos kilos. La observó a través de la máscara y de un movimiento rápido, le quebró el cuello. Lanzó el cuerpo a un costado y se dio media vuelta para enfrentar a los marines.

—Un depredador. —susurró Federman, intentando darse media vuelta y esprintar fuera de la nave, pero Planters lo tomó del pecho. —¡Un depredador! ¡Si las cosas de allá dentro son feas éso es mucho peor! ¡Déjame ir!



Modo de combate con el depredador.
Sus puntos de vida son de 40.
*Dado de Lanza (Dado de 5 caras, si sale 5 mata instantaneamente a un marine)
*Cuchillas (Dos dados de 50 caras, si sale 25 o más el ataque es efectivo e hiere a un marine. A dos heridas consecutivas el marine morirá. Si el dado supera los 40 querrá decir que es un instakill.
*Cañon plasma (Dado de 10 caras, si supera el 5 _(6,7,8,9,10) matará a un marine instantaneamente.
*Puede hacerse invisible y desaparecer sin necesidad de dados.

El jeep puede atacarle de la siguiente forma (Lanzar cinco dados de 5 caras. El 5 es la única forma de que le lastime (quitando 5 de vida por cada 5 que salga en la tirada) además la Browning es la única arma que puede MATAR A UN DEPREDADOR CON TRES 5 SIMULTÁNEOS EN LA MISMA TIRADA. Los marines no podrán eliminarlo al sumar tres cinco simultáneos. Únicamente la Browning del jeep.

 

Gabriel Williams ~

—¡Esa mujer todavía necesitaba despedirse de un compañero! —gritó, más que molesto, empuñando el cañón del Jeep, aprándolo tan fuerte con sus manos que por un momento pensó que podría llegar a romper la agarradera con la fuerza de sus puños.

Que el mundo se olvidara de proteger a ese fulano doctor. Ahora sí que lo estamparía contra la primera cosa que encontrase cuando se sacase a ese maldito alien de encima.

—¡Teddy, Jazz, no se guarden ni una granada contra este maldito!

 

Katherin Manson

—¡No quiero que fallen ni un maldito tiro, malditos ciegos! —sintió sus manos heladas al ver semejante especie tan horrible y desagradable —Montana, levántate —sintió la necesidad de darle la mano pero no podía soltar su arma, solo esperaba que se levantara sin problemas y el lanzamiento no le hubiese hecho tanto daño como ella supuso—. No vamos a morir aquí —susurró y apuntó al cuerpo de esas criaturas. Por un demonio, no creía poder sentir miedo alguno, pero ahora le callaban la boca.

 

Bitacora del cabo Klaus Kluger

Todo fue tan rápido que apenas entedia que pasaba, solo vi esa cosa allí frente a nosotros y como acabó con la vida de la capitana cual si fuera un simple insecto, ¿que era esa cosa pasó por mi mente antes de escuchar el cuello de Paget quebrarse? cuando eso pasó mi manos se movieron solas apuntándole al monstruo, la apunté por instinto, para cuando recuperé el control de mi y de mi cuerpo ya no pensaba como antes.

-Te haré pedazos maldita cosa -Quité el seguro al tiempo que sonreía de forma malvada con adrenalina invadiendo mis venas, Seger y Bloom estaban paralizados así que debía sacarlos de ese estado-. Si no le disparan los arrojaré por el barranco ¡Disparenle a esa maldita cosa!

Los dos se asustaron aun mas, a decir verdad nunca me habían visto así, ya no me importa mantener la calma, ya pedimos a los dos superiores y sino me vuelvo loco aquí no lo haré nunca.

-¡Muere hijo de perra! -Grité descargando todo el cargador de mi rifle, seguido de los disparos de Bloom y Seger.

 

El depredador cambió la visión de su máscara para detectar el calor humano y apuntó a la cabeza de Katherin con su cañón plasma; el artefacto se movió sobre su hombro buscando el objetivo y cuando lo visualizó le apuntó con tres puntos rojos a la frente. Planters lo notó y la empujó con el hombro justo cuando el disparo salía disparado, sacándola del ángulo de tiro. El disparo siguió su rumbo hacia el exterior, perdiéndose en la lejanía.

Los primeros disparos del equipo Periscov le dañaron el camuflaje óptico; lograron ver como el cuerpo del humanoide era rodeado por una especie de red eléctrica una y otra vez al recibir los disparos. Las balas le dañaban pero no parecía afectarle tanto, por lo que caminó lentamente hacia ellos con las cuchillas listas y preparadas. Lanzó una estocada hacia el marine más cercano, el cual era Warner, pero los disparos de la Browning del jeep lo hicieron retroceder. La sangre era verde fosforescente y ahora se le veía correr libremente por todo el cuerpo. De su retaguardia sacó una lanza que se activó con sus manos y la lanzó al jeep, con afán de detener al enemigo más potente. Planters se echó a correr, si perdían el jeep estaban muertos. Se lanzó contra la lanza y fue atravesado por ella.

Los marines tenían la potencia de fuego y lo atravesaron; la máscara del depredador se partió, dando a conocer el rostro con forma de araña de la criatura, la cual rugió antes de caer muerta al suelo. Seger y Bloom se acercaron cautelosamente con las armas en alto. La humareda que había quedado a pólvora era increíble.

—Parece que activó algo antes de morir. —anunció Bloom. —Algo en su antebrazo. ¿Una llamada?

Y en efecto el antebrazo del depredador tenía un pequeño panel eléctrico que parpadeaba; quizá había logrado dar un aviso antes de caer muerto.

—Como sea, el hijo de puta no nos traerá más problemas. —dijo Seger.

Montana soltó su rifle y corrió hacia Planters. Se arrodilló junto él y le tomó la cabeza lánguida.
—¡Estúpido hijo de puta! ¡No te mueras! ¡No te atrevas a morirte! ¡Aun tenemos esa apuesta! ¿Recuerdas? ¡Malnacido, me debes dinero! —chocó sus dientes y apoyó su frente con la de Planters, ocultando sus lágrimas de ira. Su cuerpo temblaba con espasmos. Y de pronto se oyó el sollozo, un sollozo animal desesperado, un sollozo que dejaba presentir un dolor tal que era casi inhumano.

Fulton y Warner observaron la escena; todos los marines habían compartido en alguna u otra ocasión momentos entre sí: y era imposible no ver a Montana con Planters, ambos insultándose y riendo. Teddy y Jazz quedaron mudos, la adrenalina iba disminuyendo.

—Quizá debamos volver a la Calígula ahora mismo. —dijo Seger de pronto. Ya tendrían tiempo de llorar a los caídos. —Si esa cosa llamó a más de ellos, no estamos en condiciones de enfrentarnos a una guerra.

—El soldado tiene la razón. —le apoyó el doctor Federman. —Necesitamos irnos de aquí cuanto antes.


Opciones
*Pueden tomar las armas del depredador caído (Lanza, Cañón plasma de hombro) solo un objeto por líder.
*Ir hacia las naves de escape en la Entrada Principal.
*Seguir investigando la colonia (especificar qué sector)
*Emitir llamada de auxilio hacia la Calígula.

 

Katherin Manson

Katherin permaneció inerte al ver el cuerpo de Planters caer, y Montana correr hacia él. Se hizo de corazón frío y tomó la lanza, lanzándole el cañón a relar con una patada para que lo sujetara. Debían tomar aquellas armas, quizá tendrían más posibilidad de sobrevivir y hasta tal vez, hallar el punto débil de las mismas. Apretó los puños y sus uñas lastimaron sus propias palmas, irguiendo la cabeza para mirarlos a todos y tomar responsabilidad de lo sucedido.

—¡Hora de irnos de aquí! —sintió su estómago revolverse—. Todos hacia la entrada de escape.

Caminó hasta Montana y lo sujetó con fuerza del hombro, obligándolo a mirarla.

—Levántate —ordenó y notó el cómo ésta la miró con odio. Katherin tragó grueso y se mantuvo firme—. Es una orden, y te vas conmigo ya mismo.

Sí, eso conllevaba dejar a Planters ahí, pero con los armamentos no podían cargarlo y huir rápido del lugar. No quería más bajas, no con ella al mando.

 

Bitacora del Cabo Klaus Kluger.

No entiendo nada, no sé que pasó, no se que es esa cosa y no sé como todo se jodió tan rápido. Primero el sargento, luego la capitán, ahora Planters. ¿Que clase de dios permite esto? morir sin saber por que. Mi mente era una nebulosa de dudas y sentimientos, tanto buenos como malos, que solo pueden desembocar en un caos terrible.
La pólvora en al aire y la sangre de esa criatura junto a la de nuestro compañero alteran mis sentidos y me hacen pensar una sola cosa "Matar". Ni siguiera mis hombres podían creer lo que hice, yo tampoco. Me acerqué a paso lento a la criatura mirando con odio, miedo y asco su rostro, esa porquería era un monstruos en todo sentido y como tal debía ser tratado.

-¿Te gustó, te gustó escoria? -Le hablé al cadáver cual si pudiera responderme- ¡Eso es lo que pasa cuando te metes un la marines! ¡Eso es lo que pasa, cuando me jodes y le haces daño a mis compañeros!

Empuñé el arma y con una fuerza que ni yo conocía comencé a golpear la cara de la criatura con la culata del arma. Golpe tras golpe descargaba mi ira y miedo sin cesar hasta que los huesos crujieron y la sangre brotó junto a sus ojos y sesos, pero ni esa aberrante escena me detenían mis brazos se mueven solos y no dejana de machacar esa masa sanguinolenta de huesos molidos, organos y carne de alienigena.

-!Te gusta, Te gusta matar, maldito animal! !Pues yo te voy a matar a ti, a ti y a todos tus asquerosos compañeros, los haré pedazos uno a uno como te estoy destrozando la cara! -Mi gritos eran impropios de mi personalidad los que hablaban eran mi miedo y mi ira combinados- !Tráelos, tráelos para que los mate a todos!

-Señor, por favor, deténgase -Llamó Bloom incrédulo de verme actuar así. El sujeto trató de acercarse a mi para detenerme pero al instante lo empuje tirándolo al suelo.

-!Tu no me dices que hacer! -Grité fuera de mi y cegado.

Seger se unió a Bloom para someterme, por suerte lo lograron, aunque al principio me zangoloteaba tratando de zafarme de ellos, pero no lo logré. Lentamente me fui calmando hasta recuperar mi auto control.

-L-lo siento, lo siento...N-no su que pasó -Me disculpé al entender mi rabieta y lo mal que estuvo.

 

Gabriel Williams ~

No pudo evitar sentir cómo los ojos le ardían, y aunque en otro momento lo hubiera pasado por alergias, esta vez no tenía nada que ver con su quisquillosa nariz. Un marine había muerto siendo interceptado por un proyectil que iba dirigido hacia él mismo y a su propio equipo. Le debía la vida a un tal Planters, alguien con quien nunca había siquiera hablado en la vida.

Se bajó del Jeep con cierta torpeza, aún con las piernas temblándole de haberse visto cara a cara con la muerte. Avanzó hacia el cuerpo de Planters a paso lento, casi cauteloso, como si Gabriel mismo fuera culpable de su muerte y ahora estuviera más que avergonzado de ello.

Se puso la mano en el pecho, bajó el cierre de su chaqueta para la lluvia, parte del uniforme, y simplemente se la quitó para tapar el cuerpo del marine.

-Me salvaste a mí y a mis hombres, y probablemente a todos los que estamos aquí por haber evitado que destruyeran el Jeep -le dijo en voz baja, como si le estuviera hablando a una persona dormida a quien no tenía intención de despertar.

Tapó al final su rostro luego de asegurarse de que tuviera los ojos cerrados. Seguramente ese hombre no tendría un funeral, quizás nunca vendrían a recuperar su cuerpo, y era hasta probable que todos ellos murieran allí mismo, así que él estaba dispuesto a hacer lo mínimo que podía por honrar su cuerpo.

-No podemos permanecer ni un segundo más del necesario aquí -comentó ya en voz alta, para todps, disponiéndose en la dirección de la capitana, dispuesto a acomodar su cuerpo también, aunque fuese por respeto-. No podemos permitirnos seguir perdiendo compañeros, o que alguien pierda la cabeza.

 

—¿Y quién rayos te hizo líder a ti? —preguntó airado Bloom hacia Katherin.

—Paget lo hizo antes de entrar a la nave comercial. —le respondió Seger, calmando a Klaus. —Y no sé tú, pero prefiero seguir a ella en estos momentos. —miró a Kluger, dando a entender que su superior no se encontraba en los mejores momentos racionales para ejercer ese papel.

Warner y Fulton observaron el cañón plasma que Manson le había entregado a Relar; era una tecnología increíble, que iba más allá de sus sentidos. Cuando ayudaron a colocárselo el cañón se ajustó automáticamente al hombro.

Teddy y Jazz observaron en silencio como Gabriel homenajeaba a los caídos: la capitana Paget y Planters; ambos caídos en el último enfrentamiento.

Montana tomó de la muñeca a Katherin y la obligó a mirarle de cerca. Los ojos de Tony estaban perdidos; como si se hubieran caído al borde de la razón y ahora estaba ahogándose en ira y odio. Abrió los ojos para decirle algo, pero lo único que salió de sus labios fue lo siguiente.

—Yo tenía que morir. No él. —la miró desafiante: la ira no era con ella, sino con él mismo. Con todo esto que estaba sucediendo. —No dejaré que te pase nada a ti. Y por todos los cielos, viviremos porque le debo una apuesta a ese hombre. —dijo refiriéndose a Planters.

Todos estaban tan enfrascados en sus conversaciones que nadie notó al doctor Federman correr hacia el hangar y tipear un código del otro lado de la puerta, justo en el panel numérico. La puerta comenzó a cerrarse: su idea era clara, dejar a los marines del lado exterior, junto el barranco. Estaban demasiado lejos para esprintar e impedirlo. La puerta metálica se cerraba con ruidos estruendosos.



—Estaba trabajando en un proyecto secreto financiado por la fundación Yeyland Wutani. Con el único propósito de encañonar a esa criatura que asesinó a dos de sus camaradas. Tiene tecnología altamente importante para la fundación y su armamento así también como su especie se destinaría a proyectos secretos. Se eliminaron los registros para evitar que nadie husmeara y el gobierno no acabase metiendo las narices. Tuvimos un contratiempo con el experimento: la reina alien escapó y comenzó a infectar a todos los colonos, que caían sin saber a qué se enfrentaban. Mis superiores me obligaron a esperar y recoger toda la información posible: "dejar que la vida siga fluyendo" creo me dijeron. Cuando noté que los depredadores no vendrían y que mi vida realmente corría peligro envié la baliza de emergencia. La Calígula ya se encontraba viajando por el mismo cuadrante que aquí, pues lo habíamos planificado todo para que pudiese acudir en nuestra ayuda si pasaba algo. Mis superiores anticiparon que la capitana Paget decidiría investigar cualquier señal de socorro por muy sospechosa que fuera. Avisé a mis superiores de lo sucedido, ya que gracias a las credenciales que llevaba encima podía colarme en cualquier lugar de la colonia y acceder a sus sistemas, oyendo todas las conversaciones de los pasajeros y la tripulación desde mi habitación y estando al tanto de todo. En primer lugar el proyecto se destinó a crear vida extraterrestre con ADN extraído de una reina alien original. Y fue un éxito: vida extrarrestre para estudiarla y adaptarla a los seres humanos con el fin de sacar beneficio de ella.

—¿Entonces fuiste tú el que saboteó los sistemas de la colonia? —gritó Montana cada vez más furioso

—Saboteé los sistemas de defensa, la electricidad y las comunicaciones para evitar interrupciones y contratiempos innecesarios, nuestro amigo extraterrestre se encargó de ayudarme sin saberlo destrozando el resto de sistemas principales. —respondió el traidor. —Todo para garantizar que nadie ponía las manos sobre el alien antes que nosotros. Por desgracia el plan se ha torcido al final, una lástima, pero las posibilidades de éxito no eran totales. Es una pena que todo tuviera que acabar así, que haya muerto tanta gente, pero nada me retiene aquí ya. —dijo en un tono tan sereno que daba escalofríos. —Son los únicos cabos sueltos que quedan, espero que no les importe; no es nada personal, sólo son negocios. —la puerta ya casi cerraba del todo. —Tendré que dejar que fuerzas superiores a mí se encarguen de ustedes, espero que sus muertes sea rápidas e indoloras.

La puerta se cerró dejándolos fuera del hangar, con la lluvia y el viento golpeándoles con fuerza.

Opciones
*Estrellar el jeep contra la puerta para abrirla (el jeep explotará pero la puerta se abrirá)
*Se necesitan tres especialistas para abrir la puerta desde fuera (cada especialista lanzará cinco dados de 10 caras. Entre los tres deberán sumar un total de 60 o más para que la puerta se abra con éxito.

 

Bitacora del cabo Klaus Kluger

¿Todo esto fue un experimento? ¿Todo esto tenia que pasa? ¿Todos ellos tenia que morir? Eso fue lo que dijo el extraño sujeto antes de cerrar la puerta. La colonia, mis compañeros, todo este infierno tenia un culpable, todo esto fue planeado por alguien. Mi mirada asustada y enloquecida se calmó en un solo momento para mirar a ese hombre tras la puerta.

-Te voy a matar -Susurré levantandome y zafandome del agarre de Bloom y Seger.

Ya no tengo tiempo para enloquecer y dudar, hay un criminal allí dentro y es responsable las muertes sucedidas en este lugar así que yo me encargaré de llevarlo ante la justicia, justicia que dictará mi arma cuando le dispare.

-Escúchenme -Me dirigí a todos los allí presentes-. Roth, Paget, Planters, los colonos y todos los marines que pueden haber muerto fueron asesinados, no por los aliens o el depredador, fueron asesinados por ese hombre y por la compañía Weyland. Si quieren culpar a alguien, si quieren desquitarse con alguien es con él -Señalé tras la puerta al hombre-. No me importa quien está al mando ahora, yo solo sé que no me iré de este lugar hasta no matar a ese hombre. Yo voy a regresar de una forma u otra, quien quiera seguirme es bienvenido.

Les miré sobre el hombro para luego cargar mi rifle.

-Bloom, intenta abrir la maldita puerta, es una orden -Dije con autoridad.

 

Gabriel Williams ~

Se limpió las gotas que escurrían de su nariz con un manotazo, como si estuviera quitándose las ganas de estornudar a cachetazos. No podía creer que se había preocupado por llevar a ese idiota a un lugar seguro y hacelre un seguimiento para que superase el trauma de lo que fuera que hubiera presenciado en ese lugar.

Y ahí estaba: el responsable de la muerte de sus compañeros, y de decenas de colonos también.

—Al diablo con el juramento médico —dijo, mirando a Teddy y Jazz de reojo, señalando la puerta con la cabeza mientras empuñaba su arma con decisión, dispuesto a abrir la puerta a balazos si era necesario.

Con un demonio. Sentía tanta rabia y adrenalina que podría abrirla a patadas en ese instante.

—Voy a matar a ese engendro con mis propias putas manos.

 

Katherin Manson

Apretó los puños y miró hacia la puerta, el cómo los especialistas de cada equipo trataban de abrirla para poder ingresar. Lo primero que haría al entrar, si lo conseguían sería pisarle los testículos a aquel hombre con la punta de sus botas.

Volvió la vista a Montana pasando del que le preguntó por qué estaba ella a cargo.

—No digas idioteces Montana, y mantente en guardia. No quiero perderte a ti también —habló y hizo guardia. Ella era una inútil como especialista, así que no le quedaba más que cubrirles las espaldas a quienes si tenían idea de lo que hacían.

 

Bitacora del cabo Klaus Kluger

Mis manos están temblando y se aferran con firmeza al rifle, nunca me había sentido así, tan furioso tan enojado con una persona, esto no es algo normal pero en verdad deseo matar a ese hombre él es el culpable de todo y no podemos quedarnos de brazos cruzados ante su crímenes. Sin embargo se que si intentaramos arrestarlo de nada serviría, la compañía Wiland es demasiado poderosa, lo sacarían de prisión en cuestión de horas, por eso, solo por eso, tendremos que tomar la justicia en nuestras manos.

Debo decir que me alegra y me calma un poco ver que mis compañeros vienen conmigo y comparten el mismo sentimiento de odio e ira, así al menos no me sentiré tan mal cuando lo matemos.

-Espero que los demás soldados estén bien, si veo morir a mas marines voy a hacer la muerte de este bastardo sea demasiado lenta y dolorosa -Comenté a mis compañeros.

Parece que los especialistas lograran abrir la puerta pues no se notan frustrados, es obvio que para cuando la abran ese miserable se habrá alejado de nosotros, supongo que irá a su laboratorio a buscar su investigación y llevarse antes de escapar, no debemos permitirlo.

 

117 encabezaba al grupo de Marines en direccion al angar, decidio que era mejor tener ojos vigilantes en todas direcciones. Algunos vigilaban la espalda, otros los laterales y los restantes con su mirada al frente junto a John.

— Aqui sierra 117 a unidades cercanas. Solicito ubicacion de equipo aliado cercano, estamos entrando al angar. Hay bajas importantes, repito, bajas importantes ¿Alguien me copia?

Para John esta era una mision personal, ya habia fallado con la perdida de su equipo, no queria mas bajas, no lo toleraria.

— Nadie se queda atras... — Dijo firme a todos sus aliados. — Andando equipo...

Ahora ellos eran su equipo, su familia... su apoyo.

 

La puerta del exterior al hangar se abrió gracias a los esfuerzos combinados de Bloom, Relar y Teddy. Se oyó un ruido a goznes viejos y la puerta rechinó antes de comenzar a abrirse. Federman estaba justo en el centro del hangar, observando dos metralletas automáticas que habían emergido del suelo. Se preguntaba quién había sido el que lo había logrado, pero el ruido de los marines ingresando lo hizo alertarse: había cogido una pistola que usó sin conocimientos, el disparo salió hacia cualquier lado. Lanzó el arma con esperanza de golpear a alguien y se echó a correr.



Thalassinos y 117 junto con Tarasov y Kovacevic ingresaban por la entrada, impidiendo que Federman pudiera escapar. Naturalmente el grupo recién llegado no entendía lo que sucedía pero Federman ya tomaba a los marines como enemigos y se frenó en seco. Intentó pensar rápido, sabía que detrás de algunas cajas encontraría algún arma, quizá...

Esprintó hacia otro lado, evitando a los marines que ya lo habían detectado. Fue entonces que chocó contra una pared invisible, cayendo de espalda al suelo.

—No... ¡No! —gritó mientras era elevado en el aire por al parecer una fuerza invisible. Se agitaba inútilmente, intentando safarse pero la fuerza que lo sostenía era equivalente a dos o quizá tres Williams. Lentamente la mano que lo cogía por el cuello se materializaba en el aire, seguido del antebrazo, brazo y finalmente el cuerpo entero. El depredador se hallaba allí, observando con curiosidad el pequeño hombrecito que se agitaba. Lo soltó y Federman cayó de bruces, tosiendo.

Al parecer le había perdonado la vida, pero únicamente vivía porque se encontraba desarmado. El depredador estudió los dos grupos de marines. Le llamó la atención el grupo que tenía un jeep y mucho más al marine que cargaba el cañón plasma de su compañero; también como la mujer que tenía la lanza colgada en su espalda. Con un movimiento de muñeca activó sus garras de metal: esta vez el trofeo sería mayor y a la vez vengaría a su colega de caza. Se preparó para atacar: separó ambas piernas a la altura de sus hombros y se acuclilló tan solo unos centímetros, notando el calor corporal de los humanos.

—¡SSSSssssshhhhssss! —un alien surgió por la entrada del pasillo: con las fauces abiertas, Galgo se dio media vuelta y lanzó un grito antes de que la cabeza del alien explote.

El cañón humeante del cazador se movía de un lado hacia otro, detectaba movimiento próximo. Tomó la lanza y sin que nadie pudiera anticipar sus movimientos la lanzó hacia el grupo del jeep, especialmente justo entre Kluger y Seger: empalando un alien que los podría haber cogido por sorpresa. El depredador entonces se hizo invisible para el ojo humano en un abrir y cerrar de ojos.

—Qué rayos fue eso. —dijo Galgo totalmente pasmado. Se acercaron al centro del hangar, observando a Federman que seguía tosiendo. —¡¿Dónde está Paget?! ¡Tenemos que irnos, gente! ¡Esto está fuera de control!

El depredador se materializo con un ronroneo eléctrico justo entre Katherin y Relar. Observó y tocó el cañón plasma y la lanza de Manson: la activó y se la entregó nuevamente.

—¡Hijo de puta! —Warner estuvo por dispararle pero Fulton lo detuvo.

—¡Tranquilo! Si nos quisiera haber matado, ya lo podría haber hecho... no sé qué está esperando.

—¿Qué sucede aquí? —gritó Warning hacia el grupo numeroso de marines.

—¡Una larga historia, dulzura! —le contestó Montana. —¡Cuando tengamos tiempo que perder te la contaré!

Entonces, con un chillido, emergieron de la puerta que daba a los pasillos un contingente de aliens. Todos ingresaban furiosos, chillando, babeando y trepando por las paredes, el techo y algunos corriendo hacia los marines. Las torretas automáticas empezaron a disparar a sus objetivos y el depredador sacó su lanza listo para morir con honor.

—Estamos perdidos... —dijo en un susurro Delaria: observando como aquellos seres se abalanzaban hacia ellos a una velocidad espantosa.

Y entonces, desde el exterior del barranco, oyeron un ruido característico. Los motores de la Calígula. Vieron la nave descender y mantenerse estable en el aire, a pesar del fuerte viento y la lluvia que seguro impedía un buen manejo. Jessica Ventura activó una de las entradas a la nave en forma de rampa, justo al lado del barranco. Debían de correr y saltar para ingresar.

—¡Marines! ¡Nos vamos de aquí en tres, dos uno...!

No obstante, un último obstáculo se interponía entre los supervivientes y la salvación.



La reina alien, bastante dañada por la explosión, sin el brazo derecho ni la cola, se interponía entre ellos y la Calígula.

—¿Es que no te mueres nunca, hija de perra? —exclamó Warning.

La reina soltó un grito ensordecedor capaz de helar la sangre, ante la perspectiva de nuevas presas.

—Parece que está enfadada. —dijo Jazz.

—Lo que está es interponiéndose en nuestro camino. —dijo Teddy.

Sistema de Combate
El Depredador será un valioso aliado: busca el honor en morir en un combate épico y qué mejor para él que este mismo escenario.

Al ser muchos Aliens esto se pondrá de la siguiente manera. Cada uno combatirá contra tres aliens propios: es decir, aumentan las probabilidades de muerte. ¿Mi equipo entero contra tres aliens? No, no, querido amig@: cada uno de tus marines contra tres aliens, tú incluído. Agradezcan a Bru por activar las torretas, de lo contrario cada uno hubiera peleado contra cinco aliens xD. Pero la Reina Alien no atacará, será como el último Boss. Una vez que cada uno destruya a sus aliens podrán entrar en rescate de otro marine. El Depredador será soporte.

Recuerden que Gabriel Wiliams posee el jeep. Estas son las características.

Contenido oculto: Jeep

El que conduce tiene un dado de 5 caras para lanzar: el número que sale será la cantidad exacta de aliens que aplastará (solo sirve dos veces, ya que a la segunda el ácido corroerá demasiado el jeep) el que se encuentre de acompañante no varia el número de dados. Utilizará los dados normales de ataque.

El que toma el arma trasera tendrá un destructivo dado de 80 caras. En caso de salir 35 o menos podrá matar un alien de un único disparo, y en caso de salir 55 o más podrá destruir dos alien de un disparo)

También quiero recordar que Warning, marine de Yasha tiene tres dados de 5 caras para atacar, por el ácido.

También recordar que Katherin Manson tiene una lanza que puede utilizar (AHORA ACTIVADA POR EL DEPREDADOR) como un ataque extra aparte de los disparos. (Lanzar un dado de 5 caras para la lanza, en caso de salir 5 empalas a un bicho)

También Relar Periscov posee el cañón plasma del depredador y podrá utilizarlo aparte del ataque normal.
*Cañon plasma (Dado de 10 caras, si supera el 5 _(6,7,8,9,10) matará a un alien instantaneamente.

Recordar esto:

Contenido oculto

Por ejemplo: Me atacan tres aliens simultáneamente y en mi tirada de 5 dados (de ataque) sale esta tirada (3,4,3,2,1) hay dos balas que aciertan (dos 3) el resto son balas perdidas. Bien, le di a dos aliens pero el tercero me herirá de muerte; a la siguiente herida soy hombre muerto -o marine muerto-) La balas que acierten a los aliens les harán retroceder, pero volverán a la carga en el próximo turno. Es importante aclarar en estas situaciones a qué alien irá dirigida la bala, ya que estarán enumerados en caso de que haya una superpoblación de bichejos malosos.

Contenido oculto

Y nada, éxitos. Recuerden que ustedes postean primero atacando y luego les respondo yo. Y así sucesivamente hasta que mueran... hasta que triunfen :P

 

Bitacora del cabo Klaus Kluger.

¿Que está pasando? No puedo entender nada, ¿el monstruo que nos atacó ahora está de nuestro lado? Se nota que un es ser racional, así que tal vez, tan solo tal vez, no debería juzgarlo por lo que su compañero hizo. Lo único que sé es que ahora estamos todos juntos en este maldito lugar y un horda de esas bestias de color negro se acercan a toda velocidad.

!Maldición¡ estoy temblando de miedo y mi cuerpo no responde, mis compañeros no parecen estar en mejores situaciones pues no reaccionan. Si no hacemos algo ahora vamos a morir todos. Pude escuchar a la nave acercarse, está tan cerca que puedo escuchar el ensordecedor sonido de esos viejos motores de reacción. La salvación está a escasos metros, el problema es que entre ella y nosotros hay una ejercito de bestias infernales dispuestas a destrozarnos, y lo peor, parece que su dichosa reina está con ellos también, parece que harán lo que sea para no dejarnos ir. Entonces estamos, iguales por que haremos lo que sea para salir de aquí.

-Señor Bloom, señor Seger -Llamé a mis hombres que estaban igual de asustados que yo. Les miré y esbocé una sonrisa fingida para darles confianza, aunque fuera un poco-. Dios nos guiará en esta pelea, sé que está con nosotros, pero él no es de hacer milagros si no de ayudarnos a que nosotros los hagamos. Ahora les pido que levanten sus armas y disparen con furia contra esas cosas, verán que saldremos vivos de esta.

Me coloqué al frente de todos sonriendo para ocultar mi temor. Tomé mi collar de estrella azul y lo arranqué con fuerza de mi cuello para luego ponerlo alrededor de mi mano, misma con la que empuñaba el mango del arma y tiraría del gatillo. Seger me siguió rápidamente colocándose a mi diestra apuntando con su arma también.

-Nunca le confesé esto señor, pero creo que es buen momento para hacerlo. La verdad nunca he creído en su dios, pero si existe y salimos de esta le juro que me volveré mas fanático que usted -Me dijo sonriendo.

-Por el contrario -Llamó Bloom a mi otro lado-. Al principio me molestaba oírlo hablar de ese dios, pero con el tiempo comencé a creer en él también.

-Es bueno a sincerase, señor -Ahora mis palabras se dirigieron a todos los marines aquí presentes-. Señores, cuando salgamos todos de esta les prometo que vamos a beber toda una noche sin cesar, yo invito.

No había mas palabras, solo el sonido de los rifles descargandose sobre esos monstruos.

Contenido oculto: Error en el tiro de dados

Disculpen es que me equivoque con los nombres de las tiradas. La segunda es de Bloom disparando al alien 2