One-shot [Halo 3: ODST] Miedo a vivir

Tema en 'Fanfics sobre Videojuegos y Visual Novels' iniciado por BladeDraco, 3 Mayo 2012.

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    BladeDraco

    BladeDraco El dragón que le susurra a la luna

    Piscis
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    Pluma de
    Escritor
    Título:
    [Halo 3: ODST] Miedo a vivir
    Clasificación:
    Para adolescentes. 13 años y mayores
    Género:
    Tragedia
    Total de capítulos:
    1
     
    Palabras:
    2511
    Buenas tardes, noches o dias, esta es mi historia para participar en la actividad !Asustémonos juntos!. Bueno sin más que decir que la disfruten y comenten si les gusto.​
    [Halo 3: ODST] Miedo a vivir

    No entiendo como era posible que hace apenas unas horas, después de habernos graduado, estábamos en un crucero en dirección a la tierra. Deberíamos estar festejando en un bar, con chicas y alcohol en la mano, pero en lugar de eso teníamos una M7S[1]. No se como pasamos de fiesta y alegría a terror e incertidumbre.

    El Covenant encontró la tierra, el último refugio de la humanidad, y ahora teníamos que ir nosotros para “intentar” ganar tiempo. Éramos apenas unos novatos ¿Por qué enviarnos a nosotros? Tal vez éramos los mas cercanos, aún a si, como detendríamos a toda una flota nosotros solos. De todas formas ya no había nada que hacer. Éramos una simple formalidad, una vez que el Covenant toma un planeta, es una derrota segura para nosotros.

    Y ahora la tierra, nuestra base mas importante, nuestra casa, estaba apunto de ser destruida y nosotros aniquilados, apunto de estar extintos y solo ser un recuerdo de lo que alguna vez vivió en el inmenso espacio.

    Mis manos temblaban, mientras acomodaba unos cartuchos en la mochila y en mi cinturón. El horrible color gris y el ruido de las acciones de la nave lo hacían todo peor, el maldito crucero SS. Escalibur ya llevaba más de 10 años en servicio y jamás le habían dado. Supongo que el Covenant no quería gastar munición en este cacharro andante.

    Solo 5 novatos en este cuarto, Hansen, Tomás, Rodríguez, La linda Karel y yo. 5 perfectos inútiles en una guerra que seguro perderíamos.

    No podía dejar de ver mi casco, tan reluciente y limpio, seguía sin entender el por que nos mandaban a nosotros.

    Por un lado era bueno venir en esta nave, no contaba con capsulas para VIIE[2] y no saltaríamos, además los ruidos eran causados por un problema en el generador de gravedad, lo cual nos obligaba a ir considerablemente lento. Era una suerte, tal vez llegaríamos tarde y al ver la tierra destruida nos iríamos tan rápido como llegamos.

    Ahora las razones por las cuales me enliste parecen confusas, ¿Por que quería ser un ODST? Me preguntaba, si era por seguir a Karel o por miedo a perderla.

    La verdad no era a lo único que le tenía miedo, saltar y pelear irónicamente también son mis fobias. No se como alguien podía soportar la tensión de bajar a 500 km/h desde el espacio para aterrizar en un pequeño hueco sin golpear edificios ni naves y luego esos malditos alienígenas son horribles y lo que cuentan los marines de ellos es inhumano. Dicen que son la cosa más horrible que jamás pudieras ver. Tan malditos que cuando ya no tienen munición se pegan las granadas y corren hacia a ti, yo no entrene para esto, yo combatiría humanos no aliens.

    — ¡Atención! — Ordeno el capitán quien venia acompañado de el Teniente Casillas.

    — ¿Que esto Rex? — Pregunto molesto el Teniente al capitán.

    — Son los refuerzos, señor — Contesto firme el capitán.

    — Malditos novatos, van a hacer que nos maten a todos — Dijo el teniente muy molesto.

    — Bien señoritas. Entraremos a orbita en 15 minutos, quiero que estén listos en 10, ¿entendido? — Añadió el teniente.

    — ¡Si señor! — Contestamos los 5 novatos al unisonó.

    — Bien, no saben lo que costo montar capsulas VIIE a este cacharro — Dijo antes de dar media vuelta e irse.

    — VIIE — Dije en mi mente mientras me recuperaba del shock.

    — ¡Genial! Al parecer si saltaremos — Dijo muy animado Hansen a Tomás. Yo empalidecí y me senté en una caja para guardar munición.

    — ¿Estas bien Antonio? — Me pregunto Rodríguez mientras se acercaba

    — Si, ya sabes, el pre-nauseas al salto — Conteste con una sonrisa a Rodríguez. El solo soltó una risa burlona.

    — Procura no vomitar, si manchas el visor no podrás ver a que le disparas — Comento con una sonrisa.

    — Muy gracioso, ojala te derriben antes de llegar al suelo — Le conteste molesto, aún que solo era una broma. El y yo éramos los mejores amigos desde que entramos a la academia, el sabia mis miedos y mis motivos.

    Después de ese comentario solo rio y estiro su mano para ayudar a levantarme, seguimos por un rato platicando mientras acomodábamos las cosas en nuestras mochilas y revisábamos una y otra vez las armas.

    Hansen y Tomás parecían niños pequeños en una dulcería, buscando que arma llevar, con que podrían matar más, por mi parte solo llevaría mi confiable M7S y un Rifle de Asalto MA5D, era lo mas usado y la munición abundaba entre los muertos.

    Mientras revisaba los cargadores no podía evitar mirar de reojo a Karel, tan linda. Una chica de 25 años, ojos color plata, un cabello lacio, color café como solo el de ella podría ser y una figura en la que todo hombre quisiera poner sus manos. Nos conocíamos desde pequeños y éramos muy buenos amigos, pero cuando se entero de que estaba enamorado de ella, todo cambio.

    Mientras la veía recordaba sus palabras. — Tantos años para decírmelo— Gritaba en mi mente — Yo también te amo, pero no saldré con un cobarde— Seguía gritando en mi mente.

    Era cierto era un maldito cobarde, no tenia sentido seguir aquí solo por ella, si regresaba de esta misión, me saldría del ejercito. Aún que dudaba regresar, tal vez moriría a la hora de saltar, o algún maldito me dispararía por la espalda, de cualquier forma esto era lo último de mi vida.

    — Vamos muévete — Me dijo Rodríguez mientras se ponía su casco y tomaba su arma.

    — Ya voy, no me presiones — Le conteste poniéndome el casco.

    — ¿Vas a empezar de princesa? — Me contesto con un tono de burla en su voz.

    Una vez que los 5 estuvimos listos no hicimos más que esperar al capitán, pocos minutos después se presento en el cuarto y nos indico que fuéramos 2 niveles mas abajo en la nave.

    No podía ni caminar bien, me aterraba la idea de saltar, lo había echo miles de veces en el simulador, pero jamás en realidad y todos saben que si no tienes experiencia en esas cosas corres el riesgo de morir estrellándote con una nave, o peor aún, con uno de tus compañeros.

    — Elijan su carrosa señoritas — Nos indico el capitán cuando llegamos a un enorme cuarto con 6 VIIE listas para bajar. Todos se acercaron a una y acomodaron sus armas en ella, además de enlazar su sistema de comunicación.

    — De acuerdo, este es el plan. Bajaran a una pequeña pero importante ciudad al sur de Egipto, entraran de lleno al combate, apenas toquen el suelo recibirán disparos verdes. Ahora su objetivo: Impedir el avance de tropas enemigas a una base de información de la ONI, si llegan tendrán la información de las pocas colonias que quedan, a si que procuren no fallar. Otra cosa, no esperen apoyo aéreo. Karel quedas a cargo. Buena viaje señores. — Dijo el capitán antes de salir.

    Todo iba del mal en peor, si no fuera suficiente el temor a saltar, apenas llegáramos tendríamos que luchar y lo peor de todo, ella estaba a cargo.

    — Bien señores, a sus capsulas— Ordeno firme Karel. Todos entramos en la capsula correspondiente. Me metí en la fría capsula la cual se sincronizo con los lectores vitales de mi traje y se sello.

    — ¿Sucede algo? ¿Estás nervioso? Tus latidos y tu respiración son muy acelerados— Pregunto la I.A[3] de la capsula.

    — No es nada, ¿Cómo se llama la ciudad a la que bajaremos? —Pregunte con incertidumbre
    por las palabras de la I.A

    — Asuán, es una ciudad no muy grande, de espacio abierto, le recomiendo que una vez abajo se cubra, el enemigo tiene una fuerte presencia aérea — Advirtió la I.A

    Un ¡Bip! Interrumpió. Un canal de comunicación privada quería enlazarse. Acepte con mucha curiosidad de saber de quien se trataba.

    — No estés nervioso, si sigues de cobarde vas a hacer que maten a alguien — Dijo Karel por el intercom. Quede helado con sus palabras, fue como si me golpearan con un balde y luego me hubieran arrojado agua fría.

    Cerré el canal sin prestar atención a sus palabras.

    Sentí un ligero frenado de la nave, esa era la señal de que ya habíamos llegado, las VIIE se empezaron a mover y salieron por debajo de la nave.

    Fuera de la nave era todo un espectáculo, Cientos de cruceros color morado metálico, esperando, acechando como si de tiburones se tratase, disparando torpedos color verde. Unos cientos de cruceros humanos intentaban resistir, había también un par de M.A.C[4] que ayudaban. Por lo visto no era suficiente.

    — Listos en 3… 2… 1… buen viaje — Dijo la voz del capitán por el comunicador antes de que las capsulas se separan violentamente. El paisaje tan curioso empezó a cambiar a una velocidad alarmante. Empezábamos el descenso, ordene a la I.A darme el control de pequeña nave, era mas confiable que yo hiciera las maniobras, a si tendría la oportunidad de llegar al suelo con vida.

    Mi corazón latía a mil por hora y mi sangre estaba congelada. No podía creer que esto estaba pasando de verdad, estaba enfrentando mis 3 miedos al mismo momento, no es posible, no era justo.

    — ¡Antonio cambia la trayectoria! — Grito una voz en el canal de comunicación. Estaba paralizado y no preste atención, solo intentaba seguir respirando. El fuego que se generaba debajo de mi causaba un calor insoportable.

    — ¡Antonio! — Oí nuevamente pero con mas preocupación. Llegamos a una altura donde las Banshe y los Pelican combatían, sabia que ya estábamos cerca del suelo.

    — ¡Ant... — Escuche mientras veía incrédulo como otra capsula se desviaba violentamente para evitar la colisión con migo y golpeaba de lleno una Phantom.

    — ¡No Rodríguez! — Escuche decir a Karel por el comunicador.
    Era la capsula de mi amigo, de mi compañero. Yo había…causado su muerte, no era posible, no el no. Si alguien merecía morir era yo.

    — Activando propulsores y frenos — Interrumpió la I.A mientras yo intentaba no llorar. No era posible, lo que le dije hace rato en la nave se volvió realidad. El merecía vivir y seguir luchando, yo debería haber muerto.

    Una fuerte sacudida me indicaba que los frenos habían funcionad bien, que viviría para combatir, ahora solo quería desquitar mi rabia y mi tristeza. No había nada mejor que bajar y matar a esos bastardos. Ese miedo a pelear se iba alejando de mí.

    Apenas tocamos suelo se podía oír el sonido de las armas, de los casquillos pegando en el suelo, del plasma golpeando el concreto y de los gritos de los soldados heridos.

    Cuando la capsula estuvo firme en el suelo, tome las armas y las acomode, seguido esto golpe un botón que hizo volar la compuerta.

    Salí corriendo con la cabeza abajo, podio oler la pólvora, el gas de los compresores de las armas y el olor a carne quemada.

    Avance un par de metros disparando con la M7S, había logrado matar a 3 grunts que impedían mi avance. Cuando todo el equipo se reunió Karel dio la orden de ir a poyar a los Marines que defendían las instalaciones

    Avanzamos por una calle y llegamos a una enorme avenida que era testigo de una batalla de vital importancia.

    Hansen y Tomás se cubrieron con los restos de un edificio, Karel fue al frente y se aposto en una valla mientras intentaba disparar, yo me quede a una distancia considerable de los demás. Los pocos marines que quedaban habían resistido muy bien.

    — ¡Banshe! — Grito Karel para indicarnos que nos cubriéramos.

    La nave color morado pasó por arriba de nosotros, dejando caer una lluvia de plasma azul y un gran torpedo verde atrás mío.

    Me gire conmocionado por la cercanía del ataque, detrás de mí yacían al menos 5 marines tostados por el ataque. Solo me agache y me empezó a lamentar nuevamente.

    — ¡Antonio dispara joder! — Me dijo Hansen antes de ser alcanzado por un disparo de plasma que dio en cabeza, destrozando el visor.

    — ¡Le dieron a Hansen! — Grito Tomás mientras arrastraba el cuerpo de su amigo. Ya no
    podía seguir, no podía disparar tenia miedo.

    Me asome por encima de mi cobertura y vi a casi todos los marines muertos, quedábamos escasos 8 sobrevivientes. Era imposible que pudiéramos derrotar a 2 batallones de enemigos.

    — ¡Por atrás! — Dijo Tomás antes de cortar su trasmisión, me gire y vi un enorme elite con armadura roja atravesándolo con una espada de energía.

    El Elite arrojo su cuerpo como si de una mochila se tratase, se giro a mi y se acerco corriendo con las espada en mano dispuesto a matarme, intente apuntar y disparar pero mis brazos no obedecían.

    Una pequeña ráfaga de balas golpeo la cabeza del Elite y lo mato. Karel se giro para cargar su rifle y lo había echo a tiempo para poder matarlo. Se levanto e intento acercarse corriendo a donde yo estaba.

    — ¡Antonio no te veo disparan… — Intento decir antes de que un perno de plasma la golpeara en la espalda. Cuando cayó el casco se le salió dejando al descubierto su hermoso rostro.
    A pocos metros de mi, yacía mal herida el amor de mi vida. Todo por lo que estaba aquí ya no tenia sentido. Pronto dejaría de existir.

    En ese momento lo entendí, lo que tengo es miedo a la muerte. Pero de que servía estar vivo si no era con las personas que quería.

    Tome el poco valor que me quedaba y fui corriendo hacia donde estaba ella, los pernos de plasma rozaban mi armadura y casco, podía oler su carne quemarse.

    Llegue con una barrida para darle una patada a un Elite que quería matarla con unas espada, justo como a Tomás lo habían matado. Lo saque de balance y vacié mi cargador.

    Tome a la chica por la espalda y le arrastre hasta donde originalmente estaba, la recargue en la valla y recargue mi rifle.

    Empecé a disparar a todo lo que se moviera. Vacié todos los cargadores de la M7S y tuve que cambiar al MA5D, seguí disparando hasta que un fino perno de plasma me golpeo en el costado, un francotirador.

    Caí pero aún a si quería seguir disparando, seguir matando a aquellos que me lo arrebataron todo. No pude, lo único que pude hacer fue recargar mi cabeza sobre las piernas de Karel, la cual estaba muy grave.

    Ella señalo con dificultad el cielo, gire la cabeza y vi un Lonsword acercándose, volarían la ciudad con una Ojiva nuclear.

    Viví lo suficiente para ver como el gran avión dejaba caer el arma de destrucción masiva a unos metros de donde estaba yo y la chica que ame.

    Seguro esos bastardos no ganaron.


    1.- Subfusil con silenciador de 48 balas. Sin cartucho
    2.- Vehiculo Individual de Introduccion Exoatmosferica.
    3.- Inteligencia artificial.
    4.- Magnetic cañon acceleration "Cañon de aceleracion magnetica"
     
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  2.  
    Circe

    Circe Usuario popular

    Leo
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    Pluma de
    Escritora
    ¡Hola! Bueno, primero que todo gracias por participar en mi actividad y por entregar :3 Lamento mucho la demora, estoy corta de tiempo últimamente D:

    Fue una historia que me atrapó desde el principio. Tienes algunos errores (los tiempos verbales a veces no coinciden o te faltan varias tildes -la mayoría son los que van en pasado y los diacriticos-, es decir lo que no te marca el Word) pero rápidamente me envolviste en la historia, la cual tuvo una muy buena narración y descripción, además de estar llena de suspenso. Además, fue original y ayudaste a un foro bastante abandonado, lo que suma puntos (?

    Me gustó la actitud de Karel aunque fue un poco dura, por lo menos se la bancaba. Los amigos que se comportaban como niños buscando las armas me causaron gracia y me cayeron bien y Antonio mas o menos, al principio parecía demasiado miedoso. Me dio pena que se muriera el amigo para salvarlo pero me gustó que por un momento Antonio haya dejado de tener miedo, aunque no duró mucho.

    El final estuvo bueno y fue inesperado aunque me confundió un poco, ¿quiénes tiraron esa arma? ¿Los extraterrestes o los propios soldados?

    Igualmente la historia me gustó mucho. De verdad, muchas gracias por participar en ¡Asustémonos juntos! Y espero verte en alguna otra actividad.

    Sin más me despido. Saludos.
     
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