Habitaciones

Amalia (M) Habitación Escoria

¿Hmm, qué era ese olor? De repente, la habitación pasó de estar infectada por aquel fuerte olor nauseabundo a uno similar a la fresa, y me limité en cerrar los ojos y olisquearlo. Así, la habitación ya no parecía tan mala, empezaba a recobrar un poco del calor que le estábamos irradiando los humanos en ella.

Me asomé desde la litera de arriba, justo encima de la de una de las chicas que ya había escogido (me dio un poco de verguenza subir, pero me animé cuando me dio el visto bueno) y sonreí al ver que se trataba de Will. ¡Traía unas lindas almohadas y un aromatizante, por eso olía tan bien!

Tras haber colocado mis cosas en el transcurso del tiempo allí, bajé de nuevo y me acerqué corriendo al chico con ilusión, pues dormir sin almohada y con aquel pestilente olor hubiese sido desagradable. Le sonreí en cuanto me acerqué a él.

—¡Gracias, Will! Así por lo menos la habitación estará más decente... —abracé una de las almohadas cogidas, y sentí su suavidad y el aroma a limpio que desprendía. Daba mucho gusto. Pero entonces, mi rostro cambió de expresión al ver que el chico se había hecho uba herida en el dedo, y comenzaba a sangrar. Rápidamente solté el objeto y tomé un pañuelo de mi bolsillo, atándoselo con cuidado para cesar la herida. Le miré preocupada—. ¿Dónde te la hiciste? ¿Te duele?

Al instante, una alarma nos avisó de que se trataba de la hora del desayuno, y miré a los presentes. Era hora de conocer al resto de la escuela... ¿no?

 

Will (M), Habitaciones.

Amalia apareció de repente con ese semblante cálido y adorable que desprendia, me agradeció por las Almohadas y el Aromatizante, yo sólo Sonreí pero luego notó la herida en mi dedo y de una forma muy dulce ató su pañuelo a el.

—Gracias a ti pequeña, ese dedo había sido mordido por una rata mientras buscaba el aromatizante, por suerte encontré las almohadas y el mismo de olor a fresa entre las escobas— comente con una sonrisa mientras la tomaba del hombro.

—Anda vamos a desayunar...— Sonreí y salí junto con ella.

 

Jesse [N] Habitación Élite

"Primer piso a la derecha. Tu izquierda si bajas de las escaleras."

— Muchas gracias, Alli~ — dije con una sonrisa divertida en el rostro, no sabía si mi respuesta le había agradado mi respuesta o no, pero su suspiro indicaba que era más lo segundo, luego miré a Ash y a Jev para hacerles una seña e invitarlos también a salir de la habitación de una vez. Miré una vez más a Allison y a su mejor amigo para dedicarles nuevamente una sonrisa, tan solo esperaba que nuestra convivencia no fuera tan seria como ahora.

Y sin más, sali de la habitación para comenzar a bajar con cuidado las escaleras y dirigirme al comedor.

 

Contenido oculto

odio todo, no me llegan las alertas y el teclado me va mal ;_;

Skylar (M) Habitacion Escoria

Al terminar de arreglar las cosas en su respectivo cajon me llego un ligero olor a fresa, comence a oler para distingir de donde venia aquel olor, parecia casi un sabueso. ¡Un aromatizante, habian encontrado un aromatizante! ¡y con olor a fresa!, ahora el lugar estaba mucho mejor.
El chico que habia traido aquel aromatizante tambien tenia unas almoahas consigo, ya estaba, aquel chico se tenia el cielo ganado.

Pocos momentos despues se escucharon unas campanadas, ¿era la hora del desayuno?, ¡finalmente!, solo espero que no nos separen como con las habitaciones y que la comida sea igual para ambos bandos.

—Te-je, ¡vamos a desayunar!, ¡vamos a desayunar!—Sali dando leves giros de alegria, como una niña en un parque de atracciones.

Tan solo salir de las habitaciones me aferre a una de las chicas que acababa de salir de la habitacion, una de lentes y le abraze por los hombros.

—¿Que crees que nos den de desayuno?—dije ilusionada—quiza huevo frito, o tocino, o quiza panqueques...

De tan solo pensarlo se me hacia agua la boca, ¡ya queria llegar al comedor y verlo por mi mismo!

 

Max [M] Habitación Escoria

En cuanto hago la pregunta, un chico entra en la habitación hablando en voz alta. Resulta que nos trae almohadas y un bote aromatizante. Después de repartir almohadas, la habitación huele a un toque de fresa que me encanta. Si tengo que dormir así el resto de días, no va a ser tan mala la cama. Podré descansar en paz.

Veo que algunos ya se conocen, porque hablan despreocupadamente entre ellos. Me alegra que haya buen feeling. Y entonces, una campana resuena por la habitación. Por la hora que es, avisarnos... Debe ser el desayuno. Ya empezaba a notar hambre, más incluso después de toda la limpieza sin nada en la tripa.

Salto de la litera al suelo, me incorporo y avanzo con paso decidido hacia la puerta. Espero que el resto sepa donde está el comedor, o de otra manera tendremos que buscarlo. Delante mio un par de chicas van abrazadas, con la cara iluminada por el desayuno que nos espera. No puedo evitar sonreir al ver una escena tan tierna. También tengo cerca de mi a la chica pelirrosa de antes, acompañada del salvador que nos trajo las almohadas. Me acerco a el y le pongo la mano en el hombro. @Arno Dorian

—Tio, muchisimas gracias por las almohadas. Nos has librado de una buena.

 

Jev (N) Habitación de Élite
Solté una risa algo nerviosa al escuchar la disputa entre Jesse y Allison.
Ambas tenían sus puntos, yo también me tenia otra imagen de los castillos, y recuerdo haber visto una foto del castillo cuando estaba decente, pero tenia una explicación su estado y me parecía que esto no estaba tan...mal.
En eso sonó la campana y sonreí.
- ¡Es hora del desayuno! - dije poniéndome de pie, los rasguños me lastimaban, pero podía vivir con ello, Jesse me hizo una seña para ir, así que fui detrás de ella - Los veo en el comedor - y salí agitando la mano.

 

Ashley (N), Habitación Elite.

Ahora conocia el nombre de algunos de mis compañeros pero cuando comenzaron a hablar Allison y Jesse sobre como era la academia anteriormente y su aspecto actual no me dio tiempo de presentarme yo a ellos, pero ya lo haría después.

Recordé lo que me habían contado mis padres años atrás del aspecto de la academia y como lo descubrieron, estaba segura de que era un bello lugar pero no era raro su actual aspecto.

Iba a opinar cuando sonó la campana que nos anunciaba la hora de ir al comedor y tras escuchar la explicación de Alli sobre el camino hacia el comedor mismo.

Me levante de mi cama y salí de la habitación después de Jev y Jesse.

 

Skylar (M) Habitacion Escoria

Tan solo entrar en mi habitacion me tumbe en la cama boca abajo, no me limite siquiera a acomodarme bien por la pereza que tenia.

—Despiertenme cuando alla pasado un año~—Murmure con la almohada que uno de los chicos nos habia traido.

No me queria levantar en lo que restaba el dia, aunque unos cuantos raspones en mis codos y cara me pedian que los tratara, no me iba a levantar.
Tenia la maleta cerca de la cama, asi que estire el brazo tratando de buscar el libro que me habia traido de casa, si mal lo recordaba lo habia dejado en una de las primeras bolsas de enfrente.

Cuando lo saque me di una ligera vuelta en la cama y comence a leerlo. Aunque ya lo habia echo bastantes veces, no se, siempre me encantaba leerlo una y otra vez. A veces hasta parecia que las frases cambiaban.

 

Amalia (M) Habitación Escoria

Abrí la puerta de metal por primera vez sin temer el ataque de la familia de ratas, cerrándola detrás de mí con cuidado de no hacer mucho ruido. Nadie me aseguraba que no quisieran volver por el queso que les prometí, lástima que ni yo misma pudiese permitirme ese lujo aquí. Bueno, si se conformaban con la sopa yo encantada, pero no creo que fuera de su agrado.

Como esperaba, las habitaciones estaban vacías. Imaginé que la mayoría estarían dirigiéndose a los baños y darse una merecida ducha o bien irían al comedor a reponer fuerzas, las dos opciones eran muy viables. Yo en cambio estaba demasiado exhausta como para hacer mucho más, preferí descansar en mi cama el resto del tiempo. Y en cuanto entré a nuestras habitaciones, comprobé que no fui la única con aquella idea.

La chica que ocupaba la cama de abajo de mi litera se encontraba allí, leyendo un libro tranquila. Parecía que teníamos las ideas conectadas, pues justo aquello fue lo que más me apeteció hacer ahora. Traté de no llamar mucho la atención y caminé directa a mi lugar, depositando la mochila con la ropa recién lavada a un lado. Observé a la chica de reojo antes de subir las escaleritas hacia mi cama, y rápidamente desvié la mirada cuando me notó, nerviosa por ser descubierta. No tardé mucho en llegar al colchón, y me recosté estirando mis extremidades con comodidad. Al fin estaba en la cama, qué alivio...

Noté al recostarme mejor las tiritas en mi bolsillo del pantalón, justo las que me habían sobrado, y las saqué para admirarlas con detenimiento antes de coger el libro que quería leer. Creía haber notado heridas sin curar en la chica que compartía la litera conmigo y pensé que lo mejor sería ofrecérselas para que las curase. Y eso hice, me asomé cabeza abajo desde la litera superior y la observé curiosa.

—O-oye, ¿quieres... estas curitas? Me sobraron y pienso que podrías darle mejor utilidad, es mejor que te cures esos arañazos... —y le sonreí amable, a pesar del evidente sonrojo que coloreaba mis mejillas de la vergüenza. Le tendí las curitas de todas formas, por si la respuesta era un sí, mientras me mantenía boca abajo desde la litera de arriba.

 

Skylar (M) Habitación Escoria

Poco momentos fueron antes de que a la habitacion entrara otra chica. Escuche abri la puerta pero no le di mucha importancia, solo mire de reojo para notar quien era y, al parecer, era la chica pelirosa a la cual le habia mandado hablar la decana en la hora del almuerzo.
Dejo sus cosas y se dirigio a su respectiva cama, la que estaba arriba mio. No pude evitar reirme un poco al notar que se puso nerviosa cuando la note, ya habia descubierto que era una chica timida.

Me volvi a concentrar en mi libro, otra vez el silencio habia inundado la habitacion por completo, hasta que note que la chica se asomo por debajo de la parte superior de la litera.

O-oye, ¿quieres... estas curitas? Me sobraron y pienso que podrías darle mejor utilidad, es mejor que te cures esos arañazos...

Deje el libro a un lado al notar que me habia tendido la mano con algunas cuantas curitas, rei un poco al notar el leve sonrojo que tenia.

—Esto, gracias—las tome—, y bueno, no tienes porque estar tan nerviosa. No es como si te fuera a comer o algo—Bromeé apretandole la nariz.

>>Oh igual si, la sopa en la Academia no te quita el hambre del todo. Oye, ¿eres alergica a la sal o a la pimienta?

 

Amalia (M) Habitación Escoria

La observé dejar el libro que se encontraba leyendo a un lado en cuanto reparó en mí, notando como soltaba una pequeña risa al verme. Ladeé la cabeza sin entender muy bien, curiosa, y entonces tomó las curitas. Al final les sería de utilidad, qué bien.

Agradeció el gesto y pensé que era mejor que no la molestase más, por lo que asentí sin borrar mi sonrisa y alejé mi cabeza del borde. Pero entonces la escuché dcirme algo más, y volví a asomarme para verla. Quizás no le había molestado la interrupción tanto como yo pensaba, menos mal.

—¿Co... comerme? —parpadeé sorprendida, y arrugué un poco la nariz ante el contacto—. No creo que te gustase, mi cabello no sabe a fresa aunque parezca a simple vista —su risa me contagió y no pude evitar hacer lo mismo—. Y bueno, con lo de la sopa estoy de acuerdo, a mí se me quitó el hambre solo de verla...

>>Y n-no, no lo soy. O al menos... eso creo. Que yo sepa no tengo alergia a nada aún —llevé un dedo a mi labio inferior aún boca abajo, pensativa. ¿Por qué lo preguntaría?

 

Seth (M), Habitaciones

Llegue a la habitación, ya me sentía extrañamente mejor, las curitas en mi rostro me incomodaban un poco, pero las mantendría allí hasta la mañana siguiente. Me acerqué a mi literal, me quité la sudadera, tenía calor, una camisa ligera estaba dejabo, lo coloqué en mi cama superior. Me subí a ella y me acomodé como pude, coloqué la sudadera debajo de mi cabeza, crucé mis brazos detrás de mi cabeza mientras intentaba liberar mis pensamiento, no quería hacer nada, sólo dormir y olvidar lo que había sucedido hoy. Miré mis manos, tenían cortes, las abrí y cerré estudiándola, sanarían pronto.

—Ojalá no tener que hacer lo de hoy, mañana...—pensé agotado, cerrando mis ojos, sintiendo como poco a poco me alejaba de éste mundo.

 

Jesse [N] Habitación Élite

Allison ya se había ido a dormir y después de desearle también buenas noches me aproximé hasta mi cama y me dejé caer en la cama, y casi de inmediato me coloqué debajo de las sabanas, este había sido un día pesado y esperaba que mañana no fuera tan tan pesado como hoy, cualquier cosa podría ser mejor que esto, pero no debía darme tantas esperanzas a fin de cuentas, la academia ya nos había dado suficientes "sorpresas" como para esperar algo bueno.

 

Luego de un dia ajetreado y agotador, no volvieron a despertar hasta las seis del día siguiente, cuando suena la campanada que anuncia la hora de levantarse. En unos minutos debían ir al comedor, donde la decana les diría las actividades académicas del día. ¿Porque no solo darles un horario y listo? Pues lamentablemente los nefilim no eran muy duchos en el uso de una impresora.

Era buena idea darse una ducha antes de ir a comer, ya que se rumoreaba que Scarsbury obligaba a hacer doscientas flexiones después del desayuno, para bajar las inexistentes calorías que podría dar de más esa sopa. Y si querían hacerlas bien, debían de estar bien despiertos.

En las habitaciones de los Escoria, algunas ratas habían vuelto. Estas se escondían cuando te les acercabas, pero por lo demás no podrían causar tanto daño. Dado que tenían alma de guerreras, lo mejor era tener una tregua.

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Roleen y cuando estén en el comedor se continúa. Oficialmente han sobrevivido al primer día de clase (?

 

Jev (N) Habitación de Élite
Abrí los ojos un poco cansado, lo primero que vi fue el techo.
Ayer la chica mundana había pasado olímpicamente de mi, me hirió un poco, pero era comprensible, después de todo por lo que soy le llamaban escoria, y de seguro no era muy agradable.
En fin, intentaría hablar de nuevo con ella.
Me gire para ver la ventana, la chica de mi lado seguía durmiendo, pero el sol ya se estaba asomando, quizás eran las seis o siete de la mañana.
Me levante con cuidado, tratando de no hacer el mas mínimo ruido y tendí mi cama.
- Bien... - dije para mi en un susurro mientras la veía, entonces sentí con mis pies descalzos algo, baje la mirada y vi la ropa mojada debajo de la cama, eh... por ahora ahí seguían bien. Y se estaban secando, así que quizás era bueno.
Me dirigí a las duchas de los hombres, como era temprano no lleve ropa, si tenia suerte lograría llegar para cambiarme antes de que las chicas despertaran, sino me metería al ropero.

 

Jesse [N] Habitación Élite

Y mientras la luz se filtraba por la ventana y comencé a despertarme poco a poco justo cuando sonó la campana, froté mis ojos levemente y miré a mi alrededor alcanzando a ver a Jev salir de allí, me retiré mis sábanas y me estiré levemente, mi ropa de ayer aun se sentía un poco húmeda pero ya se estaba secando, lo cual era bastante bueno. Saqué mi ropa de mi maleta junto con mi y me acerqué a Ash y me senté al lado de su cama, moviendola repetidas veces — Ash, Ash, Ash~ — murmuré una y otra y otra vez hasta que vi que ya se había despertado — Buenos días. — reí levemente y con mi misión cumplida me levanté de su cama para salir del cuarto, directo a las duchas.

Ojalá lo de las sentadillas no fuera nada cierto.

 

Max [M] Habitación Escoria

Despierto con el tañido de la campana que nos anuncia un nuevo día. Abro los ojos, y veo el techo de hormigón de mi celda... Digo, habitación. Estoy tan dormido que por un momento pienso que estoy en mi cama, en casa. Pero al ver más detenidamente ese techo, me doy cuenta que estoy en la Academia para convertirme en Nefilim. Recuerdo que ayer, después de la comilona que me pegué en el comedor, me entró tanta modorra que me despedí de los allí presentes y me fui a la habitación, a la cama derecho. Y quedé sopa en el mismo momento que mi cabeza tocó la almohada.

La ropa que ayer dejé secándose a los pies de la cama sigue húmeda, por lo que tengo que coger del armario otra. Bajo de la cama, sin molestar a Scott debajo, y me voy al armario. Será buena idea pasarse antes por las duchas, para despejarme y prepararme para el entrenamiento mañanero que se rumorea le encanta al Grandullón. Veo que soy el primero en coger las cosas, así que sin hacer mucho ruido, me marcho de la habitación.

De camino a la puerta me encuentro con unos viejos amigos. Las ratas han vuelto. Pero hay muchas menos que anteriormente, y parecen distraídas. En cuanto me acerco un poco, salen corriendo a esconderse en los recovecos de la habitación. Alguna de lejos simplemente me mira y vuelve a sus quehaceres. Que ratas tan persistentes. Pero por el momento parecen haber captado la indirecta de que este sitio nos pertenece ahora. Y por lo que vimos, también son peleonas. Recuerdo que fue Amalia quién las espantó, así que por el momento las dejaré estar, y cuando la vea le diré que se libre de ellas. Por el momento, al tercer piso.

 

Skylar (M) Habitación Escoria

No recuerdo cuando quede dormida, solo que al despertar tenia la mitad del cuerpo fuera de la cama y enrollada en la unica sabana que habia traido de casa.

—Ugh...¿Q-que? ¿ya amanecio?—Intente girarme, pero me equivoque de direccion—¡Woah!.

Termine tumbada en el suelo completamente enrollada en la sabana junto con la almohada, y para "detenerme" lo unico que alcanze a tomar fue la escalerilla de la litera, completamente inutil la decision.

—Chicas~ ¿me ayudan a levantarme?—Susurre

Si tenia suerte una de mis compañeras estaria despierta y me ayudaria en este embrollo que me habia causado sola, si no, haber como me las arreglo sola ya que ambos de mis brazos estaban completamente apretados, ¿como? no tengo idea.

 

Seth (M), Habitación Escoria

Poco a poco mis párpados se abrieron, por un momento no entendí en dónde me encontraba, extendí mi mano frente a mi rostro, mientras la movía de lado a lado, observé las heridas que estaban cerradas, no entendí en dónde estaba... abrí aún más los ojos y me di cuenta que estaba en la Academia. Resoplé cansado, esa alarma me parecía demasiado ruidosa, parecía que había gente "emocionada" ya que algunos de mis compañeros no estaban, parece que ya se habían ido a duchar. Suspiré cansado, sentándome en la cama, desearía poder dormir un poco más, toqué mi frente y me di cuenta de la curita.

Abrí mi mochila que estaba a un lado de la cama y saqué la ropa que utilizaría hoy... bajé por la escalera hasta el suelo, bostecé mientras me estiraba un poco. Tallé mi ojo con mi mano derecha mientras la luz me molestaba. Observé el movimiento repentino por el rabillo del ojo, me giré asustado... busqué con la mirada y me di cuenta que eran ratas. Suspiré, parecían temerosas, así que las ignoré. En la "habitación" de las chicas, escuché un sonido de algo cayendo al suelo, alcé mis hombros y continué mi camino hacia los Baños.

—Otro día en el infierno, genial...—dije con sarcasmo mientras atravesaba el umbral de la puerta de metal.