Habitaciones Mundanos Cuando vuelvo al baño después de lavarme la cara, me quedo en el marco de la puerta que habíamos desencajado. Ya todos han terminado, y el baño se ve increíble. Tras un duro esfuerzo, hemos conseguido limpiar hasta la última... Me fijo mejor y aún nos queda algo. —Chicos, ¿Podéis salir un momento del baño? —todos me hacen caso, y en cuanto sale el último confirmo mis sospechas. Pablo ha hecho un gran trabajo con los excrementos del suelo, pero al andar tanta gente dentro del baño necesitábamos una perspectiva diferente. Entre las huellas que hemos dejado cada uno, y los sitios donde nos hemos apoyado, el suelo está medianamente decente. Esto requiere del toque final, para que nos quede de verdad un baño limpio y reluciente. —Creo que hay que rematar este suelo. No pasa nada, yo me encargo —me dirijo a la escoba que ha usado Pablo y me pongo a limpiar. [1/5] Suelo
Habitaciones Mundanos Como no quiero barrer sin éxito, me voy a centrar primero en las esquinas del fondo. Y de ahí pasaré al centro poco a poco para rematar con la fregona. Y en los extremos, por donde andábamos limpiando las duchas, quedan restos desagradables de ratas. O eso pienso, porque no he visto hasta ahora ningún otro animal por aquí. Miedo me da pensar que pueda haber alguna otra cosa. Y es que los animales son geniales, me encantan. Pero... Los insectos, no los soporto. Se que no tengo que dejar que se me note, no quiero que me llamen miedica ni nada. Pero esos asquerosos bichos me ponen los pelo de punta, igual un trauma que tuve de pequeño y se me ha quedado en el subconsciente. Uso la escoba para frotar bien todas las esquinas, y voy dejando los bordes libres de restos. Mientras limpio, los chicos andan por la habitación esperando, supongo que más de uno está con ganas de usar los baños por fin. Por eso no me tengo que distraer, que ganas de acabar. [2/5] Suelo
Contenido oculto Como no quedan más tareas, he puesto los posts Habitaciones Mundanos Esto de barrer se llega a hacer un tanto monótono. Sin darme cuenta, me pongo a cantar una canción en la cabeza, una con ritmo. De poco en poco, sigo el ritmo con la escoba, barriendo al son de la música. Cada sacudida se vuelve una nota en mi mente, y llega un momento en el que la propia escoba coge vida y se mueve con sensualidad. Voy barriendo el suelo, y a la vez mis pies no pueden evitar sentir el deseo de bailar. Deslizo la escoba, se desliza mi pie... Continuo así un rato, hasta que me doy cuenta de lo que estoy haciendo. En un momento paro, y me pongo rojísimo. Tengo a mis compañeros al otro lado de la puerta, y no se si me habrán visto mis super movimientos sensuales. Que vergüenza. Paro de mentalizar la canción, y como si me hubiese convertido en un robot sigo limpiando haciendo el menor movimiento posible. [3/5] Suelo
Habitaciones Mundanos Poco a poco va quedando el suelo como si fuera recién estrenado, y no el cuchitril que nos hemos encontrado al principio. Gracias a la limpieza de Pablo, ahora mi trabajo no es tan duro, solo tengo que repasar lo que el ha ido haciendo. Raspando bien todas las esquinas, acomodo la suciedad en el centro de la sala. Cojo el recogedor y comienzo el laborioso proceso de meter la basura y llevarla al contenedor con la bolsa. Más tarde tendremos que llevarla a donde tenga que dejarse, y ya tendremos la tarea completa. Con el último recogedor, dejo la escoba en el extremo de la puerta, y asiento con la cabeza. —Ya casi, chicos. [4/5] suelo
Habitaciones Mundanos Para acabar, agarro la fregona con el cubo de agua y me coloco en el centro del baño. Empezando por el lado más alejado de la puerta, paso la fregona por todo el suelo. El movimiento es suave y ligero, el suelo no me impide pasar con obstáculos, hemos barrido bien. El agua deja el suelo brillante, se va asimilando con el resto de aparatos del baño. Voy retrocediendo, pasando a un lado y a otro la fregona. Muevo el cubo hasta el otro lado de la puerta, donde mis compañeros aguardan a que acabe. Dando pasos para atrás. ya solo queda el borde de la puerta. Salgo del baño, y paso la fregona por el límite entre éste y la habitación. En cuanto acabo, coloco la fregona haciendo de obstáculo en diagonal en la puerta. —¡Por fin hemos acabado! Ahora, como alguien me pise lo fregado antes de que se seque, se va a enterar —lo digo con una sonrisa en la cara, pero no creo que nadie se atreva a contradecirme. —En cuanto esté seco, echamos el aerosol que trajo Will, ¿No? [5/5] Suelo
Contenido oculto Como no sé si estamos esperando a que alguien use el aerosol para avanzar o no pues... prefiero salirme de dudas (? Habitación Mundanos Luego de haber terminado de limpiarlo todo, o al menos eso era lo que pensaba, admiré emocionada el cuarto de baño recién acabado. Todo estaba tan perfeccionado y brillante que parecía un lugar completamente diferente al que habíamos entrado unas horas atrás. Descubrí entonces que el toque final para dejar la estancia reluciente era utilizar el aerosol de Will, que por suerte Pablo ya había encontrado. Avancé hacia él dispuesta a utilizarlo tan tranquila cuando la voz de Max nos hizo prestarle atención. "Chicos, ¿Podéis salir un momento del baño?" —¿E-eh? ¿Y eso por qu...? —pero no tuve tiempo de preguntar el porqué de aquella repentina petición, pues pronto todos fuimos conducidos hacia la salida. Indignada por mi baja estatura y la acumulación de gente en la puerta impidiéndome ver qué pasaba me hizo escurrirme por entre las piernas de los demás, y asomé mi cabeza desde el suelo para observar qué estaba ocurriendo realmente. El chico nos explicó que había que rematar el suelo, y al enfocarme bien sí que tenía razón, aún quedaban rastros de pisadas por ciertas zonas. Así que, muy a mi pesar, tuvimos que aguardar otro ratito más. Me mantuve espectante apoyada en la pared de al lado, asomando de vez en cuando mi cabeza para ver si había acabado ya, pues la paciencia no era una de mis virtudes, y en una de aquellas veces me dio tiempo a ver a Max bailando con la fregona tan contento. No pude evitar contener una risilla ante la escena pero pareció darse cuenta de la situación casi al instante, pues paró en seco en un momento determinado de su baile. Escondí mi cabeza a tiempo para no ser vista, tratando de no hacerme oír con la risa que escapó inevitable de mis labios; yo no había visto nada. Para cuando ya me encontraba contando las manchas del techo como si fuesen la cosa más interesante del mundo, escuché un "¡Por fin hemos acabado!" que me iluminó la mirada de nuevo. Volví a tratar de abrirme hueco entre la gente y pude ver el suelo brillando en todo su esplendor: ¡si hasta nos veímos reflejados en él, qué guay! Satisfecho con su toque final nos prohibió el paso hasta que se secase, y tras aguardar lo suficiente fui la primera en entrar con rapidez y estrenar nuestros nuevos baños con el ambientador en la mano, cómo no. —Ahora sí, ¡el toque final! —colocándome de puntillas para llegar a uno de los armarios más altos, coloqué allí el aerosol y lo encendí, embriagando la estancia poco a poco con un olor más agradable, sustituyendo así al anterior. Ahora, ahora sí que esto parecía un baño en condiciones. Finalmente, el esfuerzo había dado sus frutos. Contenido oculto @Graecus :'D
Liza había accionado el aerosol, buscando un mejor ambiente en el "nuevo" baño. ¿Funcionaría? Suerte: 1. Sí, aún le queda mucho por hacer a ese aerosol antes de palmarla. ¡El baño huele bien! 2. No, ese aerosol ha muerto y sin ceremonia. Les toca esperar que el olor se vaya. ¡El baño está limpio! 100 EXP para todos los que han hecho de su parte.
Habitación Escoria Finalmente, con lo último hecho por Max y Amalia el baño por fin era decente, las cosas en su lugar, un buen aroma, una buena imagen y todo completamente limpio libre de todo excremento, suciedad y cosas varias, miré a todos los presentes y sonreí con algo de orgullo al ver que ya poco a poco eran más organizados y comenzaban a trabajar más en equipo, pero... de cierta forma solo eran ellos, del otro "bando" de este instituto nos quedaba bastante para aprender a estar todos de acuerdo en algo. — Finalmente la tarea ha acabado... — murmuré más para mi misma que para otra persona, luego me acerqué a Amalia y acaricié levemente su cabello — Ya tienen un baño propio, muchas felicidades — Me estiré levemente y me alejé un par de pasos — Pero creo que debo retirarme, tal vez duerma un rato o vaya al comedor.. tanta limpieza da hambre, ¿saben? >>Un placer ayudarlos ~ Y sin más, me fui retirando de la habitación pasando una de mis manos por mi cabello para acomodarlo un poco después de lo desarreglado que quedó con todo lo que habíamos hecho.
Habitación Mundanos Poco después, Max nos obligó a salir del lugar y observé rápidamente como él comenzaba a limpiar el suelo ara darle el toque final. Así pues, decidí dejarme caer en el suelo, apoyándome en la pared, esperando que nos anunciara el final de su tarea mientras me perdía en mis pensamientos observando el techo. No pasó mucho hasta que tuve que levantarme pues el chico terminó de dejar el suelo reluciente, y además Amalia utilizó el aerosol para que el ambiente del baño fuese más placentero de oler. Por lo menos hasta que lo usáramos. Vi que Jesse salía de la habitación cuando el trabajo acabó. Pero no iba a ser la única que abandonase el lugar, pues mi barriga empezaba a pedir alimento y se notaba que había pasado bastante tiempo por lo que ya debía ser hora de cenar.
Un olro fresco y aromatizado me despertó de la siesta, al mirar todos celebraban. Mierda, de que me perdí - pensé - Ah ¡Si!, el baño. Volteé y vi lo limpio, hermoso y aromatizado que había quedado. Vaya, dormí por un buen rato - le dije a Cathy mientras me sobaba la cabeza.
Habitación Mundanos Unos instantes después de haber colocado el aerosol en su sitio y de haber captado la atención del resto por unos momentos, sentí el temor de ver que el objeto no funcionase del todo. Noté el ardor en mis mejillas acentuarse cada vez que pulsaba el ambientador sin mucho resultado, pero hoy sí era nuestro día de suerte y pudo aguantar lo suficiente como para poder sernos de gran ayuda. Sonreí soltando todo el aire contenido y me volví hacia los demás, aliviada, sintiéndome satisfecha con el trabajo realizado durante toda la tarde. Y ellos no parecían indiferentes al cambio que había dado el lugar, se les notaba en sus expresiones, y me alegraba mucho verlos así. "Finalmente ha acabado... Ya tienen un baño propio, muchas felicidades. " La voz de Jesse captó mi atención entre los demás, y no tardé en volverme para buscarla. Sin embargo ella fue más rápida esta vez, y pronto sentí su mano acariciar mi cabello con ese gesto que solía hacer de vez en cuando. La sonrisa se acentuó en mis labios sin poder hacer nada para evitarlo y alcé la cabeza para poder verla mejor: ella también parecía sentirse orgullosa del esfuerzo que había hecho y no me extrañaba, sin ella hubiésemos tardado mucho más rato, daba fe de ello. "Pero creo que debo retirarme, tal vez duerma un rato o vaya al comedor.. tanta limpieza da hambre, ¿saben? Un placer ayudarlos ~" Sin embargo y a pesar de dejar claras sus intenciones no dejé que se escapase tan fácilmente, y antes de que la chica pudiese dar un paso más sintió como me aferraba a ella en un cariñoso abrazo. —¡Muchas gracias por tu ayuda, Jesse ! Nos has ayudado mucho, te debemos una —le agradecí con total sinceridad, dejándola marchar al poco tiempo del abrazo. Me despedí con la mano al verla marcharse de la habitación, deseándole las buenas noches ya que quizás no la vería hasta el día siguiente. Era lo más probable—. Que descanses, hasta mañana~ Una vez abandonó la estancia noté como Cathy no tardaba en seguirla, y estaba segura de que el resto no tardarían en hacer lo mismo. Froté mis ojos sintiendo ya el sueño hacer mella en mí y opté por ir a darme un baño de agua caliente para despejarme un poco. ¿Y qué mejor que estrenar nuestros nuevos baños? ¡Era la ocasión perfecta! Por lo pronto esperaría a que el resto abandonase el lugar para poder campar a mis anchas, así que me senté en una de las camas observando la habitación vaciarse poco a poco, soltando un pequeño bostezo de vez en cuando.
Habitaciones Mundanos Me terminé de bañar, por supuesto en los pisos superiores. Al no haber ayudado en nada, no sentí que fuese justo tener que bañarme en el mismo baño que mis compañeros limpiaron, así que me marché y me cambié de ropa. Ahora estaba completamente seco, estaba feliz por ello, al fin podía decir que estaba en mi ambiente de comodidad. Fui al comedor y "bebí" de la sopa antes de marcharme hacia mi habitación. La mayoría aún se duchaban o e iban a comer, no les di demasiada importancia, subi la litera y me acosté mirando el techo. Bostecé y tape mi boca con mi mano, habían pasado cosas raras ese día... Cosas que no entendía del todo, pero no me preocupé, los demás al menos estaban felices. Cerré mis ojos y decidí dar por terminado mi día.
Habitación Mundanos En cuanto llegué a las habitaciones cogí el pijama y me metí en los baños, dispuesta a estrenar las duchas. Y vaya que duchas. Aquello era una gloria, era el paraíso en el suelo y además cerca de la cama, todo lo que podía desear. Acabé de limpiarme una vez que sentí mis músculos totalmente relajados, al igual que mi mente al fin bastante más descansada y lúcida. Salí de la ducha con la ropa ya puesta y me peiné con cuidado para finalmente salir de ahí como nueva. ¡Qué bien sentaba una buena ducha en el momento adecuado! — Buenas noches~ — dije mientras pasaba a la parte de las chicas, en el supuesto caso de que hubiese alguien ahí pues tampoco quise mirar muy detenidamente las camas de los chicos. Cuando dejé todo en su correspondiente lugar me metí en la cama con un libro. Acabé quedándome dormida sin apenas avanzar más de una página.
Habitaciones Mundanos Y con el toque del aerosol, por fin ha terminado la limpieza de los baños. Por Raziel, que alegría tener unos aseos dentro de la habitación. Tengo una ganas de usarlos... Pero primero lo primero. Algunos de los compañeros van y vienen del comedor, cosa que, siendo la hora que es y el trabajo realizado, lo tenemos más que merecido. Tranquilamente, dejando a cada uno que se dedique a sus cosas, me dirijo a la salida para subir las escaleras de la Academia al comedor. Tras mi plato, repetir, y todavía servirme un poco más, lleno como me quedo vuelvo a la habitación. Estamos hechos polvo, es normal el ambiente relajado que se inspira. Además apenas he visto a los Nefilim, a excepción de Jesse, y los de los establos, pero con ellos no he hablado. Que habrá estado haciendo Jev hoy, creo que le preguntaré mañana. Con lo compenetrados que estamos, y la pena de andar unos haciendo una cosa y otros otra separados. Ya tengo ganas de que llegue el día en que podamos estar todos equiparados y sin distinciones. Con mis pensamientos, me dirijo a las nuevas y super limpias duchas de la habitación. Sin prisa alguna, me quedo debajo del agua caliente un rato para saborear cada momento. Es tan desestresante esto, que me quedaría todo el día. Pero cuando ya se me empieza a cuartear la piel de los dedos, decido salir y ponerme el pijama. Que gozada de verdad tener estos baños tan a mano. Ahora, colocando la toalla al pie de la cama, subo las escaleras de la litera y me tiro con el peso muerto. Decido quedarme ahí, sin hacer nada ,con los brazos detrás de la cabeza, pensando en mis cosas. Después de un tiempo, cuando prácticamente la mayoría anda en su hora de dormir, me tapo con las mantas. —¡Buenas noches chicos! Mañana más — y no tardo ni dos minutos después en quedarme más dormido que un oso en hibernación.
Habitación Élite Entré a la habitación lo más silenciosa que he podido y miré las camas de los nefilim, una que otra estaba vacía y entre ellas se encontraba la de Ash, ¿qué estaba haciendo a estas horas fuera?, suspiré y sin más me adentré a mi cama donde rápidamente pasé a quitar la ropa de mi cama hacia el suelo, mañana en la mañana la acomodaría, hoy solo importaba dormir tranquilamente después del día de trabajo. — Hasta mañana...— murmuré casi por instinto que por querer hacerlo de forma voluntaria, quien sabe.. tal vez alguno de ellos siguiera medio consiente y ya me había despedido de él o ella de forma adecuada.
Habitación Mundanos Por fin después un tiempo de terminar ya estaban los baños limpios. Eso me puso feliz, iba a darme una merecida ducha pero de repente todo se puso borroso. -¡he!- fue lo único que pude decir antes de ver todo negro. -acaso me acabo de dormir... Ho es cierto llevaba un mes sin dormir, creo que era más que obvio. La limpieza me canso más de lo normal. Sólo espero que alguien se de cuenta o despertare en medio del baño. Sólo espero no tener una pesadilla, esa es la principal razón de mi insomnio auto impuesto.
Habitación Mundanos Por fin todo estaba en orden y el baño se veía increíble, con la comodidad y pureza que emanaba de él, decidí entrar y darme una ducha. En medio de mi estadía, escuché que otra ducha se habría, obviamente alguien más se estaba duchando. Cuando terminé de bañarme, me sentí totalmente relajado y sin dolor muscular, era reconfortante. Salí del baño, y la otra persona todavía estaba allí. Llegué a la habitación y me recosté en la cama solamente con mi bóxer y cubriéndome con las sábanas. Luego de unos minutos alguien más entró -¡Buenas noches chicos! Mañana más- escuché, reconocí la voz. Era Max, pero estar acostado allí me daba una flojera hasta de querer responder, así que solo sonreí mientras cerraba los ojos y esperaba el día siguiente.
A la mañana siguiente, los estudiantes empezaban a despertarse temprano como ya se habían acostumbrado a lo largo de los meses. Ese día, sin embargo, al despertar pudieron escuchar discusiones amortiguadas por la pared, aunque los dueños de las voces parecían acercarse cada vez más a la habitación de los nefilim. Scarsbury apareció en la puerta de los nefilim, tocó con energía y les pidió-o mejor dicho ordenó- que estuvieran en el comedor en menos de media hora. Los nefilim pudieron escuchar a la Decana aún quejandose por alguna razón con el profesor. Sus oídos, siendo mejores que los humanos, pudieron captar entre la queja de Vivanne Penhallow las palabras "peligroso" y "no preparados". Segundos después el mismo Scarsbury daba la misma orden a los mundanos, y aunque estos también notaron la voz enojada de la decana, no lograban captar palabra alguna entendible entre las quejas amortiguadas. Suponiendo que obtendrían información al respecto a cumplir la orden, lo mejor era ponerse a ello. Ducharse y encontrarse en el comedor en media hora no era una misión imposible ni mucho menos.
Habitación Nefilim Finalmente otro día había llegado a nosotros... ¿lo malo?, es que volvían a ser gritos y demás lo que nos despertaba completamente, ¿qué necesidad había de discutir lo peligroso de una situación o nuestra preparación mientras pasan por el frente de nuestras puertas?, no lo sabía. Pero si se les hacía esa costumbre de pasar con tanto escándalo realmente dejaría de disfrutar mis mañanas. Poco a poco me fui levantando de mi cama y comencé a sacar mi ropa, esta vez sin despertar a nadie, si querían disfrutar su sueño los dejaría tranquilos por hoy. — Que el día comience...— murmuré un poco cansada antes de salir de la habitación hacia los baños.
Jev (N) Habitación Elite Lo primero que escuche cuando desperté fue una discusión. Me senté un poco desconcertado y me dedique a escuchar, aunque no me calmo. ¿Por qué?, bueno, la palabras "Peligroso" y "no preparado" nunca sacaban algo bueno estando juntos. Me pare y busque mi ropa, mire la cama de Jesse y vi que ya no estaba, así que me apresure a ir a los baños para tratar de alcanzarla.
