Ciencia ficción Héroes del Multiverso

En el más alto sistema de justicia entre los mortales, los indefensos son protegidos por dos organizaciones principales: El Protectorado del Multiverso, que se encarga de la vigilancia y protección activa de todos los universos con vida, y el Buró de Contención de Anomalías (ACB por sus siglas en inglés) quién está a cargo de la puesta en custodia, entre otras cosas, de las amenazas más grandes para la vida que se hayan conocido.

Éstas son algunas de las historias desclasificadas de hombres, mujeres y otros seres valientes, que han y siguen dando todo de sí para que sigamos con vida.

Aunque ignoremos su existencia.

Nínive (parte 1)​

— Era una mañana de 2010, en la tierra. No recuerdo bien en qué lugar estaba, las ciudades humanas se parecen mucho, aunque sí recuerdo que era en algún sitio de Sudamérica. Sí recuerdo que era un día agradable, treinta y tres grados a la sombra. Claro, los humanos se quejaban, yo, por otro lado, no podía estar más contento.

— Ya ve al grano, Elliot.

— A eso iba. Bueno, la cuestión es que me llamaron de vuelta. Malas noticias, iba a tener que suspender esas hermosas vacaciones con mi amada esposa, en paz descanse.

— Lo lamento por eso. En fin, continúa.

— La misión iba a ser sencilla para variar, — Reanudó Elliot su relato — pero era urgente, y yo estaba cerca.

Tenía que entregar un mensaje de advertencia. El problema no era ese, si no a quién se lo tenía que entregar y el contenido del mismo. Verás, La Luz usualmente no interfiere con los asuntos de Palax.

— A pesar de que su Belicracia sigue siendo una molestia hasta el día de hoy. Lo siento, tenía que decirlo. (Malditos Lagartos)

— En fin, yo debía entregar un aviso acerca de una abominación de clase planetaria en curso de colisión con su capital.

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La Light Strider era una nave multiversal de última generación en aquella época. Cómo casi toda la tecnología de Lightwhere, dicha nave había sido construida por Valkyrie, la única empresa tecnológica del imperio de la luz.

Pero no se dirigía en dirección a dónde tenía que ir.

— ¿No tenías que ir urgente hacia Palax? — Preguntó Karu al ver la ruta por la que Elliot estaba navegando.

— Sí, supuestamente, pero no. Que envíen a otro, yo estoy de vacaciones esperando familia. Y me niego a dejarte cuidando a nuestro bebé viuda.

— Puedes defenderte, Elliot.

— Esa no es la cuestión. Los Palaxianos son brutos como Ninivitas. No van a escucharme.

— ¿Pero cuál es el mensaje que tienes que darles?

— Que retiren a todas sus fuerzas de ocupación tan pronto como sea posible. Que necesitarán todas sus fuerzas para defenderse o de lo contrario, con toda seguridad perderán su hogar.

— Pero ¿Y La Luz no puede ayudarlos? — Preguntó Karu, apenada. Al verla, Elliot se sonrojó un poco. Al fin y al cabo, su compasión fue una de las cosas que lo enamoraron, en primer lugar.

— No tiene por qué. Al fin y al cabo son sus enemigos. Según sus palabras yo soy... Misericordia más que suficiente.

— Entonces sé eso.

— Tienes razón. Karu, pilota por mí, dirige la nave a Palax de nuestro sector del universo y tres días al pasado, voy a la biblioteca.

— ¿Que vas a hacer? — Preguntó la Lightling, preocupada.

— A estudiar el código de honor Palaxiano, debe haber algo que me sea de utilidad.

Pero antes de que se retirara, mientas estaban cambiando asientos, el la abrazó de improviso y le dijo:

— Gracias por ser mi timonel.

A lo que ella respondió:

— Gracias por ser mi capitán.

 

Sí, es algo más antiguo de lo que parece. Elliot fue un personaje de rol que usé durante un tiempo. Y bueno, acerca de éste relato tengo buenas y malas noticias. La buena es que es canónico, y la mala, es que estoy trabajando en un rework de ésto mismo, así que veo difícil que saque la segunda mitad. La otra buena noticia es que el rework es mucho más completo y la lleva casi 10k palabras.