Héroe de leyenda

Tema en 'Relatos' iniciado por Fénix Kazeblade, 13 Junio 2013.

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    Fénix Kazeblade

    Fénix Kazeblade Creador de mundos Comentarista destacado

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    Escritor
    Título:
    Héroe de leyenda
    Clasificación:
    Para adolescentes. 13 años y mayores
    Género:
    Acción/Épica
    Total de capítulos:
    1
     
    Palabras:
    2222
    Corríamos a todo nuestro potencial aquella noche, el mundo era nuestro o así queríamos creerlo. Se producían carcajadas de malicia mientras que uno de nosotros rozaba por poco a un tipo que pasaba por la calle con un bate que por portaba en la manos y el pobre infeliz caía de bruces completamente asustado, su mejilla estaba hinchada, había alcanzado a golpearlo, de cierto modo torcido era placentero ser temido, era nuestra forma de gritarle al mundo al rostro que nos impondríamos ante él. Después de todo sabíamos, a nadie le interesábamos lo suficiente para hacer algo al respecto, nadie nunca nos miraría distinto y así, nos gustaba vivir.
    Una botella de cerveza en mi mano izquierda llena hasta el tope con alguna clase líquido inflamable, uno de los chicos a mi derecha encendieron la mecha y la lance con fuerza hasta aquella cortina de aluminio, una lluvia incandescente de cientos mas no se hizo esperar, el vidrio se destrozaba y la “molotov” explotaba esparciendo fuego a su alrededor. Marcábamos nuestro territorio mediante el terror y el miedo, siempre era mejor así. Un anciano emergió del interior de la casa que atacábamos, podía verse el miedo en su rostro, la angustia que lo invadía, seguro se iría de allí ese mismo día. Como un toro poseído por una furia inexplicable, tal vez dopado con una sustancia uno de nosotros saltaba sobre él y lo derribaba, elevó la barra de hierro que traía en la mano dispuesto a darle en la cabeza con ella, cuando algo ocurrió.
    Brotó una estela a lo lejos, un fugaz resplandor no cegó por segundos, se escuchó un grito ahogado y se vio expulsado por los aires al mismo muchacho que buscaba atacarlo, pero, no iba solo, un enorme ráfaga de fuego lo embestía con fuerza para luego desvanecerse para dejarlo caer al suelo, por unos segundos nos quedamos observando el cielo sin dar crédito a lo que habíamos visto. La flama incandescente surgió de nuevo, esta vez frente a mí, apenas tuve tiempo de esquivarla pero el tipo detrás de mí, no tuvo la misma suerte y terminó siendo disparado hasta terminar estrellándose en uno de los postes de luz. Veinte eran los miembros de nuestra banda aquella noche, uno a uno fueron derribados por aquel fuego fatuo entre la oscuridad, el incendio que nosotros habíamos creado aquella noche también se había extinguido consumido por la criatura ígnea que arremetía contra nosotros en ese momento.
    Con el destello que producen los juegos pirotécnicos al ser detonados emergió de nuevo destellando luces y centellas que iluminaban toda la calle, parecía tomar forma. Cuando de aquella esfera surgieron lo que parecían ser alas forjadas con la misma energía llameante, aunque en él no encontraba ojos que me pudieran ver, me sentía observado, furtivo como una presa a punto de ser cazada, de alguna manera expedía algo a lo que yo le temía, con un movimiento rápido se dirigió hacia a mí, yo sin mirar atrás intentaba moverme con la mayor rapidez, podía sentir detrás su calor y sentía que me quemaba. Una vuelta equivocada en mi desesperación y estaba atrapado.
    Yo era un muchacho de veinticuatro años en ese momento, tenía el pelo “a rapa” luciendo jactante las iniciales de la pandilla tatuadas en la nuca, vestía una playera desmangada y unos pantalones por debajo de la cintura, sin sueños, sin metas, sin futuro. Retrocedía fingiendo un paso firme aunque apenas pudiera mantenerme de pie, presionaba los dientes con cierta impotencia y coraje, la criatura se acercaba cada vez más a mí lentamente como intentando extender más mi agonía. Introduje la mano en mi bolsillo y saque una navaja, intentando de alguna forma espantarla tiré tajazos al viento pero esta no retrocedió ni un poco, bastó un simple aleteo para arrebatarla de mis manos. Acto seguido, se lanzó contra mí y arrastro varios metros en el aire hasta que tope con la pared del callejón, allí cerré los ojos esperando que diera el golpe final, pero, nada ocurrió, poco a poco el calor se fue desvaneciendo y frente a mi rostro se sentía un leve soplo de viento como el de un aleteo. Al abrir los ojos observé sorprendido frente a mí a un pajarillo, no era más grande que un dedo índice, volando cerca de mí, era de un rojo intenso alternando con unas cuantas plumas negras.

    — ¿Tu eres el haz hecho todo eso? ¿En serio?— pregunté incrédulo.

    La pequeña ave aleteó con más rapidez dando vueltas sobre sí mismo, como pavoneándose orgulloso, indicándome de esta manera, que efectivamente, él era el responsable.

    — No me lo terminó de creer, ¿qué clase de animal eres para comportarte así?— pregunté mientras recargado en la pared me iba levantando.

    Este comentario no pareció agradarle del todo pues me observo fijamente y sus plumas comenzaron a encenderse en fuego.

    — Creo que eso no te gusto, ya, está bien, ¿te parece que te llame pájaro?

    En unos cuantos segundos volvió a la normalidad. Yo di un suspiro, para mí, esto era demasiado irreal.

    — ¿Por qué a mí no me has hecho lo que a los demás? ¿Por qué los atacaste?
    No tenía ni idea de cómo reaccionar ante esto, me encontraba hablando con un pájaro, uno de fuego, mismo que momentos atrás había vencido a veinte hombres armados. En ese momento el petirrojo se volvía de espaldas a mi aun volando, de alguna manera me indicaba que lo siguiera, algo en mi me indico que era lo correcto y sin pensarlo deje que me guiara.
    Después de atravesar algunos hoteles lujosos y un bulevar, nos adentramos a un barrio más humilde, había un edificio de departamentos y aún lado de estos dos portones, uno se encontraba en renta y otro a pesar de las altas horas de la noche tenía la puerta semi-abierta. El ave cruzó el umbral y se asomó de nuevo ansioso para que lo siguiera, dudé por unos segundos y me miré más sorprendido cuando me percaté que estaba solo, una luz amarillenta provenía de una pequeña mesa adornada con algunos manteles en la esquina de la habitación.


    El pajarillo de había postrado justo en la sima de un pedestal donde permanecía la foto de una persona cuyo rostro no alcanzaba distinguir por la luz de las veladoras que parecían custodiarlo, al pie de esta había varios objetos: Unos discos de “héroes del silencio”, algunas herramientas, un peluche próximo a algunas cartas, dos rosas rojas, algunos juguetes y cientos de notas escritas de acuerdo al tipo de letra por distintas personas.

    — Es una especie de altar a una persona, ¿qué estamos haciendo aquí?— pregunté desconcertado mientras con la vista seguía husmeando.

    Emitiendo un silbido el petirrojo paró sobre una pequeña caja de madera de la cual no me había percatado de ella pues se encontraba cubierta con parte de la sabana que también cubría la mesa, la quite con cuidado y la abrí, dentro había una libreta un tanto desgastada que comencé por intuición a hojear.

    En las primeras hojas se encontraba la siguiente inscripción.

    >>A veces dentro de una ciudad conviven otras urbes. Son ciudades paralelas, turbias, fantasmales. Ciudades que se mueven con otros ritmos, otros códigos, otros lenguajes. Ciudades cuyo reino es la noche y de las que los individuos comunes y corrientes, aquellos que cumplen su ciclo cotidiano, ni siquiera sospechan.Con un arma uno se siente importante, lo respetan a uno, aunque seas flaco y bajito, te impones, eres bien macho. Los Ñetas me tatuaron, en el brazo derecho, y esta señal en la mano es la quemadura de tres cigarrillos que me impusieron cuando entré al grupo.Luego de tiempo me empecé a sentir mal. Veía a un chico con libros y pensaba: así debería estar yo. Cuando veía a una familia, pensaba en la mía, en mi mamá. Y entonces me sentía peor. Es que yo sí había tenido casa y hermanos. Una vez escuché decir que los jóvenes éramos el futuro de la patria. ¡Qué futuro podrido soy yo!, pensé.<<

    Me quedé observando la libreta por un momento, sentí una fuerte opresión en el pecho y un escalofrió recorrió mi cuerpo, aquello plasmado allí era tan similar a lo que ocurría conmigo, cada una de esas ideas habían rondado por mi cabeza y no lo habían dejado de hacer por más que había intentado callarlas, intente controlar el temblor que aparecía en mis manos y seguí hojeando la libreta.Eran de las últimas páginas, aunque luego de estas parecía que habían agregado más.

    >> Parece increíble cuanto a cambiado mi vida. Aquella de chica de mi trabajo al fin ha aceptado que le invite unas galletas. No es algo espectacular, pero me ha sonreído, unos amigos míos buscan encontrar cada situación para que nos encontremos, realmente me gustaría salir con ella, tiene algo distinto. A pesar de todo el tiempo que ha pasado después de que deje esa vida atrás, no había olvidado eso del todo, tengo un buen trabajo, ayudo a mi mama y a mi hermano con la casa, a pesar de tener problemas con mi hermana me llevo muy bien y tengo buenos amigos, aunque nada de eso había logrado que lo olvidara del todo. Quisiera salir con ella, pues mientras estamos cerca, a pesar de que apenas cruce unas palabras conmigo, me siento distinto, siento que todo eso puede olvidarse<<

    Inevitablemente esto me hizo sonreír un poco, la opresión en el pecho era remplazada por una sensación de calidez que surgía de mi poco a poco. Recorrí unas páginas más.

    >> Tengo tantos planes a futuro, tantos proyectos. Le he contado algunos a ella, sé que las cosas no le son tan fáciles en mi situación pero siempre responde con una sonrisa “podremos hacerlo, mi niño”. Me hace creer en tantas cosas. Espero ser todo lo que espera, me esfuerzo cada día por corresponder lo que me da, dejar de ser tan serio y tan frío, demostrar cuanto la quiero, que sepa que tan importante es para mí, cuantas cosas a cambiado<<

    Sin darme cuenta mis ojos se cristalizaban, era increíble como todo había cambiado para él, el pajarillo emitía un leve silbido en ese momento y yo lo observe, pero volví al instante al texto, algo en mi me dijo que fuera hasta la última hoja. En esta había un texto burdo y un tanto borroso, parecía que lo habían escrito de prisa, además en la esquina de esta había una gota de sangre.

    >> Hay que pensar cuanto cambian las cosas, cuantas cosas se pueden quedar sin decir y cuantos planes pueden verse varados ante un hecho inesperado. Me siento desfallecer, las heridas han sido un tanto profundas, imágenes fugaces de alguna fiesta y doña Mary una amiga ofreciéndome más tacos, de aquella inolvidable tarde junto al quiosco al lado de ella, la única para mí, de las tardes charlando con amigos, de las noches que le prometí tanto a mi mamá. No sé qué ha ocurrido, no sé por qué ha sucedido este ataque, me disponía a bañarme y sin presentes han venido por mí, me he defendido los que me conocen saben que no caería sin luchar, tal vez un antiguo ajuste de cuentas, tal vez un robo, tal vez un muchacho embriagado con el veneno que alguna vez busco intoxicarme, no importa, la vida se desvanece…No quisiera irme así, no ahora, aunque algo me indica que es inevitable…nunca me ha gustado verla llorar y cuando lo sepa sé que lo hará, pues siempre sentí su amor y al irme le dolerá perderme…por eso escribo esto…para dar gracias…a mis amigos por estar siempre allí haciéndome reír juntos, siempre pudimos terminar el trabajo más arduo, pedirles que continúen que mucho por hacer…a…mi familia…que me perdonen por alguna vez haberles causado problemas y me hayan visto al final como un hombre de bien…a ella…tantas cosas por decir… se resumen a decir gracias…por quererme así, por mostrarme un mundo distinto, por jamás juzgarme, por cambiar mi vida…por hacerme feliz…por demostrarme cuanto puede cambiar todo si lo quieres…por hacerme soñar en un futuro mejor…>>

    La letra se volvía tosca y se desvanecía, para entonces lagrimas recorrían desbordantes mis mejillas, presione la libreta en mi pecho y también mis dientes. De pronto ocurrió un fuerte destello como el estallido de pólvora, pequeñas plumas del petirrojo de mimetizaban entre el fuego en la figura de un hombre, observe mientras tanto cada una de las muestras de cariño que se encontraban allí.

    “Hasta siempre amigo, te queremos”, “ no habrá aquí otro montador como tu”, “ siempre serás mi mejor amigo”, “ te amaré por siempre”, “no olvides que siempre estaremos juntos”.

    La metamorfosis había terminado y frente a mi yacía un hombre alto, de pelo corto, tenía una barba cerrada y un rostro duro pero apacible, me observaba fijamente y sonreía como diciendo “anda tu que puedes, forjarte una vida mejor”.
    Entre lágrimas afirme con la cabeza.

    —Lo haré, lo haré, muchas gracias.

    Salí apresuradamente de ese lugar aquel día. Corría a todo mi potencial aquella noche, el mundo era mío o al menos, con esfuerzo, dedicación y en el momento que hubiera corregido cada uno de mis pasos, lo sería, como lo fue, para él.

    En memoria de Jorge Hernandez Duran.
     
    Última edición: 9 Julio 2014
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  2.  
    Lexa

    Lexa Fanático

    Tauro
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    Pluma de
    Escritora
    Awwwwww T_T Qué bonito quedó, sobre todo con ese final. Realmente me conmovió la parte cuando leía el diario o el cuaderno, parece que eran sus pensamientos, es como si el estuviese muerto o en el pasado, esa parte no quedó clara, sabes que soy lenta :/ El punto es que me gustó bastante, el como cambió su vida al conocer esa chica, que tocó su corazón y le dio esos planes de vida que el pensó que no tenía. Muy hermoso.

    Lo del ave no me quedó claro Dx Me gustaría que me explicaras ya sea por MP, perfil o Fb para así entender bien bien este One-Shot, ya que quedé con lagunas. Típico. Fue un escrito conmovedor, se siente esa tristeza y a la vez satisfacción por lo que logró ser el protagonista, está bonito.

    Saluditos<3
     
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  3.  
    Sybelle Hs

    Sybelle Hs Escritora

    Sagitario
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    Pluma de
    Escritora
    Esta vez si quede sorprendida, antes de leer no esperaba esto. Es un escrito que deja mucho que pensar de como la vida se va en un instante y como puedes llegar a desperdiciarla sin darte cuenta. Me dejo un poco conmovida lo del diario, una lección de vida donde menos lo esperaba fue lo que recibió. Me agrado el final, su decisión de corregir sus errores.
    Es interesante lo del ave y como le dio ese ejemplo (me imagino que el ave era el hombre del diario, como para dejarle una enseñanza de que podía cambiar su vida) , creo que es un gran escrito. Bueno, desde mi punto de vista deja una gran lección: es tu decisión escoger el camino de tu vida y como forjarlo.
     
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  4.  
    Dororo

    Dororo Entusiasta

    Aries
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    Pluma de
    Escritora
    Bueno, es difícil comentar una historia así, más sabiendo a quién va dedicada y los motivos que te mueven a escribirla.

    Al principio me descolocó un poco, ya que está escrita en primera persona y por más que me esfuerzo no puedo imaginar a mi hermanito haciendo cosas como esas, pero fue tan hermosa la metáfora del alma del protagonista convertida en pájaro, que rápidamente pude sumergirme en la lectura y olvidarme de todo lo demás.

    La tuya es una aleccionadora historia entre cuyos desoladores renglones se esconde la esperanza. ¡Ojalá! A muchos se nos brindara la oportunidad de enmendar nuestros errores, fue triste que a él no le dejaran tiempo de enmendar los suyos, a veces el destino nos juega malas pasadas como esa, pero espléndido y esperanzador que su experiencia sirviera para ayudar a otros, en cierto modo, eso le da cierto sentido a todo.
     
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  5.  
    Lucy J Watson

    Lucy J Watson Usuario común

    Aries
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    16 Agosto 2010
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    241
    Pluma de
    Escritora
    Realmente me conmovió mucho, como el protagonista pudo tomar la decisión correcta, dándose cuenta de los errores que había cometido y gracias al diario,viendo la oportunidad de cambiar y poder dirigirse a un futuro brillante. El hombre del diario realmente debió haber agradecido muchas veces a su amada y sus compañeros por haberlo rescatado de esa oscuridad en la que estaba hundido, es bueno saber que pudo recuperarse y vivir la vida que deseaba.
    Todas las personas, si tienen la voluntad de hacerlo,puede cambiar y convertirse en lo que siempre quisieron, ya que el destino no lo guía a uno,cada persona es quien forja su mismo destino.Gracias por dejarme leer este hermoso escrito.
     
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