Mazmorra Guarida Gamma

Tema en 'Rutas' iniciado por MrJake, 2 Enero 2014.

Cargando...
  1.  
    Lucas Diamond

    Lucas Diamond Dios de FFL

    Aries
    Miembro desde:
    22 Marzo 2015
    Mensajes:
    14,140
    Pluma de

    Inventory:

    Escritor
    Lucas Diamond

    Un escalofrío recorrió mi cuerpo cuando una voz empezó a escucharse. Era tranquila y sosegada, lo cual me resultaba ciertamente perturbador. Debía ser ese científico loco, Kappa. Mi piel se puso de gallina ante su timbre, aunque quizás el miedo provenía principalmente de lo que sabía que aguardaba. Sin embargo, lo más escalofriante no fue eso. Lo peor, fueron sus palabras:

    —¿Lucas...?

    Sí, eso fue lo que dijo. ¿¡Cómo era posible que supiese mi nombre!? No podía creerlo, ¡él no me conocía de nada, ¿o acaso sí?! Entonces fue cuando noté un ligero movimiento y me giré sobresaltado, para llevarme una gran sorpresa.

    —¡Aaah! —grité en un principio, estupefacto, para luego respirar tranquilo—. Oh, Hubert. ¡Eras tú! Qué alegría verte. Ando algo nervioso por aquí y me alegra saber que no estoy solo. —Y para cuando había dicho esto, el verdadero científico comenzó a hablar. Sí, esta vez no había error posible. Una puerta se abrió y cientos de monitores, a ambos lados del pasillo, mostraban distintas escenas del que parecía ser Kappa.

    Su amable invitación no tenía nada de amable más que las formas. Para ser sinceros, nunca me había fiado de nadie de esta organización a la que conocía escasamente, así que estaba muy tenso. Hablaba de un "Gran Cerebro", a quien desconocía, así que me preparé mentalmente para lo que nos pudiera aguardar más allá de ese pasillo.

    —¿Vamos, Hubert?
     
    • Adorable Adorable x 3
    • Ganador Ganador x 1
  2.  
    Hygge

    Hygge Game Master

    Acuario
    Miembro desde:
    17 Junio 2013
    Mensajes:
    14,207
    Pluma de

    Inventory:

    Escritora
    Liza White

    —Gracias por traerme hasta aquí, Togekiss —dejé escapar mis palabras con cierta nostalgia. Como si hubiesen pasado siglos desde la última vez que volé a lomos de mi fiel compañera de aventuras. Bajé con cuidado hasta estar en el interior del edificio, y cuando me giré hacia ella para introducirla en su pokéball, acercó su cabeza hacia mí, rodeándome con sus alas en un cálido abrazo que me tomó por sorpresa. Sonreí, emocionada, y correspondí su abrazo con cariño—. Yo también te he echado de menos, pequeña.

    ***

    Recorrer aquellas sombrías instalaciones en completa soledad me producía una desagradable sensación de malestar. Recordaba haber divisado este edificio tan extraño cientos de veces desde su exterior, pero nunca me tomé la libertad de examinar lo que en su interior se ocultaba. Por lo tanto, saber ahora que se trataba de la guarida del equipo Gamma, el lugar donde el científico Kappa se encontraba esperándonos, me hacía sentir indefensa, como quien se introducía en su propia trampa sin saber lo que le deparaba al otro lado. Me aferré a la pokéball de mi fiel inicial, siempre lista en mi mano por si necesitaba acudir a él, y me introduje finalmente por la entrada que me conduciría hacia donde dos holders parecían aguardar.

    Ralenticé la marcha por unos instantes, desconfiada, y traté de divisar a medida que avanzaba de quiénes se trataba. Una sensación de alivio relajó mi cuerpo al notar que se trataban de Hubert y el propio Lucas, quien parecía haber acudido a su vez al encuentro con el científico y su gran creación. Y justo cuando iba a alzar mi mano y llamar su atención, la voz de un hombre comenzó a resonar por todo el edificio, dándonos una cordial bienvenida que no hizo si no que frunciera el ceño, alerta. Como suponía, aquel hombre nos estaba vigilando bien de cerca, detallando cada uno de nuestros movimientos, expectante. Su imagen acabó siendo reflejada en miles de pantallas ante un pasillo que nos permitiría el acceso hacia el científico del equipo Gamma, y sin dudarlo dos veces, continué mi marcha hacia allí.

    —¿Qué me decís, chicos? —comenté, alzando la voz para que se percatasen de mi presencia, y al pasar a su lado coloqué las manos sobre sus hombros. Les dirigí una sonrisa decidida a ambos como todo saludo—. ¿Listos? No le hagamos esperar por mucho más tiempo.

    Y sin aguardar por una respuesta, comenzamos a encaminarnos hacia la sala, siendo guiados por el camino establecido.
     
    • Fangirl Fangirl x 3
    • Me gusta Me gusta x 1
    • Adorable Adorable x 1
  3.  
    Lelouch

    Lelouch Rey del colmillo

    Aries
    Miembro desde:
    24 Junio 2012
    Mensajes:
    7,375
    Pluma de

    Inventory:

    Escritor
    Ian Lockhart

    Salamence, con su cada vez más pulida técnica de aterrizaje, nos trajo a la Guarida Gamma. Aquel lugar donde había aparecido tras el incidente en el núcleo espejismo, y donde había encontrado aquellos informes tan inquietantes de alguien llamada Tau. Ahora, sin embargo, era Kappa quien nos citaba en esta ocasión.

    —Kappa, te recuerdo todavía —dije en voz baja, entrando a la Guarida Gamma, con relativa facilidad—. No te he visto desde el torneo en Barniz, pero cada cierto tiempo me han llegado noticias de ti. Y ahora estás aquí, en la tu guarida, tu punto de partida... y de llegada.

    Comencé a escuchar su voz a lo lejos, y cuando me acerqué lo suficiente, vi su imagen en cientos de pantallas por todo el lugar; un detalle era interesante, no se había dado cuenta de mi presencia, así como yo tampoco me había dado cuenta de la del resto de holders, hasta que Kappa los mencionó. Liza llegó entonces, haciendo ya un total de 4 personas.

    —Adoro venir a este lugar —me troné los dedos de las manos cuando Liza hizo ademán de que comenzáramos a avanzar—... siempre te encuentras con cosas nuevas.
     
    • Fangirl Fangirl x 5
  4.  
    MrJake

    MrJake Game Master

    Capricornio
    Miembro desde:
    12 Julio 2012
    Mensajes:
    21,315
    Pluma de

    Inventory:

    Escritor
    Entraron, por fin, a la sala donde Kappa debía estar esperándoles, pero... lo que vieron no fue a Kappa, exactamente. Kappa solo aparecía en los múltiples monitores que seguían decorando cada rincón del lugar, y... también en persona, pero...

    Lo que allí había no era algo normal, desde luego... era una máquina realmente espeluznante. Lucía como una araña enorme y metálica, con ocho largas patas, dos de las cuales servían de soporte, tocando con el suelo, estando las otras seis ligeramente elevadas sobre el nivel de éste. Las patas tenían una enorme compuerta que estaba abierta, dejando entrever un espacio moldeado lo suficiente como para que un cuerpo humano pudiese entrar en ese receptáculo, no sin rodearse de múltiples cables. Además, sobre la base de la máquina, una cabeza plana y redondeada, había una cápsula donde Kappa se encontraba, dormido y conectado por un montón de cables en su cabeza, su boca, brazos, piernas, todo.
    Además de eso, bajo la "cabeza" de la "araña" había una pequeña plataforma, adherida a ésta, donde múltiples huecos para pokéballs se mostraban, descendiendo en espiral. Varias pokéball, seguramente de Kappa, estaban ya colocadas, también conectadas por múltiples cables.

    —¡Bienvenidos! —les habló el Kappa del monitor. El real ni siquiera se movía, solo dormía—. Os presento al Gran Cerebro. Un macro-ordenador, el ordenador con la mayor capacidad de procesamiento que podáis imaginar... y el que me ha permitido crear el programa de clonación. ¡Ah! Este invento es una maravilla, si se me permite decirlo. Utiliza la propia capacidad cerebral del informático para trabajar con una agilidad jamás vista en ningún otro ordenador. Mi pequeño... es capaz de reproducir los datos de cualquier ser vivo y recrearlo en un nuevo cuerpo, ¡incluso modificando las características de éste! Y ahora mismo, estoy apunto de crear a mi más definitiva bestia.

    Todas las caras de los monitores, sombrías e idénticas, sonrieron malévolamente a la vez.

    —Cuando acabe mi proyecto personal, pondré el programa de clonación y al Gran Cerebro en manos de Gamma, ya que eso es lo que siempre ha deseado, y lo que facilitará sus labores de investigación con la energía vital. No en vano el Gran Cerebro utiliza energía vital en sí misma. Pero... eso son planes complejos que no tengo por qué explicaros.

    >> Si tenéis verdadero interés en comprobar con vuestros propios ojos lo hermoso que es mi Gran Cerebro, y os creéis lo suficientemente héroes como para tratar de frenarme, ¡por favor, intentadlo! Ardo en deseos de comprobar el funcionamiento de todos mis experimentos, ¡que mejor forma que con un cara a cara real!

    Las "patas" descendieron, y las compuertas abiertas invitaron a los holders a entrar.

    —Si entráis aquí y colocáis a vuestros pokémon, dentro de vuestras pokéball, dentro del Cerebro, seréis informatizados, como yo, y vuestras mentes y las de vuestros pokémon entrarán dentro de la propia interfaz de este ordenador. Esa es la única forma que tenéis de detenerme. No intentéis destruir o desconectar el aparato, os aseguro que será inútil.

    >> Vuestras opciones son dos... tratar de detenerme, o... ver cómo creo legiones de Mewthree y me hago con el control de toda Galeia con su ayuda.

    Y volvió a sonreír.

    ¿Deberíais... entrar en la máquina...?
     
    • Fangirl Fangirl x 5
  5.  
    Yugen

    Yugen D e p r e s s e d | m e s s

    Piscis
    Miembro desde:
    25 Mayo 2013
    Mensajes:
    5,616
    Pluma de

    Inventory:

    Escritora
    Mimi Honda

    "Sinceramente espero que no tengamos estas peleas cada vez que yo me vea involucrada en algo"—le dije a Emily riendo— "Con mi suerte, estaríamos de morros con la otra cada dos por tres."

    Eso había dicho en Óleo. Y ahora ni siquiera había salido de un problema para meterme en otro peor. De verdad, ¿qué diablos pasaba? El mundo conspiraba en mi contra para no dejarme en paz. Lo único que había querido en ese entonces era ir al Centro Pokémon y pasar la noche allí, volver por la mañana a Udan una vez hubiera descansado lo suficiente. Después de lo que había pasado solo quería descansar. Y entonces Emily mencionó el mensaje de Kappa y habló de que nuestros compañeros holders habían acudido justo ahora a su llamada... y yo no pude negarme. ¿Cómo hacerlo? Tenía una cuenta pendiente con ese lunático después de todo. Si aquella "cita" bastaba para saldarla, bienvenida fuese.

    De ese modo, Emily sacó a su Unfezant y partimos rumbo a la Guarida de Gamma. El mismo lugar donde había conocido a Kappa de aquella forma tan inesperada. El mismo lugar donde se gestó mi interpretación de Lambda como un personaje con el que poder engañar a los Gamma.

    Insistentemente, una parte de mi ser me recordaba las palabras del científico en la isla del Triunfo una y otra vez. Todas y cada una de ellas. Jamás le perdonaría que me hubiese utilizado para atraer a Victini. Fingir que formaba parte de esta organización de villanos de segunda y hacerles dudar a todos por un momento de mi lealtad... todo había sido culpa de Kappa. Utilizarme como si no fuese más que una simple herramienta, algo desechable que emplear por mero interés... lo odiaba. Y además, había algo en Kappa; en su forma de ver la vida y en el brillo siniestro de sus ojos que me ponía los pelos de punta. Por supuesto, no iba a mentir, los datos que ese degenerado pudiera saber sobre mí me inquietaban enormemente. Y una escoria como Kappa no se merecía ni siquiera eso por mi parte... tener la capacidad de asustarme.

    Aquella sensación de inquietud no hizo más que crecer cuando comprobé hasta donde llegaba la locura del científico. Las pantallas del pasillo de la guarida, cientos de ellas, formaban un camino grotesco en descenso hacia la decadencia de Kappa. Una muestra más de su afán de protagonismo y de su enorme ego. ¿No le bastaba una sola pantalla? Todas las imágenes distintas, acompañadas por su voz sosegada invitándonos a enfrentarle formaban una atmósfera irreal y espeluznante.

    —Maldito perturbado— murmuré ceñuda, mirando de reojo los monitores. Que espectáculo dantesco.

    Kappa debía creerse alguna especie de dios cibernético. Estaba segura de que era un megalómano misántropo y marginado que nunca había encajado en ningún lugar. Definitivamente no debía haber muchas personas que simpatizasen con alguien como él. Pero eso no era lo peor... no. lo peor fue lo que vimos al cruzar el pasillo.

    Esa... esa cosa de ocho patas metálicas llena de pantallas y cables... ¡¿Q-qué demonios era eso?! ¿Era siquiera real? Nunca, en mis dieciséis años de vida había visto nada igual. Parecía un Spinarak o un Ariados mecánico. Tenía ocho patas y estaba formado por un entramado de cables. Su sola apariencia y el hecho de que se asemejase tanto a un pokémon tipo bicho me inquietó aún más. En lo que debía ser la cabeza de aquella monstruosidad, en una cápsula transpararente, había un cuerpo inconsciente rodeado de cables por todas partes. Toda su anatomía estaba conectada a aquella cosa como una suerte de cerebro.

    ... ¿Cerebro?

    Mi expresión se ensombreció.

    —Kappa.

    El mismo. No tardó en sonar su voz de nuevo desde los monitores de la pared donde se tomó su tiempo en explicarnos que era exactamente aquella monstruosa creación. Un ordenador. El Gran Cerebro, ese que conocía todos mis datos no era más que un súper ordenador diseñado por el propio Kappa. Un ordenador capaz de clonar vida. ¿Cómo no lo había supuesto antes? Kappa era un rarito... sonaba lógico que el gran cerebro no fuese otra cosa que un ordenador.

    Las compuertas del "Gran Cerebro" se abrieron entonces.

    Si entráis aquí y colocáis a vuestros pokémon—decía—, dentro de vuestras pokéball, dentro del Cerebro, seréis informatizados, como yo, y vuestras mentes y las de vuestros pokémon entrarán dentro de la propia interfaz de este ordenador. Esa es la única forma que tenéis de detenerme. No intentéis destruir o desconectar el aparato, os aseguro que será inútil.

    >> Vuestras opciones son dos... tratar de detenerme, o... ver cómo creo legiones de Mewthree y me hago con el control de toda Galeia con su ayuda.


    Apreté la mandíbula. ¿Entrar ahí...? Dentro de ese monstruo... ¿para acabar como Kappa, siendo el núcleo, uno con la CPU? Aquella idea no sonaba demasiado halagüeña. De hecho era una locura. ¡Era una auténtica locura! ¡Debía estar loca si pensaba hacer algo así...! pero mi voluntad y mi determinación eran firmes, por eso era que Victini había acudido a la isla del Triunfo cuando lo llamé. Por eso estaba aquí después de todo. Había jurado vencerle de una vez por todas... y eso era justo lo que iba a hacer.

    De modo que tomé tres pokéballs de mi bolso y las coloqué en la plataforma sin vacilar.

    —Ese es tu plan, jugar con tus propias reglas. En tu propio mundo. Pero no creas que eso te dará ventaja, Kappa. No tienes la voluntad suficiente para vencernos.

    —Basta ya de tonterías. Terminemos con esto— dije acercándome a la compuerta. Mi corazón latía descontroladamente, a punto de estallar. ¿Realmente era tan arriesgada para hacer algo así? ¡Arceus sabría lo que sería de nuestras consciencias y las de nuestros pokémon ahí dentro! ¿Y si había un fallo en el núcleo? ¿Y si todo acababa ahí? Respiré hondamente, y entonces miré al resto de holders por encima de mi hombro—. Chicos, daos prisa.

    Y dicho aquello, entré en aquella plataforma... Sin tener idea de lo que pasaría después.

    Vamo' a meterno :D
     
    • Fangirl Fangirl x 3
    • Ganador Ganador x 2
  6.  
    Amane

    Amane Equipo administrativo Comentarista destacado fifteen k. gakkouer

    Piscis
    Miembro desde:
    10 Julio 2013
    Mensajes:
    15,842
    Pluma de

    Inventory:

    Escritora
    Emily Hodges

    Aterrizamos en la Guarida poco tiempo después y al bajarme, acaricié la cabeza de Unfezant. Había echado de menos la sensación de volar en su lomo y sentir el aire de Galeia. Udan estaba bien, claro, era diferente y tenía cosas nuevas, pero Galeia era mi hogar.

    Y ese hogar estaba en peligro, cosa que no admitiría.

    Guardé al pokémon volador en la pokéball, al igual que me aseguré de que Espeon no saliese de la misma. Normalmente estaba con el pokémon porque me sentía segura. Era uno de los más fuertes del equipo y sabía que si me pasaba algo, me protegería. Pero no sabía que peligros acecharía al cruzar el umbral y no podía dejar a mis pokémon en peligro, así que lo mejor sería tenerlos en un lugar seguro hasta saber que sucedía.

    Y vaya que tenía pinta de peligroso.

    El Gran Cerebro era un enorme ordenador al que Kappa estaba conectado y que daba verdaderamente miedo. Según él (o las imágenes de él en las pantallas de ordenadores) tendríamos que adentrarnos en el mismo para poder llegar hasta el científico y luchar contra él. Era injusto, claro, porque él tenía el poder ahí.

    Pero no nos quedaba de otra. Además, éramos nosotros, podríamos con él en ventaja y en desventaja. O eso quería pensar.

    —No perdamos tiempo, entonces —murmuré, con una seriedad impropia, mientras dejaba las pokéball y me adentraba en aquella cúpula.
     
    • Adorable Adorable x 2
    • Fangirl Fangirl x 1
  7.  
    Bruno TDF

    Bruno TDF Usuario VIP

    Libra
    Miembro desde:
    9 Octubre 2012
    Mensajes:
    5,533
    Pluma de

    Inventory:

    Escritor
    El Gran Cerebro de Kappa era un invención formidable y aterradora, testimonio de lo terrible que podía llegar a ser el ingenio humano. Se trataba de una gran computadora que, por la disposición de su estructura, asemejaba el cuerpo de una araña gigante. El científico de los Gamma estaba sirviendo, al parecer, como núcleo de la máquina. Desde que ingresamos a la guarida Gamma hasta que llegamos hasta su invento, todo alrededor de él se había degenerado, vuelto perverso. Los rostros de los monitores padecían de una extraña irrealidad, la voz perturbaba y, como ya dije, la forma del Gran Cerebro era sobrecogedora. Lo peor, sin duda, eran las cápsulas que nos esperaban, adaptadas a nuestro cuerpo y las pokébolas de los pokemon con los que pelearíamos.

    Deséame suerte —le dije a Serperior con una sonrisa nerviosa antes de ingresar en mi respectivo receptáculo y conectarme por completo al Gran Cerebro.
     
    • Me gusta Me gusta x 1
  8.  
    MrJake

    MrJake Game Master

    Capricornio
    Miembro desde:
    12 Julio 2012
    Mensajes:
    21,315
    Pluma de

    Inventory:

    Escritor
    Despertaron todos cuando la luz fue tan intensa que no pudieron seguir manteniendo los ojos cerrados. Liza, a diferencia del resto, tenía ahora una ball (conteniendo a Deoxys) en su mano y un colgante en su cuello. Todos los holders estaban en las cápsulas del Gran Cerebro donde en un principio quedaron dormidos... pero no todos los que dormitaban en cápsulas habían despertado.

    Un pokémon, Mewtwo, miraba seriamente el recipiente donde el cuerpo de Mewthree aún dormía, gestándose como una especie de embrión. Ahora, su creación física quedaría así, paralizada para siempre, y de algún modo, Mewtwo parecía sentir pena cuando lo miraba. La vista del primer clon, luego, se alzó para enfocar a Kappa, quien seguía en lo más alto del horripilante Gran Cerebro. Conectado para siempre a aquella máquina que ya no funcionaba, ni funcionaría de nuevo jamás. Muerto, pero vivo al mismo tiempo, como dijo Mewthree.

    Emitiendo un grito ensordecedor, Mewtwo decidió teletransportarse lejos de allí.
    Por suerte, todos los pokémon de los holders y los propios jóvenes parecían estar a salvo. Sin embargo, unas sirenas de emergencia comenzaron a sonar... parecía que los Gamma habían decidido apresarlos al notar su intromisión, ¡era hora de marcharse!

    Mewthree, tal vez... podría seguir viviendo en alguna parte, dentro de Mewtwo. Y Mewtwo sí podría ser libre.

    Todos ganáis 3000 puntos.
    Liza obtiene a Deoxys y el Megacolgante.
    Los cambios serán editados a la mayor brevedad posible.
     
    • Fangirl Fangirl x 4
    • Ganador Ganador x 3
  9.  
    Bruno TDF

    Bruno TDF Usuario VIP

    Libra
    Miembro desde:
    9 Octubre 2012
    Mensajes:
    5,533
    Pluma de

    Inventory:

    Escritor
    Hubert

    ¡Mewtrhee!

    Mi brusco despertar en la cápsula del Gran Cerebro se había visto acompañado con la exclamación del nombre del clon. Demoré unos pocos segundos en darme cuenta de que el pokémon había cumplido con su cometido de sacarnos sanos y a salvo del corrompido software de la gran máquina de Kappa. Al hacerlo, salí rápidamente de allí, tomé las pokébolas que había colocados en sus lugares específicos y liberé a mis cuatro combatientes, a Serperior, a Lucario, a Reshiram y al Arce del Edén. Mis pokémon miraron hacia mis ojos, sólo para expresar el mutuo alivio de ver que todos estábamos despiertos. Vivos del todo.

    Al girarme, pude notar que Mimi, Emily, Lucas, Liza e Ian también mostraban señales de salir del aquella especie de “letargo informático”. Se hallaban tan intactos como nosotros, o al menos eso era lo que se podía ver desde nuestra posición. Y… Me pareció ver que algo brillaba en torno al cuello de Liza.

    De repente, Reshiram gruñó, mientras alzaba las alas y giraba la cabeza en una dirección determinada. Tanto mis pokémon como yo le imitamos, sólo para ver que allí se encontraba alguien con quien habíamos peleado hace no mucho: Mewtwo, el primer clon. Miró por un instante el recipiente que contenía el embrión de Mewtrhee y, posteriorme, alzó la cabeza hacia Kappa…

    El científico, tal y como había vaticinado el segundo clon, pereció junto con el sistema. Aunque estaba vivo, los datos que mantenían su cuerpo en movimiento fueron borrados. Era… un destino terrible para un hombre terrible. Lo detestaba por el trato que le había dado al pobre y extraviado Deoxys, pero desde no luego no me alegraba que acabara de ese modo. Sentí, muy en lo profundo, mucha pena por Kappa.

    Iota, Kappa y ese científico del que Alpha me habló una vez, Ómicron. Todos habían acabo mal por culpa de sus desenfrenadas ambiciones de poder. Había dejado tras de sí muchos daños y pusieron en peligro a toda la región y nuestra propia seguridad. Y del mismo modo podría haber terminado Lysson, allá en Kalos, de no ser por… ¿Por qué siempre tenían que pasar estas cosas? Apreté un puño, sombrío.

    Las sirenas me hicieron dar un respingo. ¡Wah! ¡Los del equipo Gamma ya habían detectado nuestra presencia!

    ¡Vámonos de aquí, chicos! —exclamé, tanto a los demás Holders como a mis pokémon.

    Atravesando el pasillo de los monitores (ahora apagados), y en el exterior me subí a Reshiram tras resguardar a Serperior, Lucario y Sawsbuck en la seguridad de sus pokébolas. Y despegamos, sin una dirección precisa, con el único objetivo de alejarnos de allí. Sabía que los demás podrían lograrlo también.

    Pero ahora… ¿Qué nos deparaba el tiempo?
     
    Última edición: 27 Agosto 2017
    • Fangirl Fangirl x 3
    • Ganador Ganador x 1
    • Adorable Adorable x 1
  10.  
    Lucas Diamond

    Lucas Diamond Dios de FFL

    Aries
    Miembro desde:
    22 Marzo 2015
    Mensajes:
    14,140
    Pluma de

    Inventory:

    Escritor
    Lucas Diamond

    Ugh, luz. ¿Ya era de día? Desperté sin recordar nada de cómo había quedado dormido. Al abrir los ojos me vi metido en mitad de la guarida Gamma, con algunos entrenadores más a mi alrededor. Al alzar la vista vi al imponente ordenador, el Gran Cerebro, donde habíamos estado cautivos hasta ahora.

    ¡Oh, claro! Ya lo recordaba. Los últimos acontecimientos ocurrieron muy rápidos: Liza entró dentro de Kappa y para cuando quisimos darnos cuenta Kappa acabó por los suelos, encerrado ahora por siempre en el ordenador. La entrenadora había capturado al alienígena, no fue difícil deducirlo al ver la ball en su mano y el colgante que antes portaba Kappa adornando su cuello.

    —Parece que hemos acabado de momento, ¿no...? —pregunté, viendo que todos se encontraban en perfectas condiciones. Recogí a mi equipo y lo guardé, estaban a salvo ahora. En teoría todos lo estábamos.

    En teoría, claro. No había que olvidar que estábamos en la guarida de Gamma después de todo. Pronto una sirena empezó a sonar, alertando a todos en el sitio de nuestra presencia: éramo unos intrusos.

    ¡Vámonos de aquí, chicos! —comentó Hubert ante la voz de alarma. Rápidamente, atravesó con su equipo el pasillo de los monitores, y yo le seguí en dirección a la salida. Parecía que el dichoso edificio no traía nada bueno.

    —¡Nos vemos, Hubert!
     
    • Adorable Adorable x 3
  11.  
    MrJake

    MrJake Game Master

    Capricornio
    Miembro desde:
    12 Julio 2012
    Mensajes:
    21,315
    Pluma de

    Inventory:

    Escritor
    ... lo que no sabían los holders era que, de algún modo, al salir del Gran Cerebro se había actualizado en sus pokédex parte de uno de los informes de aquella tal Tau... como si Kappa lo hubiese guardado y pasado a formato digital, y el contenido de éste hubiese sido descargado de algún modo al salir del Cerebro.

    ¿Qué diría esta vez aquella enigmática mujer en sus informes?

    Añadido a los Informes de Tau el informe número 6.
    Será actualizado en breve.
     
    • Fangirl Fangirl x 4
  12.  
    Hygge

    Hygge Game Master

    Acuario
    Miembro desde:
    17 Junio 2013
    Mensajes:
    14,207
    Pluma de

    Inventory:

    Escritora
    Liza White

    Mi cuerpo se removió con brusquedad en el instante en el que abrí los ojos por primera vez, como quien acaba de despertar de una horrible pesadilla. Mi cuerpo se sentía extraño, probablemente por el tiempo que había permanecido en aquel estado, y levantarme de la cápsula pareció costarme al principio. Pero el aturdimiento se desvaneció en el momento en el que las últimas palabras de Mewthree regresaron a mi memoria. El momento en el que se acercó hasta a mí, colocando su mano sobre la pokéball de...

    Deoxys.

    Llevé mi mano inmediatamente a mi cinturón de pokéballs, comprobando en primer lugar que todos estuvieran sanos y salvos. Suicune, Sylveon, Regirock, Lugia... Todos aquellos que lo dieron todo en la batalla por nosotros ahora se encontraban frente a mí, algo desorientados en un principio, pero todos estaban bien. Sylveon saltó a mis brazos con gran efusividad, y la abracé de inmediato, emocionada.

    —Me alegra tanto que todo haya salido bien... —dije, aún sin creerme por todo lo que habíamos pasado. Alcé la cabeza aún con la pequeña entre mis brazos, y sonreí hacia los tres legendarios que formaban parte de mi equipo. Una sonrisa cargada de agradecimiento, porque todos ellos confiaban verdaderamente en mí—. Gracias... Por todo.

    Una pokéball especial descansaba en la palma de mi mano ahora. Sylveon la olfateó, curiosa por aquella nueva presencia, mientras que los legendarios parecieron mostrarse, de algún modo, contentos por el destino que le deparaba a Deoxys de ahora en adelante. Aún no podía creer que, con él, fueran cuatro los legendarios en mi equipo. Pero esperaba que encontrase entre mis filas el verdadero hogar que necesitaba.

    —Ya has sufrido demasiado, Deoxys. Ahora que estás con nosotros, comenzaremos la verdadera vida que te mereces, te lo prometo. Nadie volverá a hacerte ese mal nunca más.

    La pokéball pareció emitir un pequeño brillo, el cual sentí como un gesto de aprobación. Llevé mi mano ahora hacia mi cuello, donde reposaba aquel extraño collar que me había sido otorgado, preguntándome su función. Sin embargo, las sirenas de la guarida empezaron a resonar por el lugar, y supe que ahora no era el momento de averiguarlo.

    —¡Adelante, Togekiss! —exclamé, liberando a la pokémon una vez alisté a todo mi equipo en su lugar, y partimos de allí de inmediato junto al resto de holders, sanos y salvos. Empuñé el brazo hacia el cielo llena de emoción (cosa que casi me desequilibra), y partimos una vez más por los cielos de Galeia—. ¡Emprendamos el viaje de nuevo!
     
    Última edición: 27 Agosto 2017
    • Adorable Adorable x 3
    • Ganador Ganador x 1
  13.  
    Yugen

    Yugen D e p r e s s e d | m e s s

    Piscis
    Miembro desde:
    25 Mayo 2013
    Mensajes:
    5,616
    Pluma de

    Inventory:

    Escritora
    Mimi Honda

    "Así que no era Deoxys quien se había hecho con la voluntad de Kappa... Kappa se había hecho con la voluntad de Deoxys. Me siento un poco estúpida ahora, ¿cómo no me di cuenta antes?."

    Y de aquella forma, los hechos acontecidos daban vuelta en mi cabeza mientras despertaba dentro de la cápsula del ahora desconectado gran cerebro. Me sentía agotada. Aún si mi consciencia era lo único que había entrado en la máquina dejando afuera mi cuerpo, la sensación al despertar era similar a que dieran una paliza. La cabeza me daba vueltas de tantos cambios, idas y venidas y mi cerebro aún luchaba por terminar de encajar todas las piezas.

    Mewthree no era un clon completamente despojado de su cordura ni mucho menos una máquina de matar programada por el gran cerebro. Era un ser con sentimientos como el propio Mew, como el propio Mewtwo. Y Deoxys era un prisionero, otro más de los tantos que habrían pasado por manos de este maldito bastardo. No pude evitar recordar a Victini y pensar como habría acabado si no le hubiéramos parado los pies a Kappa. Si yo no hubiese descubierto sus maléficos planes aquella vez, cuando me perdí entre los pasillos de la Guarida de Gamma.

    —Chicos, ¿estais todos bien?—pregunté de forma genuina—. Tenemos que marcharnos rápido. Están sonando las alarmas.

    Kappa. El verdadero monstruo que ahora, conectado pero desconectado para siempre de su creación, pagaba el precio de su locura y su ambición desmedida. El exceso de poder solo conducía a la decadencia y a la desgracia. Yo sabía eso y Kappa igual lo sabía, igual lo ignoraba. Igual no importaba lo más mínimo ahora que el karma le había caído encima con todo su peso.

    "Nadie merece morir, ¿sabes?" — pensaba, alzando la cabeza para mirar al núcleo del gran cerebro. No podía ver a Kappa pero si veía su mano, lívida y en garra yacer aferrada al cristal de la cápsula—"Pero en el fondo estás mejor donde estás ahora. Imagino que tu vida no fue fácil, no naciste siendo un genio de los ordenadores. Probablemente te hicieron mucho daño o se burlaron de ti, y por eso te convertiste en un hijo de perra sin escrúpulos. ¿Cuales eran exactamente tus planes? ¿Para qué necesitabas tanto poder? A pesar de estar loco tú también contabas con una gran determinación, Kappa. Quizás las cosas hubieran sido diferentes si nuestros caminos se hubieran cruzado en otras circunstancias. Pero esto es lo que tienes, esto es lo que te mereces. Lambda se despide. Que tengas una linda estancia en el infierno."

    Lancé una ball al aire.

    —¡Corre, Sean!— exclamé pues, montando a lomos de mi Braviary—. ¡Vámonos de aquí antes de que nos encuentren estos idiotas con bata!

    Atrás quedó la guarida de Gamma. Liza cuidaría bien de Deoxys, ella le daría la vida que merecía desde un principio. Yo por mi parte... no tenía muy claro cual sería mi próximo movimiento. Me sentía agotada tanto física como anímicamente, desde Udan no había podido descansar apropiadamente. Aunque ahora que Kappa ya no estaba en este mundo y el gran cerebro era poco más que maquinaria desvanecida para siempre... mis sueños volverían a llenarse de...

    Bueno, no es como lo fuese a admitir en voz alta.
     
    • Ganador Ganador x 3
    • Fangirl Fangirl x 2
    • Adorable Adorable x 1
  14.  
    Lelouch

    Lelouch Rey del colmillo

    Aries
    Miembro desde:
    24 Junio 2012
    Mensajes:
    7,375
    Pluma de

    Inventory:

    Escritor
    Ian Lockhart

    La batalla había terminado con un desenlace imprevisto. Al parecer, el pokémon extraterrestre Deoxys (¡Vaya locura!) estaba dentro del Gran Cerebro. ¡No sólo eso! Era él, realmente, el verdadero Gran Cerebro. Kappa lo había utilizado para crearlo y, en un intento desesperado por escapar, había ocasionado todo esto. Pero, paradójicamente, había sido lo mejor para nosotros. Gracias a él, Mewthree se había unido a nosotros...

    ...aunque al final, se sacrificó por nuestro bien. Era difícil de creer lo que había pasado; en su momento, pensé que Mewthree era una máquina de destrucción, pero al final, simplemente seguía lar órdenes de Kappa; el clon, en realidad, no era así.

    Has dado tu vida para salvarnos y salvar el futuro de las demás personas, aún y cuando no nos conocías —exclamé, cuando, tras quitarme todos los cables y salir de la cápsula, me puse frente a donde estaba el cuerpo inerte de Mewthree—. Te juro que —apreté el puño, rabioso—... ¡Te juro que tu sacrificio no será en vano!

    Mewthree, salvaste a muchos a cambio de tu vida, incluso cuando no tenías motivo para hacerlo: Eres un verdadero héroe, de eso no me cabe la menor duda. Como tampoco me cabe la menor duda de que no eres un simple clon, eres un ser vivo completo.

    Será mejor que me vaya —las alarmas habían comenzado a sonar, y debíamos darnos a la fuga. Cuando iba a acompañar al resto en su huida, mi vista detectó a... Emily, sí, esta vez estaba seguro de que ese era su nombre.

    Ella lo había hecho genial en la batalla y en el caso de la CSG. Me lo pensé un momento, mientras mi mano se acercaba a mi cinturón de balls. Tal vez, ella fuese la indicada.

    >>¡Emily, creo que has madurado mucho desde que nos conocimos en la escuela pokémon! No sé si me recuerdes, tampoco importa en realidad. Hay un pokémon que ya no puede estar en mi equipo y, después de ver cuanto has avanzado, creo que eres la persona indicada para ser su entrenadora —tomé su mano y deposité la ball en ella con firmeza—. ¿Podrías hacerte cargo de mi Lapras de ahora en adelante?
     
    Última edición: 27 Agosto 2017
    • Fangirl Fangirl x 6
    • Ganador Ganador x 2
    • Adorable Adorable x 1
  15.  
    Amane

    Amane Equipo administrativo Comentarista destacado fifteen k. gakkouer

    Piscis
    Miembro desde:
    10 Julio 2013
    Mensajes:
    15,842
    Pluma de

    Inventory:

    Escritora
    Emily Hodges

    Todo fue tan rápido, tan... precipitado.

    Liza atrapó a Deoxys después de unos cuantos turnos más, provocando así que el ordenador, que el Gran Cerebro, esa gran máquina que debíamos temer, se estuviese destruyendo sin posibilidad de pararla.

    Mewthree, ese pokémon al que primeramente atacamos, nos ayudó nuevamente, haciéndonos salir de la computadora mientras él se quedaba, sacrificándose. Se lo agradecí, y sabía que se lo agradecería mucho tiempo después también. Nos había salvado la vida.

    Me costó abrir los ojos, tuve que pestañear un par de veces mientras recobraba la consciencia. Después, moví mis extremidades en un intento de desentumecerlas. Finalmente, tras unos segundos bastante confusos, conseguí ponerme en pie y recuperar a mis pokémon.

    Poco me importaba el resto mientras supiese que ellos estaban conmigo.

    Las alarmas empezaron a sonar y todos los holders, poco a poco, empezaron a desaparecer. Iba a hacer lo mismo cuando un chico paró mis pasos.

    —Ian... —pestañeé un par de veces, sin comprender que estaba sucediendo, hasta que segundos después, bajé la vista hasta las palmas de mi mano, donde un pokéball reposaba—. ¿L-Lapras? ¡Sí! ¡Sí, claro! ¡Gracias! ¡La cuidaré mucho, ya verás! ¡Te sentirás orgulloso la próxima vez que nos veamos! —la efusividad del momento hizo que fuese inevitable, un rápido abrazo fue lo que acabamos compartiendo, aunque no le di tiempo al chico a reaccionar de lo repentino y precipitado que fue—. Ahora, será mejor que nos vayamos de aquí, ¡vamos!

    Tras aquellas palabras, Unfezant salió de su pokéball y, finalmente, salí volando de aquel edificio tan problemático. Sintiendo alivio en mi corazón y con una esperanzadora sonrisa en mis labios, continuamos con nuestro camino.
     
    • Adorable Adorable x 3
    • Me gusta Me gusta x 1
  16.  
    Naiki

    Naiki Main solo desde la beta

    Escorpión
    Miembro desde:
    7 Febrero 2013
    Mensajes:
    4,601
    Pluma de
    Escritor
    Alpha Xenodis.

    Nos colamos por una de las ventanas del lugar. Dentro estaba vacío como siempre desde que decidimos dejar de operar en el lugar. Suspiré con nostalgia y simplemente coloqué una de mis manos sobre la pared que tenía más próxima.

    Flame, acompáñame.

    Pedí a mi inicial que saliese del esférico. De alguna manera sentía que necesitaba compañía, más porque me sentía un poco débil. Supongo que el hecho de no dormir bien por tantos días de verdad me estaba pasando factura, ¿eh? De hecho, hasta en el reflejo de la Dex me veía más pálido y cada vez las ojeras se estaban poniendo más negras.

    Y pensar que hace solo unos meses estaba durmiendo feliz en mi cama, ¿no?

    No pude evitar reír, desganado. Charizard simplemente me observaba en silencio. Conocía esa mirada... La mirada de un guerrero que observa con pena a una persona.

    Lo sé, lo sé... Dormiré apenas pueda—Solté un pequeño suspiro antes de poder apoyar mi espalda completamente en la pared y dejarme caer hasta quedar sentado.—... Solo no me mires así, tampoco estoy tan demacrado.

    El dragón simplemente eludió mis palabras y decidió tumbarse a mi lado, como si fuese un fiel Stoutland que acompañaría eternamente a su dueño. No evité sonreír y acariciar sobre su hocico.

    Pensar que ha pasado tanto tiempo desde que huí, ¿eh?—Me reí un poco antes de cerrar mis ojos por unos cuantos minutos.

    Lo común para todos los entrenadores es contar que en cierto punto de tu vida una persona querida te regala un pokémon, que lo encontraste en cierto lugar en tales condiciones o que simplemente naciste con él a tu lado. Sin embargo, mi caso escapaba un poco de esos tópicos y me acercaba más al lado oscuro del entrenamiento pokémon... Esas personas que roban, maltratan e incluso causan estragos con sus compañeros... Gente como el equipo Gamma.

    ...

    Sí, gente como el Alpha del pasado. Un simple niño que no sabía lo que estaba pasando a su alrededor; Un niño que robo a un pokémon y una pokédex como si tomase un dulce de la propia alacena de su casa y que luego decidió entrenarlo con fuerza bruta... Haciéndole temer: "Que si no lograbas obedecerme tendrías un golpe de Basculin". Y no solo eso, sino que... Uff, es duro decirlo, ¿eh? Pero pensé en transmitir esa idea a otras personas, creyendo que era un buen entrenador y que sabía lo que hacía. Arceus, incluso Dante me tuvo que reprochar fuertemente porque sobreexigía al pobre Flame en su etapa de Charmeleon.

    ...

    Supongo que de cierta forma le debía mucho más de lo que pensaba al viejo Ómicron: Charmeleon evolucionó en Charizard y ese mismo día obtuvo la mutación para convertirse en un shiny... O quizás la tenía de antes, no lo sé. La cosa es que a la par que eso ocurrió, nuestra relación evolucionó... Creo que abrí las alas al mismo tiempo que él y me convertí en un entrenador más adecuado... O eso creo.

    Flame, se nos viene un duro encuentro, ¿sabes?—Solo soltó una flama desde su boca y sonrió confiado.—... Ya veo, tú no tienes problemas ante nada, ¿eh? Creo que te envidio.

    Y en poco tiempo caí dormido ante el cansancio.

    ...

    Quizás debí avisar de mi posición a algún holder... Sí, hubiera sido inteligente.

    Well, Alpha estará criogenizado hasta que alguien llegue (?

     
    • Sad Sad x 3
    • Fangirl Fangirl x 1
  17.  
    Yugen

    Yugen D e p r e s s e d | m e s s

    Piscis
    Miembro desde:
    25 Mayo 2013
    Mensajes:
    5,616
    Pluma de

    Inventory:

    Escritora
    Mimi Honda

    Nada más abandonar la cafetería de Aerosol recibí aquel mensaje. Gamma... ¿otra vez? ¿Es que de verdad no iba ni poder tener unos minutos de descanso? Siempre sucedían cosas. Estaba cansada y hastiada. Harta de problemas.

    Pensé en ignorarlo en un primer momento y poner rumbo a la sede como había sido mi plan inicial... pero terminé por desistir. Había algo en ese mensaje que me escamaba. Algo extraño... algo que no parecía encajar.

    "Así que oídme bien.
    Ya es la hora de la batalla final.
    Una única batalla, vosotros contra el equipo, vosotros contra mí.
    Desde este momento, declaro que...
    Ahora mismo, el equipo Gamma...
    Destrozará a los Holders, ¡para siempre! Será todo o nada:
    Mi equipo o el vuestro.
    Esperaré impaciente vuestra llegada en nuestra guarida.

    Firmado: Gamma."


    Fruncí el ceño. Algo... muy extraño.

    De modo que pospuse mi visita a la sede. Poco tenía que hacer de todas formas. Era incapaz de relajarme, estaba inquieta, angustiada. Quizás porque no tenía idea de qué estaba sucediendo en Udan. ¿Y si volvían a secuestrar a Emily? ¿O ocurría algo peor? ¿Y si...? ¡No había manera de que pudiera estar tranquila después de todo lo que había pasado con Justice! ¡Maldita sea, Emily! ¿Por qué tenías que ser peor que un Spoink, que se les detiene el corazón si dejan de moverse?

    De modo que pensando que de nuevo necesitaba mantener mi mente ocupaba puse rumbo a la guarida de los Gamma. Ese edificio en medio de la ruta 310 que parecía abandonado pero no era más que una tapadera. Aquella era la sede del grupo criminal más peligroso de la región: El equipo Gamma.

    Lo cierto es que no sabía mucho de ellos. Que eran unos criminales peligrosos, poco más. Pero había conocido muy de cerca a uno de sus científicos, ese friki megalómano de Kappa. Ese maldito que me engañó para que "traicionase" a mis amigos. Que Kappa fuese parte de la organización bastaba para que no pudiese permitirme quedarme al margen.

    De modo que sigilosamente Katze—mi Liepard— y yo, nos colamos por una de las ventanas más altas tras subir volando a lomos de mi Braviary. Caí de cuclillas y al incorporarme eché un vistazo crítico a mi alrededor. No había nadie. Nadie salvo...

    Mi expresión se ensombreció.

    "Alpha".

    Estaba allí, sentado en el suelo con la espalda apoyada en la pared contigua. Tenía los ojos cerrados pero su rostro no mostraba paz en lo absoluto. Su Charizard parecía dormitar a su lado... pero alzó la cabeza y sus ojos rojos se clavaron en mí nada más verme.

    Flame.

    Su piel negra contrastaba sobremanera con el aspecto casi antiséptico del lugar. Aquellas paredes y suelos tan blancos me inquietaban.

    —Hey—dije simplemente. No era un saludo realmente, mi voz no podía ser menos amistosa. Mi tono sin embargo fue bastante bajo, prácticamente un susurro.

    Podía estar molesta con él pero no tenía pretensiones de despertarle. Tampoco iba a increparle por dormir durante una misión.

    ¿Qué diablos estaba haciendo ahí? ¿Por qué estaba Alpha dormido en el suelo de la Guarida de los Gamma? ¿Tan poco lograba descansar con Darkrai que no podía sostenerse en pie?

    Katze agitó su cola en forma de guadaña, pero parecía en calma. Si estaba tan tranquila solo podía significar que no había nadie más cerca.

    Nadie salvo Alpha y yo.

    ... ¿N-nadie más?

    Aparté la mirada y me crucé de brazos, incómoda. Así que estábamos solos... A solas con Alpha. A solas con la persona con la menos quería estar. Después de aquella discusión que tuve con él en Islas Artistas, donde le grité todo aquello...

    "Oh, maravilloso"

    Aquella era la suerte legendaria de Mimiko Honda en todo su esplendor.
     
    • Fangirl Fangirl x 4
    • Zukulemtho Zukulemtho x 3
  18.  
    Naiki

    Naiki Main solo desde la beta

    Escorpión
    Miembro desde:
    7 Febrero 2013
    Mensajes:
    4,601
    Pluma de
    Escritor
    Alpha Xenodis.

    No sé cuánto tiempo pasó exactamente. Ni siquiera me pude dar cuenta de en qué momento me quedé dormido... Seguramente unos segundos después de que dejase de pensar... ¿Tal vez antes? Bah, quién sabe. El punto es que tras un rato sentí como era empujado bruscamente hacia un lado, cayéndome directamente hacia el lado contrario del cual vino la fuerza, provocando que despertara de golpe.

    Despierto ya, simplemente observé que mi Charizard había sido el personaje que atacó mi cuerpo, estando con su mirada desafiante como siempre. Me quejé con él en voz baja, no me interesaba mucho ponerme a gritar o algo.

    Idiota.

    Cuando finalmente me acomodé de nueva manera en la posición que estaba, ahora de brazos cruzados, me encontré frente a frente con una persona que simplemente no esperaba ver ahí: Mimi.

    Mi corazón se detuvo por un segundo.

    Da igual. Haz lo que quieras Alpha, a mi ya no me importa lo que te pase.

    Sus palabras resonaron en mi cabeza como quien saca una bicicleta en un edificio. Sentí un dolor bastante agudo sobre mi estómago; me sentí tan tentado a escapar de ese lugar y dejar las ideas de enfrentar al Team Gamma de lado, pero no pude moverme. No pude mover un solo músculo, sino simplemente quedarme observando a la chica con un rostro inexpresivo.

    Yo.

    Saludé en un tono de voz bajo que no tenía mi confianza de siempre y casi diría que había un poco de miedo en ello... Pero bueno, es lo único que pude sacar, ¿sabes?
     
    • Sad Sad x 6
  19.  
    Yugen

    Yugen D e p r e s s e d | m e s s

    Piscis
    Miembro desde:
    25 Mayo 2013
    Mensajes:
    5,616
    Pluma de

    Inventory:

    Escritora
    Mimi Honda

    Lo miré de reojo cuando me habló. Tenía un aspecto horrible. Estaba pálido y ojeroso... unas terribles y antiestéticas ojeras oscuras se vislumbraban con facilidad bajo sus ojos.

    —Hey—respondí simplemente a su escueto y monocorde saludo. De la misma forma que saludé a Flame. No era un tono alegre ni amistoso. Era una voz tan átona como la suya.

    Aparté la mirada otra vez.

    Un gélido silencio se extendió después de eso. Un silencio profundamente tenso. Yo no sabía qué decir... me sentía incómoda para articular una sola palabra. Molesta. Pero era evidente que él no estaba bien. Su rostro era la prueba fidedigna de ello. Pálido y demacrado... incluso parecía mucho más delgado que antes. Era una sombra de sí mismo.

    El Alpha que conocía, el Alpha que conquistó mi corazón... ya no estaba allí. Era el recuerdo distante, el retazo borroso de su antiguo yo. Sus ojos dorados había perdido casi todo su brillo.

    Un entrenador como él. Ese chico idiota que no entendía nada y actuaba peor que un niño pequeño. Alpha Xenodis... no estaba más allí.

    Sus ojos, tan eléctricos y decididos antaño, eran dos cuencas opacas y vacías rodeadas de ojeras violáceas.

    Mordí mi labio inferior.

    —¿Hasta cuando planeas seguir así?—le pregunté finalmente. Mi tono fue contundente. Pero estaba tensa y las uñas de mis brazos cruzados se clavaban en mi piel a través de la ropa—. No puedes estar sin dormir. ¿Cuanto tiempo llevas sin hacerlo a todo esto? ¿Es que quieres morirte?

    Empujé lejos mi orgullo y me sinceré. Porque aquello estaba rayando en lo absurdo.

    >>Eres un imbécil masoquista. Acepta el gesto de Hubert y toma a Cresselia en tu equipo de una vez. No puedes cumplir tu "promesa de hombre" y cargar con Darkrai estando muerto.
     
    • Sad Sad x 5
  20.  
    Naiki

    Naiki Main solo desde la beta

    Escorpión
    Miembro desde:
    7 Febrero 2013
    Mensajes:
    4,601
    Pluma de
    Escritor
    Alpha Xenodis.

    A mí ya no me importa lo que te pase.

    ¿No que ya no te importaba lo que me ocurriese? Una persona como tú se supone que debería mantener las palabras que dice, ¿no? Digo, eres la gran Mimiko Honda, ¿verdad? La mismísima que es capaz de reclamarme a mí por no haber cumplido una promesa después de que me metió una paliza sin comprobar que las palabras de una persona que no conocía fueran ciertas.

    Solté esas palabras con un tono totalmente frío. Mis ojos carentes de emoción se habían colocado sobre los suyos mientras con un poco de dificultad hacía mi mejor esfuerzo para levantarme del suelo, usando una de mis rodillas como punto de apoyo. Y ya cuando estuve de pie acorté las distancias entre nuestros cuerpos y entonces apoyé mi mano derecha sobre uno de sus hombros.

    Nunca te importó lo que yo pensase, ¿eh?—Le dije de manera inmediata, mi mirada estaba volviéndose segundo a segundo un poco más severa.—Siempre fue lo que tú quisieras, ¿no? Esperabas en todo momento que yo hiciese todo lo que quisieras—Y en ese entonces le di un suave empujón, no sabía porque lo estaba haciendo, pero mi cuerpo simplemente actuaba por su propia cuenta.—. Desde que me viste en Ciudad Bárniz decidiste por ti misma que yo te acompañaría, me trataste horrible por mucho tiempo, me llamaste de todo, me golpeaste en muchas veces sin razón alguna y luego vas y me dices que me amas, ¿eh?—Me tomé mi pequeño tiempo para respirar. Inhalé y exhalé de forma un tanto alterada. Mi mirada estaba hacia abajo y entre esos suaves empujones había logrado acorralarla contra una de las paredes del lugar.—. Dime, ¿acaso esperabas que yo dijese que también? ¿Esperabas que pudiera pensar en mantener una relación amorosa con una persona que tenía esos tratos conmigo? ¿Con una persona que múltiples veces que pensé que me odiaba y simplemente utilizaba mis estúpidos conocimientos para beneficiarse?

    Fue tras ello que decidí volver a crear la distancia entre nosotros, cuando aquél Liepard se empezaba a ver amenazante hacia mi persona y sentía como el calor del ambiente aumentaba a medida que la cola de Flame se agrandaba. Lo siento, pero era un asunto entre dos personas que no tenía nada que ver con pokémon.

    Soy un imbécil, un pervertido, un idiota, un masoquista y todas las cosas que me hayas llamado, me quieras llamar o me llamarás en futuro, pero solo te diré una cosa: Me mantendré firme a mi palabra y si es necesario moriré por falta de sueño para que gente como tú no tenga que ver las cosas que yo estoy viendo noche tras noche.

    Apoyé mi mano en la pared y la que quedó libre sobre mi frente, cubriendo uno de mis ojos y un trozo de mi nariz. La charla había causado un dolor de cabeza y de verdad era molesto, además de que no sentía mi cuerpo lo suficientemente bien como para mentenerlo en pie por tanto tiempo.

    Debo admitirlo, me está gustando mucho el drama y el Alpha emo explosivo.
     
    • Fangirl Fangirl x 4
    • Impaktado Impaktado x 3
Cargando...

Comparte esta página

  1. This site uses cookies to help personalise content, tailor your experience and to keep you logged in if you register.
    By continuing to use this site, you are consenting to our use of cookies.
    Descartar aviso