Alpha Xenodis. Lo siguiente en aparecer fue un enorme Barboach, a quien dejé ir rápidamente sin siquiera molestarme en verlo por mucho tiempo. ¿Cómo una caña tan mala podía pescar cosas así? Vaya...
Alpha Xenodis. Y nuevamente apareció un Goldeen. Sin embargo, me había dormido por unos cortos minutos así que en realidad el pez jamás pudo salir del agua. Claro, desperté apenas las pesadillas comenzaron. —Debí dejar a Hubert atraparte—Dije, mientras que hablaba hacia mi esfera con un Darkrai dentro. De seguro el Hada y la Guardiana podrían mantener a raya los malos sueños para que Hubert descansase.
Alpha Xenodis. Ahora fue un Horsea. Realmente esa sí podría haber sido una buena captura, pero actualmente ya contaba con un gran Dragón y una excelente tipo Agua en mi equipo, por ende no sería buena idea agregar un Kingdra a mi equipo. —Otro día será, lo siento.
Alpha Xenodis. —¡Dije que no! Fue lo único que dije cuando logré sacar ahora al mismo Horsea, pero evolucionado en un Seadra. ¿Qué clase de suerte era esa para sacar al mismo y que justo evolucionase?
Alpha Xenodis. —¡Que no! Ahora había una serie de Horsea juntos, mirándome desde el agua con ojos de Lilipup para que los llevase conmigo en mi viaje. Obviamente no lo haría, ni para las grutas me podrían servir actualmente ya que los cupos estaban llenos. >>Lárguense.
Alpha Xenodis. Cuando nuevamente picó y fue un Goldeen no pude evitar comenzar a desesperarme. Pensar que venía aquí a descansar, ¿eh? ¡Pero en realidad era yo: La mala suerte en la pesca! —Fuera. Dije antes de lanzar al Goldeen bien lejos.
Alpha Xenodis. —¡Que no, joder!—Pegué un grito bastante grande cuando vi salir colgado al cebo un Horsea. Eran unos pequeños bastante insistentes y de verdad estaba considerando lanzar a Rayquaza al agua para que vaciara todo el lugar. >>¡Dejad venir a los malditos Gyarados!
Alpha Xenodis. —Sabía que debía comprarme una caña mejor, lo sabía maldita sea. Ahora solo pude pescar un Tentacool... >>¿Arceus, qué te he hecho? ¡Primero Zebstrika y ahora esto! ¿Quieres pelea? ¡A que te destruyo!
Alpha Xenodis. Cuando ya comenzaba a rendirme el anzuelo empezó a moverse en el agua, poco a poco empecé a recoger la red hasta que finalmente pude pescarle: Un timón con un ancla unidos por muchas algas en estado bastante deplorable. ¿Qué diablos era esa cosa? —¡Pokédex!—Exclamé ante semejante criatura. No hay datos. No todas las especies de pokémon han sido identificadas hasta la fecha. —¿Eres un pokémon nuevo? Wow, ¡genial! Y técnicamente eres mi descubrimiento... ¡Xenomon!—Avisé al para mí desconocido Dhelmise que ahora respondía al nombre combinado de mi apellido y pokémon... Es mi descubrimiento, ¿no? ¡Puedo llamarle como quiera!—¡Charizard, acábalo! Y así fue. Charizard lo dejó noqueado en segundos y pude capturarle con facilidad. Tras eso, decidí volar hacia otra zona curiosa.