Un yamask se lanzó a mi cara de sopetón y me asusté. Cai al suelo y empecé a rodar por la arena para quitármelo de una vez. Cuando lo conseguí, agarre a Pika que se encontraba en el suelo partiéndose de risa y segui ahora de muy mal humor.
--Maldita arena, se me metió hasta en los calcetines... --exclamaba al aire cansada de estar aquí. Un geodude apareció y pasé de el.
Una sombra proveniente del aire me tapó el sol e hizo que me sorprendiera. Levanté la vista y encontré al pokémon que quería. --Ahí estas. --susurré decidida y le lancé una ball, capturándolo. --¡Si! ¡Ya lo tengo! --grité muy alegre y segui el resto del camino dando saltos de alegria al igual que Pika.
--Bueno, ahora falta el otro. --exclamé y seguí buscándolo con la mirada. Un Skarmory me empezó a atacar dándome picotazos en la cara y eché a correr despavorida.
--Ayy mi cara... --me quejé tocándomela dolorida. --Me las pagaras maldito pajarraco. Otro geodude apareció y volví a pasar de él.
--Ya queda poco, Pika.--le animé al ver como se moría de sed al igual que yo. Espero llegar pronto a la ciudad porque si no nos vamos a desmayar.
--Y-ya no puedo más... --caí al suelo, agotada. Un sandlash apareció y al verme tan solo me lanzó arena con la pata. ¡¿Pero que pasa aquí?!
--Pika, resiste... --le pedí a mi pokémon, el cual se veía peor que yo. Él no soportaba las zonas de mucho calor, tenía que encontrar agua... Me arrastré como podía por el suelo agarrando a mi pokémon y el mismo Geodude de antes se acercó a nosotros. Me cogió y nos llevo a no se donde...pues por el camino caí inconsciente.
Geodude nos llevó hasta un pequeño oasis donde me dejo debajo de una pequeña palmera, donde había sombra para poder descansar fresca. Mientras que Pika se acercó a beber agua al profundo lago. Este, ya repuesto, cogió unas hojas y las mojó para ponérmelas en la frente. Y Geodude se marchó, sin yo poder darle las gracias. Un sudowodo paso por allí muy feliz y siguió su camino igual.
Me desperté al oir los gritos de un bonsly bebe, llorando por allí con su madre. Vaya pokémon más molesto. Me senté apoyándome en el árbol y Pika me trajo la botella llena de agua. Le di las gracias y me la bebí. --¿De donde la sacastes? --le pregunté pero este me señaló el lago que estaba en frente de mi. --Menos mal... -- Pika me lo explicó todo y espero volver a ver a Geodude,para poder darle las gracias por salvarnos. Me levante y salimos de allí de una vez.
Ya repuestos y descansados seguimos caminando buscando al último pokémon con mucho afán. --No nos iremos hasta haberle capturado. --dije decidida y continuamos el trayecto.
--¡Aparece ya, por Arceus! --grité desesperada. Un pequeño baltoy paso por mi lado pero a él no es a quien buscaba, si no a su evolución,
--Creo que mejor lo dejo ya... no se... --pensaba abatida. --El maldito pokémon no aparece por ningún lado.
Genial, todo se calmó. --Bueno, debemos continuar Spark.-- Este asintió, y saltó de nuevo a mis brazos. --Pero sigo perdida...--
--¡Si no apareces en 5 min me largo! --grité a la nada, a lo mejor así el Claidol me escuchaba. Aunque es imposible que se acercara, si eso huiría. En vez de eso apareció un krokorok pero no le hice caso, cosa que no le gustó y me lanzó un "ataque arena". --¡¡Auch!! --grité harta de que me lanzaran arena. --¡¡Ya basta!!