Gran Catarata

—¡Sí! —exclamé entusiasta y sonriente.

Y entonces recordé que no veía a Dante desde que fui a la Torre Desafío, por lo que como él estaba al tanto de las cosas, decidí narrarle la historia completa:

—Logré ganar mi combate en la Torre, tuve que enfrentarme a un chico llamado Jacob... y era muy paranoico, demasiado —expliqué—. Luego de eso fui al Centro Pokémon de Témpera y la enfermera Joy me entregó la MO Cascada; ¡Effy me la dejó de regalo! Así que podré ir a Acuarela para ver en qué va lo de los Concursos. Effy es una buena amiga, la verdad.

Luego de eso, proseguí a ver el plato de sopa que estaba en el suelo una vez más. El hada maternal se había contentado con darme una sola cucharada, por lo que volvió a dejarla donde estaba...

—Y tú tampoco quieres sopa, ¿no? —pregunté y vi como Dante negó con la cabeza—. Vaya, a mí no me gusta mucho la sopa, pero es una lástima dejar la comida botada porque...

Pero sin poder terminar mi frase, el glotón elefantito salió de su pokébola, prosiguió a oler la sopa, y... ¡Floosh! Con su trompa se tomó toda la sopa como si fuese una aspiradora. Phanpy sonrió contento y luego... luego soltó un eructo. Así tal cual. Entonces, el elefantito volvió a reirse mientras se tapaba la boca con una de sus patitas mientras un rubor leve aparecía en su rostro; estaba un poco —sólo un poco— avergonzado. Yo tan sólo suspiré...

—Bien... problema solucionado —dije con ironía, pero finalmente no pude evitar reír con esos comportamientos tan... "Phanpy".

Togekiss, por su parte, empezó a limpiar cuidadosamente el hocico de Phanpy con una servilleta...

 

—Gracias por la comida, Bren. Estaba todo muy bueno. —agradecí, totalmente satisfecha con aquella cena de improvisto, y deposité el plato y el vaso ya vacios junto al resto para que el chico no hiciera todo el trabajo. Le despeiné el cabello amistosamente con una ligera risa, y antes de moverme del lugar le miré por breves instantes. —¿Has probado en hacer alguno de esos concursos de cocina? Se te daría bien.

Y con un brinquito me levanté del sitio, dejando la toalla que me cubría en el lugar en el que me había sentado y comencé a caminar hacia donde Dante se encontraba, más pendiente de no clavarme nada del suelo con mis pies descalzos que de otra cosa. ¿Por qué no me habría colocado mis chanclas? Mala idea por mi parte.

Alcé la cabeza a punto de saludar al chico, pero mi voz fue interrumpida al notar que Emily yacía dormida en su regazo, y evité alzar la voz para no molestarla. Pero aparte noté que no se encontraban solos: Steve, Phanpy y Togekiss también rondaban por allí.

—¡Oh, hola Steve! Qué alegría verte por aquí a ti también. A ver si lo adivino... —miré de soslayo la cascada a mis espaldas y volví a verlo, alzando la ceja con una sonrisa.—¿También van a Acuarela?

 

Emily terminó recostándose en mi regazo y yo terminé acomodándola cuidadosamente sobre una de mis camisas para que la utilizara como almohada para poder alejarme un poco y dirigirme a la orilla de la cascada para meter mis pies en esta y suspirar un poco mientras floatzel se animaba nuevamente a entrar a nadar aprovechando probablemente lo fresco del agua en este tiempo, supongo que los demás descansarían por hoy y luego en la mañana todos saldríamos a acuarela y así las chicas accederían finalmente a las grutas y tal vez Steve fuera a los concursos si es que me basaba en su conversación con su madre cuando fui a merendar.

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lamento este post prácticamente sin nada x'D pero tampoco se me ocurría que comentar

 

De repente, escuché una vocecita familar que dijo: "¡Oh, hola Steve! Qué alegría verte por aquí a ti también. A ver si lo adivino... ¿También van a Acuarela?".

Volteé la cabeza y abrí la boca para responder, pero quedé con la boca abierta. Era Liza White, pero no como de costumbre. Esta vez estaba... en traje de baño. Yo la miré por unos segundos, quedándome levemente inmóvil, hasta que puse pies a tierra y reaccioné.

—...s-sí. Sí, sí —respondí con dificultad.

Esto fue algo muuuuy raro. ¿Por qué me quedé pasmado cuando apareció Liza? Eso jamás me había pasado en la vida. Que cosa más extraña...

 

Y se giró cuando oyó mi voz, sí. Y abrió la boca para responder, o eso creía entender, pero nada salió de ella. Absolutamente nada. Inquieta, comprobé si había algo detrás de mí que fuera el causante de aquella extraña reacción, pero cuando volví a girarme recordé un simple dato que logró sacarme los colores: aún seguía únicamente en bikini.

Como si se tratase de un movimiento reflejo me abracé a mí misma, desviando la mirada con nerviosismo en un acto desesperado por tratar de recuperar la compostura. Por suerte era algo tarde y la hoguera de Brendan no estaba precisamente al lado, por lo que mi ligero rubor pasó totalmente desapercibido.

—O-oh, ya veo... —mi voz tembló ligeramente, y no pude evitar si no reprenderme internamente. Lo que menos quería ahora era hacer notar mi nerviosismo, aún sin saber siquiera el porqué de éste. Me senté colocando una toalla en el suelo y abracé mis rodillas, observándolo desde el suelo con una ligera sonrisa. —Supongo que los concursos habrán llamado tu atención, ¿no? Yo sinceramente los espero con muchas ganas; deben ser emocionantes.

Dirigí la vista hacia el río, buscando un punto en el que fijarme para no sentirme incómoda con el silencio que se acababa de formar, y divisé a Dante y a Floatzel en la orilla, contemplando la zona. Apoyé mi barbilla en las rodillas y cerré los ojos, mirando rápidamente de reojo a Steve y desviando de nuevo la mirada.

—Bonito cambio de look, por cierto. Te queda bien.

 

Le lance mi chaleco a Liza justo sobre la cabeza en lo que desviaba la mirada hacia el chico que llamaban Steve y le salude desde lejos al igual que Plusle y Swampert.

—Espero que eso ayude un poco...— le guiñe un ojo a Liza y me dirigí hacia el chico que había hecho su aparición.

—Hola! soy Brendan, tal parece que fuimos rivales en el torneo no es así?— le pregunte al chico mientras le tendía la mano, detrás mio mis pokemon solo observaban al chico con algo de curiosidad hasta que el pequeño de Plusle salto a su cabeza en señal de que le agradaba.

 

Note que Steve y los demás se encontraban algo dormidos, ya eran altas horas de la madrugada por lo que camine un poco junto son Swampert y me senté en la orilla del pequeño lago que se formaba a causa de la Gran Catarata.

—Este lugar te gusta mucho verdad Swampert? A ti y a todos los chicos, deberíamos de venir mas seguido no crees?— le decía a mi pokemon mientras lo abrazaba y Plusle llegaba a mi cabeza para formar parte del cuadro sentimental que estábamos formando.

—Aun recuerdo cuando los conocí... Plusle tu eres demasiado energético y travieso, y no haz cambiado nada!— reí ante el comentario y acaricie al pequeño.

Me incorpore un poco y mire hacia la Gran Catarata por unos instantes mientras recordaba como era Swampert.

—Tu eras un pequeño y tímido Mudkip, dudabas mucho de tu fuerza y te asustabas fácilmente... Pero cuando evolucionaste a Marshtomp te volviste mas valiente lo recuerdas? Aquella batalla en el parque que habíamos planeado como practica se convirtió en una celebración, después de ello pasaron las semanas y en una batalla contra Zweilous antes de que fuese un Hydreigon, ibas perdiendo... Pero tomaste fuerzas de no se donde y evolucionaste...— exclame con unas pequeñas lagrimas de felicidad, mi pokemon se había convertido en todo lo que yo esperaba y gracias a el había librado las mas grandes aventuras.

Rufflet se acerco inocentemente y al ver la escena que estábamos haciendo se acerco con un cierto miedo, a lo que Swampert lo levanto con su mano y entre los 4 nos mirábamos a los ojos.

—Tu seras igual de fuerte que ellos algún día Rufflet, solo nunca te rindas...— le espete a mi pokemon y este voló de alegría mientras nos sentábamos a observar el amanecer emerger de la gran catarata, ya había pasado un día en lo que acampamos aquí.

 

Todo había pasado muy rápido, a decir verdad; de estar hablando con Steve a permanecer en silencio escuchando hablar a Brendan con él, prácticamente sin prestar atención en lo que decían. Me había acurrucado haciéndome una bolita con el chaleco de Brendan sobre mi cabeza (porque sí, aterrizó ahí cuando me lo lanzó pero la pereza y el sueño impidieron que la apartara) y ahí me quedé, resignada. Nunca acabaría una conversación con Steve sin que alguien apareciera, aunque bueno, tampoco importaba mucho... ¿no?

Y así, sin darme cuenta, acabé cerrando los ojos poco a poco hasta quedarme completamente dormida. El sueño había comenzado a pasarme factura.

***

"Quiero una cama..."

La voz adormilada de Emily cerca de mí me despertó ligeramente, pero no tuve la suficiente fuerza de voluntad como para espabilarme del todo. Murmurando algo entre sueños, me di la vuelta y volví a acurrucarme, tapándome aún más con el chaleco como manta.

 

—¿¡Aah!? —grité repentinamente, asustada por sentir como alguien se me tiraba encima. Abrí los ojos con molestia y aparté el chaleco de mi cara para ver a Emily montando una rabieta sobre mí. —¡Emily quita, quita! ¡Que sí, que ya me levanto, pero me estás asfixiando! ¡Dante, ayúdame!

Pero el chico estaba lejos y no pudo escucharme, por lo que traté de quitármela de encima sin hacerle daño. Me levanté rápidamente, jadeando por el susto y mirando a la chica en el suelo. ¿P-pero acaso quería darme un infarto?

—Emily... Existen otras maneras de despertar a la gente, ¿sabes? —le recriminé, inflando mis mofletes con molestia. Le agarré las manos para levantarla del suelo y tiré de ella, bostezando con sueño por el camino para ir hacia donde estaba Dante en la orilla.

La dejé a su lado y llamé a Samurott, tirándonos a la vez al agua. Me giré para ver a ambos mientras me restregaba los ojos, tratando de no dormirme por el camino.

—Cuando queráis. Necesito dormir, me da igual donde sea... Pero si no nos damos prisa me duermo aquí mismo. —murmuré, subiéndome al lomo del pokémon y apoyándome sobre su cabeza. Otro bostezo salió de mí inevitablemente.

 

En ala orilla de la cascada las cosas transcurrían de una manera tranquila hasta que de pronto vi que Brendan se situaba también a la orilla de la cascada pero lejos de mi mientras comenzaba a hablar con sus pokemon de algo en específico que prefería no oir. Después pude jurar que había oído a alguien llamándome pero antes de intentar comprobar que realmente me hubieran llamado Liza ya había dejado a Emily al lado mio antes de llamar a su inicial para que al parecer subiéramos a la cascada.

— Esta bien, si es para prevenir que ustedes se queden dormidas por aquí, vayamos de una vez — dije en una ligera risa antes de tomar a Emily en mis brazos para subirla al pokemon también y luego ir por nuestras cosas antes de subir yo también, y si es que nos ibamos en ese momento me despedí de los demás presentes con un ligero movimiento de manos

 

Cuando Liza me dijo que me quedaba bien mi atuendo sentí como una especie de cosquilleo, me sentí bastante bien de hecho. Como si me hubiese mejorado tres veces más el día... ¡súper! Pero... ¿por qué? Digo, sí, es genial recibir halagos y todo eso, pero éste por alguna razón me cayó más bien de lo usual.

Pero justo cuando le iba a responder, alguien le tapó toda la cabeza tirando un chaleco encima. Yo, confundido, incliné mi cabeza hacia la izquierda sin entender nada. Entonces, apareció un chico que estoy muy seguro de haber visto antes... ¡Pero claro! Era Brendan, el que fue compañero de Hubert en el torneo Acrílica.

—¡Sí! Fuimos contrincantes ahí. Soy Steve —dije estrechando su mano con cortesía. Entonces un simpático Plusle saltó hacia mi cabeza. Yo le sonreí y lo acaricié amigablemente.

Brendan sonrió, y luego de presentarse, se fueron él y su pokémon hacia los alrededores del lago una vez más. Y entonces, la novia de Dante se despertó y me ondeó la mano para saludar. Yo, le devolví el gesto, y luego noté como se volvió rápidamente activa y despertó a Liza de una manera.... emm, "particular".

Solté una breve risa, y luego vi como ellos se montaban en Samurott para subir la cascada. Yo, por mi parte, saqué a Vaporeon y ambos nos dirigimos hacia el lago mientras les gritábamos para que nos esperaran...

Finalmente, nos ubicamos al lado de ellos, y con algo de timidez, volteé lentamente a mirar a Liza. Por alguna razón, siento que debía devolverle el cumplido.

—Gracias por lo del atuendo —le dije con una segura sonrisa. Luego me puse a pensar... ¿qué le podía decir?—. Y... bonito bikini —Espera, ¿¡qué!? ¡Eso sonó terrible!, ¡podía quedar como todo un pervetido!—. Digo... emm... ¡rayos!, ¡no quise decir eso exactamente! Digo, no se te ve mal pero... bueno, tú entiendes. ¡Oh! Lo siento.

Las últimas palabras se las dije con mirada de súplica. Me sentía todo un torpe.

 

—Chicos, alguien me podría dar un aventon a la cima de la cascada? La verdad es que Plusle y yo queremos conocer la Ciudad y pues no nos gustaría quedarnos solos por aquí...— vocifere con algo de pena y cruzando los dedos mientras regresaba a Swampert y a Rufflet.

 

—¿Ya? —murmuré, levantando ligeramente la cabeza para echar un vistazo atrás; síp, Dante y Emily ya estaban a bordo. Abracé el cuello de Samurott con suavidad para estar más segura antes de que comenzara a nadar, listos para remontar la cascada de una buena vez. —Bien, ¡adelant...!

"¡Esperen!"

Mis palabras fueron interrumpidas por los gritos de Steve y Vaporeon, que se aproximaban a nosotros pidiendo que les esperásemos. Le susurré al oído a mi inicial que detuviera la marcha y dejé caer mi cabeza sobre la suya, rendida. Quizás si cerraba los ojos hasta que llegase para descansar...

Lástima que tardase tan poco. En unos instantes ya pude escuchar el sonido del aleteo de Vaporeon a nuestro lado, estabilizándose junto a Samurott, y cuando pareció reinar de nuevo el silencio la voz de Steve me sacó de mis pensamientos.

"Gracias por lo del atuendo. Y... bonito bikini."

¿E-Eh?

Volví a sentir ese extraño calor en mis mejillas ante aquellas palabras, y clavé mis orbes azules en los suyos tratando de buscar una respuesta ante lo que acababa de decir, exaltada. ¿Cómo se suponía que debía tomármelo? Pero al parecer, Steve trató de excusarse de alguna manera, y mi rostro pasó a estar algo más tranquilo; conocía a Steve y sabía lo que estaba intentando decir.

Y para alivio del chico, después del incómodo silencio formado, lo único que salió de mí fue una ligera risa. Sí, esa fue mi respuesta; aquella reacción suya me había resultado divertida, ciertamente.

—No importa, no importa, tranquilo. —le respondí finalmente, agitando suavemente mis manos frente a mí en señal de negación. Esbocé una pequeña sonrisa, indicándole que todo estaba bien, y volví a desviar la mirada hacia la cascada frente a nosotros. Mis mejillas recuperaron su tono habitual, pero aún conservaban un ligero toque carmesí.

—De todos modos, gracias. —y tras acabar de hablar, Samurott comprendió que ya era hora de irse. Ambos pokémon acuáticos comenzaron a alejarse de la orilla, rumbo hacia Ciudad Acuarela. Giré por última vez y coloqué ambas manos alrededor de mi boca, haciendo de megáfono hacia Brendan. —¡No te preocupes, ahora volvemos a por ti!

Y, terminado lo que me mantenía allí, me concentre en lo que tenía enfrente: la Gran Catarata nos esperaba.

 

—eh!? Oh bueno! Con cuidado chicos!— exclame desde la orilla mientras me sentaba a charlar con Plusle.

Una extraña sensación recorrió mi cuerpo y gire mi cabeza pues sentía una mirada a lo lejos pero simplemente era mi imaginación

 

Vaporeon.

El acuático pokémon burbuja bajó la cascada como cuando un niño jugaba en el resbalín. Para ella todo era diversión y risas, como los infantes en general.

Cuando se dio el chapuzón al caer al fondo del lago, asomó su cabeza hacia la superficie y miró hacia todos lados, en busca de Brendan.
Una vuelta a la izquierda, otra a la derecha... y entonces vio a un chico que portaba un gorro blanco acompañado de unos cuántos pokémon.

—¡Va, Vaporeon! —exclamó, dando saltitos en el agua.

 

Note como el Vaporeon de Steve me llamaba, así que regrese a mis compañeros a excepción de Plusle que no tenia pokebola, y ambos nos dimos un chapuzon al lago para llegar con el pokemon acuático.

—Muy amable de tu parte Vaporeon, gracias— le sonreí al pokemon y me sujete de su lomo mientras Plusle se sujetaba del mio.
@Steve Yops

 

Aterricé en la Gran Catarata, aquel lugar que no visitaba desde hace mucho tiempo, casi dos años, cuando Alpha y yo (más Alpha que yo) nos enfrentamos a un grupo de reclutas del equipo Gamma.

Sin embargo, esta vez no venía a nada parecido, sino que venía a hacer algo que nadie, nunca, en ningún momento ni en ningún lugar había hecho: Subir una Cascada cuesta arriba.

Así pues, liberé a Blastoise para que me ayudase con semejante odisea; me monté en su caparazón y juntos comenzamos a subir por la cascada, siendo definitivamente las primeras personas en hacer aquello... ¿O no?