La espera por las estaciones y la impaciencia por la espera misma –de ahí el nombre-, inspiraron este poema. Algo más sencillo, algo más digerible… Golosinas otoñales (saboreadas antes de la primavera) Mirándola bien, la hoja caída está muerta; inocua de color miel y temporalmente ciega. Si al pisarle oyes el lamento que con un crujir ha de salir... es su aviso en el lenguaje de las flores, para la temporada que entra y la que se ha de ir. Dulce, no apresures una mirada al cielo que las luces del sur cambian de lugar. Ve ondulante, con la dirección del viento; como las hojas que vienen y van. 2/3-6/3-6/1-6/3 6/1-8/2-7/3-2/3-4/3-3/2-5/3-2/1-4/1-6/3 3/3-8/2-3/2-7/3-2/1 3/1-3/2-5/3 4/3-6/2-3/3-4/3-3/2-7/3-6/2-6/3 1 8/1-3/2 3/1-4/3-4/1-6/3 1-1-1 6/2-3/2-2/3-3/2-7/4-4/3-8/1-2/1-6/1-6/3-7/4 2/1 8/1-4/3-8/1-2/1-1