Entró a su cuarto después de cenar. Había guardado muy bien un pequeño pastel que Tomoyo le había preparado especialmente a ella. Miró debajo de su cama con una sonrisa en los labios y lo que se encontró fue....Nada. —¡Kero! —gritó demasiado fuerte— ¡Eres un glotón! —lo buscó por todas partes y en una de esas abrió el cajón de su mueble donde se encontraba él con una enorme barriga—. ¡Y aparte de eso has engordado! Cerró el cajón con fuerza y salió de su cuarto, dejando a un preocupado Kerberos en el cajón del mueble.
Eso es lo más frustante que puede pasarte, yo odio que se coman mi comida y mas sin mi permiso y es algo intolerable y habría que tomar una venganza adecuada para poder tolerar el dolor de algo tan sagrado que has cuidado tanto y que tu amigo que lo sabía lo ha comido todo, sin dejarte un pedazo. Y lo peor es que no sienten culpa hasta que te ven molesto, como cuando guardas tu gansito en el refri para que este helado y luego de unas horas vas con la boca hecha agua por que has esperado tanto por eso y que no este, es el colmo. Una buena ortografía y no he notado ningua falta, ha sido corto pero has mostrado lo que suponias, buen escrito.
JAJAJAJAAJAJA Kero nunca cambiará. Me logro imaginar el enfado de Sakura porque no es solo que esta vez le ha quitado la tarta que Tomoyo le había preparado especialmente (y todos sabemos que Tomoyo cocina muy bien así que Sakura debía estar muy impaciente por probarlo) sino que es siempre así. Y Kero es muy mono pero cuando se trata de comida es muy egoísta y es normal que la chica se enfade. Pero, como siempre, harán las paces de alguna manera y volverá a ser como antes. Al fin y al cabo, así es su relación y eso lo has plasmado muy bien. Muy bien, cortito y sin fallos. Sigue así ^^