[Gladiadores] Rehenes de un imperio

Vitrion

Salió de su habitación caminando lentamente; el dolor parecía haber incrementado, el ardor era muy intenso. Caminó hacia el comedor por su ya habitual medicina: carne.
No andaba de buen humor por los acontencimientos del día anterior; así que ubicó un lugar junto a Nixiras y se sentó –Hermana– dijo mientras tomaba carne y un tarro con vino.

 

-Vitrion- exclame feliz, luego apenada aparto mi mirada -estaba preocupada, debí haber quitado todos esos guardias y esclavos para ir a verte.

Me paré y llené dos platos hasta el tope, uno de ellos lo coloque frente al gladiador.

 

Vitrion

–Me atendían a mi y Gaius; nos dimos duro; y espalda quemada ser mayor problema que golpes de Gaius– Sonrió levemente al ver aquel plato a tope –Gracias hermana– Tomó una gran porción y la llevó a su boca; después de un rato de comer prosiguió la plática tomando un poco de vino – Pero heridas externas no doler tanto como internas, esas sanan lento; o jamás cierran– Dijo bajando la mirada.

 

-¿Sólo a Gaius y a ti? Entonces Máximos volvió temprano a su cuarto pues no lo vi.

En un gesto delicado nada propio de mí, acaricie su mejilla.

-Tardan mucho y creo que en definitiva nunca sanan

 

Vitrion

Cerró los ojos por un momento, al abrirlos el también respondió de una forma no muy común en él; tomó la mano de Nixiras con delicadeza y la miró a los ojos –¡Oh hermana! –Tragó saliva –Maximos no volver después de la pelea; el... acompañar a Priscus a libertad incorpórea– Sabía de las reacciones de Nixiras, ya la había visto pasar por esto antes; pero no soltó su mano.

 

Me paralice, apenas pude murmurar que me soltara.

-Todos los que tienen contacto conmigo , mueren. Sueltame-

Hace un tiempo pensé lo mismo pero ahora lo confirmo. Mis manos tiemblan pedí evito que siquiera una lágrima baje por mi rostro, la irá sube y intenta nublar mi juicio pero no se lo permito.

Máximos no lo querría así.

 

–Hermana...– dijo Vitrion intentando volver a alcanzarla; pero un brazo se interpuso entre él y Nixiras.
–Yo me encargo de esto– Dijo Zaín, el nuevo Gladiador –¡Quieres desquitar tu furia desquítala conmigo! ¡Hazlo!–

 

-Me niego, actué como idiota durante la muerte de mí... de Priscus.- todavía me reprocho haber estado llorando en público más no de sus últimos besos o descansar sobre, aunque inerte, firme cuerpo masculino.

No me descargaria en alguien inocente, no sería justo con mi condición actual puedo ser peligrosa.

 

Zaín

–Por tu bien y el mío. Cabello rojo, ojos claros...la mirada como la de un felino salvaje– Hizo una pausa –Yo fui el padre de tu hermano...–

 

Me fui en risas, el desea perder su cuello.

-No veo lo digno que vio Aristela en ti- el nombre de mi madre que hace tanto no había dicho llenó mis labios, rompiendo como dagas a la piel.

-Te confíe algo por lo que había puesto mi vida en juego.

 

Zaín

Se quedó ahí parado, aquellas risas lo había destrozado; pero fue aún peor escuchar aquel nombre de nuevo "Aristela..."

 

Quiero salir de allí, no se sí soportar mucho tiempo esto me sería posible.

-Sí me hubieran atrapado me habrían matado por traición y tú has permitido que el hombre que ha intentado destruirme desde hace casi un año, tenga a lo último que me queda.

 

Zaín

–¿Te intentan destruir?– Perdió la compostura–¿En verdad crees que yo daría la vida de mi hijo así de fácil? ¿Abandonar mi único vínculo? ¡Al verte aquí y al saber que su objetivo eres tú, ahora entiendo por qué nos persiguieron! ¡Por qué nos cazaron como si fuéramos animales! Aún así te permito desquitar tu ira conmigo, pues morir no me importa si mi hijo ya no está conmigo–

 

-Sabías que era una Amazona- ver a mi hermano como su vinculo con Aristela aunque está pensara que estaba muerto .

-Fui su propiedad pero nunca me comporte como eso. No moriras sí yo tengo que vivir contra ello.

 

Iulian

–Par de llorones– Dijo con un tarro de vino en sus manos –¿Podrían callarse? Algunos tratamos de tener una comida tranquila y civilizada– Dio una mordida a un pan después dio un sorbo a su vino, se limpió con la manga de su ropaje dejándole una mancha carmesí – O al menos discutan en otro lugar... molestan–

 

Escucho quejarse al hombre que tenemos cerca ese que estaba emocionado por ser gladiador.

-Cierra la maldita boca, intento de Adonis. No todos estamos aquí por el placer de ser asesinados y aunque lo dudes no todos hemos sido simples esclavos.

Girandome a el hombre de negro, lo acuso con el dedo -Sabías bien que era una Amazona, nadie ordena que los juguetes tengan sentimiento.

 

Iulian

–Al final terminaste como esclava por lo que escucho...–Dijo entre risas –Y aclaro, no escucho porque quiera hacerlo, yo ya los invité a salir...

Zaín

En cambio a Nixiras el simplemente ignoró a Iulian y se refirió únicamente a Nixiras –¿Y cómo iba a saber que serías capturada y después exasperaste a un hombre el cúal vino con parte del ejército a atraparnos? ¡A mi! ¡A un simple investigador! ¡Por Minerva! ¡Yo hubiera preferido morir junto a él!– Dijo extendiendo sus brazos hacia adelante denotando todas las heridas que tenía por todo el cuerpo

 

Inicio a levantar la voz.

-¡Tú no tenías que saber de mí! Además ¿Qué querías que hiciera? ¿Abrirle las piernas a cada aristócrata que intentara someterme? Soy una Amazona, igual que ella, después de que muriera no podía resignarme.

Le suelto esa llamarada de fuego de golpe, el no sabe de la muerte de Aristela pero tampoco estoy segura de ello.

 

Zaín

–Esto no tiene ningún sentido; sólo estamos discutiendo por cosas que no se pueden cambiar...– Se alejó del lugar

 

No permito que se aleje, lo tomo del cabello y le doy vuelta, se nota nuestra gran diferencia de altura.

-¿Sabías eso?