[Gladiadores] Rehenes de un imperio

Contenido oculto: Sebastian

No manipulen pnjs por favor :3 si quieres que alguno sea anexado avísame para ubicarlos en donde la historia lo permita; esta vez lo dejaré pasar. Y hay cosas que no cuadran con la historia que me mandaste x.x

Vitrion sintió algo en su brazo, el sentimiento fue ténue pues su sensibilidad en su brazo quemado había disminuido considerablemente; aún así reaccionó y levantó su brazo al aire junto al de su hermana en armas.
Pictor y Petro se acercaron a Darius para felicitarlo; había peleado con un oponente muy fuerte –Vine a ayudarte cuando en realidad no necesitabas mi daga; perdona mi intromisión en el combate–
Los barrotes se levantaron y salió Ambrosius a celebrar la victoria con ustedes; miró a Gaius y a Vitrion, en verdad se preocupó genuinamente por ellos cuando la muerte se les presentaba –Gaius, es mi mejor amigo; gracias por ayudarle– Dijo aprentando fuertemente el hombro de Maximos.

El público comenzaba a retirarse del recinto; fue entonces cuando Scato apareció y cargó a Opelius hacia la rampa que llevaba al subterráneo; ahí varios asistentes del Coliseo estaban listos para atender a sus heridas; lentamente desaparecieron en las sombras del subterráneo.

Contenido oculto

En unas 7 horas regreso del trabajo; ahí publicaré el siguiente capítulo n_n

 

Contenido oculto: Amelie

Lo siento u.u no lo vuelvo a hacer, y lo que pasa es que no puse toda la historia complea porque esta muy larga en realidad, pero si quieres leerla esta publicada en mi blog. lo siento, otra vez -.-

 

Kedoku.

Terminó.... Esta batalla había terminado; todos los gladiadores comenzaron a festejar como locos, yo opté por salir de la Arena en silencio con la mirada en alto pasando a través de todos los cuerpos derrotados. Pude notar como Scato se llevaba el cuerpo de Opelius, la verdad es me sentí que no había sido lo suficientemente fuerte en la Arena, estaba molesto conmigo mismo por eso, por ser un inútil; Luego pasaría por donde Opelius para agradecerle sea o no necesario, sentía que debía hacerlo pero eso sería luego. Caminé con dirección a los baños perdiéndome en los pasillos...

 

Maximos

Asintió con su cabeza en un gesto afirmativo hacia el campeón Ambrosius mientras caminaba junto a él hacia la salida.

-Somos hermanos de armas de ahora en más. Nadie debe morir.

Bajó hacia el subterraneo y se permitió suspirar, agotado. Apenas notó el dolor en su hombro derecho durante la pelea pero ahora que la adrenalina comenzaba a bajar, sentía un pinchazo molesto en su articulación. Se encaminó a los baños, preparado para darse un merecido descanso con agua fría.

 

Nixiras

El dueño de las cicatrises levanto ni brazo hacia el público, es uno de los que disfruta luchar para revivir aplausos pero aún así no me suelto de su agarre.

Cuando todos se alejan poco a poco, decidido que mi olor es insoportable, busco ropa despidiendo de algunos gladiadiadores que me rodeaban.

Antes de entrar al baño, grito en voz más fuerte de lo necesario -Entrare hasta el último espacio- entro sin esperar respuesta sin mirar a los lados hasta donde avisé que iría.

 

Maximos

El ex legionario se sacó las gastadas y pobres prendas que cubrían apenas su cintura y quedó desnudo antes de recibir el fuerte chorro de agua en su nuca. Vio pasar a Nixiras hacia el último lugar y la observó con la mirada. Lindas curvas. En un cuartel lleno de hombres, era lindo observar una figura femenina de vez en cuando.

-Procura que no se resbale el jabón. -dijo Maximos sonriendo mientras se quedaba ahí parado, totalmente inhibido. No le molestaba desnudarse en lo absoluto, era lo menos que le preocupaba.

 

Sin ver al hombre, contesté, de mejor humor que sí alguien lo hiciera en otro momento.

-Acércate y Pricus no será el único quedándose sin joyas, sólo que aquí no hay ningún otro gladiador para que te salve- ni una pequeña sonrisa en el rostro mientras que me empezaba a desvestir

 

Maximos

Sonrió ampliamente ante la reacción de la mujer y ahora que recordaba su compañera de cuarto. Si que tenía carácter la muchacha. Le recordó en cierta forma a su hija, aquella pequeña traviesa que se llevaba de frente todo lo que tocaba.

El gladiador emitió un silbido como contestación y rió con la boca cerrada mientras se enjugaba los grandes hombros, arrastrando la mugre y sangre seca de su cuerpo. La ducha era una delicia, los hilos de agua caliente parecían agujas punzantes sobre su piel desnuda. Se relajó, aspiró el vapor y cerró los ojos. Todos sus músculos se relajaron y por fin, en todo el día, se permitió descansar.

 

Brazhan

la batalla por fin había finalizado, me alivié bastante y puse relajarme. Priscus se había acercado a mi, y me decía unas cuantas palabras, supongo que era una felicitación por haber hecho un ''buen trabajo''. Estaba cansado, no física, más bien; mental. A pesar de no haber recibido absolutamente nada de golpes, mi mente había trabajado más de lo normal.
— Tks, ¿cuando comeremos? — Susurré, mi estómago estaba que rugía de hambre.
Observé a mi alrededor, vi como los demás gladiadores festejaban la victoria. ¿Debería de unirme? Nah, miré mi arco, inspeccionando su estado. No se había dañado. Hubo un momento en que lo apreté con demasiada fuerza a causa de mi desesperación, sin embargo no le dañé, la madera era bastante resistente.
— Ah... — Suspiré, no había mucho que hacer ahora.

Contenido oculto

¿Me perdí de algo? -pregunta a pesar de leer los rols- X'D aparentemente a Brazhan no le pasó mucho por su mente(?)

 

Kedoku.

Al llegar al baño pude notar presencias mas no me importó y me desvestí para entrar rápidamente a el primer espacio disponible que vi. Sentir como el agua recorría mi adolorido cuerpo se sentía fantástico, ¨Al fin, un momento de paz¨ pensé mientras me lavaba la cara. Oí unas voces al lado mio, una masculina y otra femenina; no me importó quienes eran o que decían, solo esperaba que no hicieran nada molesto que interrumpiera mi paz.

—Arg, duele...— gruñí levemente al sentir un pulsante dolor en la zona del cuello, me hice un masaje en el cuello para proseguir con el cabello.

 

Maximos

El ex legionario sale del agua y desnudo como su madre lo trajo al mundo se pasea por el pasillo de baños. Toma su prenda que estaba tirada en el piso y se la coloca sin mucho apuro. Cruza el umbral de la puerta de los baños y vuelve al comedor, donde los gritos de júbilo y de locura invadían el momento.

Maximos sonríe, todavía adolorido y oliendo a sangre. Alza su cabeza sobre los hombros colosales y alza sus manos formando dos puños macizos y exclama: -¡Por Gaius! ¡Y por todos los bastardos regados por la Arena! -el grito sena claro y luego agarra una jarra de cerveza espumante y la bebe desaforadamente, chorreando el líquido por su barba y pecho.

 

Sebastian

Baje al subterráneo y me dirigí a los baños para quitarme la tierra y sangre que recorría mi cuerpo para que pudiera curar mis heridas, no eran tan graves pero si me hacían daño, deje que el agua recorriera mi cuerpo y palpe con cuidado las lesiones para evitar sentir tanto dolor, sufría en silencio, quería quedarme un rato mas ahí.

 

Darius

Me levanté del suelo dejando mi espada en la arena y comencé a descender hacia el subterráneo, en donde rápidamente me dirigí a los baños, pero ya había otros gladiadores dentro, así que me limite entrar al primer "cubículo" y me quité la ropa para encender la ducha y que el chorro cayerá sobre mi cabeza, estaba fría algo que me desagradaba, pero no se podía pedir mucho en este lugar, así que comencé a enjabonarme, pero cuando un poco de jabón y agua cayeron en unos raspones que me había hecho en la arena inevitables se me aguaron los ojos por el dolor y comencé a susurrar blasfemias:

—Carajo...—lo decía consecutivamente para así "aminorar" el ardor que recorría esa parte del cuerpo y poder seguir duchándome de una forma un poco más agradable.

 

Contenido oculto: Todos!!!!

Que modernos, ahora ya hay regaderas y duchas en la Roma antigua XD

Priscus

Heridos y cansados todos regresamos a los subterráneos; muchos se fueron a los baños a mojar las heridas y quitar la mugre; yo tenía prioridades… mis heridas.



Camine hasta Gaius y Vitron, con ellos estaba Ambrosius y con una leve mueca pedí los ungüentos que solíamos usar después de las batallas.

—Ahora sí que me hace falta una mujer… —les dije y a su mirada de reprobación agregue —acabo de estar a punto de morir; lo más lógico sería que disfrute la vida de la manera más elemental existente.— Y me carcajee como nunca.



Había algo ahora, no sabía expresarlo, estaba más relajado; no me había sentido así desde hacía ya tanto tiempo… y no creía aun mi falta de juicio, sin dudas no era momento para que me relajara por completo.

 

Contenido oculto: JAJA

Dios, y yo aun bañándome a baldasos, no es justo (?)
Jajaja Darius es un loquillo X'D

 

Contenido oculto

Me largo a las regaderas, al buho la cubeta yo me dare mis lujos con yacusi y todo xD

 

Contenido oculto

Justo iba a comentar eso de las regaderas xD y de hecho temo decirles que los baños son con agua fría y a cubetazos “Mejor para Vitrion que odia el agua caliente"
Ahora mismo estoy haciendo los cáculos para el ranking de esta pelea :3 probablemente mañana en la tarde los coloque, yo les avisaré en esta conversación en un spoiler n_n

Vitrion; Gaius y Pictor acompañaron después al séquito que se llevó a Opelius; Priscus también los siguió para atenderse las heridas; en verdad eran los que más daño había recibido, los demás curarían con buena comida y descanso. Opelius estaba recostado en una cama de pieles, dos esclavos atendían sus heridas las cuales se veían graves; Opelius solo abría la boca para gritar, pero sólo un sonido ahogado salía de él; Scato lo miraba y regañaba a los esclavos por no ser más delicados al momento de suturar; aún así Opelius sobreviviría. Los demás se colocaron ungüentos, Gaius se quitó ferozmente sus guanteletes cubiertos de sangre, jaló sus falanges para reubicarlas en su lugar; un par de dedos había sufrido las consecuencias de forzar su propia fuerza. Al terminar, todos menos Opelius se dirigieron a las duchas; las cubetas volaban de un lado a otro; después avanzaron hacia el comedor para disfrutar el festín.

Capítulo VII
El hombre detrás de la traición​

Scato caminó por el comedor; se sentó junto a Varus el cual estaba comiendo ávidamente; en su plato había grandes trozos de carne, algunos quesos y uvas seleccionadas; Scato tomó ese rebosante plato de comida y lo lanzó al suelo. Varus lo miró desafiante por unos segundos, después alejó la mirada; se levantó de la mesa y fue a buscar nuevo alimento. Scato lo siguió intimidantemente, Varus tomó un nuevo plato el cual fue tirado inmediatamente por Scato.

–¡Un Gladiador no descansa cuando sus compañeros mueren! ¡COBARDE!– Le gritó Scato haciendo que todos en el comedor los mirara.

–Nunca esperaría palabras como esas de Scato– Dijo en voz baja Gaius hacia Ambrosius –Scato es sucio, no creo que haya dicho eso por el compañerismo, lo dice por el hecho de abandonar un combate. Lo cual comparto. Varus descansaba mientras el resto luchaba, y no era alguien que necesitara ese descanso, su pelea fue laxa; la ganó sin mucho esfuerzo– Decía Ambrosius entendiendo la molestia de Scato.

–No descansé, le ayudé un poco a todos los débiles que no pudieron con su presa– Alegó Varus hacia Scato. Y efectivamente, Varus había ayudado a algunos gladiadores a derrotar a sus enemigos, a pesar de haber atacado a dichos oponentes por la espalda y sin honor.

Varus volvió a alejar la mirada y tomó otro plato el cual cayó más velozmente que el anterior; Scato estaba molesto, pero no podía hacer más pues ya estaba bajo una sanción, y si cometía otra podría ser mandado a ejecución.

La miradas recaían en Varus, el cual no soportó la presión de su juicio –Mejor háblales de cómo querías matar a Ambrosius en este combate para ya no tener que enfrentarte a él; dime quien es el cobarde– Concluyó Varus tomando un plato y esquivando con velocidad la mano de Scato; se volvió a servir su alimento y se sentó a degustarlo ignorando a los demás presentes. Scato observó a Varus y después a Ambrosius el cual le dedicaba una severa mirada.

–Nuestras cuentas serán saldadas– Dijo Scato antes de retirarse del comedor

 

Sebastian

Después de un largo rato decidí salir e ir al comedor pues esa batalla me abrió el apetito, como siempre tome un plato y lo llene de una ración muy grande, busque a alguien con quien comer pero no tuve suerte esta vez así que tome asiento casi junto a la puerta y empece a comer, haber si encuentro a alguien para hacerle compañía.

 

Cornelia

Llegué al comedor y noté la presencia de Sebastian comiendo desesperadamente. Tomé algo no muy grande, puesto a que no tenía apetito y me lo comí a pequeños mordiscos.

 

Brazhan

Después de la pelea, no dudé en irme a lavar un poco. Así que cuando terminé me dirigí inmediatamente al comedor, tenía mucha hambre así que no dudé en ir a servirme una buena ración de comida. Vi que Sebastian estaba sentado cerca de la puerta. No sabía si acercarme a el o no, nah, daba igual, seguro el chico quería estar tranquilo.
Pasé de largo y me senté en el fondo, como la vez anterior y me dispuse a comer.