Gimnasio

Satoko Shichimiya

Asentí con la cabeza, emocionada, al escuchar la explicación del senpai y miré con atención la moneda antes de que cayese sobre la mano del chico.

—¡Ah! ¡Cara, yey! ¡Empezamos nosotros!

Con nuevas energías al ver que empezábamos con tan buen pie, me acerqué a Shirai-kun para coger el balón, sonriente, y botándolo me dirigí hacia la zona necesaria para poder hacer el saque.

En ese momento fue cuando mi expresión pasó a una más seria, completamente concentrada en el campo y el partido, aunque fuese uno de prueba. Volví a botar el balón un par de veces antes de moverme con rapidez e intentar pasársela al mayor, evitando a los dos contrincantes.

 

Sonrió al recibir una respuesta positiva de parte de la muchacha y mantuvo la taza entre ambas, para que pudiese tomar fruta cuánto quisiera sin tener que extender demasiado el brazo.

—Puedes llamarme Laila —dijo después de comer un poco más y asintió con la cabeza a su pregunta—. Pues sí, puede decirse. Estoy en el club de esgrima con Shawn.

Notó la tensión de Yule al saberse emparejado con Discordia. Suspiró, sintiendo verdadera lástima por el chico. Solo esperaba que Eris tuviera la decencia de controlar su desastre con los de primero.

>>¿Y tú, kohai-chan? ¿Eres compañera de Yule acaso o Shawn te fanfarroneó?


Vale, entonces ella hacía equipo con el black and white boy. Contuvo el impulso de fastidiarlo, solo porque no le iba mucho eso de fastidiar chiquillos y se mantuvo atenta. Pronto el albino y la adorable castaña se pusieron en acción.

Podía intentar concentrarse todo lo que quisiera, pero igual había dejado un hueco por dónde podía intentar colarse.

—Kohai-chan~ —canturreó mientras se le ponía al corte, arrebatándole el balón para luego intentar pasárselo al menor.

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Eris aber si no te sirvieron los dados solo para comerte a Shawn la puta madre

 

Sonrió cuando la menor la llamó por su primer nombre y le permitió hacer lo mismo. ¿Rachel? Era un nombre de lo más bonito, encajaba a la perfección con ella por alguna razón, con aquella cascada rubia y aquellos ojos azules, profundos como las fosas azules del océano.

—Es un nombre muy bonito —halagó antes de poner atención a su pregunta—. Ah, pues nos ha costado un poco conseguir miembros pero bueno, lo vamos logrando. Nos reunimos martes y viernes en el dojo, puedes pasar a echar un ojo cuando gustes.

Soltó una risa suave ante su otra respuesta. ¿Algo así como amiga de Yule? Qué lindo.

Asintió suavemente.

—Atrae mucho la atención, ¿no crees? —dijo casi en un murmuro—. Además no es como otros chicos, aunque sea medio... ya sabes. En general es bueno con los demás y un líder decente.


Suspiró cuando vi que el menor fallaba la canasta, así que se limitó a seguir los movimientos de Shawn cuando este le arrebató el balón a Yule. De nuevo, se le puso al corta.

Szomorú.

—Qué triste~ —Interceptó el balón que el muchacho pretendió pasarle a la castaña—. Permiso.

Buscó un espacio para poder pasarle el balón de nuevo a Yule.

—¡Ahí va, black and white boy!

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Me parto no había visto el segundo dado sowwy

 

Satoko Shichimiya

—Ah.

La exclamación salió casi sin permiso de mis labios cuando vi que la chica mayor lograba interceptar el balón y se lo pasaba a Shirai-kun, sin ningún problema. Tardé un poquito en reaccionar pero sabía que no era momento de lamentarse así que rápidamente volví al campo para intentar recibir el balón del senpai cuando logró recuperarla de nuevo.

>>Senpai, qué mala~

La mujer de nuevo se coló delante de mi vista para hacerse con el balón. ¡Pues iba a vengarme esta vez! Me moví con rapidez para intentar quitárselo antes de que alcance a Shirai-kun.

 

Satoko Shichimiya

Ah, a pesar de mis intenciones, tuve un pequeño traspiés que me hizo fallar el bloqueo. Por suerte, logré rozarlo lo suficiente para desviar su ruta y Amery-senpai pudiese atraparlo.

No tardé demasiado en reaccionar ante sus palabras y me moví con rapidez, atrapando la pelota en el proceso y lanzándola hacia la canasta cuando estuve a las distancia idónea.

 

Satoko Shichimiya

Di un pequeño respingo emocionado cuando vi que la pelota se colaba en la cesta, después de dar un par de vueltas sobre el aro. ¡Hey, eso era bueno! Habíamos tomado la delantera.

Le tocaba sacar a Yule entonces y no tardamos en cubrir a Eris-senpai. Amery-senpai no se dejó engañar por la táctica de Shirai-kun y consiguió robarle la pelota de nuevo, pasándomela y conseguí, por mi parte, atraparla correctamente de nuevo.

Volví a acercarme corriendo hacia la canasta, botando, y lancé intentando imitar la manera en que lo había hecho la última vez.

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Diría que 10 porque 5 parece que se puede conseguir rápido, pero viendo los dados... (?)

 

¿Verla en acción? Vaya, tampoco era nada del otro mundo, excepto claro cuando le pateaba el culo a Shawn.

—¿También estás en el club de jardinería? Qué bonito~ El invernadero siempre me ha llamado la atención —comentó con suavidad. Soltó una risa floja ante su comentario sobre el albino y algo de color le subió al rostro—. Es muy orgulloso y eso, pero bueno, los dos los somos. Incluso así a veces almuerzo con él y con Shirai-kun y nos llevamos bien.

Al menos hasta que apareció Discordia.


Consiguieron encestar una, contra todo pronóstico, porque realmente los cuatro estaban hechos unos inútiles hasta ese momento. Hizo un mohín bastante fingido al no lograr hacerse con la pelota que el menor había tomado.

Como fuese, logró arrebatársela a la castaña una vez más, para volver a ponerse en marcha. Buscó a Yule entre los otros dos chicos.

Vamos, Eris, ¿qué pasó con esas canastas del descanso?

 

Satoko Shichimiya

Uh, estaba siendo bastante complicado, ¿eh? Diría que había sido todo una proeza haber conseguido encestar una canasta y tener la delantera de dos puntos. Y una de dos, o los cuatro éramos demasiado buenos o demasiado malos...

—¡La tengo, senpai!

Conseguí cogerla de nuevo cuando el chico me la lanzó pero de nuevo me encontraba con la presión de encestarla. Ay~

 

Sonrió ante la invitación de Rachel aunque acto seguido algo de color le subió al rostro. ¿Almorzar en el invernadero? A decir verdad sonaba muy lindo. Asintió despacio, con cierta timidez, mientras se llevaba algo de fruta a la boca.

En ese momento, Jez apareció en la entrada del gimnasio y caminó por la orilla de la cancha hasta que llegó frente a ambas muchachas y se sentó junto a Laila.

—¿Qué pasó? —preguntó luego de masticar.

—Nada, no me podía concentrar por el cansancio.

—¿Quieres que vayamos a casa, Jez? —Se le notaba la preocupación en la voz. La albina negó con la cabeza—. ¿Segura?

—Sí, tranquila.

Ciertamente había convencido demasiado a Meyer, pero no podía obligarla tampoco a irse si ella decía estar bien.

—¡Ah, Jez! —Se volvió entonces hacia la rubia de nuevo—. Ella es Rachel, Rachel ella es Jezebel.


Si hubiese sido Laila, lo personal que se estaba tornando la situación posiblemente la hubiera sacado de quicio pero a ella, a Discordia, más bien le venía en gracia. No buscaba ganar ni siquiera, solo quería entretenerse un rato.
Además era gracioso verlo intentado provocar al menor, sin éxito alguno. Al parecer fanfarroneaba tanto que al final la gente solo fingía no hacerle caso.

Recibió el pase de Yule, antes de intentar encestar.

Con todo siempre era algo frustrante no lograrlo.

 

Satoko Shichimiya

Me acerqué corriendo al chico y di un gran salto para poder chocar sus palmas, sin perder la sonrisa orgullosa. ¡Había encestado! No le presté demasiado atención al intercambio entre Shirai-kun y el senpai, pero sí me dirigí hacia las gradas y levanté el brazo para saludar a las chicas.

¡Ah! ¿Y aquella albina? ¡Se veía super linda!

Concéntrate, Satoko.

Volví rápidamente la vista hacia la pista, justo a tiempo para poder conseguir interceptar el balón e intentar lanzárselo a mi compañero.

—¡Senpai!

 

Posó la mirada en la muchacha menuda junto a Laila y le dedicó una sonrisa suave al notar algo de sus nervios. Era de lo más linda, tenía unos ojos azules preciosos. Era claro que no era japonesa.
Enfocarse en ella la ayudó a ignorar un poco lo que acababa de pasar en la biblioteca.

—Sí, aunque no lo parezca —respondió mientras se tomaba la libertad de tomar un trozo de fruta de la taza, inclinándose sobre Laila—. Puedes llamarme Jez si quieres. ¿Vas a primero? No te había visto antes.

Laila por su parte había puesto la atención en el partido, justo para ver cómo el albino lograba una triple. Ah, ya se le iba a subir a la cabeza.


Ah~ pero es que ella y el black and white boy no daban ni una, estaban hechos unos torpes. ¿Cuántos puntos llevaban ya Shawn y la bonita niña castaña? ¿Siete? No estaba ni llevando la cuenta casi.

¿Era acaso la venganza del niño bonito por lo del descanso? Porque si lo era, le iba a hacer aún más gracia.

Recuperó el balón, dispuesta a pasárselo a Yule o, bueno, a intentarlo.

 

Satoko Shichimiya

—¡Bien hecho, Shirai-kun! —exclamé, emocionada, al ver que el chico lograba encestar una canasta triple.

¡Wow! Parecía que de repente comenzábamos a tener mejor puntería y precisión en el juego. ¡Solo había que calentar, por supuesto! Recogí la pelota por rebote y se la lancé al senpai de nuevo, ¡un poco más!