?

¿Te hizo reír?

  1. Si, eres una demente

    92.3%
  2. Al menos paso el rato

    3.8%
  3. No

    3.8%
Estado del tema:
No se permiten más respuestas.
  1.  
    Kourei

    Kourei Acosando a Gray-sama (kagome-chan) ;D

    Tauro
    Miembro desde:
    3 Abril 2009
    Mensajes:
    782
    Pluma de
    Escritora
    Título:
    Galletas
    Total de capítulos:
    7
     
    Palabras:
    2477
    Galletas

    Oh sí, si alguien quiere reirse por un buen rato, lean este fic. Duración, seis capis con lemon final. Por fin publicado en esta página (si es mío, y creo que SE NOTA, a quienes me conocen xD)


    Autora: Kourei no Tsuki (fanfiction y Fanfics Es), Izayoi sama (cemzoo), quien padece de tres personalidades, ella, Yuuko y Kourei alias "narradora" Ami-chan para los amigos y Haya-chan que me bautizó así… o si es mucho lío y si lo prefieren sólo "maldita loca, me gusta como escribes" xD

    Título: Galletas

    Momento de inspiración del capítulo: nee… pues del mandado me trajeron mi paquete de galletas favoritas, las cubiertas de caramelo. Así que me dije… tengo que ponerlas en el fic :D Mmm… se las recomiendo, las que viven en México compren en el waldo´s de las de trece pesos, son galletas cubiertas de un caramelo suave de color café paja, y congeladas saben mejor ;D

    Tema del fic: El precio por su atención tan sólo era un paquete de galletas…

    Dulce long-fic de mi naturaleza hambrienta, pocos capítulos y con lemon ¡yeah!


    Capítulo uno: "El precio de cada año"

    La pequeña niña que siempre se ubicada en el fondo del salón de clases había ganado, ofreció a cambio de sus servicios un pequeño precio, accesible a todo mundo, pero a la vez difícil de cumplir. Ella tenía en sus manos la clave para aquellos estudiantes que debían materias, deseaban subir sus calificaciones, o salvarse de pasar todo un verano en exámenes de recuperación. Desde los últimos semestres e incluso los de recién ingreso, todos iban en su búsqueda por su fama desde la primaria, se había vuelto la joven más acosada por la escuela, cada fin de año.

    El estar en una secundaria que se integraba a la Universidad con programas de estudios de Escuela Superior era una delicia y a la vez una tortura, y el ser una pequeña niña prodigio para los estudios era aún peor. —Escuchen todos…—Pedía la atención una joven de cabello color azabache, sus ojos color marrón denotaban la frialdad y serenidad de su carácter. Al notar todos los presentes la fría mirada callaron de inmediato. En ese instante llegó a hacerle compañía una joven de cabellos y ojos castaños, de mirada fuerte pero a la vez muy dulce. —Como saben, cada año ella dice el precio a pagar, algo muy accesible a los demás. Es por eso que varios estudiantes la acosan cada fin de año…

    — ¿Qué es eso? —Preguntó un joven de cabellos oscuros, su mirada dorada observaba con fijeza la escena delante de él. Una chica de su semestre junto a una de la Superior discutía delante de chicos de la misma, secundaria y varios de la Universidad entremezclados, la escuela era un desastre desde aquella idea de la directora de unir todos los niveles superiores de educación.

    —Parece todo un circo.

    — ¿De verdad no lo sabes? —Cuestionó sorprendido el pelinegro de cabello corto a su lado. Sus ojos azules se abrieron de par en par al notar la grave falta de conocimientos de su amigo sobre la escuela. —Son las representantes de la pequeña Kagome… la pelinegra es su hermana mayor y la otra chica preciosa de ojos cafés y cuerpo de pecado…

    —Dilo de una vez, Miroku. —Interrumpió el pelinegro con fastidio, las malas mañas de su mejor amigo eran un grave problema a lidiar todos los días. — ¿Quién es esa tal Kagome…?

    —La pequeña Kagome. —Corrigió su amigo. —Le han puesto ese apelativo por su menudencia, aunque es muy joven está muy bien formada. Es de tercero de secundaria y aquellas son sus representantes. —Señaló a las dos mujeres de gran atractivo que seguían hablando frente a la multitud impaciente. —Cada fin de año ellas la ofrecen para estudiar para los exámenes finales y en algunos casos las materias pendientes.
    — ¿Ah, sí? —Respondió sin esmero el albino, quien fue jalado de

    una oreja por su amigo al notar el poco interés que le prestaba a sus palabras. —Oye, eso duele Miroku ¿Qué tiene de especial esa niña?

    —Esa niña es impresionante… con decirte que el año pasado logré que me ayudara con las cinco materias que debía… es tan dulce y hermosa que no pensaba hacerle nada…

    —…Pero la tentación te ganó y te llevaste una buena paliza dada por una niña…—El joven de la coleta le miró sorprendido y como si le leyera el pensamiento el otro respondió con naturalidad. —Si, fue un rumor muy sonado el año pasado, pero lo que no sabía es que la fierecilla había sido ella. —Su joven amigo se sintió ofendido ante el comentario y posterior burla del pelinegro. —Tú eres un depravado, mira que intentar algo con una de secundaria… Aunque le doy bastante crédito, si te salvó a ti de suspender, debe ser excelente maestra.

    —Tampoco es así, amigo, aunque el estudiar con ella tiene sus encantos. Ven…—Le tomó del brazo casi arrastrándolo hasta dejarlo frente a la reunión de personas que cada instante se conglomeraban más, era evidente que todas estaban ansiosa por oír que se debía este año por la pequeña. —Escuchemos el precio de este año…

    — ¿El precio de este año? —Asombrado, el ambarino volteó para exigir una respuesta.

    —Así es, cada año cambia el precio según lo que ella quiere. El año pasado fue un mes de ayuda comunitaria en un asilo, es una niña muy noble. —El joven de largos cabellos azabaches se impactó ante la declaración, no se imaginaba a Miroku en servicios comunitarios, alguna trampa debió haber hecho para eso. —Y ahora calla que debo dos materias este semestre… es una lastima que sólo lo haga cada año.

    —Debido a la alta demanda que tiene mi hermana menor, este año ella decidió que quien le regalara su postre favorito será a quien ayude. —Hubo desconcierto entre la gente, era algo extraño de pedir, aún para esa joven.

    —Si no están conformes no nos importa en lo absoluto. —En grito les contestó la joven de cabellos castaños, ya todos sabían de su carácter fuerte. —Al fin y al cabo ustedes son quienes la necesitan a ella.

    —Fin del tema, esto ha ido todo. —Agregó cortante la mujer de cabello liso.


    Los jóvenes estudiantes se retiraron con prisa a investigar sobre los gustos de la pequeña Kagome, su meta era descifrar a como diera lugar el postre favorito de ella para poder ganar su ayuda durante los estudios. Las adolescentes que hablaban frente al público estaban preparando sus cosas para marcharse, dejando solos al pelinegro y su amigo de la coleta. —Amigo Inuyasha…—Colocó la mano derecha donde llevaba un guante negro, por costumbre, en su hombro. —Tendré que dejarte a solas, parece que aquellas damas necesitan ayuda…

    —No cambias Miroku… anda ve, y luego me cuentas que tan fuerte pega tu adorado tormento.

    —Tenlo por seguro compadre. Sango es una chica fuerte.


    La escena trascendió y no llegó a más, su amigo siempre buscaba una oportunidad con la joven de cabello castaño pero ella lo rechazaba enérgicamente. Tenía el presentimiento de que detrás de todo ese enojo que pretendía mostrar también tenía algún sentimiento por su amigo, seguramente negándolo por lo terriblemente mujeriego que era. Pasaron dos días desde aquella vez y poco a poco la curiosidad por conocer a la pequeña prodigio que tenía a toda la escuela de cabeza le ocupaba una gran parte de sus pensamientos. Desde aquél instante vio por todo el campus correr a estudiantes de todos los niveles preguntando por los gustos de la Higurashi menor.

    Parecían desesperados por conseguir esa información pero nadie, al parecer, sabía que postres prefería la joven. Inclusive vio acosadas a la hermana mayor y la amiga que le acompañaba, varios esperaban sacarles la respuesta pero a consideración del ambarino ellas tampoco sabían nada.

    Ya estando harto de la desesperación de todos, hasta de los universitarios que ya no hallaban ni que hacer por saber la respuesta, llegó a la cafetería fastidiado. No podía creer que una niña de tan corta edad creara un problema tan grave a sus propios compañeros de Facultad, aún el mismo Miroku, quien acosaba a Sango por una respuesta… y una cita además. —Esto se ha vuelto un criadero de locos…—Alzó los brazos, colocándolos detrás de sí y las manos sobre su nuca. —Todo esto por esa pequeña…

    — ¿Le puedo ayudar en algo? —Una voz muy amable de mujer se escuchó melódicamente. Era la camarera que pedía su orden con gentileza. —Mi nombre es Enju y deseo tomar su orden por favor.

    —La hermosa joven de cabellos rojizos y mirada de carmín le sonrió. Él emitió un gruñido de desagrado, le costaba mucho acostumbrarse a la amabilidad de otras personas.

    —Tráigame un capuchino y un paquete de galletas de caramelo, que hallan estado en el congelador antes, por favor, no es lo mismo si están todas derretidas. —Su expresión risueña al imaginar su merienda poco habitual para un universitario le hizo sonreír al pensar que ella también hacía lo mismo. Aunque la diferencia es que ella ordenaba un vaso de leche, como la pequeña que aún era. La mesera marchó a la cocina y ella, quien lo miraba en secreto desde que había llegado, pudo apreciarlo mejor.

    —Es él…—Suspiró con pesadez mientras en su mente le invadían
    los recuerdos. Ya antes lo había visto cuando era mucho más pequeña, una niña. Salió algunas veces con su hermana mayor pero no había funcionado a pesar de lo mucho que se querían. Siempre le pareció muy guapo, su porte masculino y el cabello negro tan largo le había hechizado, era incluso más largo que el de ella. Ese color de ojos tan inusual, ámbar, dorado como el Sol y esas actitudes tan infantiles le atrajeron hacia él. —No creo que pueda recordarme…—Volvió a suspirar y entornó la vista al cristal a un lado que servía de ventana.

    Había estado a salvo por el momento debido a la idea que había tenido, nadie en la escuela sabía de su postre favorito, ni siquiera su hermana mayor. Sería imposible que se enteraran y este año estaría a salvo, quería descansar esta vez ya que la próxima sería cada semestre por su ingreso a la Escuela Superior, se lo habían advertido antes.

    Frustrada se levantó de su asiento para marcharse de una vez, no sin antes echar un último vistazo al joven de mirada ambarina. Su orden ya había sido traída y esas galletas de caramelo tan ricas y exquisitas le encantaban, eran la respuesta que toda la escuela buscaba tan desesperadamente. Galletas cubiertas de caramelo. Sonrió con ternura y salió del lugar, necesitaba otro escondite, desde hacía unos minutos se había sentido observada.


    N/dp: espero que les guste ;D un abrazo y espero sus reviews, ¡onegai! *se pone de rodillas* comenten o me desanimaran… *la atmosfera se pone pesada* Bueno, al menos espero que les de risa, sino llorare ToT (si, estoy loca) ¡Sayonara!
     
  2.  
    kagomeG

    kagomeG Usuario común

    Piscis
    Miembro desde:
    6 Septiembre 2009
    Mensajes:
    340
    Pluma de
    Escritora
    Re: Galletas

    kyyyaa!!! amiga yo si te quiero.. jeje (bueno aparte de matarla por las continuaciones del otro fic..ejemm!) me gusto mucho! es como que una kagome indefesa y timida pero muy inteligente...(se parece a ti..) bueno masomenos..jeje solo que no a todos les ayudo, queremos mas continuaciones.. porfavor, no te desanimes, y..aver aver como que habra lemon. he?! (OO SIII..!) tu pervertida callate!, y se me antojaron esas galletas tambien me gustan mucho... animo amiga!!. jijiji por que no tiene el cabello plateado?... bueno tambien se se bien
    sayonara!!!
    siguele que ya me corretean!
     
  3.  
    windmiko

    windmiko This is war

    Escorpión
    Miembro desde:
    2 Noviembre 2008
    Mensajes:
    825
    Pluma de
    Escritora
    Re: Galletas

    Está precioso sempai. Sí, yo soy la chibi consentida de mi querida Izayoi. Reclamos, amenazas, burlas van a mi perfil 0_0.
    Me aprecio muy dócil tu primer capitulo, muy inocente. La llevaste tranquila la trama y no la forzaste a llegar al final, verdaderamente disfruté mucho la lectura, debo decirlo, me relajó un poco. Últimamente he tenido muchas tensiones, además de que ya entré apenas a la preparatoria. Sí, tu chibi ya está en la escuela. Encontré pequeños errores ortográficos, por ejemplo “si” lleva acento en la vocal, cuando afirmas algo. amo a mi sempai, y cuando no lo lleva es: me como el pastel si me llevas al parque.

    Es fácil de entender. Tu narración es muy poética, igual que la mía :B, pero hablando con más profundidad me gustó el tema central que tomaste “galletas”, es un titulo muy sencillo, pero igual, suena tierno. Me gustó muco este capitulo, sobre todo sí que me reí con Miroku, está tan lindo y coqueto con Sango.
     
  4.  
    miko kagome

    miko kagome Usuario común

    Libra
    Miembro desde:
    8 Junio 2010
    Mensajes:
    272
    Pluma de
    Escritora
    Re: Galletas

    hola !!!!!!

    pues yo me rei mucho, en especial por las perversiones de Miroku hacia Sango jajaja

    y me quede muy intrigada Inuyasha recordara a Kagome????

    ojala que si

    espero la contiiiiiiiiiiiii

    bye n_n
     
  5.  
    Kai

    Kai Usuario VIP

    Géminis
    Miembro desde:
    10 Abril 2010
    Mensajes:
    2,466
    Pluma de

    Inventory:

    Escritora
    Re: Galletas

    Hola Izayoi sama, tal y como te dije lo lei por raticos
    me encanto, es tan tierno, ten inocente, muy tu (deja de elogiar)
    es la verdad tu deja los celos (pss ¿yo celosa? jajajaj) que hipocrita eres.

    Izayoi sama, te alabo por la fluidez que posees
    al escribir (tambien la envidiamos) pss, si se envidia
    un poco pero uno mejora con el tiempo.

    pd: jajaja quien diria que el postre favorito de Kagome
    tambien es el de Inuyasha, quiero saber como se entera...
    me voy a reir mucho lo se (ya te estas riendo, jaja no me contagies)
    es que me imagino la cara de Inu y no puedo evitarlo jajajaja.
    espero ansiosa tu conti y espero tus post. Me tomare la libertad de
    poner mis links aqui (es publicidad, quien diria que me serviria la clase de mercadeo)
    como tienes tantas visitas (eres muy buena escritora, como muchas otros la verdad)
    epero serlo tambien...

    La sonrisa de una dama: http://foro.cemzoo.com/f85-fanfics-...nrisa-de-una-dama-inu-kag.html#post1232255947

    no soy tu enemigo: http://foro.cemzoo.com/f85-fanfics-.../215380-no-soy-tu-enemigo.html#post1232310264
     
  6.  
    Kinary

    Kinary Entusiasta

    Escorpión
    Miembro desde:
    15 Abril 2009
    Mensajes:
    67
    Pluma de
    Escritora
    Re: Galletas

    El tema central es muy atrayente, o a la vez chistoso, yo crei que iba a hacer algo mucha mas comico, pero bueno, cada quien ya a lo suyo. Pero es muy bionita tu forma de narrar, es muy especial, u algo asi. Me gusto la ultima parte, creo que es algo muy sexy pero a la vez tierno. Aunque que quede confundida al final ¿
     
  7.  
    Sumi Chan

    Sumi Chan Usuario común

    Cáncer
    Miembro desde:
    11 Junio 2008
    Mensajes:
    379
    Pluma de
    Escritora
    Re: Galletas

    ¡Si amo las galletas! Me alegra que hagas un fic sobre eso.
    La trama es muy buena creo que me va hacer reír.
    Me encanta la forma que manejas a Kagome tan tímida inocente e ingenua.
    Todo un amor.
    Miroku es....Todo lo contrario ¬¬

    Amo a Inuyasha hayy espero una continuación pronto por favor.
    Tu narración la adoro bien relajadamente casi como es la vida real, metiéndonos en conflictos ;D

    Voy a idolatrar tu fic, te lo aseguro. Espero con ansias tu continuación.
     
  8.  
    LucyDei

    LucyDei Usuario popular

    Leo
    Miembro desde:
    5 Octubre 2006
    Mensajes:
    563
    Pluma de
    Escritora
    Re: Galletas

    Me encantó el primer capítulo,
    sobretodo por como Kagome era tan solicitada xD
    Fue muy divertido leerlo, ya me imagino a un grupo así, que
    le anden consiguiendo a una chica algún postre o algo que ella quiere
    solo para que los ayude a estudiar xD

    ¿Tan inteligente es? :o

    Kagome es mi personaje favorito, junto con Sesshoumaru *-*
    Estaré pendiente de tu próximo capítulo x3


    Saludos.
     
  9.  
    jeniYasha

    jeniYasha Entusiasta

    Leo
    Miembro desde:
    28 Abril 2010
    Mensajes:
    94
    Pluma de
    Escritora
    Re: Galletas

    jajaja! me gusto!!
    mmm... traeme de esas galletas a chile!!! kiero probarlas!! xD o tal vez las vaya a buscar a mexico! jaja
    miroku no ha cambiado nada!! (Eso es raro!?) y sango estoy segura ke le gusta miroku pero es muy perevertido! jaja
    inu y kagome tienen los mismos gustos! y son solo 6 capitulos!?
    espero la conti!!
    ~~~sayito~~~
    ~~~dulcceammor~~~
     
  10.  
    dulcekagome

    dulcekagome Entusiasta

    Virgo
    Miembro desde:
    15 Febrero 2010
    Mensajes:
    187
    Pluma de
    Escritora
    Re: Galletas

    ***!!!Hola amiga Izayoi Sama!!!***
    muchisimas gracis por invitarme a tu fic n_n!!!!!!!!
    me agroda bastante se nota muy tierno
    asik ese era el famoso ponster (no andaba tan perdida.
    gabriela tiene que ser algo que le gusta a mi linda amiga
    chibi jajaja) bueno espero que cuando subas conti me avises
    ya... cuidate nus vemos un abaxo y kiss de mi parte atte.dulcekagome

    sayito...;)
     
  11.  
    Pan-chan

    Pan-chan Fanático

    Libra
    Miembro desde:
    6 Enero 2008
    Mensajes:
    1,171
    Pluma de
    Escritora
    Re: Galletas

    Me parece adorable este nuevo fic, tanto así que me cuesta creer que al final habrá lemon (6) bueno sin duda alguna la pequeña Kagome debe ser la más inteligente ya que todos desean que ella les ayude con varias materias, me dio risa que Inuyasha, sin mayor esfuerzo haya conseguido el dulce favorito de Kagome xD las cosas del destino son algo raras :rolleyes:

    Espero el proximo capítulo con ansias ^^ ciao!
     
  12.  
    Kourei

    Kourei Acosando a Gray-sama (kagome-chan) ;D

    Tauro
    Miembro desde:
    3 Abril 2009
    Mensajes:
    782
    Pluma de
    Escritora
    Título:
    Galletas
    Total de capítulos:
    7
     
    Palabras:
    1906
    Re: Galletas

    Capitulo largo, queda dividido en dos...
    Gracias por leer mi historia, la verdad pensé que nadie le haría caos con tantos y tantos que salen, a partir de aquí la historia me encanta :D ¡¡¡jajaja, Inuyasha me las va a pagar!!!

    Gracias por sus post, nop tengo tiempo de constestar (como me gusta) pero a la proxima así será... disfrutenlo, y depende de sus post lo rapido del siguiente capi :D

    Capítulo dos: "La culpa fue del regalo"

    El día siguiente fue igual, le sorprendió que aún no se rindieran, de verdad necesitaban que ella fuera su tutora. Incluso un chico pelinegro de coleta baja y ojos azules se la había pasado acosando a su mejor amiga que estaba en preparatoria. Aunque creía que también lo hacía por algo más… seguramente un interés especial de él hacía ella. Llegó a su salón de clases y todos los chicos la recibieron preguntándole por la respuesta. Lo ignoró. Llegó hasta su mesa-banco ubicado en el último rincón de la última fila y se sentó en la incomoda madera que crujía por causa del tiempo, deseó que las sillas fueran más cómodas y tener de nuevo aquél sistema antes de que fusionaran todo.

    Alzó la cubierta de su sitio y descubrió entre sus libros un extraño paquete de color blanco. La tomó entre sus manos y sintió la suavidad de la tela, era una bolsa de buena costura y atada con un listón de color dorado. Su corazón se aceleró a mil por hora y empezó a bombardear más sangre de la necesaria, toda acumulándose en su rostro aniñado y angelical. Abrió el paquete y descubrió que eran sus favoritas: las galletas cubiertas de caramelo que tanto le gustaban. — ¿Qué es lo que te han regalado, Kagome? —Preguntó una de sus compañeras al notar el intenso sonrojo que traía en la cara. —Vaya, al parecer que tienes un pretendiente… ¿pero por qué regalarte eso?

    —No lo sé. —Expuso tratando de parecer indiferente, no quería que nadie notara que era lo que le gustaba porque eso le traería problemas. —Tal vez le pareció un buen regalo, aunque no me desagradan tanto.

    — ¿Quieres decir que es lo que te gusta? —Preguntó entusiasmado un compañero metiche que escuchaba la conversación. —Ya tenemos la respuesta…

    —No, no, por favor…—El alboroto que se formó dentro del salón atrajo la atención de todos los alumnos que rondaban en esos momentos, los gritos de felicidad empezaron a escucharse por todos lados, presionándola. Sentía ir el aire, no lo soportaba más. — ¡No es eso! ¡Silencio todo mundo! —Finalmente explotó. Gritó con todas las fuerzas de su alma y en un instante silenció a todos, ella se caracterizaba por su dulzura y amabilidad con los demás, así que extrañados de su comportamiento salieron del salón dejándola tranquila. Claro que aún sin rendirse, lo más importante eran sus estudios.

    Al igual que las clases de secundaria, ellos habían finalizado. Por algún extraño incidente con los profesores, en donde todos los autos misteriosamente les poncharon las llantas y quebrado los vidrios quedaron libres a partir de la sexta hora. Caminaban por los pasillos de los salones de tercero hacia la salida de ese infierno educacional. Toda la mañana recibió regaños por parte de los profesores por su peculiar moda juvenil, había decidido aclararse el cabello negro para mejorar su aspecto, pero quedó de color plateado, muy extravagante para su gusto, pero llamaba la atención de todas las chicas, quienes si ya de por sí le acechaban, ahora le acosaban como buitres a un pedazo de carroña. —Sigo pensando que tu estilo es muy particular amigo…—No consiguió ocultar una risa al ver de nuevo el perfil de su amigo. Debía admitir que esos ojos dorados eran extravagantes y el pelo le complementaba muy bien, pero no podía dejar de burlarse por el repentino desliz del ex-pelinegro.

    —Oye Miroku, no sabía que le mostrabas la escuela a tu abuelo…—Una risa por parte de un joven se escuchó a sus espaldas. Ese era Bankotsu, un pelinegro que llevaba el cabello en una trenza, eterno enemigo y a la vez compañero de ambos, pasaba por ahí y no perdía oportunidad de burlarse del albino.

    —Maldito Bankotsu yo te voy a…

    —Mira Inuyasha, esa es la pequeña Kagome…—De esta manera interrumpió un intento de asesinato más del ambarino. Le encantaba estar junto a él para ver, día a día, las veces que estaba por ir a la cárcel a causa de sus constantes arrebatos de ira. Claro que eso le decía él, porque de ningún modo soltaba a Inuyasha cuando sabía que no era conveniente. Con su dedo índice señaló una joven de cabellos ondulados dentro de un aula de clases. Le vio salir y dirigirse a la biblioteca. —Parece que se siente mal…

    — ¿Eso crees? —Preguntó fingiendo no darle importancia. Pero una sonrisa discreta lo delató, el día anterior ya la había visto admirando su merienda preferida, casi devorándola con la mirada. Le había parecido una niña muy linda, pero demasiado joven. Miroku observando el extraño comportamiento de su amigo, ahora albino, se le ocurrió una fascinante idea, basada en su presentimiento de que le había gustado la chica. —Seguramente es por culpa de esos dichosos estudios…

    —Creo que debo ir a consolarla…—Exclamó feliz mientras el pobre ex-pelinegro quedaba con las facciones congeladas debido a la sorpresa, no, definitivamente no podría dejar sola a esa niña con un pervertido de tal calaña. En cuanto Miroku dio un paso fue tomado del cuello de la camisa por Inuyasha quien seguía petrificado. —Vamos, suéltame amigo, ella necesita alguien en quien confiar…

    —Yo no creo que tú seas la persona indicada para ello…—Se acercó a él, escrutándolo con la mirada. Una vena en la sien empezaba a sobresalir debido a la furia interna que tenía, extrañado, soltó a su amigo y se preguntó que era lo que le pasaba. —Maldito Miroku…

    —Debo ser un completo maldito, por hacerte pensar reaccionar así sobre esa niña… Inuyasha ¿es que acaso estás celoso?

    — ¿Celoso yo? —Contestó difícilmente saliendo de su asombro. ¿Cómo podía preguntarle eso? Era verdad que cuando la descubrió en la cafetería no pudo evitar echarle un vistazo a su cuerpo. A pesar de ser apodada como pequeña su cuerpo menudo estaba muy bien formado, las piernas muy bien torneadas, la estrecha cintura de fino talle, el busto, aunque en crecimiento, más formado que varias de Universidad con las que había salido. Era mucho más hermosa que su hermana cuando salía con ella. Pero eso no cambiaba el hecho de que fuera apenas una niña. —Por favor, solo quiero protegerla de ti… te conozco desde que nacimos y no pienso dejarte ir a la cárcel por tratar de abusar de una menor de edad.

    —Si no confías en mí, ve tú… anda, te reto. —El sonrojo leve que nació en las mejillas del ambarino le ocasionó la burla del otro. Tal vez no estaba tan equivocado al pensar que a él le gustaba la chiquilla. —Te reto a robarle un beso a Kagome Higurashi…

    — ¿¡Yo qué! —Protestó apenado. —El que tú seas un pedófilo no significa que yo lo sea… amigo, entiende que existen muchas diferencias entre tú y yo…

    —Vamos, solo bromeaba, tú no eres capaz de hacer tal cosa con una escuincla*, aunque muy bien formada.

    —Bastardo, la mente tan pecaminosa que tienes te hará terminar tu carrera con titulo honorario… un perfecto sexólogo. —Suspiró pesadamente. —Tú ganas, iré con esa mocosa, pero no será para lo que crees…

    —Como digas, amigo. —El ambarino partió, el oji-azul no podía perderse tal oportunidad. — ¡Asegúrate de que no te cachen los profesores o son capaces de entregarte a la policía! —Gritó con toda intención de que le escuchara él y los curiosos que voltearon, esperando humillarlo y tal vez que se regresara dispuesto a darle una paliza, pero el albino los ignoró por completo.

    Decidido caminaba hasta la biblioteca para saber que le sucedía, sospechaba que ese problema que tenía ella había sido por su culpa, por lo que había hecho deliberadamente sin pensar en las consecuencias. Sonrió al recordar la dulzura que irradiaba su mirada de infanta mirando absorta esas galletas, aunque por un momento podría haber jurado que también lo miraba a él. ¿Lo recordaría? Hacía varios años él salió algunas veces con su hermana mayor pero no había funcionado, la desconfianza entre ambos era mayor a pesar del enorme cariño que poco a poco se convertía en amor.

    Convivió con ella de pequeña y le pareció muy impetuosa, aunque peleaban seguido, ella decía entenderlo. No volvió a verla debido al fracaso de su relación con Kikyou. En el momento en que ella se marchó de la cafetería vino a su mente un recuerdo de esos tiempos, cuando ella le sacaba la lengua como la niña que era y luego venía un golpe en la cabeza, salía huyendo. Nunca logró atraparla.

    Entró por la puerta principal y encontró la biblioteca vacía, ni siquiera había la encargada sentada sobre su escritorio cuidando, ya que la señora se la pasaba en el cuarto de atrás chateando en una pagina de citas. Era de esperarse de una solterona amargada como esa. Buscó con la mirada sin éxito, pero sus sentidos se alertaron cuando detectó las voces alegres de un hombre y una mujer. ¿Sería ella? —Gracias por el regalo. —Escuchó decir. —No esperaba que nadie se diera cuenta de ello. —Esa dulce y delicada, voz. No había duda que era ella, pero ¿con quien hablaba? Y sobre todo ¿De que regalo?

    —Fue un placer, preciosa, con solo ver esa dulce sonrisa en tus labios me doy por satisfecho. — Ese timbre tan desagradable, altivo y arrogante, solo podía ser de su peor rival. El enemigo de toda su vida y que iba en su mismo semestre de Universidad. Quiso asegurarse antes de sacar conclusiones apresuradas, inmediatamente enfocó su visión y por fin los vio en un rincón oscuro donde la luz apenas tocaba, si ese maldito rabioso se atrevía a tocarle un solo cabello… No sabía que pasaba pero la rabia se apoderaba de su ser, necesitaba acercarse más. —Eres una hermosa doncella… ¿te gustaría salir alguna vez conmigo?

    —Joven, es que yo…—Sentado en la silla de atrás no perdía detalle de los movimientos. Aún entre las penumbras su sonrojo era notable, sintió la sangre hervir cuando ése le tomó de la mano y la besó. ¿Qué se creía él, tocando así a una niña? Ella era una chiquilla apenas, nadie debía acercársele, ¡Por todos los cielos, solo tenía quince años!
     
  13.  
    dulcekagome

    dulcekagome Entusiasta

    Virgo
    Miembro desde:
    15 Febrero 2010
    Mensajes:
    187
    Pluma de
    Escritora
    Re: Galletas

    ***!!!Hola amiga izayoi sama!!!***
    muy buena tu conti!!!!
    mori de la risa puxa no queria que se acabara
    puxa me dejaste bastante intrigada O_O
    necesito que me aclares esto: quien fue el que
    le regalo al final las galletas a Kagome
    el sus penso me mata. por un lado inu dice que el
    se las dio. al final sale ella agradeciendole a kauga por ese regalo
    (no se que creer O_o)
    bueno cuidate espero que subas conti lueguito
    bexos y abaxos de mi parte atte.dulcekagome

    sayito...;)
     
  14.  
    kagomeG

    kagomeG Usuario común

    Piscis
    Miembro desde:
    6 Septiembre 2009
    Mensajes:
    340
    Pluma de
    Escritora
    Re: Galletas

    Jajajahay iza!!! Pues no es taan chiquilla con tener 15 años... Jajaja pobre inuyasha.. Ósea que koga era el que la estaba viendo... Por eso supo de las galletas.. Creo que ya se de que galletas hablas y si son ricas... Haun que no recuerdo comermelas conjeladas..pero como que la beso??? Ese canijo!!!
    Jaja va bien tu fic... Y ese inuyasha seloso nunca cambiara y lo peor es que no se dio cuenta de que miroku lo estaba incitando a hacer eso sin que se diera cuenta el muy tonto Metido en sus impulsos... Hay inuyasha
    Que aria el mundo sin el...
    Sigue así amiga!!! (por sierto yo te mato!! Que paso con el otro fic?!?!)
    Bueno sayonara besos
    KagomeG
     
  15.  
    Kai

    Kai Usuario VIP

    Géminis
    Miembro desde:
    10 Abril 2010
    Mensajes:
    2,466
    Pluma de

    Inventory:

    Escritora
    Re: Galletas

    Hola,Hola! Izayoi sama, te quedo increible.
    Casi me orino de la risa, estuvo muy pero muy comico.
    Jajajajaja Inuyasha siempre de celoso, eso no es nuevo pero si muy comico.
    Ese no va a cambiar.
    Sabes que me encanto, el pelo, otra vez es nuetro peli-plateado, se ve mas mono asi.
     
  16.  
    miko kagome

    miko kagome Usuario común

    Libra
    Miembro desde:
    8 Junio 2010
    Mensajes:
    272
    Pluma de
    Escritora
    Re: Galletas

    kyaaaaaa!!!!!

    que lindo capitulo ^^

    ese Inuyasha es obvio que esta celoso y no quiere aceptarlo, casi mata a Miroku solo por insinuar que talvez le haria algo a Kagome

    además que bueno que Inuyasha cambio de imagen, ahora su apariencia es igual a la del anime, solo le faltan las orejitas jajajaja

    y yo crei que el regalo se lo mando Inuyasha, pero ahora creo que se lo mando Koga, la verdad no estoy muy segura ¿cual de los dos fue?

    y espero que Inuyaha se reencuentre nuevamente con Kagome

    porfa no me dejes en tanto suspenso, pon pronto la contiiiii
    por favor si?????

    bye n_n
     
  17.  
    Pan-chan

    Pan-chan Fanático

    Libra
    Miembro desde:
    6 Enero 2008
    Mensajes:
    1,171
    Pluma de
    Escritora
    Re: Galletas

    jaja lindo capitulo, veo que en este fic Miroku es mas pervertido que de costumbre e Inuyasha mas gruñón. Me dio risa lo del cambio de color en su cabello xD y la bromita de Bankotsu fue lo maximo :P


    Ese chico que estaba con Kagome...debe ser Kouga, jeje me pregunto si Inuyasha va a intervenir o si la pequeña Kagome podrá arreglarselas sola. Esperaré al proximo capítulo para ver que sorpresa nos traes.
     
  18.  
    windmiko

    windmiko This is war

    Escorpión
    Miembro desde:
    2 Noviembre 2008
    Mensajes:
    825
    Pluma de
    Escritora
    Re: Galletas

    Antes de decirte cualquier cosa amada sempai, debo decirte algo:
    ¡Dios!, esto es típico de los mexicanos, en la preparatoria cada semana hay un coche así, (incluso hasta ya pusieron cámaras de seguridad para ver los rostros de los jóvenes), me recordó de repente esta anécdota, —eso le pasa a mi profesor de historia por sacarme un ocho cuando no me lo merecía :L —bueno, hablando de tu capitulo, me pareció algo muy cómico que InuYasha se haya pintado el pelo de ese color, y a la mera hora le haya salido otro. Esa idea fue muy original. Además que, no sé, o me pareció entretenido el capitulo o lo hiciste muy corto, o al menos la trama.

    Sospecho que el joven misterioso era Koga, él es el único que le hace competencia a InuYasha por Kagome, antes bien, Kagome ya tiene quince años, no está pequeña. Tiene mi edad.
     
  19.  
    Kourei

    Kourei Acosando a Gray-sama (kagome-chan) ;D

    Tauro
    Miembro desde:
    3 Abril 2009
    Mensajes:
    782
    Pluma de
    Escritora
    Título:
    Galletas
    Total de capítulos:
    7
     
    Palabras:
    2051
    Re: Galletas

    Oh vaya, que bueno que els guste el fic. Lamento tardar pero ayer "internet" se convirtio en una palabra prohibida para la colonia entera xD
    No vaya a ser que de nuevo falle así que no hablo mucho, muchas gracias por sus post, este capi es mejor y a mi me mata de la risa...

    Capítulo 3: "No es una niña"

    Apretó su puño hasta casi quedar blanquecino, mientras los involucrados en sus sentimientos de rabia y celos no aceptados, se mantenían ajenos a la situación. —Por favor, llámame Kouga, no me hagas sentir tan viejo…—Tomó de nuevo sus manos de blanca porcelana y notó el contraste de sus manos rudas y morenas. Él, de tez morena y ojos azules era bastante mayor que la joven. Llevaba el cabello largo de color negro carbón, sujeto en una coleta alta. Estudiante de maestría de administración de empresas y cursando el quinto semestre. Según el plan de estudios era el tiempo de duración, había algunos que estudiaban en trimestres, bimestre o durante un año sin interrumpir. — ¿O es que acaso te lo parezco, Kagome?

    —Bueno, no, pero es que usted es doce años mayor que yo…—La joven sonrió algo tímida, le costaba resistirse ante la sonrisa de ese hombre. No ocurría comúnmente que la invitaran a salir si no era por intentar que les ayudara a estudiar, aunque los había osados que cada año la buscaban solo para eso, como el mismo que actualmente acosaba a su amiga Sango. —Además yo no estoy acostumbrada a las citas en esta época. —Ni esa época ni nunca, jamás había tenido una cita en su vida. Siempre le daba más importancia a los estudios, eso y que nunca había sentido la necesidad de salir con nadie.

    —No te preocupes linda, no quiero presionarte ahora… —Se levantó de su asiento con cuidado de no causar ruido y rodeó la mesa hasta quedar junto a ella. El ambarino que miraba con rabia toda la escena se alegró de que por fin se marchara y que ella le hubiera rechazado. —Por el momento lo único que te pido es esto…—Se acercó a ella mientras el albino miraba impresionado y despertando sus instintos asesinos, si él se atrevía a… lo mataba, juraba que no duraría un segundo más con vida. La tomó del mentón y la guió hasta él con lentitud, pero en el instante en que iba a darle un beso ella ladeó el rostro, nerviosa. El resultado fue el contacto de su mejilla izquierda con los labios masculinos. —Adiós Kagome…—Respondió algo desilusionado.

    El moreno se retiró del lugar con gran agilidad y rapidez. No por nada se ejercitaba en el gimnasio todos los días. En cuanto se supo sola suspiró pesadamente y dejó ir todo el aire que retenía en el pecho. Cuando fue a refugiarse en la biblioteca estaba segura de que no habría nadie por el horario, además de que nadie de su escuela era dado a disfrutar de los libros como ella, pero lo que no esperaba era encontrarse con el joven Kouga. Le dio tanta vergüenza que encontrara los rastros de algunas traviesas lágrimas de sus ojos. No lo desairó cuando le pidió acompañarla un rato por cortesía ¿Cómo ser grosera con él si acababa de consolarla?

    Hasta le acababa de regalar un paquete de galletas cubiertas de chocolate en ese instante. Eran deliciosas, pero nunca tanto como las de caramelo. Además le resultaba extraño que le diera eso si sabía que sus favoritas eran las de caramelo, hasta el paquete que le dio en la mañana lo eran…

    Tan sumida estaba en sus pensamientos que no había prestado la mínima atención al hombre que la vigilaba desde la cercanía de un rincón. Su respiración aligerada por la liberación de su estrés, al irse el moreno de ojos azules. No entendía lo que le pasaba con la niña. Pero un instinto protector había nacido en él en cuanto la vio con Kouga. Debía ser por culpa de la relación que habían compartido hace varios años, aunque no congeniaba de donde si siempre fue muy problemática.

    Decidido a averiguarlo se levantó de su asiento y emprendió el paso hasta ella, estaba muy distraída y no notó cuando tomó asiento en un lado. Ya observándola de perfil se veía realmente hermosa. Su cabello azabache contrastaba enormemente con la pálida piel algo bronceada por el sol. Su cuerpo menudo bien formado, el abdomen plano, sus pechos de tamaño considerable, esos labios de color tan rosado. Inconscientemente se relamió los suyos, pero al caer en cuenta de su realidad, sacudió la cabeza, como un modo de ir ahuyentadas esas absurdas ideas. —Kagome…—La llamó en un susurro.

    —Eres tú…—Alzó el rostro y su expresión cambió en una fracción de segundo, creía estar soñando. Se dio un pellizco en una de las mejillas y descubrió con emoción que él en realidad estaba frente a ella, llamándola por su nombre. La primera reacción fue lanzarse a sus brazos, abrazándolo con fuerza por el cuello y provocando un efusivo sonrojo en las mejillas del ambarino. Podía palpar su cuerpo a través de la delgada tela de su camisa, malditas prendas especiales para el verano, eran más ligeras y delgadas para soportar el calor. La tentación estaba su alcance y la ropa parecía estar en su contra, ya que en el movimiento brusco uno de los botones superiores se desprendió, dejando en contacto un poco de la dulce piel contra la caliente de él.

    —Mocosa… ¿podrías dejarme respirar? —Soltó la frase de un solo suspiro. No quería corresponder por temor a prenderla a su cuerpo y jamás dejarla marchar. La sangre en sus venas comenzaba a correr de modo espeso y eso lo asustó, una niña así no podía despertar tales reacciones en él, doce años mayor. Cuando ella se dio cuenta de lo que hizo sin pensar lo soltó inmediatamente, con el tinte carmesí expandiéndose por sus mejillas. —Gracias…

    —Perdóname Inuyasha… es que me alegra mucho verte después de tantos años, aunque…—Llevó una mano a las hebras de color plata y las tomó entre sus dedos tan finos y delgados. Eran como hechas de seda, pero color platinado, tan brillante y hermoso. Ella recordaba haberlo visto con el cabello negro la vez anterior. —Te recuerdo de cabello negro…

    —Sí, es un look nuevo. —Llevó una de sus manos rudas a un mechón y tiró de él para mostrarlo. —Aunque he recibido demasiados regaños por parte de los profesores, tal vez me lo deje como antes.

    — ¡No! —Se apresuró a decir la azabache. —Es decir, se te ve muy bien, además resalta tus ojos de color dorado, tan hermoso ámbar. —Llevó las manos a su boca para cubrirla en cuanto se dio cuenta de que dijo lo que pensaba. Él la miró divertido, era curioso escuchar halagos tan… ¿poéticos o aniñados? No sabría describir, estaba acostumbrado a las majaderías de las chicas de su Facultad y el escuchar decir eso a una niña de sólo quince años era raro, aunque extrañamente satisfactorio. —Tengo que irme Inuyasha…

    — ¿Te pongo nerviosa? —Interrogó divertido ante la mirada apenada que le devolvía Kagome. Tomó una de sus pequeñas manos y las llevó contra su propio pecho, avergonzándola más. Era adorable descubrir en ella esas actitudes de ingenuidad y ruborizarla por cosas tan simples, aún era demasiado inocente. —A mi no me molesta que me digas eso, al contrario, me fascina. —Besó con cuidado la piel de su mano y le miró a los ojos dulcemente. No estaba bien jugar con una mocosa pero no podía evitarlo, es que ver arremolinarse sus mejillas de color rojo era inigualable. — Nunca escuché a nadie decirme que le gustaban mis ojos de una manera tan infantil. Eres una buena niña.

    —Tengo que llegar a mi casa…—Arrebató su mano y se levantó de improvisto, huyendo de su presencia. Le había dolido que la llamara de ese modo. Infantil. Niña. ¿Y cómo no imaginarlo antes? Un hombre mayor como él jamás tomaría en cuenta a una adolescente como ella, si la volteaba a ver, sería con ojos de alguien mayor, de un superior. No debió hacerse ilusiones sólo porque la recordara.

    —Espera… ¿Qué fue lo que hice? —Él también se levantó de su lugar y le tomó del brazo para retenerla, no entendía el por qué de su cambio de actitud tan drástico. —Kagome, no tienes perdón si te vas así, ¿Qué acaso no eres educada, pequeña?

    — ¡No me trates así! —Gritó furiosa al albino que tenía enfrente. No le permitiría por ningún motivo que se burlara de ella. Inuyasha se quedó de piedra con la confusión enmarcando su atractivo rostro, no entendía la razón de esa mocosa para tratarlo así, si él había sido tan amable con ella. —Tengo quince años, ya no soy una niña…

    — ¡Feh! Mocosa…—Se cruzó de brazos, entendiendo toda la situación, pero es que esa niña lo saca de quicio al gritarle eso. En su mente debía entender que era una niña, pero que ella lo retara… le daban ganas de zarandear a la mocosa y darle una lección, para que aprendiera a respetar a los mayores, en este caso, que lo respetara a él. Alzó su mirada para verla de una manera penetrante pero cuando descubrió que estaba a punto de llorar, se sintió nervioso como pocas veces en su vida. La culpa llegó a invadir su cuerpo y sin saber que hacer, le respondió de manera indiferente. —No vayas a llorar, perra…

    —Perra será… ¡la más vieja de tu casa! —Quiso reír en ese preciso instante, pero por suerte se detuvo, para ella no era gracioso. Las últimas palabras fueron como un detonante, se agarró a llorar desconsoladamente, justo antes de salir huyendo de la biblioteca.

    La irritación del joven creció a un punto insospechado, por el intento fallido de insultarlo como una adulta, aún la consideraba muy niña, por lo que sorprendió la agresividad de sus palabras para insultarlo. Los recuerdos de Kagome cuando la conoció, siendo la misma fiera al defenderse, borró por completo todo rastro de ira al recordarla diciendo esas palabras. ¿Quién se creía? Si vas a insultar debes hacerlo bien. No por tener quince años debía considerarse una adulta.

    Pero el estarse riendo de ella le causó una punzada de culpa que se instaló en su estómago, la había hecho llorar. Algo que no soportaba en las mujeres. Debía remediar la situación inmediatamente…

    Corrió detrás de ella por una enorme distancia, todas las mujeres del campus volteaban a verlo con ojos de lujuria, todo un símbolo sexual. Se le interponían en el camino para pedirle una cita o decirle de cosas indecentes en el oído, cosas que tanto detestaba. No es que fuera presumido o arrogante y mucho menos engreído, pero él podía darse el lujo de andar con la que se le diera la gana. Todas morían por él.

    En cuanto entró Kagome al área de Medicina la perdió de vista, demasiadas mujeres se le antepusieron al camino, pero reclamando algo extraño esta vez. No pedían una cita, reclamaban algo que el no lograba entender. Tan sólo llevaba un día con el cabello platinado y los efectos eran destrozos, la fuerza de las mujeres contra uno solo estaba empezando a ceder, en cualquier instante quedaría aplastado entre las múltiples féminas.
     
  20.  
    miko kagome

    miko kagome Usuario común

    Libra
    Miembro desde:
    8 Junio 2010
    Mensajes:
    272
    Pluma de
    Escritora
    Re: Galletas

    hola!!!!!!!
    que linda contiiii
    me gusto MUCHÍSIMO ^^
    ese Inuyasha siempre tan celoso n_nU
    pero sin duda su reencuentro fue único, hubo de todo, pero lástima que Inuyasha la hiciera llorar, y más aún pobre Kagome, ella tan enamorada y el que la ilusiona y luego le dice pequeña e infantil, es muy lógico que Kagome reaccionara así U_U
    en fin espero que Inuyasha logre salir con vida de todas esas mujeres y pueda arreglar las cosas con Kagome ^^!!!
    bye n_n
     
Estado del tema:
No se permiten más respuestas.

Comparte esta página

  1. This site uses cookies to help personalise content, tailor your experience and to keep you logged in if you register.
    By continuing to use this site, you are consenting to our use of cookies.
    Descartar aviso