Long-fic de Inuyasha - Gallardía: La historia de mi vida.

Tema en 'Inuyasha, Ranma y Rinne' iniciado por Ami Hoshi, 15 Mayo 2009.

  1.  
    Pan-chan

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    Re: Gallardía: La historia de mi vida.

    —¡Kagome! ¡Kagome! —Sango chasqueó los dedos frente a ella—. Aquí Sango haya quién.

    La forma correcta es : Allá quién. Ten cuidado con eso. De resto todo estuvo fabuloso, ahora si, a opinar XD.


    Ya me imagino quien fue el primero en la vida de Kagome, ahora que soltaste la tragica historia de su ex muerto pues no me sorprende que la pobre se haya traumatizado con los noviazgos. Me encantó la parte en la que Sango bailaba una cancion de Juan Luis Guerra (que por cierto adoro sus canciones XD) con ese chico de coleta negra:P.

    Una humilde opinión, vi que en una de las respuestas preguntaste si te estabas desviando de la personalidad de Kagome, personalmente pienso que no, ya que ella tanto en tu fic como en el anime es una chica valiente y decidida que intenta hacer su mejor esfuerzo en las situaciones dificiles ;)

    Besos, felicitaciones, y espero la conti. Bye.
     
  2.  
    Ami Hoshi

    Ami Hoshi Usuario común

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    Gallardía: La historia de mi vida.
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    Re: Gallardía: La historia de mi vida.

    windimiko: Me alegra que te haya gustado ese parte. A mi en lo especial, también me gusto la escena del baño. YA era hora de que pasara algo entre ellos. :)

    Barbie Girl: En cuanto al lemmon, no se preocupen que lo tengo planificado. Sí va, pero más tarde, para mi luego de que lo hacen la primera vez, la siguiente es como para no desvariar, asi que el momento tiene que ser preciso y que vaya a tono con la historia.

    Hina Frost: ¡Que bueno que te guste! *-* Pronto los complacere con un lemmon, pero tienen que esperar un poquito.

    PAn- CHan: Sí, tengo que tener cuidado con esas cositas :( Yo les dije que no iba a ser traumatica su primera vez :). Gracias por tu punto de vista.


    Capitulo X
    Ilumíname con tu amor.​

    —¡Soy una buena persona! ¡Soy una buena persona! —se repetía una y otra vez agitada. Su cuerpo sudado, las perlas de éste se juntaban en su frente, mientras miraba una y otra vez el cuerpo muerto de Phil—. ¡AH! —se despertó agitada. Ese sueño de nuevo. Sentía como la ira la recorría, desde el más haya él aún la molestaba en sus sueños, recordándole lo que le había hecho.

    Cansada por la travesía del sueño se levanto excesivamente temprano. Los niños aún dormían y su madre al parecer, también. Tomo una ducha, preparo el café y fue a comprar la prensa, había estado rondando por su mente, buscar un empleo de recreadora, que la mantuviera más ocupada.

    Un anunció de un curso de arquitectura y diseño gráfico llamó su atención. Después de todo aquello era afín con su carrera y le interesaba engordar su curriculum. Extasiada llamó y se inscribió. De alguna manera necesitaba ocupar su tiempo, distraerse.

    Los recuerdos de Phil, y las sensaciones que le producía Sesshoumaru la abatían tanto, que sentía que se estaba volviendo una inútil.

    —¿No crees que te esfuerzas mucho? —le pregunto su madre, que muy descansada ojeaba una revista. Mientras ella se debatía entre llamar al parque de recreación.

    —No. Alguien tiene que sacarnos de abajo —Sonomi la miro con sus enormes ojos avellanas y se acerco hasta ella.

    —De aquí nunca vamos a salir pequeña —Kagome la miró con furia.

    ¡Tu nunca saldrás de aquí! ¡Pero yo sí! ¡Y me llevaré a mis hermanos! —intento obviarla mientras pasaba coleto. Aunque no lo creyera Kagome veía a su madre cada vez más demacrada. Ese día las cosas se pondrían…diferentes.

    —Kagome…¿sabes? —toda frase murió en su boca cuando está se tambaleo y calló en los brazos de su hija. Ésta la veía preocupada, su cara se altero al ver a la mujer. Hilitos de sangre bajaban por su nariz.

    —¡Mamá! Ven siéntate —le coloco un poco de algodón con alcohol. La mujer comenzó a toser, a la final un coagulo de vomito rojo mancho la franelilla de Kagome. Sonomi se desmayo por completo—. ¡Por dios! ¡Mamá! ¡Mamá! ¡Mamita, despierta! —grito desesperada. Subió y se cambio la camiseta, se coloco unos jeans y la llevó directo al hospital. Cuando llegaron la adentraron por urgencia.

    —Srta. Su madre ya está estable. Pero debe esperar, entenderá que no hay insumos ahorita. Estos los deberían de traer el gobierno pronto —Kagome jadeó exasperada.

    —¡¿Cómo se supone qué haga?! —su mundo dio vueltas. No podían atender a su madre, con la boca sabiéndole amargo, fue hasta el baño y vomito.

    —Lo siento. No podemos ayudarla —la enfermera de guardia la miro con tristeza y se marcho.

    —¡Inmunda vida! —vociferó en el baño. Desesperada salió al cafetín contiguo—. Una caja de Vogue de menta por favor.

    —¡Claro señorita! —la dependienta le trajo la caja de cigarrillos y esta pago. Llevaba su madre media noche internada. Sus hermanos estaban, sorprendentemente, donde los Taisho. Se cobijó con la delgada chaqueta y encendió el largo cigarrillo.

    ¿¡Dios que voy a hacer?! ¿Por qué tengo que pasar por todas estas cosas? —desesperada se froto el cabello y las sienes. A cada poco inspiraba una bocanada de aquel humo que parecía reconfortarla. El médico había anunciado la llegada de los medicamentos para dentro de dos horas.

    Luego de dos horas, un día después. Para ese paso su madre moriría ahí en el hospital. A cada rato llegaban muertos, hombres heridos con balas, personas apuñaladas. Exasperada y sin saber que hacer pidió el traslado a una clínica. Allí fue atendida inmediatamente. Luego de varias horas de análisis el momento más duro, los resultados.

    El doctor se acerco con paso tranquilo, bastante desgarbado a decir verdad. La boca fuerte, los labios apretados, y varias arrugas en su frente. Tenía fuera de todo, aspecto imponente.

    —Srta. Higurashi —el doctor se acerco suavemente—. Su madre se encuentra, bastante mal —éste hizo una pausa esperando ver su reacción. Más Kagome quería que todo pasara rápido para no derrumbarse ahí. Esta asintió con la cabeza y espero—. Su madre tiene cáncer de cuello uterino.

    —…Cáncer…—susurró tapándose los labios. Una extraña corriente de frialdad la recorrió

    —¿Está bien? —le pregunto un poco preocupado.

    —Sí. ¿Y ahora? ¿Le van a hacer quimio? —jugaba un poco exasperada con sus manos. Las sentía sudorosos, además las nauseas volvían.

    —Le voy a ser sincero. Usted no es alguien con muchos recursos. Si lo hacen costaría una fortuna, usted no la tiene. Además no le aseguramos que su madre quede con vida. Esta muy débil, el cáncer se ha ido extendiendo. Solo le calculo…un mes de vida.

    —Preparé los papeles para su salida —murmuro ausente Kagome. Su madre estaba por morir, nunca se me imaginaba realmente como sería cuando ella no estuviera, y aunque lo pensara no es lo mismo tentar al diablo, que verlo llegar.

    Cuando por voluntad propia le mostraron el presupuesto para hacerle el tratamiento, casi se cae. Era tanto dinero, bueno para ellos que no tenían y otra vez se odio por ser pobre. Cada vez sentía el desespero de ser alguien, de terminar la carrera y formar su propia empresa.

    Aunque no le comentó a su madre lo que tenía, solo le digo que no era nada muy grave, y para sorpresa de Kagome, su madre sabía lo que pasaba. Muy tranquilamente le dijo: “De algo hay que morirse en esta vida, en mi caso…cáncer”

    1 Semana después.​
    —¡Mamá ya llegué! —saludo Rin que venía de la mano con Kohaku. En su nariz adornaba un tierno piercing de estrellita.

    —Llegaron —sonrió la señora apoyada de la pared, intento parecer normal—. ¡Que lindo se te ve! ¡Felicitaciones hija! —sonrió abrazándola. Era el cumpleaños de Rin y Kagome había cumplido su promesa. Habían ido hasta una tienda llamada City Marquet. La niña había estado tan asustada que no le quedó ganar para el del ombligo.

    También le habían dado la sorpresa a Kagome, de que ella y Kohaku estaban saliendo. Más bien se presento como novio oficial.

    —Gracias —sonrió la niña. En la casa hicieron una pequeña fiesta, amigos, Sango, Kohaku, Shippo, la anciana Kaede entre otros allegados y algunos Taisho, los menores.

    —¡Mamá! —grito Rin a media noche. Sonomi tenía un rió de sangre bajándole de la entrepierna. Kagome agarro a Rin y Souta a su madre. Rin del schok sufrió un desmayo mientras que Souta llamaba a ambulancia Kaede cuidaba de Rin. Todos los invitados se fueron, menos Sango y la anciana, Ayame que había asistido llamó rápidamente a Sesshoumaru y a InuYasha.

    —¡Por favor cuídela!

    —No se preocupe —asintió la señora al ver la angustia palpada en su voz. Los tres, Sango, Souta y ella salieron con su madre rumbo al hospital. La mujer se retorcía, vomito, para cuando llegaron al hospital ya había muerto. Sin embargo la adentraron, le hicieron electroshock pero no funcionó su corazón se paró.

    —…Murió…—susurro Souta con la voz temblorosa.

    —Sí —asintió Kagome aún schokeada. Sin prestar atención de Souta se fue hasta el cafetín y encendió un cigarrillo.

    —No sabía que fumabas —le hablo Souta detrás de ella. Esta solo se encogió de hombros—. Dame uno —esta lo miro dudosa y le extendió la cajetilla. Ambos estaban juntos, inhalando aquel humo mentolado—. ¿Y ahora?

    —Supongo que habrá que comenzar con los trámites del entierro.

    —Vamos. Ya está pegando el frío —Souta la tomo de un brazo y ambos entraron. Mientras reconocían el cuerpo e iban a la morgue, Kagome fue a sanidad a buscar el papel que diera la orden para enterrarla. A las dos de la mañana la estaban velando.

    No estaban solos, Sesshoumaru había ido a buscar a Ayame y esta le dijo que fuera al hospital. Cuando llegó la madre de Kagome ya había muerto. InuYasha por otro lado al enterarse llevó a Ayame a casa y se quedo junto con su hermano, para velar a la señora.

    Rin estaba compungida, no sabía como reaccionar, lo que le asustaba. Dentro de su corazón no sentía como si una madre muriera, si no más bien una persona cualquiera.

    En ese momento las lágrimas corrieron con fuerza.

    —Tranquila pequeña, todo va a estar bien —Kagome la abrazó con fuerza, mientras besaba su cabeza. Ocho personas solamente estaban en aquel lugar. Sango, Kohaku, Souta, Hitomi, Rin, Sesshoumaru, InuYasha y por supuesto Kagome.

    —Kagome —la llamó con voz partida. Su cara estaba roja por las lágrimas. En su cien se marcaba una venita azul. Apenada oculto la cara en el torso de Kagome—. No estoy llorando porque mamá haya muerto. Si no, porque a quien yo reconozco como mi madre eres tú. Y esa mujer es simplemente alguien más.

    Kagome se paralizó. A ella si le dolía, su madre la había criado junto a su padre mucho tiempo, aún recordaba quién era. Pero Rin y Souta no tanto. Los comprendía, desde pequeños ella se había hecho cargo de ellos dos. Su ojos se aguaron y en tono arrullador intento consolarla. A las seis de la mañana, Sonomi ya había sido enterrada.

    Los chicos llegaron a la casa y se acostaron directamente. InuYasha con cariño la abrazó, le murmuro tiernas palabras y dando el pésame se fue. Por otro lado, Sesshoumaru se quedo en silencio en una de las habitaciones.

    —¿Cómo te sientes? —la abrazó pasivamente Sango.

    —Mal. Rin y Souta me consideran su mamá. Y yo aún guardo los recuerdos de los momentos felices.

    —Amiga…siento no poder ayudarte —lloró Sango que la abrazaba con fuerza. Kagome también la apretó. La energía tranquilizadora de Sango la hacía sentir mucho mejor. Ambas estuvieron así hasta que Kagome se durmió entre sus brazos. Nunca le gustaba depender de nadie, pero delante de Sango podía ser una persona tranquila, sencilla y con miedos.

    Al día siguiente al levantarse Sango no estaba. El desayuno ya estaba preparado y mientras comía unos huevos con lentitud, no paraba de pensar en la última imagen de su madre. En que ahora si estaba todo el peso en sus hombros. Su vida había quedado sellada para siempre a cuidar de sus hermanos como si fueran sus hijos.

    —Buenos días —saludo una voz fría. Su mirada se suavizó al ver a Sesshoumaru.

    —Buenos días. Te has quedado —susurró agradecida—. Al parecer siempre estás a las horas menos oportunas —Sesshoumaru la vio, dentro de sí se preguntaba si ella no deseaba que estuviera a su lado—. Gracias por eso.

    —No hay por que —suspiró aliviado. Cuando estaba con aquella muchacha, no sabía como comportarse, ella era tan diferente, tan complicada y a la vez poco enrollada. Entre ellos había un extraño silencio, el cual parecía no incomodarlos, más bien adulzarlos. La intimidad que existía entre ellos, esa conexión invisible y etérea era perfecta.

    Por otro lado Kagome se sentía, en paz. Sesshoumaru se la traía. Algo que solo Sango lo hacía conseguir. Cuando estaba a su lado los sentimientos variaban, no solo se estancaban en el deseo efímero, si no que iba más haya, a la complicidad, al entendimiento, a no necesitar más que miradas y leves punzadas de intuición para saber lo que el otro deseaba. Una relación tan estrecha y poco labrada que dejaba cabos de miedo, experiencia no vividas, y preguntas sin respuestas.

    ¿Qué debían hacer? ¿Cómo podían estar y a la vez no? Sesshoumaru, le tomó la mano y delicado, poco común en él le estrechó los dedos con cariño. Con una sola caricia dando entender que estaba ahí.

    —Será mejor que me valla —susurró. Con paso lento se separó de ella. Aunque algo dentro de sí le pedía quedarse, estar ahí para ella.

    —…Sesshoumaru…—murmuró cuando el estaba casi saliendo de la casa. Él se quedó en la puerta, mientras le veía ir hasta él—. Te quiero —musitó con cariño. Él le sonrió y besó su frente. Así partió fuera de aquel hogar, que lo hacía sentir dichoso.

    Los meses habían pasado. Kagome tenía un extraño régimen de luto impuesto en la casa. Aunque ella misma trabaja en un lugar de continua fiesta, no dejaba de vestir de negro. Por otro lado Sesshoumaru no podía reprochárselo, aunque intentaba estar siempre ahí, Kagome se estaba volviendo rígida y un poco ausente.

    Las clases habían ya comenzado, el segundo semestre iba por la mitad.

    Souta había tomado una actitud muy madura y solitaria y, aún seguía con Hitomi. Por la cabeza de Kagome siempre pasaba que estos quedarían juntos para siempre. Ambos se complementaban en tal forma que parecían uno; la niña lo hacía reír, llorar, entrar en iras violentas, ella sabía todo de su hermano y de cierta forma agradecía que alguien lo hiciera sentir bien.

    Por otro lado Rin permanecía igual, jovial un poco tonta y risueña. Ella era la vida y luz de esa casa, simplemente ella con sus ruidos, bailes y vitoreo era la única capaz de crear un pequeño ruido. Seguía con Kohaku, la relación parecía ir viento en popa y también le agradaba.

    —Que tiempos aquello —susurro hablando con su reflejo del café—. Recuerdas cuando papá existía, cuando Houyo vivía. Eran tiempos lindos ¿verdad? —más el café no se movió, siguió marrón e impávido, mirándose a través de su propio reflejo. Un suspiro se ahogó en su boca—. Necesito un novio —golpeó estrepitosamente su cara contra el plato vació. Con ironía rió ante su último comentario—. Ya estoy comenzando a hablar estupideces.

    —…Kagome…—ésta volteó y vio a Sesshoumaru. Su respiración se paró estaba tan informal, llevaba el cabello amarrado con unos cabellos fuera, tenía unos jeans gastados, una playera azul con rayas blancas y unos zapatos negros—. Estás llena de comida —sonrió de lado y sentándose junto a ella la limpio.

    —…Hola…pensé que estabas en New York City —rió suavemente. La mano de él en su mentón la enloquecía.

    —Ya regresé. La puerta estaba abierta —ella asintió.

    —¿La cerraste?

    —Sí. ¿Y tus hermanos?

    —No están. Se fueron toda la semana a una excursión del liceo —el suspiró conjuntamente con ella.

    —¿Intentabas una nueva forma de comer? —le pregunto al ver restos de comida en su cara.

    —¡¡No, tonto!! —se paró violentamente de la silla. La mano de Sesshoumaru la detuvo de la cintura y acercándose peligrosamente se detuvo frente a ella. Kagome cambió de tonalidades, comenzaba a híper ventilar y sus manos a sudar. Más Sesshoumaru solo lamió el resto de huevo que estaba cerca de mentón.

    —Eres un desastre —le habló mientras la soltaba. Internamente sonrió al verla pasmada.

    —Sí bue-no —rió tontamente, mientras intentaba decir algo coherente. Estaba exhausta y Sesshoumaru llevaba al límite su raciocinio. Las pesadillas con Phil no cesaban, pero cuando el llegaba todo flotaba en un aire de calidez.

    —Tengo hambre, ese huevo sabía delicioso —ella se sonrojó.

    —¡Gracias! Sé que soy una excelente cocinera —rió mientra comenzaba a hacer el revoltillo. Dándole la espalda picaba los tomates y la cebolla. Sesshoumaru no se pudo resistir a la vista. Ella con sus shorts, atendiéndolo sin siquiera preguntarle, como si fuera su esposa, un deseo anhelante y palpitante nació de su interior, se acerco a ella con paso sigiloso y la abrazó por detrás. Suavemente su respiración fue a parar al cuello de la azabache que se tensó de inmediato.

    —Sesshou-maru —tartamudeó—, ¿Qué haces? —su respiración se hizo entrecortada y sintió una corriente de energía atraversale el cuerpo, que nacía desde el estomagó y se expandía con un profundo calor. No hubo respuesta. La mano de él acarició su estomago y, los recuerdos del bar volvieron.

    —…Kagome…—suspiró él en su oreja cuando la apegó más a su cuerpo. Sentía que a cada momento que estaba pegado a su lado la lucidez se iba; el trabajo, el estrés, todo, su mundo de locura desaparecía. Cuando la tenía entre sus brazos, había un nuevo lugar, una nueva hora y un nuevo espacio, donde solo ellos sintonizaban.

    —…La comida…—le susurró en los labios cuando el la volteó. Lo miraba de directamente a los ojos, estaba tan sonrojada que el tomate debía de sentir envidia ante el hermoso color carmín. Él seguía sin responder, solo la veía, solo se extasiaba contemplando su rostro, la abultad boca, la perfilada y respingona nariz y, los hermosos y dulces ojos chocolates. Sus manos tocaban con suavidad su espalda, la tenía tan pegada que sentía que eran uno—. ¡El sartén! —gritó Kagome al oler que algo se quemaba. Con rapidez le bajó el fuego.

    Al separarse corriendo de Sesshoumaru pudo respirar, no volteó a verlo, no sabía que decir, terminó de hacerle el revoltillo tostó unos panes, y sirvió el jugo de naranja.

    —¡Listo! —sonrió satisfecha al colocarle la comida en la mesa.

    —Gracias —con pasó lento absortó sus sentidos gustativos con el delicioso sabor. A su lado Kagome lo veía embobada, disfrutando verlo tan tranquilo. Se sentía tan emocionada, que no se daba cuenta, que sus ojos expresaban tanto amor, ese dulzor que no se veía desde la muerte de su madre y una ráfaga de recuerdo la envolvió.

    *-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*​
    Una niña gritaba emocionada. El canario que padre le había comprado, llamado Mike cantaba con sintonía alegre para ella.

    —¡Eso es Mike! ¡Pronto podrás ir a la sinfónica de animales! —sonrió con inocencia. Los días pasaron y Mike murió extrañamente, al parecer se había ahogado con una semilla con que se alimentaba.

    —¡No papi! ¡Mike! ¡Mike! —la niña lloraba sin consuelo, tan adolorida de haber perdido a su ave, que nada la regocijaba ni sacaba de su dolor.

    —Tranquila, pequeña Kagome, Mike no se ha ido —ella lo miró con ojos llorosos—. Él simplemente ahora forma parte de tu corazón. Depende de ti que se valla o permanezca contigo. Donde quiera que éste, siempre te va a cuidar.

    —¿Enserio papi? Pero yo ya no puedo verlo —el dulce hombre le sonrió y rió con suavidad.

    —Claro que puedes verlo, siempre que lo necesites, él sabrá como acercarse a ti.

    *-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*​
    —Gracias, Mike —susurró. Y esa ráfaga también trajo la lucidez. Para ella Sesshoumaru era su momento, el dulce canto de su canario Mike, el encarnamiento de las sensaciones de alivio de su padre y amor de Houyo. Tal vez se estaba apresurando pero, le gustaba todo lo que sucedía.

    —Kagome —la llamó Sesshoumaru. Ella tontamente sonrió.

    —¿Qué sucede? —respondió con una sonrisa que lo dejo atontado. Notaba algo diferente en ella, parecía alegre.

    —¿Quién es Mike? —pregunto con tono molesto.

    —Un canario que tenía. Se murió ahogado cuando era pequeña —murmuró con cierto aire infantil. El le sonrió y agradeció por la comida. Cuando el estuvo en la puerta, ella le tomo la mano—. Te quiero —él volvió a sonreír y beso su frente. Adoraba a esa pequeña, no tan pequeña. Y así se fue.
     
  3.  
    Pan-chan

    Pan-chan Fanático

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    Re: Gallardía: La historia de mi vida.

    Hola ^^ que buen capítulo, de verdad te inspiraste. Es una pena que la madre de Kagome haya muerto, nunca pudo llenarse de valor para sacar a sus hijos adelante y terminó siendo una sombra muy borrosa ante Souta y Rin, pero al menos ya descansa en paz. Por otro lado las cosas se le pusieron más dificiles a Kagome, este fic tiene una trama tan real que podría ser una buena telenovela.

    Sesshomaru si que se las trae XD, hacer esas coas con la pobre Kagome, espero que se le declare pronto, aunque con ese caracter que se manda ella lo veo algo dificil, por otra parte me pregunto si Kagome sentirá algo por Inuyasha, hasta ahora solo ha demostrado interés en Sesshomaru y aunque la diferencia de edades es notable pues...en el amor no hay edad!

    Cada vez me gusta más tu fic ;) espero la conti pronto. Bye!!
     
  4.  
    Heather

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    Re: Gallardía: La historia de mi vida.

    Muy buen capítulo. Fuera cool sí hubiera un triangulo amoroso entre Inuyasha, Kagome y Sesshoumaru.


    Aveces Kagome me cae bien, pero aveces no sé, ósea, no me gusto esa parte en la que le da de fumar a souta. Que horror. Pobre de la madre, no sé llevo el cariño de sus dos hijos pequeños. Ahora empiezo a entender el titulo del fic.


    En los últimos parrafos, estubo increible, me gusto eso del canario jeje fue muy chistoso, al igual en que Kagome se pone roja y la compara con el tomate x'DDD

    Que bueno que vaya haber lemmon, cómo seria un lemmo de tres personas, no sé como se le llama a eso, pero lo he escuchado x'D

    Bueno bye besitos Muack...Muack.
     
  5.  
    Kotono

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    Re: Gallardía: La historia de mi vida.

    Demonios! Aqui tambien se me barrio colocar el post xD.

    Antes de salirme por la tagente mejor comento o,o

    Al decir verdad, esto realmente va como flash x'D. En un parrafo se le pronostica CA a la madre y al siguiente ya esta muriendo rapidamente o,o Al menos esperaba que pasara una temporada en el hospital antes de morir, y que jugaras con los sentimientos de los personajes.

    Lo de Souta y Rin ya se veia venir, me resultaria ilogico que no fuera asi. La madre de Kagome estaba solo de adorno sinceramente xD. Lo lamentable es que murio sin poder haber hecho algo por sus hijos o,o

    Como dije anteriormente, la edad de Sesshoumaru me va y me viene, con que quiera a Kagome y viceversa, soy feliz :3

    Omg... me canse de leer vomito, deberia estar acostumbrada, pero soy sensible a eso xD. Tambien el vomito es el resultado de una emocion fuerte, aunque prefiero una crisis asmatica, es mas estetica (?), pero considerando los realista que es tu FF, va bien. (Entonces te preguntas, por que carajos lo menciono si no tiene nada de malo xD! La razon, solo queria mencionarlo -o-)

    Lindo recuerdo del pasado de Kagome, me gusto. Sin contar que al fin conocemos una parte del padre misterioso o.ó

    Una observacion, ya lo habia visto anteriormente, pero se me olvidaba comentar (asi como hoy, que tuve que editar xD). Es Hiperventilar, va junto, no separado.

    Ami:
    Te hago un recordatorio, Ami: usa un diccionario de sinonimos, le daria mas diversidad de palabras a tu historia. Otra manera de describir las acciones y emociones de un personaje o,o
    Dije Ami, metichonAs -o-

    Te leo en la siguiente continuacion ^^
     
  6.  
    VickyGothic

    VickyGothic Usuario común

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    Re: Gallardía: La historia de mi vida.

    Hi!, me encontraba navegando por el cz y ps me encontre tu fabuloso finc , me tubo casi una hora leyendo sin parpadear o prestarle atencion a otra cosa , me gusto mucho como logras atrapar totalmente con la narracion a los lectores (Aunque aqui son lectoras mayormente)
    Criticas ninguna por ahora solo que no se siendo kagome me parecio que se tardo en matar al desgraciado ese nomas a la segunda noche debio matarlo ¬¬ pero buehh le dio un toque de dramatismo , su relacion con el hermoso y frio protagonista me encanta , porque no lo as puesto que de una ves amor amor! eterno y cambian totalmente la actitud del mismo , quisiera que pasara algo mas pero con el ritmo que lo llevas esta muy bien jeje :D

    Y sobre la muerte de la madre aleluya!!! se murio nomas hacia q dar problemas y no me sorprende de cancer uterino jaja xD ps nos vemos en la proxima conti no lo abandones sigue asi y ps cuidate godd
     
  7.  
    windmiko

    windmiko This is war

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    Re: Gallardía: La historia de mi vida.

    Woww!!! que lindo jeje, ya esta surgiendo el amor entre ellos (bueno desde cuando XD)
    bueno que malo, la mama de Kagome murio pero por algo pasan las cosas ¿no? me gusto
    mucho la parte final, !que coquetos! *O* bueno bien sabes que tu Fic va de maravilla
    muchas felicidades por eso, ya que no todos los que escriben un Fic logran que el lector
    sea parte de la historia (por asi decirlo) me has impresionado mucho, nos vemos en la
    siguiente conti!
    sayonara
    :flecha:
     
  8.  
    Ami Hoshi

    Ami Hoshi Usuario común

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    Re: Gallardía: La historia de mi vida.

    Pan-chan: Las cosas no están tan alejadas de como lo dices. A lo mejor parece de telenovela porque intento ser realista. Aunque las novelas venezolanas siempre es la misma cosa. Espero te guste este capitulo, cada vez las cosas se van poniendo muy picantes.

    Barbie Girl: Bueno espera y veras, es lo que te puedo decir. En cuanto al lemon de tres personas jajaj se le llama trío. No creo, no me gusta mucho y menos si hay dos hermanos, es algo como insesto.

    Kotono: Gracias con lo de Hiperventilar. Que risa y lo del vomito. Es cierto, una crisis asmaticas no se ve mucho en los bares. Normalmente el vomito y las mujeres haciendo cochinadas y sobre todo, a veces desmejorando nuestra raza, puesto que e visto cada asquerosidad. Intentaré colocar más sinonimos, hago lo que puedo. Gracias por mencionarlo.

    VickyGothic: xD me alegra que te guste y bienvenida. La verdad es que va a haber mucho amor, pero también MUCHO drama y romance. Espero te guste puesto que ya puse en marcha la historia como deseaba.

    windmiko: ¡Oh por dios! Me haces sonrojar >//< Me alegra que te guste y te atrape la historia espero disfrutes este capitulo.

    Capitulo XI
    La luz de los amigos.​
    Era una mañana radiante. Kagome había decido dejar el fuerte luto y vestir más convencional. Una falda tablada blanca y una camisa de tirantes holgada rosada. Se sentía de cierta forma, con más paz. Aunque las pesadillas la molestaban continuamente, intentaba hacerle caso omiso.

    —Hola —le saludó InuYasha al entrar al salón. Estaban casi finalizando el segundo semestre y su relación se hacía cada vez más estrecha. Ambo compaginaban tan bien, que en los trabajos siempre se juntaban, aunque él a veces le decía inútil, siempre terminaban haciendo lo pedido y con una nota eximida.

    —Hola Inu-kun —sonrió amable. El la miró divertido y a la vez emocionado que luego de casi un año ella volviera a regalar esas hermosas sonrisas.

    —¡Dios! ¡Gracias! ¡Ha vuelto! —rió divertido abrazándola.

    —¡Que te pasa, baka! Siéntate, que nos van a regañar —rugió malhumorada.

    —Habías tardado mucho —suspiró resignado. Pero se alegraba de que su amiga hubiera vuelto a él, por decirlo así—. Oye, como hoy es tu día libre ¿quieres salir conmigo?

    —Claro —por primera vez, luego de varios meses se permitió estar con alguien más que no fuera Sesshoumaru. InuYasha sonrió arrogante y al finalizar las clases, ambos partieron rumbo al centro comercial. Donde fueron al cine a ver el estreno de transformes 2 y luego a una cafetería.

    —¡No puedo con esto! ¡Estuvo buenísima! —rió divertida mientras bebía un refresco.

    —¡Aunque tienes que aceptar que la chica está para cometerla!

    —No sé. No soy lesbiana —rió risueña, mientras colocaba los ojos en blanco.

    —Kagome, yo quería que conocieras a alguien importante para mi —Kagome lo miró extrañada, la repentina seriedad la aturdió un poco.

    —Recuerdas el viaje que hice a Miami, no fue de placer, bueno sí, pero a la vez no —una sonrisa sádica se formo en su labios. Kagome lo miró con el seño fruncido. Estaba tan ansiosa deseaba saber quién era esa persona importante.

    —Sí lo recuerdo.

    —Bueno —en eso hizo una seña—. Yo quiero presentarte a mi prometida, Kikyo —al ver una joven muy parecida a ella se acerco a la mesa, es alta, de cabellos lisos azabaches, su piel era tan blanca que le recordaba a las muñecas de porcelana. Más su mirada, era amable, un poco fría, pero amable, se sentía una paz y divinidad a su lado, era como si fuese una extraña miko. Pero a la vez daba clase, refinamiento, hermosura y elocuencia. Eran tan parecidas físicamente, pero tan distintas de personalidad, con solo verla se podía notar esto último.

    —¿Pro-me-tida? —tartamudeo. La miró expectante. No supo por qué, ni en que momento se sintió utilizada, desvalorizada y moralmente utilizada.

    —Kikyo Ikeda —sonrió la joven mujer. Por un momento se sintió tonta.

    —Kagome Higurashi —al tomarse las manos se sintió el fuerte roce. Ambas dejando claro su puesto—. Prometida, debes estar emocionada, aunque siendo del tonto de InuYasha, no sabría que decirte.

    —¡Kagome! —rugió InuYasha.

    Siéntate InuYasha, me molesta que te pares así. Lo ves —dijo sonriente. Aunque sentía el remolino de celos en su interior, intento hacer caso omiso. Kagome siempre pensaba que ella era alguien sensata y no se dejaba llevar por las emociones, aunque últimamente con los Taisho, emoción era lo que rodeaba su vida.

    —InuYasha me ha hablado mucho de ti —sonrió esta. Parecía tensa, al igual que ella. Más no se dejaría intimidar. Ambas parecían pelear por el mismo hombre, cosa que pensaba Kagome que era absurdo, puesto qué, no amaba a InuYasha, y se sintió tonta al ver que tenía celos fraternales. Tontamente Kikyo también aceptó sus celos y ambas rieron al ver que se sentían amenazadas.

    InuYasha para calmar las aguas las llevó a bailar. Y así pasaron todo el día, se podía decir que ambas se respetaban. InuYasha se sintió feliz de integrar a Kikyo, no quería que Kagome se sintiera defraudada, o que no creyera en la amistad que tenían. Cuando todo terminó dejó a Kikyo en su casa, pero siguió de fiesta con Kagome.

    —¿Qué tal? ¿Cómo nos vemos? —le pregunto al oído mientras bailaban merengue.

    —Se ven bien, aunque debo admitir que me siento celosa. ¡Espero que no me cambies por ella! ¡Aunque ya lo hiciste! —murmuró un poco llorosa, adoraba a su InuYasha como solía decirle. Él siempre había sido tan bueno con ella, había entendido su trabajo en el bar, había estado en la muerte de su madre, para ella, él también era muy importante. Había pasado de ser el chiquillo obstinado y ricachón, a su amigo y casi confidente, por supuesto hay cosas que no se dicen.

    —¡No seas tonta! ¡Yo siempre estaré para ti! —y riendo así se pasaron la noche. Como a las dos de la mañana estaban entrando a la casa de InuYasha ella dormiría haya.

    —Vamos InuYasha, no te pongas exquisito —rió divertida al verlo semi borracho, era tan impertinente. No se dejaba.

    —¡No quiero! —hizo berrinche con la lengua tramada—. Kagome ¿qué pasa si te beso tres meses antes de la boda? —los ojos de la aludida se abrieron como platos y más aún, cuando él la tomo de la cintura y le plantó un beso bañado de alcohol. No supo por qué le respondió, en medio de aquel poco premeditado beso, que no tenía ni pies ni cabeza, entendió que su corazón no latía tan desenfrenado como cuando Sesshoumaru la besaba. Es cierto que en un tiempo anhelo ese beso, pero no así, no de esa forma y no luego de sentirse tan intima con Sesshoumaru—. Kikyo —le susurró entre sus labios antes de caer dormido en la cama.

    —Tonto —bufó molesta al sentirse comparada. Una extraña sensación de amargura la invadió, tal vez él mañana no lo recordara y, eso era lo que esperaba. Aquello había sido algo tonto y un error, ambos querían a personas diferentes.

    —Ocupada —se paralizó de terror al reconocer la voz.

    —¿Lo viste todo? —preguntó alarmada.

    No respondió.

    Se sentía impaciente, sabía la respuesta, era estupido. No sabía por qué su corazón se encogía, una extraña sensación en su estomago y las manos temblarles. Él se giró y comenzó a caminar. No sabía que hacer. Tontamente corrió tras él.

    —¡Espera Sesshoumaru! —habló intentado no gritar, toda la casa estaba en penumbras y por ende todo el mundo dormía. En la oscuridad se tiró contra el cuerpo de él, haciendo que ambos cayeran en un sofá ella sobre él.

    —¿Qué piensas decirme? Que no es lo que parece —el rostro de ella se enrojeció.

    —Es la verdad, InuYasha estaba tomado y me besó. No fue nada del otro mundo —entonces el pudo oler su fragancia mezclada con el tabaco y el alcohol, como aquella noche en el bar, cuando casi le hace el amor en el baño—. Fue solo un beso.

    Él la miró intensamente, en la oscuridad de la noche sus ojos hacían esfuerzos para buscarse. Pronto y apenada sintió la extravagante posición, una de sus piernas rozaba la intimidad de Sesshoumaru y su cuerpo yacía pegado en su totalidad a él. Ruborizada intento pararse pero él la retuvo, pegándola a su cuerpo con más insistencia.

    A cada momento que la tenía así sentía que perdería la cabeza. Ella lo transportaba de tal forma que tenía que reprimirse para no besarla, para no verla, para no tocarla. Cada movimiento de su cuerpo, cada sonrisa, jadeo, lo volvían loco, era como una droga que siempre quería probar, una ambrosía que costaba degustar.

    —Solo fue un beso —ella asintió. En todo el ajetreó se sintió tonta. ¿Por qué tenía que haber reaccionado así? Se sentía desnudada por el peso de la mirada de su acompañante. Sesshoumaru no era su novio, no era más que un amigo. Un amigo muy amigable. Su cuerpo ardió al sentir luego de tanto tiempo sus candidos besos.


    (Aviso: No es lemon, pero tiene un breve lime y como no quiero mal entendidos ni personas infartadas. Aquellos menores de edad o que no se sientas capacitos por favor abstenerce de leer. No quiero sanciones innecesarias).
    Primero había sido sus labios, se habían fundido con los de ellas. Luego le abrió la boca con la lengua, volviendo sus sentidos torpes, haciéndola temblar de emoción y más aún, cuando sus lenguas se encontraron y danzaron sincronizadamente, de vez en cuando cambiando el ritmo, o la forma del beso. Ambos estaban absortos en su labor, embriagándose con el sabor del otro. Gimiendo en la boca del otro. Kagome no podía parar de saborearlo, de sentirlo, amaba como él la complementaba, sus manos bajaron a su cuello y tocaron con deseo. Él por otro lado estrujaba su espalda.

    Con el deseo fluyendo, las emociones que normalmente eran tapadas por el raciocinio de Kagome o la madurez de Sesshoumaru, habían sido cubiertas por el alcohol. Él cambió la posición y se posó encima de ella, con deseo besaba su cuello, dejando rastros húmedos, su lengua succionaba y lamía aquella blanca curva, arranándole varios gemidos a su compañera.

    —…Sesshoumaru…—musitó roncamente. Él deseo la quemaba, quemaba y abrazaba con fuerza. Deseosa de más tocaba el cuerpo de él, queriendo sentirlo, dejando en descubierto los pensamientos que siempre había tapado por el hombre de cabello argentado. Sin miedo coló sus manos dentro de la camisa quitándola y acariciando el plano, marcado y duro abdomen hasta subir al pecho. Sin pudor lo miraba con un deseo palpable.

    Él le sacó la camisa y beso por encima del sujetador, hasta que molesto lo quito. Cuando ambos se rozaban sudorosos y jadeaban roncamente sus nombres, la luz del corredor se encendió. Una dormida Izayoi caminaba casi sonámbula a la cocina. Ambos se quedaron paralizados. Kagome bajo de Sesshoumaru, lo retenía con su piernas abiertas, envolviéndolo por la cintura, él sin camisa al igual que ella, una mano dentro de su falda, ambos rojos. La mujer como vino se fue, pero en su estupor dejo la luz prendida, haciendo que ambos amantes se miraran sorprendidos.
    —Yo —Kagome intento hablar, pero nada coherente salía de sus labios. Torpemente se tapo los senos y sintiendo como el cuerpo le ardía por el dolor de no terminar, por la pasión, por todo intento incorporarse. Él se levanto y no dijo ninguna palabra, al igual que ella no sabía que decir, la pasión escondida entre ellos cada vez se hacía más externa, más perceptible.

    En ese momento sintió una camisa sobre ella, al mirarla era de Sesshoumaru, él le dio vuelta y se la abotonó, suavemente el quitó la falda y la miró.

    Preciosa —pensó—. Duerme conmigo —ordenó. Ella sin objetar asintió, su corazón se volvió a detener cuando él tomo las cosas de ambos y cargada en vilo la llevó hasta su habitación, él se quedó en boxer y se metió a la cama con ella. Suavemente se abrazaron y así se quedaron dormidos.

    ¿Qué eran para estar así? ¿Qué debía pasar entre ellos dos? ¿Acaso se gustaban? ¿Se amaban?
     
  9.  
    Pan-chan

    Pan-chan Fanático

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    Re: Gallardía: La historia de mi vida.

    Maravilloso, simplemente espectacular!

    Que bueno que Inuyasha iene una prometida XD de esa forma dejará en paz a Kagome, admito que casi me da un infarto cuando Sesshomaru los descubrió besandose, jaja debiste verma como una tonta gritando de los nervios:P. Pero todo salió bien, bueno, relativamente bien.

    ¿Sesshomaru y Kagome se fueron a dormir juntos?, pero supongo que no tuvieron relaciones, no después de esa desafortunada interrupción. Tal y como tu dijiste, las cosas se estan volviendo más picantes, solo espero que la relación de Sessh y Kagome sea algo más que un simple deseo. El lime te quedó genial, no tengo ninguna objeción y tu narración estuvo muy entretenida desde el principio hasta el final del capitulo.

    Espero la conti pronto, cuidate.
     
  10.  
    VickyGothic

    VickyGothic Usuario común

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    Re: Gallardía: La historia de mi vida.

    Te odio ¬¬ lo dejais hay!! ahh!! tonta izayoi tenia que interumpir , nomas con tremendo corton solo van a dormir luego :( , me alegra que inu este con la muerta jeje xD por lo menos no interviene entre ellos dos , pero ahh cuando se diran!! lo que sienten

    Me gusto mucho la continuacion todo bien espero la proxima!! chaito!
     
  11.  
    Heather

    Heather Fanático

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    Re: Gallardía: La historia de mi vida.

    Hola. Pues fíjate que me gustaría un trío, como vos le decís, pero claro, ósea un triangulo amoroso, para que no pienses mal jeje.

    Me dio mucha risa, cuando Kagome le dijo siéntate a InuYasha, me recordó al animé. Espero que entre ellos haya; más que una simple amistad, es mi pareja favorita :)

    Que se pongan celosa es un principio.

    Hay que padre, ósea hubo beso entre ellos yupi!!! Aunque no la debió comparar con Kikyou, fue un gran error por parte de Inuyasha.

    Que te puedo decir, ósea no me pienso ni imaginar el lemmo O.o
    Hubo de todo en ese momento íntimo entre Kagome y Seshou. Quien iba a decir que me volvería pervertida aquí x'D

    Puede que Kagome toque cosas, o sienta cosas, o que Sesshoumaru toque algo, bese algo. Como dicen, la noche es joven.
     
  12.  
    windmiko

    windmiko This is war

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    Re: Gallardía: La historia de mi vida.

    Ya esta!! estan enamorados!! (XD que novedad -_-) ¿¿mi Inuyasha beso a Kagome??
    ¿y con permiso de quien?? (celos mios XD), y luego me entero que el esta comprometido
    con Kikyo, ¿Y yo donde quedo Inuyasha? (perdona toda esta escena de celos), es que
    como la mayoria habla de Sesshomaru y el casi lemon con Kagome (esta muy bueno XD)
    pues aprovecho para hablar de mi Inu borrachito -_-, Sesshomaru si estuvo lindo, espero
    la conti con muchas ansias, saludos.
    sayonara
    :dale:
     
  13.  
    Kotono

    Kotono Fanático

    Virgo
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    Re: Gallardía: La historia de mi vida.

    Si asi se explicaran las cosas cada que Kagome bese a un hombre, que siga besando sapos xD!

    Es obvio que Inuyasha ama a Kikyo y Kagome a Sesshoumaru, pero al ser amigos tan intimos y bajo las influencias del alcohol, pues un pequeño roce no hace daño o,o A mi parecer, un beso de amigos (que mente tan abierta la mia o,o).

    ¡Al fin algo de similitud con la serie! Se extrañaban las frases celebres, asi que es todo un avance,saber cominarlas con un fanfic que es tan realista ^^

    No me considero una pervertida, pero si esta parejita no sabe dialogar, que al menos hagan "eso" xD

    Sigue escribiendo, Ami, solo asi llegas a la excelencia ;D!
     
  14.  
    Ami Hoshi

    Ami Hoshi Usuario común

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    Título:
    Gallardía: La historia de mi vida.
    Total de capítulos:
    20
     
    Palabras:
    2460
    Re: Gallardía: La historia de mi vida.

    Pan-chan: ¡Gracias! Me alegro que te haya gustado. Creo que tengo unas lectoras algo pervertidas, pero me gusta que acepten toda las cosas que les coloco. Intento complacerlas al maximo.

    VickyGothic: sí bueno. El problema es que Kagome no sienta nada hacia InuYasha. Solo es un cariño fraternal que se ve confundido por la aparición de una nueva persona (kikyo) y en el caso de InuYasha (Sesshoumaru).

    Barbie Girl: xD No te emociones que no va tocar nada. Él la respeta. Además recuerda se siente pausado por la edad. Además, vuelvo a insistir tengo lectoras algo pervertidas. Creo que a lo mejor este capitulo va a ser de tu agrado.

    windmiko: Sí. Yo me centro mucho en la pareja principal.

    Kotono: Definitivamente todas están ansiosas por el lemon. Pronto lo tendran pero hay que esperar. Me alegra que te haya gustado. Intento en lo posible colocar las cosas del Anime, no quiero salirme del estereotipo. Sobre todo con Sesshoumaru no quiero cambiarlo, tal vez algunos rasgos, pero quiero que su escencia sea la misma y eso me está causando algunos dolores de cabeza.

    Capitulo XII
    ¡Enredos!​
    —Buenos días —le susurró suave al oído.

    —Buenos días, Sessh —murmuró delicada mientras se estiraba como un gato. Aunque un poco en vano, porque las manos de Sesshoumaru la tenían apresada a su cuerpo. Se sonrojo de manera rápida y violenta al verlo sin camisa.

    —¿Qué sucede? —pregunto sabiendo la respuesta. Él pensaba que a pesar de su apariencia autosuficiente, internamente aún era un chiquilla y el un viejo jugando a lo que no se debe.

    —Nada —con cuidado trato de separarse del hermoso hombre, intentando no perder la cabeza en el imponente dorso, o en los amplios y fuertes músculos, pero ella no es de piedra y sucumbió ante la fruta prohibida que tenía al frente. Concentrada y absorta por el cuerpo de él, deslizo los dedos por el pecho, bajando por el medio hasta casi llegar al vientre.

    —…Kagome…—jadeó lentamente, tomando su mano—, Detente —ordenó tembloso con los ojos cerrados. El cuerpo comenzaba a dolerle, sus dedos le quemaban la piel. Kagome no se detuvo, subió y recorrió sus brazos y facciones faciales—. Ka-Kagome —haciéndolo jadear nuevamente.

    Sesshoumaru al límite de su cordura se coloco encima de ella. Desesperado busco esos labios que lo volvían loco y los besos con frenesí. Un vaivén apasionado y deseoso, cargado de placer contenido, ambas manos la apretaron a su cuerpo por la cintura, mientras que ella se rozaba a su intimidad, anhelante de más. Cuando él bajo una mano a sus piernas.

    —¡Sesshoumaru no has visto a Ka…! —el ambarino se quedó de piedra. Su amiga estaba en la cama con Sesshoumaru, usando su camisa, enrollándolo como una culebra, totalmente roja y jadeante.

    —Imbécil no te enseñaron a tocar —rugió molesto. Con una sabana intento tapar el cuerpo de Kagome, mientras que se levantaba para darle una paliza a su hermano.

    —No tengo la culpa que anden haciendo estás cosas por la mañana. ¿Cómo es que llegaste hasta aquí? ¿Tienes algo con Sesshoumaru? —las preguntas fueron claras y directas. Se sentía bobo, traicionado y engañado. ¿Qué era toda esa escena?

    —Déjame vestirme y te explico InuYasha —pidió intentando acomodarse. Él joven cerró la puerta y antes de esto habló.

    —No, hablamos en la universidad —y así se fue malhumorado.

    —¿Qué se supone que voy a decirle? —habló compungida para ella, mientras se colocaba el sostén.

    —La verdad.

    —¿Cuál verdad? —gimió.

    —Que tú y yo somos…—y en ese momento se detuvo. Ellos no eran nada, amigos, se podría decir que lo eran. Unos amigos que jugaban con fuego, esos que no se atrevían a confesar con palabras lo que sentían. Amigos intimidados por el miedo del rechazó, del que dirán, simplemente amigos y nada más.

    —Exacto, que no somos más que amigos —y ciertamente adolorida por el silencio, el de ambos salió corriendo dando un portazo, no miró atrás y él no la detuvo, después de todo estaba claro, sólo eran amigos.

    Amargadamente se metió en la ducha. Sintiendo aún todas las curvas femeninas de ella pegadas a su cuerpo, sus labios ansiosos de amor, su cuerpo temblando de deseo, su voz que jadeaba anhelante de más y sus ojos, esos ojos chocolates que brillaban con intensidad a cada luz, a cada toque.

    —¡Maldición! —bramó golpeando la pared—. ¡Maldita chiquilla! ¡Me vas a volver loco! —con la piel aún enardecida de deseo se vistió, acomodó y partió al trabajo. No debía descuidar la empresa, pero aún cargado de trabajo no podía sacársela de la mente, siempre había algo que interrumpía esos momentos de intimidad, siempre había un factor, un problema. No podía concentrarse, sólo con ella podía, ahora no sabía otra cosa que no fuera Kagome.

    *** ​
    —¡InuYasha! —lo llamó. Lo había visto tan disgustado que no sabía qué pensar. Es decir, ambos eran buenos amigos, compañeros pero, él se iba a casar y ella, bueno, mejor no entramos en detalles.

    —¿Qué sucede Kagome? —le respondió igual que todos los días.

    —Sobre el asunto en tú casa….yo….

    —No te preocupes déjalo así —y arrogantemente sonrió de nuevo. Ella suspiró aliviada y como todos los días se guindo a su brazo.

    *** ​
    —¡Tonta así no! —le gritó InuYasha molesto.

    —¡Claro que es así! ¿Quién saco mayor nota? ¡YO! Así que déjame en paz.

    —¡Eso no tiene nada que ver! ¡Tú eres la culpable vez si despejas x!...—hizo una pausa al comprobar que tenía razón—, Sí da el resultado que dijiste.

    Kagome que le había gritado la mayor parte del tiempo, rió divertida al ver como volvía a ganar. No podían negar que ambos eran muy testarudos.

    —¿Ahora por qué discuten chicos? —el señor Taisho que estaba junto con Sesshoumaru cuadrando las concesiones de las empresas había escuchado en su despacho los gritos.

    —Nada padre, Kagome no me quería dejar hacer el ejercicio.

    —¡Ah! ¡Claro que no! Tú eras el que lo estaba haciendo mal —risueñamente le sacó la lengua pero su despelote fue calmado al ver de acompañante a Sesshoumaru. Su corazón se paralizó y sentía que comenzaba a híper ventilar.

    —InuYasha ya la invitaste a la fiesta de gala.

    —¿Fiesta de gala?

    —Creo que no. Sí, es una fiesta que se hace cada dos años para celebrar. Normalmente viene gente importante y creo que no les haría mal. ¿Te gustaría asistir?

    —Yo, bueno. No sé.

    —Serías la acompañante de Sesshoumaru —el aludido le dirigió una mirada fría a su padre, que sonrió tranquilo mirando a Kagome que se iba sonrojando.

    —Y ¿Por qué tiene que ser de Sesshoumaru?

    —Porque tú estás comprometido —Kagome rió.

    —Sí, me gustaría —InuTaisho sonrió complacido y miró a su hijo mayor.

    —¡Ok! Sesshoumaru te acompañará mañana, si puedes, a comprar ropa —y sin dar más explicaciones se fueron.
    *** ​
    —¿Qué fue eso? —preguntó serió. Esas actitudes de su padre lo dejaban aturdido. A veces pensaba que su viejo estaba zafado.

    —Te estás dando mucho postín para casarte. Y ella es hermosa —sonrió recordándola.

    —Soy mucho mayor que ella —y sin dar más explicación se fue.

    —Para el amor no hay edad, hijo —habló sabiendo que lo había escuchado.
    ***​
    —¡Ya te dije que no! ¡No pienso aceptar tú dinero! —habló molesta.

    —No seas testaruda. Ya se encargaron de sacar un extensión de las tarjetas de crédito para ti —vociferó molesto InuYasha.

    —¡¡¡¿Qué parte del no, no entendiste?!!! —le gritó casi apunto de darle un golpe.

    —¡El no! —y sin prestarle atención la metió directo en una tienda del centro comercial. La boutique se veía bastante cara, casi a golpes le hizo probar diferentes tipos de vestidos—. Déjame verte —le gritó impaciente al ver que con el último no salía.

    —¡No! —sin el permiso de ella corrió la puerta y entró. Su quijada casi queda en el piso. Lucía esplendida, su espalda quedaba descubierta y resaltaba exageradamente sus senos, bonitos y redondos y el trasero, se veía abultado y duro.

    —Te ves preciosa —jadeó absortó—. Ese lo llevamos —ella lo miró sonrojada y asintió. Él pagó y fueron a ver los zapatos, al final así pasaron todo el día. Comprándole unas cositas demás a Kagome, que casi se infarta por eso.

    *** ​
    —¡Eres un necio! Te dije que no y lo menos que hiciste fue hacerme caso —gruñó con el poco de bolsas.

    —Vamos Kag. No seas mala con el tío InuYasha —rió Rin divertida. Luego de haber paseado tanto, se encontraron con sus hermanos.

    —¿Desde cuando él es su tío? —los miró. Souta reía por la bajo, mientras que Rin se le guindaba del brazo a InuYasha.

    —Desde hace mucho tiempo. Lo que sucede es que como ahora, te la pasas con Sesshoumaru no lo notas —se sonrojó y miró hacía otro lado. Esos niños eran su perdición y cuando se juntaban con InuYasha, era peor.

    —¿No es hora de qué vallan a ver su película? —preguntó InuYasha. Ambos chicos asintieron y se fueron dejándolos solos. Kagome sólo refunfuñaba cruzada de brazos. Intentó acercarse a ella, pero esta se alejó.

    —Amigo qué te pasa estas llorando —comenzó a cantar InuYasha—, seguro es por desdenes de mujeres. No hay golpe más mortal para los hombres, que el llanto y el desprecio de esos seres —Kagome rió reconociendo la canción. InuYasha la tomó de la mano y la hizo bailar en plena calle o mejor dicho, en pleno centro comercial.

    Amigo voy a darte un buen consejo
    si quieres disfrutar de sus placeres
    consigue una pistola si es que quieres
    o cómprate una daga si prefieres
    y vuélvete asesino de mujeres​
    —¡Para! —rió con más fuerza siguiéndole el juego—. Las gente nos mira —a oído de ellos llegaban los cuchicheos y miradas curiosas.
    Mátalas
    con una sobredosis de ternura
    asfíxialas con besos y dulzuras
    contágialas de todas tus locuras​

    —Que lindo. Míralos están enamorados.

    —¡Yo quiero un novio así!

    —Que infantiles.
    Mátalas
    con flores con canciones no les falles
    que no hay una mujer en este mundo
    que pueda resistirse a los detalles​

    —Vamos. Tenemos que ir a los ensayos.

    —¿Qué ensayos? —su voz tembló.

    —Es que, bueno. Vamos a hacer un show especial. Tú sabes, para complacer al público —casi arrastras la llevó a un salón de baile donde los atendió un hombre de cabellos castaños y afeminado.

    —¡Hola InuYasha! ¡Que bueno verte de nuevo! —se le lanzó el hombre—. ¿Quién es está hermosura?

    —Kagome —respondió entre dientes. No le agradaba nada como él la miraba a ella.

    —Mucho gusto. Jakotsu. Espero servirles de algo —y coquetamente le picó el ojo. Kagome anonada se sonrojó e InuYasha posesiva e instintivamente la rodeo por la cintura.

    —Un gusto —ambos estrecharon sus manos y la práctica dio rienda suelta.

    *** ​
    Estoy agotado. Hace mucho tiempo que no me sentía así —su rostro estaba absorto en el espacio. Su visión nublada y poco fija.

    —Señor Sesshomaru ya llegaron las muestras de….—Jaken fiel sirviente. Entró sin tocar, encontrado a su señor en el espacio. Su frente plana se arrugo y sus ojos verdes destellaron—. Señor Sesshoumaru —habló con fuerza.

    —¿Qué sucede? —pregunto Sesshoumaru. Aún perdido en el espacio. Tan absorto en sus cavilaciones que no vio al bajo hombre.

    —Las muestras —el referido las ojeó por encima. Su cabeza se hallaba en otro lugar.

    —Hay usted como que anda enredado en faldas —está afirmación captó de lleno su atención, haciendo sonreír al anciano hombre.

    —¿Qué te hace pensar eso? —recargó su cuerpo con pesadez sobre la silla ejecutiva. Suavemente se sirvió un trago de coñac, sintiendo como le habría las venas.

    —No hay que ser muy experto. Tiene meses esperando esas muestras y ahora solo las ve por encima. ¿Quién es la joven?

    —Una chiquilla de diecisiete años —sentenció tomándose de sopetón el trago.

    —Para el amor no hay edad. No se deje llevar por los tabúes y las normas sociales —y sin más salió de la lujosa oficina. Dejando solo a Sesshoumaru.

    —Normas sociales —bufó socarrón y terminó de concentrarse en su trabajo.

    *** ​
    —¡Estoy exhausta! —se tiró en la cama de InuYasha—. ¡Ah! Que bien, una camita suave —vociferó con alegría mientras cerraba los ojos.

    —Eres una floja. Hazme espacio —le empujó acostándose a su lado. Suavemente Kagome se volteo quedando ambos frente a frente.

    —Claro que no. Yo no sabía que iba a tener que bailar —chilló apretando una almohada y mirando esos ojos topacio que le encantaban.

    —Siento haberte llamado Kikyo anoche —aquello salio en un murmullo imprevisto. InuYasha la miraba atentamente esperando su reacción.

    —¡Y-o! Pensé que no lo recordabas —su voz fue baja y su rostro tomo un color carmín hermoso.

    —Sí. Sí lo recuerdo. Y no me gusta que duermas con Sesshoumaru, no me gusta como te mira Jakotsu y no me gusta que nadie te vea.

    Kagome frunció el ceño confundida. Extrañamente su corazón latía disparado. Lo oía latir en su cabeza. Sus ojos se dilataron cuando InuYasha se le montó encima y aprisiono sus muñecas. La boca se le seco y un calor la envolvió cuando el bajo una mano por su cintura y la estrechó a su cuerpo.

    —Eres solo mía —y se fundieron en un beso.
    Bueno chicas, aquí les dejo la continuación. Espero que de verdad les guste y no se olviden de dejar sus opiniones, son muy importantes para mi.
     
  15.  
    Heather

    Heather Fanático

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    Re: Gallardía: La historia de mi vida.

    Ahhhhhhhhhhhhh. Que emoción, adoro este triangulo amoroso, y más sí es en lemmon. Ok no, eso no x'D

    Jajaja, me imagino la rabia de Sesshu al ver a Inuyasha llegar, mejo dicho al ver que interrumpió la escena tan exótica.

    Espero que en esa fiesta de gala, seas más especifica, ya que vos sos rápida describiendo.

    PD: Creo que fuí la primera en postear. Yupi!!!
     
  16.  
    Pan-chan

    Pan-chan Fanático

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    Re: Gallardía: La historia de mi vida.

    Kyaaaaaaaaaa!!!!! te mato!!! -.-

    Ya sabía que la relación de Kagome y Sesshomaru no iba a ser tan facil como me lo esperaba, Inuyasha si siente algo fuerte por ella,a pesar de que está comprometido con Kikyo, pero bueno...al menos fue un capítulo muy interesante (risa pervertida XD)

    Kagome es un poco...osada, por no decir la palabra venezolana que tu y yo conocemos, no se decide entre Inuyasha y Sesshomaru, por cualquiera de los dos se ruboriza y no controla sus impulsos, aunque bueno, con esos ejemplares ¿Quien lo haría? XD

    Espero que no le de falsas esperanzas a Inuyasha, después de todo ella siente más atraccion por Sesshomaru (y no la culpo), tampoco es justo que Inuyasha esté comprometido con Kikyo si la que le interesa es Kagome, a menos que solo se haya conseguido una novia para darle celos a su amiga (es una estrategia muy estupida que suelen usar los hombres)

    En fin, no tengo queja alguna, me fascinó este capítulo, las cosas se ponen muy ardientes:cool:, espero la conti, bye!
     
  17.  
    VickyGothic

    VickyGothic Usuario común

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    Re: Gallardía: La historia de mi vida.

    Que raroo alguien interrumpiendo en los momentos tan intensos!ojitos , buaa!! nu me gusto la interrupcion pero casi siempre pasa asi xD , ps no se aun inu y kag se sienten recelosos hacia otros de su amistad con derecho xD

    Sessh ahs!! que hombre mas complicado! pero asi lo amo :D espero que se deje de tonterias y lo intente con kag si es que se decide por el
     
  18.  
    Ami Hoshi

    Ami Hoshi Usuario común

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    Gallardía: La historia de mi vida.
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    Re: Gallardía: La historia de mi vida.

    Barbie Girl: Me alegro que te guste. No sé, pero creo que están desesperados por el lemon. Tranquila que si viene, faltan de uno a dos capitulos más o menos. Es que sí te soy sincera estoy en una disyuntiba, si colocarlo en la boca, o después de la fiesta. :S

    Pan-chan:
    xD ¡No seas mala! Ella no es "eso" sólo esta confundida, piensa que a lo mejor puede perder a su amigo, y tal vez todo eso la lleva a ser un poco indecisa. Espero y te agrade este capitulo.

    VickyGothic:
    paciencia, pronto todo se va a ir aclarando. Luego de este capitulo las cosas se van a poner aún más interesantes. :)

    Capitulo XIII
    Noche mágica.​
    Quisiera ser la tierra sosteniéndote
    la seda que toca tu piel
    quisiera ser el agua que calma tu sed
    quisiera ser el sol iluminándote
    la brisa del otoño el tiempo que
    no pasa cuando estoy mirándote.
    Las respiraciones agitadas. Ambos sonrojados, con los ojos cerrados y las frentes pegadas. Ninguno sin saber que decir. ¿Qué se dice en momentos donde es mejor callar?

    —Es mejor que me valla —susurró despacio.

    Aún no podía mirarlo a la cara. Parecía que nunca podría hacerlo. Primero por la forma tan salvaje a la que había respondido a sus caricias, segundo: ¡Era su mejor amigo! Los mejores amigos no se besan de esa forma. Con cuidado se paró y fue hasta la puerta, pero una mano se aferró a la de ella y no la dejó ir.

    —Lo siento. No debí hacerlo, pero —su voz se apagó y tuvo que buscar su cara. Con cariño la tomaba del mentón.

    —InuYasha te vas a casar. Entiendes, a casar. No puedes…—y otra vez sucedió. Sus labios chocaron, corrientes eléctricas viajaban por sus nervios y su corazón, su corazón, ese que la tenía tan confundida, iba a estallar y no sabía por qué. ¿De verdad amaba a InuYasha? O ¿sólo eran celos?

    —Lo sé. Lo sé —repetía dentro del beso. Pero ninguno se separaba.

    —Olvidemos esto. Hagamos como que nada paso. Sí —él la miró y con tristeza aceptó. No quería separarse de ella, pero tenía un deber que cumplir y era con Kikyo. Sí la quería pero se estaba enamorando de Kagome.

    —Te acompaño a la puerta —ambos asintieron y en un extraño silencio bajaron.

    *** ​
    —¡No Miroku basta! ¡Alguien puede venir! —reía Sango intentando escapar de los brazos traviesos de Miroku. El joven le besaba el cuello y a la vez se lo lamía sacándole risas y carcajadas.

    —¿Quién puede venir?

    ***​
    Mientras descendían por las escaleras Kagome se le guindó del brazo como siempre e InuYasha tontamente le sonrió.

    —¿Qué son esas risas? —pregunto InuYasha frunciendo el ceño.

    —Parece. Parece la voz de Sango —y en eso escucharon: ¡No Miroku!. Sin darse cuenta, ellos dos se asomaron con cuidado para ver a la pareja que se besaba con deseo.

    —Este no pierde el tiempo —rió InuYasha.

    —Tengo como dos semanas que no la veo y todo es porque está con tú hermano —rabeó en voz baja.

    —¡Hey! No te enojes, es normal —rió InuYasha.

    —¿Qué es normal? Él también se va a casar, es costumbre de ustedes engañar a sus casi esposas —y molesta se soltó y se fue.

    —¿Qué le paso? —murmuró rascándose la cabeza—. ¿Acaso no lo sabe?

    *** ​
    —¡Baka InuYasha! ¡Baka Miroku! ¡Baka Sango! Todos son unos ba…—se paró al ver a Sesshoumaru caminar cabizbajo. Parecía bastante cansado—. ¿Estás bien?

    —No. —ella lo miró como levantaba la cabeza y la traspasaba con sus ojos dorados. Casi se desmaya, ¿por qué el tenía que causar esas reacciones en ella? ¿Qué era lo que sentía por él?

    —¿Te puedo ayudar en algo? —él la miró con desdén y le acarició la mejilla volviéndola escarlata por el roce.

    —No —y por primera vez la ignoró y se fue. Estaba agotado tanto mental como físicamente. Ella ocupaba todos sus pensamientos y tenerla cerca era llevarse más al límite. Sólo quería tomar un baño caliente, hacer el amor con alguna de sus tantas chicas y dormir.

    —…Ya veo. Estás molesto por lo de está mañana.

    Murmuró cabizbaja antes de que él entrara. No sabía por qué su corazón se oprimía de esa forma. Quería llorar, correr gritarle. Pero no sabía por qué. Además sentía que lo había traicionado. Su cabeza y su corazón le gritaban esto.

    —¿Compraron el vestido? —preguntó mirándola fijamente.

    —Sí. Está muy lindo. Gracias —ambos se quedaron en silencio—. ¿Me acompañas a mi casa?

    Su cara estaba totalmente roja. Nerviosamente jugaba con su cabello. Sin que ella lo notara una pequeña sonrisa curvó sus labios.

    —Vamos —con gracia y elegancia le abrió la puerta del auto. Ella le sonrió con inocencia y subió.

    En el trayecto a su casa todo había sido en silencio. Ninguno sabía que decir luego de lo sucedido en la mañana. Kagome solo quería salir corriendo pero también quería quedarse un rato con Sesshoumaru. Desde que lo había conocido sabía que era un hombre bastante frío. Aunque con ella siempre era atento y hasta amable. Más parecía no mostrarse tal cual como era.

    —Por qué no le dices mamá a la Sra. Izoyai —preguntó tratando de romper el hielo.

    —Porque no es mi madre —sentenció rudo. Lo miró un poco asombrada y no continuó hablando, no quería ofenderlo de nuevo. Por otro lado Sesshoumaru se arrepentía de haberle contestado de esa forma. Sabía que ella no tenía la culpa.

    —¡Uhm! —al llegar ella se volteó y observó embelezada su perfil—. Siento haberte ofendido. Gracias por traerme.

    Se bajó del auto y ni siquiera se despidió con el acostumbrado beso en la mejilla. Sesshoumaru rápido la intercepto en la puerta.

    —Mi madre murió cuando tenía doce años. Inu-Taisho se volvió a casar y así fue como nació InuYasha. Somos realmente medios hermanos —a pesar de que la había detenido su cara no dejaba de reflejar ese aspecto duro.

    —Gracias por decírmelo —y cariñosamente le sonrió. Antes de que ella entrara Sesshoumaru la tomó con suavidad de la mano, haciéndola ruborizar.

    Quiero besarte —pensó para si mismo. La morocha lo veía a los ojos fijamente, como nadie lo hacia. Sólo ella lograba penetrar su pared de hielo, sólo ella parecía lo suficientemente fuerte para estar a su lado. Kagome se ponía nerviosa a cada minuto, la manera tan intensa en como esos soles la miraban la hacían perderse, agitarse y desear cosas que no debería.

    Él sólo la miraba y no hablaba. Aumentando su desespero y ganas de besarlo. Tenía que contenerse nadie estaba en la casa. Los chicos habían adoptado una costumbre de vivir casi, prácticamente en casa de Ayame.

    —¿Quieres comer algo? Tienes cara de que no has comido en años —habló de manera apresurada. Lo vio asentir y ambos entraron a la casa. Ella encendió las luces, mientras también le encendía el televisor y ponía Fox—. Sí quieres puedes cambiarlo —y le entregó el control.

    En la cocina, coloco un agua a hervir y fue picando diferentes cosas. Poco a poco la pasta estuvo lista y la salsa boloñesa también. Cuando fue a ver a Sesshoumaru éste yacía dormido sobre el sofá.

    —Pobrecito. Debió tener un día muy duro…Es tan hermoso —dijo en voz baja. Sus ojos miraban con interés su piel pálida, suave al tacto. Los labios entre abiertos y el pelo platino, que brillaba con aspecto suave. No cargaba la chaqueta y se veía el comienzo de su pecho, ese en el que se había perdido en la mañana, o el que le hacía pensar cosas que no debería.

    —¿Te gusta lo que ves? —habló una voz baja y ronca. Los vellos se le erizaron al notar que estaba mirándola.

    —¡Eh! La comida ya está lista. Ven —sin darle tiempo salió apresurada para la cocina. Sentía el calor agolpársele en las mejillas.

    —Gracias —dijo Sesshoumaru mientras comía con elegancia. En todo el tiempo que tenía conociéndolo había notado que todo él estaba lleno de elegancia. Una finura digna de un rey, un paso tan desenvuelto y sereno que le daba un toque sensual y gallardo.

    —A la orden —sonrió y ambos comieron sus alimentos. Ninguno hablo, o se miraban, o se enfocaban en el plato de comida que tenían. Cuando terminaron Kagome recogió los platos y se dispuso a lavarlos.

    —¿Vas a ir trabajar? —pregunto Sesshoumaru.

    —Sí, tengo que terminar aquí y me voy —respondió. Amando en silencio la intimidad que ambos podían compartir. Había llegado a apreciar como los ojos de Sesshoumaru se derretían cuando ambos estaban en posiciones comprometedoras, o como se iluminaban cuando se encontraban. Era un espectáculo, que algo dentro de sí le decía que era solo para ella. Y le gustaba, amaba todo lo que él era.

    Estaba tan ensimismada en sus pensamientos que no sintió los dulces brazos de Sesshouaru envolverla hasta que besó su cuello.

    —¿Qué haces? —murmuró en un suspiro. InuYasha podía ponerla patas para arriba, pero Sesshoumaru la hacía olvidarse de todo con solo tocarla. Era algo mágico y estupido.

    Él no respondió, solo la abrazó con mucha más fuerza. Pegando ambos cuerpos, sintiéndose queridos. Aquella simple muestra de afecto se podía interpretar de diferentes formas; amor, cariño, respeto, soledad. No hacía falta palabras, solamente estar juntos.

    —No vallas —susurró en su oído.

    —Tengo que ir —gimió secándose las manos y dándose la vuelta.

    —Quédate conmigo —pidió por primera vez. Los ojos de Kagome se ensancharon y su corazón comenzó a latir desbocado de nuevo. Ambos sabían que no podían ocultar más sus sentimientos, era algo inevitable. Ellos se querían, se necesitaban. Ambos compartían un misticismo, esos segundos, horas y días siempre se grababan en sus mentes.

    Cada actitud del otro quedaba registrada en sus sistemas. Algo que ya no podían obviar. No querían, no debían.

    —Está bien —asintió. Fue hasta el teléfono y fingió su mejor voz de enferma. Esa noche fue diferente para los dos. No hubo necesidad de caricias, besos o posiciones embarazosas, si no dos personas con ganas de conocerse. Con necesidad de afecto. Porque aunque ninguno lo dijera los dos tenían muchas cosas en común.

    No solo eran los fuertes temperamentos, si no la manera de ver el mundo. La falta de una madre y los objetivos y metas que deseaban. Esa noche fue a su forma mágica para los dos. Una noche donde no fue necesaria adornarla con velas e incienso, si no dos amantes con esperanza de encontrar compañía, con el deseo de permanecer así por el resto de sus días.
     
  19.  
    Pan-chan

    Pan-chan Fanático

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    Pluma de
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    Re: Gallardía: La historia de mi vida.

    Wii conti conti!! :D

    Cada vez narras mejor, esa forma que tienes de expresar los sentimientos de los personajes, las situaciones "atrevidas" y el mar de confusiones de Kagome, lo haces con tanta facilidad que incluso llego a reproducir una pequeña pelicula en mi mente. Te felicito por eso, nunca me he aburrido con un capítulo tuyo.

    No es de sorprenderse que Sesshomaru se haya molestado, y eso que no vio el segundo beso que se dieron ._., allí si se habría enfurecido!
    Haré caso omiso a mi opinión sobre Kagome, ya que me dices que solo es una chica confundida (ya quisiera yo confundirme asi con dos galanazos jaja!!) y por lo que dijo Inuyasha caaaasi creo que Sango está comprometida con Miroku:P.

    Me agradó la ultima parte, donde Kagome y Sesshomaru se quedan solos, para conocerse mejor, no hubo besos, ni situaciones comprometedoras, pero igual me pareció muy romantico OMG tu fic se está volviendo una droga para mí XD

    Me despido, anhelando que pongas conti pronto, sigue así amiga eres muy buena en esto.
     
  20.  
    LadyWitheRose

    LadyWitheRose Usuario común

    Acuario
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    Pluma de
    Escritora
    Re: Gallardía: La historia de mi vida.

    Hola Hola jejeje
    aqui pasando por este foro tambien para leer tu fic en verdad que me has dejado impresionada jejeje
    creo que muy pronto veremos algo mas intenso en esta parejita..pero no recuerdo la edad de Sesshomaru en este fic se que es mas grande que ella pero...esta tanta la diferencia??...xD....bueno te seguire aqui y en el otro foro ejejeje...xD...nos leemos..
     
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