[Galar] Nueva Puntera

Nikolah Cruz

El viaje en el avión se pasó volando. Je, volando. Pero en serio, transcurrió super rápido. Era la primera vez que viajaba en avión, y la experiencia no había dejado de sorprenderme. El paisaje desde el aire era similar a lo que ya había visto volando con Rayquaza y Dewho, pero era distinto al mismo tiempo. Verlo a través de una ventanilla tenía otro aire, daba otra sensación. También todas las instrucciones, parecía una danza coreografiada, con las azafatas haciendo todas las demostraciones con los cinturones y los chalecos salvavidas y máscaras de oxígeno. La comida no era muy buena, eso sí, pero no me iba a quejar. Lo único que me molestó de toda la experiencia era que los asientos estaban medio cerca uno del otro, y las piernas terminaron doliéndome horrores. Tuve que masajearlas de manera constante durante todo el viaje.

— ¿Cómo crees que será la nueva región? ¿Qué pokémon crees que nos encontraremos? ¿Qué tipo de personas vivirán allí? ¿Cuáles serán sus sánguches tradicionales? ¿Hará mucho frío? ¿O mucho calor? ¿Será todo muy grande? ¿Muy chico? ¿Tendrá dos lunas? No espera, deberían tener la misma cantidad de lunas que nosotros. ¿Pero y si no? ¿La habitarán solo pokémon, o pokémon-personas? ¿Qué significará Gérie? ¿Se puede pasar al baño ahora? ¿Qué es una turbulencia?

Ametrallé de preguntas a Elisa durante todo el trayecto, sin darme un segundo a respirar. Exudaba demasiada energía, y tenía que soltarla por algún lado.

El avión al final carreteó al entrar en la pista. Ya había visto la ciudad desde las alturas, y me había pegado a la ventanilla. Nunca había visto algo así. Esos edificios, esas formas. Todo era muy único. En cuanto la señal de que ya podíamos pararnos se iluminó en el tablero, salí disparado hacia afuera. Luego me di cuenta que me estaba olvidando a Talía, así que volví, ignorando las quejas del resto de pasajeros en mi ciega emoción, recogí a mi hermanita, y volví a emerger en Gérie. Alcé la cabeza, intentando mirar absolutamente todo a la vez. Me tambaleé, debido a todo lo nuevo que había allí. Había dos enormes edificios con cúpulas de color azul, que me llamaron la atención. Pero lo que se terminó de robarlo del todo fue un enorme periscopio que salía de un edificio con techo de cristal.

En cuanto Elisa terminó de bajar, la tomé de la mano, y salí raudo, corriendo hacia allí.

— ¡Vamos El, vayamos a ver ese lente enorme!— exclamé, emocionado, mientras arrastraba conmigo a la chica.

Contenido oculto

So yeah, al lab nomás (?

 

Y fue mientras Givan, Aleck y Cayden estaban charlando con Paul sobre diversos asuntos cuando aparecieron Talía, Nikolah y Elisa. ¡Caray, de pronto se habían reunido muchísima gente en aquel... estercolero, por llamarlo de alguna forma! Paul reaccionó sorprendido ante la llegada de los tres nuevos visitantes.

—Oh, ehm, ¿hola? ¿Quiénes sois...? ¡¡Ah!! ¡Cierto! ¡La jefa me habló de vosotros, qué cabeza! ¡¡Los nuevos de Galeia!! ¡Ay, que se me había olvidado! ¡Ehm... no he preparado nada para vosotros, ay! B-Bueno, no pasa nada. ¡Chicos, estos son... uhm, no me acuerdo de los nombres! Pero son ciudadanos de por aquí, de Gérie, que están empezando su viaje aquí, ¡patrocinados de la jefa, la profesora Sonia! Y por lo que he oído, os va a tomar a vosotros también como patrocinados, ¿eh? —miró entonces a Cayden y al resto, sonriente—. Y chicos, estos son muchachos de Galeia, una región extranjera. ¡Van a ser vuestros compis! ¡Así que presentaos y eso, eh, que tenéis que llevaros bien!

Fue entonces cuando un Grookey saltó sobre la cabeza de Paul, y, curioso, miró a los recién llegados. Un Sobble, asustado, se escondió tras su pierna, mirándolos a escondidas. Y, mientras, un Scorbunny comenzó a correr a su alrededor, nervioso e intranquilo por la llegada.

—Ah, parece que estos tres se han interesado en vosotros... ¡son tres de los más fuertes de todos los pequeñines que tengo por aquí! ¡Ya lo tengo! ¡Llevaos a estos tres pequeñines como compañeros! ¿Qué os parece la idea?

Contenido oculto

Bien, pues tenéis aquí a vuestros tres futuros compañeros! Debéis elegir uno cada uno, así que no vale repetir :0 Empezaréis, como Cayden, Aleck y Givan, con el inicial a algo más de nivel, ¡y también os daré en el futuro próximo a un pokémon extra! Así pues, podéis decirme cualquier pokémon en primera fase evolutiva que esté en la pokédex de Gérie, tema que encontraréis en el subforo. ¡Tened cabeza y pedid algo, ya que estáis, que no podáis conseguir fácilmente al inicio, ya que vais a poder capturar en breve! Aprovechad la oportunidad.

Este segundo compañero lo obtendréis más adelante, pero dejadmelo dicho por cualquier vía, sea aquí, en mi perfil, en privado, como sea. Si queréis consejo, pedídmelo.

Y por lo demás, aprovechad ahora para presentaros entre los seis y tal :D Y cuando estéis listo, escoged a vuestro compañero

Contenido oculto: Grookey

GROOKEY: Planta
Lvl: 8 (170)
Salud: 110/110
AP: 100/100
Ataque: 72
Defensa: 55
Ataque especial: 42
Defensa especial: 45
Velocidad: 68 (<51)
Habilidades pasivas:
- Espesura: potencia de habilidades tipo planta x2 cuando sus PS bajan de 1/3.
Habilidades activas:
- Arañazo (20 Potencia, Normal, físico, -5 AP)
- Punzada rama (20 Potencia, Planta, físico. -5 AP)
- Malicioso (baja en un 50% la defensa física del rival durante dos turnos. -30 AP)
- Mofa (impide al rivaal usar movimientos no ofensivos por 2 turnos. -20 AP)
FICHA COMPLETA:

Contenido oculto

GROOKEY: Planta
Lvl: 8
Salud: 110/110 (60%)
AP: 100/100
Ataque: 72 (80%)
Defensa: 55 (60%)
Ataque especial: 42 (20%)
Defensa especial: 45 (50%)
Velocidad: 68 (30%)
Habilidades pasivas:
- Espesura: potencia de habilidades tipo planta x2 cuando sus PS bajan de 1/3.
Habilidades activas:
- Arañazo (20 Potencia, Normal, físico, -5 AP)
- Punzada rama (20 Potencia, Planta, físico. -5 AP)
- Malicioso (baja en un 50% la defensa física del rival durante dos turnos. -30 AP)
- Mofa (impide al rivaal usar movimientos no ofensivos por 2 turnos. -20 AP)
Habilidades de campo:
- Agricultura (puede recoger frutas y verduras de zonas de recolección)

Contenido oculto

Registro de subidas:
+10 PS
+7 Ataque
+5 Defensa
+ 2 Ataque especial
+ 5 Defensa especial
+ 3 Velocidad

Contenido oculto: Scorbunny

SCORBUNNY: Fuego
Lvl: 8 (170)
Salud: 110/110
AP: 100/100
Ataque: 77
Defensa: 44
Ataque Especial: 42
Defensa Especial: 44
Velocidad: 75 (<56)
Habilidades pasivas:
- Mar llamas: potencia de habilidades de tipo fuego x2 cuando sus PS bajan de 1/3
Habilidades activas:
- Placaje (20 Potencia, Normal, físico, -5 AP)
- Ascuas (20 Potencia, Fuego, especial. -5 AP)
- Gruñido (baja en un 50% el ataque físico rival por dos turnos. -25 AP)
- Ataque rápido (30 Potencia, Normal, físico, si se usa en un ataque doble la potencia será 50. -12 AP)
FICHA COMPLETA:

Contenido oculto

SCORBUNNY: Fuego
Lvl: 8 (170)
Salud: 110/110 (50%)
AP: 100/100
Ataque: 77 (80%)
Defensa: 44 (30%)
Ataque Especial: 42 (40%)
Defensa Especial: 44 (30%)
Velocidad: 75 (70%)
Habilidades pasivas:
- Mar llamas: potencia de habilidades de tipo fuego x2 cuando sus PS bajan de 1/3
Habilidades activas:
- Placaje (20 Potencia, Normal, físico, -5 AP)
- Ascuas (20 Potencia, Fuego, especial. -5 AP)
- Gruñido (baja en un 50% el ataque físico rival por dos turnos. -25 AP)
- Ataque rápido (30 Potencia, Normal, físico, si se usa en un ataque doble la potencia será 50. -12 AP)
Habilidades de campo:
- Minería (puede recoger minerales de zonas de recolección)

Contenido oculto

Registro de subidas:
+10 PS
+6 Ataque
+4 Defensa
+2 Ataque especial
+4 Defensa especial
+6 Velocidad

Contenido oculto: Sobble

SOBBLE: Agua
Lvl 8 (170)
Salud: 110/110
AP: 100/100
Ataque: 43
Defensa: 42 (20%)
Ataque especial: 77
Defensa especial: 42
Velocidad: 77 (<58)
Habilidades pasivas:
- Torrente: potencia de habilidades de tipo agua x2 cuando los PS bajan de 1/3
Habilidades activas:
- Destructor (20 Potencia, Normal, físico. -5 AP)
- Pistola agua (30 Potencia, Agua, especial. -8 AP)
- Gruñido (baja en un 50% el ataque físico del rival por dos turnos. -25 AP)
- Ojos llorosos (-25% ataque y -25% ataque especial del rival por dos turnos. -20 AP)
FICHA COMPLETA:

Contenido oculto

SOBBLE: Agua
Lvl 8 (170)
Salud: 110/110 (40%)
AP: 100/100
Ataque: 43 (40%)
Defensa: 42 (20%)
Ataque especial: 77 (90%)
Defensa especial: 42 (30%)
Velocidad: 77 (80%)
Habilidades pasivas:
- Torrente: potencia de habilidades de tipo agua x2 cuando los PS bajan de 1/3
Habilidades activas:
- Destructor (20 Potencia, Normal, físico. -5 AP)
- Pistola agua (30 Potencia, Agua, especial. -8 AP)
- Gruñido (baja en un 50% el ataque físico del rival por dos turnos. -25 AP)
Habilidades de campo:
- Pesca (puede recoger conchas y peces de puntos de recolección)

Contenido oculto

Registro de subidas:
+10 PS
+3 Ataque
+2 Defensa
+7 Ataque especial
+2 Defensa especial
+7 Velocidad

 

Nikolah Cruz

Entré como una tromba al edificio, y antes de que pudiera darme cuenta, estaba resbalando con alguna substancia que había en el suelo. Llegué a soltar la mano de Elisa antes de llevármela de prepo por mi fugaz y desordenado paseo por el laboratorio.

— ¡Hola! ¡Chau!— saludé a las personas que se habían congregado allí, pasando de largo.

Salí de su ángulo de visión, y luego se escucharon varios sonidos de cosas rompiéndose, a medida que me iba llevando puesto diversos elementos. Terminé dentro de un pequeño armario de limpieza, y volví con el grupo, con un trapeador en la cabeza y una inmensa sonrisa en el rostro.

— Buenas, ¿esto es un observatorio, no? Les pediría ver las estrellas, pero ya me pegué un porrazo, así que no hace falta.

Solté una carcajada nasal ante mi propia broma. Sin embargo, luego me fijé en el desastre que había en esa habitación. Me saqué el trapeador de la cabeza, curioso, mientras observaba a todos los pokémon dando vueltas por allí, así como también a los otros chicos que había en el cuarto. Pestañeé curioso, mientras aquel joven enfundado en una bata de laboratorio hablaba con un poco de tartamudeo, y decía cosas como patrocinadores, sobre su jefa Sonia, sobre que los otros chicos eran nativos de acá y no sé que otra cosa.

No pude prestarle un cuerno de atención, porque mi mirada fue robada por un pequeño pokémon que se posó en la cabeza del batoso. Clavé sus ojos en él, mientras este hacía lo mismo. Nos quedamos quietos, ambos sin mover un músculo durante varios segundos. De improviso, yo lo señalé. Él hizo lo mismo. Cada uno saltó en la dirección del otro, con una mano en alto. Ambos chocamos los cinco del otro, una expresión extremadamente seria en el rostro de cada uno. Nos dimos la espalda, y nos miramos por encima del hombro, asintiendo solemnemente.

Miré con una expresión neutra al que suponía que era el profesor.

— Ahora somos compañeros. Es la ley de la calle.

Luego, con una sonrisa radiante en el rostro y Grookey subido al hombro, miré al resto de los muchachos, y los saludé enérgicamente.

— ¡Hola! Soy Nikolah, un gusto. Acabamos de llegar acá a Gérie y lo primero que vi fue este edificio que me llamó mucho la atención y pensé que era como un observatorio pero en realidad parece que es una especie de granja pero es la primera vez que veo una granja de este estilo toda blanca y demás y no sé que otra cosa dijeron de los patrocinadores. Y tengo hambre.

Inhaló profundamente. No había respirado en ningún momento en esa oración. Todavía estaba medio agitado por el viaje y todas las emociones nuevas.

Contenido oculto

Güeno, pues me lo canto al mono. Y ya que estamos, también elijo a Dreepy como el puchamon extra :D

 

Aleck Graham

Con que...Una leyenda ¿Eh? Quien lo diría, Lochie estaba destinado a ser grande, literal y metafóricamente, y mira que ya es bastante pesado ¿Cómo será cuando se convierta en un Lapras? Será mejor que nos pongamos a trabajar en eso de "Armadura Acida". Tanto Cay cómo Gen le hicieron unas cuantas preguntas más al profesor, consejos sobre capturas y recolección me pareció escuchar, quizás debí prestar más atención, me hacía aun falta llenar huecos en el equipo.

Justo cuando estaba por retirarme del laboratorio otros chicos entraban al lugar, sobre todo un chico rubio bastante hablador, pero terriblemente simpático, no pude evitar reír al escuchar su comentario sobre el observatorio y su pequeño incidente con el armario; disfrutaba de conocer gente que se toma la vida con algo más de humor. El chico fue el primero en acercarse al profesor, parecía que habían llegado para recibir un Pokémon, aun cuando no conocía de nada al tipo, aun cuando nuestro viaje había comenzado hacía poco, no pude evitar conmoverme con la escena, recibir un inicial siempre es un momento mágico, aun si el chico ya tenía algo de experiencia como entrenador ¡Había elegido a Grookey! Justo cómo yo, este chico ya tenía 20 puntos ganados para agradarme.

— ¡Hey has elegido al macaco, justo cómo yo! — Tomé la Pokeball de mi cinturón y saqué a mi propio Grookey, el cual ni corto ni perezoso saltó sobre mi cabeza y comenzó a realizar ritmos con mi cráneo y su palito .— Estos pequeños sin dudas son una cosa especial ¿No? La verdad se podría decir que él me eligió a mí....¡Agh, pero que cabeza la mía! Mi nombre es Aleck, un placer conocerte Nikolah.

 

Elisa Daroch.

El viaje a Gérie había sido de todo menos tranquilo, con Niko dando vueltas en su asiento lleno de excitación, me recordó a un cachorro de Poochyena, animado y queriendo atención. había sido un acierto cederle el asiento de la ventana, aunque el espacio era más reducido, había valido la pena por el como miraba la ventana lleno de emoción, haciendo pregunta tras pregunta que realmente no supe responder.

Claro que el dejarle la ventana fue un problema cuando pudimos bajar del avión, salió disparado en dirección a la puerta, dejándonos a Talía y a mí aún con el cinturón puesto, había soltado una risa, desabrochándolo para buscar mi bolso que había quedado bajo el asiento del frente. Cuando ya tenía revisado que todo estuviese en su lugar me gire al asiento de Talía, donde la rubia aún dormía placidamente, wow, esa chica llevaba un buen tiempo dormida, estaba por intentar despertarla, cuando la repentina llegada de Nikolah para llevársela me interrumpió. Eso había sido interesante.

Al final tarde un poco más en bajar del avión, el movimiento ajetreado de las personas a mi alrededor me habían demorado el poder bajar. Ya fuera del avión y del aeropuerto dar con Niko no había sido difícil, el chico era tan alto que su cabellera rubia destacaba por sobre la multitud. Cuando me estaba acercando a él me tomo de la mano emocionado y salió corriendo, diciendo que quería ver un lente enorme.

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Al final Nikolah nos había llevado arrastrando al laboratorio, me había costado un poco seguirle el paso, pero me maneje para no caerme por lo rápido que iba. Aunque cuando llegamos el problema fue que Nikolah no supo detener su emoción, resbalando con algo y arrastrándose por el piso solo me tiro un segundo antes de soltar mi mano para no llevarme con él, tuve que recuperar el equilibrio para no car yo, tenía una ligera mirada de preocupación por los sonidos del desastre que estaba creando, acabábamos de llegar a la región y ya estábamos creando un desastre.

Al final apareció con una sonrisa y un trapeador en la cabeza, mientras, el profesor de la región nos daba una bienvenida al laboratorio, sonreí aún un poco avergonzada, escuchado atenta la explicación de Paul sobre quienes somos y quienes son los otros chicos que estaban aquí. Luego aparecieron los que suponía eran los iniciales de la región, recordaba haber leído un poco sobre la fauna local en el avión camino aquí. Los tres se veían realmente con personalidades distintas, pero eran absolutamente adorables. Mis ojos brillaron con emoción.

Había uno que correteaba por todos lados emocionado por las nuevas personas, se veía activo y animado, además de absolutamente adorable. Me agaché un poco a su altura, notando como mi gesto llamaba su atención, corrió hacia mí, dando saltos en su lugar cuando llego a mi lado, le mostré una sonrisa antes de colocar una manos sobre su cabeza, gesto que apreció con cariño, buscando el contacto. Cuando me volví a levantar extendí los brazos, dejando que pegue un salto para acomodarse en ellos, definitivamente seríamos amigos.

—Creo que Scorbunny es el indicado para mí —comente con una sonrisa, volviendo a acariciar la cabeza de mi nuevo compañero.

Luego pude prestar atención al resto de las personas en el laboratorio, mostrando una sonrisa mientras escuchaba sus presentaciones.

—Hola, un gusto, soy Elisa —me presenté con un movimiento de cabeza —, soy originaria de Hoenn, pero mi aventura la comencé en Galeia, un placer conocerlos.

Contenido oculto

¿Por qué me hacen hacer post tan grandes?, que yo no se existir weón.

Como sea, ya lo había avisado a Devido, pero mi otro pokémon será Litwick, porque tengo un imperio fantasma que formar (?

 

Mientras estaban presentándose los chicos, Paul se había alejado un poco. Parecía estar hablando con alguien por una videollamada... en todo caso, tan pronto como se reunió con el grupo de nuevo, sonriente, les dijo:

—Bueno, ¡pues bienvenidos, vosotros tres! Espero que los seis hagáis buenas migas, ¡por lo que sé vais a ser todos patrocinados de Sonia, así que hala, con valor!

>> Ahora deberíais volver a Frontera. S-Si os soy sincero no he hecho más Aspirurios, pero... ¡volved luego, primero hablad con Sonia y ya veremos qué hacemos! Se me acumula el trabajo, ay. ¿Podríais poner al día a los nuevos, Givan y los demás? ¡Sobre lo del metal y todo eso!

>> Ah, y ya veo que esos pequeñines os han cogido cariño, ¿eh? ¡Espero que os llevéis bien!

Y, tras eso... supongo que era hora de seguir el camino, ¿no?

Vuestras fichas serán creadas en breve.
Voy a asignarle a Talía a Sobble, porque no queda otro vaya.

 

Aleck Graham

El profesor se había alejado de nosotros por unos segundos, parecía que estaba en una videollamada, mientras tanto, la otra chica que se encontraba en el laboratorio, Elisa, se presento con nosotros, parecía muy tranquila y afable, era bueno conocer una chica que no fuera una potencial asesina en serie, contesté a su saludo con una gentil y breve reverencia ¿Con que era de Hoenn? Había escuchado algo sobre ese lugar, decían que era un sitio bellísimo para vacacionar, pero parecía que todos estos chicos venían de Galeia...¿Cómo sería esa región?

Momentos después de eso, mientras seguía absorto en mis pensamientos, Paul regresó, sólo para comentarnos que los tres chicos también serían patrocinados por Sonia ¡Genial, a más gente mejor! Además ellos ya había estado viajando en su propia región, así que definitivamente estarían más experimentados que nosotros y podríamos aprender unas cuantas cosas de ellos; aunque ahora que lo pienso, eso significaría que Neil sería el único sin un patrocinador, vaya, pobre chico.

El profesor entonces nos pidió explicarles un poco sobre cómo funcionaban las cosas aquí y cual era nuestro encargo para la profesora Sonia; Gen se nos adelanto y comenzó a explicar de manera magistral todo lo que sabíamos y debíamos hacer ¡Parece que tenemos un futuro profesor también! ¿Eh? Givan era toda un caja de sorpresas. Mientras el seguía explicando nuestra misión, me tomé la molestia de guardar nuevamente a mi Grookey en su Pokeball antes de que siguiera perforando mi cabeza.

Cuando la explicación del futuro profesor Givan concluyó, ya no había mucho que hacer en el laboratorio, nuestro siguiente objetivo era volver a Pueblo Frontera y probablemente después de eso habría que volver a Gérie, al final de cuentas, esto era Galar ¿No?

— Muy bien chicos, ustedes son nuevos aquí, nosotros somos primerizos ¡Es una combinación ganadora! ¡Adelante, que tenemos una región que conquistar! —Acompañado de Cayden, Givan y el buen Neil, salimos de laboratorio para poner rumbo a Pueblo Frontera.— ¡Ah,sí, la aspiradora! Casi lo olvidaba.

 

Nikolah Cruz

Escuché con una sonrisa todo lo que... ¿Gen? ¿Gin? ¿Glen? estaba explicando, aunque tan solo retuve como un cuarto de todo. Lo que me quedó es que teníamos que encontrarnos con una tal Sonia en otro pueblo, teníamos una aspiradora para encontrar metal, y que la artesanía era importante acá. ¿Qué la artesanía era importante? Vaya, eso eran buenas noticias. Tal vez podría hacer origami en el camino, y eso ayudara en algo. O tal no ayudara en absolutamente nada. Bueno, en realidad sí me ayudaría. A distraerme al menos. Aunque no sé si lo mejor era distraerme ahora.

Hice un repaso mental de lo que parecía que serían nuestros nuevos compañeros. Glen, Alex, y Caleb. Curiosos nombres. Probablemente me guiaría muchísimo mejor por sus rostros. Uno parecía tener cara de estar permanentemente cansado, como si siempre lo despertaran de su siesta diez minutos antes de que sonara la alarma. El otro era sencillo porque tenía el pelo y los ojos de un mismo color. Era como si hubieran utilizado el mismo tinte a la hora de hacerlo. Bueno, eso era ahorrar, la verdad. Y por último, estaba el de ojos claros y pelo oscuro. Bueno, así sería más fácil. Pelirrojo eternamente cansado, Cabellojos enérgico, y Contrastado explicador. Era bueno hacerse un mapa mental de tus conocidos. ¿O era una mansión? No sé, lo había escuchado una vez, en la radio creo. ¿Venía de un serial? Ni idea.

Contemplé el aparatito que me habían dado, esa aspiradora que encontraba mercurio. Hasta donde sabía, el mercurio se encontraba en los termómetros. ¿No sería más fácil comprar termómetros, la verdad? Sentía que sería mucho más sencillo que andarlo aspirando de no sé donde. Pero bueno, si una profesora había dicho que lo hagamos, debía tener sus motivos profesoriles. Y eran motivos en los cuales no quería indagar.

Inspiré profundamente (cosa de la cual me arrepentí al momento, debido a que seguíamos en el laboratorio) y me dispuse a salir, siguiendo al resto de los chicos. Empezábamos un nuevo viaje. Me sentía algo vacío, a decir verdad, sin mis otros compañeros a mi lado. Extrañaba a Pupper, Fay, Parcheao, Florencio, Mole Masiva de Destrucción, Bocazas, Chimuelo, Mimo, Alicia, Modorra, Priscilla, y todos los demás. Me consolaba un poco el hecho de que sabía que los había dejado en buenas manos. Y también, de que posiblemente podría encontrarme con mis otros amigos, esta vez humanos, aquí. Además de hacer un montón de amigos nuevos.

Con Yagm al hombro, atravesé las puertas del laboratorio, siguiendo a mis compañeros. Era hora de comenzar una nueva aventura.

Ah, cierto. Y el mercurio también.

 

Hubert Mattsson

—Muchas gracias —agradecí a las azafatas antes de deslizarme fuera del avión como si fuera una sombra.

Con Serperior nuevamente a mí lado, salimos una vez más hacia las calles y le inmensidad del ciudad se vino encima, imponente, preciosa y tenebrosa. Sentí en esos momentos una inquietud muy parecida a la que había experimentado la primera vez que pisé estas tierras, pero bastante más leve ahora que se trataba de un sitio conocido. Recordaba que aquí mismo me había visto con el profesor Paul, donde elegí a Scorbunny como pokémon inicial, a Roy como mi patrocinador y que había elegido el número 495 como mi dorsal. En esta ocasión no hubo desorientación, no se hicieron necesarias las preguntas. Sabía lo que tenía que hacer. Me dirigí rumbo al Sendero del Héroe.

Al menos, seguridad en mis actos no me faltaba ahora mismo.

 

Aleck Graham

Tras finalizar el combate, el pobre Neil se veía un poco afligido. Comenzó a repetir palabras que se quedaron estancadas en mi mente por un rato mientras lo veía tratar de recomponerse. Seguía mostrándonos esa sonrisa con la que lo habíamos conocido, y aun con aquellos ojos vidriosos, producto de sus lagrimas contenidas, no podía asegurar que dicha sonrisa no pareciese autentica. Todo tenía su merito, aun sin importar como se sintiera Neil, o como afrontaba sus problemas, siempre elegía tratar de ser feliz y mejorar. Siempre elegía ser el héroe...

Quizás eso seguía siendo lo más triste de todo.

Guardé a mi macaco y Cay hizo lo propio con Cinis. Habíamos ganado, pero definitivamente a ninguno de los dos nos había quedado una sensación agradable tras el duelo. No se podía culpar al rubio por haber perdido, aun con su gran esfuerzo la desventaja tal vez había sido excesiva. Claro, los números no ganaban batallas, pero podía asegurar que ayudaban mucho. Y precisamente aquel cambio del chico de su faceta de superhéroe a un lado mucho más maduro y reflexivo mostraba cuanto había aprendido en este viaje. "Los fuertes también pierden y los débiles también ganan". Como una típica batalla de David contra Goliat, solo que todos nosotros éramos David y el resto del mundo era Goliat.

Al final nos despedimos del chico; la verdad era que todos teníamos muchas cosas en que pensar tras aquel combate. Pero bueno, en esta vida a veces ni siquiera se tiene tiempo para pensar. Un mensaje de la profesora nos llegó a Cay y a mí, aunque intuí que el tópico sería el mismo, deje que fuese el pelirrojo quien me explicara que pasaba. Me puso el mensaje en mi cara, pero lo puso tan cerca que tuve que entre cerrar los ojos para apenas poder distinguir alguna de las palabras en la pantalla, y aun así eso no fue de mucha ayuda.

Para cuando quise darme cuenta, el chico ya había sacado nuevamente a Cinis y se había subido a su lomo, invitándome a subirme junto a él.

—Oh, justo cuando quedarse quieto en un solo sitio se estaba poniendo interesante —solté entre un par de risa, para al final tomar su mano y subir al Arcanine—. Bueno, nunca se le dice que no a una aventura a lo desconocido. ¡Andando, Hi-yo, Cinis!

Mientras avanzábamos a Nueva Puntera revisé con más detenimiento el mensaje que nos había llegado, era algo sobre una isla misteriosa que había aparecido de la nada en medio del océano con un bioma irregular y cambiante, y algo sobre varios equipos de exploración tanto de Gérie y Galar como de la mismísima Teselia.

—Genial, hasta acá huele a tensiones políticas. —murmuré algo desanimado al imaginarme la situación de ver como varias naciones se ponían el pie una a otras en lugar de unir esfuerzo para obtener mejores resultados, pero tenía algo de fe en que este no fuese el caso.

El resto de holders que había participado en la liga ya se encontraba en dicha isla, sería la misma chica que los llevo a ellos la que nos vería en Puntera para hacer lo mismo con nosotros. Maeve era su nombre si no había leído mal. Además de que nos entregaría un nuevo inicial para adentrarnos en la isla porqué deberíamos dejar a nuestros equipos aquí en Gérie, al menos hasta estar seguros de que no tendría efectos secundarios la intervención de Pokémon extranjeros en la isla. No me fascinaba la idea de dejar a mis compañeros, pero hey, siempre era bueno conocer a un nuevo amiguito, además de que mis chicos se merecían un buen descanso.

Al llegar a la ciudad, no pudimos evitar notar a Gen quien se encontraba ahí, probablemente había recibido el mismo mensaje que nosotros. Se podía sentir la tensión en el aire. Cay y yo bajamos del lomo de Cinis, no sabía que decir, no sabía que hacer, por un momento me sentí completamente petrificado, no me sentía del todo listo para bueno, que estuviéramos todos reunidos, pero para mi asombro, Gen se colocó justo al lado mío, dejándome justo en medio de él y Cay. Como si nada.

No expresaron palabra alguna, solo estábamos ahí de pie, esperando a que llegara aquella piloto.

Iba a ser todo una aventura sin duda alguna.

Poco después Maeve llegó, nos contó un poco más sobre la isla y nos hizo entrega de las Pokéball que contenía a nuestros acompañantes. Cay y Gen eligieron a los iniciales de planta y fuego respectivamente, dejándome a mí con el que era el esférico restante, recordándome un poco a aquel día en que nos conocimos y todos recibimos nuestro Pokémon inicial.

Del esférico salió un pequeño crustáceo azul, con unos ojitos saltones. Me miró con bastante curiosidad, así que me incliné para que pudiese verme con mayor claridad.

—Hey, pequeñajo yo soy Al...—mientras traba de extender mi mano hacía la criatura para saludar, esta rápidamente se trepó a mi brazo y comenzó a subir hasta colocarse sobre mi cabeza, y una vez ahí comenzó a soltar pequeños mordiscos, que aunque no eran con toda su fuerza, vaya que dolían—. Empiezo a creer que esto será una costumbre...

El pequeño pareció divertirse bastante ahí arriba. Repetía su nombre en un tono alegre a la par que cerraba sus ojitos. Tenía el presentimiento de que nos llevaríamos bien.

Al cabo de un rato, Maeve nos indico la avioneta que tendríamos que abordar. Sobraba decir que era bastante pequeña. Ya para ese punto, lo único que quería hacer era beber un poco y olvidarme de todo el asunto y beber algo de té, y fue justamente lo que hice. Bebí un poco de mi termo y opté por sencillamente colocarme los audífonos una vez que había subido a la avioneta. Todos tomamos los lugares que mejor nos parecieron. Yo tomé el asiento junto a la ventana y Cay se sentó al lado mío, quedándose dormido al poco tiempo de despegar, recargándose en mi hombro. Hasta empezó a babear y todo, pobrecito.

Contemplé las nubes mientras en mi reproductor sonaba "Fly me to the moon". El viaje iba tranquilo, pero por Arceus, no podía esperar el momento para aterrizar y bajar de ahí.

Contenido oculto: Para ahorrarse el tocho:

PERDÓN POR LA BIBLIA AAAAAAAAA Pero bueno el resumen es que ya estamos todos listo para llegar a la isla si no hay ningún problema uwu

 

Nikolah Cruz

Respiré hondo, mientras me bajaba del avión de Skyla y pisaba nuevamente Gérie. O bueno, era Galar todavía en esta parte. Resultaba algo raro, que hubiera una región dentro de otra región. Como una región al cuadrado. ¿Así funcionaban las matemáticas? Agité la cabeza, quitando esos pensamientos de encima antes de que me comenzaran a doler los sesos. No sabía cuanto tiempo había pasado desde la última vez que había pisado territorio geriano. De hecho, no me acordaba la última vez que había hecho algo, la verdad. Me sentía como si hubiera estado en una especie de parálisis, de criogenización, congelado en el tiempo, imposibilitado de poder interactuar con mi entorno, como si estuviera encerrado en una cáscara de bronce, una estatua puesta en la vera del camino, que observaba como la vida pasaba, incapaz de poder hacer nada, sin voz para gritar su sufrimiento.

¡Bueno! Pero el pasado era el pasado. Los días en la isla habían estado muy bien, pero sentía que los chicos ya tenían todo bajo su control, y no tenía mucho sentido seguir allí, estorbando. Así que dejé a mis pokémon a su cuidado, prometiéndoles obviamente que volvería por ellos cuando fuera seguro sacarlos de la isla, y volví a Gérie. Aún me quedaba un desafío por terminar. Había dejado el camino hacia la Liga a mitad de camino. De hecho, no sabía si la Liga seguía abierta. ¿Cómo funcionaba todo esto? ¿Había un tiempo límite para poder terminar todos los gimnasios? ¿Y qué había pasado con aquellas personas que me enviaban mensajes? ¿Seguirían allí? ¿Se habían aburrido? ¿Para donde diantres tenía que encarar en estos momentos?

Me quedé en medio del aeropuerto, perdido. La verdad que no recordaba casi nada. No había pasado mucho tiempo, pero se sentían años. ¿Acaso recordaba como pelear? ¿Cómo manejar a mis pokémon? ¿Cómo entrenarlos? Comencé a caminar, con todas esas incógnitas en mi cabeza, dispuesto a volver a recorrer el camino que había dejado de lado hacía un tiempo.

Ah, ahora salía una incógnita aún más grande. ¿Hacía dónde diantres tenía que ir?

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Liza White

Los últimos meses transcurrieron a una velocidad vertiginosa desde que abandoné la isla Milagro. Durante el regreso de una de las incursiones rutinarias, en la carpa del campamento base uno de los ayudantes me comunicó que había alguien que había llamado, preguntando por mí. La cobertura era deplorable fuera de la base, de modo que me resultó lógico.

Intrigada, devolví la llamada tan pronto como pude. Una voz masculina, más grave y madura de la que la recordaba pero muy, muy familiar, me saludó al otro lado de la linea, dejándome paralizada en el sitio.

—Tanto tiempo, ¿eh, Toots?

La voz de mi hermano.

De Lucho.

Aún recuerdo el remolino de emociones que sentí en el instante en el que reconocí su voz al otro lado de la linea. Entre la sorpresa y la confusión, contra todo pronóstico... sobresalió la molestia. Me pasé la llamada entera reprochándole mil y una cosas. Su desaparición, el hecho de que no se preocupase en llamarme en años, que no dejase pista alguna para nadie; que abandonase a nuestros padres a su suerte. El pobre diablo de repente pareció el hermano menor, me pidió disculpas reiteradas veces y, de forma ciertamente críptica, me citó en un punto de Galeia para encontrarnos. Decía que allí me lo explicaría todo.

Y colgó.

¡...Me cortó la conversación, el muy idiota!

Salí de la carpa, refunfuñando, pero el enojo inicial se me pasó rápido. Fue como si de repente racionalizase lo que acababa de suceder... y el alivio y la alegría de saber que estaba bien después de tantos años fue suficiente para hacer mi decisión. Los chicos... tenían la situación bajo control. Podía permitirme ser egoísta por una vez en mi vida.

A la mañana siguiente partí de la isla hacia Galeia, hacia el lugar de la cita. Pese a la inquietud de que todo aquello fuese una especie de broma, apareció a la hora acordada. Estaba mucho más delgado, más desaliñado, y se había dejado crecer la barba, pero seguí reconociendo mis mismos ojos en él, si bien oscurecidos y recrudecidos por la vida.

Me sonrió, y yo lo hice de vuelta.

Los últimos meses los pasé recuperando el tiempo perdido con él. Me contó lo que había hecho a grandes rasgos. Cómo se había unido a una banda de la que no quiso darme demasiados detalles, haciendo cosas... bueno, no muy legales. No era estúpida como para no intuirlo por mí misma. Cansado de la presión de mis padres por alcanzar la perfección, de ser el ejemplo a seguir, había decidido rebelarse, seguir su propio camino. Si bien uno totalmente opuesto al mío.

Prometió que jamás volvería a irse. Y si bien mi corazón aún sentía sus cicatrices, quise confiar en él.

Sobrevolamos Gérie cuando el tiempo de calidad llegó a su fin. Él tenía que realizar ciertas gestiones en otra región, y no podía llevarme. No quería involucrarme en nada, y si bien no escondí mi reticencia, no me quedó más que desearle un buen viaje, y pedirle que se cuidase. Le acompañé hasta el aeropuerto de la región, y finalmente nos despedimos, registrándole en mi videomisor para no perder el contacto de nuevo.

Habían sido meses de reconexión con mis raíces, sí... Pero se sintió muy bien. Fue como arrancar una espina que llevaba clavada en mi corazón durante años.

Mientras sobrevolaba la región de vuelta junto a Zazú, pensando si regresar a la isla o dirigirme hacia Galeia de nuevo, decidimos hacer una parada en Nueva Puntera, pues el Staraptor necesitaba un descanso de tantos vuelos. Decidí aprovechar para comprarme algo de comer en algún lugar cercano, y disfrutar del buen clima, cuando al salir de la tienda con la bolsita bajo el brazo noté a cierto rubio revisar un tablón de anuncios cercano.

¿Ese no era...?

—¡Niko! —exclamé, saliendo de la nada para darle un abrazo por la espalda. No noté hasta ese entonces lo mucho que lo había echado de menos, aún cuando no había sido tanto tiempo en realidad. Me separé, inclinándome hacia su costado para sonreirle—. ¿Qué haces aquí? Creí que seguirías en Isla Milagro.

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Liza procede a pegarse como lapita, ¡no hay escapatoria!