Lucas Diamond El Pokémon se debilitó tan pronto como Lucario ejecutó su ataque. ¡Perfecto! Ya casi estábamos por llegar, ¿no? Seguimos caminando Shale y yo, hablando de cosas del futuro. Pronto muchas de mis dudas estarían resueltas, cuando me reencontrase conmigo mismo. [10/10]
Shale sonrió ampliamente mientras corrían, en dirección a la salida. Señaló hacia delante, alegre, y dijo: —¡Genial! ¡Ahí está, hemos llegado! Una flecha de Decidueye tumbó a un Scizor de Udan que custodiaba la entrada, y el propio Shale lanzó otras dos flechas rápidas y certeras contra dos guardias humanos, que recibieron los impactos en sus piernas, quedando inmovilizados y malheridos. —¡¡Ahora!! —exclamó Shale—. ¡Salgamos de aquí! Finalmente, Lucas y Shale pudieron huir, seguidos de Arrow, y quedaron fuera de los Dominios. Nada más salir... Lucas pudo notar la enorme diferencia que existía entre los Dominios y el exterior. Fuera... todo estaba en ruinas. Había salido a las afueras de lo que parecía ser el antiguo Pueblo Lápiz, pero... aquello ya ni siquiera parecía un pueblo. Solo un montón de escombros. Shale puso una mano en el hombro de Lucas, y asintió. —... sí. Así ha acabado esto. Todo lo que no está dentro de los Dominios es... "territorio humano", como lo llaman desde el Gobierno. Y, como tal, está desierto y es atacado continuamente, sin ningún tipo de moralidad. Los humanos que pululan por aquí sin orden real son considerados rebeldes y exterminados, y los pokémon salvajes que puedan quedar son, tan pronto como son encontrados, llevados a los Dominios o a la Isla Reserva, donde podrán vivir en un entorno idílico para ellos. Ese... ese es el futuro que nos ha tocado vivir, tristemente. Mientras seguían caminando a hurtadillas por la zona, Arrow alzó la cabeza, voló ligeramente, y tomó de entre unos escombros algo que a Lucas le era muy familiar: su mochila y su cinturón de pokéballs, perfectamente atados a las flechas que lanzó en su momento. Las agarró y se las ofreció de vuelta; pudo comprobar que estaba todo en orden, lo cual le alivió completamente. Shale se llevó ambas manos a la nuca, sonriente. —¿Qué te dije? ¡Arrow tiene una puntería asombrosa! Luego, colocó una mano sobre sus ojos, a modo de visera, y escrutó sus alrededores con cuidado. —No parece haber nadie por aquí... vale, entonces andando; estamos justo al lado de uno de los Refugios. Allí espera Lucas del futuro. Y partieron hacia allí, por fin. Por fin Lucas conocería... a sí mismo.