Saint Seiya Fuera de Alcance【 Albafica x Agasha 】

Fandom: Saint Seiya © Masami Kurumada. || “The Lost Canvas” © Shiori Teshirogi.

Tipo de Fic: Drabble.

Pareja: Albafica x Anna.

Géneros: Romance. | Hurt\Confort.

Advertencias: Un poco de OOC. | WHAT IF.

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Mirando los ramos de flores que ya había terminado de amarrar, Agasha suspiró por milésima vez.


—Señorita… señorita —un anciano la llamó para que le atendiese. Una vez que el cliente se fue satisfecho con su ramo de rosas, Agasha volvió a sentarse en su banquito de madera, destilando de manera abierta su estado de desánimo.


El día estaba muy tranquilo, no había demasiada gente paseando y quienes salían de casa, no parecían querer comprar más que sus alimentos.


Volvió a suspirar.


Estaba haciéndose tarde.


—¿Otra vez pensando en ese hombre? —preguntó de pronto su padre. Agasha, sin sorprenderse por verlo ahí, frunció el ceño.

—¿En quién? —miró una abeja que volaba cerca de los tulipanes, pero la dejó estar ahí. No tenía ganas de ahuyentar bichos que sólo cumplían su función en el ciclo de la vida.

—En el santo de piscis.


Fue casi gracioso, pero cuando su padre nombró a aquel santo, la abeja se fue asustada. Agasha la siguió con la mirada.


—¿Por qué crees que pienso en él? —musitó.

—Porque no has dejado de suspirar —respondió, mitad juego-mitad preocupación.

—No te negaré que pienso en él muchas veces, pero hoy no lo hacía; gracias por recordármelo —le sonrió flojamente coqueta, volviendo su vista serena al frente.

—Agasha —dijo su padre ya más intranquilo, poniéndole una mano encima de su hombro—. Cariño, créeme. Quiero tu felicidad. Quiero que te cases con un hombre que ames, sin embargo, es imposible que él piense en ti como tú lo haces. Y… no quisiera morir sin verte haciendo tu vida como una mujer casada.

—Lo sé —suspiró con desazón.

—Al principio no me molestaba que creyeses que él podría verte como un hombre a una mujer, lamentablemente, eso no pasará.


La joven suspiró una vez más ante el mismo discurso de todos los días en este año.


—Padre. Por favor, déjame pensar.


Luego de suspirar también, su padre sólo se fue.


Agasha sabía que debía dejar de hacerse ilusiones con lo imposible; sin embargo, a veces el cerebro no sólo solía desprenderse de su buen juicio cuando el corazón se enamoraba, sino también de su propio bienestar.


Sin embargo…


Alzando su mirada en dirección el cielo una vez más, la florista miró hacia el tejado de una de las casas enfrente de la suya, ahí, pudo ver, por medio segundo, una capa blanca ondeando; alejándose silenciosamente de ahí.


Sonriendo, Agasha volvió su atención a su regazo donde se hallaba un sobre blanco sin sellar; eso hasta hace unos segundos no estaba.


Sin embargo… su “sueño” hace bastante poco se volvió una realidad.


Y su padre pronto lo sabría.

—FIN—​