Drabble Fuegos Artificiales [Dante x Emily] [Pokémon Rol]

Título: Fuegos Artificiales.
Personajes: Emily Hodges, Dante Miles.
Fandom: Pokémon Rol Championship| AU
Summary: "El sonido de los fuegos estallando en el firmamento tachonado de estrellas era lo más parecido al fragor de su corazón, pletórico. Enamorado."
N/A: La muela me está matando. Nada, ojalá os guste (?)

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Ella estaba preciosa. La yukata le sentaba de maravilla. El cabello negro elegantemente recogido en una coleta alta. Emily corría de aquí para allá, recorriendo los puestos, sonriendo como una niña en aquel festival de verano. Entre las luces, la música, los variopintos colores de kimonos y yukatas.

Ella vestía de morado a juego con sus ojos. Tela fina que le había regalado Mimi precisamente para la ocasión.

Dante la observaba. Siempre de cerca, no demasiado lejos para evitar perderla entre el gentío. Caminaba despacio, con calma. Aunque él se sentía presionado entre la multitud. Si era por ella merecía la pena. Podía solo salir y tratar de divertirse... o verla a ella divertirse en realidad. Y agradecer por un año más juntos.

—¡Dante! ¡Vamos a comer manzanas de caramelo! ¿O prefieres yakisoba? ¡Tienen una pinta estupenda!

—¡Dante, mira que bonitos esos peces de colores! ¿Puedo intentar atrapar algunos?

—¡Dante, van a empezar los fuegos artificiales! ¡Ven corre!

Y lo tomaba de la mano, arrastrándolo entre la gente. Bajo el manto de estrellas y la agradable brisa nocturna. Las luces centelleantes se reflejaban en sus ojos, cruzando el cielo como flechas incandescentes. Estallando en un lluvia de mil colores.

Emily observaba el cielo con genuina emoción en sus orbes violetas. Sonriente. Sosteniendo su mano con la suya. Todos los años, desde que estaban juntos, se repetía la misma historia.

Y todos los años él solo podía mirarla a ella. Allí, entre la gente. Y pensar en todo por lo que habían pasado juntos. Y en lo mucho que la quería. Y en lo feliz que estaba por tenerla a su lado.

El sonido de los fuegos estallando en el firmamento tachonado de estrellas era lo más parecido al fragor de su corazón, pletórico. Enamorado.

—Son preciosos ¿verdad?

Él miro al cielo por primera vez. Sus dedos entrelazaron tiernamente los suyos.

"Sí, claro que lo eres"

—Sí Emi. Claro que lo son.