Four Seasons Whit Your Love

Re: Four Seasons Whit Your Love

ok, mi hermana se llevò mi mp3 y ahì tenìa el capi y pues ya saben, igual es eso en mi otro fic

 

Re: Four Seasons Whit Your Love

Se Lo Llevò A Su Escuela Y Fue La Muerte Para Mì!!!!!!!!!!!

No Puedo Estar Sin èl Ni Un Solo Momento, Siento Que Estoy Vacìa Pero Despuè Sla Conti, Pordòn Por Las Molestias Causadas

 

Re: Four Seasons Whit Your Love

ya tengo el capi listo pero en esta ocasión no será la conti

 

Re: Four Seasons Whit Your Love

Capítulo: 30
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“Gravedad”

-Fuji, ¿ya viste el periódico de hoy?, aparece Kei-

-¿En serio, por qué?-

-Hubo un accidente muy cerca de mi casa. Salí a ver lo que pasaba y vi el auto de Kei con él dentro. Se estrelló contra un muro, fue horrible, estaba lleno de sangre todo el auto y la calle también- decía el pelirrojo recordando aquel evento desagradable.

-Dios...- y salió deprisa del aula de clases al escucharlo.

Era bueno que tenían descanso, o si no tendría que haberse quedado hasta la próxima hora.

Fue en busca de Haru. Para su suerte sonó el móvil de Natsu y esta corrió a contestar; mientras tanto por el otro lado de la línea.

-Hoy no voy a poder ir, así que cuidan a Haru muy bien, ya veré después lo que hago...-

-¿qué ocurrió, por qué no viniste hoy?- preguntó la chica.

-... Quedé profundamente dormido, y esa es la razón. Ahora cuida de Haru y no te le separes ni un segundo a menos de que la otra esté con Haru... ¿entendiste?-

No respondió, colgó su celular y regresó con las chicas.

-Uff, ... era mi madre diciendo que olvidé un cuaderno en casa, soy un poco olvidadiza- dijo, y al ver que todos estaban en silencio, empezó a preocuparse.

-... no puede ser...- pronunció Haru antes de salir corriendo del instituto.

Syusuke fue tras ella mientras Aki y Natsu se quedaron sorprendidas.

El ojiazul la alcanzó en media calle; entonces fue que ella entró en pánico.

-No no no no, el no, no... puede ser. El no puede hacerme esto, no...-

-No te preocupes, te ayudaré a buscarlo- dijo para que se tranquilice y esta se lanzó a abrazarlo, Syusuke sintió la respiración de Haru un poco pesada.

-Saca tu teléfono- le dijo a Haru. E inmediatamente fueron a una caseta telefónica para ver los numen de los hospitales, y así encontrar al de cabellos plateados.

-Aquí hay un número, préstame tu móvil- ella hizo lo que le dijo. Era un teléfono por demás elegante, demasiado extravagante para otros; era un teléfono nuevo en el mercado, el más caro que existe tal vez... Además de tener algunos diamantes y perlas pegadas adornándolo. Eso hacía ver que ella era de otro tipo de clase social...

Tomó el objeto pedido y marcó los números de aquel lugar. Efectivamente, Kei se encontraba en ese hospital.

La respiración de Haru desde el camino estaba muy agitada, pero prefirió no hacerle caso a su molestia. Fue en ese momento que a la joven le empezó a faltar el aire. Asustaba. Se tocó el pecho y se puso una mano en la cara, trataba de respirar por la boca mientras Fuji trataba de ordenar los actos sucedidos.

-... Respira, por favor respira-

Haru trataba de comunicarle algo pero le era imposible. Syusuke resolvió por recostarla en el suelo, tomó aire y juntó sus labios con la chica, para darle respiración de boca a boca.

Estaba funcionando, Haru empezaba a respirar un poco mejor que antes. Como pudo, la llevó al hospital más cercano y fue atendida inmediatamente.

Haru padecía de asma, a lo cual el agitarse mucho le dañaba los pulmones.
~~~

-¿Ya estás mejor?- preguntó Fuji preocupado, se acercó a la cama donde Haru reposaba.

-Sí, fue solo un ataque de asma. Me sucede cuando me agito mucho-

-Que bien... Kei está en este hospital igual, no he ido a verlo, quería verlo junto contigo-

Y en dos segundos Haru ya se encontraba levantada decidida a ver al ojiverde. Syusuke no pudo detenerla; pero estaba feliz recordando el suceso anterior.

El “beso” con Haru. No fue técnicamente un beso, pero para él si lo fue.

Bajaron a la recepción y preguntaron por el número del cuarto donde estaba Kei. Subieron las escaleras y se encontraron al chico dormido en la cama de hospital.

Haru se acercó temerosa y cayó de rodillas a un lado de Kei, entonces fue que se puso a llorar.

-No Kei, no puedes hacerme esto... Me dijiste que no me ibas a dejar, me lo prometiste y no lo cumpliste, ¿ahora qué voy a hacer?... ¡¿por qué hiciste eso...?! ¿por qué...? Kei...- y tomó la mano de este para tocarla una última vez...

-Haru, yo...- Fuji logró decir antes de que esta aumentara sus lágrimas.

-Me lo prometiste, dijiste que no me dejarías sola... Y lo haces, ¿por qué rompiste tu promesa? Kei... No te vayas, te lo ruego... Tú eras el único que no rompía las promesas, ¿entonces por qué la rompes ahora?-

-... Si soy un verdadero hombre... y di mi palabra, no te defraudaré- dijo Kei abriendo un poco los ojos y sonriendo con dificultad haciendo agarre de la mano de la chica.

-Kei...- y se lanzó a abrazarlo.

-Sólo un poco de cuidado, tengo algunas costillas rotas-

-Pensé que me ibas a dejar... y me quedaría sola-

Para esto, Syusuke desvió la mirada. Se sentía triste, demasiado para salir de ese lugar corriendo, ya que ninguno se dará cuenta de su existencia.

Kei estaba como ido, como si su mente no estuviera ahí.

Escucharon ruido en el corredor y de pronto esos ruidos fueron a dar al cuarto del ojiverde. Todos quedaron en completo silencio. Entró la doctora muy agitada junto con un par de enfermeras.

-¿qué sucede aquí?-

Nadie contestó, pero la doctora ya fue entendiendo la situación.

-Buenos días, soy la doctora de este paciente... Escuché gritos desde el segundo piso, ¿ocurrió algo?- preguntó la doctora un poco desconcertada al ver la posición de Haru.

-N-no es nada pero... ¿qué le pasa a el? Se ve diferente- preguntó la chica preocupada.

-Le suministramos algo de calmante. Se puso algo histérico cuando intentó ir por un café, incluso atacó a uno de nuestros enfermeros, y se lastimó más cuando intentó bajarse de la cama por cuarta vez; es un paciente problemático- explicó la doctora viendo como aquel joven observaba el techo sin razón alguna.

-No es verdad... lo único que quería era ir por un café a la cafetería, nada mas eso. Y no sé por qué todos tienen que tratarme tan bien si sólo soy hijo de gente muy conocida en el mundo de los negocios... Creo que es porque soy un tipo atractivo- se excusó Kei sin ningún sentido de lo que hablaba.

-Creo que el Kei que yo conozco regresó- mencionó Fuji, él y Haru rieron.

Los médicos desaparecieron de escena y retomaron sus labores.

-¿Qué ocurrió? ¿por qué te sucedió esto?- preguntó Haru muy preocupada.

-Creo que porque soy alguien genial-

-Esto no es en broma, podrías quedar más grave en esta situación... o tal vez podrías hasta morir. ¿Me dejarías sola?- y las lágrimas volvieron a asomarse por su rostro.

-No me pasó nada. Soy invencible, y no te voy a dejar sola, mariposa- dijo, limpiándole una lágrima salada. Fuji desvió la mirada deseando que se quedara en el estado de antes.

Disfrazó su mueca de enojo con la de su típica sonrisa y se dirigió hacia Kei para charlar un rato y relatarle lo que ocurrió en el día.

~~~

-Estoy preocupada por él, haré que lo trasladen a un hospital privado inmediatamente-

-Eso es lo mejor, pero creo que deberíamos regresar a la escuela, salimos sin aviso alguno- contestó Fuji pensando en el castigo que podrían darle a ellos dos.

~~~
Fin del capítulo 30.

¿30? ¿ya tantos capítulos? Espero poder terminar lo antes posible con este fic, pero apenas va por la mitad; el próximo capi. Muy pronto y lamento la demora, es que estuve de floja, ustedes saben, ja. Hasta la próxima...

 

Re: Four Seasons Whit Your Love

Capítulo: 31

“Ella, Ellos... Él Y Ella”

Sí,... ya habían transcurrido no más de mes y medio. Los chicos de Seigaku fueron a un campamento de entrenamiento; se prepararon para jugar contra los de la Rikkaidai.

La pasaron muy bien, aunque unos se pasaron ese lapso de tiempo pensando en otras cosas...

A Kei le faltaba poco para recuperarse de tan desastroso accidente que lo tuvo sobre una cama todos estos días.

Fuji estaba caminando ansioso por ver a Haru después de un muy largo tiempo. No pudo encontrarla en el descanso; así que, decido, fue a buscarla en horas de clases. No importaba que a él lo regañaran, su prioridad máxima era ver a esa dulce chica.

~~~

Fuji, en compañía de Momo, Ryoma y Eiji, salieron del colegio después de haber terminado el entrenamiento.

Charlaban de algunas cosas sin importancia, en ese momento escucharon los gritos de una chica. Ésta era perseguida por dos muchachos de instituto, los cuales le reclamaban que le pagara algo.

La niña tropezó, pero no llegó a su destino, sino que encontró ayuda en los brazos de aquel ojiazul capaz de derretir con la mirada.

Ella era de cabello largo y violáceo, delgada y de estatura normal. Se quedó embelezada admirando la sonrisa de él.

Momo, Ryoma y Kikumaru, hicieron que esos tipos se fueran con unos de sus ademanes, y así poder preguntarle a esa extraña del por qué de su corrida.

~~~

Fueron a comer a un lugar cerca de ahí, donde esa niña estaba demasiado cerca de Fuji...

Todo pasó tan rápido que no pudo darse cuenta de lo que acababa de hacer... ¿él?, ¿hacer?. ¿acaso no fueron Momo y Eiji los que arreglaron esa “cita” con ella?

Pero de todas formas ya no podía hacerse para atrás. Lo único que deseaba era que Haru no se enterara. Pero esos deseos tuvieron fin cuando en una de tantas metidas de pata por parte de Takeshi, dijo lo de su “cita”.

Haru no supo si mostrarse sorprendida, alegre o triste. ¿triste? Ella no debería de sentirse triste, al contrario, debería de estar feliz por que su amigo tiene una “cita.”

Caminaron unos minutos a la salida, Fuji esperando no encontrarse a esa niña del otro día. Otra vez sus deseos se vieron rechazados, ya que la chiquilla estaba esperándolo, al parecer.

No, eso era un sueño. Esa niña no estaba ahí, era sólo su imaginación...

-Ya llegó, Fuji, ve con ella antes de que se desespere; ja ja- dijo Eiji.

Se acercó a rastras a donde la niña esperaba. En cuanto estuvo junto a ella, lo jaló del brazo y sin mas, fue donde ella quería.

Mientras, Kikumaru, Ryoma, y Momoshiro pensaban en espiarlos cuando de pronto Haru apareció con una mueca de desagrado en la cara. Definitivamente estaba celosa.

~~~

-Este es el plan, Ryoma y Kikumaru-sempai los verán del lado derecho mientras que Haru y yo por el izquierdo- explicó Momo.

Idealizaron una idea que ellos canalizaron como genial, pero ese no era el punto. Haru estaba impaciente, pareciera que estaba sudando solo de espiar a unos jóvenes en una simple cita.

-¿Te encuentras bien, Haru?- preguntó Momo al ver el estado de esta.

-Sí, es solo que hay un poco de calor: ha habido mucho en esta temporada del año, ¿no crees?-

-Pues si... Además de que estoy con una chica tan linda como tú, y eso me hace sudar mucho- dijo en broma el ojivioleta, viendo como esta se echaba a reír olvidando su preocupación. Momoshiro sabía muy bien que no era simplemente “calor” lo que tenía Haru, sino eran los más odiados y detestables “celos.”

Y bien podría mostrarse Haru amable, tranquila, etc., pero había algo que no la dejaba estar tranquila... Definitivamente eran celos.

~~~

-¿Y qué quieres hacer ahora?, ya hemos ido a almorzar, a una tienda de disfraces, a dar un paseo por el centro de la ciudad y estamos en un parque de diversiones, pronto bajaremos de la rueda de la fortuna... ¿me estás escuchando?-

-¿Eh?, eh si. Solo pensaba en cosas sin importancia- se excusó poniendo una sonrisa.

-Ah... ¿quieres ir a otro lugar al terminar el juego?-

Iba a decir que apreciaba su esfuerzo por hacerlo hablar en esa cita, pero justo cuando iba a decirle sonó su celular e inmediatamente contestó. Era Eiji pidiéndole un favor para que llevara a esa chiquilla a un lado en especial. Entonces colgó y por fin dijo:

-Hay un lugar al que quiero llevarte- y esta con una gran sonrisa aceptó.

~~~

-Megumi... ¿qué está ocurriendo aquí, Syusuke?-

-Pues, sabemos que tu hermana y tú juegan tenis. Hace poco perdiste contra ella y...-

-Tu hermana te ha querido dar esta medalla que ganó, anda, acepta- interrumpió Momo enseñándole la caja con dicha medalla dentro. Kurumi iba a tomarla pero al segundo siguiente la aventó, cayendo al río que tenían junto a ellos.

-¡No la quiero!- y salió corriendo. Fuji hizo lo mismo tratando de darle alcance a esta; mientras Haru los seguía pero a su paso, ya que el correr no era bueno para ella.

-¿Por qué tuviste que hacer esto?- preguntó la chiquilla dolida al sentarse en un columpio.

-Por que es mejor arreglar las cosas ahora que puedes- esta se quedó sorprendida, al ver la mirada perdida de su acompañante. No mostraba su sonrisa habitual sino una de dolor.

No supo bien de lo que quería hablarle pero algo era seguro, que él se arrepintió de no haberlo hecho.

-Yo...tengo un hermano menor. Siempre lo comparaban conmigo, en el colegio lo hacían de menos sólo porque yo tenía mejores calificaciones y mejor desempeño físico. Al pasar el tiempo ya no aguantó y se reveló, haciéndome el culpable de su dolor- tomó algo de aire para seguir hablando.

-Quise decirle muchas cosas, pero cuando traté... él ya había desaparecido de mi vida, hasta llegar a cambiarse de instituto y vivir ahí. Sólo porque yo no pude decirle que siempre va a ser mi hermano, y que no importaba lo que los demás piensen sobre él, para mi él era el número uno por sobre todas las cosas. Por eso toma conciencia de lo que haces-

Kurumi tal vez se arrepintió y fue tal vez por eso por lo que se levantó del columpio y regresó por donde vino, para encontrarse con su hermana gemela.

-Y hasta ahora no he podido decirte todo lo maravilloso que pienso sobre ti, Yuuta. Solo porque soy alguien... cobarde- se dijo a sí mismo mientras caminaba por el atardecer hermoso del Japón.

-No creo lo mismo- una voz resonó en su cabeza sacándolo de sus pensamientos. Esa voz era de Haru.

-Mmm, hay muchas opiniones de las cuales no puedo saber todas-

-No importa, yo pienso que Yuuta, al escuchar tus palabras sonreiría y te dijera: “no hay necesidad de terminar” y todos fueran felices; como en los cuentos de hadas-

-Pero recuerda que el encanto termina a las doce de la noche, y en ese tiempo no puedo hacer mucho-

Para esto, Haru ya no agregó más y siguieron caminando en silencio, puede que el castaño tenga razón, ella tampoco le dijo a su padre cuanto lo quería y ahora ya jamás lo hará.

Sintió una fuerte presión en el pecho y los ojos se le llenaron de lágrimas, una fue la que recorrió su mejilla y no pasó desapercibida por su acompañante. Este te preocupó al ver llorar a la chica, entonces fue que preguntó su estado.

-Si... estoy bien; ja, no sé ni porqué hago esto- respondió, secándose las lágrimas que no cesaban de caer.

-Fue por lo que dije, ¿cierto?-

-Nunca les dije que tuvieran cuidado cuando salieran de viaje, nunca le dije a mi madre que cuidara de su salud, nunca les demostré todo mi amor a mis padres... y ya no puedo hacerlo- respondió con la voz entrecortada.

-Lo siento, nunca quise hacerte llorar- dijo Syusuke, sintiendo como el corazón se cuarteaba segundo a segundo. Ver llorar a alguien querido es como si fuera él quien lo sufre.

-Me arrepiento, nunca les dije que los adoraba, que le agradezco que me hayan dado la vida, nunca les dije que eran lo más querido en mi vida. Y no se los voy a decir jamás, no sé lo que me hizo abstenerme a decírselos pero me voy a arrepentir el resto de mi vida, ya que ellos no están...- dijo Haru, aún llorando.

Su escudo ante el dolor no servía, y su máscara de tristeza salió a relucir, Fuji conforme la abrazaba, sin saber que decir para que no se sintiera peor de lo que ya estaba.

Aunque ambos tenían que decirse algunas cosas que les daría la vuelta a todo lo que piensan, pero lo que más era importante en ese instante era que Haru, dejara de llorar.

Los hechizos de hadas sólo duran hasta la media noche, y la historia de ellos dos apenas iba comenzando...
~~~
Fin del capítulo 31.

Hola!!! Gomen por el retraso, pero es que he estado de floja y cuando estoy así casi nada me lo quita. Pero les prometo que el próximo capi será pronto.

Matta ne...

 

Re: Four Seasons Whit Your Love

Jaja, Ok, Lo Pondré Pronto

 

Re: Four Seasons Whit Your Love

Capítulo: 32

“Adicciones”

N/A: Bueno, hoy relataré la historia de las adicciones. Es algo introducido a este tema que está algo relacionado con un personaje en particular de este FF, pero en fin, espero que la lectura sea de su agrado.

* * *​

Abrió los ojos sintiéndose cansado, aquella noche anterior había salido a dar un “paseo” por la ciudad, y la noche anterior, y la que le pasó. Hace ya algún tiempo que había salido del hospital, y se había recuperado bastante bien; no obstante, una chica de cabellos plateados al parecer se había olvidado de su existencia...

Este muchacho iba de mal en peor; se pasaba las noches sin dar aviso a nadie. De repente bajaba por las escaleras vestido de manera extraña, y sin dar explicaciones salía, regresaba demasiado de noche de la misma manera en que se iba. Ese estilo de vida no era muy bueno para un muchacho de esa edad.

-¡Ahhh, mi cabeza!- dijo cayendo al suelo, tomándose del cabello y pidiendo a gritos ayuda para levantarse, ya que para él solo le era imposible.

~~~

-Tenga, espero y sea de su agrado el desayuno-

-No tengo hambre, ya te dije- dijo haciendo a un lado con los pies, el plato con su desayuno.

-Por lo mínimo coma algo ligero; recuerde que al estómago hay que darle alimento, no solo bebidas-

-Dije que no tengo hambre y no vas a obligarme a comer algo que no es de mi gusto, Nana-

-Muy bien, no puedo ganar con usted ni una ola vez, joven amo-

-Agh, me duele la cabeza, manda a traerme algo dulce, siento que me muero-

-... y a propósito joven amo, no creo que sus padres sean muy felices al enterarse de la hora en la que llega a casa-

-¿enterarse? Dime, quién va a decirles, ¿tú?-

-Joven amo, le recalco que no es bueno llegar a altas horas de la noche. Entienda que me preocupo por usted y...-

-Por lo único en que te preocupas no es en mí, si no en el dinero que te pagan para que cuides de alguien a quien no le gusta seguir las órdenes. ¿dónde está mi dulce?-

-Joven amo, eso no es vedad. Yo lo he cuidado desde que era un bebé, y nunca jamás en mi vida me importaría más el dinero que usted-

-Mientes. Todos en la vida mienten, pero eso no me hace daño, y lo sabes bien. Mejor voy yo a buscarlo a la cocina ya que no quieres hacerme caso sobre mis dulces-

-Joven amo, no está bien lo que hace todas las noches. Yo...-

-Silencio. No puedes opinar ante mis decisiones ya que soy yo quien sufre, no tú. Y haber si te vas callando de una buena vez y dejas de ser tan entrometida en la vida de las demás personas, que a ti te hace falta una vida propia- dijo finalmente Kei, con un tono para acabar la conversión ahí.

Dejó estupefacta a la señora con la cual hablaba.

Fue a la cocina y encontró el refrigerador lleno, en la alacena había muchos cereales, de los cuales jamás había probado en su vida; todo estaba tan perfecto que le dieron ganas de tirarlos a la basura, le daba asco el aparentar ser alguien feliz.

-Nana, vengo en unos minutos, solo voy al supermercado para comprar algo- no esperó respuesta y salió llevándose las llaves de su motocicleta. Eso fue lo que recibió de regalo de cumpleaños por parte de su madre.

No pudo hacer un fiesta como pensaba, en un yate lleno de muchachos de la misma edad conviviendo alegremente. Lástima que él no podía levantarse siquiera de la cama de hospital.

Ese choque le hubiera costado la vida sino fuera porque él era el piloto; su otro compañero no tuvo tanta suerte.

-Hoy que es sábado creo que iré con Seki- se dijo a sí mismo.

Seki era un amigo con los cuales salía a divertirse de noche. Y también su compañero en las borracheras, y en otras cosas...

~~~

-¡Viva, ya llegó el rey del mundo! Jajaja!-

-Cállate, ahora no estoy de humor como aguantar tus bromitas-

-Uy, sí. “Ahora no estoy de humos como para aguantar tus bromitas”, eres tan fácil de hacer enojar- dijo aquél muchacho de cabellos violáceos. Era un conocido del chico.

-Mejor dime los planes para esta noche-

-Pues bien, hoy hay fiesta en la casa de Karin. Tú sabes bien que esa chica se muere por ti desde la vez en que la besaste, y al parecer se enamoró, jaja-

-Ya guarda silencio, ¿quieres un cigarrillo?- contestó el ojiverde, ofreciéndole dicho objeto, y ese muchacho no lo rechazó.

Después de haberse acabado una cajetilla entera ellos solos, se pusieron en rumbo a la casa de la chica, de la cual hablaban antes.

Eran las cinco y cuarto y ya habían llegado a dicho lugar.

No era para nada grande como la suya, y también estaba en un barrio demasiado, demasiado diferente en el que vivía Kei; es más, él no vivía en una casa, sino en condominios que le pertenecían a su familia y a el.

-Hasta que se aparecen ustedes dos. Y Kei, se ve que has estado fumando demasiados hoy- anunció la chica.

-Entrométete en la vida de otros, yo sí tengo vida social- contestó él, y todos sus acompañantes rieron.

Era un grupo de siete integrado por chicos y chicas. Al poco rato de haber llegado se quedaron en la sala de la casa y se pusieron a beber, y fue entonces que un sacó un polvo blanquecino.

-Es el momento de sacar la mano de oro. ¿quién será el afortunado de probar primero?- dijo uno, mostrando la bolsita dejando a todos con un semblante alegre. Después de beber litros y litros de cerveza, ¿a quién no se le van a perder sus reacciones?

-Yo soy el elegido, jaja. Ya dame esa cosa- dijo, y tomando el pequeño objeto vació el contenido sobre la mesa de centro donde estaban bebiendo, y respiró aquél polvo blanquecino.

Por un momento su mundo se tornó color de rosa. Ya no tenía más preocupaciones, su dolor y sufrimiento desaparecieron; por ese rato su vida era feliz... él fue feliz, y esos maravillosos momentos se desvanecieron dejándolo en un trance que le duró, para ser exactos, una hora catorce minutos.

Ya después de ese mundo sin vida sus amigos siguieron su ejemplo. Ahí estaban esos siete muchachos echándose la vida a perder. Tal vez lo hicieron por diversión o por tener problemas, pero de algo estaban seguros: que eran unos idiotas.

Al menos Kei sí lo aceptaba; pasó como una hora, y de nuevo el ojiverde supo que estaba haciendo cosas malas, desde que entró a ese cuarto con aquella chica y empezó a besarla y quitarle sus ropas desesperadamente .

~~~

Sonó su teléfono móvil pero no quiso contestar, o fue por que no pudo contestarlo.

Él estaba tirado en esa cama, ella estaba a un lado de el pero se encontraba dormida, definitivamente ellos hicieron cosas indebidas.

Seguía sonando el móvil y aún así no se dignó a contestar, aquél sonido proveniente del teléfono se quedó en silencio. Desde ahí supo que había sido Haru quien lo llamaba, pero era culpa de ella por que no le quiso contestar los mensajes anteriormente.

~~~

-Kei no contesta, estoy preocupada por él-

-Sí, yo también- contestó Fuji, estaba feliz del todo el tiempo que había estado con Haru sin ninguna molestia de alguien.

Habían ido al acuario unos días antes, e ido al zoológico donde se tomaron unas Print Club, él con el cuerpo de un príncipe y ella con el de una princesa. Esos días definitivamente eran para recordarse el resto de sus vidas.

Comió algunas golosinas que le llenaron el estómago después de haber gastado todo el dinero en juegos y cosas para divertirse. Empezó a soñar despierto cuando Haru lo sacó de sus pensamientos, llamaba otra vez para ver si esta vez sí tenía la suerte de que le contestasen.

Su móvil empezó de nuevo con la musiquita que tenía de tono de llamada, enojado se levantó, recargándose de la pared para no caer al suelo. Estaba delirando, sintiendo que el piso se le movía y que en su mundo existían las hadas que pudieran concederle un deseo.

Era mentira, no existen las hadas, no se pueden cumplir todos los deseo que uno quiere, el piso no se mueve, y por último: en todo lo que creía no era realidad. Siempre se imaginó que él estaba tomado de la mano de Haru, al fin siendo algo más que mejores amigos.

Pero eso no estaba permitido. El compromiso que tenía con la brasileña fue cancelado, y ahora iba a ser parte de la realeza. Se comprometió con la hija de los reyes de España, tenía ya quince años, y a los diecisiete sería su casamiento.

Su padre fue quien arregló su nuevo compromiso, y fue el mismo quien rompió el anterior. Pronto iba a ser rey de ese país, y por lo tanto, ya no varía más a Haru. Ella se quedaría con Syusuke, como si él estuviera allí mismo, la chica no iba a notar que se fue para que regrese en varios años, y todo estaría tan perfecto que haría falta en su vida.

Entonces se dio cuenta de que le gustaba Haru, y odiaba a Syusuke. Pero esa confesión sólo la sabe él mismo, y tal vez a nadie en su vida se la confiese, porque ella siempre será su primer amiga.

Drogado tomó su móvil que yacía en el suelo, enterrado en su pantalón, y dio en la tecla de llamar el numero de Haru.

~~~

Su teléfono móvil sonaba, y llamaba quien quería que fuera: Kei.

-¡Kei, me tenías tan preocupada que no supe que hacer!, pensé que te había sucedido algo malo...! ¿Kei?- cuestionó extrañada, al escuchar la respiración pesada en el otro lado de la línea.

-¿Sucede algo?, te ves preocupada...- preguntó el castaño.

Haru volteó con lágrimas que amenazaban con derramarse, y dijo con la voz entrecortada;

-Está mal Kei, creo que...-

~~~
Fin del capítulo 32.

Wooooooooooooooola ^-^
Lamento la tardanza de la historia, pero es que no tenía muchas ideas. Empecé a escribir y creé esto, espero y les haya gustado. Sé que lo que le hice a este personaje está medio maniático, pero creo que es lo mejor ya que su historia influirá mucho en la de los demás.

Después continúo con el capítulo 33; será algo más alegre y relacionado con las fiestas de este mes, jaja. Hasta la próxima... Cuídense, y muchos besos y abrazos y apapachos y besitos pequeñitos y también grandes [xD]

 

Re: Four Seasons Whit Your Love

ok, la onti despuès x ke no la traje esta vez, como me pasò en el fic de ryoma, (muere pronto) las seguidoras de mi optro fin a a kill me o.o

 

Re: Four Seasons Whit Your Love

es que mi compu se murióooooo!!!!!!!!!!!!!


y no he podido traerla, pero cuando la arreglen se las traigo