fotografias

capitulo I
cae el telón y todo en mi se enciende.

El telón cayo, las luces se apagaron, el teatro se quedaba solo, la gente se iba a su casa luego de hacer un buen trabajo... y yo aún en medio de la tarima sentada sobre una silla romana con cojines de seda rojo, tan rojo como la sangre que corría por mi cuerpo, era una silla cómoda, era de esas sillas de utilitaria que los diseñadores mejoran para componer las escenas que se presentan, siempre me quise llevar una de esas para casa, nunca pude; en ese momento era invierno, los días eran cada vez mas fríos, y en ausencia de un cuerpo que calentara el mio me había decidido por la adrenalina de ser fotografiada por una mujer del medio, la llamaban it falls down crazy, todas las lesbianas de la cuidad hablaban de ella y de lo increíble que era su arte fuera y dentro de la cama, dios que era incapaz de sacar mis ojos de su belleza, era morena, alta y delgada con brazos firmes y una retaguardia tan provocativa que me hacia salivar de solo verla; tenia esa fuerza que mostraba en cada una de sus acciones, era eso que se deseaba de todo hombre con una cara fina y una cintura aun provocativas aunque estuviera en sus 50 años. si ahora alucinaba por una mujer que doblaba mi edad, estaba dominada por aquellas especies donde el arte es mas que la expresión de la belleza, es como esta trasciende a ser lo mas puro y sagrado que el hombre puede contemplar; esas que te producen un orgasmo solo por hablar..si era una clase de grubby de la gente con ingenio, pero no me arrepiento de ello, por que en mi vida logre conocer gente verdaderamente interesante, con maneras de ver el mundo que parecían tener mas lógica que nuestra cruel realidad, y la mas importante de todas fue esa mujer.

Se había acabo el espectáculo, yo solo era la que maquillaba a las brujas que se presentaban como hermosas damas, brujas y plásticas todas, pero para poder triunfar debías tener una de esas dos características, yo por otro lado era mas bien insípida, de pequeños pechos, sin mucho trasero y aunque plana, no tan curvilínea para que mi cintura fuera algo que me llenara de hombres con dinero dispuestos a financiar mi carrera, pero mi cabello era hermoso, y media 1 74 cm, era alta, pelirroja y sin ninguna peca, creo que esas fueron las características que le llevaron a hacerme esa proposición ese día.

Se había acercado a mi, me miro con sus ojos filosos como si con ellos pudiese ver mas de lo que el resto de mortales vemos, me sentí impresionada por ese aire de soberbia que circundaba al rededor de ella, ese algo que alejaba y provocaba a todos los de su alrededor, me miro, fue muy despectiva al hacerlo, la descarada se encargo de dejarme como una niña de provincia sacada de la casa y arrojada a un mundo demasiado sofisticado, se encargo de hacerme sentir tan pequeña como una hormiga, y digo hormiga por que son los insectos mas nobles que conozco pues luego con una sonrisa y convencida que le diría que si, me pidió que le sirviera de modelo para unas fotografías que debía sacar, ya veía por que esa mujer no conocía otra expresión que no fuera la arrogancia, no me la había pensado y ya estaba sobre la tarima, aquella mujer había buscado entre la utilitaria y me había hallado un pequeño vestido, era blanco muy elegante y con pocos detalles, era de las protagonistas, era seda delgada y muy intima cubría en confidencia aquellos cambios que tendría mi cuerpo una vez este día pasara. me pedía que posara, aun lo recuerdo, ¿que posara? jajaja no sabia como hacer tal cosa, yo solo me mantenían sentada sobre el silla, inmóvil observándola casi aterrorizada por lo que me pedía y es que lo ultimo que quería era pasar una pena en frente de aquella mujer, algo inútil pues para aquella mujer la inocencia que hoy mostraba parecía el centro de sus burlas, ella noto que no iríamos a nada, yo estaba rígida y aun dolida por las palabras que había dicho antes, no estaba dispuesta a relajarme y posar para ella aunque hubiese aceptado su propuesta, me preguntaba si debía bajar de ahí y dejar de ser el centro de sus burlas, ella se acerco, sus manos se posaron cada una sobre los brazos de la silla, se inclino a mi y me susurro despacio, dulce y con una sensualidad por la que casi humedecí.

-cherry déjame ver aquellos instintos que solo surgen en el cuerpo frágil de una campesina...-

Dios que le quise romper la boca una vez escuche lo que decía, mi cuerpo se llenaba de sentimientos, de deseos, de cosas que evocaban tras conocer a aquella mujer, la mire, mis ojos no lograron fijarse en nada mas, tenia enojo y un rencor súbito por el desprecio que me mostraba, ahora mi cuerpo parecía mas relajado, se movía hacia ella, mis manos se rosaban contra la seda, la subía por mis piernas, contorneaba mi pequeña cintura y desordenaba mi cabello mientras mi rostro parecía tomar una sensualidad que nunca pensé tener, ella puso música de fondo, recuerdo era metal gótico, me deje llevar por la música una expresión sórdida parecía tomar la rabia que contenía hacia ella, y como si hubiera tomado una dosis de nociva droga parecía que me dejaba llevar por esos bajos instintos que ella quería ver evocados en el cuerpo de una simple campesina. su voz retumbaba en mi cabeza, se mezclaba con la música, sus palabras se escuchaban estruendosas en mi cabeza.

-Quítate el vestido cherry-

mis dedos se apoyaban sobre la tela, la arrugaban al tomarme de ella mientras las elevaba por mis piernas, no me podía contener, yo quería hacer caso a esa femenina y ronca voz, me fui alzando la tela, mis muslos ya podían ser fotografiados por su lente, mis bragas eran negras, ese día, llevaba unas hermosas tangas de encaje, se ceñían bien a mi pelvis y a mis caderas que bailaban en un lento vaivén, de derecha a izquierda pasee mi cuerpo entre las ondulaciones de la música, había subido por mi silueta, mis manos se detuvieron y se rosaron contorneando mi sostén, al final termine desnuda a sus ojos y con esa extraña impresión en la cabeza de que me encontraba loca por esa mujer que estaba frente a mi y quería un beso suyo.