—No. Eric sonríe bajo la bufanda. —Jo, Elyan, vamos. Elyan le mira con aquellos enormes orbes grises que la caracterizan. —Eric, te quiero, pero no haré eso ni de broma. Lo detesto. —se queja, su boca hace un mohín bastante infantil que le causa risa a su acompañante. —Vamos, por mí, ¿sí? Además… sólo la verá Alphonse, lo juro —insiste él, buscando la mirada de su novia. Ella evita sus ojos todo lo posible, sabe que si lo mira, toda su defensa se irá a la basura. — ¡Menos si la ve Alphonse! Tú sabes cómo es de molesto. —replica. Eric nota como sus palabras antes decididas, toman aquel tinte de vacilación que busca. Y aprovecha la ocasión. —Lyan, sólo es una foto —mientras dice esto, Eric se acerca a la figura menuda de Elyan y la abraza con suavidad. Con una mano retira lentamente la bufanda que cubre los apetitosos labios de ella y con la otra, acaricia con dulzura su melena azabache—, por favor… Sería mi primera foto así… Elyan sabe que cederá. En el momento justo antes del beso, sabe que no puede negarle un capricho tan tierno a su pareja, porque por su felicidad, ella hará todo lo que esté a su alcance. Siente los labios suaves de Eric sobre los suyos propios, en aquellos besos que le traen una paz absoluta, esos besos inocentes, que sabe sólo él es capaz de dar; cierra sus ojos, concentrándose solo en la sensación que le produce esa tierna caricia a sus labios, sus dedos recorriendo su cabello. Sonríe dentro del beso y tiene la certeza de que es feliz. Sencillamente feliz. Cuando se separan, Eric la mira con sus grandes ojos café oscuro, con todos los sentimientos que estos encierran. Elyan aún tiene los ojos cerrados, por lo que Eric recorre sus rasgos sin tapujos: su nariz pequeña, su piel pálida, ahora cubierta por un tímido rubor, sus labios curvados en una sonrisa, y por sobre todo, aquellos ojos que ahora le miran, tímidos y tiernos. Unos ojos que lo enamoran. —Y… ¿qué dices? Elyan suspira. —De acuerdo. Pero sólo porque nunca antes lo hemos hecho. —accede, preparándose mentalmente para lo que viene. Con una sonrisa casi infantil, Eric tira de su mano hasta el puesto de Santa Claus, adornado con motivos navideños. Aún sonriente, le pide al hombre disfrazado si puede sacarse una foto con ellos. El amable hombre acepta, sonriendo con dulzura ante la joven pareja. — ¡Digan galletas! —dice el duende que les tomará la foto. Eric mira a Elyan. Elyan mira a Eric. Se sonríen y miran a la cámara, un segundo antes de que el flash salga. Agradecen y se marchan, de la mano. Eric, sonriendo satisfecho, y Elyan, suspirando ante la terquedad de su novio. —Oye. Ella lo mira. —Dime. —Te quiero. Sonrisas. —Yo también. Idiota. Él ríe y la abraza por los hombros, ella se sacude intentando escapar, sin intentarlo realmente. Se sonríen. La navidad ya no es tan fría juntos. _________________________________________________________________ Hola~ :B Este es mi primer drabble .w. Con 499 palabras, calzó justo c: Espero que les guste, acepto las críticas, te hacen mejorar ^^
La verdad me encantó *u* No sé si tenga que ver con el hecho de ando con hartas ganas de leer algo así bien romántico a lo empalagoso y dulce, o no sé, pero me gustó bastante la historia. ¿Qué decir? Me gustó la manera en la que, a la hora del estar enamorado, hasta las cosas más sencillas parecen las más grandes, importantes, problemáticas y maravillosas y ¡bah!, cómo es que por la persona que amas eres capaz de dejar un momentito tus caprichos y disgustos, con tal complacerlo. En serio me gustó y me alegro haberle dado una oportunidad a éste a pesar de que las épocas no me animan. Espero que alguna vez en el futuro compartas un relato así de lindo y nada; no noté faltas, así que es todo lo que puedo decir. Te cuidas. Hasta otra.
Fue una historia muy linda. La supiste llevar, para que no se hiciera "pesadamente romántica". De algo tan sencillo como una foto, creaste una escena agradable de recordar. :p
Aw, qué historia más encantadora. Es cierto que puede llegar a resultar medio empalagosa, pero no implica ningún impedimento para disfrutar de una buena lectura. Más que nada por sus personajes, que en los pequeños diálogos que mantienen producen una sensación de simpatía, y lo mismo sucede con sus acciones: en primer lugar, la dulce resistencia de Elyan y sus temores de ceder ante la sola mirada de su novio, después, ese beso (me gustó mucho cómo lo narraste, sin recurrir a florituras), para culminar con la toma de la fotografía. Me intrigaban los primeros renglones, porque no se sabía a qué se resistía Elyan, pero después me sacó una sonrisa la aparición del hombre disfrazado de Papá Noel ("¡Ja! ¡Conque eso quería Eric!", me dije). ¡Gracias por este Drabble! Lamento que no haya podido contar con más palabras, jaja.
