Flores del mal

Re: ** [Flores del mal] **

------------------------Notas------------------------​

*He decidido o es decir, me he tomado la libertad de atribuirle a cada personaje una peculiaridad, algo que los diferencie del resto, debido a que todos se parecen, eso no me divierte, en serio. La monotonía se me hace deprimente… No quiero volverme emo ok. ​

*He escrito de acuerdo a lo primero que se me vino a la mente, así que si una sale primero que la otra es por eso jajaja xD y en fin, seguro fue porque en su ficha, el personaje se encontraba más definido que otro . Tampoco quise que todos sean iguales… Todos son diferentes y por supuesto unos saldrán en un capítulo y otros en otro, pues porque no se puede meter en un capítulo la historia de todos los personajes a menos que deseen que haga un capítulo eterno.​

* Por otra parte, deben saber que soy una trágica, dramática, las 24 horas del día... Aunque siempre trato de combinar mis historias con algo de romanticismo, comicidad y algo de suspenso (Eso no se me da muy bien que digamos, de hecho no se me da xD), que más, a sí, también algo de tonterías que se me vienen a la mente. Escribo como me siento, y a veces escribo pésimo, otras considero que no, en fin… ahora las dejo, sólo quería sacar todas mis reprimidas palabras… A veces siento que escribo más de lo que hablo, y ahora quiero que me hagan críticas constructivas, si desean claro…​

*Kath Gris viene renovada, bueno luego de su semana de la perfecta deprimida… cosa que aprovechó muy bien para escribir sus sentimientos o las tonterías que se le vino a la mente y si algo salió mal le hecho la culpa al sueño xD, es que me siento mejor escribiendo en la noche porque nadie me molesta...
*Gracias por sus preciosos post... Ahora sí el capítulo dos!!!!!!!!!!

*¡Sayonara minna ~~!*​

 

Re: ** [Flores del mal] **

...Somos inocentes con manos sucias. Y por tanto, hemos nacido en el corazón de la mentira…

** [Flores del mal] **​

** (Fleurs du mal) **​

*Capítulo dos*​

[Los Prodigios]​

Los cálidos rayos del sol surcaban el aire del atardecer entre las grandes columnas de hermosos acabados, mármol blanco, tapizado elegantemente y el piso con alfombras especialmente traídas desde la India. Era una de las escuelas más hermosas de todo Japón por su estilo isabelino de Inglaterra. Sólo los hijos de la gente muy adinerada estudiaban en aquella prestigiosa escuela. Aquella suntuosa casa sería la morada de los Prodigios. En un lugar del inmenso recinto, se hallaban las habitaciones que habían sido ambientadas elegantemente para los muchachos. La entrada era como si fuese de una mansión, amplia como un salón de baile, se podía ver las escaleras que llevaban a las habitaciones. Un hombre de complexión gruesa fumaba un habano, llevaba puesto un traje elegante como si lo que vendría a continuación fuese una gran fiesta; sin embargo, Hanamura y Sakaki-sensei, no vieron nada raro en eso, Tanaka-san siempre vestía de ese modo.
La puerta principal que era de dos piezas móviles dio paso a la entrada del primer alumno de la residencia.
— ¡Bienvenidos sean! — la voz seca de Tanaka recibió a no sólo uno sino a varios muchachos que entraban con sus respectivos equipajes. Él millonario abrió sus brazos en son de querer abrazarlos a todos, su habano entre los dedos humeaba llenando el ambiente con ese olor a tabaco cubano.
— ¡Buenas tardes! — saludaron al unísono los primeros en entrar, teniendo en sus rostros una expresión de sorpresa al ver a varios conocidos entre ellos. Kajimoto Takahisa, Davide Amane, Oshitari Yuushi, Saeki Kojiro, Sakura Ikumaru, Eiji Kikumaru, Keisumi Fuji, Sallame Himura, Bunta Marui, Shinji Ibu y Kamio Akira hacían su aparición en aquel salón. Sakaki-sensei estaba inexpresivo y Hanamura-sensei, sonreía abiertamente.
— Los diez primeros ya están aquí, me parece perfecto así los conoceré — sonrió el elegante adinerado para luego girarse a los sensei —. Hanamura-sensei, ¿A qué hora vendrán los demás?
— Me parece que no deben tardar, la cita fue clara. Antes de las seis de la tarde, todos ya deben estar aquí — se apresuró a decir la sensei ante la mirada de Tanaka.
— ¡Perfecto! — se acercó a los jóvenes que aún mantenían expresiones de no entender nada—. No esperarán mucho entonces, les sugiero que se acomoden. Aún no han traído los muebles por lo que el salón se lo ve desierto, sólo espero que sea de su agrado —Todos miraban el lugar admirados por su elegancia.
— Se suponía que sólo me invitaron a mí — se quejó Keisumi, fijó su fría mirada que era de un color cielo en los de Tanaka.
— Keisumi-chan, tuve que inventar eso para que aceptaras la invitación — dijo Hanamura-sensei para calmar a la muchacha que parecía que pronto iba a estallar de la ira. La muchacha cruzó de brazos, le dio la espalda donde se pudo notar su cabello negro con destellos azules caerle hasta la cintura, lo traía suelto. Se alejó hasta la pared donde se apoyó para esperar lo que viniera.
— ¡Interesante! Me gustan las niñas con personalidad — expresó Tanaka. Los demás no habían dicho nada, estaban enterados de todo, pero no pensaron que hubieran invitado a más de ellos. Kamio arrugó la frente—. Tenemos que esperar a los demás para poder hablar con todos — luego de esto Hanamura se acercó a Tanaka para informarle el nombre de cada uno de los muchachos.
— ¡Vaya! Habrá más de nosotros, supongo que todos son tenistas, he visto jugar a Oshitari-kun y a Bunta-kun, estoy ansioso por saber quienes serán los demás. Me pregunto por qué nos han llamado a varios de nosotros…— Ibu empezaba a hablar en un murmullo que sería interminable. Bunta reventó su chicle.
— Uhmmm, ¿Más de nosotros? — Bunta se acomodó en un costado para esperar a los demás. Oshitari ajustó sus anteojos.
— Debe ser un proyecto de gran magnitud, la Shoken Gakuen, es prestigiosa, ¿Quién no querría estudiar aquí? — Yuushi se retiró al fondo, cerca de Sakura que se había quedado callada, aunque no por mucho tiempo.
— Esto es extraño, Hanamura-sensei, mencionó que habría un torneo y para eso necesitaba a los mejores, pero lo que no entiendo es cómo pueden invitar a mucha gente, se supone que un equipo se conforma de ocho — habló, pero Oshitari fue el único que la escuchó, éste le sonrió, Sakura se sonrojó ligeramente mirándolo con esos ojos color almendra. Se volteó de inmediato y su cabello marrón voló con el viento repentino que entraba en el salón que había quedado con la puerta abierta.
— Las senseis, dijo que eran seis. Pfft — Davide no pudo aguantarse más, tenía que decir un chiste. Kajimoto, que estaba a su lado, lo miró raro.
— ¿Se supone que era un chiste? — preguntó mirándolo con la ceja levantada.
— Me viste, soy un chiste. Pfft — ahí sí Kajimoto lo vio doblemente raro.
— ¡Nya! — se desperezó Eiji — Creo que será interesante ¿A quiénes habrán invitado? ¡Kyaaa!
— No lo sé, pero creo que será divertido — sonrió Sallame, quien estaba al lado del pelirrojo.
— Eso espero — contestó Kikumaru en una gran sonrisa.
— Sayu, ¿También estás emocionada? — cuestionó Saeki que estaba del otro lado.
— Sí, por supuesto, Saeki-kun —dijo sutilmente emocionada Sayu acomodando su cabello miel tras la oreja. Sus ojos miel se fijaron en Saeki.
— Yo también creo que será divertido y más si tú estás aquí — volteó a verla con sus ojos azules abrillantados. Sayu no quiso verlo, sería penoso para ella.

*+​

La espera para Keisumi era algo que no podía soportar, empezaba a hartarse, se sentía incómoda. Kamio tenía ganas de golpear a alguien, odiaba esperar al igual que Keisumi. Miró a Ibu que aún mantenía su murmullo y pensó que no sería bueno golpearlo. Davide se atrevió a decir otros chistes y Kajimoto empezaba a alejarse de él. Oshitari no dejaba de molestar a Sakura, encontró entretenido hacer eso porque la muchacha se sonrojaba. Y Saeki, Sayu y Eiji, empezaron a hablar, encontraron con qué entretenerse mientras esperaban a los demás.
Al instante, la puerta volvió a abrirse dando paso a otros muchachos que se habían encontrado en la entrada. Todos fijaron su mirada en los recién llegados.

— ¡Lucky! — Sengoku entró un poco agitado — pensé que llegaría tarde.
— Puri… —expresó Masaharu y se acercó a saludar a Bunta.
— Llegas tarde — dijo Bunta inflando su chicle.

*+​

Lily del Valle entró con sus maletas en la mano, sin darse cuenta de la pequeña escalera tropezó con ella. Su corazón se aceleró y cerró sus ojos por instinto. Cuando los abrió no se hallaba en el frío suelo o con algún dolor en las rodillas, no. Gakuto Mukahi al darse cuenta que ésta estaba a punto de caer la tomó inmediatamente de la cintura. Lily lo miró y parpadeó varias veces antes de sonrojarse al posar sus ojos carmesí en los celestes de Gakuto.

— ¡Qué torpe soy! — dijo la de cabellos dorados lisos que los traía atados en un listón rojizo.
— Es un accidente, le puede suceder a cualquiera — indicó él aún sin soltarla. Lily, se sonrojó aún más.
— Bueno, ¿Crees que ya deberías soltarme? — cuestionó ella amablemente.
— Sí — dijo él soltándola suavemente sin quitarle la mirada de los ojos, aunque en un instante de segundo bajó a los labios finos y carnosos de la muchacha.
— Gracias — adelantó a decir la muchacha, avanzando.
— Estaré cerca por si vuelves a caer — dijo divertido Gakuto. Ella le sonrió.

*+​

Hicieron su aparición los hermanos Kirihara. Akaya sonriente y Sayumi inexpresiva con su celeste mirada fija. Llegaron cerca de los demás y dejaron sus maletas.
— Veo que hay muchos — expresó Kirihara echando un vistazo rápido. Divisó a sus amigos de la Rikkaidai y se acercó a ellos. Sayumi, se quedó en donde la dejó su hermano. Su delgado cuerpo la hacía verse terrorífica y sus rosados cabellos la enmarcaban en un cuadro de belleza oscura.
— Kajimoto-kun — saludó Mizuki Hajime que había entrado después de los hermanos Kirihara, dejó las maletas y empezó a enrollarse el cabello. Tenía una sonrisa maléfica.
— Mizuki-san — saludó Kajimoto volteando a verlo.
— Hanamura-sensei no se equivocó en decirme que esto sería de mi interés— expresó sin dejar su manía de enrollarse el mechón.

*+​

Kaidoh Miyuki entraba al salón muy tímida, se ubicó a un costado donde nadie podía molestarla. Su expresión era de niña cohibida, muy raro para ser familia de los Kaidoh. Se quitó la coleta que sujetaba su corto cabello café y sus ojos celestes tímidos se fijaron en la muchacha que venía tras de ella con la misma expresión que ella. Aymara Blanco se acercó a Miyu, tenía el cabello sujeto en una cola, sus ojos verdes se establecieron en los de la otra muchacha. Le sonrió alegremente.
— Hola, soy Aymara, pero puedes decirme Aymi-chan y ¿tú? — su sonrisa era contagiosa por lo que Miyu sonrió, sintió tranquilidad, luego de sentirse intimidada al entrar en ese salón que estaba lleno de otros muchachos.
— Miyuki, pero puedes decirme Miyu-chan — contestó la de cabellos café.

*+​

Una muchacha que era idéntica a Yagyuu Hiroshi entraba ahora, sí, era la hermana menor del Caballero. Dejó su maleta cerca de donde estaban Miyu y Aymara. Se ajustó los anteojos y su mirada púrpura contrastaba con su cabello púrpura también un poco largo, suelto, con un listón a modo de diadema. Miró a todos lados y empezó con sus datos mentales, tomando nota de todo lo que veía a su alrededor, notó las alfombras carísimas y los cuadros de Sesshu, maestro de la pintura japonesa, sonrió al ver los cuadros.

— El pintor japonés Sesshu está considerado como el maestro principal del estilo suiboku. Entre sus obras destaca el paisaje titulado Haboku Sansui, una de las más altas realizaciones de la pintura monocroma y es ese el cuadro que más me llama la atención — habló para sí al observar la decoración del lugar.
— No es que las garzas y los halcones no me gusten, Sus delicados paisajes y la espontaneidad de la pincelada demuestran su maestría dentro de este estilo. Pero la pintura monocroma no es de mi agrado — expresó Kuranosuke Shiraishi que entró y había tenido la suerte de escucharla.
— Eso sólo lo dice la gente que no aprecia el arte — dijo ella volteando a verlo y delineando su perfecta figura. El aludido sonrió.
— ¡Bienvenidos sean! — volvió a realizar los mismos gestos que como con el primer grupo, como si lo hubiera ensayado.
— ¡Buenas tardes! — dijeron los que recién llegaban.
— Debo decirles que deben esperar unos momentos hasta que aparezcan los demás — dijo en un gran mohín.

*+​

El salón ya estaba un poco lleno de muchachos que murmuraban entre sí. Hanamura y sakaki empezaron a explicarle a Tanaka el nombre y las habilidades de cada uno mientras esperaban a los demás.

Ryoma Echizen entró inexpresivo y sorprendido interiormente al ver a tantas personas reunidas, se acomodó la gorra y bajó la mirada.
— ¡Ah! ¡Koshimae! Dije que me esperaras ¿Acaso no me escuchaste? — llegó Kintarou corriendo hacia donde estaba Echizen.
— No me di cuenta — el referido pronunció.
— Pero si estaba tras tuyo, ¿Cómo es que no me escuchaste? — el escándalo acaparó la visión de los que allí estaban.

Las miradas se fijaron ahora en dos personajes que entraron con empleados que llevaban maletas y las ubicaban en un costado cerca de la entrada. Atobe Keigo traía el ceño fruncido, vestía casual, pero elegantemente, al contrario de su hermana que parecía que acababa de levantarse de su cama. Atobe Nyu, caminaba inexpresiva atrás de su hermano mayor. Keigo estaba de mal humor por no poder convencer a su hermana de que se vistiera como una Atobe y que se arreglara un poco. Chasqueó los dedos y los empleados se formaron, éste les ordenó que se fueran.

— Tanaka-san, no sabía que iba a reunir a mucha gente —Keigo se acercó al millonario dueño de la Shoken, sin mirar a los presentes.
— Bueno, lo hablé con tu padre, Keigo-kun —Tanaka fumó su habano.
— Sí, pero él no me lo informó a mí — se quejó Keigo en una mueca.
— Hola — saludó Gakuto al acercarse a Nyu. La aludida levantó las cejas.
— ¿Te conozco? — preguntó sin interés.
— Pero si soy Gakuto — se ofendió el pelirrojo.
— ¡Ah! No recuerdo, aunque pensándolo bien creo haberte visto antes, uhmmm, pero ahora no recuerdo, sí, no sé quien eres, pero… — empezó Nyu a balbucear cosas sin sentido. Gakuto la miró ofendido.
Keigo tomó a su hermana de la muñeca y la obligó a irse con él hacia un lugar mas alejado de los demás. Estaba molesto, de hecho demasiado furioso.
Una media hora después la gente empezaba a impacientarse, inclusive Tanaka, volvió a prender otro habano. Al instante llegó Kaidoh Kaoru con cara de pocos amigos. Se detuvo un instante para echar un vistazo, más la chica que venía detrás se chocó con él debido a que éste se detuvo de golpe. Kaoru volteó con la intención de iniciar una pelea con el imbécil que se atrevió a empujarlo.

— ¡Fíjate, imbécil! — su voz grave se escuchó, volteó con los puños listos para golpearlo.
— Lo siento, pero fuiste tú el que se detuvo — pronunció la muchacha clavando sus verdes ojos sobre la serpiente. Éste se sorprendió por haberle gritado a una mujer.
— Fshhh… — siseó desviando su mirada de la muchacha que era muy bonita, era relativamente alta y sus cabellos caobas caían como cascadas por sus hombros. Vestía elegantemente y su mirada analítica se fijó en Kaoru, dejó sus maletas y miró al frente directo hacia Tanaka con una seriedad única.
— Ella es Fujiwara Hikaru— comentó Hanamura a Tanaka quien había preguntado por la muchacha.
— Tezuka, no sabía que también te habían invitado — comentó Fuji, quien entraba en compañía del ex capitán de la Seigaku. El mencionado se limitó a asentir, su semblante serio, avanzaba junto a Fuji ignorando a los que allí estaban. Fuji sonrió más pronunciadamente al ver a tanta gente que conocía allí. Otros entraban tras ellos.
— ¿Sanada y Yukimura, también aquí? — se sorprendió Eiji abriendo sus ojos más de lo normal. Sayu sonrió al ver a Tezuka, aunque no lo conocía, le pareció adorable. Ahora todos murmuraban entre sí al ver a tanta gente con talento entre ellos. Yukimura y Sanada se acercaron a sus amigos de Rikkaidai. Yukimura tenía un semblante sereno y Sanada uno serio.

La espera ésta vez fue mayor, Tanaka miraba su reloj y ya se había terminado su habano anterior, empezó a caminar de aquí para allá. Hanamura sintió miedo por tercera vez en aquella tarde y Sakaki permanecía Inexpresivo con los brazos cruzados.

— Hanamura-sensei, ya son más de las seis y aún faltan tres personas más. ¿Acaso no van a venir? —preguntó ansioso Tanaka, su rostro ya se había arrugado por la expresión de desagrado.
— No-no lo creo, ellas confirmaron su llegada… — expresó muy nerviosa la sensei —. Kaoru-kun, ¿Tú hermana va a venir?
— Fshhh… sí, dijo que vendría directo del aeropuerto — habló agudamente Kaoru quien tenía los brazos cruzados.
— Lo ve Tanaka-san, ya no debe tardar, seguro que el vuelo se retrazó, suele pasar — intentó persuadir Hanamura al millonario.
— Sólo esperaré unos minutos más y si no aparecen, ustedes dos tendrán que rendirme cuentas. ¿Entendieron? — sin duda eso era una amenaza. Hanamura tragó saliva deseando que esas niñas aparezcan de una buena maldita vez.

*+​

Ahora la situación era tensa, los presentes se estaban hartando y empezaban a incomodarse, ni siquiera tenían donde sentarse, estaban de pie desde hace varias horas y la tensión iba en aumento. El sonido de la puerta llamó la atención casi inmediata de todos los presentes.

Cabello negro largo y ojos negros muy profundos, piel torneada, delgada y buena figura, muy hermosa pero con una expresión de frialdad en los ojos que inspiraban miedo y a su costado una muchacha que traía una prenda de vestir de punto de color negro, cerrada y con mangas, que la cubría desde el cuello hasta la cintura aproximadamente, enmarcando perfectamente su hermosa figura y con una capucha por lo que no se pudo ver su rostro muy bien, parte de su cabello negro caían por sus hombros. Ambas muchachas chocaron cuando trataron de entrar al mismo tiempo por esa puerta.

— ¡Retírate que voy a pasar! — hablaron las dos al unísono y levantaron la mirada. Los ojos negros y profundos de May Kaidoh se fijaron en los café amenazantes de Gris Ootori, las dos despedían miradas asesinas.

Las miradas asesinas empatadas aún seguían, ninguna de las dos quería ceder, era más bien como una competencia. Los presentes no se atrevieron a interrumpirlas, algunos estaban sorprendidos, otros asustados, y otros divertidos por la escena de esas dos.

— Nenas, retírense, que acaba de llegar la estrella — pronunció una muchacha que apareció tras ellas interrumpiendo su competencia de miradas asesinas, las rodeó por el cuello obligándolas a entrar. Gris realizó una mueca de disgusto total y May estaba a punto de alterarse—. O sea, nenas, mírenme, estoy a punto de brillar y ustedes están interrumpiendo mi entrada triunfal… — Ésta vez la que recibió miradas asesinas por parte de éstas dos fue Hiromi Daishi. La muchacha que tenía aproximadamente la talla de las otras dos las soltó del cuello. Arregló su rubio, largo, liso y brillante cabello coquetamente. Dio una sonrisa a las muchachas que la miraban amenazantes—. Nunca estarán a mi altura nenas…
— Pffft— Gris empezó a reírse a carcajadas — Es que, espera, creo que no escuché bien… — seguía riéndose y May también se estaba burlando de Hiromi que ahora las miraba ofendida.
— Ubícate princesita, la que nunca estará a mi altura eres tú — expresó fría May. Gris cambió su sonrisa al de un rostro serio se sacó los audífonos del Ipod y posteriormente la capucha.
— Espera no escuché bien, ¿Dijiste que no estoy a tu altura? — se acercó a ella amenazante. Hiromi retrocedió tres pasos cuando divisó a Tanaka.
— Tanaka-san, me alegra verlo — se fue de inmediato hacia donde estaba él, en el proceso sonó su celular—. Hola Daddy,… sí, llegué bien… lo tengo en frente mío, Daddy,… Tanaka-san mi Daddy le manda saludos,… sí Daddy,… Adiós Daddy, yo soy la mejor the Best — colgó y volvió a marcar en su celular— Kyo, o sea, trae mi equipaje ahora, ¿Entendiste?
— ¡Bien!, creo que ya están todos… Ustedes tres, ¿Por qué llegaron tarde? — preguntó con el ceño fruncido Tanaka. A ellas no les recibió con un “Bienvenidas sean”.
— Usted me llamó a mí, yo no fui a usted — se encargó de recordarle Gris.
— Eso no es su asunto, el punto es que ya estamos aquí ¿No? — expresó May, mirando a Tanaka fríamente.
— O sea, Tani-san, soy una estrella y las estrellas siempre estamos ocupadas, ¿Entiende? — habló Hiromi mientras revisaba sus uñas que estaban pintadas perfectamente. Tanaka fumó su habano antes de hablarles a todos que se habían quedado observando, a las tres muchachas, extrañados.
— Ahora que ya están todos, voy a informarles que han sido llamados para que formen parte de mi club de tenis y sólo los mejores de ustedes conformarán el equipo titular. Éste año mi escuela, la prestigiosa Shokengaku, ha sido invitada a un torneo que tiene fama internacional, es la única escuela de Japón que irá y como es natural yo quiero ganar ese torneo, por eso, mandé llamar a los mejores tenistas de todo Japón y por si fuera poco, mandé a organizarles una residencia, ya que ustedes tendrán que someterse a los entrenamientos de Sakaki-sensei y de Hanamura-sensei y por supuesto tendrán una educación gratuita y de alto nivel. Ésta escuela posee todos los beneficios que cualquier otra no. Es todo, los siguientes días tendrán libre, pero desde el lunes empezarán con su entrenamiento y desde el lunes inician sus clases escolares, si necesitan algo pídanlo a sus entrenadores. En cuanto a su alimentación, la hora de desayuno, almuerzo y cena está establecido, si avanzan por esa puerta— Señaló Tanaka una puerta que estaba al fondo de ese salón —. Encontrarán el comedor, si suben por éstas escaleras, encontrarán sus habitaciones, las cuales compartirán, cada habitación está ambientada para dos personas, sólo hay una habitación que es la más grande de todas que será compartido por tres personas. Las llaves de sus habitaciones están en estos sobres — señaló una caja que estaba sosteniendo ahora Hanamura-sensei y que contenía sobres de un tono amarillento, se acercó a cada uno a entregar los sobres silenciosamente—. Cada sobre contiene su nombre y su respectiva llave con el número de su habitación. En sus habitaciones se encuentran sus uniformes escolares y sus uniformes del club, con sus respectivas tallas. Hanamura-sensei, fue quien indicó las tallas. Tienen en sus habitaciones un televisor, un equipo de sonido, laptops para cada uno de ustedes con acceso a Internet, para su propia diversión. Me olvidé mencionar que cada habitación sólo cuenta con un baño, así que, organícense bien. Vayan a sus habitaciones y dentro de una hora bajen al comedor que se ha organizado una recepción para ustedes. Eso es todo.
— Bueno, si eso es todo, entonces me retiro a mi habitación — habló Gris caminando con su maleta en la mano — y por cierto no bajaré a la recepción.
— Es una orden no una petición. Estás obligada a ir a la recepción — informó Tanaka con su sonrisa.
— No me parece — dijeron Gris y May al unísono. Volvieron a mirarse asesinamente.
— Ese no es mi problema, desde que aceptaron venir aquí están bajo mi jurisdicción — expresó Tanaka sonriendo triunfante. Gris subió las escaleras a regañadientes.

Kath​

*¡Sayonara minna ~~!*​

 

Re: ** [Flores del mal] **

Nenas, no me maten es que no se me dan los
chistes de Davide, voy a prácticar mas okas
jejexD bueno es k Davide no sé...
pero que hago, me agrada Davide
bueno esa era todo jejexD
y no odien a Hiromi es una buena niña
*¡Sayonara minna ~~!*