Flores del mal

Re: Flores del mal

SAludos a todas, y muchas gracias por sus post, de verdad motivan a seguir
bueno, este capítulo es especial, así que se lo dedico a Geniko, Chizu y a Lindsik
que sé que lee pero no postea jejeje xD me da igual^^
...
Bueno, bueno sólo espero que les guste...
Nos vemos!!!
¡¡Gambatte ne!!

 

Re: Flores del mal

… Somos jardines de piedra. Somos inocentes con manos sucias. Y por tanto, hemos nacido en el corazón de la mentira…

** [Flores del mal] **​

** (Fleurs du mal) **​

*Capítulo trece*​

[¿Buena suerte o no?]​

*+​

[Ezzta canzzión]​

En el comedor se había levantado un escenario para lo que sería lo mejor de la tarde. La mayoría allí, generalmente los chicos, estaban intrigados por aquello… ¿Qué es lo que pasaba?
Una cosa que cualquier estudiante de Shokengaku debería saber, pero que nadie sabe: no es buena idea darle alcohol a Hiromi Daishi. Por lo menos no mucho. Retiro lo dicho: mejor ni darle. Amy Yagyuu estaba tapándose la cara sintiendo vergüenza ajena, mientras las demás reían divertidas y los chicos, algunos, largaban risotadas a lo que parecía ser una Hiromi que proclamaba el escenario.
— Ezzta canzzión — Hiromi apenas podía pararse, pero ahí estaba, aferrada al micrófono o más bien utilizándolo de apoyo para no perder el equilibrio —. Ezz para… hm… hehhh… szze la dedico… ¿A quién zze la dedico…? Ah, al morosshito… ¿Cómo se llama? Hum… ¡Sana-algo! ¡Azzí que, Sana-algo! — apuntaló hacia donde estaba Amy que ocultaba su rostro con las manos y, al lado de ella, no menos avergonzado, el siniestro morocho conocido como “Sanada Genichirou” —. ¡Múzzsica, maezzstro! ¡Uwaaa~~!

Lo que a continuación se escuchó fue esa música “Sway” sí, esa canción de “the pussi cat dolls”, que entonaba o mejor dicho trataba de entonarla, quizá y sólo quizá si fueran otras las circunstancias, la muchacha hubiera brillado en el escenario, pero…

When mariiimbaaa rhythmzz startttt to play​

Danzzze with me, make me zzway​

Like a lazzzy ocean hugszz the zzhore​

Hold me clozze, zzway me morezzz...​

— ¿Qué se supone que está haciendo? — Sanada comenzó con un ligero sonrojo, ya que toda la atención iba dirigido hacia él y de regreso a Hiromi.
— Sanada, ¡Qué desconsiderado! Encima que te dedica una canción y la estás criticando, deberías ayudarla, llévala a su habitación hasta que esté bien — Gris palmeó la espalda de Sanada sonriendo.
— Sí, y si la ven así, de seguro tendrá problemas con la entrenadora o con el mismísimo Tanaka —May acotó también.
— Pero…
— Nada de peros, Sanada, es mejor que la ayudes, a Ore-sama no le gustan estos espectáculos — Atobe habló con firmeza, sonriendo delicadamente.

Sanada a regañadientes se acercó a la muchacha en medio del bullicio que se destartalaban de la risa ante aquella escena bochornosa para ambos.

*+​

— En zzzerio amigo…— Hiromi estaba roja de tanta bebida—. Yo puedo caminar zzola.
— Si te vieran los entrenadores— se quejó Sanada agarrando a la muchacha por la cintura, minutos antes ya la había sacado del comedor, demasiado rápido como para no sentir mucha vergüenza —. Bueno agárrate de mi cuello, te estas resbalando.
— ¡Wow! Tienezz unozz hermozozz ojoz—. Hiromi estaba mirando a Sanada a los ojos consiguiendo que Sanada arrugara la frente —. En zzzerio.
— Por favor trata de sostenerte— Sanada tuvo que cargar a la muchacha en brazos.
— ¿Te guzztó la canción que te dediqué? — Hiromi había tenido un ataque de sinceridad —. Creo que eres muuuuyyyy lindo.

Sanada arrugó doblemente su frente, esto no le gustaba, para nada, para nada. Felizmente que Gris le había dicho cuál era la habitación sino estaba perdido. Abrió la puerta como pudo y dejó a la muchacha en la cama.

— Sana-algo, no te vayazzz…— Sanada se detuvo y volteó a verla —. Quiero vomitar.

El infame morocho la llevó al baño al instante suspirando mientras veía como la chica se precipitaba al suelo, sin poder siquiera quedarse sentada en el lugar.
— Gracias, Sana-algo, eres el mejor, en zzerio…
— ¡¡Vomita de una vez…!!

Sanada suprimió los sonidos que hacía la muchacha, cuando ya estuvo bien la ayudó nuevamente a ponerse de pie.

— Por favor, no intentes ponerte de pie sola…
— Sana-algo, no me sueltes, creo que me voy a caerr… Sanada… ¡uhh! Me acordé… zzí, eze era…— Sanada intentaba mantener de pie a la muchacha —. Todo da vueltazzz… ¡uhh! ¡quiero dezzir algo…sí, ayúdame… abre la ventana — Sanada hizo lo pedido luego de dejarla en la cama —. Ayúdame a levantarme — Sanada siguió ayudándola—. Quiero dezzir algo…¡YO SZOY THE BEZZT! ¡LA REINA DEL MUNDO! — la muchacha extendió sus brazos por la ventana y allí Sanada, que la tenía por la cintura, sonrió ligeramente.

*+​

[¡¡OMG!!]​

Lo que los chicos aún no sabían, pero que era algo que deberían saber: Geniko Bunta gusta de meterse a los vestuarios de los chicos para robarse la ropa interior y quizá ver algo más, pero nunca había tenido la suerte.
Hoy, por cuestiones casi extrañas, bueno no tanto. Geniko se había desecho de la compañía de Kheii para hacer lo que hace mucho tiempo quería hacer SOLA.
Se lanzó al piso de baldosas, soportando el frío suelo a través de la suave tela de su uniforme y en sus piernas donde las medias no le llegaban y, mirando alertamente…
Se sintió el vapor, el ruido de las duchas. Una ducha se cerraba.

— ¡Ahh! Lo mejor después del entrenamiento…— se desperezó un morocho saliendo de la ducha y empezando a secar su cabello —… es darse un buen duchazo.

Akaya miró a Geniko. Geniko miró a Akaya. Su vista se posó en la gota de agua que caía por su cabello y que se deslizaba ahora por su mejilla, llegando al mentón donde se detuvo unos instantes para volver a caer por el cuello y seguir camino por la clavícula, el esternón, de esa forma había salido del pecho y ahora se posaba en el ombligo y… *escena seccionada sin misericordia ni atención por la sensatez*… luego transitar por la rodilla y recorrer la pierna, el empeine, los dedos y finalmente perderse en el charco de agua que se formaba en el suelo.

— Akaya,… ¿sucede algo? — llamó Kuranosuke. Kirihara enteramente ruborizado volteó involuntariamente.
— “OMGWTFWAAAAA”—fueron los pensamientos más análogos de Gen, bueno, aquellos pensamientos de los que no ameritan censura, mientras corría a esconderse en uno de los lockers más cercanos.
— N-no… nada Shiraishi-sempai — respondió Akaya disimuladamente, ocultando su bochorno. Kuranosuke sintió algo extraño aunque el ruido de las duchas hacía difícil la audición.
— ¿En serio? — cuestionó Shiraishi saliendo de la ducha. “¿Acaso nadie usa toalla?” se preguntó Geniko espiando lo mejor que pudo. Pues quien lo diría, Akaya tenía unos músculos bien formados en los brazos y Shiraishi tenía un abdomen que… ehhh…

Kuranosuke palmeó la espalda mojada de Akaya y se puso una toalla. Y sin duda notó una presencia tras los lockers, aunque no supo diferenciar si era hombre o mujer. Prefirió lo primero.

— ¡Oi!— llamó —. Me pasas mis calzoncillos… son los azules.

Geniko volteó y notó los pantalones, playeras y la ropa interior. Miró con detenimiento un slip con el color mencionado, lo levantó con dos dedos y lo lanzó por sobre los lockers.

— No, ese no, son los de Atobe… el mío es el otro — explicó él y Gen le envió un bóxer —. ¡Gracias!

Y los slips le cayeron en la cara a Geniko. Respiró profundo, hondo, profundo, contó hasta diez y cuando estuvo segura de que no se iba a desmayar, se los quitó de la cara. Aquellos olían rico, como a colonia y… mejor no pensar en lo que era, aunque de Atobe se tratase.
Las duchas se cerraron de inmediato y el ruido en el vestuario iba en aumento. Gen comprobó, de reojo, que nadie parecía usar toallas y de paso que los glúteos de Masaharu eran perfectos, al parecer trabajaba mucho en ellos, al igual que los de Atobe que deberían ser declarados Patrimonio de la Humanidad. No que las piernas de Yukimura se quedaran atrás, los músculos no estaban bien marcados, sólo lo justo. Daban ganas de recorrerlas con el dedo como las gotas que caían. Tezuka tenía linda la espalda al igual que las piernas y esos brazos que para qué… Ahh y el pecho de Mizuki podría haberse usado para... Gakuto tenía, sorprendentemente, los abdominales y las piernas bastante marcadas… lo cual, pensándolo mejor, no es tan incoherente. Oohhh y los brazos de Fuji eran perfectos…”Sí, estoy en el paraíso~” Geniko pensó. Yuushi y su perfecto abdomen que rivalizaba con los de Saeki y ni que decir de Sengoku y ¡Dios! Kajimoto se ganaba el premio a las mejores piernas, sí que sí… Davide, tenía un lindo trasero y ¡A que sí!… Kikumaru unos brazos y abdomen interesantes. “¡Oh! Rosito Fresito-niisan, ¡tienes una linda espalda!”… En ese preciso instante recordó algo que se le había escapado. Si la ropa estaba donde ella, quería decir que se iban a cambiar allí. Geniko miró la puerta y ¡Rayos! Se encontraba demasiado lejos, sólo se veían filas y filas de lockers. No le quedaba de otra, meterse en uno de ellos y permanecer allí hasta que se vayan “¡¡OMG!!” se acomodó dentro lo mejor que pudo sin hacer mayor ruido y sus ojitos empezaron a espiar por la rendija del locker.
Akaya llegó y suspiró de alivio al inspeccionar y no ver a nadie en el lugar.

— Después de esto, ¿Qué te parece si jugamos un partido Fuji-kun? — Mizuki jugueteó con un mechón de su cabello.
— Hmm… lo siento pero estoy ocupado —Syusuke frunció el ceño mientras buscaba su ropa entre la montaña de cosas. Unas gotas caían todavía por su cabello largo—. ¿Cuál era tu nombre?
— Él es Mizuki Hajime, Fujiko— informó Kikumaru en un murmuro —. Es la sexta vez que lo preguntas en lo que va de la residencia.
— ¿Estaba en la residencia?—preguntó Syusuke serio —. No lo recuerdo. ¡Qué poca memoria tengo!

“Poca memoria o memoria selectiva” Geniko pensó, a estas alturas ya estaba enterada de los problemas de esos dos...

— ¿Saben por qué el mar es azul?— cuestionó Davide de repente mientras contenía las ganas de reír.

“Yo lo sé, yo lo sé… pregúntame a mi”

— No ¿Por qué? —Sengoku cuestionó inocentemente, prestándole atención más de la necesaria.
— Porque los peces dicen blue, blue, blue…Ptfff —Sengoku parpadeó varias veces tratando de entender.Primero empezó con una risita, luego una risa más pronunciable, una risotada y finalmente carcajadas.

“Debo recordar… no juntarme con aquel”

— ¡Búscate una novia! — explotó Gakuto ante la insistencia del Tensai de Hyotei —. Yo no saldré contigo.
— Pero… sólo es una película, Gakuto — reclamó Yuushi sin los anteojos. Sin querer pisó a Tezuka que le dirigió una mirada de odio. Oshitari se encogió de hombros.
— No… la última vez fue una… ¡Película romántica, Yuushi!— devolvió Mukahi rápidamente.
— ¿Y?
— Ya te dije búscate una novia — repuso Gakuto mientras intentaba ponerse los calzoncillos...
— … si quieres puedes conseguirme una — se quejó Yuushi mientras se alejaba hacia los lockers.
— Primero me buscaré una para mí…
— Nfu, fu, fu— Mizuki se acercó peligrosamente a los lockers.
Geniko solamente se dio cuenta de que estaba mirando cuando los ojos de Mizuki, se fijaron en los suyos. No debe haber sido más de unos segundos, pero de repente el sonido pareció extinguirse, era evidente que había sido descubierta… Pero los labios de Mizuki se curvaron en una sonrisa disimulada y ligeramente sádica. Volvió a enrollarse el cabello. Gen escuchó el ruido del candado del locker cerrándose con un movimiento sutil pero claro… sin embargo pasó de largo del que ocupaba la chica y abrió el de al lado en cambio.
— No puedo creerlo, chicos del equipo de tenis y necesitan buscar chicas — reprendió Atobe, a quien ciertamente pertenecían los slips.
— Lo sentimos pero no podemos hacer como Ore-sama — expresó Oshitari con el entrecejo fruncido.

"Bueno" Geniko volvió a sus pensamientos "Tienes que acostumbrarte. Mañana tienen práctica en la piscina"
"Oohhh, ¡la piscina!"Su alma de pervertida chilló.

— ¡Apúrense! — una voz se elevó por encima del resto.
La voz sonaba conocida… pero… ¿De quién era?
Ahh, claro, de Sanada…
¿Sanada
…
… …
… … …
Desnudo?
…
"¡AAAHHH! ¿¡POR QUÉ ME PERDÍ DE ESTO!?" y de no haber sido por el “¡Sí!” integral, de seguro el ruido metálico del locker al golpearse hubiera sido notoriamente, muy notoriamente oído.

— Sí, ya vamos— Yukimura sonrió mientras amenazaba sacarse los calzoncillos y,… *asdasdasdasdasdad*,… se subió el cierre del pantalón.
“Bueno”, pensó Geniko, apretándose la nariz “supongo que puedo agregar un atributo más a la lista correspondiente a Yukimura”.
Poco a poco los muchachos fueron saliendo del lugar y Geniko seguía observando con atención esperando estar sola al fin para poder salir pero…

*+​

[Lo que sucede en el vestuario, se queda en el vestuario]​

Hana Oshitari llegó corriendo a los vestidores masculinos, tenía que hablar seriamente con Yukimura Seiichi. Supuso que estaría allí porque no lo había visto con los chicos y bueno era demasiado importante como para entrar a los vestuarios de los chicos. Entró lentamente sin golpear con la esperanza de encontrarlo, pero en su lugar lo había encontrado a él. Con quien menos se quería encontrar…
Estaba cerca de los lockers, con una toalla amarrada a la cadera mientras se secaba el cabello plateado; al escuchar que alguien entraba, se volteó a mirar. Y Geniko seguía espiando por la rendijita atenta a todo esto.

— ¿Puedo ayudarte? — cuestionó Nioh Masaharu mientras el rostro de Hana iba cambiando de tonalidades, pasando por toda la gama de colores del rosa/rojo. Ahí estaba él, sólo con una toalla, con el cabello mojado y gotitas de agua deslizándose por su piel que ahhh… Hana se obligó a cerrar la boca porque sino corría el mismo riesgo que Geniko: babosear todo el suelo.
— Yo… busco a Yukimura-san— Hana balbuceó cayendo en cuenta que el muy hijo de su madre se acercaba seductoramente y con intenciones de quien sabe-que-cosas. Tomó un mechón del cabello castaño cenizo de la muchacha para empezar a juguetear con aquel, sonriendo con malicia.
— Y… ¿Para qué lo buscas si conmigo te puedes divertir mejor? —su sonrisa ahora había sido más evidente. Hana frunció el ceño, no sabía si tenía deseos de asesinarlo o empujarlo para que se cayera la toalla… “¡Dios mío! Sigue todavía con la toalla” su conciencia había chillado, pero sin embargo, su semblante se tornó serio y miró decididamente al peliplateado.
— ¿Qué quieres Masaharu Nioh? — cuestionó ella enfurruñada —. Además ¿Te importaría ponerte algo?
— Señorita Oshitari… — medio rió el Embustero —. Si yo quisiera andaría desnudo.

“Sí, por favor… sí, sí” la pervertida alma de Geniko no se cansaba de opinar.

— Además, es un vestuario de chicos después de todo. Puri~— ante la sola mención de eso Hana sintió que la temperatura de su cuerpo se elevaba a grados considerablemente máximos y que se tornaba insoportable. Aún así el peliplateado accedió a ello y se vistió rápidamente, la camisa desabotonada dejando a la vista sus perfectos pectorales y un abdomen que ni que…

“Waaaaaaaa, estoy en el paraíso sin duda~~” Geniko acarició su mentón “Aquí sucede algo, suerte que estoy aquí para saber que sucederá…”

— ¿Te parece mejor? — cuestionó Nioh acercándose nuevamente a la muchacha. De hecho Hana lo hubiera preferido desnudo pero obviamente no se lo iba a admitir. Jamás —. Ahora me vas a decir para que buscas a Yukimura-san.
— Eso es algo que nos incumbe a él y a mí — respondió seria deleitándose con la vista de su perfecto dorso desnudo en parte—. Ni siquiera sé porqué sigo aquí, mejor me voy…

Ella estaba dispuesta a irse verdaderamente aunque eso implicara perderse esa maravillosa vista, pero él ya la había atrapado por la cintura y la había sentado sobre su regazo.

— ¡¡NIOH!! —se quejó la castaña tratando de soltarse de él.
— Vamos Hana, ¿Me vas a negar que terminaste con Yukimura-san por mi?— Nioh no había borrado su sonrisa inquietada mientras deslizaba sus manos por debajo de la camisa del uniforme de la chica. Hana había intentado negarse, pero era Nioh Masaharu, y ella no podía evitar adorarlo hiciera lo que hiciera, además del hecho de que era irresistible—. Hana me siento mal porque yo…

“¡OMG! Esto es un buen chisme”… dentro de uno de los lockers una muchacha reía con maldad interiormente mientras su mente se retorcía en pensamientos malignos.

— ¡Suéltame! — explotó ella regresando a su cuerda y segura conducta, obviando que su apellido había sido reemplazado por su nombre —. No sé de que me hablas Nioh.
— Sí lo sabes —rió nuevamente. Ella pudo notar el ligero brillo lleno de malicia en sus ojos.
— ¿Ah, sí?... ¿Sé algo como qué? — preguntó, inclinándose hacia él, atraída por el poder magnético de sus impresionantes ojos verdes.
— Algo como… esto…

Y la besó, en un beso suave y lento inicialmente y pronto se tornó más demandante en cuanto la muchacha había abierto su boca para que la lengua de Nioh profundizara el beso en uno hambriento y apasionado. El corazón de Hana había comenzado a acelerarse, había algo en el chico que provocaba en todo su cuerpo una sensación hostil y que la obligaba a rechazar aquello, desde siempre. Pero ahora no tenía más voluntad para rechazar los labios codiciosos del peliplateado. El beso no había durado mucho pero a Hana le parecieron siglos. Nioh aún la tomaba por la cintura y soltó una risita clavando sus verdes ojos en los café claros de la muchacha.

— Hasta en esto eres mejor que yo— sonrió él. Hana se sintió indignada ante el comentario y de un saltó se levantó de las piernas del Embustero y salió de allí sin consideración alguna por girarse y es que este no hacía más que sonreír.

“¿Por qué siempre es así?” se preguntó la castaña mientras salía de los vestidores ligeramente enfadada “Eso es porque tu lo mantienes así. Tienes que jugar su juego” su conciencia le respondió y ante aquello una leve sonrisa se formó en la comisura de sus labios.

*+​

Geniko no estaba segura de si había sido el dolor de cabeza o la incómoda posición en la que estaba, pero lo cierto es que se sentía mareada, apretada y entumecida. Le tomó unos minutos reaccionar de lo que había visto. Se puso de pie lentamente escuchando con atención en busca de alguna invasión al silencio, espió sin encontrar a nadie del otro lado y empujó la puerta del locker… la cual quedó trabada con un sonido metálico. “Maldito Mizuki…”, pensó volviendo a intentar, más a falta de otra cosa que hacer. Empujó varias veces y hasta después de unos intentos escuchó un “¿Ah?” muy cerca del lugar.
— ¿Hay alguien allí? — una voz que Geniko reconoció como la de Kintarou se escuchó como eco en el vestuario solitario.
— Sí, por favor, Kinta-chan ábreme la puerta, estoy aquí…—habló Gen un tanto aliviada. Pero se escuchó silencio.
— ¿Quién eres? — preguntó ingenuamente Kintarou evitando acercarse al locker.
— Soy yo…
— ¡AAAHHHHHHHH! EL MOSTRUO QUE VIVE EN EL LOCKER—Kintarou empezó a correr de aquí para allá muy asustado dando alaridos al viento.
— Noooo Kinta-chan, soy una chica de un universo alternativo… y he venido por una misión ultra secreta para descubrir la receta secreta de la Kangreburguer …
— ¡YA VOY! —se escuchó la voz emocionada del pelirrojo.
— ¡Gracias! — dijo Gen al salir del locker.
— ¿Ahh? Waahhhh… Tú no eres una chica de un universo alternativo — se quejó él enfurruñado.
— Sí lo soy…
— No lo eres...
— Que sí
— Que no…
— Claro que sí, sólo que esta es mi identidad secreta, así que si me disculpas, tengo una receta mágica y secreta que conseguir…
— Ahhh — Kintarou asintió furioso—. ¡Suerte!

*+​

[Una noche de venganza]​

La noche llegó rápidamente. Hacía una fresca pero fuerte brisa que penetraba las ventanas de la mansión. Ningún sonido parecía provenir de las distintas habitaciones que la conformaban, pero no era aquella causa de inactividad. Los alumnos sabían ya moverse cuidadosamente durante la noche para evitar ser descubiertos, habían perfeccionado aquel arte.
En una habitación vacía, muy cerca de donde se encontraban las habitaciones de los chicos, las siete “Reinas” de Shokengaku, nombre asignado por Saya Hinamori, se encontraban preparándose para el golpe que habían planeado la noche anterior y se realizaría aquella misma noche. Sabían perfectamente que también esta noche las sempais se reunirían en el mismo salón que antes para seguir con sus “supuesto juegos de apuestas”
Midori se colocó el sobretodo negro y se lo ajustó perfectamente mientras tomaba su mochila y se lo llevaba al hombro.

— Estamos listas ¿no? — dijo Tamiko sonriendo —. Vaya sorpresita que se van a llevar las sempais.
— Sí, así es… va a ser muy divertido — Midori habló con la voz que la caracterizaba, causando como siempre escalofríos en sus compañeras.
— Después podemos ir a festejar con los chicos, Tezumi— se sonrió Sakura.
— ¿Por qué no? — había respondido Tezumi.
— Sí y ¿nosotras? — cuestionó Roxas.
— Ustedes no sé, pero a lo que a mi y a Tezumi respecta, por allí ligamos con Nioh-sempai y Shiraishi-sempai —. Dijo Sakura riendo con Tezumi.
— Idiotas —expresó Tamiko medio riendo.
— ¿Bueno, vamos sí o no a ejecutar el plan? — Miyu cuestionó ahora.
— Obviamente — habló Sakura. Saya por fin había terminado de vestirse y se acercó a ellas —. Se nos olvidó decirte Saya, cambiamos un poco el plan.
Saya levantó las cejas inquisidoramente.
— Bien saben que no pueden cambiar las cosas sin mí consentimiento — respondió molesta la aludida.
— Lo sabemos, pero fue de último momento. No encontramos bombas de mal olor, y solo pudimos conseguir otra cosa…sin embargo, creo que es mucho mejor para darle una buena lección a esas imbéciles… — respondió Sakura.
— ¿Qué es? — miró Saya interesada.
— Conseguimos pica pica…es mucho mejor que tan solo dejarlos con mal olor... — dijo Tezumi riendo.
— ¿Pica pica? ¿Cuáles son los efectos? — preguntó Saya.
— Bueno, se rascarán toda la noche... por eso es lo máximo...será grandioso... — informó Roxas riendo con Tamiko. Sin embargo dejaron de hacerlo al ver que el rostro de Saya seguía serio, se dieron cuenta de inmediato que no le gustó para nada la idea.
— ¿Qué pasa Saya? ¿Acaso no te gusta el plan? — dijo Sakura burlonamente.
— ¡No seas imbécil! — habló Saya —. Eso se les quitará si se meten a la ducha.
— Por eso les cortaremos el agua — Midori enseño una llave que traía en la mochila.
— Esas perras también deben pagar… por zorras — dijo Sakura riendo.

*+​

Las siete muchachas se encontraron en la primera habitación, en la cual echarían la pica pica en las respectivas camas. Saya entró y las demás la siguieron. Lo hicieron lo más silenciosamente posible, no solo porque no querían que alguien se percatara, sino porque sabían que algo andaba mal.


— Parece que no hay nadie— informó Miyu mientras observaban la habitación de Gris, Hiromi y May. Pero entonces May salió detrás de la cortina y le tapó la boca con una mano y con la otra la envolvió por la cintura.
— ¡Miren los regalitos que encontré!

Midori, Tamiko, Saya, Tezumi, Sakura y Roxas se voltearon y vieron a Gris, Rao, Hana, Kheii, Geniko y Hikaru caminando hacia ellas y tomándolas justo como May lo había hecho con Miyu.
— ¡Suéltame zorra! — gritó Tezumi cuando Rao la tomó por detrás.
— ¿Qué hacen aquí? — preguntó Gris, quien sostenía a Midori que trataba de zafarse del fuerte agarre de la peliazabache.
— Tranquila, tranquila… sólo vinimos a hacerte una pregunta — inventó Saya de inmediato quien era sostenida por Geniko.
— Ahh claro, una pregunta — ironizó Gris —. Y para eso se vistieron de negro y además en las mochilas traen pica pica y ¿llaves para tubería? — dijo mientras Marah y Sayu que habían entrado después registraban las cosas de las recién llegadas Lily y Ayane permanecían paradas observándolas.
— Parece que no hay moros en la costa — entró Nyu de pronto informando.
— Pensé que iban a ser bombas de mal olor — expresó Ayane.
— ¡Tch! ¿Quién les dijo? — ahora Saya estaba alterada.
— Eso es lo de menos— respondió Hikaru.
Amy, sin embargo, permanecía en un rincón observando todo aquello tomando, como siempre, notas mentales… En su rostro su media sonrisa llena de malicia mientras se ajustaba los anteojos.
— ¡AAHHH! — Saya chilló llena de furia cuando recordó que en la mañana cuando ya habían terminado su reunión en ese salón desierto, había encontrado a Echizen Ryoma muy cerca del lugar y además sonriendo—. Maldito Echizen Ryoma… Lo odio.
— Vaya, vaya, es muy inteligente nuestra querida kouhai — May medio bromeó.
— Así parece — Hana estuvo de acuerdo —. Será mejor que se vayan y no vuelvan a cometer nada estúpido o me veré obligada a hacer algo en contra de ustedes con el director Tanaka —. Habló Hanna soltando a Roxas—. ¿Entendieron?

Una vez Hana terminó de hablar, las muchachas fueron saliendo rápidamente de la habitación, pero May aún no soltaba a Miyu.
— Vaya, ¿No sabía que detrás de esa figura asustadiza y tímida se escondiera una verdadera Kaidoh? — bromeó May a su prima. Miyu volteó a verla extrañada y May le regaló un intento de sonrisa.
Se escuchó la llave de la ducha cerrándose, la puerta del baño se abría.
— ¿Ah? Nenas ¿Qué pasó aquí? ¿Acaso esta noche hay pijamada? — todas voltearon a verla con la ceja levantada… ¿Acaso no recordaba nada de lo que le pasó en la tarde? Todas no le hicieron caso y salieron de aquella habitación, aunque Amy se quedó un rato más para hacerle compañía quizá o para recordarle que quería el par de manolos que antes le había ofrecido…

*+​

​

Kath​

*¡Sayonara minna ~~!*​

**~ ӁĜ ~**​

-----------------------Notas~~-------------------​

*Para escribir este capítulo me tuve que leer algo de por allí xD.


No tengo nada más para decir, minna, así que…


Kath Gris signing off~​

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Kintarou: ¡Kyaaaa! Geniko es una chica de un universo alternativo, es una super agente secreto ¿Descubrirá el secreto de la Kangrebruguer?... Nioh es un maestro, lastima que soy un niño inocente… ¿Hana jugará el juego del Embustero?... Saya está enfadada, que Koshimae se oculte, será mejor… El próximo capítulo se titula “Cuestiones, Razones y Famosas”

¿¿¿ ¡¡¡LAS CHICAS DE KAZE NO KOE!!!???​

~~Dewa Mata​

*†·.: ĢяЇ∫ :.·†*​