Explícito first time (Mimily | Pokémon rol | One-shot)

Título: first time.
Fandom: Pokémon Rol Championship.
Personajes: Emily Hodges, Mimi Honda.
Palabras: 748
Summary: "Entrelazaron sus dedos por encima de la sábana. Aquella había sido su primera vez, sí, pero seguro que no sería la última."
N/A: Kurone meperd0n as¿

Decir que Mimi estaba nerviosa era, realmente, decir poco.

La rubia sentía que no podía parar de temblar, por mucho que lo intentase, su cuerpo no podía parar de temblar.

¡Y no quería! No quería que Emily saliese del baño y la viese aun temblando, pensaría que no estaba preparada. ¡Y Mimi lo estaba! Realmente lo estaba…

La morena no tardó en salir del cuarto de baño, sonriente. Miró a Mimi con ternura en sus ojos, y la rubia sintió como el nudo de su estómago se liberaba.

No tenía por qué estar nerviosa, en absoluto, porque era Emily la que estaba con ella. Era Emily con quien iba a tener su primera vez y sabía que era lo correcto, que ella la cuidaría.

Se sentó a su lado, en la cama. Emily buscó la mano de Mimi entre la oscuridad, rodeándola con las suyas propias, transmitiéndole calidez.

—Estoy muy feliz de que al fin demos este paso, Mimi —exclamó, con cierta alegría en su tono, apretando las manos con fuerza.

Mimi sonrió levemente, asintiendo con la cabeza, pero no pudo evitar tragar saliva con fuerza. No sabía muy bien por qué, pero seguía nerviosa.

Emily pareció percatarse de aquello.

>>¿Estás… completamente segura? —murmuró—. Yo no tengo prisa, Mimi, no quiero que pienses que la tengo. Podemos esperar…

—¡No! —prácticamente gritó la rubia, asustando a la otra chica—. Qui-quiero decir… no es eso, Emily, sé que quiero… pero… solo estoy un poco nerviosa… supongo que porque me vas a ver desnuda y…

Era raro ver a Mimi siendo tan sincera, pero hacía mucho que ella había derribado sus muros estando con Emily. Cuando estaba con ella, todo era más fácil.

No pudo acabar de hablar. Emily acercó sus labios hasta sellarlos con los contrarios, fundiéndose en un profundo beso con la rubia.

Después de unos segundos enredó una de sus manos en la rubia cabellera de su novia, obligándola así a profundizar aún más en el beso. Se convirtió en una competición por ver quien ganaba más territorio en la boca de la contraria, y Emily parecía estar llevando la ventaja.

Se separaron después de un rato, jadeantes, y con ojos cristalinos compartieron una profunda mirada. Ambas estaban sonrojadas, pero felices.

Siguieron compartiendo besos frenéticos mientras poco a poco se deshacían de la ropa que les impedía moverse con libertad.

Emily fue empujando a Mimi hasta que ambas se quedaron tumbadas en la cama, Emily encima de Mimi.

En poco tiempo habían acabado en ropa interior. Emily pareció dispuesta a deshacerse primero del sujetador de la rubia, pero la misma se lo impidió.

—P-por ahora no… por favor.

Emily se quedó unos segundos en silencio, mirándola a los ojos. Quería decirle que no necesitaba tener complejos, que era perfecta, pero algo en los azules ojos de la otra la hicieron no decirlo. Simplemente asintió y volvió a besarla, transmitiéndole todo el cariño que sentía por ella en esa acción.

Quería demostrarle lo mucho que la quería, y para ello se centraría plenamente en hacerla sentir bien. Empezó pues a dejar fugaces beso por su cuello, bajando por su pecho, vientre… hasta llegar al límite de su entrepierna.

Volvió a mirarla a los ojos, interrogante. Mimi asintió con la cabeza levemente, mostrando confianza con su mirada.

Emily no necesitó más.

Se deshizo de sus bragas con delicadeza y poco después comenzó a dejar besos en la intimidad de la rubia. Mimi dejó escapar varios gemidos de placer ante el tacto. ¿D-de verdad aquello la hacía sentir tan bien?

Emily, impulsada por los sonidos de satisfacción que su novia dejaba escapar, aumentó el ritmo de sus acciones. Mientras su lengua seguía en su feminidad, con sus dedos comenzó a estimular su clítoris.

Mimi apenas podía contener los casi gritos que escapaban de sus labios. Intentaba taparse la boca con el dorso de su mano, pero de poco servía. La habitación se llenó de sonoros “más”, “no pares, por favor” y “Emily”, hasta que finalmente Mimi pareció alcanzar su clímax.

Cuando acabó, lo único que se escuchaba era la respiración agitada de ambas, casi al unísono.

Emily volvió a incorporarse, mirando a Mimi directamente a los ojos desde arriba, sonriendo con ternura. Mimi estaba roja, terriblemente avergonzada y agitada, pero también le sonrió, débilmente.

Compartieron otro beso, uno lleno de dulzura.

—Te quiero.

—Yo también te quiero.

Entrelazaron sus dedos por encima de la sábana. Aquella había sido su primera vez, sí, pero seguro que no sería la última.