Microrrelato Fiesta de Victoria

Fiesta de victoria​

¿Cuál es la fantasía secreta para alguien que lo tiene todo?

Pues no tener nada y ser tratado como igual por las demás personas, esa es la lógica de un multimillonario que deambula por las calles nocturnas repletas de gente, vestido con ropas normales y algo viejas, luego de presenciar un partido de su equipo favorito de futbol.

Aquella fue una noche mágica, tuvo que pelear con una mujer enorme para obtener el último hot dog de la tienda, y aunque se le cayó al piso y no pudo disfrutarlo, la satisfacción de resultar vencedor lo mantenía en las nubes.

En su trayecto al punto de reunión para poner fin a la noche, aquel hombre observó como una pelea estallaba entre los fanáticos de ambos bandos. Y se vio obligado a intervenir cuando los aficionados del equipo contrario se abalanzaron contra un anciano por ser el más débil.

¿Clases de Kung fu privadas? De nada le sirvieron en aquel intercambio de golpes; sus oponentes no le daban tiempo de adoptar las poses o mirar a su alrededor, lo golpeaban o pateaban en cualquier lugar que pudieran alcanzar. Pero el muchacho logró conectar unos buenos golpes que bien lo llevarían a una demanda por varios de los millones que poseía.

La policía apareció y todos escaparon dejándolo magullado en el piso, afortunadamente un grupo de fanáticos de su equipo, liderados por el anciano que rescató, lo sacaron de ahí y se lo llevaron sin excusas a un club para celebrar por la victoria de su equipo y por la trifulca.

Ahí, adolorido, rodeado de gente amistosa, con la mente en blanco a causa del ruido y la algarabía producto de la efervescencia que le provocaba cada nuevo tarro de cerveza; aquel multimillonario logró sentir la euforia de una verdadera celebración. Como lo fue en su época las fiestas de los cavernícolas al regresar a salvo de una cacería.

No supo cuando, pero aquel anciano se le acerco para presentarle a una mujer hermosa, no logró oír si se trataba de una nieta, la camarera, o un ángel que invocó del cielo; lo único que recordaba era la dulce voz femenina mientras platicaban de todo y nada; antes de notarlo estaba besándola con pasión en el callejón.

¿El colchón más costoso del mundo? Una pared de ladrillo y una banqueta de asfalto le mostraban la verdadera comodidad que podía experimentar en la intimidad junto a un cuerpo femenino celestial.

Lo último que su mente pudo procesar fue el rostro extasiado y sonriente de aquella hermosa mujer.

Despertó al amanecer, acurrucado y confundido en la banqueta de un parque. Y antes de que su mente intentara convencerlo que todo fue un sueño, aquel multimillonario sintió como su mano estrujaba la prenda intima de su conquista junto a un papel con un número telefónico escrito.

Ciertamente, cumplir una de sus fantasías le resulto mejor de lo esperado. Y se encontraba impaciente por cumplir otros.