Contenido oculto: Octava Ronda: Una canción, un drabble - Edición Extrema Festividad Una tormenta de nieve azotó la ciudad el día anterior dejando todo cubierto por un manto blanco, sin embargo, es algo normal en una zona montañosa. Camino con dificultad por las calles hacia el Centro Pokémon, para descansar y prepararme para la batalla que me aguarda al día siguiente. No noto nada extraño hasta que alcanzo la plaza principal y veo a varias personas emocionadas, en especial niños. Todos observan como los encargados colocan luces coloridas en los arboles a lo largo de la calle junto a adornos de la festividad en cada esquina. La nieve comienza a caer nuevamente, con suavidad esta vez, emocionando a los pequeños quienes no tardan en juguetear por todo el lugar. Otra navidad llegó. El ambiente festivo que logra sentirse en general, es agradable. Es agradable, pero para mí, se transforma en una dolorosa tristeza. Por doquier puedo ver varias familias felices disfrutando esta bella época del año. Y como siempre, aquella escena conmovedora no hace más que entristecerme mientras imagino a mi familia disfrutando de esta festividad, sin mí. La idea de regresar al hogar que abandoné cruza mi mente, sorprender a Delia y Ash con mi presencia, pero inmediatamente siento aquel peso incomodo en todo mi ser. No se trata de la cobardía a la responsabilidad de ser padre por la que los abandoné, hace mucho que estuve listo para regresar a su lado, pero ya no es una opción, ha pasado demasiado tiempo. Solo puedo pensar en lo egoísta que sería de mi parte aparecer frente a ellos para pedirles perdón, rogarles que me acepten en sus vidas e intentar hacer de cuenta que todos estos años perdidos fueron para bien y ahora me preocupa su bienestar. Miedo, vergüenza y arrepentimiento es lo que significa navidad para mí ahora. Lágrimas comienzan a invadir mi rostro, el dolor que siento por la falta que me hace mi familia debe ser el mismo que mi esposa e hijo sintieron cuando me fui. Pero debo soportarlo, tal como ellos lo hicieron por tanto tiempo. Me apresuro a seguir mi camino para dejar atrás toda esa nostalgia, después de todo, huir es lo único que se hacer. Sin embargo, por más que corra no puedo dejar de pensar en ellos, ni escapar del dolor que me provoca. Mi pequeño Ash debe ser un hombre ahora, un hombre mucho mejor de lo que nunca podre ser; quizás me tope con el durante su viaje Pokémon, pero no lo reconocí, para mí continuara siendo el pequeño que me observaba con admiración y que deje atrás. Mi amada Delia debe estar sonriente y feliz junto a otro, es imposible que fuera a esperar a un idiota como yo por tanto tiempo, no la culpo. Navidad llegó, y con ella la imagen de mi familia siendo feliz sin mí junto a todo el dolor y desesperación que me provoca. Un dolor que cada año se hace más profundo, pero que definitivamente me merezco.
Me leí el otro fic y creo que no lo he pasado a comentar porque siento este muy ligado al otro... ah no sí lo comenté y ando hablando de otro... e.e Me gusta el contraste de la historia que empieza si bien no excesivamente alegre es como que se hace notar el ambiente festivo, que todo en el aire el alegría y felicidad (y un frío del carajo) pero que no todas las personas van a poder pasar felices fiestas porque hay cosas en la mente y en el corazón que lastiman más que el clima. Ha sido una lectura agridulce pero grata de leer.