Fenómeno El Niño Fenómeno El Niño Un cuento sobre cocodrilos Caminamos tanto ese día que casi se nos caían las escamas. Flavio estaba a punto de caer. —¡Juan Julián el estanque! ¡El estanque! Flavio quería que le hablara. Con la boca seca no hablo, pensé. —¡Las nenas! ¡Las nenas! El camino era largo. Pocos pasos más adelante Flavio entendió que de nada serviría gritar. Ahí comenzó todo: se mordía las escamas para matar tiempo. Paramos después de que Flavio se tragara accidentalmente una escama. Habían lechuguillas en la grama. Comimos. La garganta se nos irritó por lo amargo. Nos importó una lagartija: comimos. —¡Juan Julián el café! ¡El café! Sacamos con las garras las raíces y no las llevamos a la boca. Masticamos un largo rato, prendimos una pipa y seguimos. Flavio ahora cantaba y ya, masticaba su lechugilla. La piel cuarteada ardía. El sol y no, Flavio, nada de estanque. Si fuera Eduardo Liendo lo dijera, Flavio no entiende: Cocodrilo, cocodrilo. Me llevé las escamas a la boca porque ya no había lechuguilla. Estanque, nenas, café, nenas. Cocodrilo, cocodrilo. —¡Juan Julián el sol! ¡El sol! Pero no estaba lloviendo. --------------------------- Me siento rebuscada. No he dormido en dos días. Hecho para la actividad ¡Vamos a Pensar!. Tema: Tomar un Café. Contenido oculto FAQ #235: ¿Los cocodrilos fuman pipa? Sí. No. Quizá. Me aseguraré de preguntarles luego.
Re: Fenómeno El Niño y yo: cocodrilo cocodrilo cocodrilo. me gustó muchísimo, che. amores para vos, que te los mereces.
Well, me gustó, es original sin duda. Me gustan las lechuguillas (en apariencia). Y quiero café y un cocodrilo de mascota :si:.