Fata Morgana

Tema en 'Historias Abandonadas Originales' iniciado por Lady Freak, 21 Agosto 2012.

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  1.  
    Lady Freak

    Lady Freak Guest

    Título:
    Fata Morgana
    Clasificación:
    Para adolescentes maduros. 16 años y mayores
    Género:
    Fantasía
    Total de capítulos:
    1
     
    Palabras:
    1700
    Capitulo I.-

    “A pesar que mi conciencia condenaba cada uno de mis inciertos pasos yo sabía muy bien lo que tenía que hacer para eludir pero al mismo tiempo someterme a aquel terrible destino. Asesinar a Sayaka había sido la orden que mi propio padre había impuesto para que yo la cumpiera y para dejar muy en claro mi lealtad hacia los Sevalle. Era cuestión de honor, pero aun así yo no podía hacerlo, pues no tenía honor frente a Sayaka, no después de todo el daño que le había causado”.

    Los pensamientos de Darien eran como una voz precisa e inevitable en el mundo real y lo acosaban como una sombra a sus espaldas. Darien era un Sevalle (vampiro), “descendiente”, por decirlo de algún modo, de Salim, Morwen y Radha, tres criaturas no humanas que habitaron la tierra en cierta época y crearon dos estirpes que al parecer se enfrentarían la una a la otra indefinidamente por la supremacía en el planeta. Si para los Sevalle los humanos eran el medio para saciar sus instintos de supervivencia y conservación, la misión de las Hadas era protegerlos, especialmente a las mujeres y a los niños. Podía decirse que ellas si actuaban con honor, para restituir de algún modo el honor que alguna vez a ellas mismas les había sido arrebatado.

    Todo había comenzado cuando Salim, Radha y Morwen, los únicos sobrevivientes de la catástrofe que asolara Mizard, su planeta de origen, arribaron a la tierra. Después de viajar por el espacio durante muchas décadas lograron ingresar sin ser detectados estableciéndose en la desértica zona de las Montañas Nubladas de Isin y permanecieron allí durante un tiempo sin que nadie supiera de su existencia. Los tres alienígenas habían descubierto, con gran amargura que la radiación a la que estuvieron expuestos en Mizard los había dejado estériles, por lo cual no podían procrear y a pesar que su longevidad les permitiría vivir varios siglos sabían que en algún momento no iban a conseguir detener la extinción definitiva par su estirpe.
    En Mizard solían tener todo lo necesario para mantenerse fuertes, vegetales energéticos y animales a los cuales les extraían únicamente la sangre lo que a la vez sustentaba su propia vida. Sin embargo en la tierra lo único que podían “comer” para alimentarse eran los humanos. Absorbían su energía vital por el solo contacto a través de la piel mientras la victima moría irremediablemente sin posibilidad de defenderse, con el cuerpo estragado y convertido en una deslucida corteza vacía. Radha nunca quiso utilizar aquellos métodos para asegurar su supervivencia pero sus hermanos deseaban que su fuerza no disminuyera con el paso del tiempo y nunca desaprovechaban la oportunidad cuando ésta se les presentaba.

    Pero cuando Salim y Morwen descubrieron que podían convertir a un humano en un ser similar a ellos con solo inocularles el veneno que fluía a través de sus colmillos no tardaron en concebir la creación de un poderoso ejercito de Sevalles para así algún día no muy lejano tomar posesión de la tierra.
    Sabiendo lo veleidosos que eran sus hermanos, Radha callaba y fingía ceder ante los muchos tropiezos que ellos tenían que sortear para satisfacer sus instintos. Como tenia un corazón compasivo y a pesar de no haber tenido nunca la oportunidad de acercarse demasiado o interactuar con los humanos, tampoco estaba muy de acuerdo con la idea de que fueran exterminados y menos si ellos mismos habrían de convertirse en el arma que asegurase su futuro exterminio. Entonces y con el ardid de que ella también deseaba tener su propio ejército, les pidió a Salim y a Morwen que le permitieran convertir a las jóvenes que ellos cazaban en sevalle en lugar de sacrificarlas como lo venían haciendo luego de saciar su lujuria con ellas. Pero Radha en lugar de inocularles su veneno, les hacía una transfusión con el suero de su propia sangre alienígena lo que daba como resultado un ser diferente al Sevalle, pero con poderes sobrehumanos al igual que ellos. Con el paso del tiempo, aquellos seres creados por Radha recibirían la denominación de "Hadas".
    Las Hadas tenían habilidades diferenciadas, incapaces de alimentarse con sangre humana solían obtener su poder de la naturaleza y tenían la facultad de dominar ciertos elementos tales como el aire, la atmósfera, el clima, el fuego, el agua, la tierra incluyendo también cierto tipo de metales.

    Debido a esto, el ejército de Radha había tenido desde sus inicios la misión de proteger a la humanidad de su contraparte creada por Salim y Morwen. Pero no tardarían estos últimos en notar que las sevalle de Radha eran un tanto diferentes a los suyos siendo Morwen el primero en descubrir el engaño y las muestras de suero que ella almacenaba a sus espaldas para inoculárselo después a sus “descendientes”. Aunque Salim y Morwen se sintieron traicionados, Radha aprovechó la ocasión para increparles lo que pensaba de ellos a causa de todos sus crímenes, incluyendo el hecho de haber querido ambos abusar de ella en reiteradas ocasiones. Les reveló entonces sus intenciones de proteger a la humanidad de la amenaza de los Sevalle e hizo un trato con ellos, pues lo que menos deseaba era que sus diferencias precipitaran una confrontación entre ambas estirpes.
    El acuerdo consistía en que cada vez que los Sevalle quisieran atravesar la Montaña de Isin para llegar a las ciudades a capturar a sus presas, las Hadas estarían allí para cortar su camino. El pacto incluía la condición de nunca asesinar al contrario; ningún Hada podía matar a un Sevalle, y a ningún Sevalle le estaba permitido asesinar a un Hada puesto que sus creadores habían establecido aquella previsión para no tener que enfrentarse entre ellos. Únicamente podían herir a su oponente hasta que la desventaja les hiciera desistir de sus propósitos.

    Radha y sus Hadas se fueron a vivir entonces al otro extremo de la Montaña Isin, que colindaba con la Región Encantada de Raven Fair, y que a su vez era el paso obligado para salir del Bosque. La primera preocupación de Radha fue la de incrementar su ejército y para conseguirlo envió a sus mas diestras discípulas en una operación encubierta a las ciudades mas cercanas en busca de nuevas reclutas. Muchas de ellas fueron jóvenes moribundas que encontraban en las calles. Por otro lado, sabiendo que sus hermanos no iban a desistir en sus pretensiones de exterminar a la humanidad y consciente de que su propia vida empezaba a menguar por el simple hecho de haberse negado a sustentarla, cierto dia creyó encontrar la manera de detener a Salim y a Morwen definitivamente.
    Habiendo adquirido en Mizard algunos conocimientos de la ciencia de sus ancestros, Radha guardaba en su poder una extraña piedra de forma esférica, de color oscuro y que en realidad era una prisión dimensional a la cual se podía ingresar utilizando poderosos hechizos. Luego de pensarlo muy bien y luego de que su ejército estuviera consolidado, Radha decidió regresar donde sus hermanos. Para persuadirlos se arregló intencionalmente, sacando el mejor partido de su belleza con la finalidad de revivir en ellos, apenas la vieran, el deseo que una vez quisieron consumar arbitrariamente. No quiso ser acompañada por ninguna de sus hadas, y tras despedirse de ellas partió, llevando consigo la esfera.

    Cuando Salim y Morwen la vieron de nuevo quedaron fascinados por su tentador atuendo y más aun al advertir el notorio cambio en su actitud antes arisca y reservada. Radha les dijo que los extrañaba demasiado y que solo había necesitado alejarse de ellos todo aquel tiempo para comprender cuanto necesitaba de su compañía. Aunque Salim dudó en un principio, la astucia de Radha terminó por convencerlo. Ella les prometió entonces entregarse a ambos, siempre y cuando la trataran con la debida cortesía. Así engañados, uno a uno, Morwen y Salim fueron encerrados en el palantir, y cuando Radha se quedo por fin sola entró en la nave espacial en la cuan los tres habían llegado a la tierra y la preparó para el regreso a su planeta de origen. Los sevalle que custodiaban el territorio de Salim y Morwen habían sido apartados por ellos mismos para que nada interfiriera en el idílico reencuentro con su hermana. Una vez que la nave estuvo lista para salir del túnel, Radha pronuncio de nuevo el terrible conjuro con el que había encerrado a sus hermanos en el palantir, y entró en el sellándolo definitivamente, pues a pesar de todo, se sentía incapaz de separarse de ellos.

    Mucho tiempo después, y cumpliendo con el encargo de Radha, las Hadas se convirtieron en las protectoras de la humanidad, reafirmando su pacto con los Sevalle, obstaculizando el camino de estos últimos durante sus cacerías humanas. La prohibición de asesinarse entre ellos continuó vigente al menos hasta que Robin, el primer hijo del líder “Alpha” sevalle se vió involucrado en la desaparición de Kandra, la reina de las Hadas. Entonces, la impetuosa Sayaka asumió el liderazgo del clan y desafío abiertamente a los Sevalle prohibiéndoles definitivamente la captura de mas humanos.
     
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