Microrrelato Fallida Eternidad

Actividad: Días de abecedario
Letras: F


Todo en mi vida es perfecto… o lo era hasta que la conocí a ella. Ella, con su locura e ingenuidad, logró que percibiera la belleza que yacía en la flor, el brillo que proporcionaban las estrellas, lo entretenido del bullicio, lo pacifico de los silencios y la dulzura del primer amor.
Logró que mi existencia tuviera orden mediante su caos. Me hizo amar cada lluvia y tormenta a su lado. También cada amanecer con ese agridulce sabor de café en sus labios y esas miradas somnolientas con un tinte de tristeza.



Adoré su cuerpo y besé cada peca que construía una constelación en su piel. Memoricé cada línea de su figura y la textura del lienzo que me proporcionaba por las noches para plasmar este inmenso amor. Aprendí a amar los suspiros que rompían el silencio por las noches, los suaves murmullos proferidos entre sueños y la rutina que marcaba nuestros días.



Me había acostumbrado a su constante y bulliciosa presencia por ello comencé a planear toda una vida con ella. Ilusamente creí que mis años de vejez los pasaría con ella... pero el plan falló. Tontamente olvidé que cada uno estaba atado a su finitud. Así, este cálido sentimiento que se adueñó de mi pecho, se transformó en un puñal que una y otra vez se clavaba en mi corazón.



Mi amor me ató a ella. Mi amor por ella me hizo permanecer a su lado y observar su decadencia. La vi morir día tras día hasta que sus labios exhalaron su último aliento y su corazón dio un último latido. Sostuve su mano y me aferré a ella, esperando, casi rogando porque reviviera… pero eso no sucedió. Inevitablemente ella murió.



Todo en mi vida era perfecto hasta que el amor entró y todo de cabeza lo volvió; me encegueció con su luz, me dio una ilusión y, al final, me la arrebató.



… Dijiste que estaríamos juntos por siempre. Nuestro siempre terminó en una fallida eternidad. No podremos estar juntos nunca más…