Historia larga Eternum

Tema en 'Historias Abandonadas Originales' iniciado por Boris Alekseveych, 16 Octubre 2017.

  1.  
    Boris Alekseveych

    Boris Alekseveych Si es hostil, mátalo.

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    15
     
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    3715
    Era casi medio día en la ciudad de Galdrastafir, el calor era sofocante como siempre y el movimiento en las calles muy agitado. Los vapores naturales de la ciudad cubrían sus partes bajas pero los lyoveidos ya estaban acostumbrados al calor y la niebla perpetua. En las bases del volcán Enoc, la cuna del reino de Colinas Humeantes, sobresalía de entre el vapor el castillo Guita, la familia real lyoveida; con su arquitectura imponente de ladrillos de ceniza y fortificaciones de metal se cernía amenazante a la distancia sobre cualquier persona que se atreviera a ver esa capital como un lugar débil. En el único punto del castillo donde el vapor-niebla era menos denso y más tolerable para aquellos extranjeros se encontraba el primer consulado construido en la nueva alianza, en él se llevaban a cabo las primeras reuniones para la paz entre reinos.

    Con el pasar de los ciclos vivió muchas historias, ahora esa antigüedad se podía ver en el estado de sus paredes, ya polvorientas, y sus relieves, prácticamente invisibles. La historia que contaba era un poco diferente a la nefiliana: En el principio los lyoviedos vivieron de forma pacífica en la tierra de Valles, la primera impregnación les otorgó cambios morfológicos: su piel se volvió gris, desarrollaron garras o zarpas y crecieron cuernos. Marginados por su aspecto del resto de tribus que no se involucraron en la guerra primigenia, decidieron instaurar una sociedad agricultora, todo cambio cuando alguien, el elegido, el primer patriarca, Habel Guita, desarrolló su sigil, el tatuaje que le permitió invocar al primer imp. Este compartió la sabiduría para con su amo y las demás personas que igualmente habían desarrollado un tatuaje.

    El relieve se encuentra borroso en esta parte, pero los libros de historia hablan de cómo se fundó el reino de Colinas Humeantes y resistió las invasiones de los otros dos reinos gracias al nuevo poderío militar prácticamente infinito. Ahora el símbolo de la casa Guita descansaba sobre un volcán, el mismo volcán a donde toda su raza fue desplazada por el desprecio de los demás.

    Tserply siempre se repetía esa historia cuando entraba al consulado, ahora usado más como un centro de mando industrial que como consulado en sí. Él veía los atropellos que se cometieron contra su raza varias generaciones atrás y se prometía que cambiaría eso, que demostraría a todos los reinos, inclusive a los salvajes, que los lyoviedos son un grupo al cual temer.

    — ¿Podría repetirlo mi señor?—Una sacerdotisa la distrajo, era joven, de solo un par de ciclos más que el príncipe, pero 10 veces más experimentada en todos los conocimientos rúnicos. Vestía de gris (de hecho nadie viste de blanco en Colinas Humeantes debido a la ceniza en el aire), sus ojos azules destacaban mucho de su piel grisácea y su cabello rubio no ayudaba para que saliera desapercibida, por eso y porque esos mismos cabellos solían enredarse en sus dos cuernos completamente verticales, la sacerdotisa Sorlie recibía el cariñoso sobrenombre de “La cerilla”.

    —Sí, necesito las lecturas de la tela rúnica de los últimos tres días, estoy trabajando en un proyecto para presentar al consejo. —Si bien no era del todo mentira, el príncipe quería las lecturas para investigar respecto a la explosión del día de ayer. Mientras pensaba eso recordó sus verdaderos deberes en ese lugar. — También necesito los informes de la actividad de Enoc y el índice de provecho de su energía geotérmica.

    —Sin duda tu vida es aburrida Tse. — Contestó Sorlie mientras abría la puerta que los llevaba a la biblioteca de informes. — ¿Qué le paso al príncipe que viajaba en las espaldas de Betsy por toda Colinas Humeantes para desagrado de los reyes?

    Tserply se permitió una risa en memoria de esos tiempos. —Creció, gano responsabilidades para con su pueblo: “El grupo antes que el individuo”. A mí también me gustaría hacer eso otra vez, pero primero lo primero, además, desde lo que paso con Azel, Betsy no es bien vista por nadie.

    — ¿El cabo Sulpur? ¿Qué fue de él a todo esto? ¿Siguieron hablando después de eso?— Ahora que se encontraban en el archivo la sacerdotisa buscaba los documentos que había pedido el príncipe quien amablemente le sujetaba la escalera para evitar un resbalón.

    —Teniente, ahora es teniente, y si, seguimos en buenos términos, se lo tomo incluso con humor, ayer tuve la oportunidad de verlo.

    —Oh, eso está bien, me imagino que también pudo ver a la señorita Sun. — Le había pasado el primer informe, ahora le pedía que empujara la escalera un poco para ir a la siguiente sección. De su declaración anterior no espero respuesta. —Aún recuerdo cuando los informativos cantaban la noticia a todo pulmón: “Futura unión entre reinos, nuestro próximo patriarca y la futura reina.”

    Sorlie y Tserply se conocían desde hace muchos ciclos, habían estado juntos en las academias de invocación; Sorlie fue asignada como tutora del príncipe cuando este demostró tener conocimientos demasiado avanzados para su edad, su relación siempre fue de amistad y respeto y, cuando ambos entraron al Consejo, lo único que los separó de sus estudios fueron los deberes reales que el chico debía atender. Era esta amistad de ciclos lo que le permitía a la sacerdotisa hablar libremente con el príncipe respecto a sus asuntos personales.

    —Sí, los informativos pueden ser un poco exagerados, pero ¿quién sabe? El destino aún nos aguarda, tal vez haya oportunidad entre nosotros otra vez. — Ahora que tenían los dos informes ambos caminaban en dirección a la salida del archivo.

    —Escuche que será coronada oficialmente, eso le abre el camino directo a el Consejo, me pregunto cómo hará la trinidad: Tus acciones para con nuestro pueblo son bien conocidas, además de los avances que has logrado en la infraestructura industrial de todos los reinos; la princesa Sun será tanto la representante del cristal eterno como miembro principal del Consejo, si a eso le agregamos a ambos la amistad que tienen con el joven Sulpur, es posible que exista finalmente una alianza definitiva entre reinos si apelan a su razón.

    — ¿Qué opinan dentro del Consejo realmente de Azel?— Tserply estaba ahora entrando en el campo de la diplomacia, le interesaba saber cuál era la posición respecto a quién tenía más chances de comandar el ejército más poderoso conocido. —Sin mediaciones, sé que Azel es demasiado imprudente e irrespetuoso para con el Consejo, además que tiene algunos pensamientos algo… Conservadores y directos, a veces pienso en ello y me dan escalofríos de qué pasaría si decide ser un enemigo.

    La sacerdotisa dio un suspiro, entrando de lleno al campo de la sinceridad para con su majestad.

    —Honestamente, todos lo ven como una amenaza, no solo a los intereses del Consejo sino a la diplomacia en general. Leí su ensayo, es demasiado agresivo en sus tácticas, todos los miembros saben que tratar, no solo con él, sino que con cualquier grigordiano es un dolor en el estómago. — Pensó bien sus siguientes palabras, recordando que se encontraba frente a quién sería su Rey y quién tendría que tratar con asuntos delicados en un futuro. — No creemos que el príncipe Sulpur sea una amenaza: Creemos que todo Helhiem es una amenaza en la diplomacia de la tierra de Valles.

    El príncipe demonio dio un respiro profundo, los pergaminos eran algo pesados en sus brazos, el vapor trajo los olores de la ciudad, las plantas, las personas, la comida… Le comenzó a picar un poco el brazo derecho.

    —Ven conmigo. —Sorlie estaba visiblemente sorprendida, esperaba una reprimenda. — No he comido nada desde la mañana y la verdad estoy un poco hambriento, hace mucho que no hablamos nosotros dos y siempre he visto de buena manera tu consejo.

    La sacerdotisa recordó entonces la petición de los reyes de convertirse en la consejera real una vez que su hijo tomara el trono, esa conversación la tuvieron hacía muchos ciclos, cuando recién comenzaba a dar tutorías, tal vez esa era señal de lo que se avecinaba en el futuro.

    A pesar de tener lugares donde comer por doquier, el príncipe decidió tomar algo para comerlo mientras caminaban, por las calles les dejaban paso respetuosamente los civiles, viajeros y algunos imp´s de trabajo, a unos pocos metros pero guardando sus distancias, los guardias reales les seguían.

    —Dime, ¿sabes en qué se ha destacado el gobierno de mi padre durante todo su tiempo?— No espero la respuesta. —En la diplomacia: He leído los registros y Colinas Humeantes ha hecho más tratados entre reinos, más ayudas correlaciónales y ha mantenido más al frente sus políticas exteriores que ninguno de los otros tres reinos; hemos estado al contacto con las principales Casas de nuestras aldeas, las ciudades en las fronteras nefilianas y tribus en las fronteras grigordianas, por no decir que el reino Eden y Colinas Humeantes siempre han tenido una relación increíble gracias a los avances industriales por ambas partes.

    Estaban disfrutando de un emparedado de mezcla de carnes humedecido en distintos tipos de cremas, la sacerdotisa había insistido en pagar el suyo, el príncipe rechazo eso “por los viejos tiempos”. Se habían sentado en una banca cerca de un parque.

    —Ahora—Continuo después de darle un gran mordisco a su comida. —, aunque estoy en proceso para unirme al Consejo te diré la verdad: No pienso tomar palabra como sacerdote, nunca fue mi propósito. Mis deseos de pasar por todo esto solamente fueron para tener una idea y conocimientos más amplios sobre las necesidades de los distintos reinos y el cómo puedo yo tomar los recursos que tengo a la mano.

    — ¿Ayudar al resto de reinos en sus necesidades?—La sacerdotisa seguía pensando en la revelación de su príncipe de no unirse al Consejo como sacerdote. —Eso significaría realizar nuevos tratados de ayuda e intervención, es una tarea descomunal.

    —Por eso quiero tener ayuda del Consejo y del reino Eden, ya he hecho algunas cuantas conexiones con personas que están o estarán en posición de ayudarme con mi visión, he enfocado todos mis estudios y mi desarrollo para poder generar una infraestructura donde Colinas Humeantes sea el epicentro. — Poco a poco Sorlie comenzaba a ver el panorama entero, fue el mismo Tserply que termino de despejar su vista. — Haré que el resto de reinos dependan de Colinas Humeantes así como en un momento la alianza dependió de Valles Bajos y el cristal eterno.

    La chica tosió cuando trago demasiado rápido ante las palabras del monarca.

    — ¿Sustituir al cristal eterno? Todos dependemos de él, estoy segura que aún si se le preguntara al grigordiano más radical verá que es completamente necesario. Es lo que permitió a los nefilianos aguantar las guerras… Es… No lo sé, algo imposible.

    Tserply vio a quién fuera su maestra con la cara de qué él recibió cuando no entendía alguna lección, esos ojos de quien espera que la luz llegue a las personas en algún momento, concluyo la conversación mientras se levantaba:

    —Tu bien lo has dicho: el cristal eterno ha sido utilizado por la sociedad nefiliana desde su existencia y por los reinos en todas las alianzas posteriores, pero no olvidemos todo lo que sabemos de los cristales: en un momento su energía terminará, puede ser ahora, dentro de varios ciclos o en muchos siglos, pero su energía terminará y cambiará por completo todo y a todos. —Pensó bien sus últimas palabras, había ensayado un poco ese discurso para cuando tuviera que presentarlo y no decir nada inapropiado. — Simplemente quiero ser quien preparar a todos para ese momento. Ten buen día Sorlie, ha sido un placer volver a verte.

    El príncipe siguió dando una vuelta por el centro de su ciudad mientras esperaba la hora para dirigirse a su verdadero destino de ese día. Algo que era sorprendente para todos era la completa libertad con la que caminaba por todas las ciudades de su reino sin ningún tipo de preocupación. Si, sus guardias estaban a unos cercanos 5 metros de él cuando se encontraba a solar, pero aun así no se veía ningún signo de verse en un problema en ningún momento mientras “actuaba de civil”, como él solía decir.

    Algo que ayudaba a ello era la naturaleza de todas las ciudades de Colinas Humeantes: el hecho de que todo el reino estuviera postrado directamente sobre fallas volcánicas generaba que los servicios de drenaje, lagos, ríos y demás cuerpos de agua estuvieran constantemente liberando vapor y fueran ricos en diferentes minerales. Y si bien esto era una queja de turistas y visitantes aún aquellos diplomáticos, los lyoviedos estaban completamente acostumbrados a ello, aun así en las horas de mayor luz solar, era común ver las calles casi vacías o al menos con mucho espacio para transitar.

    Las pocas personas que toleraban el calor ya sea naturalmente o por obligación de sus trabajos veía al futuro rey y los invadía la sensación de respeto y autoridad que solo quien apodaban “demonio” podía transmitir. No era que tuviera mala fama, solamente que el aspecto de Tserply al meditar las cosas, junto con sus ropas reales que lo marcaban como un individuo superior a los demás eran más que suficiente para justificar un castigo a quien hoce faltar el respeto al monarca, cuando se le cuestionaba de su opinión en el asunto prefería quedarse callado.

    Como un intelectual, creció rodeado de filósofos, científicos y buscadores del conocimiento de otros reinos, entre estos últimos se encontraba Pietro Stalla, igualmente amigo de Tserply de sus tiempos de academia y quien dirigía un laboratorio en una de las zonas más “aceptables” de la capital. Sabía que en ese momento se encontraba él solo y el propósito que tenía su visita requería de privacidad, tanta que ordeno a sus guardias esperar en la entrada.

    Aunque por fuera parecía una casa completamente normal de tres pisos, por dentro se constataba que se trataba de un laboratorio, uno de los más sofisticados y preparados de la capital de hecho. Con la zona de recibimiento directamente acomodada para estar completamente limpia y aparte del resto; un pequeño pasadizo estaba conectado a esa zona que se dividía en 3 partes, una al laboratorio del piso de arriba, otra a lo que parecía una casa interior y otra a las escaleras tanto para el segundo piso como para el sótano.

    —No recibí la notificación de una visita oficial. — La voz masculina salía de la casa interior, se tomó un tiempo en mostrarse, vestido con una túnica carmesí con capucha, tenía un sigil en el dorso de su mano izquierda pero carecía del resto de características físicas de un lyoviedo: Su cabello era marrón, alargado que cubría en parte sus ojos negros, su piel canela con rasgos completamente normales y su rostro era comparable con el de los nefilianos en su buen aspecto.

    —Debo recordarte que, aunque no mande sobre tu gente, mando sobre este territorio. — Si bien las palabras eran serias la intención era para dar un toque humorístico. El príncipe abrazo al muchacho cuando este lo invito a ponerse cómodo en el lugar. —Veo que sigues trabajando a todas horas.

    —Eso nos diferencia de las otras razas, nosotros seguimos buscando el conocimiento de todas las artes. — Pietro era un humano, ciudadano del reino Eden.

    Los humanos, con su capacidad de aprender cualquier habilidad mágica, tenían la oportunidad de estudiar estas artes en escuelas especiales, los más capaces inclusive eran enviados a otros reinos para desarrollarse aún más. Pietro era un binario, que solo manejaba dos de las tres artes: Canalizaciones e invocaciones, decantándose más por la última.

    — ¿Vienes aquí para hablar respecto al “Proyecto Entropía”?— Pietro intentaba actuar un poco paranoico, sabía que no había nadie más en el edificio que pudiera escucharlos, pero eso no evitaba que se asegurara de ello con humor.

    —Así es, aquí te tengo los informes de la actividad volcánica en la capital y el índice de provecho de… Los últimos seis meses.

    —Bueno, respecto a lo que me pediste la última vez, mi informe esta… Creo que lo deje en mi habitación. — El sigil de su mano comenzó a brillar, en el suelo apareció el mismo dibujo y de él una criatura humanoide sin cuello y con unos brazos y dedos alargados, sus piernas parecían los de una rana y su aspecto era el de un gusano, producto o de la poca imaginación del momento o de la pereza. — Carpeta roja, al lado de mi cama, cuidado con la lámpara.

    —Veo que vas mejorando, antes era más pequeño.

    —Bueno, solo va a recoger una carpeta. — Había ofrecido una bebida al príncipe, ambos estaban sentados en una sala-biblioteca en el laboratorio donde había un montón de libros, todos ellos ordenados, sobre ciencia general. No quito sus ojos del informe cuando agrego: — Actualmente soy capaz de invocar dos voladores de carga y cuatro categoría troll al mismo tiempo. Tampoco he descuidado mí canalización. Espero pronto tener aprobación de hechicero e iniciar el estudio de la liberación.

    —La que te espera, los grigordianos en eso suelen ser muy…

    Sus pantalones eran jalados por la criatura que recién regresaba, le entrego la carpeta en la mano e hizo una reverencia, Pietro hizo un movimiento de muñeca y el bicho se esfumo como si fuera polvo.

    —Estos informes, la actividad del Enoc no ha disminuido en 3 ciclos, lleva estable en un margen de 60° centígrados, aun con el incremento en el uso de su energía. Veo un patrón semejante en todos los volcanes del reino, tendría que hablarlo con mis jefes y presentar un informe, pero tenemos la energía para comenzar algunas pruebas.

    —Veo que mis conclusiones respecto a los cristales son ciertas.

    Pietro termino su bebida, se servía otra vez, era su tercer vaso, nunca se acostumbraría al calor del reino.

    —Parcialmente, cristales de piromancia, pirotecnia y eléctricos se han recargado al usar métodos no convencionales, pero si tomamos en cuenta que se encuentran en la rama enérgica eso era de esperarse, los cristales de otras naturalezas se mantienen completamente inútiles una vez que termina su vida útil. —Saco una libreta de su túnica he hizo unas anotaciones. —El proyecto parece ser posible, ¿Qué tan bien se lo tomará el Consejo y Valles Bajos? Eso no lo sé.

    —Tendrán que ver la verdad en cuanto se las presente. — Se puso pensativo, recordó el segundo informe que tenía y la bolsa de muestras que tenía en su bolsillo, pero tenía que terminar antes ese asunto que era de importancia superior. — ¿En cuánto tiempo crees tener una presentación del proyecto? Tengo la sensación de que Sun será coronada este mismo ciclo y debo de dar algo para que lo considere dentro de sus tareas oficiales.

    Ese proyecto significaba mucho para ambos: con Tserply era la entrada a que el resto de reinos cambiaran la energía del cristal con la energía geotérmica que su reino ofrecía, haciendo a Colinas Humeantes el proveedor de la capacidad de modernización e industria que implementaba el Consejo, convirtiendo a su reino, bajo su mandato, en el pináculo de las innovaciones a partir de ese momento; para Pietro era la entrada de lleno a la cámara de magia, hechicería y relaciones exteriores del reino Eden, quienes se encargaban de forma directa del Consejo. Gracias a esa táctica y al acuerdo mutuo entre ambos, sus nombres pasarían a la historia como quienes cambiaron los roles de los reinos.

    El científico se quedó pensando, analizando la situación en la que se encontraban, habían mantenido eso en secreto y como algo meramente teórico hasta ese momento, el presentarlo sería dar un paso enorme dando la cara de lleno a las opiniones de los expertos en el tema.

    —Una presentación experimental y práctica tomaría al menos 1 ciclo, pero una presentación conceptual con todos los estudios y bases teóricas estaría lista en menos de dos semanas. Yo puedo encargarme de eso, simplemente necesitaré tu apoyo como entrada al Consejo. — El chico ahora había pedido a un murciélago con brazos que trajera más bebida, se sirvieron ambos y dieron un brindis imaginario, por el futuro.

    Tserply sacó la bolsa con muestras cristalarias y el segundo informe, Pietro se extrañó al instante al no saber de qué se trataba.

    —Necesito saber la naturaleza de estos cristales y su relación con las lecturas de la tela rúnica. Te lo pido a ti confiando en tus capacidades y en tu total discreción, déjame ser claro: Esto solo lo debemos de saber tú y yo.

    Pietro recordó la confianza con la que siempre se trataban desde que eran chicos, el cómo crecieron intelectualmente juntos y la ayuda que Tserply le dio durante sus clases de invocación para llegar a donde estaba, ahora que ambos se apoyaban a cumplir sus propósitos comprendía que eso traería algunas otras cuestiones.

    —Claro, confía en mí. La naturaleza de los cristales es algo simple para mí, así que podré tener algo listo para mañana mismo. Me da la tentación de preguntar qué tienen que ver unos cristales con toda la tela rúnica, pero creo que eso lo dejaré en paz.

    —Si encuentras algo importante que necesite explicaciones yo mismo te las daré, de momento pido solo tu ayuda en esto.

    La conversación siguió a temas mucho más informales, como el tiempo libre entre ambos y los recuerdos de su tiempo de estudiantes. Tserply le dio una invitación honoraria para el festival de primavera, si bien Sun y Azel eran sus amigos más cercanos, la historia que compartía con el humano, no solo en la academia, sino como personas y en sus ambiciones, los unían de forma especial. Estaba a punto de comenzar el ocaso cuando decidió regresar al castillo, había terminado sus tareas reales en la mañana pero algo más debía de haber surgido para el día siguiente y no se sentía con ganas de esforzarse mucho el siguiente día.

    La calle ahora estaba aún más habitada, aun así las personas respetaban mucho la presencia de los guardias reales, que seguían cuidando de forma rígida. Cuando se estaban yendo un conocido del príncipe se acercó.

    —Mi señor, mi señor, hace mucho que no lo veía. — Se trataba del antiguo consejero estudiantil del príncipe, de antes de entrar como candidato del Consejo. Una vez intercambiados los saludos aquel señor fue directo al grano. —Tengo un asunto de suma importancia mi señor, y es usted quien debe de atenderlo. Se trata de… Se trata de una chica que clama ser hija suya.
     
    Última edición: 13 Febrero 2018
  2.  
    Boris Alekseveych

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    Tal vez esta sea la ultima actualización de este año y hasta mediados de Enero por cuestiones de mi universidad, de mi trabajo y de que me desconectare por vacaciones un tiempo.

    Les deseo que tengan una feliz navidad y prospero año nuevo con sus familias en caso de que no actualice. Chao.
     
  3.  
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    Remmnla no podía creer lo que estaba viendo en ese momento, frente a ella el príncipe demonio, quien ella conocía como rey demonio o comúnmente como padre estaba sentado, mirándola fijamente. Había llegado a Galdrastafir y no le fue difícil encontrar la casa de Cannan, quien seria consejero real en su tiempo.

    Aunque en un principio parecía desconfiar, al contarle la historia que tenia que contar fue abriéndose más y más a aceptar lo que le planteaba; solo pedía asilo mientras duraba su misión, terminada esta se marcharía y no volvería a saber de ella. Parecía estar de acuerdo y se retiro con la excusa de atender unos recados, dejándola para que se pusiera cómoda, debió haber visto cómo se activaban los sellos de defensa o asegurarse que no tramara algo, cuando identificó que la figura que acompañaba a Cannan de regreso era su mismísimo padre, no había tiempo de decir nada, solo pensar en la mejor forma de decir las cosas.

    Los guardias reales estaban expectantes, Tserply simplemente estaba sentado, completamente en silencio, que él mismo rompió..

    — Me dice Cannan que eres mi hija, clamas serlo, te presentas ante una persona importante para el reino y pides asilo.— Se inclinó para quedar desprotegido, cosa que haría como rey en un intento de establecer confianza.— Así que, ¿Porqué no me das detalles?

    En la mente de la chica no se generó ninguna situación que le permitiera liberarse de eso, al menos no en el momento. Decidió sincerarse y ver que podía sacar de ahí.

    — Dentro de varios ciclos tendrás una hija, seré yo, producto de tu unión con la reina Sun. — Tserply pareció interesado en el momento.— Se unirán los reinos de Colinas Humeantes y Valles Bajos bajo un solo nombre: el reino Sacro, unión de ambos junto con el reino Eden.

    — Una alianzqa de reinos por un matrimonio, no parece algo lógico. — Cuestionó Cannan, detrás del príncipe, dando su consejo desde la distancia.

    — La alianza no fue producto de el matrimonio, sino de algo mas. — Remmnla se debatía en su interior para decidir que detalles liberar, honestamente, prefería que estuvieran preparados antes que salvaguardar algunos sucesos rúnicos. — Abra una guerra, producida por Helhiem, ellos se unirán a los salvajes para derrotarlos y tomar control del cristal eterno.

    Todos en la sala se sorprendieron, los guardias intercambiaron miradas de sorpresa, Cannan y Tserply de escepticismo.

    — Y que prueba nos ofreces de que lo que dices es real?— Preguntó Cannan, sospechando que todo eran habladurías.

    — Desafortunadamente no puedo dar demasiados detalles: existen determinados eventos que deben suceder en los que la participación de la alianza actual son esenciales. Pero tengo esto para comprobar una parte de mi historia.

    Los guardias se tensaron antes de darse cuenta que lo que estaba sacando de sus ropas era un pedazo de papel. El príncipe les ordeno descansar mientras él lo tomaba, se trataba de la parte titular de un informativo fechado dentro de 5 ciclos a partir de ese entonces, en su contenido podía leerse:


    SE FIRMA LA REFORMA ENERGÉTICA EN LA TIERRA DE VALLES.

    El dia de ayer se realizo la ceremonia donde la reina Sun Apur Athar cedía la autoridad del Cristal Eterno a la administración del recién formado Instituto Energetico, dirigido por Pietro Stalla. Esto abre a la sociedad lyovieda a un avance en las políticas exteriores así como un poderío en la infraestructura política y social del reino encabezado por el patriarca rey, Tserply Guita.

    En la ceremonia asistieron los miembros del Consejo, la alta academia de magia y hechicería así como los representantes de los 4 reinos. El Instituto Energético, apoyado directamente por el reino Eden y por nuestra administración actual, reafirmo sus propósito de impulsar el desarrollo tecnológico hacia el futuro trabajando en conjunto con el Consejo Mágico para incrementar la calidad de vida de la región.

    Tserply había leído y releído con atención, la veracidad del informativo era comprobada, resulta imposible hablar de una de las partes en sus planes junto con Pietro con tanta libertad debido a que solo ellos dos sabían de eso y no creía que alguien siquiera lo sospechaba. A pesar de eso una duda surgió:

    — Esto me habla sobre el plan energético que tan amablemente has tenido a revelar ahora a mis guardias y mi antiguo consejero escolar, cosa que espero permanezca en secreto. —Se aclaro la garganta mientras enviaba una mirada amenazante a los mencionados, esperaba que eso fuera suficiente para que fueran discretos con el tema. — Pero la aceptación de mi reforma no explica una alianza total entre los reinos y mucho menos algo tan descabellado como una guerra con Helhiem.

    La chica comenzó a sincerarse, si bien necesitaba que ciertos sucesos ocurrieran, sabia que si su padre era tan capaz ahora como en su tiempo, actuaría con cautela.

    — Dos meses después de esa ceremonia tu y mamá se casaron. Aunque debía de ser tomado como un suceso apacible y bello, el Coronel Sulpur utilizo la ocasión que le presentaba el tener a tantas personas importantes reunidas para solicitar un cambio en la estrategia salvaje: quería volver a retomar una ofensiva contra esas tierras, obviamente se lo negaron. — Toda esta historia es la que se le contó en un momento, estaba preparada para comprobar con ayuda de algunos hechos históricos, pero al no haber nacido aun en ese momento en realidad no sabia como sucedieron las cosas, todo fue, hasta donde pudieran comprobar sus escuchas, algo que solo sucedió cuando a ella se le contó la historia. — Se cuenta que, de regreso a Helhiem, presionó a el Consejo de Guerra a aceptar una ofensiva exclusivamente en sus fronteras, aquellos que no lo apoyaron sufrieron reafirmación frente a él.

    Uno de los guardias se estremeció, todos aquellos que sabían un poco de la historia de guerra grigordiana sabia lo que era la reafirmación. Remmnla continuó:

    — Aun con las exigencias del Consejo Mágico, el reino Eden e inclusive tu y Sun, él no se detuvo. Cada cierto tiempo traía informes de su avanzada, para convencer a los demás reinos de unírsele, pero pasados dos ciclos sus informes eran mucho menos frecuentes hasta que, finalmente, dejaron de presentarse. Ya no se le veía fuera de Helhiem, enviaba a representantes a ceremonias oficiales e inclusive ellos mismos dejaron de asistir pasado poco tiempo, cambio sus políticas exteriores, los sacerdotes del Consejo fueron abdicando uno a uno, o aparecían muertos; tal vez eso debió de haberles generado sospechas, no lo sé. 10 ciclos a partir de ahora tomo el mando del Ejercito Oscuro, los mandatarios fuera de Helhiem se enteraron por medio de viajeros, de él no se supo ni una palabra ni invitación a su ceremonia. — Ahora todos escuchaban con atención, más Tserply quién parecía que intentaba adelantarse a la anécdota en su propia mente.— El revuelo comenzó cuando comenzaron a ser mas duros con el mercado entre reinos: ponían mas trabas, cancelaban contratos, a veces no dejaban entrar a viajeros a sus tierras, barcos y transportes no salían, cuando deportaron a todo aquel no-grigordiano el Consejo decidió actuar.

    Dejo la historia en el aire, para generar algo de tensión.

    — Ni siquiera cruzaron las fronteras, las tropas grigordianas les negaron la entrada bajo amenaza de arrestarlos y tratarlos como criminales.— Esa parte de la historia estaba mas fresca en su memoria, tenia escasos meses de edad pero recordaba el ajetreo inicial, se sentía dentro de un panal de abejas a las que se les provoca y se les encierra a propósito.— Aun no comprendía nadie... Fue más una preocupación que un temor el que llegara una invasión salvaje desde una frontera con Helhiem, ¿cómo podía caer el reino más especializado, más capaz en combate contra los salvajes? No lo hicieron, ahora eran sus aliados. Nadie sabe que sucedió después que Helhiem retomara la ofensiva contra terreno salvaje, lo que si se sabe es que lo que fuera que sucedió fue suficiente para que tuvieran al ejercito mas poderoso de su lado. Azel Sulpur era comandante tanto del ejercito oscuro como del ejercito salvaje.

    Tserply se levanto, todas las miradas fueron hacia él, sus manos estaban frente a él, haciendo ademanes para estructurar sus ideas. Estaba pensando bien en la situación, él lo entendía bien: su matrimonio con Sun, el éxito de su reforma energética, la posibilidad ya discutida de que Azel fuera una amenaza para el Consejo, todo estaba ahí.

    —Te creo.— Declaro el príncipe volteando a ver a su hija. En sus ojos podía verse la verdadera sinceridad, nada de una luz fingida que conocía Remmnla muy bien.

    —Señor, no creo que declarar eso ahora sea...

    — Cannan, eres una de las personas que más influencia han tenido en mi vida, uno de los mejores consejeros que he tenido y es seguro que, como dice esta chica, sigas a mi lado cuando tome el poder.— Lo miraba a los ojos, ahora no era Tserply el príncipe, era Tserply el futuro rey de Colinas Humeantes, que convencia con la mirada de alguien que no se sabe si es amigo o enemigo. — Ahora dime con toda sinceridad, sin necesidad de creer este relato, sino con la certeza de este informativo, su veracidad, todo lo que los reinos creen sobre Azel y Helhiem en general, ¿Qué tanta es la posibilidad que esto sea real? ¿que la amenaza que nos cuenta esta supuesta hija mía sea algo plausible y que debe ser tomado como verdadera importancia?

    Calló, no porque no supiera la respuesta, sino porque no era necesaria, no en esa situación, no con él.

    —Ahora, dices que estas aquí para cumplir cierta misión. Tomare las advertencias que me has dado como algo serio y no solicitare mas información sobre el futuro, pero permíteme saber de tu misión, hacer un plan.

    Remmnla sonrió, conocía esa platica, la había presenciado muchas veces. Respetaba a su padre por su mentalidad de ajedrez: sabia que quería tener un plan, sacar provecho de la situación. Si todo eso podía terminar en un reino Sacro pacifico, sin la presencia de Azel como una amenaza estaba dispuesta a ser de toda la ayuda posible.

    — Sucedió con uno de los sondeo ordinarios del Cristal Eterno, se hicieron muy comunes para saber los niveles de energía del Cristal y suplirlos con energía geotérmica, creo que eso ya sabes eso. Se detectó una caída en picada. Al principio se creyó que era señal de que el Cristal comenzaba un efecto de entropia, la razón por la que preocupo tanto fue debido a las investigaciones del Cristal en los esfuerzos de guerra, si algo lo afectaba se estaría completamente expuesto a un ataque del Ejercito Oscuro. Fue esa importancia lo que ayudo para realizar una investigación más profunda: después de varias pruebas se concluyo que la energía perdida coincidía con la estela mágica de una persona, la reina Sun Apur Athar.

    — Eso quiere decir que Sun dejo de existir...

    Cannan interrumpió, mencionando algo esencial en esa dinámica.

    — Tonterías, de ser así, de dejar de existir Sun ahora, esta chica no tendría la posibilidad de estar aquí, si es cierto que es su hija.

    Remmnla estaba al tanto de eso, y tenia la respuesta: —Así es, lo que sucedió no fue que Sun dejara de existir, sino que fue asesinada en un momento clave de la historia. Eso en si haría que la existencia de mi linea temporal fuera imposible, pero no es así como funciona la estela magia.

    Aprovecho que en una mesita cercana había unas cuantas hojas sueltas y carboncillos. Realizo una serie de dibujos simples que se dispuso a explicar.

    — Miren, aquí esta el Cristal Eterno, su existencia es una constante en todos las lineas temporales en que sucedió la primera impregnación. Ahora,— Señaló el inicio de ramificaciones de una linea.— Estas ramificaciones son lineas del tiempo paralelas, en todas ellas, a pesar de ser diferentes, el Cristal Eterno sigue siendo una constante. Pero si una de sus piezas deja de existir antes de tomar su rol en una linea del tiempo donde está destinada a existir, por ejemplo, el acceso a su poder como lo tendría Sun al ser coronada, haría no que las lineas del tiempo subsecuentes dejen de existir, sino que la estructura y función del Cristal Eterno en dichas no sea la que debe ser.

    — Espera, mencionas lineas del tiempo alternas y al mismo tiempo predestinación de resultados. ¿Cómo es eso posible?

    La vergüenza la invadió, no por nada, era un reflejo normal para ella que, cuando su padre preguntara algo y ella no respondiera, mostrara vergüenza por su ineptitud, así lo dejo entrever.

    — La exactitud de esta mecánica me es desconocida en su totalidad, solo existe una persona capaz... Bueno, que sera capaz de comprenderla.

    Cannan lanzo un murmuro de escepticismo, los guardias no comprendían para nada esa charla, por las ventanas ya no se filtraba la luz, las luces automáticas comenzaban a encenderse. Tserply, aun con duda, tomo una decisión necesaria para ese momento.

    — Se te dará asilo en el castillo. — Declaro con firmeza, la suficiente para que el resto de acompañantes no pudieran dar ni siquiera un gesto de duda. — Si eres quién dices ser y has declarado solo la verdad, tu ayuda sera de importancia para el futuro, respecto a aquello que puedas revelarnos, lo que espero sea suficiente.

    Cannan se interpuso: — Señor, con su permiso, no sabemos que tan confiable es esta chica, no sabemos sus verdaderas intenciones ni siquiera de que se trata esa dichosa misión de la que habla, no creo que llevarla a su castillo sea lo mejor.

    Tserply ya estaba levantado, había pedido a sus guardias que pidieran un carruaje, estaría ahí dentro de poco. En su mente toda una maquinación se había realizado, la cual tendría algunas alteraciones y continuaciones al hablar muchísimo más con la chica, pero se sentía confiado en la veracidad como viajera en el tiempo y como una fuente de información a futuro.

    — Usted mejor que nadie debería de saber la importancia de la confidencialidad en algunos asuntos, si la chica es quien dice ser y si su misión es de la importancia que presume tener, lo mejor seria que fuera un mínimo de personas quienes tuvieran acceso a esa información. Aun así confió en que, de suceder algo, usted sabrá cómo actuar.

    Cannan aun tenia el sentimiento de escepticismo y desconfianza cuando Remmnla acompaño a su padre con los guardias. La chica misma ahora se sentía dentro de un cuadro familiar, recordaba la compañía con la que estaba constantemente y, al momento de subir al carruaje, inclusive hizo la seña que lo definía, una con la que siempre entraba a los vehículos. Despidió a los guardias pidiendo privacidad durante el retorno al castillo.

    —Mi misión...

    El monarca la interrumpió, estaban uno frente al otro, pero él veía por la ventana, con la mirada perdida en las gotas de condensación que evitaban que cualquier cosa se pudiera ver, aun en la noche y en un lugar protegido hacia demasiado calor.

    — Se te harán análisis, hoy mismo, para confirmar tus lazos conmigo. No sera fácil que entres en el castillo, pero no dudo que podre convencer a las personas necesarias para lograr que tengas una pequeña estancia.

    — Y a cambio te daré toda la información que pueda darte sobre el futuro. —Remnnla dudaba si comportarse como siempre se comportaba con su padre o ser un poco mas informal, su voz temblaba un poco y se distinguía miedo.

    — No me es desconocida la teoría de viajes en el tiempo, se que una alteración máxima traería sus consecuencias, pero el hecho de que estés tu aquí y ahora, después de realizar ciertos cambios minúsculos hace que no estés atada de manos del todo. — Paso a verla a los ojos directamente, la muchacha conocía esa mirada, fue la primera vez que se olvido que esa persona aun no era su padre, cuando sintió el miedo en la boca de su estomago. — Te ayudare en tu misión, tu nos ayudaras en determinados temas y después serás libre de regresar a tu linea temporal si eso es posible. Ahora... Respecto tu misión, explícamela con mayor detalle.

    Hasta ese momento el pensamiento, aunque fugaz, de las implicaciones de regresar o no a su linea temporal no habían entrado a su mente. Pero reconocía que su misión era mas importante en ese momento que todo lo demás.

    — Dentro de 2 días, en Valles Bajos, la princesa Sun sera asesinada, eso fue lo que los análisis de estelas rúnicas dejaron entrever. Se pudo realizar toda una investigación del tipo físico y temporal: sera en el páramo donde se realizara el festival de primavera.

    Tserply se intereso inmediatamente, sorprendido al mismo tiempo.

    — ¿Eso no estará ligado a un atentado por explosión?

    — ¿Lo dices por la explosión del día de ayer?— Se encontró con su padre sorprendido de que ella supiera de eso.— Ayer decid investigar el lugar del suceso y vi lo que paso, no tiene ninguna relación aunque tampoco aparece en la lista de sucesos de importancia que me dieron, puede ser que en realidad no sea importante para esto o que tenga toda la importancia del mundo.

    A pesar de eso Remmnla sabia que ahora la mente de su padre jugaba con la idea de una forma que para ella era desconocida.

    — No pudieron sacar mas conclusiones ademas de la fecha, el lugar y la hora, pero esperaban que eso fuera lo suficiente para que lo lograra evitar: Llegaría en el momento, pasaría como una simple civil y evitaría lo que tenia que evitarse intentando ser lo mas discreta posible.

    — Y la explosión que presenciaste ayer fue el motivo que te sintieras incomoda y vinieras hasta acá; es curioso cuanto menos que prefieras Colinas Humeantes antes que Valles bajos. Después de todo, no pareces lyovieda.— Tserply instintivamente convirtió su mano derecha en una garra con afilados dedos, cosa que hacia para recordarles a las personas la gran diferencia entre su raza y las demás. — Hemos llegado al castillo, haré que unos guardias te lleven a una habitación a que esperes, yo me encargare de conseguirte el permiso para quedarte.

    Ese comentario, respecto a su aspecto, provoco que su hombro derecho comenzara a arder. La sensación que esas palabras le generaban era la razón por la cual intentaba ser lo mejor que pudiera ser e inclusive mas allá que eso.

    *****​

    Vaya si que ha sido un mes largo, quien habla ahora es Boris, un placer estar de regreso acá con Eternum y en FFL pero no tengo buenas noticias desafortunadamente (bueno, buenas para mi, malas para la historia así que malas para mi también).

    Este capítulo tenía pensado publicarlo el 5 de Enero, pero por motivos de tener que dejar mi trabajo en estas fechas, regresar a la Universidad y demás hasta ahora ve la luz de FFL. Es tardado lo sé, afortunadamente las vacaciones no fue todo perder el tiempo, tengo ya unos cuantos capítulos que verán la luz del día este mes.

    La mala noticia que quiero darles es que pasados esos capítulos (dos a partir de este), Eternum pasará a ser algo de solo uno o dos capítulos cada quincena (dos al mes de forma segura). Esto es porque aceptaron mi solicitud de intercambio de universidad, dejando atrás mi PC y llevándome solo mi tablet y mi celular. Si a eso le sumamos que el propósito de mi intercambio es reunir experiencia de investigación además de laboral y asistir a clases en otra universidad hasta Marzo me quedo con poco tiempo para escribir.


    ¿En Marzo Eternum volverá a ser de entrega semanal (como se supone que estaba destinada, soy un desastre en hacer planeaciones)? Lo dudo mucho: En Marzo toca regresar a mi universidad, comenzar servicio social en la mañana (desventajas de asistir al turno vespertino), terminando servicio social comienzo practicas profesionales a la vez que la tesis (este año pinta interesante para mí).

    Lo único que puedo decir es que Eternum seguirá, me plantee contar una historia y no pienso abandonarla hasta tener mi happy ending (¿o solo ending? e.e). Y así tenga 90 años y me de artritis terminaré esta historia.

    Pero estoy seguro que toda la guapa gente de FFL tiene historias mejores y más rápidas de leer que la mía asi que consuman, consuman lean y disfruten, que Eternum siempre estará disponible para ustedes.

    Y dicho eso les mando un beso, feliz año de forma retrasada y que todo lo que se propongan este 2018 se cumpla. Adios :)
     
    Última edición: 13 Febrero 2018
  4.  
    Boris Alekseveych

    Boris Alekseveych Si es hostil, mátalo.

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    No había podido dormir bien y le dolía la cabeza, pero tenía que presentar su mejor cara, parecer lo mejor de lo mejor, ese día era importante y ella lo sabía.

    “Un baño con agua congelada por las mañanas.”

    Eso era lo que Azel le había dado como consejo hace varios ciclos, ¿fue antes de que se convirtiera en su guardián o después? Su nana se extrañó y preocupo cuando hizo la petición.

    —Mi niña, el agua ya se ha calentado a su gusto y se prepararon sus esencias. ¿Porqué de repente algo así?

    —Necesito algo para despertarme por completo, que vacíen la tina y la llenen de hielos, en cuanto se descongele me bañare.

    — ¿Esto es otra cosa que el teniente Sulpur le ha recomendado?— La mucama mando una vibración por su cristal a los mayordomos, no solía oponerse a las órdenes de su señorita, pero siempre mostraba su preocupación. — Ustedes dos son diferentes mi niña, él está preparado para esto, usted solo tendrá un resfriado.

    Como si estuviera buscando una respuesta y esperando que lo que fuera a decir lo sea se comenzó a desvestir.

    —Dentro de pocos días será el festival de primavera, además de eso, este ciclo será mi aniversario número 18, hoy habrá una reunión administrativa respecto al festival pero yo sé que no se tratara de eso: Las familias reales decidirán quién será el siguiente portador de la corona. —La mucama pareció estremecerse un poco por ello, comprendía lo que sucedía y tal vez comprendía un poco la situación de su señorita. — No tengo hermanos, los hermanos de mis padres han engendrado solo otros 3 descendientes y dos de ellos ya han rechazado la corona. De entre el resto de familias solo hay 2 candidatos, los demás o la rechazaron en su momento o han negado desde el comienzo la posibilidad.

    —Mi niña, no debe preocuparse por eso, estoy segura que usted será una buena reina. — La mucama escoltaba a Sun hacia su bañera, la temperatura ya había bajado debido a la tina con hielos.

    —Ese es mi miedo nana, que sea yo la mejor opción a pesar de que no siento que lo soy: Veo a Azel y el cómo siempre está preparado para tomar las riendas del su raza, el cómo no duda en sus decisiones y todo lo que hace parece correcto; veo a Tserply que ha hecho tanto por su reino, siempre buscando lo mejor a la par que ayudando a los suyos, acertando en cada una de las tareas que como príncipe le encomiendan. Y estoy yo, que solo sirvo como una cara bonita, un rostro para un reino que depende de cómo lo ven y tratan los demás, no he hecho nada, por ellos, no sé si merezca llamarme reina.

    —Estoy segura mi niña, que si bien esos dos jóvenes son lo que su reino necesita, este no es su reino. Aprenda lo más importante de ellos: Si no puede decidir lo que usted quiera, al menos decida ser lo mejor que pueda ser.

    La su nana la había dejado pensando, siempre había creído que no era una buena candidata a ser reina, tomar las riendas de su pueblo tal vez era demasiado para ella, claro, no lo decía nunca, esa era la primera vez que dejaba ver a alguien su preocupación, producto que ese día se decidiría su futuro.

    Tal vez si no fuera por el dolor del frió penetrando por su piel la recién idea de que Estelia, por su simple existencia, indicaba que su futuro ya había sido decidido hubiera hecho eco en su mente.

    Ya se habían subido al carruaje que los llevaría al edificio gubernamental, se sorprendió al ver una cara conocida junto a sus padres.

    —Buenos días mi lady, ha pasado tiempo desde la última vez.

    Urui Lamar era considerado, a pesar de ser solo 5 ciclos mayor que la princesa, el mejor soldado de todo Valles Bajos, también era la imagen pura de los nefilianos: Piel completamente aperlada, una figura atlética, ojos esmeraldas y cabello castaño, con un aspecto completamente atractivo. Vestía el uniforme de gala nefiliano: Un atuendo blanco con cinturones negros y arreglos de plata, en su brazo izquierdo guardaba su brazalete canalizador, hecho de esmeralda flexible, un arma novedosa que intentaba imitar las características de los astras grigordianos.

    —Urui, sí que ha pasado tiempo, 3 ciclos de hecho, no esperaba verte en la capital.— Urui fue el guardián de Sun antes de Azel, cuando este tomo su lugar se le asignó un puesto de gran importancia en las fronteras, a la par que el Ejercito Oscuro.

    —Recientemente termino su tiempo de servicio, se le reconocerá con la medalla Loheim y espero que podamos resolver darle un puesto en la administración en esta reunión. — La reina Mahd estaba vestida con los trajes reales: un vestido color rubí y arreglos dorados, sus guantes flancos estaban adornados por arriba de un montón de anillos, todos ellos importantes en un sentido.

    — ¿Podemos hablar de lo que le pasa a tu cabello?— El rey Rahs no era menos humilde que su esposa: con su túnica azul e incrustaciones de diversas joyas le daba un aspecto mucho más obeso de lo habitual, cargaba la espada ceremonial hecha completamente de perlas fundidas, empuñadura de oro e incrustaciones de diamantes. Y al igual que la reina, su cabeza cargaba con la pesada corona de oro macizo, piedras preciosas y cristales catalizadores.

    —Una recomendación de Azel, bañarme con agua congelada. — La princesa Sun utilizaba su vestido blanco, no le gustaba, la hacía parecer una novia antes del matrimonio, solo faltaba el velo. A pesar de eso era necesario, su propia corona aunque más liviana no dejaba de pesarle y el problema con su cabello hacia que se enredara entre los relieves que adornaban el oro. —Me duele mucho la cabeza, no creía poder estar presentable así que sacrifique mi cabello para estar un poco mejor.

    —Quítate tú corona, déjame solucionarlo. —Al instante la reina tocaba la cabeza de su hija, canalizando energía a través de su corona, un hechizo de higiene que descubrió en un apuro, Sun ahora tenía un cabello tan hermoso como siempre. —Esa es una buena solución para una grigordiana, no tienen las mismas preocupaciones que nosotros, el cabello se te arruina si haces esas cosas.

    —Bueno, a veces hay que hacer sacrificios para lograr cosas, eso siempre me dice Azel.

    —Ese muchacho —Si bien el rey nunca menospreciaba a Azel frente a otros debido a su posición, en privado se permitía algunos pensamientos liberales. —, es solo un irresponsable para sus acciones, solo se preocupa por las cosas en el modo grigordiano que ya es demasiado decir, no tiene nada que ver con nuestra forma de vida, es… Inaceptable en ocasiones. Cada vez que tengo que vérmelas con Semjaza termina doliéndome el estómago, inclusive antes de verlo, solo con saber que trataré con él es suficiente para arruinarme el día.

    — ¿Irresponsable? Yo fui quien pidió el día libre para él hoy, dos ciclos, lleva dos ciclos como mi guardián y siempre ha estado encargado de eso, se le debe ordenar descansar o si no podría morir de inanición o fatiga.

    —Eso con lo que la mayoría se conforma. — Agrego Urui, quién se había mantenido callado hasta ese momento. — Disculpen mi intromisión pero si se me permite una observación: He peleado al lado de grigordianos, todos ellos temerarios por su valentía o por su actitud. Para ellos solo existe el servir a su causa nada más, morirían por ella o peor, matarían por ella, la parte tenebrosa es que su causa no siempre es la que sus comandantes deciden, en más de una ocasión presencie las reafrimaciones de autoridad por parte de algunos cuantos, casi siempre perdían pero algunos que ganaban… existe mucha insubordinación entre el Ejercito Oscuro, es como si fuera algo que se promoviera.

    —Eso explica mucho de ese militar: No sabe cómo respetar a una autoridad vitalicia, es solo una piedra para el reino.

    —Te recuerdo padre que Azel es la persona más propensa a convertirse en el próximo comandante del Ejercito Oscuro, además de mi amigo.— Sun estaba al tanto que sus padres no veían de buena manera a Azel, cosa que le molestaba, desde muy pequeña siempre estuvo a su lado y ha sido un buen maestro en diferentes cosas. Además que ahora veía su sacrificio con otros ojos desde que era su guardian. —No pienso tolerar que hablen de él de forma tan despectiva.

    El rey pareció entender, erróneamente, que lo que decía su hija era el intentar respetar a Azel como el futuro líder de todo un reino y que, al ser una gran amenaza para ellos, deban intentar ser lo más amigables posibles con él. La reina continuo con este hilo de pensamiento para dar la razón a su pareja.

    —Aún si es el hijo de Semjaza, hay otros candidatos para ser comandantes supremos, algunos tienen mejores nexos con el Consejo y nuestro reino. ¿No era de eso algo que mencionabas Urui? El que hay más quejas en las filas del Ejercito de la Alianza sobre la situación en Helhiem.

    Urui, que intentaba parecer lo más invisible posible pareció estar esperando esa pregunta, como si todo estuviera planeado desde el comienzo.

    —Así es: mientras prestaba servicio en nuestras fronteras conviví mucho con grigordianos, ninguno está feliz con Semjaza debido a sus políticas interiores. Se rumorea una reafirmación por parte de los generales hacia él, eso pondría a Azel en una situación nada favorable como futuro comandante supremo. — El rostro de Sun mostró una micro reacción de preocupación. La historia grigordiana era conocida para ella y una reafirmación que desencadenaría una conflicto interno pone en grandes problemas a los comandantes del Ejército Oscuro. —Aún si así fuera estoy seguro que el Consejo intervendrá para evitar que sus intereses se vean afectados por cualquier movimiento, creo que más que preocuparnos por Helhiem y los grigordianos deberían de…

    El sentimiento de aquel que está hablando de más invadió al militar, decidió callar, se salvó de un cuestionamiento sobre el tema pues habían llegado al edificio gubernamental donde se llevaría a cabo la reunión.

    Una característica primordial de la arquitectura nefiliana era la cantidad de adornos, en algunos casos, como este, demasiado ostentosos: bordes de oro en los marcos de las puertas y relieves, mármol y perla tallada, arreglos recubiertos de plata, muebles construidos de la madera más cara con la pintura más preciada en toda la tierra de Valles. Eso sin contar los instrumentos con incrustaciones de piedras preciosas, la más moderna infraestructura en defensas y comunicación cristalaria, todo ello para la cuna de las familias nefilianas.

    Se trataba de todo el grupo de familias que tenían nexos directos a la corona y su poder, siendo la Casa Apur-Athar la poseedora actual desde hace 3 generaciones. Otros candidatos actuales eran la Casa Balton, que tenía como candidato al primo de Sun, Ultor; la casa Morcus, siguiendo la línea anterior al gobierno actual, con su hija Diatora; finalmente estaba la casa Rae, con su hijo Aidas, quienes tuvieron el poder antes durante los tiempos antes del Consejo.

    —Qué bueno es ver a mis familiares otra vez. —Dijo Sun con un toque de sarcasmo. — Me gustaría verlos en otro momento que no fuera cuando quieren quitar a nuestra familia del trono.

    —Di eso frente a ellos y es seguro que lo harán. —Regaño su padre. — Esta reunión es para concretar los últimos toques del Festival de Primavera, nada que ver con tu próxima coronación.

    El salón del poder, como irónicamente paso a llamarse con el tiempo, estaba completamente a juego con el resto del edificio: Paredes blancas que reflejaban toda la luz posible, arreglos florares hermosos en jarrones de porcelana fina, candelabros plateados con cristales de energía sumamente poderosos; en el centro se encontraba una mesa de madera gigantesca, acompañada de sillas a juego, ese era el lugar donde se llevaría a cabo la reunión.

    En grupos de cada familia fueron llegando después que los reyes, intercambiando saludos y recuerdos con sonrisas y voces que a Sun se le hacían falsas, tal vez estaba muy a la defensiva ese día. Urui le dio un pedazo de durazno, sabía que eso siempre la calmaba, los hábitos no se pierden.

    Los últimos en llegar fueron el sumo sacerdote Yosah con el sequito encargado del Festival de Primavera de ese ciclo, Urui fue quién iba abriendo y cerrando la puerta tras cada uno, cuando todos estuvieron presentes pidió permiso de retirarse.

    —Pido a los asistentes de esta reunión que el señor Urui Lamar se quede, como sabrán lo he recomendado para que reciba la distinción más grande que se le puede dar a una persona en el reino: La medalla Loheim, esperaba que se pudiera asignar la ceremonia de condecoración en este festival. — Dijo el rey Rahs con la voz que solo un rey puede tener, aunque eso no pareció importarles a los asistentes de la reunión.

    — ¿Alguien se opone a esta petición?— Pregunto el sacerdote Yosah, que frente al silencio de todos decidió continuar y permitir a Urui su presencia. —Con fortuna esta será la última reunión que tendremos relacionada con el Festival, la zona esta lista, los puestos preparados, se ha asignado a todo el personal para el evento y se han enviado y confirmado las invitaciones de las autoridades de los otros reinos.

    —Hablando de seguridad…— Comenzó el Ultor Balton, alternando una mirad de travesura entre Urui y Sun. — ¿Qué le paso a tu otro sabueso? ¿Los vas cambiando como te apetezca?

    La reina Mahd tomo una posición de enojo frente al comentario. —No tienes ningún derecho de dirigirte a Urui como un sabueso, es uno de los mejores soldados y ciudadanos de este reino. El que seas…— Fue interrumpida por Sun, que ya estaba tanto acostumbrada como preparada para algún comentario de su primo.

    —El teniente Azel Sulpur se ha tomado el día libre, desde hace dos ciclos cuida de mi sin descanso alguno salvo órdenes directas que se le han dado, esta es una de ellas. — La corona de Sun comenzó a brillar levemente, el sacerdote Yosah y los reyes se tensaron un poco al verlo. —Después de todo, soy capaz de defenderme a mí misma, el tener a Azel o a Urui solo es una tradición ceremonial, nada más que eso.

    —Y aunque sea una tradición escogiste a un grigordiano. —La madre de Ultor intentaba hacer señas de calmarlo, pero el noble no se detenía, quería llegar a un punto. —Díganme familia real, ¿qué tan conscientes están de la situación actual de su propio reino? ¿Qué tan felices creen que están las cosas fuera de su amado Pisón, fuera del ámbito ceremonial?

    Los reyes enmudaron, Sun miro con sorpresa intentando buscar una respuesta en los ojos de sus padres. Yosah quiso intervenir y recuperar la calma pero Ultor siguió:

    — ¿Por qué no nos cuenta señor Urui la opinión actual del ciudadano de a pie? ¿Por qué está mal que estemos planificando una fiesta cuando el pueblo no está contento?

    Todas las miradas se dirigieron hacia el militar, quien se quedó petrificado por la petición, buscaba la aprobación de alguien, los reyes le comunicaban no ser tan directo, pero los ojos de Sun buscando una respuesta le hicieron hablar.

    —La gente no está nada contenta con las acciones del Consejo en Valles Bajos en estos momentos, acciones que creen que esta administración ha fomentado: Nuestra infraestructura tecnológica e industrial está por detrás de Eden y de Colinas Humeantes; la seguridad se basa enteramente en modelos grigordianos; se depende mucho de Helhiem para proteger nuestras fronteras. Pero lo que para ellos es lo máximo que están soportando: Un hereje las puertas del reino, y no cualquier hereje para ellos, sino que el perteneciente a la única raza que ha significado un peligro para nosotros individualmente.— Los reyes exhalaron de forma liberadora pero con mirada preocupada, Sun no terminaba de comprender lo que significaba todo eso. —Según el pueblo es como si… como si nos hubiéramos convertido en una atracción turística.

    —Ministro Samful, por favor, de una explicación de los eventos en los que estarán presentes los invitados de otros reinos y donde los miembros de las casa nobles deban asistir obligatoriamente. — Yosah hizo un movimiento a la desesperada para traer a todos de regreso a la reunión y que se olvidará lo recién revelado. Eso pareció funcionar, aunque para sí misma Sun seguía analizando la situación, soportando la mirada burlesca de Ultor.

    Después de unas pocas horas de consideraciones en la logística del festival se solicitó un descanso administrativo para que algunos ministros trataran asuntos formales. Sun se separó de sus padres para comunicarse con Azel, una de las terrazas del lugar le sirvió para eso y para pensar un tiempo.

    ¿En verdad había cometido un error al escoger a Azel como su guardian? ¿El pueblo está descontento para con ella y su familia? Vio su reflejo en un cristal cercano, se cuestionó respecto al Consejo, una de las quejas era el poder que se le había otorgado con el pasar del tiempo. En su mente solo era una institución símbolo de la unión entre los reinos, de cómo estos avanzaban juntos como sociedad, pero tal parece que así no lo veía su pueblo, tal vez en el comienzo si pero ahora ellos creían que Valles Bajos se había quedado atrás.


    —No le des mucha importancia a los comentarios de Ultor. — No se había percatado de la presencia de Aidas, el cuarto candidato a la corona. — Todos los reinos tienen altos y bajos, los primeros son símbolo de lo que se ha logrado, los segundos solo son muestra que se tienen cosas por hacer, pero que se debe tener la decisión de hacerlas.

    Hablaba muy por lo bajo, casi sin emitir palabra, contrastaba con la arquitectura de colores vividos y claros por sus ropas oscurecidas y simples. Su aspecto le daba también un semblante deprimido o triste, las marcas de su rostro daban la idea de que siempre había sido así, tal vez fuera cierto.

    —Pero la verdad es que de todos tu eres la más capaz para seguir con la corona, solo Él sabe lo que Ultor haría si tuviera el poder. — Jugueteaba con sus dedos alargados y grises con una pequeña línea de hormigas que estaban ahí, no daba la imagen de hablar con Sun, tal vez simplemente estaba pensando en voz alta. — He hablado antes con Diotora, ella lo cree también, admite ser demasiado inmadura e infantil como para tomar el poder; respecto a mí, bueno… Mi familia tuvo su tiempo, además no creo que el pueblo este feliz si se me escoge.

    La razón por la que las hormigas se presentaban era el cadáver de una mariposa, tal vez estaba ahí por el calor o porque alguien la aplasto y olvido limpiar la escena. Aidas coloco su mano sobre ella, Sun sintió como comenzaba a canalizar energía, aunque no pudo ver el cristal responsable de eso; en un parpadeo la mariposa se había regenerado completamente y emprendía el vuelo, recuperando sus colores y su energía, Aidas era un nigromante.

    El chico pareció adivinar la sorpresa o morbo de Sun, con una tímida sonrisa se explicó: —He decidido estudiar esta rama de la magia, es fructífera aunque consume mucha energía. Obviamente no es bien vista, y todos en mi región saben que la practico, es gracioso como me tratan con respeto y con miedo solamente por mi posición y mi magia. — Se permitió mirar a los ojos a Sun. — Pero bueno, al menos sé que los sobreviviré a todos, espero que sea para recordar su reinado.

    Cuando la princesa lo siguió con la mirada pudo ver que la mayoría de los asistentes ya estaban de regreso más no habían recomenzado la reunión, sino que estaban todos viendo hacia alguna clase de espectáculo.

    Se trataba de Urui que usaba su brazalete a manera de demostración frente a las familias reales: el brazalete era una artilugio canalizador que se basaba en los astras grigordianos, cuando se canalizaba energía a través de este podría generar una variedad de armas a decisión del portador. Algunos sirvientes hacían de ayudantes trayendo varios objetivos de prueba como muñecos, platos e inclusive animales diminutos. Todos los presentes parecían disfrutar de la escena mientras Urui cambiaba de una espada a una daga arrojadiza, pasando por hachas de guerra y mazas.

    —Vean el producto nefiliano, este chico será una gran inspiración para todos nuestros soldados. —Vitoreo el rey Rahs con gran entusiasmo. — Es magnífico, el mejor de lo mejor.

    “Azel es mucho más rápido y limpio.” Pensó Sun para sus adentros, recordando también que cuando veía a su amigo se trataba de entrenamientos.

    — ¿Y qué me dice de la distancia soldado?— Pregunto el padre de Ultor, hermano de la reina. —Para combate mano a mano es espléndido, ¿pero qué tan bueno es a largas distancias? Un miembro de la tribu Ardat puede alcanzar un objetivo a 120 metros de distancia, si está entrenado puede llegar hasta los 200.

    El rey no dudo ningún momento en solicitar que pusieran objetivos a 25, 50, 100, 150 y 200 metros, a pesar de que el sacerdote Yosah ya estaba llamando a reanudar la reunión, confiaba demasiado en Urui como para poder presumir. Una vez listos los objetivos Urui se concentró en canalizar, de su brazalete se formó un arco perfecto, junto con 5 flechas, si iba a presumir lo haría en grande. Cada flecha era diferente en su apariencia, unas eran más cortas y otras tenían diferente forma en las remeras. El solado dio un gran respiro y libero la tensión.

    Los proyectiles dejaron una estela de luz detrás de sí, lo que hizo fácil seguirlas con la vista, los primeros tres objetivos dieron justo en el centro del blanco, el cuarto aun dio en el centro pero un poco desviado y del quinto no se presentó penetración en el objetivo.

    —Bueno, no se puede pedir la perfección, no es que seamos nefilianos y sea nuestro deber ni nada por el estilo. —Dijo burlonamente Ultor.

    —No falle, solamente que a 200 metros no estaba mi objetivo máximo.

    El rey Rahs solamente podía esperar que hubiera alcanzado más distancia, ordeno al sirviente que reviso el último objetivo que buscará más allá. No tardo en comunicarlo por su cristal:

    —Sí señor, en el jardín frutero que se encuentra a unos 25 metros del objetivo, una fruta caída tiene un agujero perfecto.

    Todos, exceptuando la familia Balton miraron con sorpresa a el militar, felicitándolo y diciendo maravillas de él. El padre de Ultor pregunto al sirviente:

    —¿Cuál fue la fruta a la que acertó?

    —Un durazno milord.

    Intercambio una mirada con su hijo, compartiendo una ligera sonrisa.

    —Ya veo.

    La reunión se restableció siguiendo lo acordado, ya se había perdido casi todo el día en eso, el Festival de Primavera era una realidad en todos los sentidos, con toda la participación posible de las familias reales para dar una buena imagen de Valles Bajos. Eso solo significaba que el estómago de Sun se comenzaría a contraer ya que aunque no sabía lo que iba a pasar se sentía segura de saber qué seguiría.

    —Bueno—Comenzó a decir Yosah mientras firmaba y sellaba los últimos mandatos y diligencias del tema. —, el tiempo está a punto de terminar pero aún queda algo por mencionar. Cómo sabrán la princesa Sun tiene su aniversario número 18 este ciclo, eso significa que puede pasar a ser oficialmente la siguiente portadora de la corona nefiliana. ¿Existe algo de importancia para que esto no se lleve a cabo como tradicionalmente se hace?

    —Quiero invocar al antiguo libro de leyes reales del reino de Valles Bajos y así llamar a una votación. — Respondió el padre de Diotora mirando con nerviosismo a cada uno de los asistentes. — Se ha establecido al comienzo de esta reunión, además de diversas contemplaciones en la materia civil, que el pueblo se encuentra insatisfecho con la actual administración, además que el mismo escrito estipula que ninguna familia podrá permanecer dos veces en posesión de la corona sin una votación de parte de las familias reales.

    —Aquí vamos. —Sun ni siquiera intento esconder el sarcasmo en su tono, cosa que su padre le reprimió con una mirada.

    — ¿Está bien que este yo aquí? Este parece ser un asunto más de la realeza que de mi área. — Urui se levantaba para acompañar a los escribas y ministros que ya abandonaban la sala para dejar a las familias discutir esto dentro de lo que les concierne, Yosah lo detuvo.

    —Usted hará de testigo en esta ocasión, su palabra y opinión no será tomada en cuenta, mas puede tomar la palabra cuando guste. —Dado el permiso al militar de quedarse paso la mirada por todo el lugar. — ¿Alguien se opone a una votación? ¿Nadie? Bien, comenzare: El resto de familias ha renunciado a su derecho a presentar un candidato o aquellos han rechazado ser uno. Entiendo que todos los posibles candidatos actuales se encuentran dentro del mismo espacio de edad, eso facilitará las cosas. Quiero que entiendan, antes de llevar a cabo las nominaciones, que esto no es un capricho para que tal o cual familia tenga el poder y las riquezas, la carga que caerá sobre sus espaldas será tanta que se arrepentirán, las responsabilidades y deberes son esenciales para el funcionamiento de este reino. Todos aquí hemos jurado defender, con nuestra vida de ser necesario, el Cristal Eterno y aquello que protege. Tengan en mente que el tener el poder de la corona es el más grande sacrificio que puede llegar a tener alguien de nuestra raza. Con eso en mente, adelante.

    La madre de Diotora fue la primera en levantarse, recordaba a una muñeca y era varios ciclos más joven que su esposo, al lado de Sun parecían casi iguales, inclusive daba la impresión que ella y su hija eran hermanas.

    —Mi pequeña Diotora rechaza ser una candidata, a pesar de que su gracia y carisma encantará al pueblo y a las alianzas, ella misma admite no tener la madurez y el sentido de sacrificio es demasiado para su mente.

    El noble de la casa Morcus abrazo con su brazo a su pareja, comprobando la decisión de que su hija no fuera una candidata. La siguiente en levantarse fue la madre de Aidas, al igual que su hijo daba un aspecto tétrico, pero en ella se veía un brillo más propio de los nefilianos.

    —Estoy segura que si mi marido viviera para este día comprendería que Aidas no está preparado para una responsabilidad de esta magnitud. Esta familia rechaza su candidatura.

    El padre de Ultor ni siquiera se levantó, solo se limitó a decir con aires de grandeza: — ¿Acaso tengo que explicarlo? Mi hijo será el siguiente mandatario.

    Finalmente quedaba la familia Apur-Athar y si bien la norma indicaba que la cabeza de familia diera las palabras, Sun se adelantó a su madre en esto.

    —Soy la princesa, a pesar de que respeto a todos los aquí presentes admiro mucho más a mi propio pueblo. Si ellos no están contentos ahora es solo mi responsabilidad y no veo ningún honor en pasar eso a otra persona. Seguiré firme a convertirme a aquello a lo que fui destinada.

    Yoseh iba anotando todo dentro de una hoja especial. La candidatura se dividía en Sun Apur-Athar y Ultor Balton.

    —Bueno, esperemos terminar con esto rápido. Todos dirán fuerte y claro, uno por uno, a qué candidato están votando.

    —Ultor. —Dijo el padre de Diotora.

    —Casa Balton. — Siguió la madre de Diotora.

    —Quiero votar por Sunny. — Respondió Diotora.

    —Mi hijo será mandatario. —Voto el jefe de la casa Balton.

    —Ultor Balton. — Agrego la madre del noble.

    —Sun Apur-Athar. — Dijo con desdén el muchacho, era contra las reglas votarse a si mismo.

    —Ultor Balton. — Agrego Sun mirando fríamente a su primo.

    —Esta familia permanecerá en la corona, Sun. — Dijo con firmeza el rey.

    —La familia Apur-Athar. —Declaró la reina.

    —Mi voto es para Sun Apur-Athar. —Respondió tímidamente la madre de Aidas.

    Todos los ojos voltearon a ver al joven, su voto era el decisivo. La princesa estaba en disputa dentro de sí misma, por un lado no quería tener su voto, pero por otro ya sabía la decisión y tenía que tomarla como la realidad. Ella un suspiro que quiso convertir en un grito y el joven Ultor le insulto en cuanto hablo.

    —Creo que la princesa Sun es la indicada para traer nueva gloria a este reino.
     
    Última edición: 13 Febrero 2018
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    Boris Alekseveych

    Boris Alekseveych Si es hostil, mátalo.

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    El profesor terminaba de inspeccionar visualmente aquel artículo, no era nada del otro mundo solamente un simple sujetador de cabello de plata con una joya incrustada, ni relieves ni adornos estaban por su superficie como para poder dar un análisis más detallado, así se lo hizo saber a la persona que atentamente esperaba una conclusión.

    —Es una pieza de joyería increíble: Plata pura tallada no fundida y luego moldeada, además que se tuvo que hacer siguiendo una determinada técnica para poder incrustar el diamante azul sin necesidad de presión y dándole un aspecto de naturalidad. —La envolvió en el papel en que se la habían entregado. — Honestamente, no conozco ningún maestro joyero que pueda realizar esa técnica, al menos no se la clase alta de cualquier reino. Y algo para agregar: Me es completamente imposible determinar si este diamante es azul debido a irregularidades en su forma o es naturalmente azul, nunca antes había visto ninguna composición cristalina así.

    El joven Sulpur guardo la pieza entre su uniforme mientras pensaba en la inutilidad que había presentado todo eso, había visitado al denominado mejor profesor de historia que se encontraba disponible en Pisón esperando saber algo respecto a la naturaleza culturar del artefacto y había obtenido solo la misma respuesta que otros herreros, joyeros y profesores le habían dado.

    Siguió pensando en eso cuando salía al comienzo de la noche nefiliana. Llamarla noche es solo un chiste pues en cada casa había al menos 2 cristales iluminadores por cada ventana y la iluminación pública estaba a solo un par de metros separada una de otra, es por eso que siempre parecía día en Pisón y eso se podía ver en el ánimo de la gente; si bien cambiaban algunos puestos y se comenzaban a vender otro tipo de cosas, no dejaban de ser igual de nefilianos que siempre con sus propios pensamientos disfrutando únicamente de la noche. Azel encendió el ultimo respiradero que le quedaba, sin darse cuenta ese día se había acabado todos los que guardaba, iba a ser difícil reabastecerse en tierras nefilianas.

    La gente lo veía extraño, tal vez si no llevará el uniforme destacaría menos aunque él le atribuía todo al hecho de estar fumando. La verdad es que él decidía ignorar la verdad hasta dejar de ser el guardián de Sun: El pueblo lo detestaba. No era para poco, fumaba, era irrespetuoso con las autoridades, hacia todo a su manera y, lo más importante, era grigordiano.

    Yesh era la última visita de ese día, y esperaba que la definitiva, nada más entrar recibió lo que esperaba: un cuchillo frente a su boca. Quién lo lanzaba era el mismo trabajador en su mostrador, limpiando otros cuchillos del mismo estilo.

    —No sé permite fumar en este establecimiento. — El cuchillo tiro y rompió el respiradero de Azel. — ¿Qué quiere el hissetakal en este respetable lugar?

    Sun nunca le quiso explicar lo que esa palabra significaba cuando las personas le comenzaron a llamar así, él lo averiguo leyendo libros de historia antiguos. Hissetakal era, literalmente, contaminado o sucio en el idioma primario de los nefilianos, otra cosa que ignoro en cuanto comprendió como lo tratarían de ahí en adelante.

    —Bueno, sabes lo que dicen, que eres el mejor herrero de todo Pisón, tal vez de todo el reino. — Azel soltó el cuchillo incrustado en la madera de la pared, al tacto lo sintió: era hueco del interior, con un metal entrelazado, no fundido, que le daba resistencia sin sacrificar peso. Casi asemejaba a los cuchillos grigordianos.

    —Tú no opinas eso. — Respondió el herrero con desdén. — Sé lo que dices de mis armas en la armada real, ¿Cómo comprenderías tú la magnificencia de una obra de arte convertida en un artículo letal? Simplemente no puedes.

    —Y es por ese desconocimiento mío en obras de arte que vengo contigo, si algo saben los nefilianos muy bien es eso. —Sabía que apelando a su egocentrismo y orgullo podría obtener un resultado más rápido, no espero respuesta y sacó inmediatamente el sujetador. —Tanto arma como adorno al mismo tiempo, me gustaría que hagas lo tuyo y me ilumines en su naturaleza cultural y material.

    Con desinterés y cansancio dejo de limpiar los cuchillos para hacer lo que pedía, sabía que no podía negarse al guardián de la princesa. Su interés creció conforme inspeccionaba la pieza, primero visualmente y después a partir de cristales de aumento y analíticos. Intentaba sacar todo lo posible, inclusive la comparaba con otras armas en su bodega, el militar simplemente estaba callado y atento al trabajo que realizaba, de vez en cuando dando una vuelta por los mostradores para ver las cosas de interés.

    Cuando un instrumento de lime que uso Yesh se rompió parecía que todo había terminado.

    —Es un artículo interesante, muy resistente, aguanta canalizaciones de fundición, de fricción, de corrosión además de que rompió mi lima mecánica.

    —Me dicen que pudo haber sido tallada desde un pedazo de plata pura, haciéndolo para encerrar este diamante.

    —Tonterías. — Resopló el herrero volviendo a cubrir la pieza. — Lo que hizo esto es un canalizador de anima.

    La sorpresa fue claramente visible en el rostro del militar. Un canalizador de anima consistía en uno de los mecanismos mágicos más complejos que existían, la habilidad de tomar la esencia de un ser y materializarla en un objeto era sumamente poderosa y muy difícil de replicar. Ni siquiera las astras de mando, que funcionaban de una forma semejante para la materialización de armas, podían comparase con un producto de un canalizador de anima.

    —Si es sorprendente, debe de ser muy antiguo, una reliquia inclusive, ¿algo que encontraste por accidente en el castillo?— Yesh ya estaba de regreso a la limpieza de los cuchillos, creyendo que Azel le había dado una respuesta afirmativa. — Deberías regresarlo a donde estaba si no quieres problemas, son cosas muy valiosas, de hecho la última vez que vi una parecida fue cuando inspeccione la corona de nuestra princesa.

    Azel no creía la respuesta de Yesh, intentaba plantearse dentro de su cabeza las implicaciones que traería la verdad de Estelia, se planteó cada posibilidad, inclusive de que se trate de una magia mimificadora de parte de los salvajes, ningún escenario le gustaba. Tomo uno de los cuchillos.

    — ¿Cuánto por uno de estos?

    Regresó al castillo cuando era totalmente de noche, al menos pudo disfrutar de las estrellas entre el tramo que lo separaba del pueblo, no encontró ningún local que vendiera respiraderos de hierbas.


    Se sorprendieron en las puertas del castillo cuando lo vieron llegar, principalmente porque no lo vieron salir. Los guardias lo trataban con el respeto que se le debía tratar por su posición tanto actual como vitalicia pero lo despreciaban lo suficiente para que no fuera considerado un insulto.

    Un grupo de guardias hablaban entre ellos en las entradas de los barracones, no quería tener que tratar con ellos pero para Azel era la ruta directa hacia su dormitorio.

    —Creí que ustedes nunca se toman el día libre hisse. — Dijo el de grado más superior a ellos, un capitán con varios ciclos de experiencia en comparación con Azel.

    —No tengo tiempo para estar con ustedes Señor, tengo que prepararme para la llegada de la princesa.

    —Oh si la princesa, ¿sabías que es posible que ni siquiera termine este ciclo siendo de la realeza?

    — ¿Eso dices frente a la familia real? Agradece no ser grigordiano, por cosas menores a esa te colgarían. —Respondió el militar en tono amenazante. — De cualquier forma, mi servicio es directamente con ella, cuando mi tiempo acabe regresaré a Helhiem, donde se encuentra mi lealtad.

    —Agradezco todos los días no ser un hissetakal. —El capitán y sus hombres tomaron posiciones amenazantes, tal vez buscando problemas. — Dime, ¿por qué no le haces un favor a el pueblo nefiliano y esta misma noche sacas de este reino tu maldita…

    Azel aprovecho que el capitán se acercó para parecer más amenazante y tomarlo por el cuello, sus lacayos intentaron reaccionar pero el grigordiano aprovecho el peso suyo y de su comandante para golpearlos y alejarlos. Soltó al capitán en una posición desequilibrada para girar sobre sí mismo, el capitán creyó que eso le daba tiempo a sacar el cristal sulfúrico que guardaba en su manga derecha, justo cuando este comenzó a brillar ya se encontraba frente al grigordiano, que con su rodilla desvió el cristal y poniendo todo su peso sobre él lo empujó hacia una pared, dejándolo inmovilizado. Su daga se encontraba desenvanidada en el cuello de su atacante.

    —Hissetakal, palabra graciosa. —El diamante incrustado en la daga comenzó a presentar grietas de naranjas, como si se tratara de fuego, por el brazo que la tomaba comenzaba la transformación de su piel en capas de escamas endurecidas, como las de un reptil. — Creo que es a esto lo que te refieres… Interesante, ¿sabías que solo he usado esta forma en combate una vez? Me pregunto qué pasará en una segunda oportunidad.

    Los ojos del nefiliano y sus lacayos fueron de completo temor, el astra de Azel dejo de brillar y su brazo regreso a su forma pasiva. Se arregló el uniforme y se retiró, dejando a los hombres en un pequeño estado de shock.

    En sus habitaciones busco sus escondites habituales, no encontró nada, ni un respiradero de hierbas que haya tenido para esa clase de momentos. Cuando terminaba de revisar el piso falso que había puesto debajo de su cama el “clack” pesado del objeto que cargaba le hizo recordar lo que debía hacer.

    Se sentó en su silla, puso en su mesa lo que él sospechaba, sabía, que era un arma, preparo sus manos a cada extremo del artefacto.

    — Ostende mihi faciem tuam historia. Ostende mihi faciem tuam historia. — Era poco, pero el objeto canalizo pequeñas ondas de magia hacia Azel, al recibirlas pudo hacer algo que esperaba pero no apreciaba: Liberar la memoria de aquel astra.

    Vio a través de los ojos de alguien, el cómo una daga ceremonial grigordiana cortaba la palma de su mano para verter la sangre en una pila de recepción. Algo no estaba bien, él recordaba aquella ceremonia cuando fue su momento de hacerla y la forma en que brillaba esa pila no era normal, así pareció verlo los asistentes a la ceremonia.

    — ¿Qué sucede? ¿Qué está pasando?— Decía con una voz que no era suya. Su mirada buscaba a otra persona, alguien que le diera seguridad, eso llego cuando vio un rostro que no solo fue familiar, sino que también le daba una sensación reconfortante y apacible a pesar de parecer mucho mayor. — Styplerkla, ¿Qué sucede?

    Un astra permite ver las memorias de su portador dependiendo de su poder, y este era uno muy poderoso. Sintió una explosión suceder tras de sí, después de eso se transportó a un lugar que no conocía muy bien, la arquitectura era nefiliana pero se encontraba demasiado gastada para su perfeccionismo de ellos. Solo podía ver una pared de vainas que rápidamente se pudrían, sintió ser arrojado hacia un pared y vio como un sujeto realizaba un conjuro kinestésico. El poder del astra lo sacó después de eso.

    Se encontró a si mismo con una sensación de nostalgia, de tristeza e impotencia. Sintió que algo bajaba por sus mejillas, se sorprendió al encontrarse llorando. Un astra de mando con una estructura similar a una corona de la realeza, una chica mitad nefiliana y mitad grigordiana que decía ser hija de Sun, algo en la mente de Azel unió los hilos de la forma más lógica posible… Pareció entenderlo todo.

    El sonido de un carruaje lo saco de sus pensamientos, la princesa había regresado. Fue lo más rápido que pudo a los vestidores para cambiarse por un atuendo limpio. Estaba al menos 2 minutos tarde cuando escucho al rey hablar: —Hija no te pongas así, debes de entender.

    Escuchaba los pasos rápidos de las zapatillas, no había llegado a las escaleras cuando Sun aparecía corriendo, se chocó contra el militar y lo abrazó fuertemente, estaba llorando, buscando refugio en su amigo. Azel la rodeo con sus brazos respondiendo al abrazo, poniendo su mano en su cabeza.

    —Cálmate, cálmate… Todo va a estar bien, estoy aquí.
     
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  6.  
    Boris Alekseveych

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    El corazón le palpitaba, no sabía cómo reaccionar a todo aquello aunque tampoco es que la falta de una respuesta no fuera una respuesta. El discurso lo había dado con la finalidad de mantener la corona a pesar de que ella sabía que no la quería, mientras Yosah arreglaba todos los papeles y formalidades para asignar el evento para el festival de primavera también estaba ignorando el que Ultor y su familia refería insultos hacia Aides y su madre, mientras tanto los padres de Diotora se veían nerviosos ante la vista de los reyes, fue su hija la que saco a la princesa de su alienación.

    La pequeña era una muñeca viviente, muy hermosa al grado de ser irreal la sensación de protección era lo primero que generaba en todos los que la veían, agraciada y divertida “el aspecto de una nefiliana pero sin su inteligencia”, justo esa era la primera impresión que tuvo la princesa en el momento que la vio.

    —Estoy celosa de que puedas usar tú la corona., es muy bonita y muyyyy grande.— Comenzó a seguir a Sun por el lugar, mientras dejaba la discusión que enfrentaba la el noble Aides, intentó buscarlo con la mirada pero no lo encontró, la pequeña muñequita seguía detrás de ella.— Si te preguntas porque te escogí es porque eres bonita, solo una mujer puede hacer cosas bonitas, debes hacer que el reino sea bonito.

    —¿El trabajo es tan fácil?— Respondió Sun con ironía.— Me sorprende entonces que no hayas querido hacerlo tú misma.

    —Soy una muñeca, las muñecas solo sirven para jugar, siempre les mandan, nosotras nunca podemos mandar.

    Sun se sorprendió por esas palabras, seguían teniendo la gracia conocía de la noble, pero algo detectó ella detrás de esas palabras.

    — ¿Tus padres estaban decidiendo por ti? ¿El plan era votar por Ultor?

    — El cristal eterno es bonito, me gustaría cargarlo por todos lados.— Evadió la pregunta.— Es un cristal muy bonito, brilla mucho, más que la corona que tienes, yo también tengo uno pero el mío es este anillo.

    Al mostrar el anillo y sin medirse este comenzó a brillar, un montón de flores comenzaron a aparecer entre la joya tanto que cayeron al suelo formando una pequeña pila de flores coloridas, un conejo blanco salió de ese matorral y comenzó a buscar la salida más rápida que pudo.

    —¡Conejito!

    En un instante Diotora comenzó a perseguirlo, dejando a Sun con la responsabilidad de seguirla para evitar que se lastimara, la acción fue tan repentina que Urui, quien seguía de cerca a la princesa en su trabajo de guardián, la perdió de vista.

    La persecución las llevo a ambas por diversas partes del edificio gubernamental, con Diotora deteniéndose de vez en cuando para estimar la ruta del conejo pero no dando suficiente tiempo para que Sun pudiera alcanzarla. Los trabajadores y mayordomos no parecían conscientes de lo que estaba sucediendo, siempre viendo de forma extraña a las chicas pensando que estaban jugando, bien podría haber sido así si no tuvieran la misma edad.

    Siempre era demasiado tarde para cuando llegaban las vibraciones de Urui solicitando que detengan a las dos chicas, lo único que podían hacer era dar señas de hacia donde se habían encaminado. Lo único que el militar supo es que ambas se dirigieron al jardín frutal.

    Era un lugar hermoso lleno de toda la vida posible con los colores de frutas exóticas que se habían trasladado al lugar, algunas inclusive desconocidas para aquellos ajenos a la vida de la realeza; a pesar de ser mediados de ocaso, los cristales de absorción luminosos mantenían una esencia viva y calurosa en el lugar, había inclusive algunos animales que habían hecho de ese lugar su hogar, manteniendo un ambiente equilibrado.

    Era en los pies de la fuente del lugar, instalada para facilitar el regueo de los árboles y hogar de algunos peces koiers traídos de Incógnita que una jadeante princesa Sun encontró a la noble muñequita andante de Diotora acariciando al conejito.

    —Ya no tenemos edad para estar corriendo por ahí.- Intento reprochar con el mejor tono que pudo a pesar que sus pulmones se recuperaban.— Deberíamos de actuar como personas de nuestra edad.

    —Soy como este conejito.— Respondió con una voz igual de dulce pero un poco más seria, si eso era posible. —Fui creada por capricho, sin ningún propósito, tratada como una mascota y se me quiso negar mi decisión, pero no soy tan tonta como me creen, claro, no soy inteligente pero tengo mis momentos.

    —¿De que estas hablando?

    —¿Tu misma lo dijiste: el plan era que mi familia votara por tu primo Ultor y a cambio mi familia mantendrá su posición y recibirá favores.

    La sorpresa invadió a la princesa, la pequeña muñequita pareció anticiparse a la pregunta.

    — Mi región es fea, no en su aspecto pues tenemos los prados de flores más bonitos... Pero desde hace un tiempo comenzó a haber un olor, creo que solo yo me doy cuenta de ese olor, huele a cuando papi sale a cazar y regresa todo sudado, huele a las manos de mis sirvientes cuando friegan el suelo, no me gusta ese olor.— El conejito comenzó a desintegrarse en polvo, la magia de la chica comenzaba a desaparecer.— La gente comenzó a ensuciar más los prados, es más amargada, no los veo sonreír, siempre se quejan de que no hay trabajo, que no hay dinero, que hay más grigordianos mas lyoviedos mas humanos y todo es para ellos, nada para nosotros.

    — ¿Y eso que tiene que ver conmigo?

    — Veo en tu mirada que no eres feliz, hay un problema contigo, arruina tu cabello y tu rostro no crees que seas buena y tal vez no lo seas, los nefilianos somos bonitos y tú no estas dispuesta a demostrarlo pero no creo que sea mejor con Ultor, además...

    En ese momento ingreso Urui al lugar, igualmente jadeante y con una real preocupación en su cara.

    — Mis ladys, por favor manténganse en una zona donde puedan estar seguras.— Se recompuso de inmediato poniéndose entremedio de las dos chicas para guiarlas de regreso a la habitación.— No sé qué pasaría si a una noble y a la futura reina le sucediera algo.

    Ya habían regresado a la habitación donde ahora se estaba sirviendo una cena, las dos chicas fueron recibidas entre los reproches y regaños de todos, además de la mirada burlesca de la familia Balton hacia Sun. Urui se disculpó con la familia de Diotora y con los reyes, con la advertencia de una reprimenda oficial si algo así sucediera nuevamente.

    Sun no estaba para procesar nada de lo que había vivido ese día, el dolor de cabeza de la mañana regresó inclusive más fuerte, la corona le apretaba la cabeza pero sería irrespetuoso quitársela en ese momento. No entendía nada de la conversación que se llevaba a cabo y no era consciente de las respuestas que daba, la imagen se formó únicamente sobre una mariposa... La misma mariposa que el noble Aides había resucitado esa misma mañana, aun tenía hormigas arriba de ella que intentaban comérsela, Diotora también la vio y pareció percibir algún grado de ironía dentro de eso.

    — No es correcto que los que te quieren mal estén fuera de ti, sería menos feo si al menos nadie los viera.

    Las despedidas fueron más o menos amargas, aunque se lo había propuesto no hubo oportunidad de hablar con Aides ni siquiera un momento. Diotora recupero su actitud distraída y de cabeza llena de aire cosa que hizo que la princesa se preguntara si la conversación que tuvieron en realidad sucedió. A la familia Ultor no les correspondió ni siquiera una mirada, sabía que tendría que tratar más con ellos debido a su sangre real pero justo en ese momento no le apetecía. El carruaje que los llevaría de regreso al palacio ya estaba listo y aprovechando el abrazo de su privacidad se quitó la corona y desbarato el cabello para reproche de sus padres.

    —Me duele demasiado la cabeza como para tolerar cualquier cosa.— Fue la respuesta que dio apretándose sus sienes para relajar la presión. —Honestamente este día me hace falta Azel, él sabría como relajarme.

    —Bueno, no estoy al tanto de los remedio grigordianos pero aquí tienes una solución que me dieron los humanos en un momento.— Contestó Urui con dignidad extendiendo una piedra hacia la princesa.— Le llaman piedra medicinal, no es un cristal es literalmente una piedra, la hacen a partir de una pasta de muchas cosas que sacan de plantas y la dejan endurecer, solamente huélala.

    La chica dio una inspiración profunda y sintió como una sensación inodora llego hasta ella, dándole un impulso energético que libero un poco su mente.

    —Muchas gracias Urui, creo que en todo este día no te he dado más que problemas a pesar de llevar tanto tiempo sin verte.— Contestó Sun con una sonrisa de recuperación relajándose aún más en el carruaje.

    — Por fortuna lo veras más seguido.— Agrego el rey que antes que nada comenzó a explicar. —Creo que guardia real es una asignación minúscula comparada con tus logros pero entre estos y tu capacidad llegaras a ser comandante de la guardia en poco tiempo.

    —Un puesto digno de una persona de tu nivel.— Felicito la reina con una sonrisa.— Estoy segura que encontrara muy cómoda su vida a partir de ahora a pesar de brindarse a un sacrificio mayor después de cumplir tu servicio.

    —No seré el joven Sulpur mis señores, pero si en algo nos parecemos él y yo es en nuestro sentido del deber para nuestras responsabilidades.— Dijo en el tono más alagado y sorprendido que pudo imitar.— Pero si mi ambición es tan grande como sus buenos deseos, ¿eso me llevaría al mandato y protección de Sun?

    El ya sabía la respuesta, el comandante de la guardia real era también el guardián directo de la familia real que, en un futuro, estaría encabezada no por otra sino por la reina Sun Apur-Athar.

    —Sin duda eventualmente la responsabilidad de cuidar a mi hija estará contigo, aunque es algo que ya has hecho en otro momento.— Dijo la reina intercambiando miradas con el rey.

    —Eran tiempos distintos y responsabilidades distintas.— Sun se estaba poniendo algo incomoda, el olor de la piedra medicinal hizo que su dolor de cabeza desapareciera pero ahora eran nauseas lo que tenía.— No creo ser la misma que hace ciclos, espero no serlo.

    — Tendremos tiempo para descubrirlo.— Respondió el nefiliano.— Por el momento estoy orgulloso decir: ¡Gloria a la reina Sun!

    Los reyes se unieron en una risa eufórica, lo suficiente para que regresara el dolor de cabeza de Sun y agravando sus nauseas.

    En el ánimo de la conversación la reina se preguntó una indiscreción para con el militar.

    — Dime Urui, ¿cuando piensas formar una familia?—Urui, al igual que Sun y en contradicción al rey se sorprendió ante la pregunta.— Quiero decir, no me apetece invadir la privacidad de nadie, pero estoy segura que deseas una familia en algún momento.

    El uniforme del militar se arregló y su posición se irguió para la respuesta.

    —Bueno, pues si... Bueno claro que me gustaría tener una familia, dos niñas y un varón.

    —Las hijas pueden ser algo difíciles muchacho.— Se burló el rey mientras veía a una Sun que intentaba ignorar el comentario.— No me imagino tratar a dos.

    —Bueno, siempre he jugueteado con la idea la verdad, inclusive siendo más joven, tener una familia a la cual ver y educar, que aprendan de lo que pueda darles y criarlos.— El rostro bello del nefiliano permitió una sonrisa que lo embelleció aún más, una sonrisa para una nostalgia aun inexistente. En un momento se borró y recuperó el tono formal-confiado de siempre.— Al menos eso es lo que espero, pero primero serán mis deberes y mi responsabilidad, espero no quedarme sin tiempo para cuando llegue la indicada.

    Sun le dio un abrazo amistoso y caluroso de buena suerte.

    —No te preocupes, estoy seguro que llegara alguien y que serás un padre excelente.

    El guardia agradeció el gesto que respondió con una sonrisa igual cálida y amigable. Habían llegado a los barracones de los guardias, destino de Urui para ese día. Se despidió de la familia real, dándole el rey indicaciones a futuro para una reunión y para su preparación de la ceremonia en el festival de primavera.

    —No esperaba eso de su parte, el querer ser padre me refiero.— Hablo Sun en el momento en que estaban solos y con el carruaje dirigiéndose hacia la entrada principal del castillo. —Creo que en su momento no me di el tiempo para conocerlo bien.

    —Estoy segura que tendrás mucho tiempo para conocerlo, en una relación un poco más especial.— Dijo el rey en un tono pensativo y más serio, uno que solo utiliza cuando trata temas oficiosos.

    —Claro, como reina y como comandante de nuestra guardia, vaya, estoy seguro que tener su consejo directo será de ayuda a la hora de tomar decisiones.

    —O puede ser que él sea quien tome las decisiones.— Replico el rey aun pensativo.

    — ¿A qué te refieres? No soy la más indicada ahora para ser quien tome todas las decisiones, pero con el tiempo creo que más que la ayuda de otros necesitaré su consejo… no veo porqué él habría de tomar decisiones directas sobre el reinado.

    —Hija,— Dijo la reina en un tono más suave que el de su marido, preparándose para dar una declaración que sabía no iba a gustar a la princesa pero necesitaba que la asimilara.— serás la reina, la corona estará en tu poder y estoy segura que serás una gran líder pero es un trabajo muy difícil para valerte solo de consejos de los demás, necesitas a alguien capaz de tomar las decisiones que tu no puedas, necesitas un compañero.

    La reina miro a su marido tras terminar, este solamente veía con una expresión directa a su hija, esperando que fuera lo suficiente para que esta comprendiera la situación a la que se referían. Había en la mirada de la chica la respuesta, cuando esta se recostó, vencida por una realidad la única opción lógica en su mente fue la negación.

    —No, claramente no, aún es muy pronto para decidir eso.

    El rey se irrito por la respuesta, era algo que esperaba y que realmente quería evitarse. —Por favor hija, para ti siempre es demasiado pronto: demasiado pronto para entrar a El Consejo, demasiado pronto para coronarte, demasiado pronto para que decidas el futuro del reino. ¿Crees que esto se trata de ti, de nosotros o de la familia real? Claro que no, se trata del reino en su totalidad, de lo que es mejor para el pueblo, su beneficio, para los nefilianos.

    —Ya hemos hablado con Urui. — Declaró la reina, esperando que el que sea ella quien revele la noticia haga que sea más digerible para Sun. —Lo ha aceptado por lo que es: su responsabilidad para con el pueblo, el compromiso se hará público en unas semanas.

    La corona de Sun se tiño de azul, los ojos de la princesa se humedecían, los mozos estaban preparando todo para la llegada de la familia real a su casa. La mente de Sun explotó.

    —Es su culpa… ustedes han arruinado a el reino y quieren que yo cargue con la responsabilidad, yo soy solo quien limpia el desastre que ustedes dejan. —Exclamo Sun a punto de llorar, en una frontera entre el límite de la frustración y la rabia. —Por eso quisieron que Azel, Tserply y yo fueramos amigos, para que todo beneficiar a largo plazo, pero lo que yo quería nadie lo discutía, solamente era movido hacia un lado: Yo no pedí esto, en ningún motivo, pero aparentemente soy la mejor para tenerlo, lo cual solo me hace más triste.

    Bajo del carruaje nada más se abrieron las puertas, sin prestar atención a los sirvientes que estaban preparados para atenderla y relajarla ni a la voz de sus padres que le pedían se calmara, no recordó entrar al castillo ni subir las escaleras con el molesto vestido y zapatillas que tenía. Solo regreso a la realidad cuando se chocó con Azel, hundió su rostro en su cuerpo, esperando que todo fuera un mal sueño, inclusive que lo sucedido el día anterior fuera un atentado a su vida y estuviera inconsciente, pero en el fondo de su ser sabía que esto era lo que debía vivir.



    *****​

    Hola chicos, ¿que tal todo? Espero que bien. Soy Boris para comunicar que aquello que mencione capítulos atrás respecto al cambio en el tiempo de actualización de capítulos comienza ahora (aunque tampoco es que fuera puntual de todas formas). Actualmente estoy de intercambio en otra universidad y es interesante como se acoplan los diferentes planes educativos, pero eso no viene con FFL.

    Eternum sigue y seguirá hasta que acabe como he dicho, solamente que de momento un poco más lento que de costumbre (perdón), pero bueno, sigan disfrutando de este bello sitio o de sus otros hobbies.

    Espero que les vaya bien en todo y nos vemos. adiós.
     
  7.  
    Boris Alekseveych

    Boris Alekseveych Si es hostil, mátalo.

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    Estelia se encontraba a sí misma en un pasadizo oscuro, no alcanzaba a ver el color de las paredes, no había ninguna luz a la vista, aun así la asfixia que sentía le respondía a que estaba en un pasadizo. Escuchó un sonido, era como el arrastrar de un costal pesado, si su fuente estaba cerca o lejos no pudo determinarlo, lo seguía escuchando, un sonido constante como si se estuviera haciendo un trabajo continúo. Murmuros comenzaron a escucharse nada más al dar ella un solo paso en la penumbra.

    — ¿Hola?— Dijo con temor, sin ser consciente de su situación, esperando que apareciera alguien para hacerle frente. — ¿Hay alguien ahí?

    Ningún ser se mostró, pero los murmuros pasaron a ser palabras, frases, todas ellas dichas por diferentes voces.

    —Inútil.

    —Desperdicio de tiempo.

    —Desgracia.

    Las voces le parecían conocidas pero no pudo identificar de quién se trataba, las frases le traían recuerdos que había enterrado con ayuda de su maestro, negándose a su realidad. Comenzó a oler algo, putrefacción, azufre, carne quemada eso desencadeno un recuerdo muy vivido, la primera vez que uso la magia, la primera vez que se dio cuenta del error que ella representaba frente a los demás.

    Se chocó con un objeto, la oscuridad lo había escondido pero ahora en la cercanía ella era capaz de verlo, se trataba de un montón de telas amarradas, sin ningún tipo de orden eso, creyó, era lo que ocasionaba el sonido de arrastre. Hubiera buscado a la persona que había hecho el trabajo con todo eso, quién tal vez la tenía en esa situación, habría buscado respuestas si de las telas no hubieran salido unos dedos alargados.

    Eran completamente negros, no se camuflaban con la oscuridad del lugar por un contorno, un aura que parecían desprender. Estelia sintió curiosidad por esos dedos, cosa que se convirtió en temor cuando las cuerdas que sostenían todo el conjunto estallaron, lanzando por los aires todas las telas, tapando el panorama que se había abierto hacia ella.

    Una figura oscura, pero no de la misma oscuridad que la rodeaba, sino de una completamente diferente, estaba frente a ella mirándola. Su cabeza era el esqueleto de un animal, no pudo identificar cual pero sabía que tenía cuernos, sus brazos y piernas eran extremadamente anchas mientras que sus manos y pies eran delgados y alargados. Su contorno era perfectamente distinguible, lo que le informo que era de gran tamaño, en su pecho tenía un agujero y a través de este se podían ver algunas líneas.

    En el pequeño tiempo que la chica pudo ver a la criatura no entro en pánico ni sintió alguna cosa, solo tuvo una reacción, la de protegerse, cuando su brazo se abalanzo rápidamente sobre ella, generando una explosión de luz en todo el lugar.

    El sol entraba por la ventana de la habitación que Zaradel le había permitido, por su brillo la chica se percató que ya era medio día o casi medio día. El corazón aún estaba acelerado por el sueño, pero no se encontraba asustada ni temerosa, de hecho no sabía cómo sentirse al respecto. El silbido de un pequeño pájaro escamoso la regreso al presente, ambos se vieron directamente a los ojos, la muchacha tardo en darse cuenta lo que eso significaba, justo entraba el grigordiano a cargo de ella para confirmarlo.

    —Espero que no intentes escapar. — Fue lo primero que dijo mientras abría la puerta, trayendo una bandeja de té con unas pocas galletas. Parecía que estaba demasiado pesado para lo que su cuerpo podría hacer, pero el hecho de poder levantarlo significaba que no se debía guiar por su aspecto.— La casa no tiene ningún tipo de escudo rúnico, podrías intentar escapar si lo quisieras pero eso solo tendría como resultado que me hagas salir de aquí para encontrarte.

    — ¿Por qué iba a intentar escapar? Ya lo he dicho, no tengo ningún motivo para huir, necesito que esto se resuelva.

    —Claro que sí. Come un poco, te levantas tarde para el almuerzo pero el desayuno siempre es bienvenido, necesitaré que tengas energía.

    Las galletas olían muy bien y había un efecto revitalizante en el té que Estelia no podía identificar, fue cuando intentaba averiguar que sabor tenía el té y que ingrediente tenía la séptima galleta que se dio cuenta que no había comido nada desde que había llegado a ese lugar. Y cuando se acabaron las galletas y el té cayo en la cuenta… ¿para que debía tener energía?

    Al salir de la habitación la sala era completamente diferente, ya no se le podía llamar sala, los viejos libros y muebles habían desaparecido, no había rastros del tapizado amarillento del día anterior ni de nada que ella pudiera recordar. Ahora el lugar era mucho más grande, ¿eso era posible? En donde debía estar la sala ahora había una clase de gimnasio o sitio de entrenamiento, recordaba algunos instrumentos de cuando paseaba para saludar a las tropas de resistencia. Aún no se podía explicar como un viejo pudo haber hecho eso, claro era grigordiano, pero inclusive si hubiera estado toda la noche haciendo eso sería imposible terminarlo.

    —Es la casa, me da lo que necesito, es una de sus características. —Declaró Zaradel. —Me da lo que necesito, solo tengo que desearlo. Una lástima que no sea así con los libros, espero que la próxima vez que venga tu padre me traiga alguno.

    —Disculpa…

    —Tienes los mismo pómulos que el señor Azel, su misma línea de cuero cabelludo, y la misma base de la nariz, además que eres el vivo retrato de su tía mayor, la hermana de su madre.— Zaradel estaba vestido con un traje de entrenamiento, solo que no podía distinguirse de para qué magia estaba destinado: los refuerzos en sus costados y hombros, la máscara con varillas de cristal enriquecido, la pesadez de los arreglos en sus piernas y la poca presencia de aberturas o aspecto cómodo eran característicos de entrenamiento grigordiano. Pero los sellos de protección, los accesorios de glifos de recanalización y cristales de absorción eran más típicos en entrenamiento mágico nefiliano. —No te preocupes, no le diré nada, debe haber una razón por la cual tu no le dijiste nada desde el principio.

    —Muchas gracias. —Contestó Estelia sabiendo que intentar negar esa declaración no importaría nada, se dio cuenta de una plataforma a su derecha, no estaba ahí cuando entro en el lugar, en su superficie se encontraban hojas de tomos mágicos, varitas, accesorios cristalarios y tres tipos diferentes de mazos de madera.— ¿Qué es esto?

    —Bueno, — Comenzó a explicar Zaradel mientras preparaba todo su equipamiento. — nunca he sentido el ataque de magia mitad grigordiana y mitad nefiliana, esto puede ser una experiencia productiva para ambos, tú decides con que atacar primero, magia o astras.

    — ¿Atacarte? No, mi magia es inestable, nunca hubo tiempo para aprender a utilizarla en su momento, digo, puedo hacer algunos hechizos básicos pero intentar lanzar…

    El golpe le saco todo el aire de sus pulmones, fue con tanta energía que la traslado hacia la pared, deteniéndola esta con un choque contundente. Tosió para recuperar el aliento y sacar la bilis que había entrado a su garganta, donde ella estaba hace un momento se encontraba un Zaradel con un aspecto algo diferente al del día anterior.

    —Digamos que estos Jintes aparecen, que ya están aquí y que atacan. ¿Qué crees que sucedería? Obviamente tendrías que hacer lo que no hiciste en su momento: Pelear. — El anciano tomo una hoja de tomo y un mazo, lanzándoselos a la chica. — No esperes que aquí podamos solucionar tus problemas, debes dar por hecho que no podremos hacerlo… Ahora decide: ¿astra o magia?

    La hoja de tomo canalizó la energía que Estelia liberó al contacto, la principal ventaja de los artilugios mágicos era que no se debía pensar, solamente actuar liberar toda la energía y dejar que la naturaleza mágica del objeto se materializará, en este caso se trataba de un canalizador toxico. Una ráfaga de vapor venenoso se abalanzo como una llamarada hacia Zaradel, o al menos hacia donde se encontraba hace unos momentos, la chica se dio cuenta de a lo que se enfrentaba: Era rápido.

    —La mente tarda menos de un parpadeo en procesar toda la información que le llega, ¿por qué tu eres más lenta que eso?— Su mano abierta se dirigía a tomar la cabeza de la chica y tal vez golpearla contra el suelo, ella fue un poco más rápida y se agacho para evitarlo, solo para darse cuenta que el grigordiano aprovecho el impulso para lanzar todo su cuerpo sobre Estelia, desequilibrándola. —El combate está en tus genes y no me refiero a tu parte grigordiana, el impulso de sobrevivir fue lo que hizo que todos allá intentaran venir aquí, ahora es tu turno de usarlo.

    Recordó como siempre fue un peso muerto, como las personas se le quedaban mirando cuando caminaba al lado de su maestro, como este desviaba todos los comentarios hacia la chica directo para él. Recordó un momento muy específico, cuando uno de los concejales de guerra hablaba sobre la escasez de alimentos, la hambruna vivida en algunas partes de la zona segura, esa misma noche celebro su aniversario número quince con un gran banquete, el banquete de la realeza.

    La bilis en su boca genero una sensación de putrefacción y azufre, le llevo de regreso a su tiempo donde no había esperanzas para nadie, donde ni siquiera se encontraba su maestro para apoyarla. Con sus brazos intentaba sujetarse a algo que la mantuviera en calma dentro de su mente, cuando tomó una de las mazas de madera se dio la vuelta y rápidamente comenzó a intentar acertar golpes contra el anciano. Estos movimientos sin orden no significaron nada para Zaradel, que con experiencia y decepción de la chica los esquivaba sin ningún esfuerzo.

    —Usar un astra sin saber cómo funciona es un insulto para el arma. — Con su brazo izquierdo detuvo uno de los ataques mientras que con el derecho dio un golpe directo en el abdomen de la chica, que retrocedió del dolor. —Vaya desperdicio, creo que si todos los guerreros en tu línea de tiempo son igual de patéticos que tu merecían morir.

    En un intento a la desesperada la chica puso todas sus fuerzas en una estocada, cosa que decepcionó aún más a Zaradel por esa simpleza, simplemente posiciono sus brazos en cruz para bloquear por completo, pero la fuerza del impacto hizo que la armadura se destrozará, la onda expansiva del choque soltó y rompió partes del piso, paredes y techo, lanzó a la chica al otro lado de la habitación e hizo que el brazo derecho del grigordiano se destrozara completamente.

    Le tomo unos minutos al grigordiano reponerse, lo último que le importo fue su brazo, pues estaba más atento en descubrir que todas las piezas principales de su armadura estaban rotas, que el gimnasio improvisado estaba hecho un desastre y que el astra de entrenamiento se había roto.

    —Todo va a salir bien, —Dijo a Estelia que estaba llorando, preocupada por haber hecho demasiado daño al anciano. Zaradel regeneraba su brazo poco a poco, la edad había mermado un poco su habilidad de regeneración pero él sabía que estaría bien en unos minutos. Vio como las heridas y moretones de la chica también se regeneraban, vio como sus ojos dejaban de brillar y las raíces de su cabello perdían la tonalidad rojiza para volver a su mezcla de castaño y rubio, y lo más importante que pudo ver fue como las yemas de su mano derecha dejaban caer partículas de ceniza. — estarás bien.

    *****​

    Durante el entrenamiento la túnica de Estelia se había maltratado, no tenía ningún cambio pero como Zaradel le dijo, la casa da lo que necesita, en el closet antes vacío de su habitación ahora había varios cambios de túnicas blancas, le pareció poco agradable pero necesario el seguir usando esas ropas. Al salir del cuarto la sala había vuelto a la normalidad, no existía ningún rastro del cambio anterior, ni siquiera daños en la estructura, los libros seguían en su lugar, los muebles y la mesita de té no se habían movido ni un centímetro, fue en uno de los sillones donde Zaradel, completamente recuperado, se encontraba leyendo.

    — ¿Estas bien?— Preguntó Estelia preocupada por el estado del grigordiano. — ¿Duele?

    —Ya deberías saberlo, tus propias heridas ahora siguen doliendo, solo que al ser menores no te das cuenta. La regeneración grigordiana no es una cura al dolor ni al cuerpo, como lo son los sellos, runas y hechizos de curación, sino que es la materialización de energía en el cuerpo. — Explicó Zaradel ofreciéndole un asiento a la chica, a la par que le servía una taza de té. —La magia e invocación consisten en la canalización de energía, los lyoviedos la canalizan a través de sus sigils para materializar imp´s; los nefilianos usan la forma más pura, realizando magia; mientras que los grigordianos tienen dos formas de hacerlo: mediante astras y la regeneración, a mayor canalización más poder en el astra o rapidez en la regeneración.

    —Ese mazo de madera, ¿no era un simple mazo de madera?

    —Astra de entrenamiento, se les da a los niños grigordianos para que aprendan a usar cualquier astra. Cuando entran como activos en el Ejercito Oscuro deben de ser capaces de utilizar cualquiera sin importar la situación. Parecen armas normales (y lo son) pero esconden un poder que solo algunos pueden liberar. —Tenía unos cuantos libros preparados a su lado, agarro uno de ellos y comenzó a hojearlo. —Fisiología racial moderna. “La problemática de la canalización en individuos que comparten dos razas.” Primera edición, muy difícil de conseguir.

    “Desde la alianza actual se han incrementado los números de parejas interraciales en la sociedad, si bien son poco comunes, no es raro conocer al menos una persona que tiene lazos directos con estas familias y sus productos. Si bien nunca fue una circunstancia de estudio y preocupación, se debe al profesor Josafy el que se llame la atención a las características de la unión de genes raciales y sus consecuencias en los productos, enfocándose en cómo las capacidades de canalización se ven afectadas.

    Recorrió varias páginas, saltándose algún innecesario relleno para el objetivo que quería tomar en la lectura.

    “Una teoría anterior marcaba la posibilidad de que el producto racial tuviera la capacidad de usar las
    habilidades naturales de ambos padres y, si bien esto es una constante en el producto de la unión racial
    de humanos con otras razas y los productos de un cruce entre las otras tres razas suele presentar una de
    las habilidades paternas, no se ha presentado ningún caso de un individuo que haya heredado las
    capacidades de ambos padres, teniendo inclusive, en algunos casos, la incapacidad de presentar algún
    tipo de canalización, de forma semejante a los humanos previa la segunda impregnación.

    —Veamos ahora… base genética de la canalización… humanos y sus características fisiológicas... uniones entre humanos… aquí está, grigordianos subsección nefilianos.

    “Los productos entre un cruce de grigordianos y nefilianos es una de las más opuestas, pues estos últimos comparten más fisiología con los humanos que con cualquiera de las dos razas restantes; la problemática entre un nefiliano y un grigordiano reside en las diferencias de la función de canalización: mientras que un nefiliano es capaz de liberar la energía canalizada según los filtros naturales, artificiales o cristalarios que posea, un grigordiano solo puede liberar su energía interior mediante un astra o mediante su regeneración corporal. Esto abre la incógnita de cómo funciona la fisiología grigordiana frente a un astra y cómo actual la fisiología nefiliana frente a artilugio canalizadores, si estos son semejantes en algún sentido y hacen posible una herencia total de habilidades.

    Cerró el libro, dando a entender que había terminado con la lectura de momento.

    — ¿Sabes lo que eso significa?— No espero la respuesta negativa que Estelia daría. — Que se supone que no deberías de ser capaz de usar ningún tipo de canalización, cuando mucho solo una de las dos que hay en tus genes.

    —Siempre he podido hacer magia, no se me dificulta, simplemente no practique mucho en su momento. Solo puedo decir que nunca había tocado un astra.

    —Y aun así liberaste una de entrenamiento con tanta energía canalizada que al impacto la convertiste en astillas. — Zaradel vio la sorpresa en el rostro de la chica, no sabiendo que significaba pero queriendo aun jugar el papel de conocedor, continuo. —Sí, el que mi brazo desapareciera y que destruyeras el salón-gimnasio fue porque liberaste un astra, ¿me estás diciendo que es la primera vez que liberas una?

    —Si, además, no recuerdo nada de eso. —Agregó la chica dándose cuenta de la situación. — Solo recuerdo dolor en el abdomen y que mi cabeza estaba dando vueltas, tome el mazo y lo siguiente que vi fue tu cuerpo herido recostado en la pared.

    Zaradel pareció perplejo para sus adentros, hace mucho tiempo aprendió a nunca mostrar ningún rasgo que pudiera mostrarles a las personas lo que hay dentro de su mente, pero la forma en la que Estelia respondiera la siguiente pregunta podría hacer de eso imposible.

    —Dime querida… ¿En algún momento has experimentado una canalización explosiva? ¿Ha habido un momento en el que tu cuerpo se ha puesto en tanto estrés, por un hechizo, por un sentimiento, por cualquier cosa, que liberas una cantidad de energía excesiva?

    Estelia recordó el sueño que tuvo esa noche, lo que su memoria le pedía que reviviera, lo que generó un episodio oscuro mientras su pueblo intentaba sobrevivir.

    —Estuvo este momento…

    La puerta de la casa se abría, una visita digna había llegado. Zaradel se puso de pie de inmediato, algo le dijo a Estelia que esa muestra de respeto se debía a una razón, la princesa nefiliana Sun entraba a la habitación, dando la respuesta a ese respeto, seguido a pocos pasos del guardián grigordiano Azel Sulpur.

    La chica caía en la cuenta que era la primera vez que veía a quienes serían sus padres cómodos o al menos listos para algo. El vestido perla de su madre con bordados dorados y azules le recordó el castillo por el que ella había pasado el día anterior, maravillándose de la hermosura y calidez que le transmitía, su peinado estaba bien cuidado en su forma floral y su rostro reflejaba la belleza nefiliana natural, en un sentido espero percibir detalles propios en ella. Su padre, con su porte militar y su uniforme bien tratado portado con el sumo respeto, con sus ojos encendidos para el combate cuidado cualquier detalle y el porte atractivo que algunos podrían decir que pudiera tener, sus manos ahora se movían más libremente, mostrando algo que ella se dijo era confianza a pesar de que la funda blanca de su daga resaltaba de su uniforme negro, para dejar constancia que siempre se debía tomar en cuenta.

    Zaradel se inclinó con un respeto que no esperaba en ese momento y que pocos esperan de un grigordiano.

    —Señorita, aunque no sea nefiliano he vivido cómodamente en estas tierras suyas, por lo que solo puedo expresar gratitud hacia usted y un gran honor por su presencia en mi morada. —Dijo en tono ceremonial, dejando completamente desubicada a Estelia y pareciendo un gesto humorístico para los monarcas. —Pido perdón por el estado de desorden, pues no esperaba la presencia de la futura reina de estos lados de la Tierra de Valles.

    — ¿Le contaste?— Pregunto Sun a su acompañante con una sonrisa algo desdibujada pero aun sincera.

    —Ni siquiera tiene un cristal de comunicación, ¿no nos habíamos rendido hace mucho de averiguar cómo se entera de las cosas?

    —“Derjking Er Allt”— Respondió el viejo grigordiano regresando a su porte habitual. — El conocimiento lo es todo, uno de los libros que tengo usan esa lengua, no lo sé. Pero por favor tomen asiento, no es lo mejor que puedo ofrecer pero estoy seguro que la situación que los trae aquí lo atañe. Estelia querida, ve a la cocina y prepara un poco de té, recuerda que la casa te da lo que necesitas.

    Si bien se extrañó por el tono en que lo pidió y se incomodó mucho al tener la mirada de sus padres sobre ella, siendo aún una desconocida para ellos, hizo como mandaba el anciano pues entendía que tendrían una conversación donde ella no debía estar presente, cuando los tres estaban seguros de que no estaba presente comenzaron de forma casual.

    —Felicidades por el decreto a su coronación, intuyo que la proclamación oficial y pública se realizará durante el festival de primavera.

    —De hecho, espero que puedas asistir, fuiste un buen amigo y cuidador cuando éramos pequeños.

    —Bueno, no creo que motivarlos, ayudarlos o dejarlos hacer sus travesuras contara como “cuidar” por ninguno de sus padres, pero estoy feliz que hayan crecido hasta convertirse en lo que son ahora. — Respondió Zaradel con una sonrisa nostalgia, misma que uso para agregar. —Y claro que asistiré gustoso, si usted se da cuenta de la posición que tiene y la acepta.

    El rostro de Sun se derribó completamente, en un aspecto de frustración, realmente esperaba que él no se diera cuenta.

    —No sé qué hacer, he vivido toda mi vida como la princesa, he dedicado mi crecimiento como miembro del consejo, me entero que hay alguna clase de desconformidad entre el pueblo, recibí el apoyo total de solo una casa del reino y también esta… pues esto.

    —Respecto a la mayoría solo puedo decirle que ninguna persona nace preparada, muy pocas llegan a su destino estando preparadas pero lo que les ayuda a seguir adelante y convertirse en quienes son es su capacidad innata, que de eso estoy seguro que tienes mucha, y el apoyo de aquellos en los que confía… si estuviera el joven Guita los haría abrazarse para hacer más énfasis en esto.— Se limpió los labios, pues sabía que ahora era momento de tocar el otro tema, la razón por la cual estaba ahí presentes. — Ahora, respecto al tema que los trae aquí, he podido obtener alguna clase de, digamos, conocimiento respecto a la historia que la chica cuenta.

    De debajo del respaldo de su sillón sacó un pequeño libro, muy bien cuidado si era viejo o poco usado si era nuevo, no parecía un libro de historia o de ciencias y su título no estaba en un alfabeto que los monarcas conocieran. El anciano se aclaró la garganta y comenzó:

    “Aquel producto de lo opuesto, quien quita la vida y absorbe la luz, a muchos ha corrompido convirtiéndolos en partes separadas pero siempre dentro de sí. Su presencia es solo la prueba del final, de sus lacayos es el deber de esparcir su voluntad, el miedo a los guerreros, los desastres para los agricultores y ganaderos, las debilidades para los niños, mujeres y ancianos y unirse a Él solo cuando su vida ya no ha de seguir.

    “Es lo opuesto al brillo, quien todo lo otorga, quien nos permitió nuestros regalos, y al igual que éste viaja intentando llevar a las sombras aquello que la luz ha tocado, y se acerca, está presente, solo hay que cerrar los ojos y esperar.

    —Pequeña historia infantil, se titula “Aquel que es adversario”.

    — ¿Un cuento es a lo que llegas?— Pregunto Azel, esperando un poco más del conocimiento del anciano.

    —Cosa curiosa del autor de este pequeño escrito es que también se le debe la autoría de otros dos libros muy importantes pero poco famosos: “La inmortalidad cuántica” y “El plano astral en relación con la presencia cristalaria”. Ambos libros muy criticados en algunos círculos por su naturaleza peyorativa hacia las habilidades de canalización y las características del Cristal Eterno.— Se acomodó en su asiento, el dar esa clase de cátedra frente a los monarcas le recordó, a pesar de que faltaba uno de ellos, el cómo escuchaban atentamente en sus días de excursión, el cómo moldeo esas mentes para que curiosearan en algunos aspectos y siempre preguntaran, le gustaba responder sus preguntas infantiles e ingenuas y esperaba que eso los haya construido hacia individuos preparados aunque ahora eran otras personas, ahora buscaban una respuesta a algo que afecta su vida directamente. — Un humano, creo que su nombre es o era, no estoy seguro si aún vive, Shroringer experto en estudios nefilianos, rama de canalización vital. Declaró en su momento que tanto esas líneas infantiles como sus dos libros los escribió basados en una experiencia mental, o psicodélica o algo por el estilo, después de consumir alguna clase de veneno para la mente vaya, razón por la cual cayó en el desprestigio y desapareció del circulo doctrinal.

    Los dos monarcas tenían un rostro de incomprensión e ingenuidad, no por falta de entendimiento en lo que decía el viejo grigordiano, sino en la idea en cuestión de la que se trataba. Sun fue la primera que tomo la palabra para intentar aclararse.

    — ¿Ósea que estas insinuando que de ser cierta la historia de esta chica ella ha viajado en el tiempo huyendo de una amenaza que viene de otra dimensión con un origen desconocido exceptuando las palabras de una persona que se encontraba bajo los efecto de no sé qué cosa?— Presentado de esa forma sí que sonaba descabellado, cosa que indico. —Honestamente no lo sé, la canalización vital no solo es exclusiva para los sacerdotes, sino que también está prohibido su conocimiento para cualquiera que no lo sea, además dudo que canalizarse hacia otra dimensión supongo y regresar a la propia sea algo que se haya aprendido a realizar.

    En ese momento Estelia regresaba con una charola de galletas y una tetera con sus respectivas tazas, en efecto la casa le había proveído, pero ahora le regresaba a una sensación incomoda de la que ninguno podía huir. Azel primero se aseguró que ni el té ni las galletas estuvieran envenenadas para darle a Sun para después, sorpresivamente declarar su opinión en el asunto.

    —A pesar de tu incomprensión en el tema y de mi propia obvia incomprensión no puedo negar un hecho altamente probable: Esta chica es de otra dimensión y es muy probable que sea tu hija y que ha venido aquí desde otro tiempo. —Estelia tiró al suelo unas cuantas galletas ante la revelación, todos estaba sorprendidos en diferentes niveles respecto a las palabras del teniente. De entre su uniforme sacó un conjunto de telas que protegían un objeto, los ojos de la viajera en el tiempo se iluminaron pues ella sabía de qué se trataba. — Este sujetador de cabello es imposible, está hecho de tal forma que el diamante se encuentra incrustado de forma natural en la plata, no hay rastros de maquinaria que la tallara ni que la plata fuera fundida, como si naturalmente fuera plata pura con un diamante azul incrustado. Según Yesh es más parecido a tu corona que a otra cosa, y hasta el más ignorante sabría que es imposible duplicar una característica de los artilugios reales.

    Le extendió el sujetador a la joven, quien lo recibió con una emoción completamente visible, a pesar de tener un sentimiento de duda al tomarlo.

    —Te dije que estaría contigo de regreso después de un tiempo si lo decidía. —Sacando también una serie de sobres le agrego. —Estos son tus documentos, públicamente eres Estelia Copernium, memoriza los datos, aunque es poco probable que los soliciten si te mantienes dentro de la ley, recuerda que técnicamente no existes.

    Estelia coloco en su lugar la joya, donde había estado desde que tenía memoria, al ver el rostro en penumbra de su madre se decidió finalmente a tomar la palabra.

    —Mi propósito no es entrometerme, no quiero que tu vida o la vida de cualquiera se vea afectada por mi presencia, soy incapaz de hacer algo en realidad. —Sus palabras salían con tartamudeos, escogiendo aquellas que eran más adecuadas para ese momento mientras las decía, intentaba no decir nada incómodo. —Desconozco lo que se haría, yo fui la única que logro hacer el viaje, la única que se salvó, así que me propuse a intentar salvarlos aquí y ahora y me desapareceré conforme al saber que estarán preparados para cualquier cosa que se avecine, pero para eso lo que necesito es que crean mi historia.

    — ¿Seré una buena reina?— Estelia se desubico al escuchar esa como la respuesta que recibía, Azel simplemente pareció preocuparse por su amiga en ese momento. —A pesar de la guerra, a pesar de haber perecido y de no poder proteger a mi reino, a la alianza, antes de que eso ocurra si es que ocurre, ¿verá la gente en mí una buena reina, alguien que los inspire a ser mejores?

    Estelia recordó las anécdotas que Styplerkla sobre sus padres, el cómo no solo dieron la sensación de ser invencibles durante los tiempos de guerra, sino antes de eso, antes de su nacimiento siquiera, cuando se creyó que la paz era una realidad total para la tierra de Valles, cuando se veían entrelazados los destinos de Helhiem y de Valles bajos, generando los individuos más capacitados en todos los sentidos. Cómo su padre, Azel Sulpur, era considerado el símbolo de la fuerza, la fortaleza, el honor y la autoridad; y cómo su madre, Sun Apur-Athar, era recordada en canciones y leyendas como la mujer más hermosa jamás existente, cuya belleza se extendía hacia sus acciones y la calidez de su corazón embriagaba a todas las personas. Se sorprendió a si misma queriendo llorar, deseando haber vivido eso con ellos en lugar de encontrarse en esa situación, se limitó a levantar la cabeza con orgullo, intentando no revelar lo que sentía en esos momentos.

    —Sí, el himno a la reina Sun se escuchará por todo el reino, donde sea.

    Sun se levantó, seguida de Azel que aún no terminaba de comprender lo que pasaba por la mente de su amiga, pero esta parecía dispuesta a irse cosa que confirmo al dar unas últimas indicaciones.

    —Durante la ceremonia de coronación se reunirán varios miembros del Consejo Mágico, la Academia de Magia y Hechicería, así como representantes de los cuatro reinos. —Sacó dos sobres, uno para el viejo cuidador grigordiano y otro para la futura princesa. — Llamaré a una reunión tratando el tema inmediatamente después, ahí podrás exponer toda esta historia y se decidirá cómo actuar.

    Azel abrió la puerta para preparar su salida además de para meter dos paquetes envueltos en papel. Levantándolos con ambos brazos dejo a Sun repartirlos, siendo el primero una caja pequeña pero pesada a su hija y un paquete mucho más grande y extenso al Zaradel. Al abrir el suyo la chica se encontró con una cajita de porcelana llena de monedas de plata y oro de acuñe nefiliano, mientras que el grigordiano obtuvo un libro de amplio valor académico por la sonrisa infantil que presentó.

    —Vine hoy sabiendo que confiaría en ti, ¿podrías decirle instinto de madre?—Se rió para sí misma. — Creo que eso es pasar la línea marcada, siéntete cómoda de gastar lo que necesites.

    —Espera, — La futura hija de Sun la detuvo sosteniéndola por sus ropas, cosa que hizo reaccionar a Azel como normalmente lo haría, hasta que recordó la confianza ganada. La chica tenía una petición, una con la que había jugueteado al imaginarse siendo ella una de las viajeras y que parecía resurgir ahora que parecía terminar todo. — ¿podría darte un abrazo?

    —Claro.

    Al contacto hubo un intercambio de sensaciones entre ambas chicas, que al aspecto parecían amigas pero algo dentro de ellas comenzaba a hacer una conexión. Fue un abrazo especial de alguna forma y aunque aún ninguna estaba pisando sobre seguro en toda esa situación se adivinaba en sus miradas mutuas que esperaban mejorar con el tiempo.

    Azel y Sun se despidieron recordándoles su asistencia a el evento, había asuntos que la futura reina de Valles Bajo debía tratar ese día.


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    Buenas tardes gentes. espero que estén muy bien, yo los saludo para disculparme otra vez por mis desgracias, resulta que este capítulo lo tenía programado para hace 2 días pero "Oh desgracia" mi teclado dejo de funcionar negándome acceso a mi computadora (y soy tan astuto que la copia de seguridad de mi USB esta 3 capítulos retrasada). Pero bueno, ahora termino esto y lo publico.
    Estoy disfrutando mucho del intercambio, me encuentro en una ciudad muy agradable y mis nuevos compañeros son muy interesantes y divertidos, pero bueno, yo sigo aquí y ustedes hacen lo que siempre hacen, espero estar actualizando con mayor frecuencia (y deseo llegar a ese momento pero cosas de la vida) aun así, hasta entonces nos vemos luego.
     

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