Cap# 11 La puerta se abrió y entró Serena sin previo aviso. —Blake… —Ya por favor—imploró cansado. —Sólo déjame intentar algo, si no funciona te dejaré ir, lo prometo. —Está bien—aceptó Darien, quien quería terminar con todo eso de una vez por todas. Pero, no fue lo que esperaba, Serena se acercó a él y unió sus labios en un beso demandante, profundo y ansioso. Darien le correspondió, quería borrar cualquier duda de su corazón, le tomó el rostro profundizando el beso, y ella lo permitió gustosa. Pero no fue lo que él esperaba, las dudas no desaparecían, mas bien el vacío parecía crecer en cada roce oprimiéndole el pecho. Su mente le gritaba que no era lo correcto, que la estaba traicionando. Se separó bruscamente de ella. —¡No!, ¡no puedo!—Su voz era la de un hombre desesperado y consumido por sus sentimientos—. No puedo Serena, no te puedo amar. —¿Qué tiene ella que no tenga yo?—masculló la chica limpiándose una lágrima que escapaba de sus ojos, su corazón estaba roto, su orgullo y autoestima rozaban el suelo—. ¡Dime! —Yo no soy para ti. —¿Y para ella sí? Blake ella no te quiere. —Lo sé, pero yo mando en mi corazón. No te puedo querer, no mientras la ame a ella—admitió con dolor, sabía que su amor no era correspondido, pero eso no cambiaba nada. —Ella no te corresponde Blake, ¿por qué insistes? —¿Por qué insistes tú sabiendo que no te correspondo? —No es igual, y lo sabes. —Para mí si lo es. De verdad lo siento Serena, eres una gran chica, y muy hermosa, pero no soy el indicado para ti. La amo, y no puedo cambiar eso. Le dio un beso en la mejilla antes de salir de la habitación dejándola ahí parada al bordes de las lágrimas, presa de la decepción, de no ser suficiente, insatisfecha y dolida por su rechazo. Con el ego por el suelo al haber sido superada por una simple humana. Darien, tocó la puerta cercana a su habitación. —Adelante. —Papá, mamá—tomó aire—, de verdad ya no puedo, amo a Lily. Evelyn sonrió con ternura. —Tardaste más de lo que esperaba. —¿Cómo? —Ya tu madre y yo lo sabíamos hijo, se nota a distancia que el vínculo que tienes con esa chica es mucho más que una amistad. —Gracias por entender, pero no puedo seguir lejos de ella. —Lo sabemos, y te entendemos. Pero, ¿que pasará con Serena? —Traté de hacerla entender que no puedo corresponderle, ella se merece algo mejor que eso, no jugaría con ella así. —Hiciste lo correcto—lo apoyó Evy. —Quiero volver a la Tierra—pidió. —La nave ya está lista—le sonrió su padre—, puedes partir ahora mismo. —No me quedaré a vivir allá. Mis planes son traer a Lily para acá. —Suerte cariño—su madre le dio un beso en la frente, antes de que el saliera de la habitación. Subió a la nave, que despegó a su orden. Observaba distraído por el cristal de la ventana, ese pequeño mundo de colores que abandonaba, aquel al que ahora llama hogar, viendo como se convertía en una pequeña estrella luminosa. Ya bastante alejados de Blackss, uno de los navegantes tocó la puerta. —Adelante—concedió. —Permiso su majestad—hizo una inclinación—, he venido a informarle que estamos teniendo problemas en la cámara principal, y nos gustaría que viniera a inspeccionar con nosotros. —No creo ser de mucha utilidad, pero, lo haré. Llévame hasta allá—pidió. Caminaron por los largos pasillos de la nave, hasta llevar a la cámara de control. Estaba completamente vacía y eso le extrañó—. ¿Dónde están todos? Se volteó hacia el joven que lo había traído hasta aquí, pero no estaba, en su lugar un horrible y deformado monstruo siseaba. —Creo que su tripulación sufrió, unas cuantas fallitas técnicas—se rió cínicamente. Era un ser alto y esquelético, de un enfermizo color gris, sus ojos color malva observaban a Darien hambrientos—. Así que el principito ha vuelto a casa—se rió con ironía—. ¡Al fin podré vengar a mi raza! —¿Quién demonios eres tú?—le espetó Darien brusco. —Soy un Tronks, “su alteza”. Seré su peor pesadilla—le amenazó mostrando una hilera de dientes pérfidos y disformes. —¡Tío! ¡Tío!—entró corriendo a la habitación Matthew sin siquiera tocar. —¿Qué pasa muchacho, por qué tanto alboroto?—inquirió Ville. —Es urgente. Nos ha llegado una llamada de auxilio de la nave de Darien, dicen que hay un tronks a bordo—contestó atropelladamente. —¡Rápido, envía una brigada de rescate, yo voy con ellos! ¡Debemos rescatar a mi hijo!—Ville empezó a bramar instrucciones y órdenes. La criatura lo acorraló contra la pared y clavó sus puntiagudos dientes en el pecho de Darien, éste aulló de dolor, forcejeando, pero no consiguió nada. Lo empujó con todas sus fuerzas y la criatura salió disparada al otro lado de la habitación, el pecho de Darien chorreaba sangrando. El Tronks se levantó y volvió a atacar pero ésta vez Darien le dio con el puño cerrado enviándolo de nuevo al otro lado. Empezaba a perder sus fuerzas, se sentía débil mientras la sangre se le escapaba, la cosa aprovechó el momento y se colgó a su cuello como una sanguijuela. Darien rodeó su huesudo cuello con las manos estrangulándolo. Hasta que con un débil crac, la criatura lo soltó, y al momento él calló en la inconciencia por la pérdida de sangre. La nave, en piloto automático siguió su curso hacia la Tierra. Y se estrelló brutalmente en el cráter en el bosque. Todos al verlo corrieron al lugar, la nave estaba en llamas. Lily no le importó lo arriesgado que fuera y entró a la nave ignorando los gritos a su espalda. Encontró a Darien en el piso desangrado, más pálido que un muerto e inconciente. Con gran esfuerzo lo levantó y arrastró afuera. Jon y Raúl la ayudaron al verla…Llevaron a Darien a su cuarto y lo tendieron en la cama. Limpiaron lo mejor que pudieron las heridas, y trataron de despertarlo, le dieron sangre que aún conservaban en la despensa y su tez adquirió un poco de color, pero sólo un poco. Y Darien adolorido abrió los ojos. —¿Dónde estoy?—inquirió confundido. —Estás en casa, hijo. ¡Gracias a Dios despertaste!—lo abrazó Lizzie con el rostro inundado en lágrimas. —¿Qué te pasó?—preguntó Jon luego de abrazarlo. —Me atacó una…criatura—dijo con voz débil. —Será mejor que descanses—salieron de la habitación, él se quedó dormido ahí mismo. Estaba agotado, cada parte del cuerpo le dolía, y la debilidad que sentía no lo dejaba ni siquiera hablar. Lizzie se apresuró abrir la puerta al escuchar que tocaban. Y se sorprendió al ver quien era. —¡Ville! ¡Mathew! —Hola Elizabeth—la saludó seriamente—. Blake está aquí, ¿cierto?. —Si, llegó en muy mal estado. Lo sacamos de la nave en llamas. Ahora está descansando en su habitación. —¿Podemos subir a verlo?—pidió. —Claro, claro. Adelante, es arriba la última puerta a la derecha—les explicó dándole paso. —Ya les debo mucho más que la vida a ustedes. —El hecho de haber podido tener a Darien ha saldado toda deuda—le sonrió dulcemente Lizzie. Ville asintió y subió las escaleras siguiendo las indicaciones y a su espalda Matthew lo seguía. Entraron a la habitación en penumbras donde el pelinegro dormía. Estaba sudando y otra vez estaba muy pálido. Su estado era lamentable. Ambos examinaron las heridas y la gravedad de éstas, y como en los bordes empezaban a oscurecerse peligrosamente. Darien se despertó al sentir el contacto. —¡Papá! ¡Matthew!—dijo quedamente en no más que un murmullo forzado. —Ya, tranquilo hijo. No hables. Estás demasiado débil. Debemos llevarte a Blackss para tratar tus heridas. Y dejaron la habitación, bajaron a la sala donde estaban todos sentados. —¿Cómo está Darien?—preguntó inmediatamente Lizzie. —Me temo que muy mal. Fue mordido por un Tronks, tiene efectos secundarios, si no logramos tratarlo a tiempo, las heridas se podrirán y el daño será irreversible. El problema es que está muy débil por la falta de sangre, no aguantará todo el viaje. —¡Pero podemos darle sangre, aún tenemos las donaciones en la despensa!—chilló Lizzy. —Podríamos intentarlo, pero no creo que funcione. Necesita sangre fresca, de una fuente viva—repuso Matthew con seriedad. —No perdemos nada con intentar. Ville asintió. Lizzy corrió a la cocina y buscó en la despensa las bolsitas de sangre donada y la vertió en un vaso grande. Y volvió a la sala, Lily lloraba en el regazo de su madre. —Vamos hijo despierta—le pidió Lizzy, e inclinó el vaso en sus labios haciendo bajar el líquido por su garganta, pero no pasó lo que esperaba, empezó a toser como loco hasta vomitar todo lo que acaba de ingerir. —Lo que me suponía, su cuerpo lo está rechazando. —Por favor, déjennos solos—pidió Lily. —¿Qué intentas hija?—inquirió Liliana. —Déjennos solos por favor—repitió. Y ésta vez todos lo hicieron, Matthew y Ville eran los únicos que intuían el plan de la chica, en otra situación se opondrían, pero no tenían más opciones. Cuando el último salió y cerró la puerta Lily le puso el seguro. Y caminó hacia la cama mientras que se quitaba el suéter y desabotonaba su camisa dejando al descubierto su níveo cuello. —¿Qué…qué demonios haces Lily?—le espetó Darien casi sin fuerza, tratando de alejarla. —Es lo que necesitas para recuperarte. —No, no—negó, pero la bestia interior gritaba hambrienta, y sólo la fuerza de voluntad lo mantenía alejado del cuello de Lily. —Darien, hazlo, es lo que quiero. Hazlo.—Tomó su cara entre sus manos con firmeza, y él en su debilidad no fue capaz de apartarse, y la colocó en su cuello, haciendo que sus labios rozaran el cuello, él intentaba resistirse, pero la tentación era demasiado, la sed lo estaba quemando. —Lo…lo siento—murmuró, su lengua se deslizó cálida por su piel, y Lily se estremeció ante el contacto, era como si su sangre supiera lo que iba a pasar y corriera espesa ansiosa por ser succionada. Sintió los afilados colmillos cortar la superficie de su piel y perforar en el lugar preciso, sintió la sangre correr y ser succionada deliciosamente por sus labios. Sentía su lengua trabajar y escuchaba su garganta tragar, era un éxtasis indescriptible, mejor que el sexo, mejor que todos los placeres que existían. Podía sentir la sincronización de sus almas, como si oyera sus pensamientos claramente en su mente. Y Darien, sumergido en su propio éxtasis, jamás había probado una sangre tan deliciosa al paladar, había soñado incontables veces con este momento, pero era aún mejor, era como sentirla dentro de sí. Una sincronización perfecta de sus almas. Cada sorbida enviaba miles de estímulos a sus cuerpos, como si de repente el cuarto fuera demasiado cálido, sus pezones se pusieron duros de excitación, las manos de él rodearon su torso acercándola más a él y ella soltaba pequeños gemidos fogosos. Cuando sus labios soltaron su cuello, Lily estaba completamente en los brazos de Darien, con los labios semi abiertos y la respiración entrecortada, con las mejillas sonrosadas y las hormonas trabajando a mil. Y su expresión era como si acabara de tener el mejor polvo de su vida. Darien también respiraba entrecortadamente, y sostenía su cintura con sutileza y los labios rojos manchados se su sangre. Ella reaccionó avergonzada y se separó lo más rápido que pudo, aunque realmente no era lo que deseara, la mirada de Darien se ensombreció, no podía dejar más claro su rechazo hacia él, al menos así lo interpretó. —Tus heridas están sanando—señaló su pecho con una sonrisa, él contestó con un asentimiento. Se lamió los labios sensualmente mientras lamía los restos de su sangre en sus labios. Ella se sonrojó violentamente, y desvió su atención abrochando de nuevo su camisa y poniéndose su suéter—. Llamaré Ville y a Matthew, ahora podrán llevarte a Blackss para que seas curado completamente. Y salió de la habitación. Pero antes de bajar pasó al baño y se mojó la cara con agua fría para alejar el sopor en el que había sido hundida. Aún sentía los labios de Darien sobre su cuello. Cuando logró calmar su respiración bajó a la sala, y le pidió a Ville y a Matthew que subieran. Darien se despidió de todos antes de irse nuevamente con su padre y su primo. Incapaz de ver a Lily a causa de la vergüenza que sentía en ese momento. —No lo hizo porque le gustes, lo hizo porque eres su amigo y es la única forma de salvarte—se recordaba con dolor a cada instante. Al llegar a Blackss fue tratado por los mejores médicos y con una buena alimentación, que incluía una fuente humana viva, en unos pocos meses estuvo completamente recuperado. Se moría de la vergüenza de sólo pensar lo que había hecho, pero la extrañaba demasiado, necesitaba verla. Así que después de cuatrp largos meses se decidió y partió a la Tierra. Decidido a terminar a lo que había ido la última vez, a confesar su amor por ella
Wow a estado genial, me gusta la trama que llevas y espero que la sigas. Eh notado que en algunas partes te tragas letras o colocas las que no son, pero no es nada del otro mundo, de resto no note eh rores, no se si fue porque estaba muy entretenida para fijarme o simplemente soy muy mala con eso... jeje en fin, espero el próximo con ansias, cuídate y gracias por la invitación. ATT: Yuki-chan
me gustoooo. cada vez me va gustando mas la trama de esta historia. ¿alfin se dara cuenta Lily de lo que siente Darien por ella? ¡aw! espero q si ;) el pobre esta sufriendo mucho :( jeje abisame cuando haya conti, quiero saber q pasa ahora q Darien se le quiere confesar a Lily siiiii? jeje esta my lindo el capi.
Hola amiga n.n bueno ya estoy por aquí :3 y la conti me encanto >.< Darien quiso volver y sus padres no se lo impidieron, sino que lo apoyaron n.n si no fuese por ese estúpido monstruo, las cosas hubieran sido diferentes u.u Pero al menos se vieron por unos instantes, y bueno digamos que fue un tanto, mmm como decirlo, entretenido (?) bueno el punto es que de cierta forma los dos lo disfrutaron jijiji si se que suena medio sadico jeje Pero al menos el volverá a intentarlo, y ojala esta ves Lily si se de cuenta lo que siente Darien por ella, el la ama tanto y ella ni cuenta se da u.u encima el piensa que ella le rechazo, esos dos son mas ciegos que una, bueno algo jeje Bueno amigi, avísame de la conti si n.n un beso!
Hola, querida hermanita, perdón por tardar tanto en comentar, pero tenía miles de cosas que hacer y a parte la historia es larga, pero aquí esta tu hermana mayor para comentarte, la trama me ha fascinado ciertamente no me esperaba todo lo que ha pasado Darien y es tan lindo que tenga esos sentimientos por Lily, algo que estoy notando es que estas utilizando un uso excesivo de puntos por ejemplo: —Para mí si lo es. De verdad lo siento Serena, eres una gran chica, y muy hermosa, pero no soy el indicado para ti. La amo, y no puedo cambiar eso. No veo la necesidad de usar tantos puntos, en fin espero la continuación. Adiós.
¡si si! ¡mas mente! lily esta loca por ti! dios santo! ¿¡por que tanto estres!? y ¿¡3 meses!? ¡ok! eso es demasiado, como es posible. me dio de todo cuando el darien la mordio y empezaste a describir todo, me emocione ;) me encantaria tener esa experiencia, y bueno no exctamente que un vampiro te succione la sangre, bueno si estan sexy como darien ¡acepto! gustosisima. wow pero que historia, me fascina la manera en que escribes me encanta, y adoro los originales pues son personajes completamente diferentes y su imagen divaga en nuestra mente haciendola tal y como describes, y que tenga posea cosas ficticias, la hace muy interesante. como ya te habia dicho, me fascina tu historia, la amo, pase toda la noche intrigada por saber ¿¡que le paso a lily!? pues mi internet no ayuda mucho, peor lo importante es que lo lei y eso me tranqulizo, ahora quiero el siguiente capitulo con urgencia, quiero saber que ha pasado con lily durante todo ese tiempo. saludos ivana
Tacháaaaaaan! ¡capítulo final! Bueno, penúltimo capítulo, porque luego viene el Epílogo, y ésta historia habrá terminado. De verdad muchas gracias a todos los que han venido siguiendo este fic, han comentado y me han apoyado, de verdad, muchas gracias! :) Espero les guste. Cap# 12 Entró en la habitación con sigilo, la chica rubia dormía en su cama acurrucada en las cobijas, apartó los mechones que caían en su cara dulcemente y, sonrió al ver que ella abrazaba la fotografía de ellos juntos. Los dos luceros azules como el cielo se abrieron con pesadumbres. —¿Darien? —Sí, soy yo Lily. —¡Joder!—suspiró cansinamente la rubia—. Otra vez alucinando. Darien se rió ante la reacción de la chica. —No, Lily, no soy una alucinación, estoy aquí—le tomó la mano para demostrar sus palabras—. ¿Ves? —¡Darien!—la rubia se echó a sus brazos feliz. Darien la estrechó en un abrazo—. Te he echado mucho de menos. ¡Idiota me tenías preocupada! —Yo también, te he extrañado cada segundo, y más si es posible. La rubia se limpió las lágrimas de felicidad que recorrían su rostro y le sonrió cálidamente. —¿Qué hace aquí príncipe?, ¿no debería estar en su enorme palacio?—bromeó. —Quería verte, te extrañaba. —Yo también, ¿viniste solo?—indagó. —Sí, ¿por qué decepcionada?—enarcó una ceja. —Sí, esperaba poder ver a Matthew, pero que fastidio sólo viniste tú—bromeó. —Lastima, la próxima te lo traigo—le siguió el juego. —¿Cómo podría estar decepcionada si tú estás aquí?—le sonrió sincera—. Por cierto, ¿cómo sigues? —No lo sé, la gente cambia de parecer. Y estoy perfectamente, gracias a ti. Ella se sonrojó recordando eso, así que dejó a un lado ese tema. —Lo que siento hacia ti jamás cambiará, eso te lo aseguro. ¿Y tu novia celosa te dejó venir? La última vez me quería asesinar—se rió. —Creo que en estos momentos al que quiere asesinar es a mí por rechazarla. —¿Rechazarla?, ¿por qué hiciste eso Darien?—lo reprendió. —Por que no la amo—contestó simplemente. —No has hecho el intento—lo acusó con reprobación—, apenas la estás conociendo. —No quiero intentarlo—admitió el chico—. ¿Quieres que me case con ella? —Personalmente, no. Pero, es lo correcto. —Al diablo con lo correcto y lo incorrecto. No me interesa, sólo me interesa lo que yo siento—bufó, estaba harto de tener que hacer lo correcto. —¿Y que es lo que sientes?—inquirió viéndolo a los ojos que brillaban como joyas. —Que amo a otra persona —¿Así, acaso otra despampanante vampira robó tu corazón?—su tono bromista se vio atrofiado al no ser capaz de omitir por completo la tristeza que esto le producía. —No, no creo que sea eso—suspiró. —¿Entonces?—enarcó una ceja tratando de ocultar por completo sus sentimientos. —Lily, lo he ocultado por mucho tiempo, pero, ya llegué a mi límite. No puedo seguir ocultando lo que siento por ti, ya no puedo más. Lilliam Meister, te Amo. Amo cada una de tus sonrisas y tus risas, tus chistes, tu forma de ser, amo todo de ti. —¡¿Qué?! ¡Pero somos amigos!—chilló alejándose de él como si fuera un gas venenoso o una piraña. —Sí, sí, lo sé. Pero no puedo evitar sentir esto por ti. Te amo, y siempre te he amado, desde la primera vez que te vi, con esos hermosos rulos rubios, y tus bellos ojos azules. —Darien…yo—farfulló—, no sé que decirte. Eso no es correcto, y lo sabes. Además todos estos años hemos sido amigos, sólo eso. —Eso hemos sido porque eso es lo que has querido Lily, yo siempre he sentido esto por ti. ¿Crees que de verdad quería casarme con Serena?, ¿o que bromeaba cuando te dije que casi me muero al no encontrarte? Sin ti mi vida se vuelve nada. —Yo…Darien. No—dijo de repente con determinación—, lamento que sientas eso por mí, pero es completamente imposible que tu y yo tengamos algo. —¿Por qué?, ¿por qué maldita sea?—inquirió exasperado. —Porque no quiero, me extraña que te sorprenda, nunca lo he querido. Para mí eres mi amigo sólo eso y lo sabes—repuso duramente, y por un momento pensó que eso era lo que sentía, ¿entonces por qué se sentía tan mal, por qué le dolía tanto decir esas palabras? —Sí, lo sé—aceptó con la voz quebrada—, y lo seguiré siendo. Le dio un beso en la frente antes de salir de la habitación de un salto. Lily se pasó la mano por la frente…Sangre, Darien había llorado, pero ella no podía, no podía. Él era su amigo, su pilar, su compañero, su cómplice, no su novio. Hasta la palabra suena rara. ------- --------- -------- ------- -------- -------- -------- ------- -------- —Primo, es hora de la comida—le dijo Matthew desde la puerta. —No. No quiero comer—replicó Darien oculto en las mantas. —Por Dios Blake, levántate, son las doce del mediodía. No has salido de aquí en días—le recriminó el chico entrando. —No me interesa, nada me interesa—replicó. —¿Piensas morir de hambre o algo así? Pareciera que el mundo te cayó encima, es deprimente el sólo verte—resopló frustrado por el estado de su primo. —Pues si eso fue lo que pasó. Mi mundo se cayó, se desplomó y se hizo trizas—masculló. —¿Te piensas echar a morir?—inquirió. —Estoy muerto si no te has dado cuenta. Mi corazón nunca ha latido—dijo con tenebroso sarcasmo. —Estás muerto, pero no por las razones que crees—le espetó duramente. Matthew cerró la puerta tras él. Le dolía el verlo así, tan destrozado, sin ni siquiera intentar seguir adelante. No era como si alguien lo había rechazado, era como alguien hubiera muerto. Como si él hubiera muerto ante esas palabras. Tenía que hacer algo, y pronto, no estaba dispuesto a perder a su primo nuevamente y menos por una tontería así. --------- ------------ --------------- --------- ---------- ----------- ----- —Voy—gritó Liliana antes de abrir—. ¡Ah! ¡Hola!—lo saludó al recordarlo. —Soy Matthew. ¿Cómo está?—la saludó educadamente. —Muy bien, gracias. ¿Vino Darien contigo? —No, mi primo está muy ocupado en estos momentos. —Ah, está bien—asintió desesperanzada—. Pasa. Matthew obedeció y entró con una sonrisa. —¿Está Lily?—preguntó sentándose en el mueble. —No, pero llegará en un rato del colegio. Puedes esperarla si quieres. —Está bien, la esperaré gracias. —¿Deseas tomar algo?—ofreció. —No gracias, tengo la misma dieta que Darien—declinó la oferta educadamente. —Bueno, en todo caso, ¿quieres un vaso de sangre?—le preguntó con una sonrisa. —¿Sangre?, ¿en serio tiene?---preguntó sorprendido. —Sí, siempre tenía un poco para Darien, sabes que Lily y él tenían una rutina, un día almuerzo aquí, el otro en la casa de él. —Entiendo—asintió—, entonces eso si se lo recibo. —Ya vengo—desapareció a la cocina, Matthew se quedó sentado en el mueble de la pequeña sala, le sorprendió lo natural que Liliana le ofreció sangre, como si de agua se tratara—. Aquí está—le entregó un vaso al volver, Matthew lo agarró. —Gracias. —Ya llegué—irrumpió la voz de Lily al entrar—. Oh, ¿cómo estás Mathew?—lo saludó Lily sorprendida al verlo. —Genial, ¿y tú?—le sonrió de vuelta el rubio. —Ahí, mas o menos. —¿Podemos hablar?—le preguntó educadamente y con discreción. —Claro, ven sígueme—le sonrió Lily conduciéndolo escaleras arriba, Matthew le sonrió a Liliana con cortesía antes de levantarse y seguir a Lily hasta su habitación—. ¿No vino Darien contigo? —No. —Ah, está bien—suspiró con tristeza. Matthew tomó un sorbo del vaso mientras observaba la habitación con detenimiento. —¿Cómo carajo hace Darien para beber esto? ¡Sabe fatal!—se quejó Matthew haciendo una mueca—. ¡Está fría y…Agh! —Costumbre supongo—se encogió de hombros Lily, riéndose por lo bajo ante la reacción del chico. —Cómo que lo extrañas, ¿no?—se rió Matthew al ver las fotos de Darien desperdigadas por toda la habitación. —Mucho—Admitió la chica con un suspiro. —El también lo hace. —¿Así? Pues no parece. ¡No ha venido!—recriminó con una mueca. —Quieres de él todo, y a la vez nada. —No, sólo quiero a mi amigo de vuelta—sollozó Lily. —El punto es que él te quiere mucho más que un amigo—puntualizó él. —Lo sé, pero…—se mordió el labio. —¿Pero qué?—inquirió. —¡No sé carajo!, ¡no sé que es lo que siento por él!—resopló frustrada. —Es más que evidente—bufó. —¿Qué es evidente?—se puso a la defensiva. —Que tú también lo quieres—rodó los ojos ante lo obvio. —No como el quiere—le aseguró la chica. —¿Tú crees, qué te hace pensar eso?—prácticamente se rió. —El es mi amigo sólo eso—insistió. —A ver, ¿qué fue lo que mas extrañaste cuando te “secuestramos”? —A Darien—admitió la chica—, pero eso no quiere decir nada, siempre ha sido como un hermano, es normal que lo extrañara. —¿En quien piensas constantemente?—volvió a preguntar. —En Darien pero…—intentó excusarse, pero él ya empezaba a formular la siguiente pregunta. —¿Lo podrías reemplazar con otra persona? —No pero…—otra vez se adelantó. —¿Lo quieres más que a nadie? —Sí, pero es di…—él sonrió negando con la cabeza. —¿Qué más quieres? Es más que obvio que tus sentimientos por Blake son más que amistad. —No, no, no es lo mismo…es diferente—insistió terca. —¿Sabes qué? Blake está sufriendo por tú indecisión, y lo peor es que también lo estás haciendo tú—le reprochó. —Él no… —¿Crees que el está feliz y campante?—inquirió mordaz adivinando lo que diría. —No, pero no está echándose a morir ni nada por el estilo, ya habría venido si tanto me extraña—replicó la chica cruzándose de brazos. —¿Eso crees? Blake está encerrado en su habitación desde que volvió, no come, no sale, no habla. Sólo está ahí encerrado todo el día, con una foto tuya en la cama. Peor que un muerto en vida. Él lo da todo por ti, ¿y tú no puedes decidirte y aclarar tus sentimientos? Está destrozado, por TÚ culpa—le recriminó. —¡Yo no le dije que me amara!—se defendió Lily empezando a llorar—. No se lo pedí. —Eso no hay que pedirlo, sólo pasa—se pasó las manos por el cabello. —Yo…yo no sé que hacer—lloró, escondiendo su rostro entre sus manos. —Ve a tu alrededor, y toma una decisión, debes elegir. Estaré esperando afuera, pero sólo un rato, luego me iré—le dijo y salió de la habitación. Lily vio a su alrededor, en todos lados habían fotos de Darien. ¿De verdad sólo lo quería como un amigo?, ¿soportaría tener que compartirlo con otra persona? Recordó con una sonrisa los celos enfermizos que le daban cuando Darien salía con chicas y no iba a verla. O cuando Serena le dijo que se alejara que él era de ella. ¿Qué haría, eran sus sentimientos por Darien suficientemente fuertes? ¿Lo elegiría a él sobre su familia, abandonaría todo por él?
noooooooooooooooooooooooooo!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!! ¿¿¿por que penultimo capitulo????? esto es muy injusto, he sufrido mucho por este fic, para que ahora me vangas a decir que va a termina ¡es injusto! ¡inaceptable! ¡amo a darien! ya estoy loca, pero eso no es nuevo ;). pero a lily hay que sacarle la cabeza, como se le ocurre decir eso y no seguirlo, y ahora blake esta peor que muerto, pobrecito darien, lily arrrrr favor y te me vas con mathew como esto me tiene los nervios de punta! bueno espero el epilogo, por favor que sea largo, te lo suplico. saludos
Holis ^w^ aquí una Koto-chinn reportándose... Muchísimas gracias por la invitación y tengo un reclamó.... porque no me dijiste antes de esta historia T-T malvada... Me costó ponerme al día y me da mucha pena de que por fin logré ponerme al día para enterarme que ya va a terminar, que triste TTT---TTT no se valee... En fin me gusto mucho tú historia, que bien que Matthew hablo con Lily quiero que ella se decida luego con sus sentimientos hacía Darien y quiero verlos juntos, me gusto la escena en donde Darien le bebe la sangre fue exquisita jeje ^w^ Esperando la continuación... Nos leemos luego... Sayonara!! Koto-chinn
Holaa, gracias por la invitación. ¿El final? ¿¡Tan rápido!?. Nooo, por favor; ¡yo amo tu fic por si no te has dado cuenta!. Bueno, para que no me marquen como 'spam' te diré que a mi favor no encontré ningún error porque la verdad no preste mucha atención a eso, estaba super entretenida con la historia jeje ^^U... espero que sigas pronto y como te dijeron arriba que el epilogo sea bien largo, por favor. Bueno, ahora si me voy, espero pronto la invitación ;) jejeje bye. ATT: Yuki-chan
Gracias por avisarme hermanita, me ha encantado la continuación, aunque la indecisión de Lily me desespera pero bueno nadie puede decidir más que ella, sigo notando un exceso uso de los puntos y créeme que hay sitios que no los necesita o donde puede ir perfectamente una coma, en fin espero tu epílogo como siempre ahí estaré como fiel lectora. Adiós.
Que lastima que ya termine u.u aunque yo empece a leerlo tarde es una historia que en verdad me gusto :3 Pero bueno todo principio tiene un final no u.u Con respecto a este capitulo, bueno casi me a un infarto cuando la testaruda de Lyli rechazo al pobre de Darien, el vino y le dijo lo que sentía y ella le destrozo el corazón, encima ella siente lo mismo aunque no lo quiera admitir, y como dijo Matthew, por la indecisión de ella, los dos están sufriendo u.u lastima... Bueno ojala que todo se resuelva y Lyli vaya por su bello príncipe n.n un final prefecto jeje Bueno amigi, avísame cuando subas la conti si, un beso!
Epílogo“Aceptar es la mejor forma de llegar a un corazón…” Tocó la puerta pero no tuvo ninguna respuesta. Lo volvió a intentar pero no ocurrió nada, nadie contestó, así que abrió la puerta lentamente. La habitación estaba completamente oscura, las cortinas estaban aún cerradas pese a que eran las tres de la tarde. En la cama sólo se veía un bulto bajo las cobijas, el joven de cabellos negros allí acostado ni se molestó en alzar la vista para ver a la recién llegada. —No quiero hablar con nadie, en serio déjenme sólo—pidió el chico con la cara oculta en la almohada. —Ésta habitación tiene una hermosa vista como para que tengas todo cerrado—comentó la chica caminado a las ventanas abriéndolas y corriendo las cortinas. —¡Lily!—exclamó el chico reaccionando levantándose de inmediato con estupor. —Hola Darien—le sonrió con naturalidad, como si siempre hubiera estado allí—, ¿cómo estás? —Pues, bien—se limitó a contestar el chico aun sorprendido—. ¿Cómo es que estás aquí? —Pues, vine con Matthew, espero que no te moleste. —No, no, para nada, me alegra que estés aquí—se apresuró a sonreírle el chico. —Estás pálido, no estás comiendo—le recriminó. —No he tenido apetito en estos días—admitió el chico displicente. —No tienes buen aspecto, ¿es que acaso siempre tengo que estar cuidándote?—Inquirió levantando una ceja. —La verdad, no me molestaría si así fuera—se rió el chico rascándose la cabeza nervioso. —Por dios Darien. ¡No puedes descuidarte así!—Le regañó—. Imagínate lo preocupados que deben estar tus padres. —Lo siento—le sonrió apenado—, no lo volveré hacer. —Por supuesto que no, yo estaré aquí para asegurarme de eso. —¿Aquí?, ¿qué quieres decir?—una chispa de esperanza surcó los ojos del chico. Lily se sentó a su lado, y lo miró fijamente a los ojos. Le acarició el rostro y Darien cerró los ojos ante el contacto, Lily aprovechó y besó al chico que abrió los ojos sorprendido, pero le correspondió, no desperdiciaría semejante oportunidad. —Yo también te amo Darien—le susurró la chica en los labios—. Te amo con todo mi ser, como Darien o como Blake, te amo. —Yo también Lily—le sonrió el chico antes de besarla nuevamente, esta vez la tumbó en la cama para profundizar el beso, era como si toda la tristeza se hubiera evaporado en el aire, ahora sólo quedaba felicidad en su corazón, ella al fin estaba con él, sólo para él y de él. Eran el uno para el otro. Almas gemelas, que se aman con pasión. La vida es una ilusión que dura muy poco, que se termina con tan solo un soplo, pero el amor vive más allá, sobrepasa las barreras, ¿cómo ves en el corazón de los demás sin antes ver el tuyo? Puedes tener todo lo que quieras, pero antes de debes saber qué es lo que quieres. Y decidir, en el amor es uno o lo otro, así de simple, las prioridades se ordenan, uno no manda en corazón, no todo es un cuento de hadas, pero todos pueden tener un final feliz, todo depende de las decisiones que se tomen en la vida. Un largo camino es el que se tiene que recorrer, ¿pero acaso no es mejor continuarlo acompañado? Sólo es una decisión la que hay que tomar. La felicidad depende de uno mismo, la suerte es un oportunidad aprovechada. --------- -------- --------- ------- ---------- ----------- ---------- ------ —Hola—le sonrió entrando, al verla sentada en uno de los bancos con la mirada perdida en el cielo grisáceo. —Al fin llegaste, ¿dónde estabas?—preguntó la pelirroja curiosa, volteando sus ojos azules hacia él. —Jugando a cupido—se rió el chico recostándose de la pared—, me sale estupendo el trabajo. —¿Así? Que bien—dijo la chica sin interés volviendo a fijar la vista en la ventana. —¿Y tú que vas hacer?—le preguntó el chico tratando de hacerle platica. —Estoy pensando algo, quiero intentarlo, con eso Blake cambiará de parecer. —Lo dudo—se removió nervioso Matthew. —¿Por qué?—preguntó la chica con malhumor, tomándolo como un ataque. —Porque hice de cupido fue con él, traje a Lily, en este momento deben estar hablando—se mordió el labio. —¡¿Qué?! ¿Porqué me hiciste eso Matthew?—le reclamó furiosa al darse cuenta de lo que el chico había hecho, había lanzado todo su esfuerzo por la borda con sólo eso. —¿Por qué quieres seguir humillándote Serena?—le preguntó el chico con tristeza. —No lo estoy haciendo, sólo reclamo lo que es mío por derecho—se defendió. —El corazón de Blake es de Lily, y viceversa—repuso. —No, pues no lo acepto. No lo permitiré—se cruzó de brazos orgullosa. —Has lo que quieras—resopló molesto. —Lo haré—respondió petulante. —Te amo—le dijo de repente. La chica abrió los ojos desmesuradamente ante la sorpresa, por primera vez su mente se quedó en blanco. —Yo… Yo…—balbuceó sin saber que contestar. —Él no te ama, la ama a ella. —¡Da igual!—gritó. —Yo te amo y aunque tu no lo hagas yo sí, y estoy aquí, soy una opción no lo olvides—se volteó el rubio para irse. —¡No! Matthew, espera—le pidió sonrojada, tenía días pensando en eso, en cómo trataba de llamar la atención del chico, y lo feliz que era cuando sabía que la tenía, el sentimiento que fluía cuando estaba cerca de él y que trataba de ignorar—, yo también te amo. —Lo sé—le sonrió el chico atrayéndola hacia él para besarla. Y se recordó mentalmente agradecerle a Lily por haberle revelado este mágico momento que era algo insólito de sólo pensarlo, jamás hubiera tenido el valor de declarársele si no supiera de antemano la respuesta. ¡Cobarde!, se reprochó a sí mismo. Pero lo único que importaba es que la tenía estrechada en sus brazos, suya, para siempre, como el eterno eclipse que adorna los cielos de su mundo. Y así otra pareja que se une, otro amor se consolida. ¿No nos merecemos todos la felicidad? Esa que buscamos durante toda nuestra vida, y a veces pensamos que no encontraremos nunca. A veces somos tan estúpidamente ciegos, buscando la felicidad cuando la tenemos al lado. Cada historia es diferente en su esencia, pero todas nos llevan a lo mismo. Ya saben lo que dicen, ellos son débiles a la tentación. Y nosotras somos su tentación. Es como un eclipse, la Luna fría y cambiante encaja a la perfección con el Sol, abrasador y constante, haciendo todo inmensamente hermoso, un fenómeno digno de contemplar. Así es el amor, algo por lo que de verdad vale la pena arriesgar. **-*-*-*-*-*-*-*-* Bueno chicas, aquí termina ésta historia, muchísimas gracias a todas las que la siguieron, se los agradezco de corazón. Mi pensar era dejarla hasta aquí, pero, a petición de Kotomichinn-san, voy a sacar un capítulo especial, algo del futuro ya después de años de casado, así que estén a la espera! ^^
Hola, querida. Gracias por la invitación. Adsfk xD Ahora bien, se me es importante mencionar que me he retirado de ser beta-reader y que el título será removido cuando Rigel-kun (Kentarus) regrese al país o, por lo menos, se conecte y me lo retire. Aviso esto para que no existan futuras confusiones. -Aunque sé que tú ya sabes, pero no está de más reiterarlo para futuras personas-. Comentario: Te faltaron algunos acentos diacríticos Tú/tu Sí/si y sus derivados, signos de puntuación sobrantes. Sin embargo has mejorado =3 Muy buen final, esperaré el epílogo/capítulo especial. Buen día. AT: Fer-chan.
¡Hola!. Gracias por la invitación, genial que sacaras un capitulo especial. Bueno, creo que los errores que tenias ya te los dijeron arriba, y cómo ya te había dicho antes cuando leo este fic casi no le presto atención a eso. Bueno amiga, haces muy buen trabajo, espero el capitulo, te cuidas y no olvides cuanto te quiero por hacer este fic ♥_♥ jejejeje. Bye, XOXOX. ATT: Yuki-chan
Hola amiga mía n.n Bueno que te puedo decir n.n el final estuvo muy bonito, Daren y Lyli al fin están juntos y disfrutando de su amor, que era lo mas bello, y claro lo que yo esperaba n.n Y bueno a Mattew también tuvo el suyo con Serena n.n al menos nadie se quedo solo y el amor triunfo :3 Y que bueno que decidas hacer ese capitulo extra, va a estar bueno saber como siguieron las cosas con ellos =3 Que lindas palabras n.n bueno cuando subas ese capitulo, avísame si :3 un beso!
Gracias por avisarme hermanita me ha gustado el final aunque como te remarco FernandhO hay algunos pequeños aspectos, en fin la escena me pareció muy tierna, me encantan tus escritos románticos aunque no soy muy aficionada a esté género y es más yo creo que a mí no me salen bien, pero esa es otra historia espero con ansias el capítulo especial y nos estamos leyendo. Adiós.
Holis GeMonts-chan ^v^ aquí una Koto-chinn reportándose... Me encantó tú capítulo, muy romántico, kyaa!! >w< me gustó mucho, me alegra que Lily por fin haya admitido que está enamorada de Darien, me gustó que se quedarán juntos y también me gustó que Serena y Matthew quedaran juntos. Así todos quedaron felices construyendo ellos mismos su futuro. Y estoy más feliz al saber que sacaras un capítulo especial jeje Estaré esperando ansiosa el capítulo especial jeje Nos leemos... Sayonara!! Koto-chinn PD: Disculpa la demora T-T es que no he tenido mucho tiempo de leer...
CAPÍTULO ESPECIAL“Los hijos no siempre son como los padres…” Una joven se deslizó con elegancia por las escaleras, asomándose hasta ver a una señora ya mayor, con un cabello castaño prácticamente blanco a causa de las muchas canas, y miles de arrugas que le daban a su rostro un toque dulce y maternal, en la sala sentada en el mueble con las agujas de bordar en la mano y un incompleto gorro en la otra. La chica sonrió al verla y terminó de bajar las escaleras, agarrada del barandal y fue a sentarse junto a la señora. —Abuela, ¿aún esperas a Nate?, ¿de qué te preocupas?, ¡debe estar ligándose a cualquier chica por allí!—le aseguró con una sonrisa—. Ya, ya, tranquilízate—le pidió dándole un abrazo. —Sí, cariño. No puedo simplemente no preocuparme, no puedo evitarlo—le aseguró la anciana dejando las cosas que sostenía a un lado, suspirando con cansancio—. Recuerdo que mi hijo siempre fue tan responsable en ese aspecto, ¡nunca llegaba tarde!, no pensé que iba a preocuparme por un adolescente a mis 65 años. —Nate es así abuela, no es responsabilidad tuya, él sabe cuidarse. Deberías ir arriba y acostarte a dormir, lo digo en serio—la intentó convencer, pero la señora permaneció impasible e intransigente. —Lo siento, querida, pero no tengo intenciones de abandonar este mueble hasta que no vea a mi nieto traspasar esa puerta sano y a salvo—terció con determinación. La chica a su lado suspiró, pues sabía que no habría nada que la hiciera cambiar de opinión. A los minutos de estar juntas hablando banalidades, tratando de que el tiempo pasara lo más rápido posible escucharon el ruido de un carro aparcando en el garaje, y a los segundos un chico alto, unos 1.85, de contextura desgarbada pero concisa, con un cabello rubio con destellos oscuros cayendo por debajo de sus ojos, azules cual mar, una perfecta nariz recta, y un rostro angelical que en estos momentos sonreía con felicidad, mostrando una hilera de dientes blancos y perfectos. —¿Abuela?—inquirió al percatarse de la presencia de la señora—, ¿qué haces despierta? —¡Nathaniel Lion Roosent Meister!, ¿qué horas de llegar son éstas?, ¡son las 3:00 de la mañana!—le reprendió levantándose del mueble, despotricando contra el chico—, ¡Y sin siquiera avisar que llegarías tarde! —Ya, abuela Lizzy, tranquilízate. No es nada grave, pero es que se me presentó un festín que fui incapaz de rechazar—le explicó el chico con una sonrisa en los labios. —¿Un festín?—inquirió Lizzy con escepticismo. —Sí, era una bella chica morena que está en el pueblo de visita. Tenía una sangre realmente exquisita, quedé con ganas de más, así que acepté gustoso la oferta de una joven dama rubia y sacié mi sed con ella. La joven en el sofá rió por lo bajito ante la cara de su abuela al escuchar al chico que vestía un suéter azul oscuro que realzaba la palidez de su rostro y hacía que sus ojos brillaran más de lo normal en la obscuridad, con un pantalón caqui negro, era condenadamente guapo. —¡Darien nunca llegó a…—comenzó a despotricar. —No soy mi padre—le cortó inmediatamente el chico con algo de malhumor por la comparación—, no soy tranquilo, ni bueno, ni pacifista. Soy un rebelde sin causa, soy todo lo contrario a él. —Creo que eso es más que obvio, Nate—rió la joven de cabello rubio, largo y liso, estaba atado en su nuca, con los mismos destellos oscuros que parecían brillar como una joya, sus ojos azules estaban divertidos, y su esbelto cuerpo oculto tras una camisa gris un poco holgada y unos shorts negros. —¿Podrías callarte, hermanita? Eres la peor de los dos—le espetó Nate. —¡No te atrevas a culpar a tu hermana, Nathaniel! Ella no fue la que está llegando a ésta hora. —Claro que no, abuela. Ella llegó una hora antes. Creo que se te pasó un poco la mano con el idiota ese que dejaste en el bar, ése que te andaba siguiendo como un muñequito toda la noche. Lizzy enarcó una ceja ante el comentario y volteó hacia su nieta, que no pudo evitar reírse en voz baja y luego morderse el labio inferior. —Su sangre era tan deliciosa—se excusó. —Sí, pero procura no dejarlos a la vista de todos. ¡Fui yo quien lo tuvo que arrastrar al baño de hombres!—replicó con indignación. —¡Nathalia Alexandra Roosens Meister!, dime por favor qué tu hermano te está acusando en falso para salvarse él—rogó Lizzy mortificada. —Pues, no puedo decirte eso abuela porque no es verdad. Sí estuve en el bar, y Nathaniel tiene razón, llegué hace sólo una hora, entré por la ventana—se rió—, dejé a un chico inconsciente en el bar, pero, sacié por completo mi sed. —¡No lo puedo creer!—chilló la anciana abatida—, ¡esto es inaudito! —No, abuela. Esto es lo normal, no somos unos reprimidos como papá, somos vampiros, lo aceptamos y estamos más que felices por nuestra condición. —No pueden usar a las personas sólo como su alimento—los reprendió. —No son más que eso, es cierto, son humanos y tienen sentimientos, como nosotros, pero, ¿de qué me sirve intimar con alguien a quien no tomaré en cuenta en un futuro? Tengo amistades aquí, cierto, juegos y diversiones, pero mi verdadera vida está muy lejos de aquí, y lo sabes—contestó Nathalia sin inmutarse ante la mirada severa de su abuela. —Estoy cansado, me voy a dormir. ¡Hasta mañana abuela, que descanses!—dijo Nate antes de darle un beso en la frente y desaparecer en las escaleras—. Y tú, me debes una—repuso señalando a su hermana, que sólo rió por lo bajo y le sacó la lengua como una niña pequeña. —¡Mi Dios!—resopló a pobre anciana llevándose la mano al corazón—, son tan distintos. —Nate tiene razón abuela. No somos ellos.—Dicho esto se levantó del sofá y subió las escaleras tras su hermano. Después de una semana en la Tierra, la nave aterrizó en el antiguo cráter, con la misión de buscar a sus príncipes y llevarlos a salvo al lado de sus padres. Al aterrizar en el palacio real, caminaron directo a la sala principal dónde les dijeron estaban sus padres. Caminaban uno al lado del otro, riendo y charlando entre ellos con complicidad. En uno de los pasillos que daba vista al patio, divisaron una obscura cabellera castaña con reflejos rojizos, acorralada en la pared por un chico de cabello negro y cuerpo grande y musculoso. —No me digas que es quien creo que es—resopló Nate, apretando los puños. —Lo lamento, hermanito. Lo es. Nate agarró a Nathalia de la mano y la haló el dirección a dónde estaba la chica, al llegar al lado, de un jalón por el hombro envió el chico a un lado apartándolo de la chica castaña. —¡Maldito, qué demonios te…—comenzó a despotricar el chico, para luego callarse abruptamente al encontrarse con la penetrante mirada de Nate, con una ceja alzada con ironía. —¿Qué decías, plebeyo?—inquirió con voz dura. —Yo, yo-yo, lo siento mucho, su alteza—tartamudeó. —Arrodíllate—ordenó—, y pide disculpas. —L-lo siento—dijo el chico arrodillándose humillado. —No te escucho. Más fuerte. —¡Lo siento!—dijo más fuerte. —Muy bien, una última advertencia. Cuidado con acercarte más de lo que debes a mi chica. O no respondo por mis actos—le amenazó antes de agarrar a la chica castaña por la cintura y sacarla de ahí. —¡Qué malo eres!—se rió Nathalia caminando a su lado. —Creo que exageraste ésta vez, Nate—le reprendió la chica. —Tú y yo, hablamos después, Selene. Lo hablaremos después—dijo de malhumor, la chica sólo suspiró. —¿Cuándo llegaron, prima?—inquirió Nathalia agarrándola del brazo con una sonrisa. —Ayer, mis padres están con los suyos tomando el té. —¡Hola!—saludaron los chicos al entrar a la sala principal. —¡Niños!—exclamaron los presentes, Darien y Lily se levantaron y fueron a abrazar a sus hijos. —¡Tía Serena, tío Mathew!—les saludaron alegres. —¿Y, Sthefan?, ¿dónde está?—inquirió Nathalia con desilusión al no verlo en ninguna parte del salón. —Lo siento cariño, Sthefan está en uno de los sub-planetas, debe llegar en unos días. Y Saulo, está en casa resolviendo unos asuntos con la pequeña junta.—La desilusión fue más que notoria en la cara de la joven rubia cuando su tía le dijo eso. La chica se tiró en el mueble con una mueca de tristeza en la cara, Nate, se sentó a su lado y le acarició el cabello. —¿Por qué Sthefan está allá?, y solo para colmo—preguntó Nate, ya que su hermana estaba abatida, y ya no quería preguntar. —Está en forma de embajador. Hay riñas en ese planeta, el va como intermediario. —¡¿Y fue solo?!, ¿y si le hacen algo?—Se levantó alarmada Nathalia. —Tranquila, Naty. Fue con un escuadrón muy capaz. —No estaré tranquila, hasta que no esté aquí, sano y salvo. —Hablando de eso, ya no falta nada, sólo unos meses.—Nathalia suspiró. —Sí, dos meses. Nathalia estaba revisando unos papeles de la sociedad jerárquica, actualizando los documentos por los nuevos nacimientos, cuando la puerta se abrió y entró un chico realmente alto de cabello rojizo, con los ojos azules, y cuerpo musculoso. —¡Naty!, ¿cómo estás querida primita? —¡Saulo!, muy bien, ¿y tú? Dime por favor, que viniste con tu hermano—imploró. —No, no he tenido noticias de Sthefan desde hace tres días. Estábamos en planetas distintos. Ella suspiró con pesadez, y se llevo las manos a las cienes que le palpitaban. —Necesito un descanso. —Tómatelo, no creo que Sthefan vuelva pronto, el problema en Lapsus era fuerte.—Le dio un beso en la mejilla cuando pasó a su lado—. Tranquila, él estará bien, no creo que quiera perderse el futuro acontecimiento. Estaría loco de ser así. Eso consiguió sacarle una sonrisa a la rubia. —¡Nathalia!—Llamó Lily a la puerta de la habitación de su hija. —Dime, madre—contestó abriendo la puerta. —¡Nathalia Alexandra!, ¡estás demacrada!, ¿qué facha es ésta? —No estoy de humor, ¿qué quieres?—le cortó sin miramientos. —El pastelero está aquí, necesitas elegir el pastel.—Nathalia suspiró y se fue con su madre. Ya habían pasado cinco días desde que volvió a su planeta, estaba encerrada en su habitación, sin nada que hacer, aburrida, encerrada en su obscuridad. —¡Naty!, por favor, ven con nosotros. —No, Nathaniel. No tengo ganas, ve con Selene, además, no tengo ganas de ser un mal tercio. —Hermanita, por favor. —No, Nate, no. —Bueno, prométeme al menos que saldrás al patio—imploró, Nathalia lo vio a los ojos y suspiró rendida. —Está bien, lo haré. —¿Lo prometes? —Lo prometo—le sonrió a duras penas para tranquilizarlo. —Y bebe algo de sangre, vas a morir de inanición. Y recuerda, nunca has roto una promesa, no a mi. Decidida a cumplir la promesa a su hermano, en la tarde salió a dar un paseo por los jardínes, agarró una rosa azul, que resplandecía bajo la luz nocturna. —¡Qué hermosa es!—suspiró. —No más que tú, eso te lo aseguro—repuso una voz a sus espaldas, ella se volteó hacia el chico reconociendo la voz de inmediato y saltó a sus brazos. —¡Sthefan!, ¡al fin llegas!, ¡me tenías preocupada idiota!—le reclamó. —Te extrañé—fue lo único que dijo. —No más que yo. En la tarde reunidos los cinco en la terraza, tomando té. Saulo, Nate, Selene, Sthefan y Nathalia. —La boda será en dos meses, ya serás toda una señora hermanita—se burló Nate. —No tengo porqué esperar, sabía que estaba predestinada a Sthefan desde que nací. —Y yo a ella—completó el joven—, no veo porqué retrasar algo que de todos modos va a pasar. —Nosotros nos divertiremos un poco primero. Es decir, ¡unirnos como marido y mujer tan rápido?, ¡necesitamos diversión!—resopló Nate. —Pues córtale la libertad a mi hermana, porque tú pasarás a ser parte de su diversión si se consigue otro sexy vampiro—se rió Sthefan. —Y yo, el único solterón—suspiró Saulo. —¿Solterón? Yo diría, casanova, eres el más conocido en todos los bares, las tipas se pelean por ti. —Pero, no es nada serio, no son nada mío, no tengo amor divertido como el de Nate o Selene, que al final se casarán, o un amor como el de Sthefan y Naty, dulce y romántico. —No te apresures, ya llegará tu chica. Mientras, tú encárgate de estar a mi lado en el altar—repuso su hermano, dándole ánimos. En la otra sala estaban, Serena, Mathew, Darien y Lily. —Pronto se casarán, será una boda estupenda. —No sé cuando Nate, y Selene sentarán cabeza como sus primos—suspiró Serena. —No pronto, eso escríbelo—resopló Mathew conociendo a su hija y a su sobrino, por lo cual asintió Darien. —Sabes, es increíble, lo poco que se parecen a nosotros—rió por lo bajo Lily. —Supongo que es lógico, son una nueva generación, no deben ser nosotros. FIN N/A: Espero les haya gustado ahora sí, esta historia llegó a su fin. ^^
Gracias por avisarme querida hermanita, bueno la trama fue interesante y hermosa a la vez, tienes razón los hijos nunca se parecen a los padres y mucho menos los hijos de un vampiro, en cuanto a errores pues no noté ninguno, pero sabes lo mala que soy para percatarme de su presencia, espero seguir leyendo sobre ti y continúa así. Adiós.