niia ~~ tu historia si que me atrapa *-* y concuerdo, asdf++ nuevamente con Ice-san, deberias narrar un poquito mas ;) uum por lo demas, creo que vas muy bien, ya que tu historia es original, cambiante, fresca y envolvente ^^ y aam bueno, tambien tienes tus problemillas con algunas palabras y frases, acentos y todo eso, uum ahorita todavia ando medio dormida, me acabo de levantar ._. jeje en fin sigue asi, me gusto mucho, aaw quiero un amigo como ese jaja okay no XD bye gracias por tu invitacion, ^^
Cap#4 ***Flash Back…*** —Darien, ¡ve a tu habitación a cambiarte!—Gritó Lizzy desde la puerta, el niño se detuvo frente a ella. —¿Por qué mamá? ¡Yo quiero seguir jugando!—Lloriqueó el niño haciendo un puchero. —Nada de eso amor, entra y cámbiate. Hay que ir a visitar a nuestros nuevos vecinos—Le ordenó tajante. —¿Vecinos? ¡Pero si viven a 50 Km. De aquí!—Replicó cruzándose de brazos. —Eso aquí es ser vecinos, no te lo voy a volver a repetir Darien, ¡ve a cambiarte!—Repuso severa. —¡Está bien mami voy!—Puso los ojos en blanco y subió las escaleras de mala gana poco a poco hasta llegar a su cuarto refunfuñando por lo bajo. Se cambió y a los pocos minutos bajó. —¡Pero que guapo estás!—Halagó Lizzy al verlo. —¡Ese es mi hijo! ¡Todo un hombrecito!—Se rió Jon. —¿Nos vamos si o no?—Inquirió Darien con acidez fulminándolos con la mirada. —Tranquilo vaquero… Vamos…--Dijo Jon agarrando las llaves y cerrando la puerta. Los tres subieron a la camioneta y arrancaron… A los 25 minutos llegaron a una pequeña casa de color verde lima, muy hermosa y acogedora. Aparcaron en el patio y se bajaron los tres, tocaron el timbre. La puerta se abrió y una señora de ojos azules como el agua y cabello lacio rubio salió a recibirlos. —Hola, ¿Qué desean?—Preguntó amablemente la Sra. —¡Hola! Bueno, ¡Bienvenidos a nuestra comunidad! Nosotros somos los Skate, sus vecinos mas cercanos—Se presentó Jon entusiasta. —¡Gracias! Pasen, así nos presentamos mejor y conocen al resto de nuestra familia…—Propuso la señora invitándolos a entrar. Los tres asintieron y entraron conducidos por la rubia hasta llegar a una pequeña y acogedora sala de estar. —Esperen un momento aquí por favor...—Pidió la señora indicándoles que tomaran asiento. Abandonó la habitación para a los minutos volver acompañada por una pequeña niña en brazos y un señor rubio a su lado. Todos se sentaron en uno de los muebles grandes. —Bueno yo soy Liliana Capptal, él es mi esposo Raúl Meister…—Señaló al rubio…— Y ella es nuestra hija Lilliam…—Presentó señalando a una hermosa niña que tenía unos ojos azules muy hermosos, y su cabellera ondulada caía en pequeños y delicados ricitos del color del oro más abajo de sus hombros. —Un placer…Yo soy Jonathan Skate y ella es mi esposa Elizabeth Giorgione. Y él es nuestro hijo Darien…—Darien tenía la mirada fija en Lilliam, la niña se percató de esto y se sonrojó, escondiéndose tímidamente en el regazo de su madre, Darien sonrió por la reacción y no apartó la vista. —Lily lleva a Darien al cuarto de juegos o al jardín…—Ordenó Liliana a su hija bajándola de sus brazos. —Está bien mami…—Respondió la pequeña, Darien estaba hipnotizado por la dulce voz de la niña…—Ven. Darien se paró rápidamente y la siguió hasta el patio. —¿Qué quieres jugar? —No lo sé, las damas eligen…—Respondió como todo un caballero. Los niños jugaron y jugaron hasta que la noche empezaba a caer y los llamaron… —¡Niños!—Llamó Raúl desde la puerta…— ¡Entren!—Les ordenó, los dos pequeños obedecieron y entraron a la casa. —Darien despídete, es hora de irnos…—Ordenó Lizzy. —¿Tan pronto?—Inquirió haciendo un puchero con tristeza. —Si cariño, ya está anocheciendo…—Le contestó su madre. —Bueno…—Suspiró ruidosamente con desgano...—Adiós Sr. Meister, Adiós Sra. Meister. Adiós Lilliam…—Se despidió con pesadumbres. —Adiós Darien…—Contestó la chica sin ganas. Cuando se disponía a salir en compañía de sus padres la pequeña mano de Lily lo detuvo agarrándolo por el brazo. —Mmm...¡Darien ven mañana a jugar conmigo!—Rogó la rubiecita. —¿Puedo?—Inquirió dirigiéndose a Lizzy haciéndole un puchero, Lizzy se echó a reír. —Claro. No tengo ningún problema…—Le concedió su madre. A la niña se le iluminó el rostro con una bella sonrisa, al igual que a Darien que se volteó hacia ella. —¡Si! ¡Mañana vengo!—Aceptó Darien contento. Se despidió nuevamente ya de mejor humor y se fue con sus padres. Luego en su casa después de cenar, Lizzy y Jon lo acostaron como de costumbre y se sentaron a la orilla de la cama. —¿Qué te pareció la visita a los Meister?—Preguntó Lizzy arropándolo. —¡Genial! ¡Me caen muy bien!—Sonrió bostezando. —¿Te agradó mucho la niña verdad?—Le sonrió su madre. —Sí, Lilliam es muy agradable y divertida…—Contestó tratando de sonar indiferente. —Si…Y si es sólo eso, ¿por qué no le quitabas la mirada de encima ni por un segundo? ¿Quizás es porque también es muy linda?—Inquirió Jon con ironía. —Eso no tiene nada que ver, saben estoy muy cansado, así que me voy a dormir…—Y de una sola vuelta quedó totalmente cubierto por la cobija, Jon y Lizzy se echaron a reír por la improvista huída de su hijo. Al día siguiente, Darien después de cepillarse y cambiarse el pijama bajó a desayunar. Ya Jon y Lizzy estaban sentados en la mesa comiendo unas tostadas. —¡Buenos días! —¡Buenos días hijo! —¿Vamos a visitar a los Meister?—Inquirió el niño sentándose en la mesa. —Si amor, pero ¿no te parece que es algo temprano?—Inquirió su madre señalando el reloj que colgaba en la pared, marcando las 9:30. —No, para nada, ¡es la hora perfecta!—Negó con afán el niño. —Bueno. Primero desayuna…—Aceptó su madre en un suspiro derrotado. El niño asintió tomándose su vaso con el líquido rojizo. —¡Lily! ¡Darien!—Los llamó Liliana desde la puerta de la casa. —Vamos, nos están llamando…—La haló Darien por la mano guiándola hasta la casa. —Darien, me siento mal…—Repuso la rubia deteniéndose. —¿Qué te ocurre Lily?—Preguntó preocupado la agarró mientras la niña se tambaleaba mareada. —¡Ay!—La niña aulló de dolor sosteniéndose la cabeza. Los adultos salieron corriendo hasta ellos al escuchar los gritos, Raúl agarró a Lily en sus brazos y la llevó adentro. —¡Me persiguen! ¡Ayúdenme!—Gritaba Lily asustada en su delirio. —¿Quién te persigue Lily?—Inquirió Jon preocupado al ver el estado de la niña, mientras su padre la tenía acunada en sus brazos acariciándole el cabello. —Los muertos…—Susurró antes de caer inconciente. Raúl subió y acostó a la niña en su habitación, estaba sudada y pálida. Todos esperaron impacientes en la sala. Raúl y Liliana se sentaron con una disculpa marcada en el rostro. —Lamento lo que acaba de suceder, sabemos que puede ser algo perturbador…—Se disculpó Raúl. —¿Pero que le sucede? ¿Por qué se pone así?—Inquirió Lizzie, no asustada, pero sí preocupada por la niña. —Es que Lily sufre constantemente de alucinaciones por así decirlo…—Explicó Liliana. —¿Qué las causa?—Preguntó Jon indagando. —No lo sabemos, pero desde que tiene 1 año ha sufrido de ellas…—Negó Raúl con frustración. Todos caminaron a la habitación por petición de Darien. Donde la pequeña rubia descansaba inconciente en su cama. —Entendería si no quieren que su hijo esté con la nuestra…—Repuso con la cabeza gacha Liliana y tristeza en la voz, la verdad es que a la pequeña rubia de verdad le agradaba Darien. —No, no. Nada de eso. Darien vendrá cuando él guste, claro y ustedes lo autoricen. No es algo demasiado extraño, verán Darien es…—Pero su confesión se vio interrumpida por una convulsión sorpresiva, la pobre Lily se encogía de dolor y lloraba y gritaba en medio de su agonía. Su nariz y boca tosían como locas brotando sangre de ella, era como si alguien la estuviera golpeando. La mano de Darien quien acariciaba a la rubia se llenó de su sangre, sus ojos se entornaron y empezó a temblar. —¡No!—Gritó Lizzy…—No lo hagas Darien, tranquilízate. No pierdas el control hijo. Los temblores de Darien empezaron a cesar mientras su madre y padre lo sostenían aún dudando. —Estoy bien. Ya me calmé. Pueden soltarme, no le haré nada…—Aseguró el niño conteniendo la respiración. Las convulsiones de Lily también cesaron. Raúl y Liliana observaban a Darien con los ojos muy abiertos, pero no de miedo sino de sorpresa. —Bueno…Creo que nosotros también guardamos un secreto…—Admitió Lizzy con una sonrisa nerviosa en un intento de suavizar las cosas. ***…Flash back… *** —Sí, bueno ese día no fu nada fácil para ninguno. —Pero vez que no miento, incluso a esa edad ya tenía una manía con tu sangre. Pero es que, ¡Dios olía exquisita!. Así que no me puedes culpar…—Se encogió de hombros. —Eres un maníaco…—Lo acusó con una sonrisa…— Acosador. —Pero así me quieres, y eso es lo único que me importa…—Sonrió el chico con satisfación. —Creo que deberíamos volver, seguro Katie debe estar como loca buscándote. Y como tú te mueres por volver a su lado…—Repuso Lily lacónica para molestarlo. —¡Si claro!—Bufó con sarcasmo Darien. —Bueno, bueno, vamos… Volvieron a la casa y cuando anocheció Darien se despidió y se fue a su casa. Lily subió a su cuarto luego de cenar y darle un beso a su madre y después de bañarse y cepillarse se acostó a dormir. *** Hola! Gracias primeramente por comentar! Y por supuesto que recibo las criticas de buena forma, son las que me hacen crecer y mejorar como escritora, como señaló Fernadha, desde que entré a ésta página he mejorado mucho, y es gracias a personas como tú Ice-san, que se toman la molestia de decirte que hiciste bien y que hiciste mal! Y nome ofende, todo lo contrario, te lo agradezco! Bueno! Espero les halla gustado! :D
:O Haz mejorado bastante, veo que seguiste el consejo de las chicas (si no les agrada, perdonen el tuteo xD). De verdad que me estas haciendo cautiva de tu historia, es que esta relación amor-amistad me atrapa, todo es tan paradójico n.n Por allí vi "inconciente" cuando tengo entendido que es "inconsciente", es para que lo corrijas pero aun así no puedo ofrecerte mucha información acerca de errores ortográficos (digamos que sigo en proceso de aprendizaje gramatical). En fin, sabes que me agrada enormemente disfrutar de una pizca de tu imaginación, la desgusto. ;)
Cap#5 Se removía inquieta en la cama de un lado al otro, su frente estaba perlada de sudor y su cara se contorsionaba en gestos… —Ven… Ven con nosotros… —¡No! ¡Déjenme!—-Gritó tratando de alejarse de ellos. —Tú vendrás quieras o no…—Contestó duramente el hombre. —¡No! ¡No! ¡Darien!—Gritaba desesperada tratando de correr. —No podrás huir de nosotros… Nadie te puede salvar. Corría presa de la desesperación bordeando los árboles, sus voces retumbaban como ecos en su cabeza, sus ojos estaban impregnados en lágrimas. —¡No!—Lloró pero ya lo tenía al frente, todo se empezó a borrar hasta que todo quedó resumido a una oscuridad plena, oscuridad absoluta. —¡Noooo!—Gritó abriendo los ojos de golpe, su respiración era entrecortada y su pecho subía y bajaba rápidamente mientras su corazón bombeaba con desesperación… Respiró profundo en un intento por calmarse, se secó el sudor de la frente y bajó a la cocina a tomar agua. —¿Estás bien cariño?—Le preguntó su madre entrando a la cocina. —Sí, sólo fue un sueño. —Pero tienes días parándote entre gritos. ¿Cuáles son esos sueños que te perturban?—Le preguntó preocupada. —Realmente es un solo sueño, y siempre es el mismo… Sólo que hoy…—Suspiró cansinamente…— ¿Será que podemos hablarlo mañana mamá? Estoy muy cansada. —Claro mi niña…También tenemos otra conversación pendiente—Le besó la frente con cariño…— Ahora vuelve a la cama… Aun tienes unas cuantas horas para dormir. Lily solo asintió. Volvió a su cuarto y se acostó, pero no logró conciliar el sueño, apenas cerraba los ojos las imágenes le volvían a la mente. Cuando al fin el despertador sonó Lily se paró de la cama y luego de alistarse bajó a desayunar. Todos ya estaban sentados en la mesa, ella tomó lugar al lado de su padre. —¡Me muero porque la mañana pase rápido y Darien venga!—Se rió tontamente Katie. —No te hagas ilusiones. Hoy no viene…—La cortó Lily, y a Katie se le borró inmediatamente la sonrisa del rostro. —¿Y eso más o menos porqué?—Inquirió molesta. —Porque hoy comemos es en su casa…—Contestó Lily sin darle importancia. —¿Y? simplemente dile que coman aquí nuevamente. —No, no lo haré…—Negó. —¿Por qué?—Le gruñó. —Porque no vamos a romper nuestras costumbres simplemente por uno de tus caprichos. —Aquí lo que pasa es que me tienes envidia, porque Darien me quiere y a ti no…—Lily enarcó una ceja sarcástica ante la respuesta de Katie y no pudo más que reír. —¿Quererte a ti?—Se rió duramente…— Si claro, cuidado te estrellas. —¿Qué quieres decir con eso estúpida?—Le espetó Katie ya a la defensiva. —Nada, simplemente lo que dije. El día en que Darien se fije en ti, ese día se acaba el mundo. —Se acaba el mundo para ti. Todo lo tuyo son celos Lily, celos de que yo aunque sea tengo una oportunidad de tener algo con Darien…En cambio tú… Si no lo has logrado en tantos años dudo que lo logres ahora. Pero que se puede esperar, sólo eres una reprimida sin vida social…—Le espetó sin piedad. —¿Para qué necesito vida social si ya lo tengo a él?—Le preguntó chocante y herida por dentro, pero no se lo demostraría. —¡Ya! Suficiente… Se callan las dos…—Intervino Raúl antes de que Katie contestara. —Lo siento papá. Bueno ya me voy…—Les dio un beso a cada uno menos a Katie obvio, agarró su mochila…—Recuerden que hoy vuelvo tarde… Estaré con Darien…—Les recordó con una sonrisa antes de cerrar la puerta tras ella. —¡Lily! Espera…—Le pidió su madre. —¿Qué pasa? —Tenemos una conversación pendiente. ¿Qué le está ocurriendo a Darien? ¿Está perdiendo el control?—Preguntó directamente Liliana, Lily se mordió el labio inferior nerviosa. —No, no del todo. Pero cada día tiene más sed. Y hay noches que se levanta sonámbulo, es ahí cuando mata, porque está inconciente, a la mañana no recuerda nada. —¡Dios! ¿Y que piensa hacer? —Su cuarto es un nido de trampas, para caerse o tropezar y despertar antes de salir de él…—Rió…—Mamá, me tengo que ir o llegaré tarde. —Cuidate Lily, tengo un mal presentimiento. Y espero que lo de Darien se arregle pronto. —Yo también…—Sonrió tristemente recordando como hacían esos asesinatos sentir a Darien. (Con Darien) —¿Qué te ocurre Darien? ¡Será que te puedes sentar de una vez?—Le regañó Lizzy, Darien caminaba de un lado a otro en la cocina… Darien asintió y se sentó en la mesa aún inquieto. —A ver hijo… ¿Qué te pasa?—Le preguntó Jon sentándose con él. —Nada, es sólo que… Tengo un presentimiento de que algo malo va a pasar, y no puedo omitirlo, me presiona el pecho… Creo que se trata de Lily. —No puedes ponerte así solo por un presentimiento Darien, hasta donde sé Lily está genial, ¿no? —Sí, sí. Pero no sé… Sé que es algo sobre ella. No puedo quedarme tranquilo. ¡Es frustrante!—Resopló pasando su mano con frustración por su negra cabellera. —Cálmate. Parece que estás al borde de una conmoción emocional. Primero respira y veamos las cosas objetivamente hijo, ¿si?—Darien asintió respirando profundo…— Lily no ha estado enferma ni nada así ¿no? —No, está perfecta de salud. —¿Tiene planeado algún viaje u algo así? —No. —¿Todo con su familia va bien? —Sí, perfectamente. —Entonces no veo que le pueda pasar. Son solo manías tuyas…—Contestó su padre. —No, no papá. Sé que algo le está pasando o le va pasar, además, en estos días ha tenido visiones, no me ha querido decir de qué, pero la tienen muy consternada lo sé, la conozco…—Replicó impaciente. —Entonces es cuestión de que lo hablen… Inténtalo hoy, así te sentirás mas tranquilo y ella también, ¿Vale? —Vale…—Respiró Darien…— Bueno yo me voy antes de que se me haga tarde. —Está bien. Nos vemos en la tarde hijo. —Nos vemos mamá, te quiero, recuerda que hoy venimos a comer para acá. —Tranquilo hijo. Tengo muchos años en esto, créeme que no se me olvida…—Le dio un beso en la frente. Darien subió a su camioneta y manejó al instituto. Sabía que su papá tenía razón, sólo debía hablar con Lily, pero aun así la angustia no se iba de su pecho ahí seguía haciendo presión. Caminó directo a su casillero pensando en qué otra cosa le podría pasar a Lily. —Hola…—Lo saludó Lily apareciendo como siempre en su casillero. —Hola… ¿Qué te pasó Lily?—Le preguntó preocupado al ver sus grandes ojeras. Ella comprendió al instante el rumbo de sus pensamientos y contestó tratando de restarle importancia. —Nada, nada…. Sólo no pude dormir. —Lily, dime que te pasa…—Le exigió. —Nada Darien, no te preocupes…—Replicó…—No es nada. —Te conozco, ¿son las visiones verdad?—Presionó. Lily suspiró con pesadez, sabía que no se lo iba a poder ocultar por mucho tiempo a Darien, aparte de que era muy perceptivo la conocía muy bien. —Sí…—Asintió dándose por vencida…— He tenido la misma visión desde hace varios días. No puedo dormir porque cada vez que cierro los ojos las imágenes vuelven a mi mente. —¿Qué es lo que ves en las visiones? Sé que eso te consterna y te preocupa así que no mientas. —Son sobre mí…—Admitió ésta al saber que no le podría mentir. —¿Qué es lo que te pasa?—Preguntó alarmándose. —Me secuestran… —¿Quiénes?—Inquirió con dureza. —No lo sé… Simplemente aparecen y me persiguen. —No permitiré que te hagan nada Lily…— La abrazó, mientras que en su interior se repetía, lo sabía, lo sabía…— Estarás bien. —Lo sé. Eres el mejor…—Le sonrió tristemente. Sabía que él no podría hacer nada, que el curso de su visión no cambiaría…— Prométeme que si me llegara a pasar algo no harás ninguna estupidez Darien. —No te va a pasar nada Lily. —Prométemelo…—Pidió. —Ya te dije, no te va a pasar nada, yo estaré a tu lado. —Tu sólo prométemelo Darien…—Imploró… él la vio a los ojos, tan indefensa y asustada, a él no lo engañaba, sabía más de lo que quería decir…—Por favor… —Te lo prometo…—Suspiró…— Pero no te va a pasar nada…—Reiteró. —Gracias…—Se aferró a su pecho ocultando su rostro en él. Bueno, primero que nada me quiero disculpar por haber tardado tanto en actualizar, espero el capítulo sea de su agrado!!! :D
Trata de no utilizar los puntos suspensivos (...) como puntos o comas (y sus derivados). No encontré el punto antes de lo de rojo para que lo pusieras en mayúscula. Debería ser en minúscula. Me gustó la continuación, hace mucho que no leía de ti. Esperaré el siguiente capítulo ;3 Adiós y buen día. At: Fer-chan.
Hola GeMonts gracias por avisarme de la actualización de tu fic, (la verdad es que no entiendo mucho de la historia ya que solo me he leído el prefacio y el capítulo actual ¬¬¡), te prometo tomarme el tiempo de leerlo por completo. Aprovechando que lleva pocos capítulos. Bueno ahora pasemos a lo que nos interesa. Primero ya que solo he leído este capítulo pues te voy a dar mi humilde opinion sobre lo que me parece. No te puedo decir si me gusta o no porque jeje no he leido todo PERO eso no significa que no pinte para algo bueno capishi?. Y si consideramos que hay vampiros en la historia entonces es seguro que me interesa ya que ADORO A LOS VAMPIROS ¡Lestat you're the best! (bueno esto ultimo pasalo por alto jeje). Segundo me doy cuenta que casi no describes el entorno en que mueves a tus personajes, no niego que es importante describir las emociones y acciones de ellos, pero tambien para enriquecer el texto hace falta que describas el ambiente. Por ejemplo cuando mensionas que Lili fue a la cocina pudiste haber descrito como es su casa, y ya entre ese recorrido anexar los pensamientos de Lili sus sensaciones, etc. En fin espero no verme mala onda que antes de leerme toda la historia te heche una crítica rollera, pero bueno ese fue mi punto de vista y espero estos pequeños consejos te sirvan de algo. Bueno pues me despido no sin antes insistir con que no dejes de escribir y no olvides... NOS VEMOS EN TUS PESADILLAS MUAJAJAJA
Cap#6 —¿Te quieres quedar a dormir hoy aquí? Anda por favor—Le pidió haciendo un puchero…— Así adelantamos las tareas. —Sé lo que intentas hacer Darien. Tranquilo no me va a pasar nada…—Le aseguró la chica sonriéndole alentadoramente. —Pero me sentiría más tranquilo si te tengo aquí a mi lado…—Confesó al verse descubierto. —Lo sé, pero es innecesario. Nos vemos mañana…—Le dio un beso en la mejilla. —Te acompaño…—Se ofreció. —No…—Negó ella. —¿Por qué? —Porque no Darien….—Le cortó duramente, le sonrió dulcemente y cerró la puerta. El abrió la puerta y la alcanzó en un instante. —Voy contigo quieras o no…—Terció. —¡Eres un terco!—Le reprochó cruzándose de brazos. Pasaron unos minutos mientras caminaban en silencio a través del denso bosque. —Lily, sé que todo este asunto te preocupa más de lo que demuestras, y también sé que estás ocultando algo, no me lo estás contado todo y sé que no lo harás, pero entiéndeme, sé que si te preocupas es por algo, y no intentes negármelo, te conozco mejor que nadie, no puede ser nada bueno… —Pero el punto es…—Empezó a decir, pero prefirió callar. —¿Cuál es el punto Lily? —Ninguno. —Lily…—Insistió. —No te lo voy a decir Darien, así que deja de insistir, ¿si? —Es punto es que no voy a poder hacer nada para impedirlo haga lo que haga, ¿cierto?—Aventuró casi afirmándolo, Lily no respondió pero agachó la cabeza…— Llegamos… —Hasta mañana…—Le dio un beso en la mejilla y se iba a ir, pero Darien la haló de la mano, la atrajo hacia él y la abrazó con fuerza. —Te quiero Lily… —Yo también Darien… Se soltó del abrazo y entró a la casa. Cuando cerró la puerta y vio hacia afuera por la ventana ya Darien no estaba. Cerró la cortina y dejó las llaves en la mesa. —Estas muy orgullosa ¿no? Me lo estás quitando. —Ya cállate Katie, ahorita no estoy para tus niñerías…—Le pasó por el lado para subir las escaleras…— Además, no te pueden quitar algo que nunca has tenido. —Y que al parecer nunca tendré gracias a ti…—Le recriminó. —A mi no me vengas a echar la culpa. Si no le gustas a Darien no puedo hacer nada. Hasta mañana…—La dejó hablando sola. Entró a su cuarto y cerró la puerta tras ella, tomó una ducha para relajarse, tenía todo el cuerpo agarrotado y los nervios de punta… luego se acostó a dormir, o al menos eso intentó. Al día siguiente luego de despedirse de sus padres emprendió camino al instituto. Iba tarareando una canción mientras jugaba con una cadena en sus manos. —Hola…—La sobresaltó una voz a sus espaldas…— Lo siento señorita, pero tú vienes conmigo… -----------------------------------------------------------------------(Con Darien) Metía sus libros con calma en su casillero, esperando que Lily se le apareciera como de costumbre. Pero terminó de hacerlo y nada, no apareció, vio su reloj extrañado, Lily siempre llegaba a la misma hora, a tiempo para entrar a clases, se rió al recordar como ella detestaba llegar tarde… Recordó una vez que estaban molestos y la hizo llegar tarde a propósito. —… Flash Back…— —¡Eres un idiota Darien! ¡Te dije que llegaríamos tarde! ¡Te odio!—Le espetó furiosa al ver la puerta del aula ya cerrada. —Cálmate, es sólo una clase. —Eres… Eres… ¡Eres el peor del mundo!—Darien no aguantó y se echó a reír…— ¡Esto es el colmo! Ahora te ríes. —Pero es que tenías que ver tu cara…—Ella le volteó los ojos furiosa…— Vale, vale… Lo siento… Lo siento. —No quiero tus disculpas. —En serio, lamento haberte hecho llegar tarde Lily, ¿Me disculpas?—Le hizo un puchero, Lily respiró profundo y lo vio. —Pero no vuelvas a hacerlo, ¿Vale? —Vale, te lo prometo. Ahora sonríe para mí. Lily sonrió ante la reacción de su amigo…A veces se comportaba como un niño. —…Fin del Flash Back…— ¿Dónde estará? Quizás se sienta mal… entró en el salón pensando en Lily, la clase transcurrió y Lily nada que aparecía. —Oye Darien, ¿Quieres salir hoy conmigo?—Lo invitó una chica morena de cabello castaño muy hermosa. —Este… Hoy no… Lo siento Samantha…—Le sonrió sin prestarle mucha atención. —Bueno, sunpondo que será en otra ocasión…—Propuso desilusionada la chica. —Si, en otra ocasión tal vez…—Dijo, salió del salón rápidamente y se montó en su camioneta y arrancó. ¿Qué importa saltarse unas clases por un día?, primero es Lily, se dijo así mismo. Manejó hasta la casa de Lily y bajó de la camioneta y tocó la puerta. —¡Hola Dari!—Lo saludó Katie con una sonrisa…— ¿Qué haces aquí? ¿Viniste a verme? —¿Dónde está Lily?—Le preguntó ignorando todas sus preguntas, normalmente siempre era muy educado, pero hoy no tenía tiempo para formalidades, tenía un mal presentimiento acerca de todo esto, y eso lo tenía intranquilo y angustiado. —Que voy a saber yo… En la escuela supongo…—Contestó ésta de mala gana. —¡Oh! ¡Hola Darien! Hoy vinieron temprano, ¿Acaso no tuvieron clase?—Lo saludó Liliana al verlo… Darien captó de inmediato el plural. —¿Me está diciendo que Lily no está aquí? —No cariño, Lily fue a la escuela temprano como siempre. ¿Qué te pasa Darien?—Preguntó preocupada al ver que este se puso más pálido de lo que ya era, y que empezó a respirar con dificultad….— ¿Dónde está mi hija? —No lo sé…—Se le quebró la voz. —¿No fue al colegio? —No…—Negó Darien…— Permiso… Y sin esperar respuestas subió corriendo hasta el cuarto de Lily, su dulce aroma lo inundó, trató de encontrar otro olor diferente al de ella, pero no lo encontró. Así que aquí no fue, se dijo a sí mismo, debió ser en el camino. —Espera Darien…—Lo frenó Liliana antes de que saliera…— Tienes que explicarme. —Creo que Lily está en problemas. Tiene que ver con los “Sueños” y eso. Debo encontrarla…Adiós…—Balbuceó rápidamente corriendo hacia la puerta. —Tu no te vas de aquí hasta que no me expliques todo jovencito…—Lo detuvo Liliana, Darien escondió el rostro entre sus manos y respiró. —Está bien…— Asintió…— Pero entonces vamos a un lugar privado…—Miró de reojo a Katie. —Ven…Katie quédate aquí, Darien y yo necesitamos hablar a solas...—Lo haló de la mano hasta su habitación y lo sentó en la cama para luego ella sentarse a su lado. —Ahora sí explícame…—Exigió. —Lily tenía días que no podía dormir, porque cuando dormía veía una visión donde a ella era secuestrada por unos tipos. Pero no sabe quienes son. Esta mañana no fue al colegio, y no está aquí, así que… ¿Dónde está? —¿Tu crees que a secuestraron?—Preguntó Liliana conteniendo la respiración. Darien sólo asintió y Liliana se llevó las manos a la boca para reprimir un grito y sus ojos se aguaron. —Lo lamento Sra. Liliana, pero tengo que ir a buscarla…—Se levantó. —¿Pero como lo harás? —Primero iré por la carretera para captar su olor y seguirlo, y ver quien más estaba con ella…—Salió de la casa mientras Katie le decía adiós, él ni se preocupó en contestarle y caminó por la carretera, oliendo todo con cuidado, aun habían rastros del olor de Lily, pero al llegar a una parte del camino, ya no solo estaba el olor de Lily, sino que había el olor de otros individuos. —1… 2… 3….----Empezó a contar mientras olía los diferentes olores, el rastro tomó un curso diferente y se internó en el bosque. Ya bien adentrado en la espesura del bosque llegó a un lugar donde el rastro desaparecía completamente, en la copa de un árbol algo brilló, Darien subió hasta allí y agarró el medallón del árbol y lo apretó con fuerza en sus manos. Siguió buscando sin descanso y la desesperación empezaba a ganar terreno en el, mientras las horas pasaban y el sol empezaba a ocultarse y aun no encontraba nada que le dijera donde estaba Lily o como seguirla. Empezó a llover y el rastro empezó a desaparecer barrido por el agua. —No, no, no…—Sollozó desesperado…— ¡No!—Golpeó un árbol, este se deshizo bajo su puño y cayó se lazó al suelo y vio directamente al cielo viendo las gotas caer, la lluvia le daba de lleno en la cara ligándose con las lágrimas de sus ojos. Volvió a la casa de Lily con el collar en su mano. —¡¿Hijo estás bien?!—Fue su madre la que abrió la puerta angustiada…— ¿Qué diablos te pasó?—Inquirió al verlo, estaba lleno de barro la ropa rota y arrugada, y una expresión de tristeza marcada en cada espacio de su rostro. —Estoy bien, no te preocupes…Sólo me mojé. —Darien, primero cámbiate y luego baja para que podamos hablar…—Le ordenó Liliana preocupada por su estado, Darien asintió…— Ya sabes donde Lily guarda tu ropa. Darien entró y subió poco a poco hasta entra al cuarto de Lily, como si el alma le pesara, entró al baño y se dio una ducha Express y luego agarró de una de las gavetas de la peinadora de Lily su ropa, y del piso del closet unos zapatos. Se sentó en la cama y agarró la fotografía que Lily tenía en la mesita de noche al lado de la cama. Y la observó mientras las lágrimas de sangre caían en el cristal. En la foto salía ella sonriendo con Darien alzándola en brazos. ¿Dónde estás Lily? Vamos dame una pista, ¿Dónde estás? —Darien…—Lo llamaron abajo, él se apresuró a limpiar la fotografía con la camisa sucia y se limpió del rostro cualquier rastro de una lágrima y bajó. —Ahora explícanos Darien, ¿qué paso? ¿Qué encontraste?—Le pidió Liliana. —A mitad de camino aparece el olor de otras personas, al parecer se la llevaron tres tipos por el peso de sus huellas. Y se adentran en el bosque, pero llega un momento en que simplemente el rastro desaparece, desaparece por completo. Ya busqué por todo el bosque, pero no hay huellas, ni de personas ni de carros, nada. También busqué por todo el centro y tampoco nada, ni una pizca de su olor. Sólo encontré esto…—Abrió la mano donde tenía la cadena. —Es el medallón que le regalaste para navidad hace dos años…—Lo reconoció Lizzy. —Si, lo encontré en la copa de un árbol, no tengo idea de cómo llegó allí. No la encuentro, y no se que hacer…—Admitió ocultando su rostro entre sus manos con frustración. —Ya, cálmate la encontraremos…—Lo trató de consolar Liliana abrazándolo…— Ahora si me disculpas tengo que llamar a Raúl, está esperando noticias, no pudo venir porque está en Albuquerque por trabajo, se fue esta mañana. —Yo voy a casa, tu papá debe estar por llegar. Luego vendré…—Le dio un beso Lizzy antes de pararse. Darien al verlas irse respiró profundo antes de levantarse dispuesto a subir al cuarto de Lily a ver si encontraba algo que lo ayudara a encontrarla. Katie lo detuvo en el principio de las escaleras. —Ya, supéralo Dari, no te pongas así, seguro esa estúpida sólo quiere llamar la atención, es una reprimida…—Hizo un gesto con despreocupación y rodó los ojos…— Tiene problemas, ya sabes. Esa aparece ahorita. Así que tranquilo, ven vamos a ver televisión. No te pongas así por esa idiota. Darien la agarró por el cuello y la pegó contra la pared mientras Katie ahogó un grito aterrada. —Si te atreves a llamar nuevamente a Lily idiota o estúpida, te juro que no respondo. Ella no es ninguna “reprimida”, ¿Entendido? Y para que sepas, si ella no se la pasa en la calle de chico en chico es porque no está desesperada, porque falta no le hacen, todos los chicos están detrás de ella y la invitan a salir. Aquí la única desesperada eres tú, no sé cuando vas a captar que no me interesas en lo más mínimo, y que no le llegas ni por los talones a Lily. Te juro que vuelves a insultarla y yo mismo te mato…—La amenazó furioso, sus ojos azules destellaban con pequeños brillos rojizos… La soltó y Katie cayó al suelo y empezó a llorar, Darien subió las escaleras hasta el cuarto de Lily y cerró la puerta. Se sentó en la cama y apretó el medallón en su mano. La puerta se abrió y entró Liliana… —Darien… —Lo sé, lo sé. Lo lamento, yo ahorita me bajo a disculpar con Katie antes de irme a seguir buscando… De verdad lo siento. Liliana lo miro con comprensión y se sentó a su lado. —Sé que no sientes en lo más mínimo lo que acabas de hacer, y también sé que estás así por Lily… Sé cuanto la quieres Darien, los he visto jugar desde hace años, nunca en más de 10 años se han separado… Sé lo duro que debe ser para ti, ¿O crees que para mí no lo es? —Si la entiendo… Pero…—Una lágrima lo traicionó…— Me frustra estar aquí cruzado de brazos sin encontrarla, no poder hacer nada, sentirme aquí inútil mientras no sé que le está pasando ni qué le están haciendo… es tan… —Doloroso… Lo sé. ¿Recuerdas cuando le regalaste este medallón?—Señaló la cadena que Darien sostenía, este sólo asintió…— ¿Y recuerdas lo que le dijiste? —…Cuando estés triste y sola, abre el medallón y ahí estaré yo apoyándote, nunca estarás sola…—Sonrió con nostalgia al recordarlo. —…Flash Back…— —Abre mi regalo…—Le dijo Darien a Lily entregándole una pequeña caja… Lily le sonrió y la agarró, abrió la caja y sacó de ella un hermoso medallón de oro con un dije de corazón. —¡Está hermoso Darien! Gracias…—Lo abrazó con efusividad. —Ábrelo…—Ella le hizo caso, el corazón se abrió en dos y en uno de los lados había una pequeña foto de ellos dos sonriendo abrazados… Y en la otra había una inscripción. —“Siempre estaré ahí para ti…Por toda la eternidad…”—Leyó en voz alta la chica… Una lágrima Salió de sus azules ojos…—¡Está hermoso Darien en serio! —Cuando estés triste y sola, abre el medallón y ahí estaré yo apoyándote, nunca estarás sola…—La abrazó este con una sonrisa…— Siempre estaré ahí para ti, por toda la eternidad y mucho más… —…Fin del Flash Back…— —Ya verás que pronto la encontraremos o volverá por sus propios medios… Lo hará. —Eso espero…—Suspiró Darien.
Gracias por el aviso ='33 (<<--- le encantó la carita x`D) Creo que ya te lo había dicho, pero no lo recuerdo bien. No utilices las palabras "Flash back" y "Fin del flash back" ya que le quita encanto a la historia (además es un poco molesto ya que cortas la lectura depronto), podrías utilizar la escena retrospectiva mientras lo coloques en cursiva y centrado. Es decir, omitiendo las frases y sólo colocandolo así C: Añadiendo, evita utilizar los puntos suspensivos como puntos, comas y sus derivados. no encuentro el punto para colocar lo otro en mayúscula. Fuera de eso me gustó C: Esperaré el siguiente. Adiós y buen día. At: Fer-chan.
Me perdí tantos capítulos D: pero ya me actualicé xD me imagino que el lugar donde fue a parar Lily es el planeta de donde proviene Darien, por lo cual son dos pájaros de un tiro xDD esa Katie no me cae bien ¬¬ para nada! xD ojalá en el próximo capítulo se despejen las dudas de por qué la reina está en un sueño eterno O.O eso me dejo intrigada... en fin! sólo te remarco que aún no haz dejado ese gesto de usar demasiados puntos suspensivos :P además de eso creo que todo esta bien! nos leemos en el próximo... chaito :3
bueno amigi ya estoy aqui...un poco tarde pero llege jeje ummmm me dejaste con mucha intriga...por que la reina sigue dormida?? y a donde mandaron a lily??pobre darien, el la quier tanto...me encanto cuando el la quiso acompañar si o si a la casa, fue tan tierno jeje y esa kati uyyyy, que mala espina me da esa mina u.u, y me choca que no hacepte que darien no la quiere, siempre le hecha la culpa a lily u.u me dio un poco de lastima samantha, pobre darien no hacepto salir con ella, y bueno el le pertenece a lily jiji bueno amiga gracias por el aviso...nos hablamos....chaito n.n
Cap# 7 La menuda chica rubia se removió inquieta en la cama, abrió los ojos con pesadez. Aún veía todo borroso, como si una capa de niebla cubriera sus ojos. A los minutos los objetos a su alrededor empezaron a tomar forma. Abrió los ojos desmesuradamente, pronto el sopor fue reemplazado por el miedo, al darse cuenta de que se encontraba en una habitación desconocida y al recordar todo lo que había pasado antes de caer inconciente. Se levantó de la cama y observó todo con detenimiento, en la amplia habitación había una gran ventana, Lily caminó hasta ella. —Wow…—musitó al asomarse en ella, abajo se veía una gran fuente de mármol de aguas cristalinas justo en el centro de un espléndido jardín adornado de las más hermosas flores. —Me alegro de ver que ya despertaste Lilliam…—la sobresaltó la voz entrando al cuarto…—. Yo soy Ville Roosens, un placer. Lily no respondió y se alejó lo más posible de él. Lo miró con recelo, pero pese al miedo que la embargaba los ojos de ese extraño le recordaban a Darien, realmente muchas de las facciones de ese hombre le recordaban a Darien, como la nariz perfilada, el color de piel tan blanco como la cal… —No te preocupes jovencita, no te haré daño, si esa fuera mi atención lo habría hecho hace mucho…—le sonrió calmadamente, sin cinismo, con sinceridad. —Este…—Dudó Lily, y se mordió el labio, el hombre tenía razón si le quisiera hacer daño lo habría hecho hace mucho…—. Me llamo Lilliam Meister. —Si, lo sé… ¿Sabes por qué estás aquí Lilliam?—le preguntó el hombre con cordialidad. —Lily…—Lo corrigió inmediatamente…—. Este, no, no lo sé. Creo que me trajeron a la fuerza, bueno… al menos inconciente. —Bueno, yo te mandé a buscar por tus dotes como vidente…—le explicó. —Una pregunta…—lo interrumpió…—. ¿Dónde estamos exactamente? Claro si se puede saber…—se apresuró a agregar., la duda la estaba carcomiendo. Primera regla de sobrevivencia, saber donde estás. —En Blackss…—contestó su pregunta. —¿Dónde?—inquirió nuevamente perdida. —En el planeta Blackss. —¿Disculpe?—preguntó Lily incrédula. —Ah, cierto que no sabes nada. Bueno, en el universo no sólo está la Tierra hay miles de planetas y galaxias, y no sólo tu planeta está poblado hay miles de seres vivos de tantas especies. Tu planeta en sí no es tan ignorante en el área, ya que ha recibido visitas de muchos alienígenas, pero ustedes en ves de ver la realidad, los han calificados a lo largo de la historia como mitos. Por ejemplo los hombres lobos de sus películas e historias de terror no son más que Lycans habitantes del planeta Lycanmus, y sus ninfas y guardianes de los bosques son habitantes del planeta Soil, y sus hadas y enanos habitantes del planeta Litterhtflower… Nosotros en realidad somos una dinastía, es decir, hemos conquistado varios planetas, estamos en Blackss nuestro planeta de origen, en la tercera galaxia más cerca de la Tierra, pero la dinastía Blackmoon tiene bajo su mando unos 10 o 15 planetas más. Yo soy el rey o emperador de esta dinastía. —¡Oh! Ok. Esto sí que es raro. Osea que técnicamente… ¿Estoy en otro mundo?—preguntó impresionada no dándole crédito a sus palabras. Nunca en su vida se imaginó preguntando un disparate semejante. —Si, exacto. Pero retornemos a lo que viniste. Ven, sígueme…—Le ordenó y salió de la habitación, Lily se apresuró a seguirlo, después de todo, la había tratado bien, no podría arriesgarse a provocar su ira, entraron a una habitación mucho más grande que en la que estaban, pero ésta no estaba vacía, en la cama reposaba una mujer. —¿Está dormida?—preguntó Lily extrañada al verla. Y de nuevo tuvo la sensación de que le recordaba a Darien, el mismo color de cabello, el mismo color de piel. —No…—negó Ville sentándose al lado de la hermosa mujer…—. Está en un estado letárgico, lleva así casi 12 años. —¿Pero, qué le pasó?—indagó curiosa, olvidándose por un momento que había sido secuestrada, podía ver el dolor en el rostro de ese hombre al ver a la mujer tendida en la cama. —No lo sé. Hemos intentado de todo para que despierte pero no lo hemos logrado. Ella es mi…—tomó aire, como para agarrar fuerzas…—. Ella es mi esposa Evelyn. —Oh…—se sorprendió Lily ante la confesión, al menos ahora comprendía el porqué de su palpante dolor…—. Es muy hermosa… —Sí. —¿Está… Ella está muerta?—inquirió temerosa. —No, sólo está dormida. —¿Está seguro? ¿Por qué no respira?—replicó remarcando lo obvio. —Eso es normal. No necesitamos respirar, lo hacemos por costumbre y porque es incómodo privarnos de nuestro sentido del olfato. —Ahh…—fingió haber comprendido pero eso sólo la hizo pensar con más convicción que el hombre que tenía frente a ella había perdido por completo la cordura. —Está dormida, no despierta. —¿Entonces para qué estoy aquí, en que lugar entro yo aquí en los planes?—no entendía aún el porqué había sido traída allí. —Sólo una vidente podría “ver” cuando despertará Evy, o saber la razón por la cual no lo hace…—le explicó. —Pero… Pero no creo que yo pueda…—se mordió el labio insegura. —¿Por qué? Te lo imploro Lily, sólo te pido eso. Luego serás libre y te recompensaré con lo que quieras…—le rogó. —No, no es que no quiera, haría cualquier cosa que estuviera a mi alcance. Es sólo que yo… Yo no entiendo como funcionan mis poderes, no los sé controlar, yo solo veo visiones cuando ellas vienen a mí, yo no pido eso, de hecho es horrible...—confesó con sinceridad. —Creo que eso lo podemos solucionar. ¡Matthew!—llamó no más alto del tono con que le hablaba a Lily, pero al instante un joven de cabellos rubios, y labios rojos se materializó en la habitación. —Mi señor…—se inclinó. —Lily, él es Matthew Roosens, mi sobrino, y también posee el don de la clarividencia…—lo presentó, el joven levantó la vista hacia ella y le dio una encantadora y cálida sonrisa. —Un placer, Lilliam Meister, pero prefiero que me llamen Lily…—le sonrió ella de vuelta. —Ella necesita que la guíes en como ver visiones voluntariamente…—le explicó Ville a Matthew. Este asintió y se acercó a ella. —Tienes un don muy fuerte, puedo sentirlo. Es fácil conseguirlo, sólo concéntrate en la persona, deja tu mente completamente en blanco, respiras profundo, y las visiones vendrán a ti. Vamos inténtalo conmigo…—la instó. —Está bien…—asintió Lily decidida, no sabía porque pero ardía en deseos de ayudar a esa mujer, era un presentimiento de que debía hacerlo. Se acercó más a Matthew. —Recuerda, concéntrate en mí…—la instruyó…—Mente en blanco. Respira profundo. Relájate… —Te amo. —Yo… Yo… —Él no te ama, la ama a ella. —¡Da igual! —Yo te amo y aunque tú no lo hagas yo sí, y estoy aquí, soy una opción no lo olvides…—se volteó el rubio para irse. —¡No! Matthew, espera…—le pidió…— Yo también te amo. —¡Lo logré! ¡Lo logré!—gritó Lily emocionada volviendo al presente. —Ves, fue fácil…—le sonrió el chico. —¿Crees que ya lo puedas intentar con Evy?—le preguntó Ville con ansia en la voz. —Creo que podré hacerlo…—se acercó a la cama. Y se sentó junto a la mujer. —Si quieres tócala, el contacto físico mejora las visiones, las hace más exactas…—Lily aceptó el consejo de Matthew, pero antes de tomar su mano, se arrepintió y volteó hacia Ville…—. ¿Puedo? —Claro, claro. Adelante…—se apresuró a conceder. Agarró la mano de Evelyn y la entrelazó con la suya. Vamos, se dijo así misma, concéntrate… mente en blanco, respira, relájate, se decía así misma siguiendo con minuciosidad los pasos. Empezaba a sentirse frustrada al ver que no pasaba nada, cuando de repente fue como si fuera halada al interior de Evelyn, como un gran agujero se la tragaba. Cayó en la realidad alterna en un duro piso, se levantó rápidamente alarmada. —Sólo debes darme sangre… sangre… necesito sangre… —¿Cuál sangre? ¿Por qué no despiertas? Tu esposo y tu familia te esperan, sufren por ti. —¡No puedo hacerlo!—chilló frustrada la voz…—. Por más que quiero no puedo. —Inténtalo una vez más, por tu esposo, hazlo por él. —Lo intento lo intento, ¡Pero no funciona! —¿Cómo hago para despertarte?—inquirió. —Necesito sangre… —¿Sangre?—pensó extrañada, y nuevamente le recordó a Darien. —Sí, necesito sangre…—la voz se volvió tenue, como un susurro a lo lejano, y la imagen de la mujer hermosa de cabellos negros se desvaneció en la niebla. —Oh por dios…—murmuró Lily respirando entrecortadamente, volviendo a la habitación donde Matthew estaba a su lado. —¿Estás bien?—le preguntó el chico. —Si, si. Tranquilo. Estoy bien…—miró directamente a los ojos a Ville y le sonrió…—. Lo he logrado, he hablado con ella.
Gracias por la invitación cariño. Sólo que como ya te he dicho, no utilices tanto los signos suspensivos x`33 como comas y/o puntos y sus derivados. Fuera de eso me gustó, y más la conexión que tuvo con ella :0 Esperaré la continuación. Adiós y buen día. At: Fer-chan.
Tal vez necesita la sangre de Darien :O por eso no logra despertar! El capítulo fue muy corto * quejándose* xD ok no jajajaja me alegra que el padre de Darien (porque estoy segura al 1000000000000% de que esa es la familia de Darien xD) sea tan cortés :D o sea que no son mala gente! :) No encontré nada malo que tenga que remarcar y ya me acostumbre a tu uso de puntos suspensivos xDDD nos leemos en el próximo... bye ;3
Cap# 8 —¡¿Cómo?! ¿Y por qué aún no despierta? —Por que no puede. Me dijo que lo ha intentado pero no puede, que necesita sangre. —Pero eso ya lo hemos intentado—contestó exasperado. —No lo sé—se encogió Lily dándole a entender que ella tampoco lo entendía—. Eso fue lo que me dijo. —Está bien, Matthew, trae a un humano. Este asintió y salió de la habitación, a los segundos volvió a entrar pero esta vez con una copa de sangre en las manos. —Perfecto—exclamó Ville ante la inteligencia de su sobrino, agarró la copa, y se la inclinó en los labios a Evelyn sus labios se tiñeron del vinotinto del líquido vertido en ellos. Pero, no ocurrió nada. Siguió igual de impasible e inconciente. Ville lazó la copa contra la pared, la cual se hizo añicos al chocar contra ésta, y el blanco de la pared se manchó con el rojo de la sangre. —Maldición—bufó con frustración. —Déjeme pensar—le pidió Lily. Empezó a darles vueltas a la situación en su mente. ¿Si la sangre es la solución por que no ha funcionado? Se preguntó, se sentó en un rincón de la habitación en el suelo, en este momento extraño a Darien más que nunca, ¡él siempre sabía que hacer!, esa era una de las razones por las cuales lo adoraba, siempre tenía la excusa o la solución perfecta. Lo extrañaba con cada célula de su ser, y mientras más rápido terminara aquí más rápido podría volver a su lado, me imagino como se debe sentir al saber que fui secuestrada…suspiró. —¡Eso es!—gritó de repente con una gran sonrisa parándose de un salto—. ¡Por eso lo adoro!—rió refiriéndose a Darien, él le había dado la respuesta correcta una vez más, mientras recordaba uno de sus encuentros... La miró directamente a los ojos y le sonrió tentadoramente —Si yo tomara sangre, directamente de un humano, te tendrías que cuidar y mucho. Porque de la primera que tomaría sería de la tuya, no porque seas mi mejor amiga… Sino, porque tu sangre tiene un olor exquisito, que a veces me tienta a romper las reglas de mi “dieta”—admitió inhalando, oliendo el cuello y el cabello de Lily que se removió nerviosa ante su cercanía. —¿En serio?—preguntó sorprendida, se agarró un mechón de cabello y lo olió—. Yo no huelo nada. —Tu no puedes, pero yo sí.—Se acercó a ella y le rozó cuello con su nariz—. Puedo oler tu dulce y exquisita sangre, el aroma de tu piel y tu cabello, que impregna todo el lugar, como llamándome—contestó revolviéndole el cabello. —¡Darien!, ¡no me despeines!—reclamó acomodándose nuevamente el cabello, dándole un golpe amistoso en el brazo. —Nada más de pensar como sería probar tu sangre, o de sólo imaginarlo y olerla… Se me hace agua la boca—murmuró pasándose la lengua por los labios, como saboreando, haciendo que Lily se sonrojara fuertemente —Ya deja la fase de vampiro hambriento y presta atención a la clase—desvió su atención y cambió el tema drásticamente. Ahí estaba la respuesta, no sabía que era lo que tenía de especial su sangre pero estaba completamente segura de que esa era la solución, lo intuía, podía sentir que estaba en la dirección correcta. —¿Tienen un cuchillo o algo así?—le preguntó a Ville y a Matthew que la veían consternados sin entender nada. Ambos negaron—. Por favor traigan uno. Matthew asintió y salió de la habitación y al instante volvió con un cuchillo en las manos. Lily lo tomó y caminó hasta la cama de Evelyn y se sentó a su lado. —¿Qué rayos haces?—le preguntó Ville. —Tranquilo, sé lo que hago con esto despertará.—Y dicho esto se abrió una herida en la palma de la mano. Pudo escuchar los quejidos de Ville y Matthew ante el olor de su sangre. Los dos salieron del cuarto, esto la convenció aun más de que hacía lo correcto. Llevó su mano a los labios de Evelyn y los llenó con la sangre destilante de su mano. En ese momento pasaron unos segundos en incertidumbre, pero casi saltó de alegría cuando vio como el pecho de Evelyn empezaba a moverse poco a poco hasta llegar a un ritmo de respiración normal… los ojos de Evelyn empezaron a abrirse lentamente. —¡Sr. Ville! ¡Sr. Ville! ¡Ha despertado!—gritó llamándolo sin poder contener la emoción ante su triunfo. —¡Evelyn!—Ville entró con una sonrisa grabada en su rostro, se arrodilló a su lado y besó su mano—. No sabes cuanto te he extrañado, mi amor. —¿Ville?—la voz de Evelyn fue apenas un susurro como si se hubiera desgastado por su falta de uso. Lily decidió salir de la habitación para darles espacio, apretó el puño para detener el flujo de sangre, se quitó la camisa de botones que llevaba y se dejó solo la franela de abajo, la rompió y con una tira se cubrió la herida. Caminó por los amplios pasillos. Eran de mármol blanco y los patios soleados y hermosos, en una de las escaleras para llegar a un salón aparentemente principal usado para las recepciones de baile en una de las paredes colgaba un cuadro gigante, en él se retrataban tres personas. Una de ellas era Ville, lo reconoció inmediato, no había cambiado absolutamente nada, a su lado sentada en un trono sonreía Evelyn, hermosa, deslumbrante, y, a sus pies un pequeño niño. —¡No puede ser!—musitó sin creerlo. Acarició el rostro del niño que sonreía coqueto—. Es idéntico… —¡Se puede saber quien eres tú y que haces tocando ese cuadro!—resopló una voz a sus espaldas. Lily se volteó y se encontró con una chica de cabello largo hasta un poco más arriba de la cintura, ondulado de un precioso color vinotinto como la sangre, extremadamente blanca y facciones hermosas, con ojos azules como zafiros. La muchacha la veía desafiante cruzada de brazos esperando una explicación. —Este, yo soy Lilliam Meister. Lo siento, es sólo que, me recuerda mucho a alguien, en realidad, es idéntico. —Lo dudo—resopló la chica petulante—. Blake… —¡Oh aquí estás Lily!—llegó Matthew interrumpiendo a la chica—. Hola Serena. Lily, debemos vendarte esa mano, la hemorragia sigue. —Está bien—asintió Lily aliviada de no tener que seguir hablando con la chica—. Adiós—se dirigió a la chica pero ésta la vio altiva y se fue sin contestarle. ¡Que odiosa!, pensó, pero al menos le había aclarado algo, ese niño no podía ser Darien, se llamaba Blake. Caminó con Matthew hablando y riendo hasta llegar a una habitación un poco más pequeña con miles de estantes. Matthew abrió uno de ellos y sacó un paquete de gasas, agua oxigenada y una aguja con hilo médico. —¡No me digas que me vas a coser!—replicó Lily aterrada. —Sí, ¿por qué? No me digas que te andas clavando cuchillos por ahí, pero te da miedo una aguja—se burló Matthew al ver como Lily veía la aguja con terror. —No, no te preocupes, estoy bien—intentó halar su mano, pero él la sostuvo firme. —No. Lily no seas cobarde—la haló, Lily empezó a respirar entrecortadamente y decidió hablar para tratar de distraerse mientras Matthew preparaba la aguja. —¿Sabes? Con esa chica que acabamos de ver, es con la que te vi en la visión. —¿Ah sí?, ¿en serio?, ¿con Serena? ¿Y que pasaba en la visión?—le siguió la platica. —Pues, te le declarabas, le decías que la amabas, y que no importaba que ella no te amara, que querías que ella supiera que eras una opción… —Pues…—le sonrió mordiéndose el labio—. No lo creo Lily, Serena ya está comprometida primero, segundo de verdad yo no congenio mucho con ella. Ya ves como es de orgullosa. —Si, me dí cuenta—se rió Lily al recordarla—. Pero, en la visión eso hacías, y ella te decía que no, que ella amaba a otra persona, y tú le decía que él no la amaba a ella. Y entonces cuando te ibas ella te detuvo y te dijo que ella también te amaba, y ahí terminó la visión. Matthew se rió a carcajadas. —Eso imposible. —Orgullosa y todo… Pero es muy hermosa, ¿a que sí?—puntualizó Lily con una sonrisa pícara. —Sí, lo es. Es muy, hermosa—suspiró Matthew. —Ves, te gusta—afirmó la rubia con una sonrisa. —No, yo no… —Tranquilo, guardaré tu secreto—le guiñó el ojo con picardía antes de que él pudiera negarlo—. Lo prometo. —Listo. Ves que no te dolió nada. —Sí, supongo que soy una cobarde. —Gracias, gracias Lily. Jamás, jamás sabré como agradecértelo. —No se preocupe señor Ville, fue un placer ayudarlo—le sonrió. —Bueno—apareció la mujer de cabellos negros detrás de su esposo—. Al fin conozco a mi salvadora, muchas gracias pequeña. Yo soy Evelyn Roosens. —Un placer su alteza. Soy Lilliam Meister, pero prefiero que me llamen Lily. —El placer es mío querida.—En la cama sentada estaba la pelirroja sentada viendo hacia la ventana impasible. —Bueno, ¿ahora puedo volver a casa? Mi mejor amigo debe estar como loco buscándome, y mis padres también. —Este, claro que puedes volver. Pero, ¿te importaría si no es mucho abuso, primero hacernos otro favor?—Inquirió Ville—. Obviamente te recompensaremos. —No para nada, diga usted. —¿Ville no te dijo por qué yo estaba inconciente? —No señora Evelyn, sólo me dijo que tenía casi 12 años así, usted sabe, inconciente… —Si pero, hace ya casi 12 años una raza llamada los Tronks, unos seres espeluznantes enemigos desde hace milenios de nuestra raza, eran criaturas que se alimentaban de las almas de los demás. Nos atacaron, nos tomaron desprevenidos y se libró una guerra. Durante ese momento nos tendieron una trampa a la familia real. Como viste yo quedé inconciente por todo este tiempo. Ganamos la guerra claro y los exterminamos pero, en la batalla desapareció nuestro hijo—sus ojos se cristalizaron por lágrimas contenidas—. Nuestro hijo de 6 años desapareció, Blake. —Supongo que quiere que vea donde está,¿no?—aventuró Lily. —Te lo rogamos. —No hace falta. Será un placer ayudarlos—se apresuró a sonreírles tímidamente. —Voy por una foto de Blake—se ofreció Serena, y Lily se extrañó ante este gesto de parte de ella, Evelyn asintió y la pelirroja abandonó la habitación. —Una pregunta, ¿qué son ustedes exactamente?—preguntó Lily curiosa. —Somos lo que ustedes llaman—pero no terminó la frase porque Serena ya había vuelto con varias fotos en las manos, se las entregó a Lily sin decir nada, la rubia se quedó de piedra. El mismo niño aparecía en las fotos. Era idéntico, pero es imposible, no podría ser él—. Vampiros—terminó la frase. —¿Qué?—inquirió Lily sin darle crédito a sus oídos. Apretó con fuerza las fotos de sus manos. —Vampiros... Los que chupan sangre y todo eso. Claro su versión no es muy rigurosa que digamos pero algo así. —¿Seis años tenía el niño?, ¿y esto ocurrió hace casi 12 años? —Sí, sí. ¿Qué ocurre?—preguntó Evelyn al ver que Lily empezaba a palidecer. —No, no puede ser—farfulló. No puede ser, se repetía en su interior, y veía una y otra vez las fotos—. ¿Qué día exactamente desapareció?, ¿lo recuerdan? —Sí, fue el 02 de Julio de 1993, creo que esa es la fecha correcta para tu planeta. —No, no, no…no—se sabía de memoria la historia, Darien se la había contado mil veces, su cumpleaños era el 02 de Julio, no porque ese día hubiera nacido, sino porque ese fue el día que lo encontraron, cayó del cielo como en una especie de nave espacial. Él no recordaba nada de lo que le había pasado ni de cómo había llegado ahí, sólo a veces tenía unos sueños muy extraños donde el jugaba en un gran palacio de mármol blanco. —No tenemos ni idea de donde está, si quieres podemos traer más videntes que te ayuden. —No creo que eso sea necesario—les sonrió con tristeza, por eso el gran parecido, ahora lo comprendía todo, esa era la sensación de familiaridad. —¿De qué hablas niña?—le gruñó Serena impaciente—. Tú solo limítate a encontrarlo. —¡Serena!—la reprendió Evelyn—. A ver Lily, ¿no quieres buscarlo o no puedes? —No va ser necesario buscarlo, porque—tomó aire—, él es mi mejor amigo. —¡¿Cómo?!—increparon todos sin dar crédito a sus oídos. —Sí, es Darien mi mejor amigo. Sus padres lo encontraron en el bosque un 02 de julio de 1993, cayó del cielo en una especie de nave espacial u algo así. —Un momento, sus padres somos nosotros, y se llama Blake, lo siento, pero no puedo creerlo, sería mucha coincidencia—replicó Ville. —Jonathan y Elizabeth lo recogieron en el bosque, lo adoptaron como hijo propio, el niño no recordaba nada de nada, así que le pusieron Darien. Lo criaron como su hijo, lo conozco desde que tiene 6, unas semanas después de que lo acogieron, por eso ustedes me lo recordaban, es su parecido, los ojos azules zafiro, la tez blanca como la nieve, el cabello negro como el de Evelyn, la nariz de Ville, bebe sangre, no come otra cosa, es rápido y fuerte. Puede pasar sin dormir semanas, es inteligente y tiene una mente fotográfica, su olfato es excepcional… —¡No puede ser!—sollozó Evelyn. —Se los voy a probar, ¿dónde está mi mochila? Con la que vine, bueno con la que me secuestraron—pidió. Al momento Matthew volvió con la mochila morada de Lily en las manos por órdenes de Ville. Lily, empezó a sacar los cuadernos y los libros hasta que al fin dio con su monedero en el fondo, y con uno de sus cuadernos. Agarró el monedero y sacó varias fotos pequeñas. —Ven—les mostró las fotografías de Darien, una de cuando tenía 7, otra de cuando ya tenía 12 y una reciente de cuando cumplió 18. Lily sonrió al recordar lo mucho que había protestado Darien cuando le quitó esas fotos y a cambio le quitó varias de ella. Luego agarró el cuaderno, y lo abrió en la primera página había una fotografía donde salían Darien y ella abrazados sonriendo como siempre. —¡Es Blake! ¡Por dios!, ¡mi hijo!—masculló Evelyn—. De verdad te debemos la vida Lily, ¡debes llevarnos con él! —Por supuesto. Debe estar en casa buscándome como loco—sonrió con tristeza. —Partiremos hoy mismo. Matthew encárgate de los preparativos del viaje—le ordenó Ville, Matthew asintió y salió de la habitación. —Debes cambiarte querida, van a pensar que te hemos estado torturando aquí—le sonrió Evelyn—. Serena, regálale uno de tus atuendos… Y llévala a tu habitación a que se duche por favor. Serena asintió. —Sígueme—le indicó a Lily, ésta la siguió sin decir nada, caminaron hasta el otro lado del castillo, y entraron a una bella y amplia habitación. Serena caminó directo aun armario gigante y sacó un vestido de él y lo tiró en la cama—. Ese te servirá, y allí está el baño—le señaló la puerta. —Muchas gracias. —Te voy a decir algo “Lily”—siseó amenazante—. Blake es mi prometido, ¿ok? Nuestro matrimonio ha sido planeado desde nuestros nacimientos. Y tú, no más que una humana cualquiera nos va a venir a arruinar los planes. Así que no interfieras. —Primero, no soy una humana cualquiera. Soy su mejor amiga. Y tranquila, Darien y yo no tenemos ni hemos tenido nada nunca. Tienes el camino libre. —¡Blake! ¡Su nombre es Blake!—chilló. —Llámalo como quieras, pero él siempre será Darien para mí—repuso Lily con decisión antes de entrar al baño. Se metió en la tina y las lágrimas se desbordaban de sus ojos, daba la impresión de que quería ahogarse en las burbujas. Se terminó de bañar y se colocó el bonito vestido blanco de seda que Serena había dejado en la cama para ella. Se peinó y salió del cuarto. Caminó por los pasillos de vuelta al la habitación donde estaban Ville y Evelyn, las lágrimas seguían cayendo de sus ojos mientras ella las enjugaba con sus manos, respiró profundo y trató de serenarse a medida que se acercaba al cuarto. Pero no era fácil, uno no se calma de un momento a otro cuando estás a punto de perder a tu mejor amigo, el que siempre ha estado par a ti, a tu lado desde tu infancia, con quien reíste, lloraste… Y que de un momento a otro sólo lo vas a perder. Botó todo el aire de golpe antes de tocar en la puerta. —Adelante—se escuchó la voz de Ville adentro. Entró vacilante y Evelyn le sonrió calidamente. —Estás hermosa. Ves, ya tienes mejor aspecto. —Gracias, usted también lo está—le halagó, Evelyn se había cambiado el vestido por otro un poco menos elegante y mas sencillo pero muy hermoso igual. —Ya todo está listo tío, podemos partir ahora mismo. Estaremos llegando a la Tierra al atardecer. —Supongo que tu familia debe estar preocupada por ti, ¿no?—le preguntó Ville, Lily sólo asintió—. Nosotros hablaremos con ellos y les explicaremos porque desapareciste estos dos días.
Con lo odiosa que está Serena dudo mucho que Darien/Blake le de el sí en el altar. Es una fortuna que no le hayan hecho nada a Lily! :D me preocupaba que le hicieran algo e.e no sé si es porque estoy medio adormitada pero no encontré ninguna falta ortográfica que remarcarte jeje si más que decir me despido y espero el desenlace de la historia... besitos y que la inspiración te permita ofrecernos pronto una continuación n.n
Cap# 9 (Con Darien) Estaba sentado en la orilla de un gigante acantilado, tenía una de sus fotografías en una de sus manos y en la otra el medallón. Veía el cielo con tristeza a punto de llorar. Se había planteado muchas veces suicidarse en estos dos días sin noticias de Lily, pero cada vez que estaba a punto de hacerlo, cuando estaba en la orilla de un acantilado, u algo así se detenía… escuchaba su dulce voz enojada… “Me lo prometiste…” le espetaba. Y era verdad, recordaba que le había prometido no hacer ninguna estupidez, además, sabía de sobra que hiciera lo que hiciera no se iba a morir, así que sería solo una perdida de tiempo y una preocupación más para sus padres. Se levantó y caminó a través del bosque, pero el lugar de ir a su casa llegó a la de Lily, abrió la puerta y subió a su habitación, se acostó en la cama, metido en sus cavilaciones, recordando cada una de sus sonrisa, de sus muecas, cuando se enojaba, o las lágrimas cuando estaba triste…No puedo vivir sin ella, simplemente no puedo, mascullaba en su interior. —Ella es mi todo, mi complemento, todo mi mundo gira entorno a ella, si ella no está, ¿para qué vivir?—le había dicho a sus padres en la mañana, y tenía razón, aun pensaba así. Lily era su amiga, su confidente, se había enamorado de ella sin darse cuenta, hasta llegar a un punto que no podía alejarse de ella. La amaba en silencio durante tanto tiempo, temiendo decir algo y arruinar su amistad, o ganarse su rechazo, ahora se lamentaba amargamente nunca haberle dicho lo que sentía por ella. Un presentimiento cruzó su pecho, se levantó y observó la ventana, el atardecer llegaba, el crepúsculo del día se acercaba. —Estaré en el bosque—le dijo a Liliana antes de salir. Caminó por el bosque hasta que llegar al prado, el lugar de ella y él, se sentó en la grama como hace sólo tres días lo había hecho con ella. Como siempre lo hacían cada vez que necesitaban hablar o pensar… O simplemente un lugar donde jugar y estar solos. Su lugar especial, realmente no era un prado, era una ladera, la ladera donde sus padres lo habían encontrado hace 14 años. —Te extraño tanto Lily, te extraño con toda mi alma—susurró. En eso un ruido extraño lo puso en alerta, el ruido venía del cielo pero no veía nada, pero podía sentirlo, escucharlo, se acercaba, algo invisible aterrizó en el fondo del cráter. Darien no le dio crédito a sus ojos cuando de la nada apareció una puerta abriéndose y de ella, bajó una rubia con un vestido blanco que lo vio y le sonrió. Y antes de que Lily pudiera parpadear ya él la tenía en sus brazos en un abrazo. —¡Lily! —Sabía que estarías aquí—sonrió la rubia entre lágrimas correspondiendo a su abrazo. —Te extrañado Lily, te he extrañado un montón, te juro que me quería morir sin ti, estos días han sido una pesadilla para mí, los peores días de mi vida. —Tranquilo, estoy bien. Y aquí estoy—Lily se aferró aun más a su pecho. Darien tan concentrado en Lily y en su alegría desbordante ni siquiera había notado que otras personas los observaban. —Olvidaste esto.—Abrió la mano donde tenía el medallón, le sonrió y se lo puso. Lily trató de enjugar las lágrimas. —Pensé que lo había perdido. Venía ya dispuesta a pedirte disculpa y a rogarte que me regalaras otro la próxima navidad—admitió con una gran sonrisa entre lágrimas—. “Siempre estaré ahí para ti… Por toda la eternidad…” —Siempre, siempre—le dio un beso en la frente. Serena tosió interrumpiéndolos, haciendo que Lily recordara todo devolviéndola a la realidad. Darien cerró sus brazos entorno a ella protectoramente. —Cálmate Darien—le sonrió para tranquilizarlo—, ellos son mis… secuestradores—rió—. Verás, ellos son Ville Roosens, Evelyn Roosens su esposa, Matthew Roosens su sobrino, y Serena Dark, prima de Evelyn. —¿Ellos fueron los que te secuestraron?—siseó son resentimiento. —Sí, la verdad sí. Pero todo tiene una explicación. Darien te presento a tus padres biológicos. Ville y Evelyn, tu primo, Matthew. Y a tu…—se calló, le dolía tan sólo decir la palabra. —Tu prometida—culminó Serena por ella. —¿De que hablas Lily?—le preguntó Darien extrañado ignorando por completo a Serena. —Vamos a casa, allá te lo explicaremos es una muy larga historia—suspiró—. Llama a Jon y a Lizzy, obviamente ellos también deben estar presentes. —Pero… —Confía en mí Darien, ¿si?—le pidió. —Por supuesto mi niña—le sonrió tiernamente. Agarró el tlf y llamó a sus padres, luego de hablar con ellos colgó y vio a Lily y le sonrió—. Listo. —Sígannos—les pidió a los demás mientras Darien la agarraba en brazos y la llevaba cargada hasta la casa, iban hablando de todo lo que habían hecho y de lo mucho que se habían extrañado. Darien le contó lo que pasó con Katie y que ésta ahora casi no le hablaba, aun se sentía ofendida. Lily se rió con fuerzas. —¿En serio? Genial, así ya no nos fastidiará más con su… “Dari”—la imitó con voz chillona y Darien se rió. —Pero es que me exasperaba lo juro. Yo todo estresado y ella detrás de mi, “olvídalo, ella tiene problemas, sólo quiere llamar la atención”—la imitó—. Te lo juro que estuve a punto de arrancarle la cabeza en algunas ocasiones. —Menos mal que no lo hiciste—se rió la rubia—. Imagínate como le explican mis padres a mis tíos. Me imagino a papá diciéndole a mi tío: Lo lamento Edgar pero Darien le arrancó la cabeza tu hija. Llegaron al patio de la casa de Lily, ya la camioneta de los padres de Darien estaba estacionada en el patio. —Pasen—le sonrió Lily a Evelyn, Ville, Serena y Matthew, que caminaban tras ellos en silencio. —¡Lily! ¡Lily!—gritaron todos al verla, Darien la bajó de sus brazos para que los demás pudieran abrazarla. Luego de algunas lágrimas y los abrazos todos se sentaron en la sala. —Bueno—empezó Ville—, lamentamos habernos llevado a su hija así, pero de verdad la necesitábamos, insisto en que toda la responsabilidad es nuestra, como ella se ríe, la secuestramos u algo así. —Y lo dice así nomás. Tenemos dos días in noticias de nuestra hija, ¿cómo creen que nos sentíamos?—le reclamó Liliana duramente. —Supongo que como yo me sentía al no saber nada de mi hijo durante casi 12 años—le sonrió Ville. Liliana se sonrojó al darse cuenta de su imprudencia. —Yo… Yo lo siento, no sabía. —No se preocupe, su hija es un verdadero ángel, gracias a ella, pude volver a la vida y gracias a ella encontramos a nuestro hijo—ésta vez habló fue Evelyn—. De verdad lo sentimos, si hay algo que podamos hacer para enmendar las cosas. —No, no hace falta, con solo tenerla aquí de vuelta sana y salva nos basta y sobra—le sonrió Liliana. —Bueno, Mamá, Katie, Papá, necesitamos hablar con Jon y Lizzie a solas—les pidió Lily a sus padres y a su prima, estos asintieron y se levantaron para irse escaleras arriba dejándolos solos. —Este, bueno, esto es incómodo y muy raro—repuso Lily—. Jon, Lizzie, ¿Recuerdan el día y la fecha en que encontraron a Darien? —Por supuesto, el 02 de Julio de 1993 en el cráter, fue como si hubiera caído del cielo en lo más estrecho de la palabra—contestó Jon, Darien se rió. —Bueno, ¿saben que hay vida en otros planetas? Uno de ellos se llama Blackss, que es de donde viene ellos—señaló a Ville y a Evelyn—. Hace tiempo estuvieron en un guerra, y un 02 de Julio de 1993, desapareció su hijo Blake de 06 años. —¡Oh por dios!—Lizzie se tapó la boca sorprendida, entendiendo el camino que le mostraba Lily, Jon la abrazó para infundirle ánimo. —Ellos son lo que aquí en la Tierra conocemos como vampiros, beben sólo sangre y todo el rollo, Creo que ustedes conocen de sobra del tema con… —Darien—terminó Jon la frase en un susurro. —Exacto. —¿Me están diciendo que estos dos señores aquí sentados son mis padres biológicos?—preguntó Darien incrédulo—. ¿Qué son como yo, y beben sangre y todo? —Sí Darien, y aquí están las pruebas—suspiró Lily y sacó de su mochila las fotos que le habían mostrado a ella en el palacio—. Y llevan buscándote 12 años. Les entregó las fotos a Lizzie y a Jonathan, Darien se observaba a sí mismo jugando entre las rosas de un bello jardín. —Soy yo—susurró aún sin poder creerlo. —Si, definitivamente eres tú—repuso Lily. —Pero… Pero… —Mi dios—farfulló Jon, Lizzie rompió a llorar desconsolada de pronto, Jon la abrazó acunándola en su pecho y Darien le secó las lágrimas que corrían por sus mejillas. —No… Yo… Mi…—balbuceaba cosas ininteligibles entre lágrimas y el llanto desenfrenado. —Ya mamá, cálmate—Darien le acarició la cara. —Pero es mi hijo—lloró Lizzie—. ¿Me lo van a quitar? —Disculpe Señora, pero, también es mi hijo. Me he visto privada de él por 12 largos años, sin saber de su paradero, sin saber siquiera si estaba bien. —Debió ser horrible—convino Lizzie tratando de enjugar sus lágrimas—. Recuerdo que el día en que lo encontramos y lo trajimos a casa desapareció toda la tarde, quería morirme. Y eso que solo fue una tarde. Darien permanecía en silencio en una especie de shock emocional, no sabía que hacer ni como actuar, su mente era un total enredo. Lily lo abrazó para demostrarle su apoyo. —Lizzie, Jon. Creo que deberíamos dejar a Darien hablar con ellos a solas—sugirió Lily, Jon asintió. —No, no te vallas—le rogó Darien agarrándola por el brazo mientras Serena le lanzaba una mirada moribunda. —Tranquilo, estarás bien—le sonrió la rubia—. Esto es algo que tienes que hacer sólo, no iré a ninguna parte. Y salió de la sala con Jon y Lizzie. —Este…—tartamudeó este cuando se quedaron solos. —Hola Blake—lo saludó Evelyn, no pudo reprimir el impulso y se lanzó hacia él abrazándolo—. Yo...Yo lo siento, pero te he extrañado tanto—Ville hizo lo mismo. —¿Blake? Lo lamento, yo me llamo Darien. —Bueno, realmente no, tu nombre es Blake, pero Lily nos explicó que tus padres adoptivos te pusieron otro nombre ya que no recordabas nada. —Mm. Sí, cierto. ¿Blake?, ¿en serio?—preguntó anonado. —Sí—asintió Ville—. Blake Rooosens Reycos. Príncipe de la dinastía Blackmoon, único heredero al trono. —¿Príncipe?—preguntó sorprendido. —Si, príncipe. —Este, bueno, lo siento, pero es que jamás me lo imaginé. Bueno, realmente jamás me puse a soñar ni a preguntarme cuales eran mis padres biológicos. Con mi familia me bastaba—admitió éste apenado. —¿Vendrás con nosotros?—inquirió su madre tomándole las manos. —Este… —Por favor hijo. Hemos pasado 12 años buscándote. —Está bien. Iré con ustedes pero primero me tienen que contar bien la historia de cómo llegué aquí—Ville asintió y empezaron a contarle con lujos y detalles la historia. —¿Podré venir a visitar a mis padres?—preguntó cohibidamente. —Claro Blake, muy seguido si quieres—le aseguró Ville. —¿Y Lily puede ir conmigo en vacaciones?—inquirió con suma tristeza de sólo pensar separarse nuevamente de ella. —Si eso es lo que quieres, puedes hacerlo. Ahí fue donde Serena no pudo aguantar más en silencio y le sonrió. —Yo soy Serena Dark, Blake, soy tu prometida, nuestra boda fue concertada desde nuestro nacimiento. —¡¿Qué?! ¿Comprometido contigo?—se alejó de un salto de ella como si fuera hiedra venenosa. —Sí. —No, no lo haré—se negó rotundamente. —Eso lo hablaremos después en casa—repuso Ville interviniendo. —¿Nos vamos hoy? —Sí. —Pero es que—replicó, para luego callarse. —¿Qué pasa?—le preguntó dulcemente Evelyn. —Es que he pasado tanto tiempo sin Lily que de solo pensar en dejarla… —¿Tanto tiempo?, ¿dos días? ¡Cualquiera piensa que pasó un milenio!—resopló Serena cruzándose de brazos. —Para mí así fue—se defendió. —Pero entonces preguntémosle a ella—sugirió Ville. —Ya sé lo que dirá. Querrá que vaya con ustedes. —¿Cómo lo sabes?—inquirió Matthew sin creerle. —Créanme la conozco—sonrió con suficiencia—. Pero si quieres podemos hacer la prueba. A ver, dirá: Por supuesto que no Darien, tienes que ir con ellos, son tus padres. Al fin los has encontrados, en cambio conmigo has estado siempre. No será la última vez que nos veamos. Te extrañaré. Y verán que llora y me abraza. —¿Quieres hacer una apuesta?—le preguntó Matthew. —Vale. Apuesto a que lo dirá—Aaeptó seguro. —Yo apuesto a que no. Quizás algo así pero no exactamente. —¡Lily!—la llamó, al instante Lily bajaba las escaleras. —¿Qué pasa? —Tengo que decirte algo. Ellos quieren que me vaya con ellos, pero, no quiero irme, he pasado muy poco tiempo contigo. Me parecieron milenios estos dos días sin ti—le sonrió—. ¿Me quedo? —¡Por supuesto que no Darien!—replicó la rubia inmediatamente—. Tienes que ir con ellos, son tus padres. Al fin los has encontrados y ellos te han encontrado a ti. No será la última vez que nos veamos ya verás, ¿O acaso me diste este medallón de adorno? —¡Por supuesto que no!—exclamó ofendido—. Te lo dije con todo lo que sentía. —Lo sé—le sonrió y sus ojos se cristalizaron—. Te extrañaré, pero debes ir—lo abrazó mientras unas lágrimas escapaban de sus ojos. Darien la abrazó con cariño. —Yo también te extrañaré. No sabes cuanto. —Bueno—se limpió las lagrimas con la mano—. Ve hablar con Lizzie y con Jon. Ya verás que entienden tu decisión. Darien asintió. Lily se quedó con los demás mientras Darien iba a hablar con sus padres. (Con Darien…) —Mamá, papá… yo… —Lo sabemos hijo. Y es lo correcto, nosotros te hemos tenido estos 12 años. Ha sido mucho más de lo que hemos podido pedir, eres nuestro hijo “perfecto”—rió anticipándose—. Te extrañaremos. Y siempre te querremos. —Yo también, nadie, nadie los reemplazará, vendré a visitarlos pronto—los abrazó—. Ustedes son mis padres y eso jamás va a cambiar.
Gracias por la invitación, Genésis-chan. Comencemos con lo técnico. Encontré unos errores, no te remarcaré todos sólo algunos, ¿de acuerdo? 1° Contenido oculto [...] beben sólo sangre y todo el rollo, Creo que ustedes conocen de sobra del tema con […] Minúscula. 2° Contenido oculto —Menos mal que no lo hiciste—se rió la rubia—. Imagínate como le explican mis padres a mis tíos. Me imagino a papá diciéndole a mi tío: "Lo lamento Edgar pero Darien le arrancó la cabeza tu hija." Te faltaron comas inglesas. 3° Contenido oculto —Vale. Apuesto a que lo dirá—Aaeptó seguro. "Aceptó" 4° Contenido oculto No será la última vez que nos veamos ya verás, ¿O acaso me diste este medallón de adorno? Minúscula~ Entre otros. Fuera de eso me gustó~ muy buena e intrigante continuación. Esperaré el próximo. Cuídate <3 AT: Fer-chan.
Cap# 10 —Adiós—se despidió de todos en la puerta de entrada de la casa, Lily intentaba reprimir con esfuerzo las lágrimas que luchaban por salir. Darien después de darles un abrazo a todos caminó hasta estar frente a la rubia y la estrechó en sus brazos con fuerza—. Te extrañaré un montón, cada día, cada segundo. —Yo también lo haré, te va a encantar tu nueva casa, es un lugar hermoso. Darien recuerda ser amable y, no ser maleducado cuando te molestes, no hagas estupideces ni ignores a las chicas, no dejes tu ropa regada, no estés agarrando pobres pajaritos, agarra otra cosa para saciar tu sed. No dejes de comer y, duerme bien, nada de semanas en vela, ni nada por el estilo. No seas chocante con tus compañeros, ni con tus profesores. No te pelees con nadie. Y pórtate bien, además, recuerda la promesa que me hiciste. —“No hagas ninguna estupidez mientras no esté contigo…”. Sí, la recuerdo, créeme cuando te digo que gracias a ella estoy vivo. —Tú sólo mantenla y cúmplela. Ahora sí, adiós. Te quiero... mucho, mucho, ¿está bien? —Yo te quiero más. Siempre te querré. —Igual que yo a ti. —Recuerda. “Siempre estaré allí para ti, por toda la eternidad…” — “Y mucho más…”—lo terminó Lily, lo abrazó aun más fuerte como si quisiera fundirse con él y no dejarlo jamás, pero tenía que dejarlo ir. Una lágrima de sangre corrió por las mejillas de Darien. —Adiós—le dio un beso en la mejilla y ella le limpió la lágrima con su mano y le sonrió. —Adiós. Darien se internó en el bosque tras su nueva familia, mientras se adentraba la pequeña casa se perdía de su vista. Darien estaba asomado en una de las ventanas de la nave mientras veía a la Tierra volverse una estrella a medida que se alejaban, suspiró y pensó en Lily, y en lo sorpresivo que resultaba todo esto, sólo hace una hora no creía en los alienígenas, sólo tenía que preocuparse por su amiga desaparecida, y ahora no sólo sabía que tenía padres sino que también estaba prometido a una bella chica, no se le quita el mérito, pero una completa desconocida al final. Y, como si pudiera leerle la mente, Serena, se paró a su lado y le sonrió. —¿No te alegra encontrar a tus padres?—interpretando su melancolía. —No, no es eso. Sólo que es algo… sorpresivo. —Sí—rió—. Te entiendo, pero, ya verás como todo va a estar bien. Y agarró su mano entre la de ella, Darien retiró delicadamente su mano sin ser grosero. —Agradezco el gesto pero… —¿Pero qué?, ¿te disgusta? —No, no, pero, para mí eres una desconocida. —Sólo quería apoyarte—repuso resentida, cruzándose de brazos con orgullo. —Lo sé, y lo agradezco, pero en serio, no te tienes que tomar tantas molestias por mí. —¡Primo!—interrumpió Matthew con una sonrisa, Serena lo fulminó con la mirada, lo cual él ignoro olímpicamente—. Si que conoces bien a Lily, lo admito, ganaste la apuesta, lo dijo exactamente igual, incluso lo de abrazarte y llorar. —Te lo dije—dijo triunfante—, nadie la conoce mejor que yo. —Y, al parecer ella también te conoce a ti. Ella dijo que la estarías buscando como loco y así fue, ella dijo que estaría en el cráter, y allí estabas. —Sí, Lily es como mi otra mitad—sonrió—, siempre ha estado a mi lado, desde que somos niños. Nadie me conoce mejor que ella. Y, es una manipuladora—rió rascándose la cabeza admitiendo su debilidad por la chica—, siempre termino haciendo lo que ella quiera, sea lo que sea. —Creo que eso quedó más que claro primo—se burló con una sonrisa sabiendo que Darien no exageraba. —No me avergüenza aceptarlo—le sonrió de vuelta. Serena tosió, interrumpiendo la complicidad y las sonrisas de ambos chicos. —¿Podemos pasar ya ese tema? Creo que hemos hablado bastante de Lily por ahora. Matthew suspiró. —Como quieras—dijo displicente, sabiendo que todo se trataba de celos. —Yo… ¿hay un lugar donde dormir aquí?—preguntó Darien apenado—. La verdad es que muero de sueño, tengo estos dos días sin dormir. —Claro, ven te llevo—se ofreció Serena cordial, Matthew arqueó la ceja con incredulidad, ¿Serena Dark ofreciéndose para ayudar a alguien? Eso sí que es nuevo, pensó el chico al verlos alejarse. Nunca imaginó que viviría lo suficiente para ver eso. —Creo que esta estará bien por ahora—le abrió una de las puertas a Darien y entró indicándole que la imitara. —Perfecto—dijo Darien satisfecho, caminó directo a la cama y se acostó boca abajo. —Nos vemos luego—le sonrió Serena. —Vale—se limitó a responder. A las horas alguien tocaba la puerta con irritable insistencia, Darien bostezó sentándose en la orilla de la cama adormitado. —Pase—su voz fue un tenue susurro opacado por un bostezo. —Ya estamos por llegar, y tienes que ver esto—le sonrió Serena muy animada. —Está bien—asintió Darien, levantándose y yéndose tras ella por los pasillos de la nave hasta llegar a la sala de control, donde estaban sus padres y su primo esperando por ellos. —Lamentamos haberte despertado, pero es algo realmente hermoso, vale la pena verlo—le sonrió Evelyn con cariño al verlo. Darien por instrucción de su padre se asomó por el amplio cristal. La vista realmente era impactante, este planeta no era como la tierra de un verde y azul vista desde el espacio. No, era mucho más que diferente, era como si miles de puntitos de colores se unieran formando un perfecto collage y sobre ellos un pequeño sol eclipsado por una luna, todo tan hermoso, tan abstracto. A medida que se acercaban a la superficie de aterrizaje se empezaron a vislumbrar las ciudades y pueblos, todas en un orden casi aterrador, todo perfecto e inmaculado. Las casas como salidas de esas pinturas de arte gótico clásico. —Wow—dijo sin palabras—. Es… impresionante. —Y ese es tu hogar—señalaron un palacio con un diseño parecido a la Catedral de Notre Dame en Francia, sólo que era enteramente de mármol blanco y los grandes ventanales se extendían de una columna a otra. —Es perfecto—fue lo único que consiguió decir extasiado. —Esta es tu habitación—Evelyn y Ville, habían conducido a Darien por los amplios y luminosos pasillos hasta llegara una habitación ubicada en el mismo pasillo que la de ellos. Al abrir la puerta Darien observó todo algo asombrado, en las paredes había fotos de él cuando estaba más pequeño—. Era tu habitación antes de que desaparecieras. —En el armario hay ropa—le indicó Ville. —Muchas gracias.—Agradeció educadamente, aún cohibido por las figuras imponentes de sus padres. —¿Vas a seguir durmiendo? —Sí, un rato más, aún tengo sueño. —Entonces nos vemos en la cena hijo—Evelyn le dio un beso en la mejilla y Ville le sonrió antes de salir de la habitación junto con su esposa. Darien suspiró, se lanzó en la cama, y cerró los ojos. A las horas tocaban la puerta, abrió los ojos adormitado. Ya el sol se había puesto por completo, en este mundo de sólo el reflejo opacado de la luz del sol, se sentía más fuerte que nunca. Darien se sentó en la orilla de la cama. —Adelante—bostezó. —Hola—le sonrieron sus padres entrando a la habitación. —Ya veo lo que quería decir Lily al decirte que no dejaras la ropa en el piso—se rió Evelyn agarrando la franela de Darien del suelo. —Yo…Lo siento—agachó la cabeza avergonzado, sonrojándose por su descuido. Ambos se rieron al ver su reacción. —No te preocupes. Te digo un secreto—le guiñó el ojo su padre—, aquí hay miles de sirvientes que limpian todo, no tienes porque ser ordenado. —¡Genial!—se rió Darien. —¿Qué es tan gracioso?—preguntó Matthew entrando. —¡Lily tenía razón, Darien es desordenado!—se rió Evelyn con su melodiosa voz. —¿Por qué será que no me extraña que Lily lo supiera?—se les unió a la carcajada. Serena entró por la puerta. —¿No vamos a comer?—preguntó extrañada. —Si, si ya vamos Serena—se rió Ville asintiendo. Darien agarró su camisa de las manos de su madre y se la puso. Los cinco bajaron al comedor, se sentaron en la mesa, conversando mientras llegaba la comida, la puerta del comedor se abrió y traían consigo a una mujer inconciente. Los cuatro vampiros se levantaron y se dirigieron hacia la mujer. —¿No hablaran en serio, no?, ¿una mujer?—resopló Darien indignado, como si fuera una broma de mal gusto. —Claro, ¿qué piensas comer si no? —Este...Ya se me quitó el hambre—se excusó Darien y se levantó y se retiró del comedor. Salió a los jardines tratando de localizar algún animal, encontró un pájaro azul en uno de los árboles. Lo atrapó con sigilo en un movimiento fluido. —No te dijo Lily que dejaras a los pobres pájaros—le preguntó Evelyn llegando a su lado. Darien suspiró. —Si tienes razón—asintió y soltó al pájaro que alzo vuelo al cielo nocturno. —¿De verdad tienes que hacer esto?—le preguntó su madre—. ¿Cómo te has alimentado durante todo estos años? —Sí, lo siento pero no puedo. Recuerden que mis padres eran humanos, mi mejor amiga es humana. Mis compañeros de escuela eran humanos. De sólo pensarlo me da repulsión. He vivido a base de sangre donada. Y uno que otro animal en una época de necesidad. —Lo entiendo. Aquí hay muchos animales, no tengo ningún inconveniente con tu dieta—le sonrió acariciándole el rostro. Después cazar un ciervo en una pradera, ya saciado volvió al palacio, pasó directo a su habitación y se metió a bañar, tenia la camisa manchada de sangre. Los días pasaron tranquilos y en armonía, Darien cada día se acostumbraba más al lugar y aprendía sus costumbres y tradiciones, pero también cada día que pasaba extrañaba más y más a Lily. En las tardes solía sentarse en uno de los balcones de la terraza y miraba la foto de Lily abrazada a él. Y lo peor, es que cada día el monstruo en su interior rugía cada vez más fuerte, se hacía más débil al olor de la sangre. La tentación le estaba ganando la partida. En este mundo impregnado de sangre. Descubrió para su agrado que, Matthew, era un excelente primo y un muy confiable amigo. Y sus padres, eran todo lo que podía pedir, comprensivos, dulces, y lo querían sobre todas las cosas. Ville estaba organizando un baile para celebrar el despertar de Evelyn y el regreso de Darien, todo Blackss estaría ahí, y no sólo todo Blakss sino también representantes de los otros planetas de la dinastía. La noche tan esperada al fin llegó, Darien se puso su traje de gala, un traje de tres piezas completamente negro, dejó su cabello cuidadosamente despeinado y se colocó la corbata. Matthew fue a llamarlo, su primo también lucía un traje de tres piezas pero con la camisa blanca. Darien respiró profundo antes de salir al balcón que daba al gran salón. —Bueno, mis queridos hermanos, quiero hacer un brindis—Ville levantó su copa y la multitud abajo lo imitó—, porque al fin mi esposa Evelyn después de doce largos años despertó de su letargo. Y por nuestro hijo Blake, que luego de doce años lejos, al fin ha sido encontrado y ha vuelto a casa. —Por la Reina Evelyn y el Príncipe Blake—la multitud alzó las copas. —Salud—sonrió Ville antes de tomar un sorbo de la sangre, todos lo imitaron. El baile empezó y muchas chicas sacaron a Darien a bailar. El chico aún no se acostumbraba a que le hicieran reverencia y le llamaran príncipe, así que la mayoría de las veces sólo asentía avergonzado y contestaba sólo lo que le preguntaban. —¿Bailas conmigo Blake? —Claro Serena—le sonrió, con ella se sentía más a gusto ya que en el tiempo que había pasado la había llegado a apreciar, no de la forma que ella deseaba, pero sí le tenía cariño. Mientras bailaban, hablaban animadamente. —La rubia creo que quiere raptarte, mira como te ve—se rió Serena—. Impactas a las multitudes. —Ya, ya. Mucho, ¿vale? Esa tipa está loca, me preguntó si me podía besar, ¡está frita la tipa!—bufó Darien. Serena se rió hasta un punto, que se tuvo que parar hasta que dejó de reírse. —No te rías que no es gracioso—se quejó Darien. —Pues para mí si lo es, y mucho—le aseguró divertida. —Claro, como no eres tú la afectada—replicó el chico cruzándose de brazos con orgullo. —Vale, vale, lo siento—se disculpó Serena—. Sigamos bailando. Reanudaron el baile. —¿Es que acaso no te gusta ninguna?—le preguntó con sorna. —Hace mucho que no veo los rostros de las chicas—repuso Darien en un susurro, más para él que para ella. —¿Por qué?—presionó. —Tengo mis razones. —Todo es por Lily, ¿no? Siempre es por Lily. Te enamoraste de tu “amiga”—le espetó retándolo a negarlo. Darien suspiró ruidosamente. —Pues no exactamente, siempre lo he estado que es diferente. Desde que la conocí y tenía sólo seis años, cuando alzó sus ojos dulces del regazo de su padre, desde ese momento la quise—admitió. —No sé que le ves de especial—resopló Serena con una mueca de disgusto. —Lo dices porque no la conoces, Lily siempre ha sido mi mundo, toda mi vida siempre ha girado en torno a ella. No es fácil de explicar, para mí siempre ha sido más que una simple amiga. Y no puedo olvidar algo así de un día para otro. —No lo olvidas es porque ni siquiera lo intentas, ¿crees que una persona que intenta olvidar se tortura viendo las fotos, y recordando los momentos, cada segundo de su vida? —Quizás tengas razón, el punto es que no lo quiero olvidar, ¿por qué querría hacerlo? —Creo que te sobran razones. —¿Así?, ¿cómo cuales?—la retó irritado. —Blake, mírame…, estoy delante de ti, esperando por ti, ¿y aún así dices que no tienes un razón?—tomó su rostro entre sus manos para obligarlo a mirarla. —Es diferente. —Nuestros destinos están ligados desde que nacimos, nos pertenecemos mutuamente. He esperado por ti doce años Blake, doce, ¿y tú no puedes esforzarte por olvidar a una simple humana? —Lily no es una simple humana, es la mujer que amo y que siempre amado—la defendió, no le gustaba para nada el rumbo de la conversación, pero no podía seguir retrasándola. —Ah claro, ¿y yo que te he amado, no cuenta, verdad?, ¿mis sentimientos no importan, ni tus responsabilidades tampoco?—replicó con amargura. —¿Cómo puedes decir que me amas? No puedes amar a alguien que no conoces, eso es lo que me pasa contigo, en comparación con Lily para mí eres una completa desconocida. —Ni siquiera te has dado el lujo de tratar de conocerme. ¡Ni lo has intentado!—chilló frustrada. —No creo que eso sirva de mucho, no creo que cambien las cosas—negó rotundamente. —¡Si, claro que si lo haría!—porfió. —No, no lo creo—terció él. Ya se había parado, en plena pista, ambos sumamente molestos. —Blake, ¡mírame! ¿Qué ves, a una chica fea acaso, no verdad? Soy hermosa, yo soy a indicada para ti. Se acercó mucho más a él, su cabello vinotinto se mecía al son de la música, brillante e hipnotizador, sus ojos azules brillaban clavados en él. Y su cuerpo lucía perfecto en ese vestido negro ajustado que marcaba todas sus curvas y dejaba ver la cantidad adecuada de esa piel pálida y perfecta. —Eres hermosa, lo sé. ¿Por qué desperdicias tu tiempo en mí cuando podrías tener a cualquier hombre que desees? Uno que de verdad te ame. —¡Por que te quiero a ti!—repicó exasperada. ¿En cuantos idiomas tendría que decírselo para que él la entendiera?, ¡Sólo lo quería a él! —Siempre se desea lo único que no puedes tener. Te entiendo, es lo mismo que me pasa. —No, no lo entiendes. Y no es lo mismo. ¿Qué te ata a Lily o ella a ti? Nada. A ti y a mí nos une un lazo, un compromiso que fue hecho desde nuestros nacimientos. —Para mí eso no es suficiente. Eso no crea amor—le contestó tranquilamente. —Te haré cambiar de opinión—le aseguró. —¿De verdad quieres que me case contigo sólo por obligación, por responsabilidad?—inquirió duramente. —Yo te haré cambiar, haré que te enamores de mí, tenemos la eternidad por delante. —¿Y si no lo logras?, ¿vivirás atada toda tu existencia a alguien que no te ama? Creo que te mereces algo mucho mejor que eso. —Lo que me merezco o no, eso lo decido yo, y te merezco a ti Blake. —¿Quién es Blake? Para mí es sólo un nombre vacío, tú estás enamorada de Blake, pero yo no soy así, soy Darien. —No, no lo eres. ¿Cuándo lo vas a aceptar? Eres Blake Roosent, príncipe de la Dinastía Blackmoon. —Para mí eso es sólo un título vacío. —Pero es más que eso, lo sabes Blake. —Lo siento Serena—le sonrió tristemente antes de separarse de ella y alejarse entre la multitud que bailaba. La noche a partir de ahí pasó volando, Matthew trató de animarlo sin tener mucho éxito. Bailó con su madre un par de canciones y su papá le presentó a muchas de las familias presentes. Al terminar todo, Darien se refugió en su habitación. Ocultó su cabeza entre sus manos sin saber que hacer. Aparte de que el hambre empezaba a matarlo, la sangre de animal no lograba calmar la sed como lo hacía antes.
Neh, amiga ya estoy por aca, un poco tarde pero mejor tarde que nunca no? n.n bueno me he perdido de algunos capitulos, los cuales fueron muy importantes, el hecho de que los padres de Darien aparecieron, una prometida (que por cierto no es nada agrdable) y tambien que es un principe, pero lo principal es que tuvo que dejar la tierra, es una lastima u.u ahora si que se complica las cosas, ya que su hambre no se sacia, y encima ahi toman sangre de personas sin ningun problema. lo mas triste es que se tuvo que separar de Lily, ahora todo un universo los divide, y eso hace que su relacion sea imposible, y mas teniendo en cuenta que Darien (Black) esta comprometido con Serena y ella esa encaprichada con el, nose como terminaran las cosas. bueno amiga, perdon por la tardanza n.n avisame de la conti, un beso >.<
me facinó en serio gracias x invitarme. la historia esta genial, pobre Darien extraña mucho a Lily y que le esta pasando ya no se puede controlar ¿q pasara? no me dejes con la duda, habisame cuando pongas la coninuacion siiii :)