Estupidez humana [Sessho&Kago]

Sabes, tal vez es un poco vergonzoso, pero es mucho mas romántico- dije mientras bailábamos totalmente solos en el centro del salón y sin música alguna, un momento en el que parecía que solo estábamos nosotros en el mundo, un momento que se sentía como el paraíso, el momento más hermoso y ameno de mi vida

-Lo es- respondió mostrándome una sonrisa que hizo que todo mi cuerpo temblara

-yo solo quiero estar contigo, estoy cansado de esta vida, cada viernes con una nueva mujer que no vale nada, una casa totalmente sola cuando tú no estás y una vida que está siendo derrochada por el dinero… quiero cambiar, quiero hacerlo contigo- dijo Sesshomaru mientras me daba un pequeño beso en la mejilla

-yo, yo no lo sé- dije titubeante- yo ya no sé si creerte, yo te conozco bien, y tal vez esto que sientes es una simple atracción de momento, porque sabes que convivo contigo todos los días pero no tenemos nada, tal vez solo te retas a ti mismo para estar conmigo- termine con tristeza

-eso no es cierto, esto yo lo siento desde hace mucho más tiempo, solo que hasta ahora tengo las agallas para decírtelo, Kagome, yo te amo y quiero estar contigo el resto de mi vida, por favor concédeme ese deseo, y prometo concederte todos los tuyos- me contesto en tono de suplica

-Sesshomaru yo… yo no lo sé, sol- pero no pude terminar ya que un par de suaves labios me estaban quitando la respiración, primero intente resistirme, pero luego de un momento cedí ante aquel maravilloso beso que me estaba provocando una hermosa sensación en mi interior pero de un momento a otro un horrible sonido parecido a la sirena de una ambulancia empezó a aturdirme, y al mirar al frente Sesshomaru ya no estaba, no había nadie, estaba sola en un lugar totalmente desconocido para mi, donde todo era absolutamente negro y parecía de película de terror, tan solo podía escuchar ese infernal sonido, cuando de repente… desperté, maldita sea, como estaba de bueno el sueño… pero


Por dios ¿Qué paso ayer?, ya son las 10 de la mañana y el reloj no ha parado de sonar, voy tarde al trabajo, pero este dolor de cabeza y estomago me está matando, me dije a mi misma, así que tome una pastilla para el dolor y empecé a hacer un recorrido del día de ayer mientras me vestía y arreglaba.
Primero, el hombre desconocido e Inuyasha, baile un momento con sesshomaru y luego comimos algo, que no recuerdo, pero creo que me cayó mal, después Sesshomaru dijo que esa fiesta estaba muy aburrida y fuimos a una gasolinera y comimos unas hamburguesas, tal vez esa es la verdadera causa de mi dolor de estomago, después fuimos a un bar de ricachones y bebimos un poco, Sesshomaru se fue con una mujer desconocida y yo me quede festejando ¨algo¨, ya en la madrugada tome un taxi y llegue a casa, oh por Dios, mi jefe es un mal ejemplo que me está provocando sueños que no deberían existir.

 

Cuando estaba en la casa de Sesshomaru, fui corriendo a su habitación rogando que aquella chica no hubiera causado problemas, y al parecer Dios me escucho, estaba totalmente dormida, tal vez no pudo dormir en toda la noche, y no estoy hablando necesariamente de la salida en el bar.


-buenos días- dije meciéndola suavemente

-buenos días- dijo bostezando y levantándose rápidamente de la cama, se estiro, agarro su bolso y

-bueno, adiós y si quieres llámame- me dijo mientras me pasaba una tarjeta para después darme un beso en la mejilla y lanzarme una coqueta mirada

Oh por Dios, esta mujer es un peligro, pensé mientras adquiría un color que le daría envidia a un tomate, creo que Sesshomaru va a tener que mirar bien a quien escoge, porque por lo que veo esa no es una mujer ¨respetable¨.

poco después caminé hasta el taller donde encontré a Sesshomaru como siempre bajo un auto

-oh, hola Kagome te demoraste hoy- me dijo sin siquiera mirarme, también como siempre

-sí, yo lo siento me quede dormida- dije sonrojada recordando ese estúpido sueño –pero tranquilo, ya se fue, y creo que debes a empezar a ser un poco más selectivo con quien traes a casa- continúe un poco mas fuerte

Sesshomaru asomo la cabeza e hizo una cara que más o menos quería decir ¨¿de qué demonios estás hablando?¨

-primero que todo, se nota que es una cualquiera, ni siquiera intento demostrar algún tipo de disgusto por despertar sola y pues mira, esta es su tarjeta, para un día de estos yo la llame y tengamos una linda y femenina cita-dije sarcásticamente, Sesshomaru solo enarco una ceja para continuar

-pues deberías llamarla, ella sabe muy bien lo que hace- dijo con una picara mirada

-ohhh Sesshomaru, ya cállate- dije asqueada y fui a la cocina


di un pequeño paseo por la casa, que definitivamente era hermosa, hasta que llegue a la cocina y empecé a prepararme un café, pero dicha acción fue interrumpida cuando sonó el teléfono

-sí, hola- conteste casualmente porque Sesshomaru no recibe normalmente llamadas de trabajo

-hola Kagome ¿como estas?- dijo una profunda voz por el teléfono

-oh, disculpe ¿con quién hablo?- conteste curiosa porque realmente ni idea de quién era aquel hombre

-tan solo ha pasado un día y ya me olvidaste, habla Inuyasha- respondió graciosamente

-ohhh por favor discúlpame, es que prácticamente ando por las nubes, ¿quieres que te comunique con Sesshomaru?

-mmm, no… realmente quería hablar contigo y pues no sé, hoy es sábado y aun es temprano y me preguntaba ¿te gustaría cenar conmigo esta noche?- pregunto tímidamente

-claro que me encantaría, aunque primero debo hablar con Sesshomaru, pero estoy segura que si- conteste alegremente

Después de que Inuyasha fijara un punto de encuentro y la hora, fui con Sesshomaru a comentarle, y también le lleve un pequeño postre para evitar un conflicto

-ho-hola Sesshomaru, mira lo que te traje-dije mostrándole el chocolatoso postre

Este me miro interrogante, se cruzo de brazos y
-¿Qué quieres?- mejor dicho al grano

-esto yo, seré sincera, tengo una cita esta noche y me preguntaba si podría salir temprano hoy-

-claro... pero ¿con quién?- continuo curioso, yo lo dude un momento, pero al final solté la verdad

-ehh, esto… yo creo que con Inuyasha- dije en susurro, y al verlo este tenía una seria cara de disgusto

-pues yo ¨creo¨ que te lo advertí, pero si eres masoquista es tu decisión- me dijo fríamente para luego volver a su trabajo en el auto, obviamente no le gusto la idea, pero es mi decisión no la de él.

Así que me fui aun con el postre en las manos a mi hogar para arreglarme e ir directo a mi cita con Inuyasha, aunque por dentro sentía que algo estaba haciendo mal, sentía que me engañaba a mi misma y a alguien muy querido para mí, pero seguramente era la hamburguesa en mal estado que había comido en esa gasolinería.

 

¿Y si algo salía mal? O peor ¿y si salía muy bien?, ¿y si perdía mi amistad con Sesshomaru? ¿Y si me lastima? Eran las dudas que tenía mientras iba en un taxi para llegar al restaurante a mi cita con Inuyasha, ahora que lo pienso ¿Por qué acepte? ¿y si él es igual a Sesshomaru? ¿y si solo quiere llevarme a la cama? ¿Qué demonios se supone que voy a hacer? Seguí pensando hasta llegar a la entrada de un elegante y fino restaurante, le pague al taxista y me dirigí a la gran puerta.

Camine unos tres pasos cuando sentí como dos manos sobre mis ojos, inmediatamente recordé mis clases de defensa personal y le di a ese sujeto un golpe con el codo entre las costillas y Salí corriendo del lugar, la curiosidad me gano y voltee para mirar al ladrón/violador/asesino y me di cuenta de que era Inuyasha, ¡soy una estúpida!, y regrese corriendo, al pobre aun le faltaba la respiración, realmente era un poco, solo un poco gracioso, pero por ahora el susto no me dejaba pensar con claridad así que inconscientemente solté una gran carcajada e Inuyasha me siguió un cuando estaba un poco más calmado.

-sabes, creo que nunca en la vida había tenido una bienvenida tan cariñosa- dijo irónicamente mientras se sostenía el estomago con una mano

-yo-yo lo siento mucho- dije aun riéndome

-de verdad que no sabía que eras tú- continué mientras me secaba una lagrima que salía de mi ojo derecho

-¿quieres que llame a la policía para que estés segura de que yo soy una buena persona?- contesto Inuyasha graciosamente

-no, yo lo siento mucho, perdóname, realmente no fue mi intención- dije ahora si arrepentida

-ya, no mas disculpas, relájate, más bien entremos que tengo mucha hambre- termino mientras sostenía nuevamente su estomago con ambas manos

Cuando ingresamos a ese bello restaurante me sentí en el cielo, nunca, nunca pero nunca había visto un lugar más bello que este en mi vida, es que definitivamente a estos ricos no les falta nada, pobres de nosotros que no les llegamos ni a los talones pero pues a nivel económico, porque yo se que en muchos sentidos somos mejores que ellos, bueno volviendo al tema, nos sentamos en una pequeña mesa decorada con hermosa velas blancas

-y dime ¿te gusta?- pregunta Inuyasha mostrándome una hermosa sonrisa

-ohh por Dios, esto es hermoso-conteste maravillada

-que bueno que te guste, pedí este arreglo pensando en ti- continuo mientras me ofrecía una silla

Yo solo me senté y nos sumimos en un silencio un poco incomodo, después llego el mesero y nos ofreció el menú de comida, Inuyasha pidió un extraño plato francés que creo que nunca en mi vida seré capaz de pronunciar, y yo solo indiqué que quería lo mismo que él para evitarme la vergüenza de pronunciar mal algún otro platillo.

-y dime ¿hace cuanto trabajas con sesshomaru?-empezó Inuyasha mientras esperábamos la comida

-llevo trabajando con él exactamente 8 años- dije mientras apoyaba mi rostro entre mis manos, pues para parecer interesante

-vaya, eso sí que es mucho ¿y no te aburres?- pregunto enarcando una ceja

-la verdad no, es un trabajo interesante y siempre activo- dije tranquilamente

-uyy, no esperaba eso de Sesshomaru ¿Qué tan activo será?- continuo más bien hablando consigo mismo, yo inmediatamente reaccione y mi cara tomo su como siempre rojo natural

-¡pero no activo como tú crees!- me apresure a contestar

-pero si yo no he dicho nada, ¿Qué se supone que estas pensando?- continuo un poco más pausado, para luego abrir increíblemente los ojos y -¡pervertida!- casi gritó

Y otra vez más roja que un tomate maduro

-increíble Kagome, nunca imagine que tenias esa mentecilla- siguió hablando en reproche

-creo que mejor cambiamos de tema- dije sin mirarlo a la cara

-está bien ¿Qué tal el clima?- dijo claramente cambiando de tema

Yo solo le lance una mirada interrogante y este hizo su sonrisa torcida, me desmaye de la emoción, ¡solo estoy exagerando, no es cierto! Y continúo hablando
-no es cierto, no es cierto, aunque el clima si ha estado un poco extraño últimamente- continuo distraído

-¿sabes? Eres muy gracioso- le conteste con una enorme sonrisa que el también correspondió, poco después llego el mesero con nuestra comida, que al parecer era un pollo asado, ¡le ponen a un simple pollo ese nombre del infierno!, es que no, no entiendo los restaurantes franceses, en fin comimos y tuvimos una amena charla por más de 2 horas y para cuando nos dimos cuenta ya estábamos totalmente solos en el restaurante.

Entonces Inuyasha se ofreció a llevarme a mi ¨humilde¨ morada, y cuando estábamos en la puerta nos sumimos en ese maldito silencio

-hoy fue muy divertido, muchas gracias por todo-dije ligeramente sonrojada

-sí, lo fue, ¿te gustaría salir algún otro día? Pues no sé, tal vez ¿mañana?- contesto sonriendo

-por supuesto, claro- dije yo con una sincera sonrisa

-bueno, entonces adiós- dijo mientras empezaba a caminar hacia su auto, pero no podía dejar que él se fuera así como así, creo que merecía un premio a cambio del gran ¨regalo¨ que recibió en nuestro encuentro, así que

-¡Inuyasha!- grite, y antes de que él hubiera girado totalmente ya lo estaba besando suavemente, nos separamos y le di una gran sonrisa, corrí hasta mi puerta, la abrí y entre, ajuste un poco para alcanzar a verlo y en la ranura grite fuertemente -¡hasta mañana!- y cerré, tal vez un poco rápido para la primera cita.

 

¿pero qué demonios hice? No conozco bien a Inuyasha como para ir besándolo en la primera cita, ahora pensara que soy una cualquiera, y sesshomaru, él parece que odia a su hermano, y yo lo besé, en la primera cita, nooo me hubiera evitado todo esto si hubiera salido con esa otra mujerzuela, y otra vez estoy pensando idioteces, debo calmarme y dormir, tal vez la almohada me de algunas ideas, al fin y al cabo es la mejor consejera, o eso dicen.

Pero no pude, no pude dormir, soñaba y soñaba siempre la misma pesadilla, una donde era feliz con Inuyasha, pero luego aparecía sesshomaru y me miraba con decepción y reproche, para luego darme la espalda y empezar a caminar lentamente, yo soltaba a Inuyasha y corría para intentar alcanzar a Sesshomaru, pero nunca lo lograba y al mirar a Inuyasha él solo se reía a carcajadas, no sé si de mí o de la situación, pero entonces yo corría y corría y cuando estiraba la mano para tocar a sesshomaru, justo en ese momento despertaba, siempre era así, era como si un tipo de remordimiento me estuviera atravesando el corazón, y no sé porque, no sé porque me siento tan culpable la verdad que no lo sé.

En la mañana me arregle y me dirigí al trabajo con mis grandes ojeras producto de un no buen dormir, y al llegar Sesshomaru aún estaba dormido, lo noté porque no estaba en el taller, tal vez anoche salió con alguna chica, tal vez decidió acompañarla, tal vez dormir un rato mas con ella, tal vez quiera algo serio con ella, tal vez está enamorado, tal vez, tal vez… y por alguna razón sentí un enorme ardor en mi corazón, latía a una gran velocidad y mis lagrimas amenazaban con salir, no sé porque, quizás producto del insomnio pero no me gustaba para nada esta sensación.

Camine directo a la habitación de sesshomaru para ver si algo extraño pasaba, solo curiosidad, y al asomarme, ahí estaba sesshomaru durmiendo totalmente solo, parecía un ángel, la escena más hermosa y espectacular que alguien pudiera ver, nunca lo había visto dormir, así que me acerque y lo detalle un momento más, cuando de repente

-sabes que ver a las personas mientras duermen el ligeramente extraño, pervertido más bien- dijo sin abrir sus ojos, yo casi muero de un infarto

-yo, yo no sabía- empecé a titubear

-tranquila Kagome, respira, respira- empezó a decir mientras inhalaba y exhalaba. Yo estaba tan alterada que no tuve más opción que intentar respirar para al menos sobrevivir

-¿ya estás bien?- continuo sesshomaru una vez me vio más calmada

-eh, yo si- termine también calmada

-si sabes, si quieres verme dormir, puedes dormir conmigo, no veo ningún problema- dijo mientras se recostaba en la cama

-pero apuesto a que prefieres hacerlo mejor con Inuyasha- escupió en palabras

-¿de qué estás hablando?- dije molesta

-que por lo que veo, no pasaste buena noche, ¿te divertiste con Inuyasha?- dijo con doble sentido -apuesto a que soy mejor que él en la cama- termino mordazmente mientras se paraba de la cama y me miraba como casi retándome.

Hubo un pequeño silencio y después el fuerte sonido de una cachetada, por fin mis lagrimas empezaron a fluir de mi rostro y corrí, corrí como nunca lo había hecho en toda mi vida, Salí de la casa y seguí corriendo hasta llegar a un parque que nunca había visto, tenía un hermoso estanque y una banca, me senté y seguí llorando, nunca en mi vida me había sentido tan humillada, así que llore y llore para intentar sacar este dolor en mi alma, pero parecía que no funcionaba, al contrario, era como si con cada lagrima mi corazón se desmoronara lentamente, pero cuando sentí como me abrazaban delicadamente me sentí por primera vez desde la muerte de mi madre libre, me sentí protegida, me sentí… querida.

 

-lo siento, nunca quise herirte- empezó con la mirada en el suelo, fue una sorpresa ya que él nunca se había disculpado, es mas creo que soy la primera persona que lo escucha diciendo esas 2 palabras, pero aun así creo que no es suficiente, por más que quisiera no podía aceptar esa simple disculpa, yo tengo mi orgullo y no voy a dejar que nadie lo dañe

– ¿Por qué? Por insinuar que soy una cualquiera como tus amigas- conteste sarcásticamente

–sabes Kagome, a mi no me molesta que salgas con alguien- empezó, pero por alguna razón en lugar de alivio sentí decepción

–lo que me molesta es que salgas con él, no es una buena persona y tu eres mucho para él- continuó

–Además, hay algo que deberías saber acerca de él- termino seriamente

–ya, para sesshomaru, creo que lo mejor es que dejemos las cosas cambien, solo concentrémonos en la relación de jefe y asistente y olvidemos lo demás- dije fríamente

–Está bien Kagome, si eso es lo que quieres- continuó el –pero antes- y se acerco y me dio un pequeño beso en la mejilla, y creo que ese es el beso mas especial que he recibido, esta ha sido una semana de sorpresas y esta fue la más grande y especial

–entonces señorita Higurashi, váyase a su casa, y de ahora en adelante solo trabajara los días de semana, y su entrada seguirá siendo a las 8 y la salida a las 6, y por favor señorita, retírese, este parque es un lugar que tiene un fuerte significado para mí y me gustaría que solo personas ¨especiales¨ para mi estén aquí- dijo fríamente mientras se levantaba y se iba

–si señor- y me levante para también irme, ahora me doy cuenta lo que se siente ser parte de aquellos que llaman a sesshomaru ¨el rey del hielo¨, creo que cometí un error, él se disculpo y yo lo ignore, ahora estoy pagando las consecuencias de la peor forma.

Me fui a mi hogar ya que era fin de semana y hoy no me tocaba trabajar, claro según Sesshomaru. me arregle para la cita con Inuyasha y en ningún momento deje de pensar en lo sucedido con Sesshomaru, perdí a la única persona que me quedaba, y ahora voy a salir con la razón por la cual ahora estoy sola, lo único que me queda es intentar algo con Inuyasha para que el también forme parte de mi vida, aunque creo que es una decisión muy apresurada… será mejor darle tiempo al tiempo y dejar que las cosas avancen solas, intentar recuperar a sesshomaru y al mismo tiempo que Inuyasha entre en mi vida lentamente.

A las 8 el timbre del apartamento suena estruendosamente, y al asomarme ahí estaba Inuyasha, como siempre apuesto y bien vestido, tal como Sesshomaru… ¿Cómo estará en este momento? Me distraje por un momento, pero luego volví a la realidad y salí de mi apartamento, le sonreí a Inuyasha pero me sentía un poco incomoda ante su presencia, tal vez es por lo sucedido con sesshomaru…

–¿Cómo estás?- empezó inu intentando darme un beso en los labios, pero yo lo esquive para dárselo en la mejilla, pero en la otra, no la que beso Sesshomaru, no quiero que nadie profane esa mejilla.

De ahí seguimos para un restaurante, al que no le preste demasiada atención, y es que estaba demasiado concentrada en mi situación con sesshomaru, poco después pedimos la comida y nos sumimos en un silencio incomodo

–Kagome, ¿te pasa algo?- empezó Inuyasha

–ohh, no tranquilo, es que anoche no logre dormir muy bien- dije sonriente

Y este al ver mi mano en la mesa, la cogió suavemente intentando hacerse el romántico

–si quieres te llevo a tu apartamento para que descanses un poco- dijo tranquilamente

–oh no, tranquilo, creo que estoy bien- dije con mi vista en el suelo

Y así paso la cena, hablamos de temas triviales pero en ningún momento deje de pensar en Sesshomaru, creo que no fue la mejor cita, pero fue un momento agradable, después él me llevo a mi casa y en el momento de despedida creo que le cerré la puerta en la cara, no lo sé, la verdad iba demasiado distraída para darme cuenta.

Al rato me recosté en mi cama y empecé a analizar lo sucedido el día de hoy, descubrí dos cosas importantes, Sesshomaru corrió por casi una hora detrás de mí y aun así yo no lo perdone y ese extraño parque parece ser más importante de lo que parece.

 

Ya hoy empieza mi nueva vida como ¨una simple empleada mas¨ para sesshomaru, y ojala me vaya bien, porque he visto como trata a los demás y no parece muy gratificante la expresión que ponen cuando pasan un momento a solas con él, solo espero que a mí no me afecte tanto como tal vez le afecta a todos en el planeta tierra.

Fui a la casa de sesshomaru y tuve que tomar un taxi, ya que no mandaron por mi limusina, y termine llegando a la casa a las 8 con 30, definitivamente mi día no empezó muy bien.

Entre y seguí caminando hasta llegar a la cocina, donde como siempre sesshomaru estaba leyendo su periódico y tomando su café matutino.

-señorita, llega tarde- empezó sesshomaru fríamente, haciendo que un escalofrió pasara por toda mi espina dorsal

-yo, yo lo siento, pero tuve que ven…

-no me importan sus excusas, lo único que le pido es que haga su trabajo y que sea muy puntual, no me gusta que personas mediocres y desorganizadas estén trabajando conmigo, si este es el caso, le pido que por favor salga inmediatamente por esa puerta- me interrumpió tan fríamente que a comparación el polo sur sería el mayor de los volcanes.

-yo, yo no señor prometo que esto nunca volverá a pasar- tartamudee con la cabeza gacha y los ojos ya encharcados de lagrimas, pero haciendo lo posible para que sesshomaru no lo notara, al fin y al cabo como había dicho anteriormente ¡yo tengo mi orgullo!, claro que en este preciso momento sesshomaru lo está destrozando

-vámonos- dijo mientras empezaba a caminar hacia la salida, ya nos íbamos y tenía el presentimiento de que no iba a ser el mejor día de todos.

Y no solo fue como lo imagine, el día fue mucho peor, si cometía un error, venían sus comentarios ácidos y palabras punzantes y si tardaba más de lo que él consideraba necesario, llegaban sus miradas gélidas y sinceramente aterrorizantes, y en verdad preferiría mil veces sus comentarios a esas miradas encarnadas del demonio, solo Dios sabe que es lo que depara el futuro, solo espero que no sea nada malo.

bueno, y así empezó mi gran semana, creo que no debí meter la pata, al menos no tanto, ahora estoy arrepentida, no solo porque perdí una vida de comodidad y alegría, sino porque perdí a una importante persona en mi vida, ahora lo único que me queda es esperar como me va mañana y pasado mañana y pasado después de mañana y ver si con el tiempo voy recuperando a mi verdadero jefe, así que para las 7 de la tarde ya estaba en mi apartamento, mucho más temprano que como era normalmente, pero al menos eso me dará tiempo para descansar y llorar un poco por el horrendo día que pase hoy.

…martes…​

Oh por dios, voy tarde, voy tarde ¿Qué voy a hacer ahora? Sesshomaru ayer fue muy claro, me quería a las 8 en punto en su casa y son las 7, no tengo tiempo, solo tome un poco de chocolate y después de arreglada Salí inmediatamente a alcanzar un taxi, pero aunque este fuera el gran flash nunca llegaría a tiempo ¿Qué demonios hare?

Y para cuando llegue a la casa ya faltaban 10 minutos para las 9, casi una hora de retraso, esta si nunca me la va a perdonar, así que entre a la casa y no encontraba a nadie, fui hasta la cocina y nadie, y así mismo con la habitación principal, la sala, el comedor, nada, no estaba en la casa, o al menos eso parecía

-llegas tarde- oí la varonil voz en mi espalda, y al voltear, ahí estaba él a escasos centímetros de mi

-yo, yo lo siento- empecé, con la voz quebrada demostrando que estaba a punto de llorar, ¿y donde esta mi famoso orgullo ahora?

-sabes, la puntualidad es una regla importante, así como no robar bienes de la empresa y como la prohibición de las relaciones internas- dijo tranquilamente

-por eso- dijo mientras me miraba seriamente a los ojos y hacia una pausa –esta despedida- dijo para luego abalanzarse sobre mí y robarme ese anhelado beso…