Estrés

Estrés

Título: Estrés
Summary: Era un día normal, pero algo raro cambio todo.
Género: Drama y terror (poco y nada del último)
Cantidad de palabras: 525

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El día estuvo muy complicado y estresante. No comprendo cómo atender teléfonos todo el día en la recepción de un hotel es así. ¡Ah! Ya recuerdo porque, por los quejosos clientes que llaman pero nunca vienen. ¿Cómo lo harán? Llamar todo el día a un hotel y saber que, al fin y al cabo, nunca iras.

Entro en mi casa y tiro las llaves en el modular negro que tengo en el living. Me dirijo a la cocina a comer una galletita y escucho el teléfono. Camino a paso ligero por el pasillo que conecta las dos habitaciones y atiendo.

—Hola. ¿Quién habla?—

—Tu peor pesadilla…— Me quedo shockeada y con la boca abierta. La voz se oía misteriosa y perturbante. Al terminar de pronunciar aquellas palabras, el teléfono se corta y como si un relámpago me golpeara, corto.

Me toco las manos, las tenía congeladas y pálidas. Todo aquello me parecía muy extraño.
Respiro profundamente y me tomo una taza de té. Me siento a ver el noticiero y noto algo extraño, la muchacha del clima se ve muy borrosa comparada con su fondo o las demás personas. Reviso sí es el televisor y nada. Pruebo con los cables, el mismo resultado.

Me extraño ante esto y presto atención a la muchacha. Ella hace un movimiento raro con la cabeza y, velozmente, un cuchillo roza su pelo; se gira, intentando ver a quién la ataca; y tres afiladas navajas son disparadas a su cuerpo. Una pega en su muñeca derecha, otra en su cuello y otra, en su pecho.

Recuerdo mis clases de anatomía y del sistema circulatorio. Venas y arterias importantes pasan por allí. Con grandes tajos en su cuerpo, ella cae al piso. Desangrándose, muere. En cuestión de minutos, podemos apreciar la transformación del cuerpo de una persona, a un cadáver.

Me siento terriblemente agotada, me levanto y me voy a mi habitación, a dormir. En camino a mi cama una figura masculina aparece detrás de mí. Con un movimiento suave y ligero, con cuchillo en mano, me ataca.

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Abro mis ojos y todo esta borroneado. Pestañeo un par de veces para acostumbrar mis ojos a la luz y, para mi sorpresa, se encuentra mi hermana al lado mío.

—Caroline, estuve muy preocupada por vos—. Le pregunto qué ocurre, el hombre me había apuñalado. ¿Cómo es que todavía estoy viva? —Tuvistes un desmayo por el estrés. Estarás en cama un par de días. Pero no te preocupes, tu doctor es un amor. Él es buenísimo—. Cuando mi hermana mayor termina de hablar, un doctor alto, delgado, de tez pálida y un semblante tranquilo, entra.

Me empalidezco y quiero huir. No tolerare estar allí. El hombre que había matado a la chica del noticiario y, posteriormente, a mí, fue aquel doctor. El pánico me inunda el cuerpo y salto de mi cama. Digo que no me dejara que me toque y que se aleje de mí. Sin prestar atención, salto por la ventana. Error mío, estaba en un séptimo piso. Estoy confiada en que moriré, pero por lo menos, no en manos de él. Cierro los ojos, esperando el momento.