Esto sí es un vals

Tema en 'Relatos' iniciado por Hyuuga, 15 Septiembre 2010.

  1.  
    Hyuuga

    Hyuuga Beta-Reader

    Libra
    Miembro desde:
    25 Marzo 2009
    Mensajes:
    354
    Pluma de
    Escritor
    Título:
    Esto sí es un vals
    Total de capítulos:
    1
     
    Palabras:
    637
    Esto sí es un vals

    Autor: hyuggaTenTen
    Título: Esto si es un vals
    Tipo: Cuento muy corto
    Cantidad de palabras: 499 + título
    Género: General
    Advertencias: nada :3
    Summary: pero esto no se va a quedar así Amelia.





    Esto sí es un vals.






    ¿Yo bailar?, nunca, ¿con una chica?, mucho menos.


    Para mí era sumamente fastidiosa la insistencia de mis padres. Maldigo la hora en que fuimos invitados a esta estúpida cena.

    Estoy sentado, de brazos cruzados y con una actitud pésima y pusilánime. He ignorado los reproches de mi madre; sé que me castigarán eternamente, pero ¡hey!, tengo derecho a estar así, me han obligado a vestir con un patético traje de gala; usualmente visto jeans desgastados, playeras sencillas sin fajar, mis Vans, y mi cabello alborotado.


    Lo quieras o no, bailarás con Amelia —amenaza mi padre; a voz seria.

    Estúpida Amelia, es la hija de un muy buen amigo de mi jefe, así le digo a papá. Son sus quince años, la conozco desde los siete, y ¿para qué negarlo?, se ve hermosa con su vestido lilita.

    Tonta, así la defino, es una niña mimada y muy fastidiosa, sí, está bien lo admito, sí la quiero, es como una hermanita menor; ¡Claro que yo soy mayor!, tengo diecisiete años.

    —Yo no sé bailar vals —comunico con la cara torcida.

    —Pues más te vale que sí —mi madre sonríe de una forma muy sospechosa.

    Quiero pensar las cosas, pero ¡¿qué está pasando?! ¿Por qué diablos están anunciando mi nombre en el micrófono?

    —Vamos Gabriel, es tu turno de bailar con la quinceañera —me codea mi hermana mayor.


    Todos me miran, ¡dejen de hacerlo ingratos!, yo no quiero esto, ¿pero qué opción tengo?

    Trago saliva, camino hacia ella; tiene esa carita de satisfacción, ¡seguro lo planeó todo desde el principio!, pero esto no se va a quedar así Amelia.

    —¿Estás listo Gaby?

    —Te he dicho que no me llames Gaby —farfullo en voz baja, de modo que sólo ella me pueda escuchar.

    La música comienza, es una pieza de Beethoven, ¡odio esa música!
    Uno, dos, uno dos, cuento en mi mente. Mis manos están sudando, no puedo despegar la vista de mis pies, tengo que asegurar el paso, no quiero equivocarme.


    —Gaby, deja de mirar el suelo y veme a los ojos —me reclama casi en susurro.

    Tiene razón, me he de estar viendo ridículo mirando hacia piso. Levanto la mirada para encontrarme su rostro bastante cerca del mío, ¿me habré lavado los dientes?, no lo recuerdo, lástima, pues es ella la que tiene que soportar mi aliento a cebolla.


    —¡Auch! —se queja, la he pisado.

    —Lo siento —la verdad no lo sentía.

    Oh no, esto es malo, muy malo en verdad. Pierdo el ritmo, no puedo armonizarme con la música, ¡vamos pies, no me fallen!, la piso una, dos, tres y cuatro veces. Sus amigas me están gritando, oigo risas, ¡deténganse!, yo advertí que no sabía bailar vals.

    Otro problema, mis agujetas se han desatado, ella las pisa, ¡pierdo el control!

    Hemos caído, las risas resuenan. Abro mis ojos, ¡estoy encima de ella!, no me puedo quitar, los diamantitos de su vestido se atoraron con mi camisa y mi mano está sobre su busto. ¡Qué vergüenza!, jamás volveré a bailar vals.



     
    • Me gusta Me gusta x 1

Comparte esta página

  1. This site uses cookies to help personalise content, tailor your experience and to keep you logged in if you register.
    By continuing to use this site, you are consenting to our use of cookies.
    Descartar aviso